AULA DE... Antoni Zabala Desarrollo curricular de las competencias básicas. El ámbito común o de tutoría La Ley de Ordenación Educativa propone una formación en competencias básicas sin desarrollarlas, al contrario de lo que hace con las áreas convencionales. En este artículo se fundamenta y defiende la necesidad de un ámbito curricular específico que las identifique y las secuencie a lo largo de las etapas. De una enseñanza de conocimientos académicos a una enseñanza de competencias para la vida La decisión sobre una escuela que forme en competencias es encomiable siempre y cuando estén dirigidas a la formación integral de la persona en todos los ámbitos de la vida: el personal, el interpersonal, el social y el profesional. Y, como consecuencia, la competencia sea entendida como «la intervención eficaz en los diferentes ámbitos de la vida mediante acciones en las que se movilizan, al mismo tiempo y de manera interrelacionada, componentes actitudinales, procedimentales y conceptuales» (Zabala y Arnau, 2007). Esta idea de una enseñanza basada en el desarrollo de competencias para la vida es la que se traduce en los currículos oficiales de la mayoría de países que últimamente han reformado los planes de estudio. De algún modo es la respuesta, entre otros, al informe de la Unesco de 1996 que establece como pilares de la educación: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a ser y aprender a convivir. Propuesta que como cualquier otra en la enseñanza puede ser pervertida por la decantación o reducción de sus finalidades al ámbito profesional, ya sea académico o empresarial; o por inanición, como bien denuncian Laval (2004), Coll (2007), Garagorri (2007) y Gimeno Sacristán (2008), entre otros. Intentar pasar de una enseñanza centrada en el aprendizaje de conocimientos académicos a otra basada en el desarrollo de competencias para la vida representa un envite de gran calado. Ya que ello significa, en primer lugar, que los conocimientos académicos recuperen su verdadero sentido, al ser enseñados no sólo para ser reproducidos con mayor o menor literalidad, sino como instrumentos para la 20 | Aula de Innovación Educativa. Núm. 180 A Programar y evaluar competencias acción, es decir, conocimientos para la comprensión e intervención en situaciones reales; y, en segundo lugar, su ampliación con otros conocimientos, habilidades y actitudes relacionados con los ámbitos personal, interpersonal y social. La primera perversidad consiste en adoptar estas ideas y dejarlas morir por falta de condiciones y recursos para su implantación. Y quizá éste sea uno de los caminos más probables, atendiendo a la incapacidad de las administraciones para planificar a largo plazo y tomar decisiones que, como cualquier proceso de cambio, exigen remover muchos hábitos adquiridos. La respuesta a la enseñanza de las competencias es metodológica El paso de un modelo centrado en el aprendizaje de conocimientos a uno basado en la formación en competencias exige un cambio profundo en la forma de enseñar. La diferencia no consiste en la introducción de uno u otros contenidos, sino en la metodología docente, especialmente en los niveles y etapas en los que los modelos expositivos son más comunes. La enseñanza de las competencias exige la combinación apropiada de diversos métodos como son los proyectos, las simulaciones, los análisis de casos, las investigaciones, la resolución de problemas, los proyectos de trabajo, etc.; todas ellas formas de enseñar muy alejadas de la clase «magistral», una estrategia didáctica que domina todo el profesorado y que es utilizada habitualmente por una gran mayoría. Los cambios que se exigen son de enorme envergadura, y para ello es imprescindible proveer al sistema de los recursos apropiados para que el profesorado pueda dar respuesta a este La enseñanza de las competencias exige la combinación apropiada de diversos métodos como son los proyectos, las simulaciones, los análisis de casos, las investigaciones, la resolución de problemas, los proyectos de trabajo, etc. AULA DE... Programar y evaluar competencias A PROGRAMACIÓN POR COMPETENCIAS / GENERAL envite: apoyos externos e internos, tiempos y espacios para la colaboración, formación inicial y continua, medidas organizativas, desarrollo profesional, ratios, etc. Pero, además de estas medidas fundamentales, es necesario disponer de otras de carácter técnico, de mucha menor profundidad, que no compliquen aún más la tarea docente. Una de ellas está relacionada con el desarrollo curricular de las competencias básicas, es decir, el proceso que se debe seguir para pasar de los principios generales expresados en la definición de las competencias básicas a su concreción en el trabajo diario en las aulas. Necesidad de un ámbito específico para el desarrollo curricular de las competencias básicas Para poder realizar las programaciones de aula el currículo oficial ha desarrollado los objetivos generales de las etapas en áreas en primaria y materias en secundaria y, a su vez, en cada una de ellas, ha distribuido y secuenciado sus objetivos, contenidos y criterios de evaluación por ciclos y niveles. El nivel de concreción es notable y, consecuentemente, el margen de maniobra del profesorado es bastante limitado. Por el contrario y paradójicamente en aquello que es novedoso para el profesorado, las competencias básicas, el currículo oficial se limita a unas consideraciones muy generales. Y es aquí donde aparece un problema sobrevenido: a la ya de por sí ardua tarea de cómo trabajar en el aula para una educación en competencias se añade la de tener que organizar rigurosamente a lo largo de toda la escolaridad la enseñanza sistemática y progresiva de las competencias básicas. En este artículo vamos a defender que, a pesar de que las competencias básicas se aprenden en todas las actividades de enseñanza que se realizan en el centro y en todas las áreas y materias, es imprescindible la existencia de un, llamémosle, ámbito en lugar de área –para no caer en las implicaciones de todo tipo que suele conllevar el término área–, 21 | Aula de Innovación Educativa. Núm. 180 Para poder realizar las programaciones de aula el currículo oficial ha desarrollado los objetivos generales de las etapas en áreas en primaria y materias en secundaria y, a su vez, en cada una de ellas, ha distribuido y secuenciado sus objetivos, contenidos y criterios de evaluación por ciclos y niveles que tenga exactamente las mismas características formales que las que se han establecido para las áreas y materias, es decir, que estén conformadas por unos objetivos de etapa y un desarrollo de objetivos, contenidos y criterios de evaluación por ciclos y niveles. O sea, que el profesorado disponga de un instrumento del mismo grado de concreción que ya posee sobre las áreas y materias tradicionales. Entendemos que la elaboración de este ámbito es tarea de las administraciones, no tanto como medio para regular de forma prescriptiva como se hace con las áreas, sino a modo de ejemplo, sobre el cual el profesorado, a partir de su conocimiento, experiencia y características de su contexto escolar, pueda elaborar el proyecto curricular de centro y las programaciones de aula. Pero si las administraciones no cumplen con lo que entendemos que es su obligación, los argumentos que se exponen a continuación pueden servir como criterio para aquel profesorado que se sienta con ánimos para emprender esta tarea. Razones para la existencia de un ámbito para las competencias básicas La defensa de un ámbito específico para el desarrollo de las competencias básicas se fundamenta sustancialmente en el conocimiento que disponemos de cómo se aprenden las competencias y en concreto de las habilidades que se necesitan para actuar competentemente. Si realizamos un análisis de una actuación competente (Zabala y Arnau, 2007) (véase cuadro 1), veremos que ésta está compuesta de diferentes acciones. Así, para enfren- AULA DE... Programar y evaluar competencias A PROGRAMACIÓN POR COMPETENCIAS / GENERAL Cuadro 1. Proceso desarrollado en una acción competente SITUACIÓN REAL QUE OBLIGA A INTERVENIR Y CUESTIONA O PLANTEA PROBLEMAS QUE HAY QUE RESOLVER ANÁLISIS SITUACIÓN SELECCIÓN ESQUEMA DE ACTUACIÓN Esquema de actuación A Contenidos factuales Esquema de actuación B Contenidos conceptuales ACTUACIÓN FLEXIBLE Y ESTRATÉGICA Esquema de actuación C Esquema de actuación D Contenidos procedimentales Contenidos actitudinales tarse a una situación de forma eficaz será necesario llevar a cabo una serie de pasos complejos en muy poco tiempo: 1. Realizar un análisis de la situación desde una visión que asuma la complejidad. 2. A partir de la información obtenida y una vez identificados los problemas que se tienen que resolver, seleccionar el esquema de actuación más apropiado (competencia tipo aprendida), para dar respuesta al problema o situación planteada. 3. Aplicar el esquema de actuación, es decir, empleándolo de forma flexible, adecuándolo a las características específicas de la situación real. Este análisis nos permite reconocer cómo los componentes procedimentales (análisis, selección, aplicación estratégica y el procedimiento o procedimientos de la propia competencia que aplicar) son estructuradores de una actuación competente, en la que, evidentemente, 22 | Aula de Innovación Educativa. Núm. 180 son imprescindibles sus otros componentes conceptuales y actitudinales. Esta preeminencia de lo procedimental nos permite fijarnos, en primer lugar, en cómo se aprenden los procedimientos y, consecuentemente, en la forma de enseñarlos; y en segundo lugar, identificar las condiciones que se deben dar para poder garantizar una enseñanza adecuada de las competencias. Como ya sabemos, los procedimientos se aprenden ejercitándolos y ésta es la condición sine qua non, una práctica guiada de forma progresiva de lo más sencillo a lo más complejo, pero también sabemos que su aprendizaje exige, en primer lugar, que alguien nos muestre cómo funcionan, es decir, la exposición del modelo y la justificación de cada una de sus fases. Es imposible el aprendizaje de un procedimiento si no conocemos su funcionamiento, o sea, si no disponemos de una explicación y visualización de cómo se debe desarrollar y si durante la ejercitación no reflexionamos sobre el papel de los distintos pasos que lo constituyen, es decir, si no utilizamos el conocimiento teórico para ir mejorando el uso del procedimiento. De este conocimiento sobre los procesos de enseñanza de los contenidos procedimentales y consecuentemente de sus implicaciones para la enseñanza de las competencias, teniendo en cuenta que su aprendizaje exige un trabajo a lo largo de un periodo prolongado de generalmente más de un curso, y en la mayoría de los casos a lo largo de toda la escolaridad, es necesario establecer medidas que garanticen que este trabajo sea lo más coherente posible. En una propuesta curricular como la LOE, en la que el currículo se despliega mediante unas áreas o materias estructuradas a partir de unas disciplinas científicas determinadas, el desarrollo de las competencias básicas se resuelve con notable dificultad dado que muchas competencias básicas no tienen un soporte disciplinar específico, especialmente las relacionadas con aprender a aprender, las interpersonales o las de inserción social. AULA DE... Programar y evaluar competencias A PROGRAMACIÓN POR COMPETENCIAS / GENERAL Veamos en qué aspectos se concreta esta dificultad. Sabemos que para que se domine una competencia es necesario: La presentación del modelo. La práctica guiada (ejercitación las veces que sea necesario y en el mayor número de circunstancias distintas posibles). La reflexión sobre su uso, es decir, la aplicación de la teoría correspondiente. Una secuenciación en grados de dificultad a lo largo del periodo de su enseñanza. . . . . Competencias con y sin soporte disciplinar En un currículo distribuido por áreas y materias procedentes exclusivamente de disciplinas científicas podemos apreciar cómo existen competencias que tienen un soporte claramente disciplinar, es decir, que existe un conocimiento científico que las sustenta, así sucede con las mayoría de competencias lingüísticas, culturales o matemáticas; otras competencias tienen una fundamentación en una o más disciplinas científicas, son competencias interdisciplinares, como las audiovisuales. Y por último tenemos otras competencias para las que no existe ninguna disciplina científica específica que las apoye, son las que podemos llamar «metadisciplinares», como son la mayoría de las competencias de aprender a aprender o de autonomía e iniciativa personal. Como veremos, el problema se plantea especialmente con las competencias de carácter metadisciplinar, ya que las competencias con un soporte claramente disciplinar (por ejemplo, la mayoría de competencias matemáticas pueden cumplir con las condiciones anteriormente descritas ya que la propia área de matemáticas se encargará de presentar los modelos para la resolución de problemas) realizarán las prácticas necesarias de forma secuenciada y progresiva, desarrollarán la teoría correspondiente y definirán con claridad aquello que se propone trabajar en cada nivel o curso (véase cuadro 2). En otras competencias (véase cuadro 3), como son las de expresión oral o las del cálculo matemático, para su aprendizaje será necesario no sólo que la práctica de la expresión oral y el cálculo se lleven a cabo respectivamente en las áreas de lengua y matemáticas, sino que en el caso del habla, para asegurar su aprendizaje, será necesario que en todas las áreas se realicen actividades de expresión oral, así mismo para el cálculo, ayudaremos a su aprendizaje si se practica en todas aquellas áreas y ocasiones en las que es posible su utilización. Así pues, para este tipo de competencias, la práctica debe realizarse en todas las áreas po- Cuadro 2. Competencias con áreas autosuficientes APLICACIÓN (PRÁCTICA) COMPETENCIA MODELO SECUENCIACIÓN Y TEMPORALIZACIÓN REFLEXIÓN TEÓRICA Análisis de textos Lengua. Lengua. Lengua. Lengua. Interpretación documentos históricos Historia. Historia. Historia. Historia. Análisis de circuitos eléctricos Ciencias. Ciencias. Ciencias. Ciencias. Lectura mapas geográficos Geografía. Geografía. Geografía. Geografía. Diseño gráfico Visual y plástica. Visual y plástica. Visual y plástica. Visual y plástica. 23 | Aula de Innovación Educativa. Núm. 180 AULA DE... Programar y evaluar competencias A PROGRAMACIÓN POR COMPETENCIAS / GENERAL Cuadro 3. Competencias con soporte disciplinar y práctica en diversas áreas APLICACIÓN (PRÁCTICA) COMPETENCIA MODELO SECUENCIACIÓN Y TEMPORALIZACIÓN REFLEXIÓN TEÓRICA Expresión oral Todas las áreas. Lengua. Lengua. Lengua. Cálculo Algunas áreas. Matemáticas. Matemáticas. Matemáticas. Estadística Algunas áreas. Matemáticas. Matemáticas. Matemáticas. Uso de escalas de tiempo y espacio Algunas áreas. Matemáticas. Geografía. Historia. Matemáticas. Matemáticas. Investigación Algunas áreas. Ciencias. Ciencias. Ciencias. Cuadro 4. Competencias sin soporte disciplinar APLICACIÓN (PRÁCTICA) COMPETENCIA Aprender a aprender Todas las áreas. Cooperación Todas las áreas. Trabajo en equipo Todas las áreas. Iniciativa personal Todas las áreas. Técnicas de estudio Todas las áreas. MODELO sibles, pero sabiendo que la reflexión teórica sobre la expresión oral, o el calculo, el establecimiento de los modelos y su distribución gradual a lo largo de la escolarización, vendrá totalmente garantizado por el trabajo en cada una de las dos áreas. Como decíamos, el problema surge con aquellas competencias de carácter metadisciplinar como son, por ejemplo, las estrategias de aprender a aprender, entre ellas: las técnicas de estudio o las de trabajo en equipo o aquellas que tienen unos componentes claramente actitudinales (véase cuadro 4). Ámbito común o de tutoría Una de las respuestas inmediatas es la que considera que estas competencias genera24 | Aula de Innovación Educativa. Núm. 180 SECUENCIACIÓN Y TEMPORALIZACIÓN REFLEXIÓN TEÓRICA les son de todas las áreas o materias y, por lo tanto, que todas ellas se encargarán de plantear el modelo, ejercitar, establecer la reflexión teórica sobre su uso y, además, ponerse de acuerdo sobre lo que debe trabajarse en cada nivel. Vemos a todas luces que una conclusión de este tipo lleva inmediatamente al fracaso. Evidentemente todas las áreas deben contribuir al desarrollo de estas competencias generales mediante su aplicación sistemática en el aula. Pero es necesario que exista un espacio y tiempo para el establecimiento de los modelos (cómo trabajar en equipo, cómo realizar una investigación, cómo trabajar de manera colaborativa…) y la reflexión sobre su uso más o menos fundamentada teóricamente. Al mismo tiempo, es necesaria la existencia de un plan que establezca cuáles son los distintos grados de uso o exigencia a lo largo de la etapa. Por tanto, es imprescindible: AULA DE... Programar y evaluar competencias A PROGRAMACIÓN POR COMPETENCIAS / GENERAL . La existencia de una formalización de estas . . . . competencias generales o comunes que ayuden de la forma más rigurosa posible a identificar los objetivos que pretende conseguir en cada uno de los distintos niveles. Que el profesorado de todas las áreas de un mismo nivel o curso sepa qué tipo de actividades debe realizar en relación con estas competencias. Que el profesorado sepa cuál es el nivel de ayuda y de exigencia que debe ofrecer a su alumnado. Que estén identificados los modelos. La reflexión teórica, de modo que sea posible distribuir esta tarea en uno o más profesores. Es así como de esta reflexión se traduce la necesidad de un ámbito que desarrolle las competencias básicas y comunes en todas las áreas con la misma estructura que éstas, es decir, con sus correspondientes objetivos, contenidos o criterios de evaluación distribuidos por ciclos o niveles. Dadas las características de este ámbito, podemos llamarlo común o de tutoría: común porque compete a todas las áreas; y de tutoría porque, de algún modo, buena parte de las competencias que se tratan en este ámbito han sido ya responsabilidad de la tutoría, ya sea en la acción directa con los alumnos al establecer tiempos para definir modelos y su correspondiente marco teórico, como sucede con las técnicas de estudio o en la organización social del aula o en el establecimiento de las normas de convivencia. La tutoría como responsable de la coordinación de todo el equipo docente que atiende a un mismo grupo en relación con todos aquellos contenidos y actividades de estas competencias metadisciplinares que se dominan a través de la ejercitación sistemática Sin la existencia de este ámbito en todas las áreas y materias. común o de tutoría es muy difíSin la existencia de este cil, por no decir imposible, que ámbito común o de tutoría es los centros puedan asegurar un muy difícil, por no decir imdesarrollo apropiado de las posible, que los centros puecompetencias básicas dan asegurar un desarrollo 25 | Aula de Innovación Educativa. Núm. 180 apropiado de las competencias básicas. Pero dada la complejidad en su elaboración, fundamentada por la inexistencia de experiencias suficientes y conocimientos científicos relacionados con la propia composición y especialmente sobre su secuenciación en función de las características de cada una de las edades del alumnado, se convierte en un imperativo que las administraciones ofrezcan un ejemplo de desarrollo de este ámbito. HEMOS HABLADO DE: . . Competencias básicas. Competencias. Referencias bibliográficas COLL, C. (2007): «Las competencias en la educación escolar: algo más que una moda y mucho menos que un remedio». Aula de Innovación Educativa, núm. 161, pp. 34-39. GARAGORRI, X. (2007): «Currículum basado en competencias: aproximación al estado de la cuestión». Aula de Innovación Educativa, núm. 161, pp. 47-55. LAVAL, C. (2004): La escuela no es una empresa. Barcelona. Paidós. GIMENO SACRISTÁN, J. (comp.) (2008): Educar por competencias, ¿Qué hay de nuevo? Madrid. Morata. ZABALA, A., ARNAU, L. (2007): Cómo aprender y enseñar competencias: 11 ideas clave. Barcelona. Graó. Antoni Zabala Director del Instituto de Recursos e Investigación para la Formación. Barcelona azabala@irif.es