Wise Up Kids ! www.wiseupkids.com Independencia de los Estados Unidos de Norteamérica ( 4-Julio-1776 ) La Guerra de la Independencia de los Estados Unidos fue un conflicto que enfrentó a las trece colonias británicas en América del Norte con el Reino Unido. Ocurrió entre 1775 y 1783, finalizando con la firma del Tratado de París. Durante la guerra, Francia ayudó a los revolucionarios americanos con tropas bajo el mando del Marqués de La Fayette, mientras que España, lo hizo de forma discreta desde el principio gracias a Bernardo de Gálvez y de forma abierta a partir de la batalla de Saratoga, mediante armas, suministros y abriendo un frente en el flanco sur. Las colonias norteamericanas que se independizaron de Gran Bretaña edificaron el primer sistema político liberal y democrático, alumbrando una nueva nación, los Estados Unidos de América, incorporando las nuevas ideas revolucionarias que propugnaban la igualdad y la libertad. Esta sociedad colonial se formó a partir de oleadas de colonos inmigrados, y no existían en ella los rasgos característicos del rígido sistema de clases europeo. En las colonias del sur (Virginia, las Carolinas y Georgia) se había organizado un sistema esclavista (con unos 500.000 esclavos negros) que explotaban plantaciones de tabaco, algodón y azúcar. De este modo, la población estaba compuesta por grandes y pequeños propietarios y esclavos. El mundo occidental se caracterizó durante la segunda mitad del siglo XVIII por el crecimiento económico y estuvo bajo el signo de la Ilustración. Las ideas políticas y económicas empezaron a cambiar y las relaciones coloniales entre las potencias europeas y sus posesiones ultramarinas, que habían sido establecidas bajo criterios mercantilistas, comenzaron a replantearse a la luz de los cambios que se estaban produciendo. La profunda revolución política que significó la independencia de los Estados Unidos afectó directamente a Europa y al resto de América, pese a que no se trató del primer experimento republicano que se producía en Occidente. Su influencia sobre la Revolución Francesa fue notable y, a su vez, los sucesos iniciados con la toma de la Bastilla condujeron a la emancipación de Haití. Todo esto tuvo un influjo nada despreciable, aunque contradictorio, sobre los procesos emancipadores de la América hispana y portuguesa. Información pública no protegida por derechos de autor. Información para apoyo didáctico. Diseño, logotipo y concepto Copyright© Wiseupkids 2004. bibliografías y fuentes de información citadas. Prohibida la reproducción parcial o total con fines de lucro, así como su uso en actos públicos o eventos sin autorización por escrito de WISE UP KIDS. Wise Up Kids ! www.wiseupkids.com Antecedentes Los antecedentes a la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos se remontan a la confrontación franco-británica en Norteamérica y a las consecuencias de la Guerra de los Siete Años. La Guerra de los Siete Años terminó en 1763. El 10 de febrero, el Tratado de París ponía fin al imperio colonial francés en América del Norte y consolidaba a Inglaterra como la potencia hegemónica, pues había extendido sus dominios por el Canadá francés, al oeste de los Apalaches y en las Floridas españolas. En frente sólo tenía a España, que controlaba un amplio territorio mal conocido y despoblado al oeste del Mississipi sin otra base que Nueva Orleans, la ciudad más importante, con unos 10.000 habitantes. Los tratados de paz que pusieron fin a la Guerra de los Siete Años representan pues una victoria para Gran Bretaña no sólo en América del Norte, sino también en otros frentes como la India o el Caribe. Respecto a Francia, la pérdida territorial no fue sentida como algo catastrófico. Se conservaban los derechos pesqueros en Terranova y la población católica francófona de Québec recibiría un trato de respeto. Por otro lado en el Caribe las pérdidas pueden ser compensadas pues la colonia principal francesa del Caribe, Puerto Príncipe (La Española), produce la mitad del azúcar consumido en todo el mundo, y su comercio con África y las Antillas está en pleno apogeo. Los ingleses habían mantenido tradicionalmente buenas relaciones con las trece colonias que habían formado en la costa atlántica de América del Norte. Unas fueron fundadas directamente por la Corona o explotadas por compañías que comerciaban con productos tropicales; otras nacieron tras el establecimiento de colonos exiliados de la metrópoli por motivos políticos o religiosos. Todas gozaban de un grado aceptable de libertad, regidas por gobernadores de la metrópoli, pero con asambleas o parlamentos que les aseguraban su autonomía. Respecto a los colonos americanos, la guerra modificó radicalmente el panorama anterior. Los francófonos católicos de Quebec, tradicionales enemigos de los colonos americanos de las Trece colonias recibieron un trato de respeto por parte de las autoridades británicas. Trato que se confirmó en 1774 cuando se dotó a Canadá de un estatuto particular dentro de las colonias americanas, llevándose sus fronteras hasta la confluencia del Ohio y el Mississipi. Asimismo su población conserva un derecho civil propio y la Iglesia Católica es reconocida. Todos estos movimientos fueron mal aceptados por la población de las Trece colonias. Aunque las causas de este conflicto fueron fundamentalmente el injusto trato a los colonos por parte de Gran Bretaña, ya que éstos aportaban riquezas e impuestos a la metrópoli pero no tenían medios para decidir sobre dichos impuestos, por lo que se sentían marginados y no representados. Esto hizo que desde mediados del siglo XVIII comenzara a crecer la creencia de que no hacía falta seguir bajo la soberanía de Gran Bretaña. La guerra de los Siete Años desgastó a los británicos pese a la victoria. No podían mantener los acuartelamientos en América con la riqueza del reino y se tuvo que implantar un sistema de impuestos en las Trece Colonias. Entonces en 1765 se creó La ley del timbre, la cual implantaba el pago de impuestos en todos los libros, periódicos y documentos. Todos ellos deberían llevar el sello del reino inglés. Esta ley produjo incertidumbre entre los norteamericanos, empezándose a crear sociedades secretas como la de Los Hijos de la Libertad (creada en Boston), para luchar y no acatar la ley impuesta. Ante el descontento de los colonos se derogó la ley, pero no los impuestos, que recayeron ahora en el té, Información pública no protegida por derechos de autor. Información para apoyo didáctico. Diseño, logotipo y concepto Copyright© Wiseupkids 2004. bibliografías y fuentes de información citadas. Prohibida la reproducción parcial o total con fines de lucro, así como su uso en actos públicos o eventos sin autorización por escrito de WISE UP KIDS. Wise Up Kids ! www.wiseupkids.com la pintura, el plomo, el vidrio y el papel. A partir de aquí el descontento y el odio hacia los británicos creció. La guerra Después del triunfo de Gran Bretaña sobre Francia en la Guerra de los Siete Años (17561763) en la que recibió gran ayuda de las colonias económica y militarmente, dicha colaboración no fue recompensada. Las medidas represivas del gobierno inglés (producidas tras sublevaciones como el Motín del té de Boston y las sanciones de las Actas Intolerables) provocaron el inicio de la guerra de independencia. El descontento se extendió por las Trece Colonias y provocó una manifestación en Boston en contra de los impuestos que debían pagar por artículos indispensables como el papel, el vidrio o la pintura. En esta manifestación no hubo ningún altercado y el reino inglés hizo oídos sordos a las peticiones americanas. Pero los colonos no iban a consentir que la situación continuara así, con lo que se reunieron junto a varios miembros de otras poblaciones para urdir una acción más propagandística que la manifestación. Pero en 1765, el gobierno inglés de Jorge III cometió el error de aumentar los impuestos, estableciendo primero un impuesto del timbre, sello que tenían que llevar los documentos jurídicos y que fue suprimido; y después un impuesto sobre el té, que acabaría desencadenando la revolución. En 1773 los colonos se reunieron en Boston, del Reino Unido llegaban tres naves cargadas de cajas que contenían té, uno de los buques cargado de té fue saqueado por americanos disfrazados de pieles rojas, varios miembros de la sociedad secreta se disfrazaron de indios y fueron nadando hasta alcanzar los tres barcos, una vez allí capturaron a sus tripulantes y tiraron la mercancía por la borda. Fue la primera acción contra la represión de impuestos, lo que puso intranquilos a los británicos. Ambos impuestos habían sido promulgados sin consultar a las colonias e Inglaterra trató de mantenerlos haciendo uso de la fuerza. En 1774 se reunieron por primera vez el Congreso de colonos americanos en contra de la servidumbre a los británicos y a favor de una patria independiente, pese al clima de enemistad contra los ingleses en las colonias, todavía había algunos colonos que apoyaban al rey inglés Jorge III, siendo llamados kings-friends. Los primeros combates El 19 de abril de 1775, 700 soldados ingleses salieron de Boston para impedir la rebelión de los colonos mediante la toma de un depósito de armas de estos últimos en la vecina ciudad de Concord. En el poblado de Lexington se enfrentaron a 70 milicianos. Alguien, nadie sabe quién, abrió fuego, y comenzó de este modo la guerra de independencia. Los ingleses tomaron Lexington y Concord, pero en su regreso hacia Boston fueron hostigados por cientos de voluntarios de Massachusetts. Se producen las primeras bajas de la contienda, ocho soldados colonos. Para junio, 10.000 soldados coloniales estaban sitiando Boston. Información pública no protegida por derechos de autor. Información para apoyo didáctico. Diseño, logotipo y concepto Copyright© Wiseupkids 2004. bibliografías y fuentes de información citadas. Prohibida la reproducción parcial o total con fines de lucro, así como su uso en actos públicos o eventos sin autorización por escrito de WISE UP KIDS. Wise Up Kids ! www.wiseupkids.com En mayo de 1775, un Segundo Congreso Continental se reunió en Filadelfia y empezó a asumir las funciones de gobierno nacional. Nombró catorce generales, autorizó la invasión del Canadá y organizó un ejército de campaña bajo el mando de George Washington, un hacendado virginiano y veterano de la Guerra Francesa e Indígena. Consciente de que las colonias sureñas desconfiaban del fanatismo de Massachusetts, John Adams presionó para que se eligiera a este coronel de la milicia virginiana, que tenía cuarenta y tres años, como comandante en jefe. Fue una elección inspirada. Washington, que asistía al Congreso de uniforme, tenía el aspecto adecuado; era alto y sereno, con un digno aire militar que inspiraba confianza. Como dijo un congresista: «No era un tipo que actuara alocadamente, que despotricara y jurara, sino alguien sobrio, firme y calmado». Se empezaron a reclutar soldados de entre todas las partes de las colonias. Muchos de ellos son hombres que viven del campo o cazadores que eran bravucones y poco avezados en el combate. En las primeras luchas contra los británicos, George Washington llegó a decir: «Hemos reclutado un ejército de generales, no obedecen a nadie». Al principio, la guerra fue desfavorable para los colonos. En junio de 1775 se produjo una batalla en la colina Búnker (Bunker Hill), frente a Boston. Los colonos sublevados se encontraban perfectamente atrincherados. Los británicos asaltan la colina con 2.000 efectivos, pero los colonos no retroceden y resisten y cuando los últimos asaltantes consiguen llegar a la cima las bajas británicas son de 800. Es una victoria pírrica para los ingleses y los norteamericanos, además, hicieron circular su versión de los hechos, que no era otra sino que se habían retirado simplemente por la falta de munición, y no por el empuje de los casacas rojas. El 2 de julio de 1776, el Congreso finalmente resolvió que: «estas Colonias Unidas son, y por derecho deben ser, estados libres y soberanos». El 4 de julio de 1776 se reunieron 56 congresistas norteamericanos para aprobar la Declaración de Independencia, que Thomas Jefferson redactó con la ayuda de otros ciudadanos de Virginia. Se imprimió papel moneda y se iniciaron relaciones diplomáticas con potencias extranjeras. En el congreso se encontraban los cuatro hombres de la patria George Washington, Thomas Jefferson, Benjamín Franklin y John Adams. De los 56 congresistas, 14 murieron durante la guerra. Benjamín Franklin se convierte en el primer embajador y jefe de los servicios secretos. La unidad se extendió entonces por las Trece Colonias para luchar contra los británicos. La declaración presentó una defensa pública de la Guerra de Independencia, incluida una larga lista de quejas contra el soberano inglés Jorge III. Pero sobre todo, explicó la filosofía que sustentaba la independencia, proclamando que todos los hombres nacen iguales, y poseen ciertos derechos inalienables, entre ellos la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que los gobiernos pueden gobernar sólo con el consentimiento de los gobernados; que cualquier gobierno puede ser disuelto cuando deja de proteger los derechos del pueblo. Esta teoría política tuvo su origen en el filósofo inglés John Locke, y ocupa un lugar prominente en la tradición política anglosajona. Estos hechos convencieron al gobierno británico de que no se enfrentaba simplemente a una turba de Nueva Inglaterra y barrió casi cualquier objeción que los miembros del gabinete tuvieran contra la conquista de las colonias. La confirmaron de que Inglaterra estaba envuelta en una guerra, y no en una simple rebelión, dictó una política militar dieciochesca convencional, consistente en maniobras y batallas entre ejércitos organizados. Este cambio de estrategia forzó a los británicos a evacuar la ciudad de Boston en marzo de 1776, y transfiriera sus principales fuerzas a Nueva York, cuya población se presumía era más favorable a la causa de la Corona y que contaba con un puerto superior y una posición central. En consecuencia, en el verano de 1776, sir William Howe, que sustituyó a Gage como comandante en jefe del ejército británico en Norteamérica, arribó al puerto de Nueva York con una fuerza de más Información pública no protegida por derechos de autor. Información para apoyo didáctico. Diseño, logotipo y concepto Copyright© Wiseupkids 2004. bibliografías y fuentes de información citadas. Prohibida la reproducción parcial o total con fines de lucro, así como su uso en actos públicos o eventos sin autorización por escrito de WISE UP KIDS. Wise Up Kids ! www.wiseupkids.com de treinta mil hombres. Howe tenía intención de aislar Nueva Inglaterra de los otros rebeldes y derrotar al ejército de Washington en una batalla decisiva. Iba a pasar los dos años siguientes tratando de llevar a cabo este plan. Según todas las apariencias, un enfrentamiento militar prometía todas las ventajas para Gran Bretaña, una de las potencias más poderosas de la tierra, con una población de unos once millones, comparada con los dos millones y medio de colonos, un quinto de los cuales eran esclavos negros. La armada británica era la mayor del mundo y casi la mitad de sus buques participaron inicialmente en el conflicto con Norteamérica. El ejército era una fuerza profesional bien entrenada; en 1778, llegó a tener cerca de cincuenta mil soldados estacionados solo en Norteamérica, a los cuales se añadieron más de treinta mil mercenarios alemanes durante la contienda. Para enfrentarse a ese poder militar, los norteamericanos tenían que empezar de la nada. El Ejército Continental que crearon tenía menos de cinco mil efectivos permanentes, complementados por unidades de las milicias estatales de diferentes tamaños. En la mayoría de casos, unos oficiales inexpertos, no profesionales, servían como jefes militares. Washington, el comandante en jefe, por ejemplo, solo había sido coronel de regimiento en la frontera virginiana y tenía poca experiencia en el combate. No sabía nada de mover grandes masas de soldados y nunca había dirigido un asedio a una posición fortificada. Muchos de sus oficiales habían salido de las capas medias de la sociedad: había posaderos convertidos en capitanes y zapateros en coroneles, como exclamó, asombrado, un oficial francés. Es más, «Sucede con frecuencia que los norteamericanos preguntan a los oficiales franceses qué oficio tienen en Francia». No es de extrañar, pues, que la mayoría de los oficiales británicos pensara que el ejército norteamericano no era «mas que una banda despreciable de vagabundos, desertores y ladrones» incapaces de rivalizar con los casacas rojas de Su Majestad. Un general británico llegó a alardear de que con mil granaderos podía «ir de un extremo al otro de Norteamérica y castrar a todos los hombres, en parte por la fuerza y en parte con un poco de persuasión». Sin embargo, estos contrastes eran engañosos, porque las desventajas británicas eran inmensas desde el principio del conflicto. Gran Bretaña tenía que conducir la guerra desde el otro lado del Atlántico, a cinco mil kilómetros de distancia, con los consiguientes problemas de comunicaciones y logística; incluso alimentar adecuadamente era un problema casi insalvable. Al mismo tiempo, tenía que hacer una guerra absolutamente diferente a la que cualquier país hubiera librado en el siglo XVIII. La propia Norteamérica era inconquistable. La enorme extensión del territorio hacía que las maniobras y operaciones convencionales fueran difíciles y engorrosas. El carácter local y fragmentario de la autoridad en Norteamérica inhibía cualquier acción decisiva por parte de los británicos. No había ningún centro neurálgico con cuya captura se pudiera lograr aplastar la rebelión. Los generales británicos acabaron por decidir que su principal objetivo debía ser enfrentarse al ejército de Washington en una batalla, pero, como dijo el comandante en jefe británico no sabían como hacerlo, «ya que el enemigo se mueve con mucha más celeridad de la que nosotros somos capaces». Los colonos no cejaron en su empeño y en 1774 en Filadelfia organizaron un Congreso para evaluar el estado de la situación. Decidieron desobedecer las nuevas leyes británicas e intentar boicotear en lo posible el comercio, por lo que empezaron a buscar armas para defenderse de las posibles represalias. La respuesta, por supuesto, no se hizo esperar y el comienzo del conflicto se dio cuando en la localidad de Lexington fuerzas británicas se enfrentaron a unos setenta colonos. Alguno de los dos bandos hizo fuego por lo que la guerra ya estaba servida. Inglaterra se obstinó que los colonos debían obedecer y estalló la guerra. Los colonos confiaron el mando a George Washington, y para pedir a Francia que interviniera mandaron a Franklin como embajador. Información pública no protegida por derechos de autor. Información para apoyo didáctico. Diseño, logotipo y concepto Copyright© Wiseupkids 2004. bibliografías y fuentes de información citadas. Prohibida la reproducción parcial o total con fines de lucro, así como su uso en actos públicos o eventos sin autorización por escrito de WISE UP KIDS. Wise Up Kids ! www.wiseupkids.com Unos años después de este hecho se organizó el segundo Congreso Continental, también en Filadelfia, con la intención de que hubiese un ejército y una marina controlados por una persona representativa de los colonos, nada más y nada menos que George Washington. Los siguientes pasos fueron el papel moneda y un principio de relaciones con otras potencias extranjeras, hasta que Thomas Jefferson redactó la llamada Declaración de independencia, en Virginia, que se aprobó en la fecha más importante hoy para los estadounidenses, el 4 de julio del año 1776. El ejército de Washington carecía de todo, estaba desorganizado, sin armas, sin pólvora, sin ropas y sin provisiones. Solamente pudo adquirir una cosa con rapidez y voluntad: la disciplina. Pero carecía de los conocimientos tácticos de los bien organizados regimientos ingleses. Éstos, en cambio, no luchaban por su tierra y su moral era bastante baja. En 1777 los americanos vencieron a los ingleses en la batalla de Saratoga. Entretanto había llegado un ejército francés, y España había mandado provisiones y armas procedentes de México y las Antillas. En el año 1781 unos 8.000 soldados británicos fueron rodeados en Yorktown (Virginia) por la alianza franco norteamericana bajo las órdenes de Washington. Los británicos pidieron la paz y en el tratado de París de 1783 se reconoció por fin la independencia de los Estados Unidos. Estaban cansados de lucha y de una guerra que no era popular, pues ambos pueblos eran demasiado afines y no existía odio real que justificara la matanza. Líderes tan importantes como George Washington, Benjamín Franklin y James Madison pretendieron modificar algunos de los artículos de la Confederación, sin embargo fueron unos delegados los que tuvieron la idea de redactar una nueva legislación que dio como resultado la gran Constitución de los Estados Unidos de América que finalmente fue aceptada en 1788 tras muchas reuniones. Con esta declaración se separaron los tres poderes, el ejecutivo, legislativo y judicial, totalmente independientes entre sí, lo estados podían tomar decisiones propias, además se añadieron posteriormente un total de diez enmiendas con la intención de no fortalecer en demasía el poder central. Se quería sobre todo dejar clara la libertad individual del hombre en cualquiera de los casos, y también otras como la libertad de prensa, de religión, de expresión etc. Otras de las enmiendas ya desarrollaban temas que en otros países europeos tardarían en llegar como el derecho de la mujer a votar, así como abolir completamente la esclavitud. Este texto constitucional ha quedado inamovible para la historia y se ha situado como el gran símbolo norteamericano, envidia del resto de las naciones. Para resistir las presiones de Inglaterra, los colonos hicieron alianzas con Francia y España, y en 1783 Inglaterra tuvo que desistir y reconocer la Independencia de Estados Unidos de América. Terminada la guerra Washington fue elegido dos veces presidente de la república federal. Los Estados Unidos fueron el primer país independiente de América. Su ejemplo repercutió en el resto Información pública no protegida por derechos de autor. Información para apoyo didáctico. Diseño, logotipo y concepto Copyright© Wiseupkids 2004. bibliografías y fuentes de información citadas. Prohibida la reproducción parcial o total con fines de lucro, así como su uso en actos públicos o eventos sin autorización por escrito de WISE UP KIDS. Wise Up Kids ! www.wiseupkids.com de las colonias española y portuguesa, pero también en Europa, ya que estimuló los sucesos que debían desembocar en la Revolución Francesa que estalló a fines del siglo XVIII. Una de las causas de los resultados negativos de los colonos eran sus mosquetes, ya anticuados y que solo podían disparar a pocos metros para obtener precisión. Esto llevó a que se creara un nuevo tipo de arma más eficaz, que fue el fusil modelo Pennsylvania, de gran precisión desde más de 80 metros. Los colonos en estos primeros combates lucharon en forma de guerrillas. La Declaración de Independencia, leída solemnemente en Filadelfia, constituye todavía hoy uno de los textos más innovadores y trascendentes de la historia contemporánea. En él quedaron proclamados los tres principios básicos que constituirían el lema de la Revolución Francesa: "libertad, igualdad y fraternidad". De acuerdo con ello, los nuevos estados formaron una república, regida por un presidente y una asamblea o congreso, elegido ambos por todos los habitantes mayores de edad. Se había instituido, pues, un régimen democrático, fijándose los derechos y deberes de gobernantes y gobernados en una ley fundamental o Constitución. El destino de la nueva nación se libró en una guerra con Inglaterra que fue difícil para los americanos durante los tres primeros años. Después, con la ayuda de franceses y españoles y conducidos por George Washington, lograron derrotar a su antigua metrópoli en Saratoga (1777) y Yorktown (1781). Dos años después se firmaba la Paz de Versalles por la que Gran Bretaña reconocía la independencia de los Estados Unidos. "…Nosotros los representantes de los Estados Unidos de América, reunidos en Congreso general, acudimos al juez supremo del mundo para hacerle testigo de la rectitud de nuestras intenciones. En el nombre y con el poder pleno del buen pueblo de estas colonias damos a conocer solemnemente y declaramos que estas colonias unidas son y por derecho han de ser Estados libres e independientes; que están exentas de todo deber de súbditos para con la Corona británica y que queda completamente rota toda conexión política entre ellas y el Estado de la Gran Bretaña, y que, como Estados libres e independientes, poseen pleno poder para hacer la guerra, concertar la paz, anudar relaciones comerciales y todos los demás actos y cosas que los Estados independientes pueden hacer por derecho. Y para robustecimiento de esta declaración, confiados a la protección de la Providencia divina, empeñamos unos a otros nuestra vida, nuestra fortuna y nuestro sagrado honor. Tomás Jefferson, Benjamín Franklin, John Adams." Información pública no protegida por derechos de autor. Información para apoyo didáctico. 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Sin embargo fueron interceptados y tuvieron que presentar batalla en Freeman, cerca del río Hudson. Aquí estaban los colonos comandados por Benedict Arnold (que después fue traidor), Horatio Gates y Daniel Morgan. Este último comandaba a 500 fusileros vestidos con pieles y que eran antiguos cazadores. El general Burgoyne contaba con 600 mercenarios alemanes (los británicos llegaron a utilizar hasta 16.000 en toda la guerra) para tomar la granja. El 9 de septiembre Morgan tiene a sus hombres bien escondidos en un bosque contiguo a la granja y en los trigales de la misma. Una vez se acercan los mercenarios alemanes, los fusileros salen de sus escondites y disparan a los enemigos, produciendo gran sorpresa entre estos y provocando que caigan a decenas. Burgoyne entonces manda otros 600 más, que también caen. Los británicos retroceden, pero Burgoyne resiste, aunque sin suministros ni víveres, y consigue poco tiempo después tomar la granja. Horatio Gates, aunque hombre pesimista, es convencido por Morgan y Arnold para lanzar un ataque a los británicos. Con los cañones incautados a los británicos bombardean la granja y consiguen la rendición de Burgoyne. Entre el cañoneo de los colonos un general británico, Simon Fraser ordenó una carga de caballería totalmente desesperada, por lo difícil de la situación. Esta carga fue rápidamente neutralizada por los hombres de Morgan, que consiguieron acabar con el general. Éste, antes de morir, pidió ser enterrado en el campo de batalla, y para ello varios soldados británicos se reunieron, lo que llegó a confundir a los colonos. Creyendo que los enemigos se estaban reorganizando para otro ataque, empezaron a cañonear la zona en que estaban enterrando a Simon Fraser, y aunque no dieron en el blanco sí produjeron que los que se esforzaban en la faena fueran salpicados por la arena y el polvo. Al final se le pudo enterrar entre una lluvia de balas de cañón. Este hecho produjo esta frase de un general alemán llamado Riedesel: «¡Qué gran entierro para un gran guerrero!». La ayuda extranjera y el final de la guerra Alentadas por la victoria de Saratoga, Francia y España veían la oportunidad como una ocasión de oro para lograr la revancha del desastroso Tratado de París de 1763, con el que concluyó la Guerra de los Siete Años. Así Francia tras unos meses de cierta vacilación, entró abiertamente en la guerra firmando una alianza en febrero de 1778 con los colonos. Pese a sus escasas provisiones y limitado adiestramiento, las tropas coloniales pelearon bien en general, pero podrían haber perdido la guerra si no hubieran recibido ayuda del erario francés y de la poderosa marina francesa. Por su parte, España, aunque enseguida ayudó a los rebeldes con dinero, armas y municiones, se mostró más reacia a la intervención directa, debido al temor de Floridablanca a las consecuencias de un conflicto armado; incluso aspiró a algo que, de momento, resultaba una verdadera utopía, la mediación entre los contendientes. Los objetivos españoles en América eran expulsar a los británicos tanto del golfo de México como de las orillas del Mississippi y conseguir la desaparición de sus asentamientos en América Central. Información pública no protegida por derechos de autor. Información para apoyo didáctico. Diseño, logotipo y concepto Copyright© Wiseupkids 2004. bibliografías y fuentes de información citadas. Prohibida la reproducción parcial o total con fines de lucro, así como su uso en actos públicos o eventos sin autorización por escrito de WISE UP KIDS. Wise Up Kids ! www.wiseupkids.com Después de 1778, la lucha se trasladó en gran medida al sur y el conflicto ya había adquirido un cariz internacional con la entrada de Francia. Un año más tarde la realidad se impuso España declaró la guerra a Inglaterra, pensando incluso en la posibilidad de invadir Gran Bretaña mediante el concurso de una armada franco-española, plan que resultó inviable. Para su entrada abierta en el conflicto el gobierno español había firmado el llamado Tratado de Aranjuez, acuerdo secreto con Francia sellado en Aranjuez el 12 de abril de 1779, por el cual España conseguía una serie de concesiones a cambio de unirse a su aliado en la guerra. Francia prometió su ayuda en la recuperación de Menorca, Mobile, Pensacola, la bahía de Honduras y la costa de Campeche y aseguró que no concluiría paz alguna que no supusiera la devolución de Gibraltar a España. Esto provocó que los británicos tuvieran que desviar a Gibraltar tropas destinadas en un principio a las colonias. Los puertos de Toulon y Brest, en Francia, que estaban bloqueados por los británicos, fueron desbloqueados por la falta de efectivos de los británicos. Con los puertos atlánticos abiertos, los franceses pudieron llevar tropas a América al mando de La Fayette, siendo de gran ayuda a los colonos en su guerra. Más tarde Holanda también se unirá a la coalición formada por España y Francia, con ambiciones de ganar posiciones por el dominio de los mares. En 1781, 8.000 soldados británicos al mando del general Charles Cornwallis fueron rodeados en Yorktown, Virginia, el último reducto, por una flota francesa y un ejército combinado francoamericano al mando de George Washington de 16.000 hombres. Tiene lugar así la batalla de Yorktown. Cornwallis se rindió, y poco después el gobierno británico propuso la paz. Murieron 156 británicos, 52 franceses y 20 colonos norteamericanos, siendo los últimos en caer en la Guerra de la Independencia. En los restantes frentes entre 1779 y 1781, España sitió Gibraltar, una vez más infructuosamente, y se iniciaron una serie de campañas en América contra distintos puntos estratégicos del golfo de México en manos británicas, en la mayor parte de los casos coronadas por el éxito (Pensacola). Por otro lado, una exitosa expedición a Menorca permitió la recuperación de la isla en febrero de 1782. El tratado de París de 1783 (la Paz de Versalles) El cansancio de los participantes y la evidencia de que la distribución de fuerzas, con el predominio inglés en el mar, hacía imposible un desenlace militar, condujo al cese de las hostilidades. El Tratado de París se firmó en septiembre de 1783 entre Gran Bretaña, Estados Unidos, España y Francia. Mediante este tratado: • Se reconocía la independencia de Estados Unidos de América y otorgó a la nueva nación todo el territorio al norte de Florida, al sur del Canadá y al este del Río Mississippi. El paralelo 32º se fijaba como frontera norte. Gran Bretaña renunció, asimismo al valle del Ohio y dio a Estados Unidos plenos poderes sobre la explotación pesquera de Terranova. • España mantenía los territorios recuperados de Menorca y Florida oriental y occidental. Por otro lado recuperaba las costas de Nicaragua, Honduras (Costa de los Mosquitos) y Campeche. Se reconocía la soberanía española sobre la colonia de Providencia y la inglesa sobre Bahamas. Sin embargo, Gran Bretaña conservaba la estratégica posición de Gibraltar Información pública no protegida por derechos de autor. Información para apoyo didáctico. Diseño, logotipo y concepto Copyright© Wiseupkids 2004. bibliografías y fuentes de información citadas. Prohibida la reproducción parcial o total con fines de lucro, así como su uso en actos públicos o eventos sin autorización por escrito de WISE UP KIDS. Wise Up Kids ! www.wiseupkids.com (Londres se mostró inflexible, ya que el control del Mediterráneo era impracticable sin la fortaleza de la Roca). • Francia recuperaba algunos enclaves en las Antillas, además de las plazas del río Senegal en África. • Holanda recibía Sumatra, estando obligada a entregar Negapatam (en la India) a Gran Bretaña y a reconocer a los ingleses el derecho de navegar libremente por el Índico. • Gran Bretaña mantenía a Canadá bajo su Imperio, a pesar de que los estadounidenses trataron de exportar a tierras canadienses su revolución. • Finalmente, se acordó el intercambio de prisioneros. En general los logros alcanzados pueden juzgarse como favorables para España y en menor medida para Francia a pesar del elevado coste bélico y las pérdidas ocasionadas por la casi paralización del comercio con América un pesado lastre que gravitaría sobre la posterior situación económica española. Por otra parte, el triunfo de los rebeldes norteamericanos sobre Inglaterra no iba a dejar de influir en un futuro próximo sobre las colonias españolas. Esta influencia vino por distintos caminos: la emulación de lo realizado por comunidades en similares circunstancias, la solidaridad de los antiguos colonos con los que aún lo eran, la ayuda de otras potencias interesadas en la desaparición del imperio colonial hispano, etc. Pero estos aspectos se manifestaron de un modo claro durante las Guerras napoleónicas. La nueva constitución Una vez conquistada la independencia resultó muy complicado poner de acuerdo a todas las antiguas colonias. En 1787, 55 representantes de las antiguas colonias se reunieron en Filadelfia con el fin de redactar una constitución. Se creaba así un único gobierno federal, con un presidente de la república y dos cámaras legislativas (congreso y senado). Esta constitución estaba inspirada en los principios de igualdad y libertad que defendían los ilustrados franceses y se configuró como la primera carta magna que recogía los principios del liberalismo político estableciendo un régimen republicano y democrático. La independencia y democracia estadounidense causó un notable impacto en la opinión y la política de Europa. Información pública no protegida por derechos de autor. Información para apoyo didáctico. Diseño, logotipo y concepto Copyright© Wiseupkids 2004. bibliografías y fuentes de información citadas. Prohibida la reproducción parcial o total con fines de lucro, así como su uso en actos públicos o eventos sin autorización por escrito de WISE UP KIDS. 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