cuando hay sólo dos caras laterales, la cara ventral se convierte en una línea; cuando hay sólo una se funde con la ventral y es plana. En la testa suelen distinguirse bien los límites celulares; con frecuencia es areolada, con teselas isodiamétricas o irregulares. Con frecuencia, algunos límites celulares se abren y dan lugar a surcos profundos que pueden anastomosarse y definir patrones, los cuales generalmente son transversales y otras veces no tienen dirección definida, son erráticos. El patrón de distribución de los surcos hace que el dorso seminal tenga un aspecto que recuerda las circunvoluciones y anfractuosidades del cerebro, o del escuezno; otras veces se ven como estrías transversales. Las células de la testa suelen tener una parte globosa que emerge sobre la superficie, casi siempre ovoide en mayor o menor grado; en las ventrales -que suelen ser de mayor tamaño- dicha parte emergente y globosa es mucho más sobresaliente. En las células dorsales suele apreciarse un contorno poliédrico y regular, isodiamétrico o bastante más largo que ancho, aunque a veces son (I) anchura LÁMINA I I . Esquema de una semilla típica del género Spigelia. No se ha dibujado ninguna semilla en concreto, a) La semilla en vista dorsolateral. b) Sección longitudinal. francamente irregulares; las células ventrales, que ya dijimos que suelen ser mucho más prominentes, definen entre ellas surcos que acostumbran a correr radiales, sobre la cara ventral y las laterales. Las caras laterales o pleurales suelen ser más o menos planas, cóncavas, o alguna vez convexas. En ocasiones, en cada cara lateral hay una depresión parecida a la del hilo, pero algo menor, que llamaremos hoyo lateroventral. Véase lám. II, fig. a. La cara ventral no suele consistir más que justamente en la depresión hilar. Con frecuencia, las células que bordean tal depresión son las mismas que inician las caras laterales. Hay pero variantes al sistema arriba descrito. Cuando por ejemplo cada granátulo se integra por sólo dos semillas, cada una no es exactamente hemisférica sino bastante deprimida, adopta la forma de una lente plano convexa, de tal modo que el conjunto de ambas resulta más lenticular que esferoidal. En tales caso hablaremos sólo de una cara externa (la dorsal) y otra interna (la ventral más las laterales). La ornamentación de la testa es muy variable, dentro de ciertos límites, casi siempre se debe al propio resalto de sus células, o a los surcos que se abren entre sus paredes de contacto; con frecuencia tiene menos relieve en la cara dorsal que en la lateral o ventral, pero en la primera suele ser más regular y adoptar un patrón mejor definido.