LOS PROCESOS DE INDEPENDENCIA EN EL CONTINENTE AMERICANO. En el cambio del siglo XVIII al XIX los sistemas coloniales británico y español en el continente americano entran en una crisis que se inicia en 1.776 con la declaración de independencia de los E.E.U.U. y se cierra en 1.824 con la derrota de las tropas españolas en Ayacucho. Aunque se trate de dos procesos diferentes separados en el tiempo, sus factores desencadenantes guardan ciertas similitudes que vamos a analizar. 1º. FACTORES DEL CONFLICTO. 1.1. El desarrollo de elites sociales en las colonias. A los largo del siglo XVIII, el comercio europeo con América elevó el nivel de vida de los colonos anglosajones asentados en 13 colonias, entre los Apalaches y la costa atlántica, y el de las oligarquías criollas en la América Hispana, hasta llevarlas a un conflicto de intereses con el monopolio del comercio colonial por las respectivas metrópolis. 1.2. Los efectos de las políticas metropolitanas, centralizadoras, de la gestión colonial. En 1.763, cuando la Paz de París pone fin a la guerra de los 7 años entre Francia y Gran Bretaña, los colonos británicos esperaban ver compensada su fidelidad al rey Jorge III con una mayor libertad de comercio (hasta entonces bajo monopolio de la Compañía de Indias Occidentales) y con concesiones territoriales a costa de los colonos franceses asentados en la márgenes de río San Lorenzo, en la región de Quebec, sin embargo no las recibieron. Se mantuvo el monopolio, se prohibió colonizar el oeste y abrir fábricas y además, aumentó la presión fiscal con nuevos impuestos que gravaban los documentos jurídicos, libros (Stamp Act, 1.765) y las importaciones, especialmente de te, (Townshend Act, 1.767). En las colonias españolas, la política centralizadora de Carlos III desplazó de los puestos claves de la administración a las oligarquías criollas, sustituyéndolas por funcionarios es-pañoles, y el celo en la represión del contrabando para aumentar los ingresos de la corona, atentó contra una de sus principales fuentes de beneficio. 1.3. La difusión de la Ideología Ilustrada. Dio a los colonos norteamericanos el soporte teórico para justificar su sublevación ante un poder que actuaba sin consultar a los súbditos cuyos intereses manejaba. La Declaración de Derechos de Virginia define el poder político en términos tomados de Montesquieu y Rousseau y proclama el derecho de rebelión contra el poder tiránico. En el Sur, las logias y sociedades secretas, fundadas al estilo europeo, organizan la resistencia y diseñan modelos de estado según la tradición liberal. 1.4. Una situación internacional favorable. Aunque en circunstancias distintas, la competencia entre las potencias hará que los insurrectos, tanto en el norte como en el sur, encuentren valedores poderosos dispuestos a potenciar los movimientos independentistas. Los rebeldes norteamericanos contarán con el apoyo de Francia y España que buscan así la revancha contra la victoria británica en la Guerra de los Siete Años, mientras que la independencia de Iberoamérica hay que entenderla en el marco del interés británico por romper en favor suyo portugués en el continente americano. el monopolio hispano- 2º. LA INDEPENDENCIA DE E.E.U.U. 2.1. La guerra. En la década de los 70 estalla el descontento de los colonos británicos contra los nuevos impuestos. Los disturbios de Boston y la creación en Massachusetts de los Comités de Correspondencia como células insurreccionales (1.770) son el principio de la sublevación. En 1.773 se produce el Boston Tea Party, unos colonos disfrazados de indios asaltan los barcos de la Compañía de Indias fondeados en el puerto de Boston y arrojan el cargamento de te al mar. En 1.774, se reúne el primer congreso de los trece esta-dos en Filadelfia, publica una declaración de derechos y acuerda suspender el comercio con Gran Bretaña. En 1.775 se producen los primeros choques armados en Lexinton, Concord y Bunker Hill. Ese mismo año empieza la guerra de independencia que se extiende hasta 1.783. George Washington es nombrado comandante en jefe del ejército sublevado que debe enfrentarse con el ejército inglés, los "leales" (King's Friends) y los indios que, instigados por los británicos, combaten a los independentistas. El 4 de julio de 1.776, se publica la Declaración de Independencia, redactada por Thomas Jefferson y el mismo año los británicos sufren las primeras derrotas en Trenton y Princenton. La victoria de Saratoga (1.777) lleva a que los rebeldes sean reconocidos por Francia y Benjamín Franklin va a Paris como embaja-dor. En 1.778, Francia y España intervienen a favor de los rebel-des. Los españoles recuperan Menorca y sitian Gibraltar. Los franceses desembarcan tropas en Rhode Island en 1.780. La batalla de Yorktown (1.781) decide la guerra y los ingleses firman en 1.783 el Tratado de Versalles, reconociendo su derrota, si bien no reconocen la existencia de los E.E.U.U. ni la reconocerán hasta una segunda guerra que se desarrollará a principios del XIX. 2.2. El nacimiento de E.E.U.U. La nación se instituye como una república federal cuya constitución se redactó en 1.787 y fue sometida al consenso de las trece colonias que la aprobaron definitivamente en 1.789. Define un régimen basado en la separación de poderes con un presidente electo (George Washington) y un legislativo elegido por sufragio censitario constituido por dos cámaras, el Congreso, con representación proporcional a la población de cada uno de los estados, y el Senado, cámara estrictamente federal, con un número igual de representantes por estado, independientemente de la población. 3º. LA DESARTICULACION DE LA ADMINISTRACIÓN ESPAÑOLA EN AMÉRICA. 3.1. La administración española en América. Estaba organizada en Virreinatos, el de Nueva España, Nueva Granada, el del Perú y el del Plata y los poderes municipales gozaban de una amplia autonomía. En este marco se había desarrollado una sociedad en la que distribución de la riqueza y variedad étnica producto de mestizajes, configuraban una estratificación social muy definida. Aristocracia terrateniente y feudal, gran burguesía comercial, alta burocracia, alto clero urbano y mandos militares se entrecruzaban con blancos, españoles y criollos, (hijos de españoles nacidos en América), indios, negros y mestizos de la mayor variedad. Los criollos, ligados al comercio, habían ido accediendo a las funciones administrativas en los poderes municipales y a los cargos militares. La política de centralización administrativa, emprendida por Carlos III los eliminó de los cargos públicos, a la vez que las reformas fiscales, el control del comercio y el rigor con el contrabando afectaban a su principal fuente de ingresos. El resultado fue la creación de una conciencia secesionista, estimulada por la ideas ilustradas que circulaban por las logias. En 1.808, Francia invade España y para resistir la invasión, se crean juntas. En América se sigue el mismo modelo. En 1.810, en España sólo pervive un Consejo de la Regencia en Cádiz, la posibilidad de control sobre la administración americana es prácticamente nula. La guerra de la independencia española ofreció así, en las juntas, un modelo de organización insurreccional a la vez que bloqueaba toda posibilidad de reacción militar defensiva por parte de España. Pronto surgen las disensiones dentro de las jun-tas entre partidarios de la metrópoli e independentistas. Desde 1.810, las juntas de Quito, Buenos Aires, Bogotá y Santiago se convierten en focos autonomistas que toman decisiones completamente al margen de la administración española. 3.2. Correlación de fuerzas. En principio, la independencia se configura como la lucha de una oligarquía criolla por imponerse a los españoles. Pero el proceso sigue derroteros distintos, según la participación de las fuerzas indígenas. En los virreinatos de Perú y Nueva España, hay revueltas indígenas: Tupac Amaru (Perú, 1.780) o Mateo Pumancahua (Cuzco, 1.814) y el Cura Hidalgo (Méjico, 1.810), continuada tras su fusilamiento en 1.811, por otro sacerdote, Morelos (ejecutado en 1.815). Los planteamientos revolucionarios igualitarios de estos movimientos (proclamación de independencia, igualdad de razas, abolición de la esclavitud) hacen que los criollos se alíen con los españoles, mientras que la ausencia de población indígena o su escaso activismo político da un amplio margen de maniobra a los criollos en los virreinatos del Nueva Granada y del Plata. 4º. LA LUCHA POR LA INDEPENDENCIA EN IBEROAMÉRICA. 4.1. Caracas. En 1.810, Francisco Miranda, recién llegado de Inglaterra, se pone al frente de la Junta de Caracas y al año siguiente, proclama la independencia pero la conquista de Puerto Cabello por los españoles y las rencillas interiores hacen fracasar el movimiento. Miranda, traicionado, es entregado a los españoles. Simón Bolívar toma el mando del movimiento. Cuenta con apoyo económico, naval y militar británico. Reúne en torno a sí a todas las fuerzas independentistas, atrae a su causa a los llaneros del Orinoco que siempre habían colaborado con los españoles. Después se embarca en un proyecto panamericano, la Gran Colombia. El 15 de febrero de 1.819, en el Congreso de Angostura, es elegido presidente de la República de Colombia (Venezuela, Nueva Granada y Quito) y se lanza a la guerra en el momento en que el pronunciamiento de Riego en España deja sin refuerzos al general Morillo. Las batallas de Carabobo, Boyacá, Bomboná y Pichincha le permiten fundar la Gran Colombia que pervivirá hasta 1.830. 4.2. El Río de la Plata. El 25 de mayo de 1.810 estalla el movimiento independentista en Buenos Aires que irradia, produciéndose la segregación de Paraguay en 1.811, y los asedios de Montevideo que terminan con su conquista por Alvear, lo que pospondrá la independencia de Uruguay. Las rivalidades internas aplazan la declaración de independencia hasta el Congreso de Tucumán (9 de julio de 1.816). Consolidada la independencia Argentina, el general San Martín en colaboración con patriotas chilenos, O'Higgins, cruza los Andes y derrota a los fidelistas en Chacabuco y Maipú y se proclama la independencia de Chile (12 febrero, 1.818). 4.3. Méjico. En 1.815, Itúrbide derrota y fusila al cura Morelos, si bien Guerrero, su lugarteniente, mantiene un foco de insurrección campesina en las montañas. La armonía con la corona española se rompe cuando triunfan los liberales de Riego en España y los realistas (Aristocracia terrateniente, iglesia y ejército) mejicanos, temerosos de las políticas desamortizadoras, se encomiendan a Itúrbide que llega a un acuerdo con Guerrero y proclama el Plan de Iguala o de las Tres Garantías: * Méjico será reino independiente, gobernado por Fernando VII o por otro Borbón. Mientras esto se decide, la junta convocará una Asamblea Constituyente. * La religión oficial del estado será la católica y la Iglesia mantendrá sus tierras y sus privilegios. * Igualdad de todos los habitantes y respeto a la propiedad privada. Fernando VII se negó a aceptar el plan. El 28 de septiembre de 1.821 se proclama la independencia del Imperio Mejicano. Al año siguiente a falta de monarca español, se nombra a Itúrbide emperador de Méjico, cargo que ostentará hasta que los republicanos fuercen su dimisión en 1.823. En 1.824, se proclama la República Federal. 4.3. El Perú. En 1.821, en Guayaquil, se entrevistan San Martín y Bolívar, acordando que éste último ataque Perú. La derrota de los españoles en Junín y Ayacucho cierra el ciclo independentista en 1.824.