II INFORME acerca del libro de don Ricardo del Arco, Correspondiente de las Reales Academias de la Historia y de San Fernando, titulado "Zaragoza Histórica (Evocaciones y noticias)", solicitado por la Superioridad, a los efectos de la aplicación del artículo 1.° del Real decreto de 1 de junio de 1900 referente a la adquisición de libros por el Estado S haber para la visita de los viajeros a las ciudades de antigua fundación y abolengo, Guías en que son descritos sus principales monumentos y centros o parajes dignos de especia) y futura recordación, y tampoco faltan, referentes a ellas, libros donde arqueólogos o simplemente vecinos eruditos o historiadores profesionales estudien cuidadosamente cuantos restos o edificios quedan de sus tiempos pasados, y no faltan tampoco, aunque con menos frecuencia, literatos, quienes, en alas de su fantasía, traten de resucitar escenas pasadas, procurando darles la expresión y tono literario propio a las tales remembranzas de hechos históricos sucedidos. UELE ZARAGOZA HISTÓRICA. (EVOCACIONES Y NOTICIAS.) 3Ó5 Pero reunir en un mismo libro estas tres finalidades y darlas dosificadas y mezcladas de modo discretísimo, de tal guisa, que ni la erudición cause enfado, ni el cuadro literario sea fantástico, sino posado o erigido sobre datos ciertos, y todas estas circunstancias sirvan, no para describir edificios desaparecidos sino existentes, visitados y dignos de admiración y respeto, son cualidades que pocos libros reúnen y que avaloran positivamente el que motiva este informe. Nuestro erudito y fecundo correspondiente, don Ricardo del Arco, pasa con ésta del número 50 de sus publicaciones; en ella recorre en X I V capítulos cuanto de notable encierra Zaragoza en edificios de toda suerte y traza, públicos y particulares, pues no olvida junto a la descripción de catedrales y conventos, el desarrollo de los gremios u oficios, y del arte, representado por pintores, escultores y tipógrafos. Los cuadritos literarios son evocaciones breves, pero muy bien trazadas, de escenas supuestas, y así vemos actuar los nobles en las justas y torneos; los ciudadanos, en el concejo; los eclesiásticos, en rogativas y elección de priores; los menestrales, en la feria; los peregrinos, en el hospital, y hasta asistimos al otorgamiento de un grado de doctor, amén de ver en sus tareas u oficios a famosos artistas. • Prende así en la imaginación de los poco versados en estudios estas aportaciones exactas y eruditas y van lentamente penetrando en el lector, que empezó acaso por pasatiempo a leer y prosigue leyendo y al par deleitándose al instruirse. Claro es que las antedichas circunstancias son las más adecuadas para que este libro llene las exigencias 366 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA del artículo 1.° del Real decreto citado, y desde ese punta de vista, y por su notorio mérito relevante, el que suscribe opina que debe recomendarse la adquisición de ejemplares del mismo para las Bibliotecas públicas. La Academia, no obstante, acordará lo más acertado Madrid, 24 de enero de 1928. El Académico Bibliotecario, EDUARDO IBARRA Y RODRÍGUEZ. Aprobado por la Academia en sesión de 15 de febrero.