Métodos de depuración Hoy en día las piscinas han experimentado un significativo avance tecnológico, sobre todo en términos de depuración del agua. Se emplean derivados de cloro para mantenerlas limpias, y se controla su pH y en ocasiones incluso la temperatura del agua. También se puede optar por las piscinas naturales, que realizan la depuración del agua sin utilizar productos químicos gracias a un filtro biológico formado por plantas acuáticas y una serie de gravas que limpian el agua de insectos y larvas indeseadas. La calidad del agua es similar a la de un río o un estanque limpio, y se evitan las molestias producidas por el cloro como los ojos rojos, las reacciones alérgicas, el olor o la sequedad de la piel y el cabello. Cloro En el cuidado del agua de una piscina de cloro es necesario tener en cuenta una serie de parámetros: Parámetros normales en una piscina Porcentaje de cloro libre 0.90 - 1.50 mg/L (1,5 - 2,0 ppm)[cita requerida] El cloro puede añadirse directamente, o producirse mediante hidrólisis de sales. Salinidad 4 g/L (4 kg/m³) De vez en cuando, puede ser necesaria la aportación de sal. pH 7,2 - 7,6 (ideal 7,2 - 7,4) Puede reducirse mediante la adición de ácido, y aumentarse mediante la adición de una base (pH +), tal como el bicarbonato sódico, de fórmula NaHCO3. TAC, Alcalinidad total 8 - 15 ºf (80 - 150 ppm) Una alcalinidad baja produce un nivel de pH inestable TH, dureza < 40 ºf (<400 ppm) Para reducir la dureza (ablandar) del agua, se realiza un proceso de descarbonatación, mediante la adición de carbonato de sodio, de fórmula Na2 CO3. Para alcanzar estos valores, se requieren una serie de productos químicos: • Estabilizante del cloro • Tratamiento antialgas • Tratamiento floculante • Anticalcáreo • Antimanchas de pared • Clarificante • Tratamientos antihongos Filtro biológico Artículo principal: Piscina natural Las piscinas naturales no utilizan ningún producto químico, realizan la depuración del agua gracias a un sistema de gravas y plantas acuáticas que limpian el agua de insectos y larvas indeseadas. La calidad del agua es similar a la de un río o un estanque limpio, y se evitan las molestias producidas por el cloro, como los ojos rojos, las reacciones alérgicas, el olor o la sequedad de la piel y el cabello.