Para que una resolución dictada en otro Estado miembro sea reconocida y ejecutada en Portugal, por regla general tiene que tramitarse un procedimiento previo de reconocimiento, seguido de un procedimiento autónomo de ejecución propiamente dicho. Sin embargo, en algunos casos se prescinde totalmente de los procedimientos internos preliminares de reconocimiento habida cuenta de la existencia de normas comunitarias directamente aplicables que dispensan de la fase de reconocimiento. Si la resolución emana de un tribunal de un Estado miembro de la Unión Europea, por regla general se aplican al proceso de reconocimiento las normas establecidas en el Reglamento (CE) n° 44/2001 del Consejo, de 22 de diciembre de 2000, relativo a la competencia judicial, y la ejecución de resoluciones judiciales en materia civil y mercantil. Dichas normas son aplicables a las acciones judiciales ejercitadas a partir de su entrada en vigor, es decir, del 1 de marzo de 2002, así como a las ejercitadas «tras la entrada en vigor del Convenio de Bruselas o del Convenio de Lugano en el Estado miembro de origen y en el Estado miembro requerido» (art. 66), y también si las reglas de competencia aplicadas se ajustaren a las previstas en su capítulo II o «en un convenio en vigor entre el Estado miembro de origen y el Estado miembro requerido al ejercitarse la acción» (ibidem). Las situaciones no comprendidas en dicho Reglamento se rigen por las disposiciones previstas en el Convenio de Bruselas de 1968 relativo a la competencia judicial y la ejecución de resoluciones judiciales en materia civil y mercantil (versión consolidada) publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea C 027, de 26.1.1998, pp. 1 a 27. Deben asimismo tenerse en cuenta el régimen del Acuerdo entre la Comunidad Europea y el Reino de Dinamarca relativo a la competencia judicial, el reconocimiento y la ejecución de resoluciones judiciales en materia civil y mercantil (publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea L 299, de 16.11.2005, p. 62) aprobado en nombre de la Comunidad Europea mediante Decisión del Consejo de 27 de abril de 2006 (DO L 120 de 5.5.2006). A partir del 1 de julio de 2007, la aplicabilidad del Reglamento (CE) n° 44/2001 con respecto a Dinamarca se rige por el citado Acuerdo. El reconocimiento y la ejecución de sentencias no comprendidas en el ámbito temporal de este Acuerdo se rigen, con respecto a ese país, por el Convenio de Bruselas de 1968. Reglamento (CE) nº 44/2001 Este Reglamento dispone que «la parte que invocare el reconocimiento o solicitare el otorgamiento de la ejecución de una resolución deberá presentar una copia auténtica de dicha resolución» (art. 53, apartado 1). La parte que solicitare el otorgamiento de la ejecución deberá presentar asimismo una certificación expedida por el tribunal o autoridad competente del Estado miembro en que haya sido dictada la resolución, conforme al formulario normalizado que figura en el Anexo V del Reglamento en cuestión, y «si el tribunal o la autoridad competente lo exigiere, se presentará una traducción de los documentos. La traducción estará certificada por una persona autorizada a tal fin en uno de los Estados miembros» (art. 55, apartado 2). «No se exigirá legalización» de los mencionados documentos «ni formalidad análoga alguna» (art. 56). Esta pretensión se formulará ante el tribunal de comarca (juzgado de primera instancia) del domicilio del ejecutado o, si éste no tuviera domicilio en Portugal pero poseyera bienes en ese país, al tribunal de comarca con jurisdicción territorial sobre el lugar en que estén sitos dichos bienes. Convenio de Bruselas de 1968 Si fuese aplicable el Convenio de Bruselas relativo a la competencia judicial y la ejecución de resoluciones judiciales en materia civil y mercantil, firmado en Bruselas el 27 de septiembre de 1968, la parte que invoca el reconocimiento o que insta la ejecución de una resolución deberá presentar una copia auténtica de la misma y, si se trata de una resolución dictada en rebeldía (es decir, sin intervención del demandado en el proceso), «el original o una copia auténtica del documento que acreditare la entrega o notificación de la demanda o de documento equivalente a la parte declarada en rebeldía» (art. 46). La parte que insta la ejecución deberá además presentar «cualquier documento que acreditare que, según la ley del Estado de origen, la resolución es ejecutoria y ha sido notificada» y «un documento justificativo de que el solicitante goza, en su caso, de beneficio de justicia gratuita en el Estado de origen» (art. 46). Deberá presentarse una traducción de los documentos pertinentes certificada por una persona autorizada. La solicitud y los documentos mencionados deberán enviarse al tribunal de primera instancia del partido judicial del domicilio del deudor o, si éste no estuviera domiciliado en Portugal, al tribunal del lugar de la ejecución. El reconocimiento y la ejecutabilidad de una resolución deben ser declarados por el tribunal. Título ejecutivo europeo Si se pretende ejecutar una resolución dictada en un Estado miembro con respecto a un crédito no impugnado en el que el deudor sea un consumidor en virtud de un contrato concluido por éste con fines ajenos a su actividad comercial o profesional, será posible, una vez verificados determinados requisitos técnicos, acogerse al régimen establecido en el Reglamento (CE) nº 805/2004 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de abril de 2004, por el que se establece un título ejecutivo europeo para créditos no impugnados (Diario Oficial de la Unión Europea L 143, de 30.4.2004, p. 15). «Una resolución que se haya certificado como título ejecutivo europeo en el Estado miembro de origen será reconocida y ejecutada en los demás Estados miembros sin que se requiera ninguna declaración de ejecutividad y sin posibilidad alguna de impugnar su reconocimiento » (art. 5 del citado Reglamento). Para obtener dicho título, el acreedor deberá presentar una solicitud dirigida al tribunal que hubiera dictado la resolución ejecutiva, el cual verificará si se han satisfecho determinados requisitos y respetado ciertas normas mínimas antes de expedir dicho título. Proceso especial de revisión de sentencias extranjeras Se sigue un proceso especial para la revisión de una sentencia dictada en el extranjero si la resolución ha sido dictada por el tribunal de un Estado miembro en circunstancias no contempladas en los regímenes anteriormente mencionados. Este puede ser el caso, por ejemplo, con respecto a resoluciones judiciales dictadas por los tribunales de la República Checa, la República de Estonia, la República de Chipre, la República de Letonia, la República de Lituania, la República de Hungría, la República de Malta, la República de Eslovenia y la República de Eslovaquia antes de la entrada en vigor del Acta relativa a las condiciones de adhesión de estos Estados a la Unión Europea y de las adaptaciones de los Tratados fundacionales de la Unión Europea. En el contexto de este régimen, y con vistas al reconocimiento interno previo y la atribución de fuerza ejecutoria a la resolución, deberá presentarse una solicitud de revisión de la misma. Esta solicitud debe enviarse al tribunal da Relação del distrito judicial en que tenga su domicilio la persona frente a quien se pretende hacer valer la sentencia o, si esa persona no estuviera domiciliada en Portugal, del domicilio del demandante o, si el demandante no estuviera domiciliado en Portugal, al tribunal da Relação de Lisboa. El demandante deberá adjuntar el documento que contenga la sentencia que deba revisarse para que no haya duda sobre su autenticidad ni sobre su interpretación (art. 1096 del Código Procesal Civil) y deberá asimismo presentar prueba documental de que «el demandado ha sido debidamente citado con arreglo a lo dispuesto en la legislación del país del tribunal de origen y que en el proceso se han respetado los principios de contradicción y de igualdad de las partes» (ibidem). Se adjuntará igualmente un poder de representación en juicio a un abogado. Sólo después de haber obtenido una resolución en Portugal que reconozca la dictada en otro país estará el acreedor en condiciones de proceder a la pretendida ejecución. Ésta, no obstante, estará sujeta al Derecho procesal civil portugués. Ninguno de los regímenes descritos se aplica al reconocimiento de resoluciones en materia matrimonial y de regulación del ejercicio de la patria potestad regidos por el Reglamento (CE) n° 2201/2003 del Consejo, de 27 de noviembre de 2003, relativo a la competencia, el reconocimiento y la ejecución de resoluciones judiciales en materia matrimonial y de responsabilidad parental, por el que se deroga el Reglamento (CE) n° 1347/2000.