PLATÓN, CONTEXTO HISTÓRICO-CULTURAL-FILOSÓFICO. CONTEXTO HISTÓRICO-CULTURAL En primer lugar, hay que tener en cuenta la experiencia personal del filósofo en su época, el contexto político como ciudadano de Atenas durante la guerra del Peloponeso. Se instauró la democracia: por primera vez en la historia de Europa donde todos los ciudadanos atenienses libres tienen iguales derechos y deberes y las leyes. El problema histórico con el que se encuentra Platón deriva de la guerra del Peloponeso (431-404 a.C), en la que la Atenas democrática se enfrenta y es derrotada por la Esparta aristócrata, que instaura el gobierno de los Treinta Tiranos, los cuales sembraron el terror y llevaron a cabo una feroz represión contra los demócratas hasta el año 403. En ese año, Trasíbulo, líder del bando demócrata, organizó una revuelta popular que reinstauró la democracia en Atenas Platón nació en Atenas en el año 427 a.c., en una época en la que políticamente estaba marcada por el conflicto entre Esparta y Atenas, llamado “La guerra del Peloponeso” del 431al 404 a.c., cuando Atenas es derrotada. ¿Qué consecuencias tuvo para la ciudad? El enfrentamiento conlleva el antagonismo de dos modelos de vida: aristocracia versus democracia. Tenemos que pensar que en 430, murió Pericles. Con Pericles (462 a.c.)Atenas lideró una poderosa liga política (la liga de Delos), comercial y cultural. La aristocracia perdió fuerza asentándose la democracia, permitiéndose los debates públicos que dieron auge a la sofística. Tras la derrota, las condiciones impuestas son duras para los atenienses, entre ellas el régimen de los treinta Tiranos, donde intervienen amigos de Platón como Critias y Cármides. La democracia se instauró en el año 403, pero muy débilmente con una dosis de corrupción, que culminó con el proceso de Sócrates. A los veinte años, Platón quería hacer carrera política, pero vivida la experiencia de la muerte de Sócrates en el año 399, definitivamente, le hace replantearse la vida y la pregunta que se hace en la carta VII, ¿Dónde está la justicia en la vida pública y la privada?, es un buen síntoma del ánimo de Platón. Ante esta situación, Platón se pregunta por qué los gobernantes conducen a los Estados al enfrentamiento, por qué ni el sistema democrático ni la tiranía habían mejorado a los ciudadanos, por qué el jurado no fue capaz de ver que tenía frente a sí al hombre más justo y lo condenó a muerte. Fue testigo del proceso trágico de Sócrates, y marginado por decisión propia de la práctica política para dedicarse a la teoría. La muerte de Sócrates supuso una profunda crisis vital, política y filosófica. Sobre la actividad política quedó bastante desencantado, la inestabilidad y las injusticias políticas que vivió, le hizo desistir de la vida pública y dedicarse a cuestiones más teóricas. Atenas, siendo una democracia, disfrutaba de una organización social en la que las ideas de isonomía (igualdad ante la ley) y el consiguiente derecho a hablar ante la asamblea (isegoría) propiciaba un modo de vida muy alejado del conservadurismo estamental de la antigua aristrocacia o de las oligarquías que todavía seguían gobernando en otras ciudades-estado (como ocurría con la diarquía espartana). La democracia ateniense es una democracia directa, en la que los ciudadanos intervienen en primera persona en la Asamblea, en lo que se ha considerado un ejercicio directo de la soberanía. No todos los habitantes de la ciudad son ciudadanos, sin embargo. Los esclavos, los extranjeros y las mujeres no gozan de los derechos de ciudadanía: sólo los varones adultos que hubiesen terminado su formación militar como efebos (que solía tener lugar entre los 18 y los 20 años) y que fueran descendientes legítimos de ciudadanos atenienses, eran considerados ciudadanos. Tras las guerras del Peloponeso, en el siglo - IV, se calcula que vivían en Atenas en torno a 250000 personas, incluyendo a los esclavos, de las que menos de 30000 eran ciudadanos (en total habría unos 100000 atenienses, contando a los familiares sin derechos de ciudadanía: mujeres y niños). Intenta poner en práctica su proyecto mediante la educación del que sería el futuro rey de Siracusa, Dionisio II, pero la corte, que veía en las ideas de Platón una amenaza para el régimen, acabará con sus planes. Nuevamente, el ateniense se encuentra con políticos que no buscan el bien de los ciudadanos, sino el mantenimiento del poder. Su fracaso en Siracusa le lleva a fundar en Atenas la Academia, para educar a ciudadanos y gobernantes. La ciudad de Atenas, culturalmente había sobresalido en arquitectura, el Partenón se construyó entre los años 447- 432 a.c. por Ictinos y Calicles. El teatro de Esquilo, Sófocles y Eurípides, transformaba a los espíritus deseosos de Catarsis. Fue un gran viajero, parece que en Egipto conoció a Crátilo discípulo de Heráclito, y también a Hermógenes , discípulo de Parménides. En Megara se refugiaron los seguidores de Sócrates. Hizo tres viajes a la Maagna Grecia, subió al Etna (por suerte no le dio por inmortalizarse como a Empédocles). Tuvo la oportunidad de llevar a la práctica sus convicciones políticas en la corte de Siracusa. Pero sus aventuras políticas no tuvieron suerte. Se quedó cautivado del modo de vida pitágorico, tanto como para poner en el pórtico de su academia “el que no sepa matemáticas que no entre”. En la academia de Platón, que fundó tras los viajes a Italia, gozó de un ambiente donde se estudiaban astronomía, música, gimnasia, y todo lo que se necesitaba para cambiar el mundo. CONTEXTO FILOSÓFICO En segundo lugar, es más que un pensador político, es un constructor de un proyecto filosófico, apuntalado en el método socrático del diálogo, el razonamiento en busca de definiciones esenciales, y en la invención de las Ideas como correlatos objetivos del conocimiento real. De los pitagóricos heredó la posibilidad de un conocimiento sólido e indiscutible: el de los mathemata. También heredó de ellos la idea dualista del hombre, compuesto de un alma inmortal. De Sócrates, la posibilidad del fundamento de alcanzar la verdad absoluta frente al relativismo sofista. De Parménides la concepción de un realidad eterna e inamovible. Método socrático del diálogo- Definiciones esenciales. Sócrates no escribió nada, lo que se sabe de él es por Platón, Aristóteles, Jenófanes y Aristófanes. Dice Aristóteles que “dos cosas pueden atribuir a Sócrates con justicia: la argumentación inductiva (1) y la definición universal”. Esto obedece a la práctica socrática de interrogarse por el significado de los términos generales usados al hablar. Al hablar de la “justicia” el relativismo moral de los sofistas hablan del convencionalismo, esto es según su conveniencia a fin de obtener mediante la persuasión lo que uno deseara. Esto irritaba a Sócrates. Si se hablaba de la “justicia”, Sócrates interrumpía y preguntaba lo ¿qué es la justicia?, y el político hablaba de actos justos, lo cual Sócrates no quería. Él deseaba una definición. A esto no llegaban los sofistas porque Sócrates contestaba con un contraejemplo. Con la belleza, pasaba igual, se preguntaba por la esencia (2) de “la belleza”, es decir a aquello que tienen en común todas las cosas bellas. A este significado común de una palabra en todos sus usos que hacemos de ella a partir de la consideración de algunos ejemplos es a lo que se refería Aristóteles al hablar de procedimientos inductivos respecto a Sócrates. Los diálogos socráticos giraban en torno a la búsqueda de la definición. Lo más importante del diálogo socrático era el intento consciente de analizar el uso que hacemos de las palabras y de explicitar su significado. Invención de las Ideas Lo que para Sócrates eran conceptos generales, en Platón son Ideas (eidos): arquetipos de la realidad sensible, ubicadas en el mundo inteligible, del que el mundo de las cosas sensibles no es sino imitación y sombra. Ese “idealismo” caracteriza la concepción ontológica de la filosofía platónica y su teoría política es una consecuencia de esa visión idealista del conocimiento. La reforma política que Platón postula es fundamentalmente una utopía, radicalmente opuesta a la democracia ateniense de su tiempo, contraria al liberalismo y a la libertad igualitaria de los sofistas y de los ideólogos de la ciudad de Pericles (3). Se trata de una reforma de la polis que es a la par, una reforma del individuo, basada en al rechazo de la opinión (doxa) como forma de saber, y es un intento de construir una política sobre un saber científico (episteme), por encima de los avatares concretos de la historia y las limitaciones circunstanciales de una determinada sociedad. Platón traza su proyecto político sin preocuparse demasiado de su éxito real; compone su paradigma político del Estado Ideal de los supuestos de su filosofía. En tercer lugar, hemos de contar con la amplitud de la obra platónica, que durante unos cincuenta años va componiendo sus diálogos con una sutil e inigualable habilidad literaria y con un extraño rigor metódico. Platón significa una culminación y un relanzamiento de la teoría filosófica. El diálogo de la República es del periodo de madurez donde desarrollan sus principales teorías. De algún modo reasume críticamente lo anterior-no imparcialmente, claro está, sino desde su propio enfoque, como luego hará Aristóteles incluyendo al propio Platón_ y avanza desde esa superación crítica. (La de los Sofistas). La mentalidad propia de la de una tradición oral es criticada y rechazada por Platón. La tradición poética y la religiosidad, resultan censuradas con rigor en la república platónica; y el saber trágico sobre la condición humana, reflejada en el teatro es también rechazada. -------------------------------------------------------------------------------------------------------(1) Son razonamientos que invocan ejemplos y se generalizan a partir de ellos. Etimológicamente significa, “conducir a” y “dirigir a”. (2) ES lo que hace que una cosa sea lo que es. (3) Pericles fue un legislador estadista 495.429ª.c. que condujo a Atenas a la plena realización de la democracia y a una situación de holgura y bienestar.