EDITORIAL Uso de tierras E n El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2007 UG QDUGTXCDC SWG nNC ECRCEKFCF FG KPXGPEKÎP FGN ser humano aplicada a la producción de alimentos y otros bienes ha permitido a la producción mantener el ritmo del crecimiento de la población y de la demanda impulsada por los ingreUQUCWPSWGCGZRGPUCUFGWPCKORQTVCPVGFGITCFCEKÎPFGQVTQU servicios de ecosistemas», incluidos los forestales. Este número de Unasylva trata el tema del uso de la tierra y la relación del DQUSWGEQPQVTQUWUQUFGNCVKGTTC%ÎOQEQPEKNKCTNQUQDLGVKXQU de la conservación forestal y la obtención de productos y servicios forestales con las necesidades de tierras para la producción de cultivos agrícolas y de ganado, el desarrollo urbano y, más recientemente, la producción de cultivos bioenergéticos? .C EQPUVCVCEKÎP FG SWG NC FGHQTGUVCEKÎP NC FGITCFCEKÎP FG NQUDQUSWGU[QVTQUECODKQUUWHTKFQURQTGNOGFKQHQTGUVCNJCP ocasionado el 17 por ciento de las emisiones mundiales de gases FGGHGEVQKPXGTPCFGTQŌWPCRTQRQTEKÎPOC[QTFGGOKUKQPGUSWG las de todo el sector mundial de los transportes– ha reforzado ÕNVKOCOGPVGNQUCTIWOGPVQUSWGCRQ[CPNCEQPUGTXCEKÎPFGNQU DQUSWGUCPVGRQPKÃPFQNCCQVTQUWUQUFGNCVKGTTCLWPVQCNCPGEGsidad de intensificar los esfuerzos para reducir la deforestación. En las futuras negociaciones sobre el cambio climático se tomarán posiblemente en consideración las medidas de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de la defoTGUVCEKÎP[NCFGITCFCEKÎPFGNQUDQUSWGU 4'&&'PGNRTKOGT artículo, R.M. Martin advierte, refutando la opinión corriente, SWGNCRTQOQEKÎPFGNC4'&&RQFTÈCEQPFWEKTCUWDGUVKOCTNCU HWGT\CURQNÈVKECU[GEQPÎOKECUSWGUWD[CEGPCNCFGHQTGUVCEKÎP 'NCWVQTUQUVKGPGSWGUGTÈCO¶UHCEVKDNGHQOGPVCTNCCDUQTEKÎP de carbono mediante la restauración de los paisajes forestales y CITÈEQNCU[NCTGFWEEKÎPFGNCFGITCFCEKÎPHQTGUVCNSWGCRNKECT políticas o instrumentos económicos destinados a acabar con la deforestación. .QU FQU CTVÈEWNQU SWG UKIWGP JCP UKFQ GNCDQTCFQU C RCTVKT de estudios de caso presentados en el simposio internacional n0WGUVTQCEGTXQEQOÕPKPPQXCEKQPGUGPNCVQOCFGFGEKUKQPGU relativas al uso de la tierra», celebrado en la Universidad de Columbia Británica (Canadá) del 7 al 9 de mayo de 2007. Estos estudios describen cómo ciertos grupos solventan los problemas relacionados con el uso de la tierra y los recursos, o trabajan juntos en pro de un objetivo común. C. Azevedo-Ramos ofrece una perspectiva general amplia de los retos pasados y futuros vinculados al desarrollo en la Amazonia DTCUKNGÌC'NCWVQTGZCOKPCNCUECWUCUSWGFGVGTOKPCPNCFGHQTGUtación en la región, la contribución de la ciencia y la tecnología a la solución de las cuestiones críticas y el progreso alcanzado en NCHQTOWNCEKÎPFGPQTOCU[TGINCOGPVQUSWGC[WFCPCQTKGPVCTGN WUQFGNCVKGTTC.CEWGPECCOC\ÎPKECGPEKGTTCGNDQUSWGVTQRKECN contiguo más grande del mundo y tiene una población de 20 millones de habitantes. Alrededor de 60 millones de hectáreas de DQUSWGVTQRKECNJCPUKFQEQTVCFCUCSWÈFWTCPVGNQUÕNVKOQU años, especialmente para liberar terrenos para la agricultura en gran escala. Sin embargo, gracias a la planificación regional y la aplicación de las leyes, a la zonificación agroecológica y a la expansión de las áreas protegidas se ha conseguido en la Amazonia ralentizar el ritmo de la deforestación e intensificar la conservación de la biodiversidad. Los avances en este campo son comprobados mediante telepercepción y los resultados se RWDNKECPGP+PVGTPGVRCTCSWGGNRÕDNKEQNQURWGFCEQPUWNVCT 'NDQUSWGVTQRKECNFGNCEWGPECFGN%QPIQGPHTKECEGPVTCN alberga una de las mayores concentraciones de biodiversidad del mundo. Suministra alimentos, materiales y protección a más de 75 millones de personas y es una de las principales fuentes de TKSWG\CFGNCTGIKÎP.C%QOKUKÎPFG$QUSWGUFGNHTKEC%GPVTCN (COMIFAC) y otras asociaciones han promovido la cooperación entre los países de la región con el objeto de armonizar políticas forestales, crear instituciones regionales y apalancar fondos destinados a la financiación de programas de conservación en ITCPGUECNC.7UQPIQ[,0CICJWGFKFGUETKDGPWPCGUVTCVGIKC nacional de conservación llevada a cabo por los países integrantes FGNC%1/+(#%SWGUGRTQRQPGRNCPKHKECTGNWUQFGNCVKGTTCGP 12 paisajes prioritarios (grandes ecosistemas con características biológicas y socioeconómicas comunes). El propósito es establecer comarcas de protección rodeadas por zonas dedicadas a usos múltiples. En los países tropicales especialmente, la expansión prevista de los cultivos bioenergéticos –provocada por las preocupacioPGUSWGFGURKGTVCGNECODKQENKO¶VKEQ[NCPGEGUKFCFFGDWUECT combustibles alternativos a los combustibles fósiles– podría CECTTGCTEQPUGEWGPEKCURQVGPEKCNOGPVGITCXGURCTCNQUDQUSWGU[ NCURQDNCEKQPGUSWGFGGNNQUFGRGPFGP'NCTVÈEWNQFG1&WDQKU [NQUFQUDTGXGUVGZVQUSWGHKIWTCPCEQPVKPWCEKÎPCPCNK\CPNCU repercusiones del desarrollo del biocombustible en los medios de vida rurales, en el acceso de la población a las tierras y en el uso de las tierras en general por la población. El artículo expone TGEQOGPFCEKQPGUPQTOCVKXCUSWGVKGPGPRQTHKPCNKFCFCUGIWTCT SWG NQU RNCPGU TGNCVKXQU C NQU DKQEQODWUVKDNGU PQ FCÌGP [ FG RTGHGTGPEKCC[WFGPCNQURGSWGÌQUCITKEWNVQTGU[EQOWPKFCFGU rurales. En una breve reseña se examinan la deforestación eventual [NCUFKHKEWNVCFGUFGCEEGUQCNCUVKGTTCUSWGTGUWNVCTÈCPFGNCRWGUVC en producción de nuevas tierras destinadas a cultivos bioenerIÃVKEQU7PTGEWCFTQ R¶IKPFKECSWGCECWUCFGNFGUDTQEG de terrenos para el establecimiento de cultivos bioenergéticos, UGEQTTGGNTKGUIQFGSWGNCUGOKUKQPGUCFKEKQPCNGUFGICUGUFG efecto invernadero cancelen los beneficios de la prevención de GOKUKQPGUSWGUGJCDTÈCPQDVGPKFQWUCPFQDKQEQODWUVKDNGUGP lugar de combustibles fósiles. El número concluye con algunos artículos sobre otros temas. P. Bhattacharya et al. discuten la certificación de plantas medicinales silvestres y aromáticas y describen un proyecto de adaptación de las normas mundiales para su uso en cuatro estados de la India. Para terminar, R. Panwar y E. Hansen analizan el concepto de responsabilidad social de la empresa en el dominio forestal, y proponen una metodología de gestión de problemas destinada a las empresas del sector de los productos madereros. Seguidamente se presenta un ejemplo sacado de Chile. E l mantenimiento de los servicios prestados por el ecosistema forestal y la producción sostenible de productos forestales han cobrado hoy una resonancia creciente debido a los riesIQUSWGEQPNNGXCGNECODKQENKO¶VKEQ2GTQNCRQDNCEKÎPFGNOWPFQ está en aumento y las tierras cultivables disponibles son limitadas. 'URTQDCDNGSWGGUVCNNGPEQPHNKEVQU.QUGPECTICFQUFGNCVQOCFG decisiones deberán pues ponderar las compensaciones recíprocas FGNQUFKHGTGPVGUWUQUFGNCUVKGTTCU'URQTVCPVQHWPFCOGPVCNSWG en el diseño de las políticas y en la planificación de la silvicultura, la agricultura, el comercio, el desarrollo, la energía, el clima y el transporte, UGQRVGRQTWPGPHQSWGEQQTFKPCFQ[OWNVKUGEVQTKCN RCTCEQPHKIWTCTNCEQODKPCEKÎPFGWUQUFGNCVKGTTCSWGOGLQTUG ajuste a las necesidades de cada país.