44 LATERCERA Domingo 22 de marzo de 2015 Selección eClass Extracto del curso Emprendimiento Adáptate para sobrevivir al Valle de la Muerte » El emprendedor debe observar lo que experimenta su proyecto para luego modificar elementos del mismo. La estrategia central de la travesía por el Valle de la Muerte es aprender y adaptarse para sobrevivir. T al como en la evolución biológica, en que el objetivo no es otro que la supervivencia, en el Valle de la Muerte el emprendedor debe adaptarse para sobrevivir. Sin embargo, a diferencia de la naturaleza, nosotros podemos diseñar cómo nos adaptamos y evolucionamos. Esto nos da una gran ventaja y hace que el emprendimiento no tenga que incurrir en tanta prueba y error como la biología. Así, el emprendimiento puede y debe ser un proceso adaptativo eficiente. El emprendedor debe interpretar el sistema en que se desenvuelve, para ubicarse donde sus oportunidades de sobrevivir sean mayores. En esta evolución diseñada, los emprendedores aplican su capacidad de análisis para enfrentar las circunstancias inesperadas y, en paralelo, mejorar su capacidad de reacción a las sorpresas que vendrán. Reducir las sorpresas exige estudiar y estar al tanto de la información relevante que vaya apareciendo en la industria en que operemos. En tanto, mejorar la capacidad de reacción demanda orquestar una red de valor amplia, flexible y motivada para ejecutar nuestro proyecto. Necesitamos energía y redes para poder movilizar los recursos y realizar las acciones necesarias para adaptarnos a las oportunidades que se nos presenten. La estrategia central de la travesía por el Valle de la Muerte es aprender y adaptarse para sobrevivir. TRAVESÍA CON SORPRESAS Usando la metáfora geográfica, la entrada al Valle ocurre cuando ya nos internamos en lo desconocido. Nos encontramos con algunos tramos en que, para nuestra alegría, se cumple » En la fase de Entrada al Valle los ingresos son mínimos, comienzan los gastos y todo es inversión. Algunos de los supuestos no se cumplen y aparecen dificultades inesperadas. Hay que aprender de la realidad. todo tal como esperábamos. Pero otros, traen sorpresas desagradables. Algunos días avanzamos según lo planeado y otros no progresamos en lo absoluto; lo que es peor, debemos retroceder ante los obstáculos para buscar senderos alternativos que nos permitan seguir. Con frecuencia sufrimos golpes que nos desestabilizan, pero logramos recuperarnos. Nos vemos obligados a poner en práctica toda nuestra preparación y a confiar ciegamente en los demás miembros de nuestro equipo. Cuidamos celosamente las provisiones y reservamos nuestras energías para enfrentar lo que nos pueda suceder al día siguiente. Día a día nos topamos con nuevos desafíos y aprendizajes. Aprendemos sobre el terreno, los ritmos y sobre nosotros mismos. La travesía no se da como la habíamos planeado y empezamos a improvisar algunas soluciones para seguir avanzando. Hay momentos en los que estamos a punto de abandonar el viaje y volver a la seguridad del camino, pero una fuerza interna nos hace continuar. El final del valle no se vislumbra, ya que la “jungla” obstaculiza nuestra visión, pero seguimos avanzando. Tenemos la esperanza de que más tarde o más temprano lograremos alcanzar el fondo de este Valle, para finalmente empezar a subir hacia la salida. En la fase de entrada al valle comienzan a producirse los gastos sin que existan ingresos aún: todo es una inversión. En las fases anteriores avanzábamos confiados, con fe en nuestra visión; sin embargo, la entrada nos muestra la realidad: algunos de nuestros supuestos no se cumplen, surgen problemas que no logramos prever y aparecen dificultades inesperadas. Aquí es cuando debemos aprender de la realidad para ajustar nuestros modelos. En la entrada debemos llevar a la práctica todo lo preparado. Vuelven a ser centrales las tácticas asociadas a capturar oportunidades, porque a medida que desarrollamos nuestro proyecto, vamos alterando el orden de lo que nos rodea, lo que da origen a variadas oportunidades de avanzar que debemos ser capaces de evaluar y capturar rápidamente. De hecho, esa es una de la formas de fluir más fácilmente a través del valle. Junto con capturar las oportunidades que se van presentando, también debemos ir reinterpretando el sistema en que nos desenvolvemos para reposicionarnos y ubicarnos donde se puedan presentar alternativas de progreso más factibles. Es por ello que en esta fase se requieren las capacidades de observación y análisis, a fin de comprender en profundidad las razones sistémicas de los eventos que vivimos, detectar rápidamente las características que van emergiendo del escenario que cruzamos y las diferencias entre la realidad y lo que modelamos antes. Esta es la fase en que debemos terminar de identificar y comprender las variables que afectan a nuestra empresa y al mercado en que estamos entrando. Las empresas que atienden a la retroalimentación que reciben, la procesan y responden apropiadamente, tienen mucha mayor probabilidad de triunfar que las que siguen a ciegas un plan previamente trazado sin escuchar. En esta fase, aprenderemos en varias dimensiones. Escanea este código para más información. LE PREGUNTAMOS A LOS PROFESORES Germán Echecopar K. • Ph.D. en Economía, University of Notre Dame. • Profesor de emprendimiento, Universidad Adolfo Ibáñez. Roberto Musso M. • Presidente de Digevo y cofundador de más de 25 startups. • Director de empresas y consultor en estrategia digital. ¿Cuáles son las principales razones del fracaso en la etapa de entrada al valle? Emprender es una de las tareas más difíciles que puede intentar una persona. La razón es que el emprendimiento es esencialmente un modelo teórico que busca crear valor para terceros y rescatar parte de éste para el emprendedor, en la forma de ingresos y utilidades. Para lograrlo, antes de iniciar su proyecto, el emprendedor realiza supuestos: respecto del producto, del mercado, de las condiciones de la economía, de su propia capacidad de satisfacer la demanda, de la competencia y un largo etcétera. Si el plan basado en estos supuestos se cumple en la realidad, el proyecto será un éxito. Sin embargo, en la entrada al Valle de la Muerte, el proyecto enfrenta grandes desafíos. Lo primero es que algunos de sus supuestos no se cumplirán. Probablemente el precio que podrá cobrar no será el imaginado, el número de unidades de producto vendidas no será el esperado, y así sucesivamente. El segundo desafío es el surgimiento de problemas inesperados. Estas situaciones no tienen que ver con los supuestos que el emprendedor realizó, sino que se relacionan con elementos que están fuera de su control. Por ejemplo, la aparición de una tecnología que deja obsoleta su oferta, un cambio a nivel regulatorio, o un competidor que ofrece el mismo servicio en una calidad mayor o en un precio más bajo. Afortunadamente, estas dos fuentes básicas de dificultades pueden enfrentarse a través de la actitud de aprender de la forma más rápida y barata posible, tanto de la realidad del escenario en que el proyecto se está llevando a cabo, como de adaptar las características del modelo para ajustarlas a las exigencias y oportunidades que se están produciendo.