PROPUESTA DE CRITERIOS DE ASIGNACIÓN DE DOCENCIA Departamento de Óptica junio 2009 El criterio propuesto consta de los siguientes puntos: 1) Un profesor puede impartir un grupo de una misma asignatura durante cuatro años consecutivos sin ser reemplazado por ningún otro profesor en ningún caso. Pasado este plazo a dicha docencia se le aplicará lo expuesto en el punto 2) en el caso de que el número de profesores que quieran impartir la asignatura supere el número de grupos. 2) Entre los candidatos a impartir una asignatura tendrán preferencia los que no la hayan impartido nunca sobre los que la hayan impartido en cursos anteriores, y entre éstos tendrá preferencia el que la hubiera dejado de impartir en fecha más lejana. En caso de igualdad se realizará un sorteo. 3) Ningún profesor podrá impartir más de un grupo de la misma asignatura mientras haya profesores que quieren impartirla y no tengan grupo. Comentarios sobre este criterio: 1.- La clave de este criterio es que todos los profesores están igualmente acreditados para impartir docencia dentro de los límites especificados en su contrato, con independencia de su categoría académica, currículum, antigüedad o cualquier otra circunstancia. 2.- Si un profesor, novel o experimentado, solicita impartir una asignatura es porque se siente preparado para impartirla. Si su contrato le habilita y él se siente capaz no tiene sentido que se le impida invocando antigüedad insuficiente del contrato. 3.- La obligación de abandonar la asignatura tras cuatro años si hay algún profesor interesado en impartirla garantiza cierta movilidad beneficiosa para los profesores y las asignaturas. El mínimo de cuatro años garantiza que el profesor desarrolle su proyecto docente y rentabilice el esfuerzo de preparación de la asignatura. 4.- Los becarios podrán realizar labores docentes. Con respecto al reparto de docencia sólo se les aplicará el punto 1) del criterio y se entiende que cualquier profesor tendrá preferencia sobre cualquier becario. Las becas FPU, están pensadas para la Formación de Personal Universitario. No se puede restringir a los becarios de su formación como docentes. El resto de becarios deberían tener un trato similar. Aunque existen becas como las FPI para formación de personal investigador, no existe en la actualidad una carrera de investigador. En este sentido en la convocatoria de 13 de octubre de 2008 de ayudas y contratos dentro del Programa de Formación del Profesorado Universitario, se recoge entre las obligaciones del becario el siguiente párrafo (apartado I.6.1.j): “Colaborar con fines formativos y hasta un máximo de 60 horas anuales, en las tareas docentes de un departamento en la universidad en la que se encuentre adscrito, previo acuerdo entre el director de la tesis doctoral y el departamento implicado y sin que en ningún caso pueda desvirtuarse la finalidad investigadora y formativa de las ayudas. La docencia impartida le será reconocida por la correspondiente certificación. En el caso de los beneficiarios de ayudas con adscripción a centros no universitarios, realizarán dichas tareas en la Universidad con la que el centro tenga la vinculación a la que se refiere el punto I.2.3. b) de esta resolución.” Finalmente señalar otros aspectos que inciden en la asignación de docencia como decidir cuándo se empiezan a contar los períodos de cuatro años, si desde la entrada en vigor del baremo o con retroactividad, y el estatus de las asignaturas del plan nuevo, es decir si son asignaturas nuevas que nadie ha impartido nunca o continuación de las actuales. También es relevante la distribución de horarios en especial atendiendo a las limitaciones de elección que sufren por ejemplo los profesores asociados. Comentarios sobre otros criterios: Otros criterios que han funcionado en el Departamento se basan en la ordenación de profesores en una lista por orden de cargo y antigüedad (método aristocrático) o de méritos (método meritocrático). Algunos inconvenientes de estos métodos son: a) No está claro por qué los primeros de la lista han de tener más derecho a elegir que los últimos, estando todos igualmente reconocidos por la legislación para impartir la misma docencia. Al contrario, sería más racional que los profesores con más experiencia y mejor preparados (los primeros de la lista) se encargaran de la docencia que por su dificultad, aridez, etc., no fuera elegida por los profesores del final de la lista. b) En la práctica sólo pueden elegir docencia los que están muy arriba en la lista, de modo que ocupan de forma casi permanente las asignaturas más deseadas. La distribución relativa de méritos con un baremo dado es muy rígida en la práctica. c) El método meritocrático tropieza con la dificultad de definir y medir los méritos de los profesores. La actividad docente e investigadora no consiste en la producción de bienes ni en la prestación de servicios definidos y medibles. d) La obtención de algunos méritos depende de la obtención de otros méritos en el pasado. De esta forma un primer mérito se amplifica y repite con el tiempo, lo que da lugar al llamado efecto Mateo (Del Evangelista Mateo 25.29 “…Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene…”). Por ejemplo es más fácil obtener proyectos si se obtuvieron en el pasado, sin importar si los proyectos se cumplieron de forma satisfactoria o no. e) Los méritos no siempre son individuales Los profesores se suelen asociar en grupos de investigación que comparten objetivos, resultados y los méritos asociados. f) Una actividad docente o de investigación sólo suele contar como mérito si está financiada mientras que la misma actividad deja de ser mérito si no está financiada.