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Efectos biológicos y
aspectos de seguridad
de las radiaciones no
ionizantes en la resonancia
magnética
Non-Ionizing Biological Effects and Security
Issues in Magnetic Resonance
Palabras clave (DeCS)
Imagen por resonancia
magnética
Anomalías inducidas por
radiación
Límites
Seguridad de equipos
Key words (MeSH)
Magnetic resonance
imaging
Abnormalities radiationinduced
Non ionizing radiation
Equipment safety
Nathaly Barbosa1
Luis Agulles-Pedrós2
Agustín Daza3
Alfonso Lozano4
Resumen
Objetivo: Hacer una revisión, en español, de los efectos biológicos determinísticos de los
campos magnéticos estáticos, dinámicos y de radiofrecuencia, propios de los exámenes de
resonancia magnética (RM) en hospitales. Metodología: Se hace referencia a los límites definidos
dependiendo de los distintos usos de la radiofrecuencia en un examen de RM y sus posibles
efectos biológicos. Además, se muestran los aspectos de seguridad que deben tenerse en
cuenta cuando se diseñan zonas que incluyan esta técnica diagnóstica. Finalmente, se
hace una breve revisión de los temas que deben tener en cuenta los entes reguladores
ante este tipo de exámenes con radiaciones no ionizantes. Conclusiones: A pesar de no
ser determinantes los estudios sobre riesgo biológico, sí hay riesgos, principalmente por la
existencia de altos campos magnéticos, que aconsejan tener ciertas precauciones en cuanto
a instalaciones y personal calificado, así como una legislación acorde, de la que, por otra
parte, carece Colombia.
Summary
1
M.Sc. en física médica.
Grupo de Medicina Nuclear
Molecular, del Instituto Nacional
de Cancerología, Bogotá,
Colombia.
2
Dr. rer. nat, profesor del
Departamento de Física, de
la Universidad Nacional de
Colombia, Bogotá, Colombia.
Estudiante de Maestría en
Física Médica. Grupo de
Física Médica y Radiológica,
del Departamento de Física,
de la Universidad Nacional de
Colombia, Bogotá, Colombia.
3
4
Médico neurorradiólogo. Grupo
de Radiología e Imágenes
Diagnósticas, de la Facultad
de Medicina, de la Universidad
Nacional de Colombia, Bogotá,
Colombia.
3790
Objective: To review the deterministic biological effects of static, dynamic and dependent
magnetic fields used in clinical magnetic resonance imaging (MRI). Methods: The suggested
limits are referenced depending on the different MRI applications, as well as their possible
biological effects. In addition, safety aspects which must be taken into account when areas
that include this diagnostic technique are shown. Lastly, a short description of the important
items for the regulatory authorities to consider when facing these types of test with non-ionizing
radiation is discussed. Conclusions: Even though there is no agreement in the literature
about the biological risks, risks do exist due to the presence of high magnetic fields. Specific
precautions should be taken in terms of proper facilities and qualified personnel, as well as
an appropriate legislation which does not exist in Colombia.
Introducción
Las radiaciones no ionizantes son parte del espectro electromagnético y tienen una longitud de onda lo
suficientemente amplia como para que su interacción
con el tejido no provoque la creación de pares iónicos
(efecto Compton, fotoeléctrico, etc.); por tanto, las
consecuencias son diferentes a las estudiadas desde la
radiobiología convencional.
Desde el punto de vista de la protección radiológica
los procedimientos de resonancia magnética (RM) son
artículos originales
considerados seguros; sin embargo, los efectos biológicos no estocásticos que se han observado en la interacción del tejido con campos
magnéticos constantes, variables y electromagnéticos, han llevado a un
estudio exhaustivo de estos fenómenos. Las revisiones multicéntricas
en las que la mayoría de los límites de exposición y recomendaciones
están basados, han sido llevadas a cabo por la Comisión Internacional
de Protección de Radiaciones no Ionizantes (ICNIRP, por sus siglas
en inglés).
La ICNIRP ha concluido que la evidencia clínica en la asociación
entre los posibles efectos carcinogénicos y los niveles de radiación es
insuficiente para proveer una base clara de límites de exposición (1).
Por lo tanto, sus guías de recomendación están basadas en efectos
determinísticos de corto plazo, como la inducción de magnetofosfenos,
la estimulación de nervios periféricos y músculos, quemaduras, y los
incrementos en la temperatura corporal.
Efectos biológicos de la RM
En el caso específico de la resonancia magnética, los efectos biológicos provienen del uso de campos magnéticos constantes, campos
magnéticos variables o de gradientes e impulsos de radiofrecuencia.
A continuación se explican brevemente los mecanismos biofísicos de
interacción y los límites de exposición para cada uno de ellos.
Campos magnéticos intensos constantes
Los tres mecanismos de interacción que existen con los campos
magnéticos constantes están descritos desde la biofísica.
El primero de ellos, el magneto-mecánico, explica la alineación y traslación
de los momentos magnéticos moleculares con el campo magnético externo,
factor dependiente tanto de la intensidad del campo magnético externo como
de su variación con respecto a la posición (B·dB/dx). Por ejemplo, la alineación de las moléculas de rodopsina (componentes de los bastones
retinales) con campos magnéticos muy intensos, crea un estrés mecánico que genera falsas excitaciones, lo cual da lugar a la inducción de
magnetofosfenos (2).
Se ha planteado que este tipo de interacciones puede afectar los
procesos de coagulación al alinear el fibrinógeno (3) y que el flujo
sanguíneo puede verse afectado por el ordenamiento de los eritrocitos
oxigenados (4). No obstante, en el cuerpo humano, la energía térmica
en la que dichas moléculas están inmersas, hace que prevalezca el
movimiento térmico (Browniano), lo que hace de este un fenómeno
despreciable (2). Un estudio con campos magnéticos intensos (5)
mostró que la fuerza inducida es solo del 1 % de la intensidad en un
campo de 4T.
La segunda interacción se refiere a la magneto-hidrodinámica, la
cual analiza la interacción del campo magnético con el flujo sanguíneo.
Este tipo de análisis evidenció que el cambio en la presión vascular
es menor al 0,2 % y expuso que no existen cambios significativos en
el sistema circulatorio para campos menores a 10T (6). Así mismo,
se encontró que los voluntarios sometidos por una hora en campos de
8T no mostraron cambios en la presión sistólica ni diastólica, ni en el
patrón respiratorio o en la frecuencia cardiaca (7).
Adicionalmente, el flujo de iones en los vasos sanguíneos sometidos a un campo magnético, inducirá un potencial eléctrico en estos.
La superposición de este potencial inducido modifica la amplitud de
la onda T en un electrocardiograma, pero estos potenciales son mucho
Rev Colomb Radiol. 2013; 24(4): 3790-5
menores que los límites que inducen la estimulación cardiaca (8). De la
misma forma, el potencial de acción en las fibras nerviosas periféricas
se verá alterado, pero es requerido un campo muy intenso, del orden
de 24T, para reducir la conducción de las neuronas en un 10 % (9).
Medidas experimentales con campos de hasta 2T no mostraron
efectos significativos en la función de los nervios periféricos cuando es
estudiado en mamíferos (10). Finalmente, se observaron modificaciones en los resultados de estudios electroencefalográficos con campos
superiores a 9,1T, pero fueron transitorios y reversibles en menos de 30
minutos (10) y los signos vitales no se mostraron alterados con 8T (11).
El tercer mecanismo muestra los efectos magnéticos en las reacciones químicas, este explica la modificación de la cinética de las
reacciones que usan radicales como productos intermedios. El efecto
directo se da entre iones con sus enlaces (12), pero, en un ambiente
con una viscosidad como la del agua, se necesitarían campos magnéticos muy intensos (de unos 10 millones de Teslas) para producir
una fuerza de Lorentz comparable con la energía de enlace de los
iones (2). Por ejemplo; para provocar daños en el DNA se necesitan
energías del orden del eV*, y un campo magnético del orden del tesla
que interactúa con los espines electrónicos, tan solo genera energías
del orden de las micras de eV (μeV). El efecto físico más visible con
campos del orden de 2T es vértigo transitorio, debido al movimiento
del cuerpo dentro del campo magnético (7).
Con base en este tipo de evidencia, la ICNIRP divide la exposición
en normal, controlada y experimental, dependiendo de las intensidades
a las que se esté sometido y recomienda los límites de exposición para
personal ocupacional y público en general. Estos se muestran en la tabla 1.
Tabla 1. Límites operacionales de los campos
magnéticos constantes
Modo de operación
Bo
Normal
< 2T
Controlado
Entre 2T y 4Ta
Experimental
> 4T
Personal Ocupacional
Límite de Bo
Exposición de cabeza y tronco
2T
Exposición de extremidades
8T
Público en general
400 mTb
a. El límite superior de la exposición controlada es debido a la falta de información
sobre los posibles efectos a campos más altos.
b. El límite para el público en general se obtiene al aplicar un factor de reducción
de 0,2 para el límite ocupacional.
Fuente: Reiser MF, et al., 2008 (13); ICNIRP, 2009 (14).
Campos magnéticos variables
Los campos magnéticos variables analizados en esta sección están
relacionados con los gradientes de campo magnético y los cambios en
el tiempo cuando estos se usan. Los gradientes de campos magnéticos
en RM están generalmente dos órdenes de magnitud por debajo de los
usados como fijos. Este tipo de radiación electromagnética es de baja
frecuencia y, por lo tanto, deposita cantidades pequeñas de energía,
razón por la cual su interacción es considerada una interacción atérmica (15,16).
*eV: electronvoltio; unidad de medida de energía. Las interacciones nucleares y
atómicas suelen expresarse en esta unidad.
3791
Sin embargo, sus efectos deben ser tomados en consideración ya que
hay fenómenos asociados a estos que tienen consecuencias biológicas
significativas. El fenómeno más importante es la inducción de Faraday,
ya que la corriente que se induce tiene una frecuencia por debajo de los
100 kHz. En este rango de frecuencias, la conductividad de la membrana
celular es varios órdenes de magnitud más baja que la del fluido intra y
extracelular, lo que lleva a la inducción de un potencial a través de esta.
Cuando el voltaje inducido está por encima del umbral, puede estimular
las células nerviosas y musculares (13).
Desde el punto de vista de la seguridad, el primer desenlace a
considerar es la fibrilación cardiaca ya que esta puede desencadenar la
muerte. Por otro lado, la estimulación nerviosa periférica es una preocupación práctica, debido a que puede hacer el examen poco confortable
o una estimulación intolerable puede interferir con el desarrollo total
del examen (7).
El factor que puede provocar las corrientes mencionadas aparece
durante una secuencia de RM al encender o apagar los gradientes, es decir,
variaciones de campo magnético con el tiempo (dB/dt). Serían requeridos
gradientes de campo altos, del orden de 6000 T/s, para alcanzar la estimulación del miocardio (17,18). Ya que los rangos de operación clínica
se encuentran muy por debajo de este valor, esto no es considerado como
una contraindicación. Para la estimulación nerviosa periférica, estudios
en humanos han establecido el límite en aproximadamente 200 T/s (2).
Se debe considerar que los gradientes dependen de la forma del
impulso, su duración y sus repeticiones (2). Así, por ejemplo, cálculos
de corrientes parásitas sugieren que las estimulaciones nerviosas y cardiacas pueden evitarse con 20 T/s para impulsos únicos monofásicos y
para impulsos repetitivos mayores a 3 ms (19).
Los umbrales de percepción deben ser determinados por el fabricante
para todos los tipos de gradiente y las secuencias deben estar diseñadas
de tal forma que no se sobrepasen los umbrales de estimulación nerviosa
periférica (20). Usualmente, el valor máximo se encuentra entre 50 -100
T/s, que resulta seguro y cómodo para los voluntarios (2). La FDA no
propone un valor numérico como límite, sino que recomienda el monitoreo del paciente para proceder en caso de dolor por estimulación de los
nervios periféricos (7). Por otro lado, la MHRA, autoridad reguladora
en el Reino Unido, propone el límite en 20 T/s (21).
Los cambios del campo magnético también provocan movimientos
de las partes físicas del equipo que provoca sonidos molestos para el
paciente. Si bien no son letales, sí pueden llegar a influir en la calidad
de la imagen dependiendo del tipo de experimento (22), o incluso rozar
los límites permitidos de exposición (7).
Impulsos de radiofrecuencia
Las frecuencias de los campos de RF usados en la RM están por
debajo del orden de decenas de MHz. Para estas frecuencias, la conductividad de la membrana celular es comparable con la del líquido intra
y extracelular, lo cual implica que no se induce ningún voltaje a través
de esta (13). En cambio, el depósito de energía en este rango, causa un
aumento en la temperatura del tejido. Dicho incremento depende no
solo de las características de la radiación incidente sino también del
tejido, más específicamente de su conductividad térmica y de su flujo
microvascular (perfusión).
El depósito energético está caracterizado por la energía absorbida
por unidad de masa y de tiempo, conocida como la tasa de absorción
específica (o SAR, por sus siglas en inglés). Está relacionada con la
3792
corriente inducida j, la magnitud del campo eléctrico E y la densidad
del tejido irradiado ρ, por medio de la expresión:
Las consideraciones teóricas y experimentales revelan que la absorción de RF en el cuerpo alcanza un máximo cuando la longitud de onda (λ)
es del orden del tamaño corporal. Lamentablemente, la λ de los campos
de RF usados en la RM está dentro de este rango (1), razón por la cual
se ha de prestar atención al depósito de energía, ya que un incremento
térmico elevado puede llevar a daños o modificaciones biológicas.
La literatura reporta que, para exposiciones corporales, no se han
encontrado efectos adversos si el incremento de temperatura es menor
a 1 °C. En el caso de niños o personas con discapacidades cardiocirculatorias el incremento no ha de ser mayor a 0,5 °C. Con respecto
al calentamiento localizado, resulta razonable asumir que los efectos
adversos serán evitados si la temperatura en regiones localizadas no
excede los 38 °C en la cabeza, los 39 °C en el tronco y los 40 °C en las
extremidades (23,24).
Un estudio en 50 voluntarios expuestos a 0,4-1,2 W/kg, demostró
un incremento de 0,2 °C en su temperatura, sin presentar cambios en la
presión sanguínea ni en el ritmo cardiaco (25). Sin embargo, ante la dificultad de medir in vivo los incrementos térmicos en estudios por RM, se
han desarrollado modelos matemáticos que permiten la estimación de los
incrementos térmicos en función de la SAR.
Por ejemplo, se ha calculado que durante una exposición con una SAR
de 5 W/kg en el cuerpo completo de un paciente con capacidad termorregulatoria normal, se incrementará su temperatura en un máximo de 0,6 °C
dependiendo de las condiciones ambientales (26). Se debe mencionar que
estos modelos se basan en la naturaleza clásica de las radiaciones electromagnéticas, y que sería recomendable un análisis cuántico (7).
Basados en este tipo de modelos y en la evidencia clínica respecto al
incremento térmico, la ICNIRP (1) recomienda unos límites de la SAR
de forma que no excedan las temperaturas que han evidenciado producir
complicaciones. En la tabla 2 se muestran algunas de estas recomendaciones para la irradiación corporal total y parcial (cabeza).
Tabla 2. Límites de la SAR para voluntarios y
pacientes sometidos a procedimientos de RM con
una temperatura ambiental menor a 24 °C
Modo de operación
Todo el cuerpo
SAR (W/kg)
Normal
2
Controlada
4
Experimental
> 4
Cualquier región (excepto cabeza)
Cabeza
SAR (W/kg)
SAR (W/kg)
2-10
3,2
4-10
3,2
> 4-10
>3,2
Fuente: ICNIRP, 2009 (14).
La Comisión Internacional Electrotérmica (IEC, por sus siglas en
inglés) recomienda que cuando los límites de exposición controlada
Efectos biológicos y aspectos de seguridad de las radiaciones no ionizantes en la resonancia magnética. Barbosa N., Agulles-Pedrós L., Daza A., Lozano A.
artículos originales
(4,0 W/kg) se vean excedidos, el sistema debe alertar al operador que
se encuentra en modo experimental o de investigación (27).
Desarrollo embrionario
No se observaron efectos significativos en el desarrollo pre y posnatal
en exposiciones de aproximadamente 1 T en fetos de roedor en el
útero (28,29). Por otro lado, se ha reportado que no existe evidencia
de alteraciones en el crecimiento o cambios reproductivos cuando
se someten ratas a gradientes de campo (30). Aunque es conocido
que el calentamiento materno en mamíferos causa anormalidades en
el desarrollo fetal y embrionario (31,32), los efectos transitorios de
potencia de RF no incrementan la temperatura materna por encima
de los 39 °C, y no se esperan efectos adversos de su exposición que
afecten a un feto humano.
Aspectos técnicos de seguridad
Se debe tener especial cuidado para no realizar exámenes por RM en
pacientes con implantes activados por medios electrónicos, magnéticos
o mecánicos, cuyo funcionamiento pueda ser interferido por la acción
de los campos electromagnéticos producidos.
Por lo tanto, pacientes con marcapasos cardiacos internos, desfibriladores cardiacos implantables, implantes de cóclea, neuroestimuladores, estimuladores de crecimiento óseo, bombas electrónicas de
infusión de fármacos y otros dispositivos similares, que puedan verse
afectados de forma negativa por los campos electromagnéticos, no
deberían someterse a este tipo de examen (33).
Instalación
Para evitar daños o accidentes causados por los campos magnéticos
intensos, la Organización Mundial de la Salud (34) recomienda que el
espacio dedicado a un equipo de RM se divida en 4 zonas, descritas a
continuación (35):
Zona I: Dedicada al público en general y está fuera de la influencia
del campo magnético del equipo de RM.
Zona II: Sirve de comunicador entre las zonas I, que no está controlada, y la zona III, controlada. Queda fuera de la influencia del campo
magnético del equipo de RM. Es de libre acceso, pero no de libre circulación. Aquí se recibe a los pacientes y se les hace las preguntas de
seguridad antes de pasar a la zona III, donde quedarán bajo los efectos
del campo magnético del equipo de RM.
En esta zona deberá haber una intensidad de campo magnético
igual o menor a 0,5 mT.
Según las recomendaciones específicas de la Medicines and Healthcare products Regulatory Agency (36), en la zona II se recomienda reservar
un espacio para casilleros o armarios, para que los pacientes y operarios
puedan dejar de forma segura las pertenencias que potencialmente puedan
ser dañadas o interfieran con el campo magnético del equipo de RM.
Zona III: Es en donde ya los efectos del campo magnético del equipo
de RM pueden provocar heridas por mover objetos ferromagnéticos
(como botellas con gas a presión), o dañar algunos equipos electrónicos (desde marcapasos a equipos de medición de las constantes de los
pacientes), así como tarjetas de memoria o bancarias.
Rev Colomb Radiol. 2013; 24(4): 3790-5
En esta zona se debe tener mucho cuidado con los materiales
ferromagnéticos y evitarlos siempre que sea posible. Podrá haber
una intensidad de campo magnético de entre 0,5 mT y 3 mT (que se
encuentran dentro de los valores sugeridos por la ICNIRP (tabla 1).
Zona IV: Dedicada exclusivamente al equipo de RM. Deberá estar
siempre dentro de la zona III. Por contener al imán, la zona IV debe
estar apantallada de ondas electromagnéticas por dos razones; contener
al máximo el campo magnético del equipo de RM e impedir que entren
otras frecuencias que alteren tanto la adquisición de las RM como la
homogeneidad del campo magnético del equipo de RM. Para conseguir
este apantallamiento se recomienda la construcción de una jaula de Faraday, cuyas características (que se indicarán más adelante) dependen de
la geometría de la zona IV y del tipo de imán a utilizar.
En esta zona se debe prohibir el acceso de metales ferromagnéticos excepto en caso de imperiosa necesidad y, dado el caso, manejar
con extremo cuidado. En esta zona habrá una intensidad de campo
magnético menor de 3 T. En la zona IV se colocarían el imán y los
equipos magnetocompatibles que se requieran.
El apantallamiento
El apantallamiento o shielding se produce en dos partes. La primera
es el apantallamiento propio del imán, que viene dado dependiendo del
equipo de RM a utilizar. El segundo es el que hay que instalar en la
habitación que lo alberga, es decir, la zona IV.
Este tipo de apantallamiento se consigue forrando toda la zona IV
con una capa de metal. Se puede utilizar una estructura de madera o acero inoxidable forrada con planchas de cobre de unos 2 mm de espesor.
Las planchas deben estar unidas por juntas que permitan la conducción
eléctrica en toda la unión. La atenuación de la señal debe ser del orden
de 100 dB para una frecuencia de 100 MHz. Por fuera de esta capa de
cobre, se instalarán el resto de capas aislantes y estructurales necesarias.
El apantallamiento debe dejar unos conductos de ventilación del
área para mantener la temperatura y presión atmosféricas adecuadas
por medio de rejillas especiales. También debe haber conectores de
cables diseñados para tal efecto; tales como ductos para el nitrógeno,
el helio y gases medicinales, en caso de que se requieran. Por último,
la ventana del tecnólogo debe que tener una malla de cobre para contribuir al apantallamiento, así como la puerta, que debe estar cubierta
por pestañas de cobre para que sea conductora una vez cerrada.
Legislación
Recomendaciones internacionales
La OMS no es un organismo regulador, por lo que se limita a
recomendar a los Estados que regulen este tipo de equipos según los
siguientes criterios (34):
•Adoptar los estándares científicos internacionales para limitar la
exposición humana.
•Tomar las medidas de protección para el uso científico, médico
o industrial de los campos magnéticos (criterios de distancia,
controles administrativos, inventarios, etc.).
•Considerar la emisión de licencias para los equipos de RM con
campos mayores de 2 T, para asegurar las medidas de protección.
•Financiar la investigación en el campo de la seguridad en RM para
completar las lagunas de conocimiento en este campo.
3793
•Tener una base de datos de los equipos de RM, para tener un
control de la exposición de personal ocupacionalmente expuesto
y pacientes.
Regulación latinoamericana
A nivel latinoamericano, la OPS, como brazo de la OMS, tampoco
tiene una regulación acerca los posibles riesgos de los equipos de IRM;
por lo tanto, abarca recomendaciones de forma indirecta, por ejemplo
para el caso del mantenimiento (37) y/o en la formación de Físicos Médicos –junto con la OIEA– (38). Es de destacar en este último informe,
la recomendación internacional de tener expertos a nivel de posgrado
no solo para el control y aseguramiento de calidad, sino también como
“responsables de evaluar los riesgos biofísicos del equipo de RM”.
La regulación en el ámbito latinoamericano es variada y no siempre
abarca un control directo en las aplicaciones médicas. Se suele basar
en normas técnicas para evitar riesgos en el marco del cada vez más
creciente uso de tecnología inalámbrica o celulares (39).
Los límites fueron determinados, en primera instancia, siguiendo
las recomendaciones del Instituto Nacional de Normas de los Estados
Unidos de América (ANSI por sus siglas en inglés) (40) o de la ICNIRP
(1). En 1991, el ANSI recomendó un límite de exposición ocupacional
de 1 mW/cm2 para frecuencias de 30 a 300 MHz (41), que fue acogido
por algunos países latinoamericanos, como Bolivia (42); aunque, generalmente, se busca un compendio entre el ANSI (43,44) y la ICNIRP
(véase el caso de Argentina [45], Brasil [46], Chile [47], Costa rica
[48] o Ecuador [49]).
Legislación colombiana
En cuanto a los límites técnicos en Colombia, se sigue la recomendación de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) que se
basa en la norma técnica K52 (50). Sin embargo, el ente regulador en
el aspecto clínico es el Ministerio de Salud y Protección Social, que
tiene la misión de: garantizar el aseguramiento en salud y el acceso de
la población a las estrategias de promoción de la salud, prevención de
la enfermedad, demás servicios y atenciones en salud y prestaciones
económicas, conforme a los principios fundamentales de eficiencia,
universalidad y solidaridad, para mejorar el estado de salud y la calidad
de vida de la población en Colombia (51). Sin embargo, actualmente
no existe una legislación específica relacionada con radiaciones no
ionizantes, y en particular para los equipos de RM.
Un primer acercamiento con una normativa específica puede referenciarse en la Resolución 4445 de 1996 del Ministerio de Salud (52):
“Por el cual se dictan normas para el cumplimiento del contenido del
Título IV de la Ley 09 de 1979, en lo referente a las condiciones sanitarias que deben cumplir los establecimientos hospitalarios y similares”.
En el numeral 6 del artículo 33 (de los servicios de apoyo a las
actividades de diagnóstico y tratamiento-generalidades), menciona los
servicios de imaginología, y, en la sección 6.3, señala al respecto de la
RM: Resonancia magnética: Es el ambiente destinado a la realización,
procesamiento e interpretación de los estudios efectuados por variación de campos magnéticos que son traducidos a imágenes, requiere
protección contra campos magnéticos, con un recubrimiento que se
denomina jaula de Faraday.
Lo anterior evidencia las deficiencias en la definición de las necesidades, al no considerarse los riesgos para el público en general, para
el paciente y para el personal ocupacionalmente expuesto, y cumplir
así las recomendaciones establecidas por la OMS (34).
3794
En el marco de las condiciones que regulan los servicios hospitalarios, la resolución del 2006 (53) que regula la calidad y el mantenimiento de los servicios de radiología, entre otros, por medio de la
habilitación de servicios, no contempla las recomendaciones a nivel
internacional de la OMS, y les deja a los centros el criterio de seguridad
en RM. Recientemente, esta resolución del 2006 fue completada por la
del 2013 (54) que, a pesar de ampliar la protección radiológica de las
radiaciones ionizantes, también deja de lado los criterios internacionales
en lo pertinente a RM.
Conclusiones
Aunque se han realizado numerosas investigaciones dirigidas
específicamente al estudio de los efectos biológicos potenciales de
la RM, los resultados de estos estudios han sido predominantemente
negativos, lo que apoya la opinión más extendida de que no existen
riesgos importantes de salud asociados con el empleo de esta modalidad
de diagnóstico por imagen.
No obstante, los efectos no estocásticos de corto plazo deben ser
tenidos en cuenta cuando: se quiera seleccionar la intensidad del campo
magnético externo, en las secuencias que impliquen el uso de gradientes
de campo magnético y la energía depositada por unidad de masa por
los impulsos de radiofrecuencia, para evitar complicaciones transitorias
o quemaduras leves que pueden hacer del examen un procedimiento
poco confortable.
No se debe olvidar que los inconvenientes más comunes al ser
sometido a un examen por RM son el ruido acústico y la claustrofobia.
El diseño de blindajes para equipos de RM debe considerar los límites de los campos magnéticos constantes, variables y electromagnéticos
para el personal ocupacional y el público en general. Para esto es necesario dividir el diseño en zonas que satisfagan dichos requerimientos.
La carencia de una regulación específica alienta a encaminar esfuerzos mancomunados en pro de una normativa clara y acorde con la
realidad socioeconómica del país. Por esto, la investigación, indagación
y divulgación sobre los efectos de las radiaciones no ionizantes, representan una herramienta valiosa para los entes reguladores en su objetivo
de definir los lineamientos de la política pública en materia de salud.
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Correspondencia
Nathaly Barbosa
Instituto Nacional de Cancerología
Calle 1A # 9-85
Bogotá, Colombia
nbarbosap@cancer.gov.co
Recibido para evaluación: 22 de febrero de 2013
Aceptado para publicación: 10 de julio de 2013
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