PROBLEMÁTICA SOCIO-CULTURAL I UNIDAD 1: “LOS HOMBRES SOMOS SERES ESPIRITUALES” 1.1. INTRODUCCIÓN En esta primera unidad nos referiremos al hombre de manera filosófica. Es decir, haremos filosofía del hombre. Diremos qué es el hombre. La filosofía es una ciencia. Lo que se estudia en la misma son todas las cosas que existen. Y la manera en la que se las estudia es a partir de su esencia. Lo que estudia el filósofo es a las cosas desde su esencia. La filosofía se distingue del resto de las ciencias por dos motivos: 1- estudia a toda la realidad. Todo ente le importa al filósofo. Las demás ciencias sólo consideran una parte de la misma. Por ejemplo, la química estudia sólo a las cosas materiales. 2- estudia qué son todas las cosas. El resto de las ciencias las conoce desde otro aspecto. La química estudia a las cosas materiales desde los elementos que las componen. Ej: Agua = H2O, Pepsi = si no hay Coca. (Este sábado toca “HalógenoS” en el Teatro Flores. Soporte: “Gases Nobles” y “Metales del bloque p”) 1.2. LOS ENTES REALES: SUSTANCIA Y ACCIDENTES Por ente se entiende “aquello que de un modo u otro es o existe”. Podemos distinguir a los entes en entes reales y entes de razón. Los primeros son toda la realidad material. Ej: una vaca, un escritorio, 1 una púa de Mick Mars. Los entes de razón son aquellos producidos por la mente del hombre y se encuentran en la misma. Son los conceptos. El hombre es parte de la naturaleza. Antes de filosofar sobre qué es el hombre lo haremos con toda la naturaleza. Desarrollaremos la filosofía de la naturaleza. El nombre de dicha parte de la filosofía muestra el objeto de estudio que la misma tiene. En cuanto a su objeto formal (objeto formal: desde donde lo estudia), la filosofía de la naturaleza estudia al ente corpóreo en tanto mutable. Mutable significa que cambia. En la naturaleza se observan dos tipos de cambio: el cambio accidental y el cambio sustancial. Todos los entes mutables están constituidos por dos coprincipios esenciales que son la materia primera y la forma sustancial. Dichos principios de los entes no son entes o cosas, sino los principios que los constituyen a los mismos. Por lo tanto se encuentran en el ente. Para descubrir estos principios constitutivos se debe observar con atención a los entes corpóreos mutables o cosas. Como habíamos mencionado previamente, al contemplar a la naturaleza, lo primero que muestran los entes que la conforman es que cambian. Y hay dos clases diferentes de cambio. Hay cambios que se denominan cambios accidentales. Estos son el aumento y la disminución, la alteración y el movimiento local. Lo propio de dichos cambios es que la sustancia en la que ocurren sigue siendo la misma. Por otro lado hay cambios que se denominan sustanciales. Estos son la generación y la corrupción. En dichos cambios, la sustancia misma es la que cambia; deja de existir una sustancia y comienza a existir otra. Pueden ser muy parecidas entre sí, pero son dos entes diferentes. El cambio que ocurre en los entes corpóreos se presenta como una cuestión fundamental para resolver. El motivo de dicha importancia 2 es que si las cosas permanentemente están cambiando, ¿pueden ser conocidas? Es decir, ¿se puede saber qué son? La respuesta a este planteo es afirmativa. Se puede saber qué es cada cosa. A continuación desarrollaremos la explicación. Como punto de partida para dicha explicación, recordemos que, si queremos saber qué son las cosas debemos verlas tanto a través de los sentidos (vista, tacto) como a través de la razón. Al observar a la naturaleza, se nos presenta como evidente que las cosas que la integran son cambiantes, es decir, están siempre cambiando. A continuación estudiaremos qué es el cambio. Lo haremos en dos partes. Primero sobre el cambio accidental y luego sobre el cambio sustancial. El cambio accidental Para empezar a resolver el tema en cuestión, diremos que, en todo cambio (tanto en el sustancial como en el accidental) siempre hay: • un sujeto que cambia • algo que este sujeto no tiene pero que lo puede adquirir en el cambio • algo que el sujeto adquirió en el cambio Por ejemplo, una manzana que era de color verde y ahora es de color rojo. La manzana sería el sujeto que cambió. El color rojo era lo que la misma no tenía pero que podía adquirir al cambiar. Y finalmente el color rojo es lo que adquirió como fruto del cambio. En este cambio la manzana cambió de color. Es decir, esta manzana adquirió una cualidad 3 (accidente) que antes no tenía. Y, si bien cambió de color, la manzana sigue siendo manzana. A partir de lo que hasta aquí se ha desarrollado de la explicación del cambio, se puede establecer que hay dos tipos de seres. O sea, gracias a la comprensión de lo que es el cambio accidental, se pueden distinguir dos tipos de entes. Estos grupos son las sustancias y los accidentes. Las sustancias son aquellos seres que existen en sí mismos y no en otro. En el ejemplo que desarrollamos, la sustancia es la manzana. Y, los accidentes, son aquellos seres que existen en otro, es decir, en las sustancias. En el ejemplo utilizado, el accidente es el color rojo que adquiere y tiene la manzana. Los Cambios sustanciales Pasemos a la segunda parte de la explicación de los cambios que acontecen en la naturaleza. La manzana cambió en una de sus cualidades y sigue siendo manzana. Este cambio fue accidental. La manzana adquirió un accidente que antes no tenía: el color rojo. Tomemos también a una manzana como ejemplo para continuar. Si siguiéramos observando a esa manzana, luego de un tiempo, caerá de madura, comenzará a pudrirse y se desintegrará. Dicho de otra forma, esta manzana dejará de existir. Y, no sólo dejará de existir, sino que también empezarán a existir los restos de la manzana. Este cambio que sufre el ente es más profundo que el accidental. Es un cambio esencial. Previamente dijimos que en todo cambio hay un sujeto que cambia, algo que no tenía dicho sujeto antes de cambiar y algo que adquirió el sujeto en el cambio. En el cambio sustancial también ocurre así. 4 El sujeto que cambia no es la manzana, sino algo que está presente en todo ente corpóreo finito. Esto es la materia primera. La materia primera es uno de los dos principios que constituyen a la sustancia. En este ejemplo, es uno de los dos principios constitutivos de la manzana. El otro de los dos principios es la forma sustancial. La materia primera es uno de los principios constitutivos de las cosas que está en las cosas. La materia primera “es aquello de lo que están hechas las cosas”. La misma es completamente indeterminada. Pero a la vez es determinable por la forma sustancial. La forma sustancial es el otro principio constitutivo de las cosas que está en las cosas. La forma sustancial “es aquello por lo que una cosa es lo que es y no es otra cosa”. Es un principio determinante. Todas las sustancias (o cosas materiales) están compuestas por materia primera y forma sustancial. Son los dos principios que las constituyen. Para terminar utilizaremos otro ejemplo de composición sustancial. Es decir, veremos en otra sustancia o cosa material, los dos principios que la constituyen que son la materia primera y la forma sustancial. Este ejemplo es comparativo porque no se refiere a un ente natural sino a uno producido por el hombre. La sustancia de este nuevo ejemplo es una cancha de fútbol Figueroa Alcorta 7597. ¿Te suena?). (Av. En toda cancha de fútbol hay algo que se comporta como materia primera y algo que se comporta como forma sustancial. La materia primera es lo que puede ser determinado. La forma sustancial es lo que determina. En este ejemplo comparativo, 5 todos los materiales que se utilizaron para construirla son la materia primera de la cancha. Y, el plano que se pensó y según el cual se edificó, la forma sustancial de la cancha. Gracias al plano, los materiales están ordenados y así, está existiendo esta cancha de fútbol. Y, gracias a los materiales, el plano se pudo concretar y así comenzar a existir la mejor cancha de fútbol. (Asumí la realidad.) Entonces, al analizar y al saber qué es el cambio sustancial, se descubre que todas las sustancias están compuestas por dos principios constitutivos que son la materia primera y la forma sustancial. Y, al conocer a estos dos principios se sabe qué son las cosas. Los entes corpóreos mutables se dividen en entes vivientes y entes sin vida. Además, los entes corpóreos vivientes se dividen en tres grupos. Lo que los diferencia entre sí es su nivel de vida. Así nos encontramos con los vegetales (vida vegetativa) ej.: una palmera, los animales (vida sensitiva) ej.: un hamster, y los seres humanos (vida racional) ej.: Mick Jagger. (¿Los Beatles o Los Rolling? Sos careta.) Para concluir con esta introducción diremos que la vida racional contiene a la vida vegetativa y a la vida sensitiva. Los entes corpóreos vivientes Los niveles de vida Los grados o niveles de vida se distinguen por las funciones específicas que realizan los entes vivientes. Dichas funciones suponen capacidades o potencias. Las funciones son las operaciones que los mismos realizan. Por ejemplo, una planta para reproducirse (función) utiliza su capacidad de reproducción para hacerlo (potencia). 6 a- La vida vegetativa Las funciones específicas de los vegetales son la nutrición, el crecimiento y la reproducción. • La nutrición es la función más imprescindible para poder seguir existiendo. La nutrición es un acto que produce la transformación de la sustancia ingerida en parte nueva de la sustancia de aquel que se está nutriendo. El alimento, al transformarse deja de ser tal y pasa a ser parte nueva de la sustancia que se nutrió con el mismo. (¿Mc o Burger? Pregunta careta, careta.) • El crecimiento no es sólo un aumento en el tamaño del ente viviente sino que es un desarrollo progresivo de las partes que lo integran. Por ejemplo, una semilla de un árbol. La misma irá actualizando todas las potencias que tiene en tanto árbol. Este principio de cambio accidental es intrínseco de la propia semilla. La semilla es la causante de este cambio que sufre que es su crecimiento. • La reproducción permite el origen de un nuevo ser vivo. (No sos vivo.) La reproducción se da a partir de un principio intrínseco del viviente. Además, se hace según una razón de semejanza entre quien engendra y quien es engendrado. Y por último, tanto quien engendra como quien es engendrado, son iguales según su esencia. La perra “Nora” engendra a su cachorro “Pelusa”. de Pelusa es “Under Lalugones”.) 7 (La raza b- La vida sensitiva Las funciones específicas de dicho nivel son el conocimiento sensible, el apetito sensible y el autodesplazamiento. • El conocimiento sensible Las primeras capacidades que utiliza el animal para lograr su conocimiento son sus sentidos externos. Los cuales son el tacto, el gusto, el olfato, el oído y la vista. Lo que captan de los entes materiales son sus cualidades sensibles. Luego del uso de los sentidos externos son utilizados los sentidos internos. Estos son aquellos que no están en contacto directo con los entes corpóreos. Los sentidos internos son cuatro. Y son el sentido común, la imaginación, la memoria sensible y la estimativa. La estimativa es una potencia que le permite al animal resolver cuestiones prácticas. Por ejemplo, un pájaro descubre en qué lugares resguardarse para protegerse del frío durante el invierno. como algunas hinchadas.) (Ejemplo amargo La estimativa parece ser como la inteligencia, pero no lo es. La inteligencia permite comprender esencialmente. La estimativa, no. Una persona, además de descubrir un lugar apropiado para no sufrir el frío, puede definirlo al mismo luego de conocer su esencia. El animal, no. (Si te cuesta, no trates.) • El apetito sensible: Como previamente se expuso, el animal capta a los objetos sensiblemente. Es decir, los conoce mediante sus sentidos externos e internos. Además de esto, también se siente atraído o no frente a los 8 objetos que conoce. Es decir, el animal apetece lo que conoce. Son dos las capacidades sensitivas que aquí participan: el apetito concupiscible y el apetito irascible. El primero opera en función de los objetos que se presentan como deleitables o no para el animal. dona? Evolucioná.) • (¿Una El otro apetito, en relación a lo que es difícil o arduo. El autodesplazamiento: El animal, para trasladarse a si mismo, previamente conoce y apetece. Es decir, para el autodesplazamiento, es necesario e indispensable previamente conocer y apetecer. La Vida Racional Según el criterio por el cual se distinguen los niveles de vida, el hombre se diferencia del resto de los seres vivos por sus funciones específicas. Dichas funciones específicas suponen potencias o capacidades. Estas potencias son propias y exclusivas del hombre. Y son, la inteligencia, la voluntad y la libertad. a- La inteligencia: En primer lugar nos referiremos a la inteligencia. El hombre, gracias a dicha potencia, conoce intelectualmente. Con su inteligencia capta lo inmaterial del ente corpóreo. Por ejemplo, viendo un árbol sabe lo que es ese árbol. Aquí lo está conociendo sensible e intelectualmente. Sensiblemente, porque empleando sus sentidos está captando a ese árbol (individual). Intelectualmente, porque utilizando su razón lo conoce a ese árbol como un ente corpóreo mutable constituido 9 por dos principios esenciales que son la materia primera y la forma sustancial. Esta comprensión profunda de la realidad es exclusiva del hombre y este la muestra en su obrar. Dentro de los ejemplos más evidentes tenemos a las ciencias. El hombre al hacer ciencia está conociendo a la realidad con certeza a partir de sus causas. Sólo el hombre es capaz de sentirse sorprendido o asombrado por lo que conoce. En dicho asombro se nota que ve más allá de lo tangible. Inteligir significa leer dentro de; ver con la razón lo invisible a los ojos. b- La voluntad: Las funciones específicas de la vida sensitiva son el conocimiento sensible, el apetito sensible y el autodesplazamiento. A continuación vamos a detenernos en las dos primeras. El motivo por el cual lo haremos será para poder distinguir y comprender el apetecer del hombre. Los animales apetecen (se sienten atraídos) a los objetos que previamente conocieron sensiblemente. Entonces, conocen y luego apetecen. Por lo tanto, las cosas materiales se les presentan a ellos como objetos sensibles que conocen (sentidos) y apetecen (apetitos). El conocimiento del hombre es intelectual. Es decir, el hombre, sirviéndose previamente de sus conocimientos sensibles, capta con su inteligencia el interior de los objetos que conoce; los comprende de manera esencial. Tal como lo muestra el hombre en su experiencia, al igual que el animal, también apetece lo previamente conocido. También a él, la 10 realidad lo atrae. La diferencia es que la realidad se le revela como atractiva porque es buena. El animal apetece a los objetos que conoce solamente como necesarios para su propia subsistencia. El hombre los quiere y desea porque la realidad que todos conforman es digna de ser amada u apreciada por su misteriosa e insondable riqueza. (¿Te diste cuenta que va “o” y no “u”?) Es la voluntad la potencia que le permite al hombre apetecer/querer, o mejor dicho, amar a la realidad. La puede amar porque tiene la potencia para hacerlo y porque la realidad es amable o apreciable. Por ejemplo, una persona mirando extasiada al Glaciar Perito Moreno. La misma se encuentra asombrada por lo que ve. Por este motivo, no solamente lo está viendo sino que se encuentra contemplándolo. En esta contemplación está conociéndolo de manera intelectual como algo bueno en sí mismo. Esto le permite apreciarlo; maravillarse por su hermosura. Por este motivo quiere caminar por encima de él para conocerlo más. En este caso, la única causa de este querer recorrerlo es el poder seguir contemplando la grandeza que dicho glaciar esconde ante la mirada meramente práctica. A continuación desarrollaremos la espiritualidad del hombre. Es decir nuestra espiritualidad. Continuaremos distinguiéndonos del resto de los seres vivos etc.) (Ej: de las plantas, fanáticos de la marcha como si ésta fuese música, por poseer potencias que nos permiten trascender lo pasajero y contingente de nuestra vida. Dichas potencias radican en nuestra alma o espíritu. Nos referiremos a nuestra capacidad de elegir con libertad. 11