COMO NEGOCIAR CON INGLATERRRA MONICA DIAZ OCAMPO GILBERTO ALVEREZ MEJIA CREACION DE EMPRESAS Y NUEVOS NEGOCIOS ADMINISTRACION INDUSTRIAL UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DE PEREIRA PEREIRA COMO NEGOCIAR CON INGLATERRA Inglaterra es una de las cuatro naciones constituyentes del Reino Unido. Su territorio está formado geográficamente por la parte sur y central de Gran Bretaña, isla que comparte junto a Escocia y Gales, y cerca de 100 islas más pequeñas como las Islas Sorlingas y la Isla de Wight. Limita al norte con Escocia, al oeste con Gales,al noroeste con el mar de Irlanda, al suroeste con el mar Celta, al este con el mar del Norte y al sur con el canal de la Mancha. En cuanto la economía, la industrialización es muy alta en Inglaterra, las principales exportaciones inglesas son los farmacéuticos, los automóviles, el petróleo extraído de la parte inglesa del mar del Norte en conjunto con Wytch Farm, los motores aeronáuticos y las bebidas alcohólicas. Otra parte importante de la economía es la agricultura, que en Inglaterra es intensa y altamente mecanizada, produciendo el 60% de las necesidades alimentarias con sólo el 2% de la fuerza laboral. Dos tercios de la producción agrícola están dedicados al ganado, mientras que el otro tercio está dedicado al cultivo. Teniendo en cuenta las diferentes costumbres, características y tradiciones de Inglaterra para entablar negociaciones en esta nación se debe tener en cuenta que en Inglaterra solo se tienen reuniones con empresas con las que sí les puede interesar hacer negocios. Los ingleses respetan mucho las costumbres y tradiciones. Utilizan lo mínimo el contacto físico, de hecho suelen tener relaciones muy formales en que se respetan las normas de cortesía. El trato es muy profesional, y prefieren tratar con personas en puestos señor ya que reacondicionan la edad con autoridad. Es muy importante vestir bien, de hecho valoran mucho la ropa de buena calidad (aunque no sea nueva), evitando las rayas y escudos. Hay que conocer a la empresa a la perfección, porque en base a ello se sabrá qué ofrecerle y cómo trabajan. No hay que intentar cambiarlos, hay que ofrecerles algo que esté de acorde a su propia forma de trabajar. Puede que antes de negociar, o antes de dar una respuesta, pidan listas de precios (en libras esterlinas) y catálogos de productos para conocer si realmente les puede interesar el negocio. La puntualidad es muy importante, hay que recordar que valoran mucho su tiempo. Por eso mismo, hay que conocer todos los detalles para llegar a tiempo a la reunión. Hay que hablar de usted y tratar a la persona como señor o señora siguiendo el apellido. Se da un apretón de manos breve y ligero para saludar, esperando mejor a que lo hagan ellos. Ofrecen té o café en las reuniones, aunque no toman a mal si se rechaza su oferta. Antes y después de las reuniones se suele hacer una pequeña conversación informal. Se pueden hablar de temas banales y se deben evitar los conflictivos. El tiempo puede ser un tema clave, aunque también les gusta hablar de su historia, deportes, animales y otros motivos de conversación. No se recomienda utilizar motivos emocionales, ya que no los tienen en cuenta, ni gesticular ni irse más allá de lo práctico. La negociación ha de ser muy formal, aunque en realidad las negociaciones no se suelen preparar en detalle. Si se ve que no miran directamente o hacen pocos gestos no es negativo, es lo normal para ellos. Se puede ir a la reunión con la última oferta como primera, ya que no utilizan el regateo, saben lo que quieren y a cuánto lo quieren sin más. Hay que conocer además que la calidad es más importante que el precio. Es posible que ni si quiera den opinión sobre la oferta presentada, aunque sí pueden hacer ciertas insinuaciones. Pueden permanecer impasibles. No les gustan las tácticas de negociación agresivas. Son muy tradicionales, y por ello prefieren propuestas con estabilidad y continuidad que aquellas innovadoras y que inciden en el cambio. Pero eso sí, prefieren lo que les funciona a corto plazo que las propias relaciones a largo plazo. Suelen pedir disculpas frecuentemente, incluso por pequeñas cosas, por lo que es conveniente hacerlo en cada momento en que sea necesario. Puede que tarden en tomar la decisión, incluso a conciencia. Aunque si la decisión es negativa lo dicen claramente sin problemas. Si se lleva a buen puerto el negocio, los ingleses serán muy claros a la hora de decir lo que necesitan o piensan. Además, formalizarán el acuerdo de cara a la legislación de su país, por eso se va a necesitar contar con un abogado antes de ello y leer muy bien todas las cláusulas, ya que pueden existir penalizaciones importantes por incumplir el contrato. No suelen invitar a su casa ya que son muy celosos de su intimidad, aunque en caso de que se haga se puede llevar un buen vino o bombones. En síntesis podemos concluir que los ingleses son personas bastante tradicionales, llenos de formalismos y buenos hábitos de cortesía, con ellos debemos ser lo más cuidadosos y prevenidos posibles a la hora de tratarlos para hacer negociaciones. Es importante destacar que todo país tienen sus ventajas y limitaciones culturales, sociales, religiosas y políticas, lo esencial es aprender a entender que todos son diferentes, que cada nación tiene sus propios parámetros y características que los hacen particulares y depende de nosotros como emprendedores investigar e intentar conocer siempre a que publico nos enfrentamos con el fin de estar seguros, realizar cada paso con prevención, conocer el mercado y el entorno, para así cerrar negociaciones con éxito.