Universidad Autónoma de Chihuahua. Facultad de Zootecnia. . Alimentación de Equinos, Nutrición y Manejo” FEDERICO SALVADOR Y ESTEBAN RODRIGUEZ Alimentación de No Rumiantes. . Descripción del Sistema Digestivo El caballo es un herbívoro no rumiante (N.R.C., 1989; Lindner, 2002). El conocimiento de la anatomía y fisiología de su aparato digestivo es imprescindible para poder controlar el tipo, la cantidad y la calidad de los alimentos que se le suministra, en pos de preservar su salud y promover una disponibilidad óptima de las sustancias nutritivas suministradas con los alimentos. El buen entendimiento del sistema digestivo, incluyendo sus limitaciones físicas y áreas importantes de digestión y absorción, es necesario para alimentar a los caballos (Anónimo, 1998). Boca.La función en el Sistema Digestivo es la masticación de los alimentos, reducción del tamaño del alimento y eliminación de la cobertura externa de los insumos menos digestibles (Anónimo, 2001). Adición de Saliva para la lubricación y deglución (el caballo adulto secreta aproximadamente 38 litros de saliva por día (Ensminger, 1973) con ptialina que actúa sobre el almidón), se presenta la dentadura que incluye en animales jóvenes los temporales o de leche, reemplazados progresivamente que sirven también para la determinación de la edad de un caballo; deben ser revisados cotidianamente para evitar problemas con el proceso de alimentación y consecuencias de disminución en la condición física del caballo (Anónimo, 2001). Faringe.Cavidad músculo – membranosa, común a las vías digestivas y respiratorias, sirve de vía de paso hacia el esófago (Anónimo, 2001). Esófago.Tubo que comunica la faringe con el estómago, con diámetro y tono de musculatura que dificulta la expedición de gases por eructos o vómitos predisponiendo al estos animales a distensiones gástricas y cólicos (Anónimo, 2001). Estómago.Es relativamente pequeño (Anónimo, 1998; Ensminger, 1971) (10% del conducto digestivo) lo que genera un paso del alimento al intestino también relativamente rápido, tiene una capacidad de 8 a 16 litros (Ensminger, 1971), aquí se degradan proteínas y grasas (Anónimo, 2001), por las razones anteriores es necesario proveer concentrados e incrementar la frecuencia de alimentación para soportar un crecimiento adecuado (Anónimo 3, 1998). Intestino Delgado.Estructura tubular que comunica al estómago con el intestino grueso, dividido en 3 porciones: Duodeno, Yeyuno e Íleon. Aquí se absorben la mayor cantidad de nutrimentos (proteína, energía, vitaminas y minerales), se considera la porción donde se cumplen las principales funciones digestivas (Anónimo 3, 1998; Anónimo, 2001). Intestino Grueso.Es la porción más grande, ocupa casi el 50% del sistema digestivo; se extiende desde el Íleon hasta el ano y se divide en Ciego, Colon y Recto (Anónimo, 2001). En el ciego y Colon se pueden encontrar diversos tipos de microorganismos, cuya función es la de terminar de digerir los alimentos, El paso de la ingesta es lento en esta parte, pudiendo tomar hasta días desde el consumo de alimento, Ensminger (1973) menciona que en el caso de los caballos a pesar de que la celulosa puede ser hidrolizada en el Ciego, su uso sin embargo es deficiente, llegando a hidrolizarse no más del 30 % de la celulosa. El Ciego es importante funcionalmente, puesto que produce cantidades significativas del complejo B, ácidos grasos volátiles que ayudan en los requerimientos de energía y vitaminas (Anónimo 3, 1998) Ano.Es el conducto de salida de los productos de desecho del aparato digestivo (heces), los cuales están constituidos por alimentos sin digerir, jugos digestivos, bilis, minerales, bacterias intestinales y células intestinales viejas (Productos metabólicos) (Anónimo, 2001). Implicaciones generales en base a lo anterior: - Utilización de forrajes de alta calidad. Adición de Carbohidratos no estructurales a la dieta (N.R.C., 1989; Campadabal, 1998) Adición de proteínas digestibles. Utilización de complementos vitamínicos Divisiones para la Alimentación de distintos tipos de Equinos Estado Productivo y Reproductivo Los caballos para su alimentación se dividen en varias etapas al igual que en todas las especies en las que se desea planear la mejor manera de alimentarlos, para tal proceso existe la clasificación de la N.R.C. (1989) principalmente, para dividir sus requerimientos de alimentación: - Caballos maduros (En mantenimiento y machos reproductores) Yeguas Preñadas (de 9, 10 y 11 meses de gestación) Yeguas Lactantes (del nacimiento a 3 meses y de 3 meses al destete) Caballos en Crecimiento (crecimientos moderado y rápido de 4, 6 12 meses y de sobreaño de 12 y 24 no entrenados y en entrenamiento) Caballos de Trabajo (trabajo ligero, moderado e intenso) Campadabal (1998), describe la siguiente clasificación: - Animales reproductores Animales en crecimiento Caballos de trabajo y placer Caballos en entrenamiento Ensminger (1971) menciona otra división de los equinos para su alimentación en: - Crecimiento Reproducción y Lactación Preparación Trabajo Como podemos observar en base a lo anterior, las divisiones se utilizan de manera muy general en animales en crecimiento, Yeguas en reproducción o gestación, animales de Trabajo, lo importante de lo anterior es hacer uso general de la identificación del estado fisiológico del animal para planear su alimentación, es necesario primero identificar al tipo de animal que deseamos alimentar. Para los programas de alimentación entonces, necesitamos conocer cuales son los cambios corporales envueltos en el crecimiento, los requerimientos de esa clase particular de caballo y las limitaciones anatómicas de acuerdo al estado fisiológico (Anónimo 2, 1998), por ejemplo, el periodo de nacimiento a los 18 meses es crítico para los caballos jóvenes, porque es durante esta parte que alcanzarán cerca del 90 % del peso a la madurez, si planeamos bien su desarrollo en base a la alimentación tendríamos un atleta desarrollado de acuerdo a lo que necesitamos, el desarrollo del potrillo decrece inmediatamente después del destete, a partir de aquí ya debemos tener un programa de alimentación para su correcto desarrollo, una ganancia excesiva sin una planeación de su desarrollo nos puede provocar anormalidades en huesos y problemas en el esqueleto. Nutrimentos y Alimentos en la ración de los Equinos Energía y Alimentos Energéticos Lo mas importante es tener siempre presente que el aparato digestivo equino está adaptado para recibir continuamente pequeñas cantidades de alimento con un alto porcentaje de fibra – compuesta por celulosa, hemicelulosa, pectina y lignina – durante un periodo de hasta 20 horas por día. En otros términos, los caballos pastando en forma natural ingieren alimentos de baja densidad energética y en poca cantidad por unidad de tiempo, pero durante un periodo de tiempo prolongado. Por ejemplo, la alimentación del caballo de deporte tiene que ser adaptada 1) a estos requerimientos fisiológicos para evitar o por lo menos reducir la frecuencia de cólicos, laminitis y úlceras gástricas, y 2) a los requerimientos adicionales debido a la actividad deportiva para evitar bajo rendimiento y trastornos musculares, nerviosos y esqueléticos (Lindner, 2002). La energía es lo que utilizan los caballos para hacer un trabajo, el requerimiento se ve influenciado como se mencionó en la parte referente a la clasificación de los estados fisiológicos del animal, varía de acuerdo a la actividad, intensidad de la actividad y la duración, los caballos de trabajo intenso y hembras lactantes tienen el mayor requerimiento de energía (Anónimo 3, 1998). La fuente de energía son los carbohidratos en la Dieta, por cuestiones anatómicas, estos se ven expuestos a enzimas pancreáticas e intestinales en el intestino delgado antes que las áreas de fermentación, los carbohidratos estructurales son hidrolizados y absorbidos como monosacáridos cerca del ciego, la Lactosa en animales jóvenes es bien utilizada pero es limitado su uso en animales mayores a 3 años (N.R.C., 1989). Es importante tomar en cuenta que la digestión de carbohidratos estructurales es influenciada por los carbohidratos no estructurales; la fermentación en el Ciego provee de ácidos grasos volátiles al animal y constituye una fuente importante de energía metabólica (N.R.C., 1989), se habla que cerca del 7 % de la Glucosa proviene del Propionato. Los requerimientos de Energía como se mencionó son variables de acuerdo al tipo, Estado fisiológico y trabajo del animal (Ensminger, 1971). Un Caballo de sobreaño (18 meses), disminuye sus requerimientos a esta edad, la alimentación de granos llega a ser del 0.5 al 1.5 % del peso vivo y la cantidad de concentrados varía de acuerdo a la cantidad de forraje de calidad que se le ofrezca (Anónimo 2, 1998). Los forrajes y la presencia de alimentos fibrosos es necesario en la dieta de equinos para proveer actividad fisiológica en el animal (Ensminger, 1971; Lindner, 2002), estos proveerán como mencionamos de carbohidratos en forma de ácidos grasos volátiles por los microorganismos encargados de digerir la celulosa, la hemicelulosa y la pectina de los alimentos estructurados del Intestino Grueso e incluso puede disponerse de un forraje de alta calidad como única fuente de energía para animales que no se encuentran realizando alguna actividad (Anónimo, 2001). Lo primero que el caballo necesita es alimento grosero. La cantidad mínima es de 1 kg/100 kg de peso vivo al día. De los alimentos groseros (por ejemplo paja, heno de hierba y heno de alfalfa) el mas adecuado es el heno de hierba. La paja produce cólicos más a menudo que el heno de hierba y en caballos de deporte es casi contraindicado dar paja porque en comparación con heno de hierba tiene una menor densidad de energía, es menos digerible y absorbe menos agua (Lindner, 2002). De los alimentos concentrados (en energía) sobresalen la avena y la cebada por su uso sin tantas restricciones en caballos (Ensminger, 1971). La avena es preferible a la cebada pues su almidón tiene una mucha mejor digestibilidad en el intestino delgado (Lindner, 2002), otro muy utilizado es el maíz (Anónimo, 2001; Anónimo 3, 1998). La utilización de Avena rolada para animales jóvenes puede ser benéfico (N.R.C., 1989), así también puede ser substituido por el maíz cerca de 2 a 1, otros granos como el trigo y el sorgo deben ser rolados o quebrados, el uso del Trigo no debe pasar del 20 % de la mezcla del concentrado así mismo debe ser restringido el uso de Rye. Otros subproductos pueden ser usados en la dieta como son Aceites y Grasas, así también harinas tomando en cuenta la cantidad de otros nutrimentos que proveen a la dieta (N.R.C., 1989; Anónimo 3, 1998). En cuestión de Aceites y Grasas, hay información que registra que la substitución de hasta un 15 % de la Energía Digestible en la ración en forma de Aceites no causa problemas en la alimentación (Grandell et al., 1998) a excepción algunas veces de ciertos problemas de gustocidad (Kennedy et al., 1999) e incluso no hay problema a causa de que estas sean de origen vegetal con aceites con grasa saturadas o insaturadas cerca de este nivel (13 % de la Energía Digestible adicionada a la ración en forma de aceites en la ración durante 6 meses; aumento a cerca de 22 % durante 10 meses de la Energía Digestible) después de un periodo de adaptación a los aceites de 10 meses (Harris et al., 1998). Aunque los alimentos ricos en carbohidratos son los más naturales para el caballo, en los últimos años ha habido un auge significativo en el empleo de alimentos con mayor contenido de grasas. Dietas con un contenido en grasa de hasta un 10% de la materia seca por día parecen no tener efectos negativos sobre la salud del caballo. Más al contrario, numerosos estudios científicos han demostrado que este tipo de alimentación (más rica en grasas) es beneficiosa para los caballos de deporte que compiten en disciplinas de larga duración como son el raid, concurso completo y enganche. Además el consumo de una proporción mayor de grasas produce una reducción del aumento de la temperatura corporal durante la realización de ejercicio, algo sin lugar a duda indicado para cualquier caballo de deporte que compite en clima cálido. Una dieta más rica en grasa y por ende más pobre en carbohidratos está además indicada en el tratamiento y prevención de determinadas enfermedades musculares muy comunes en caballos de deporte, como son la rabdomiólisis recurrente crónica y la miopatía por almacenamiento de polisacáridos (Lindner, 2002). Debe considerarse que la adición de grasas en las cantidades mencionadas es para la reducción de la cantidad de alimento ofrecida, el caso aplicable es para animales de alto rendimiento con requerimientos altos de energía, como se mencionó en animales con bajos requerimientos de energía, con un forraje de alta calidad que satisfaga los requerimientos energéticos es suficiente. Alimentos Energéticos Avena Barley wheat wheat middlings wheat bran maíz sorgo prosso millet rye melaza Aceites semilla de algodón soya grano de destilería h. de gluten de maíz Proteína y Alimentos Proteicos La N.R.C. menciona que las cantidades de Proteína son cerca del 22 porciento del extracto libre de grasas hablando de caballos maduros y el 80 porciento de la escructura corporal del animal libre de grasas, en una base libre de humedad. La síntesis de aminoácidos en los equinos es más limitada que en los rumiantes, el ciego se halla localizado a continuación del intestino delgado, por lo cual, los caballos requieren proteinas de alta calidad. En el proceso bacteriano del ciego en el caballo es más limitado que el de los rumiantes, además como se mencionó, su ubicación genera como resultado la necesidad indispensable de proteínas de alta calidad en la dieta con suficientes aminoácidos (Ensminger, 1971) El requerimiento proteico, de un caballo está en función de las necesidades del animal y obviamente los factores que implica como la edad y la etapa productiva (Anónimo, 2001; Anónimo 3, 1998); otros factores que pueden afectar la cantidad de alimento a ofrecer son: la calidad de la proteína disponible y la digestibilidad de la proteína. Desde aquí implica que la fuente de proteína de la que se dispone para la alimentación del Equino, tiene que ver con la calidad de la proteína contenida en el alimento así como la utilización de proteína del mismo, por ejemplo, la producción leche es más eficiente para el crecimiento de potros que la harina de linaza, que la harina de soya o bien la anterior es superior a los granos deshidratados para el desarrollo de estos animales. La presencia de Lisina es crítico para el caballo en crecimiento. Los caballos maduros son menos sensibles a la calidad de la proteína, se puede llegar a satisfacer las necesidades de un caballo en mantenimiento con solo el uso de forrajes de calidad (Anónimo, 2001; Ensminger, 1971). Sin embargo la digestibilidad toma un papel importante la cual varía conforme a la fuente, a pesar de lo anterior, la N.R.C. (1989) recomienda balancear en base a Proteína Cruda. Hablando de requerimientos de proteína, el requerimiento para yeguas durante la temporada de empadre, parece no tener diferencia con los requerimientos de mantenimiento (N.R.C., 1989; Anónimo, 2001), sin embargo, un consumo adecuado de proteína influencia la fertilidad de la hembra, los incrementos fuertes del requerimiento de proteína para una hembra equina son durante los últimos 3 meses de gestación puesto que se da un desarrollo fetal acelerado durante esta etapa (N.R.C., 1989), o bien también puede darse una separación más sencilla de los primeros 8 meses con requerimientos similares a los de mantenimiento, con el fin de alimentar para evitar cambios de condición corporal en una hembra sin que engorde o baje de peso y después los últimos 100 días aumentar el consumo de alimento (evitando la obesidad) consumiendo aproximadamente el 2.5 % del peso vivo (Anónimo, 2001). Durante la lactación de una yegua, se presenta que el contenido de proteína de la dieta y la energía influencian la producción de leche, por lo que es importante la cantidad que se proporcione (N.R.C., 1989), se hace necesario el uso de insumos secos con alto contenido proteico (Anónimo, 2001). Respecto al requerimiento de proteína de los animales en crecimiento, se ha visto que existe una relación Proteína – Energía, la cual si no se obtiene un buen balance (50 y 45 g/Mcal de ED/día para animales en crecimiento y de sobreaño respectivamente según N.R.C. (1989)) no se obtiene un desarrollo óptimo de los animales; en animales de 18 meses de edad, el requerimiento de proteína empieza a disminuir (Anónimo 2, 1998), sin embargo, regularmente para alcanzar a satisfacer el requerimiento requieren suplementos proteicos (Anónimo 3, 1998). Para animales de trabajo obtenemos que la relación Proteína – Energía también es importante, no se obtienen resultados mejores al aumentar la proteína sobre el requerimiento estimado, al aumentar la proteína, se produce una desnitrificación y excreción de nitrógeno en la orina (Anónimo 3, 1998). En la utilización de Nitrógeno No Proteico, se observa que no hay efectos benéficos en su uso, sin embargo, los animales adultos pueden llegar a soportar hasta un 4 % de urea en el total de la dieta. Esta se puede absorber en el intestino delgado y subsecuentemente será eliminada por el hígado. Consumiendo bajos niveles de nitrógeno parece que en animales adultos, se puede utilizar algo de urea para aportar nitrógeno del requerimiento diario. Los caballos en crecimiento no muestran un mayor crecimiento en el uso de nitrógeno no proteico proveniente de urea, igual pasa con la producción de leche. Un aporte debajo del requerimiento produce decrementos en crecimiento y desarrollo de animales jóvenes, en animales adultos pueden presentarse pérdidas de tejido tisular, pobre cobertura de pelaje, etc. Un exceso moderado de proteína no produce efectos negativos, sin embargo un uso excesivo de proteína si puede ser negativo en animales de trabajo y crecimiento y algunas veces no hay efectos negativos ni positivos. Pueden llegar a presentarse problemas de conformación en un exceso de proteína (N.R.C. 1989). En cuanto a los alimentos proteicos utilizados en la alimentación animal de equinos, se pueden mencionar algunos como: Harina de Soya, Harinolina, Harina de linaza, Harina de cacahuate, Canola, Gluten de maíz, Caseína, Leche en polvo, etc. (N.R.C., 1989; Anónimo 3, 1998) Ensminger (1971) menciona que los henos de gramíneas y los granos son bajos en calidad y cantidad de proteínas, por lo que deben ser complementados con fuentes proteicas de origen vegetal diversas. También se pueden utilizar Harina de pescado y Harinas de Carne, sin embargo pueden presentar problemas de gustocidad, en algunos casos se utilizan niveles bajos de harina de carne y hueso (<3%) (Campadabal, 1998) por lo regular se evita su uso en alimentación de equinos por diversas situaciones de sanidad y aceptación del alimento. La leche en polvo es utilizada en alimentos para Potrillos, en caso de tener huérfanos, aparte del calostro proporcionado dentro de las primeras 12 horas de vida, la nutrición del animal se da por alimentación manual, con botellas y chupón y después con baldes directamente incluyendo alimentos como leche de vaca, dextrosa, leche evaporada, jarabe de maíz y similares (Anónimo, 2001). Alimentos Proteicos leche seca dried whey h. de carne y hueso h. de puerco y h. de hueso h. de pescado Feather Meal h. de sangre harina de soya urea h. de semilla de algodón Minerales Se encuentran envueltos en funciones en el cuerpo, como componentes estructurales, cofactores enzimáticos, y transferencia de energía, partes de vitaminas, hormonas y aminoácidos (N.R.C., 1989), además de servir para el balance de electrolitros, mantener la conductividad nerviosa e influenciar la contracción muscular (Anónimo 3, 1998). Los contenidos son variables en los alimentos, siete macrominerales y ocho microminerales son los principales: Macrominerales Calcio.- Forma gran parte de la estructura de los huesos (35 %), esta envuelto en funciones corporales como contracción del músculo y mecanismos de la sangre. Su absorción es de aproximadamente 70 % en animales jóvenes y 50 % en adultos, su requerimiento es variable según los cálculos dependiendo de la actividad del animal y el estado fisiológico, se menciona que su uso aumenta con el ejercicio, con la preñez, con el desarrollo de los huesos, con su excreción en leche y pérdidas endógenas así como su depósito en músculos, puede haber excesos pero no muy altos para evitar problemas de laminaciones en huesos (hasta 5 veces más teniendo niveles adecuados de fósforo) (N.R.C., 1989). Fósforo.- Es requerido para la formación de huesos (14 – 17 %) además tenemos que forma parte de las reacciones de transferencia de energía (ADP), síntesis de fosfolípidos, ácidos nucleicos y fosfoproteínas. La pérdida endógena esta estimada en 10 mg/kg de peso vivo por día (N.R.C., 1989). Su eficiencia en absorción es estimada de 30 a 55 % y varía con la edad del animal y la fuente de alimento. Debe tomarse en cuenta los requerimientos para desarrollo y crecimiento de animales en crecimiento y desarrollo de fetos, así como lactación en hembras. La relación calcio – fósforo debe tomarse en cuenta, donde el fósforo no es recomendable exceda la proporción de calcio lo cual produce malformaciones en el esqueleto (N.R.C., 1989; Anónimo 3, 1998). Potasio.- Es el mayor catión intracelular, está involucrado en el balance ácidos – bases y la presión osmótica, las deficiencias se presentan en pérdidas de peso, el exceso es excretado rápidamente, su exceso puede presentar problemas cardiacos (N.R.C., 1989). Sodio.- Es el mayor catión extracelular, su desempeño se involucra como un electrolito envuelto en el mantenimiento del balance ácido – base y en la regulación osmótica de los fluidos corporales. La sal común se añade normalmente de 0.5 a 1 % en las dietas para satisfacer sus requerimientos. El requerimiento para los últimos meses de gestación y trabajo ligero a pesado es mayor que el de mantenimiento, el trabajo prolongado incrementa su requerimiento por su excreción en el sudado de los animales, en mantenimiento, el requerimiento es como mínimo un 0.1 % en una dieta. Cuando el potasio incrementa en el suero sanguíneo se observa una disminución del Sodio. Su deficiencia genera una tendencia a que los animales consuman menos líquidos, disminución del apetito, tendencia a lamer o mordisquear objetos y después puede haber movimientos incoordinados de musculatura (N.R.C., 1989). Cloro.- Normalmente acompaña al sodio, es un anión extracelular importante, envuelto en el balance ácido – base y la regulación osmótica. Es un componente esencial de la bilis y del ácido hidroclorhídrico, por lo tanto un componente para las secreciones gástricas y necesario para la digestión. Se dice que su deficiencia produce una alcalosis sanguínea, bajo consumo de alimento, pérdida de peso, debilidad muscular, producción de leche disminuida, deshidratación, constipación, etc.; Se considera que los caballos son tolerantes a altos niveles de sal en las dietas, con un acceso libre al agua. La toxicidad de la sal se presenta con manifestaciones de problemas en el sistema nervioso central en algunas especies y se piensa que los caballos pueden responder igual (N.R.C., 1989). Magnesio.- El magnesio constituye aproximadamente el 0.05 % de la masa corporal, del cual el 60 % está asociado con el esqueleto. El magnesio es un activador de muchas enzimas. Su rango en las dietas es común de 0.1 a 0.3 %. Su absorción se da de 40 a 60 %. Su requerimiento es de aproximadamente 15 mg/kg de peso vivo. Los requerimientos aumentan en yeguas lactantes (N.R.C., 1989). Su deficiencia provoca nerviosismo, temblores musculares y ataxia, continuados por colapsos, hipernea, convulsiones y algunas muertes. Su fuente para suplementación es el sulfato de magnesio Azúfre.- Es contenido por aminoácidos, biotina, heparina, tiamina, insulina, etc. forma cerca del 0.15 % del peso del cuerpo, algo de azufre inorgánico puede ser incorporado en el azufre de la proteína microbial en el ciego, aunque la absorción de aminoácidos en esta parte puede ser limitada (N.R.C., 1989). Minerales traza Cobalto.- Es uno de los minerales traza y es parte integral de la vitamina B12, la microflora cecal y del colon de los caballos usan el cobalto de la dieta (N.R.C., 1989). Cobre.- El cobre es esencial para enzimas dependientes del cobre, es envuelto en la síntesis y mantenimiento de tejido conectivo y elástico, la movilización de depósitos de hierro, conservación de la integridad de la mitocondria, síntesis de melanina y la destoxificación de superóxido. Sus fuentes de suplementación son sales como clorato cúprico, sulfato cúprico y carbonato cúprico. Se ha recomendado de 3.5 a 10 mg de cobre/kg de dieta, hay recomendaciones de añadirlo de 30 a 50 ppm en el concentrado (Anónimo 3, 1998), tiene relación con algunos otros minerales que involucran su absorción. El nivel máximo reportado tolerable ha sido de 800 mg/kg en la dieta (N.R.C., 1989). Fluor.- Esta envuelto en el desarrollo de dientes y huesos, su necesidad en la dieta de los animales no ha sido establecida (N.R.C., 1989). Su exceso provoca lesiones en huesos, dientes descoloridos y laminitis. Los caballos pueden tolerar 50 mg de fluor por kilogramo en la dieta. Yodo.- El yodo es esencial para la síntesis de Tiroxina y Triiodotironina, la primera regula el metabolismo basal. El requerimiento es estimado en 0.1 – 0.6 mg/kg en la dieta. La deficiencia en la dieta puede generar el nacimiento de animales débiles con un enlargamiento del cuello conforme van creciendo las crías. Las yeguas pueden presentar ciclos estrales anormales. Puede ser tóxico en concentraciones mayores a 50 mg/día, el cual se considera el nivel máximo tolerable. En hembras preñadas con 35 a 48 mg de yodo por día dan crías con la tiroides alargada (N.R.C., 1989). Hierro.- El contenido del cuerpo de hierro es de cerca de 33 g de hierro. Esta distribuido en hemoglobina (60 %), mioblobina (20 %), almacenamiento y transporte (20 %) y enzimas (0.2 %). Generalmente los alimentos que se proveen contienen una cantidad suficiente de hierro para satisfacer las necesidades diarias de este mineral (N.R.C., 1989). Su deficiencia se presenta como anemia. Los más susceptibles a presentar síntomas de deficiencia son los potrillos lactantes. Las concentraciones suplementarias de este mineral en la dieta para ponis no tienen efecto de respuestas positivas en parámetros productivos. En exceso de otros minerales se disminuye su absorción y viceversa. El exceso es tóxico especialmente en animales jóvenes (N.R.C., 1989). Manganeso.- Es esencial para el metabolismo y sísntesis de carbohidratos y lípidos y la síntesis de sulfato condroitin necesario en la formación de cartílagos. Se considera que 40 mg de manganeso por kg en la dieta es adecuado y los forrajes contienen de 40 a 140 mg de manganeso por kg y los concentrados contienen de 15 a 45 mg/kg (excepto el maíz). Su deficiencia puede producir desarrollo anormal de cartílagos (N.R.C., 1989). Selenio.- Es componente esencial de la glutation peroxidasa dependiente del selenio, apoya en la destoxificación de lipo e hidroxiperoxidos que son tóxicos para las membranas celulares. Su concentración recomendada es de 0.1 mg/kg en la dieta para caballos, los alimentos proporcionan de 0.05 a 0.3 ppm y es absorbido con cierta eficiencia en no rumiantes. Su suplementación ha sido aprobada por el FDA hasta 0.3 mg/kg de materia seca en alimentos para ganado, ovejas y puercos, y su suplementación en equinos ha sido restringida, se aplica solo por recomendaciones nutricionales y prácticas de la industria (N.R.C., 1989). Las manifestaciones clínicas de deficiencias están relacionadas con la deficiencia de Vitamina E. El nivel máximo tolerable de selenio en caballos se ha estimado en 2 mg/kg en la dieta. Otras fuentes mencionan que una adición adecuada es de 0.1 ppm en el concentrado para caballos (Anónimo 3, 1998) Zinc.- Se presenta en el cuerpo como componente de muchas metaloenzimas como anhidrasa carbónica, fosfatasa alcalina y carboxipeptidasa. Tiene muchos roles en las funciones bioquímicas, la concentración más alta se da en el iris y carótida del ojo, además de la próstata. Las concentraciones medias de zinc se presentan en la piel, hígado, huesos y músculos, bajas concentraciones se localizan en la sangre, leche, pulmones y cerebro. Los alimentos comunes en equinos contienen de 15 a 40 mg de zinc por kg. Las fuentes apropiadas de zinc suplementario son sulfatos de zinc, óxido de zinc, cloratos de zinc, carbonatos de zinc y varios quelatos de zinc (N.R.C., 1989), se recomienda de 80 a 120 ppm en concentrados para caballos (Anónimo 3, 1998). Una concentración de 40 mg de zinc por kg en la dieta es suficiente para prevenir la deficiencia en potrillos. Se dice que 50 mg de zinc por kg de materia seca es adecuado para toda clase de caballos. En potrillos 5 mg de zinc por kg en una dieta presenta deficiencias. Sus síntomas de defuciencia son inapetencia, rango reducido de crecimiento, paraqueratosis, alopecia, concentraciones reducidas en suero y tejidos de zinc y decremento de fosfatasa alcalina. El uso de 90 mg por kg en la dieta minimiza la incidencia de problemas en huesos, algunos investigadores recomiendan no mas de 50 mg/kg en la materia seca en la dieta. Parece haber tolerancia de los caballos hasta 700 mg de zinc por kilogramo. La competencia con el cobre parece no darse a nivel de absorción de minerales, sino en otros eventos postabosorción. piedra limosa Sal común Sal de minerales traza Fosfato dicálcico Roca fosfórica desflourinada harina de hueso Vitaminas Las vitaminas varían en el requerimiento del animal por edad, estado fisiológico, enfermedades, ejercicio y contenido de las mismas en la dieta. Es necesario adicionarlas a la dieta del animal, muchas veces no son deficientes cuando la dieta contiene suficiente forraje de alta calidad (N.R.C., 1989). Vitaminas liposolubles En este grupo se incluye vitamina A, D, E y K. Se menciona que las que se adicionan más comúnmente en la dieta de los caballos son la A, D y E (Anónimo 3, 1998). Los problemas con la absorción de grasas afectan la absorción de estas vitaminas, las cantidades se expresan en Unidades Internacionales regularmente para vitaminas A, D y E y en miligramos para la vitamina K (N.R.C., 1989). Vitamina A.- Es una descripción genérica para B-iononos, con actividad de transferencia de trans – retinol. Importante para la visión, metabolitos foto – reactivos específicos. Tiene un rol en la diferenciación de células, remodelación y crecimiento de huesos y en su deficiencia se presentan células escamosas queratinizadas en los epitelios (N.R.C., 1989); es la que más frecuentemente se agrega en las raciones, debido a sus altas necesidades para el crecimiento y producción (Anónimo, 2001; Anónimo 3, 1998). Los carotenoides (descritos genéricamente como provitamina A) muestran la actividad biológica de la vitamina A. El caballo no es eficiente. Se encuentra en grandes concentraciones en el forraje verde y se presenta en el maíz amarillo. Se dice que los requerimientos son de 20 a 30 ug/kg de peso vivo para mantener un crecimiento normal y evitar la deficiencia. El óptimo debe ser de aproximadamente 125 ug/kg de peso vivo o bien hasta un mínimo de 20 UI/kg de peso vivo. En situaciones de obscuridad y reproducción un requerimiento de 60 UI/kg de peso vivo se ha propuesto (N.R.C., 1989). Vitamina D.- Sus requerimientos no han sido establecidos, las deficiencias en una dieta prácticamente no se presentan. La suplementación diaria de 1000 UI de vitamina por día previenen cualquier síntoma de deficiencia. Se dice que un requerimiento de un poni desprovisto de luz del día puede ser de 800 a 1000 UI/Kg de materia seca en la dieta y para desarrollo o finalización 500 UI de vitamina D/kg de materia seca en la dieta pueden ser suficientes (N.R.C., 1989). La suplementación parece promover la absorción de calcio y fósforo en caballos. En deficiencia de esta parecen presentarse pérdida de apetito, menor crecimiento y problemas en los huesos metacarpianos (N.R.C., 1989; Anónimo 3, 1998). El exceso de vitamina D es caracterizada por la calcificación de las vísceras sanguíneas, corazón, y otros tejidos blandos así como anormalidades en los huesos. El nivel máximo seguro es de 2200 UI de vitamina D3/kg de dieta, equivalente a 44 UI/kg de peso vivo por día en un caballo de 500 kg consumiendo el 2 % de su peso vivo por día de materia seca; cuando los equinos no tienen suficiente acceso a forraje fresco, es necesario también suplementar a la ración vitamina D (Anónimo, 2001). Vitamina E.Es la descripción general para los compuestos que son cuantitativamente equivalentes en la actividad biológica del alfa – tocoferol, se encuentran más de 8 compuestos en la naturaleza. Tiene una interrelación con el Selenio, para el sistema de defensa multicompuesto antioxidante. Los potrillos requieren de aproximadamente 233 ug orales de alfa – tocoferol/kg de peso vivo por día para mantener la estabilidad de eritrocitos. Se dice que una concentración diaria en la dieta de 100 UI de vitamina E/kg de materia seca evita los síntomas de deficiencias. Se recomienda asegurar un contenido de 80 a 100 UI de vitamina E/kg de materia seca de la dieta para potrillos, yeguas preñadas y lactantes y caballos de trabajo (N.R.C., 1989). La miodegeneración se presenta en animales con deficiencia de selenio y Vitamina E, y consecuencias en los músculos además de movimientos torpes. Se considera un máximo tolerable de 1000 UI/kg de materia seca por día o 20 UI/kg de peso vivo por día para caballos para evitar excesos y síntomas por el exceso. Mantiene la estabilidad de las membranas y la integridad de los glóbulos rojos (Anónimo 3, 1998). Vitamina K.- Describe genéricamente al 2 – metil – 1, 4 – naptoquinona (menadiona, Vitamina K3) y 3 substitutos derivativos que muestran actividad antihemorrágica. Esta se sintetiza por las Bacterias. La N.R.C. (1987) mencionada por N.R.C. (1989) propone que la toxicidad por su consumo oral puede ser de hasta un mínimo de 1000 veces más el requerimiento en la dieta. Vitaminas Hidrosolubles Son las vitaminas del complejo B, todas son suplidas en cantidades adecuadas por los forrajes de buena calidad, excepto por la vitamina B12, la cual es sintetizada por las bacterias anaeróbicas (con suficiente presencia de cobalto), la síntesis en el colon y el ciego de los caballos puede proveer las necesidades tisulares (N.R.C., 1989; Anónimo, 2001). Tiamina.- La tiamina parece tener un rol en la fosforilación y el transporte de membranas. Se recomienda asegurar en las dietas 5 mg de tiamina/kg de materia seca en la dieta. Su deficiencia experimental produce pérdida de peso, ataxia, bradicardia, fasciculaciones musculares e hipotermia y templores. La toxicidad por la tiamina es rara. Se cree que es tóxica arriba de 1000 veces el requerimiento administrada oralmente. Riboflavina.- Se ha demostrado su síntesis en el intestino del caballo adulto. El requerimiento es probablemente no mas de 2 mg/kg de materia seca en la dieta. Existe poca evidencia de la toxicidad oral por administración oral de riboflavina. Niacina.- Es un término genérico para 2 compuestos que tienen igual actividad, ácido nicotínico y nicotinamida. No se ha establecido requerimiento para la niacina en la dieta. Se han reportado niveles tóxicos en animales de laboratorio de arriba de 350 mg de equivalentes de ácido nicotínico por kilogramo de peso. Ácido pantoténico.- No se ha establecido requerimientos en la dieta para el ácido pantoténico, aparentemente es sintetizado en el conducto intestinal de los caballos adultos, sus deficiencias no han sido descritas en el caballo. Los niveles altos en la dieta no han producido reportes de reacciones adversas en ninguna especie. La dosis letal parece ser cerca de 1 g/kg de peso vivo. Vitamina B6.- Es un término genérico para 3 compuestos metabólicamente interconvertibles: piridoxina, piridoxal y piridoxamina, con una actividad vitamínica igual en una base molar. La piridoxina parece ser sintetizada en el conducto intestinal de los caballos. No se ha establecido un requerimiento en la dieta. Su deficiencia no ha sido descrita en caballos, 500 a 1000 mg/kg en la dieta puede ser tolerado por menos de 60 días. Biotina.- Aparentemente es sintetizada por los microorganismos en el conducto intestinal del caballo adulto. No se han reportado evidencias de deficiencia de biotina en el caballo y no se han descrito efectos del exceso de biotina. Folacina.- Es el término genérico para el ácido fólico y compuestos relacionados con actividad biológica similar. Parece ser sintetizada por los microorganismos en el intestino del caballo adulto. La adición oral de 20 mg de ácido fólico presenta incrementos en el folato del suero y hemoglobinas. La deficiencia no ha sido descrita en caballos. El exceso no ha sido reportado con respuestas adversas. Vitamina B12.- Es el término genérico de corrinoides que exhiben la actividad biológica de cianocobolamina. Parece ser sintetizada por bacterias anaerobias intestinales. No se ha encontrado evidencia de deficiencias de vitamina B12 o requerimientos sobre aquellos que se suplen en la síntesis intestinal. La deficiencia de Vitamina B12 no ha sido descrita en el caballo y no hay evidencia de toxicidad en ninguna especie. Ácido Ascórbico.- Se estableció que los tejidos de los caballos pueden sintetizar ácido ascórbico, se menciona que el ácido ascórbico tiene poca absorción del alimento, sin embargo, se han reportado incrementos de ácido ascórbico en plasma de caballos en entrenamiento con una dosis de 20 g de ácido ascórbico por día. Se sugiere que el ascorbil palmitato administrado oralmente produce más altas concentraciones de ácido ascórbico en el plasma que la administración de ácido ascórbico. Una concentración de ácido ascórbico de 1 g/kg parece no tener problemas de toxicidad en gallinas, puercos, perros, gatos y probablemente en caballos. Colina.- Si hay metionina disponible en el alimento, este amino ácido puede remplazar totalmente la colina como una base isomérica. La sensibilidad de el exceso de colina consumida en el caballo no ha sido establecida. En relación a las vitaminas los forrajes frescos y la exposición a la luz solar satisface los requerimientos de vitaminas A, D y E; sin embargo, como los animales se mantienen un período largo de su vida en confinamiento y los forrajes en la mayoría de los casos no son de buena calidad o el almacenamiento los ha afectado, es mejor suplementarios en la dieta (Kline, 1997, mencionado por Campadabal, 1998). Este mismo autor establece que las vitaminas del complejo B son sintetizadas en el intestino grueso por lo que no es necesario suplementarias; sin embargo, trabajos recientes han demostrado que la suplementación de biotina en cantidades de 5 a 10 mg/100 kg de peso ayuda a mantener la integridad de los cascos (Campadabal, 1998). Vitamina A Vitamina E Agua Una suplementación adecuada de agua es esencial para caballos. El contenido de agua del cuerpo es relativamente constante (68 a 72 % del peso total en una base libre de grasa) y no puede cambiar apreciablemente sin consecuencias severas para el caballo. El requerimiento mínimo de agua para cualquier caballo es la suma de la pérdida de agua del cuerpo más un componente para crecimiento en animales jóvenes. La lactación aumenta el requerimiento en aproximadamente 50 a 70 % sobre el requerimiento de mantenimiento. La influencia del ejercicio es muy importante, si no se provee, se pueden presentar disturbios como cólicos. Se concluye que los requerimientos son de 2 a 3 litros de agua por kilogramo de materia seca consumida. En caballos en trabajo los requerimientos son mayores para termorregulación y pérdidas por sudado hasta llegar incluso al doble del requerimiento, también se ve influenciada por la temperatura del medio ambiente disminuyendo cuando hay bajas temperaturas y aumentando cuando las temperaturas son altas. Se han encontrado pérdidas de hasta 5 a 10 porciento del peso vivo en algunos caballos durante cabalgatas de larga duración. Deshidratación y balance Electrolítico Por el sudado, la pérdida de agua y electrolitros se da como resultado. El sodio y el cloro son los principales electrolitros presentados en el sudor. Se ha estimado una pérdida de hasta 39.8 litros de agua con una pérdida calculada de hasta 6 litros de plasma en cabalgatas de 80 kilómetros. El potasio también se presenta en el sudor. La pérdida de estos puede ser muy significativa durante el trabajo extenuante en climas calientes y secos. Las concentraciones de electrolitros en el sudor han llegado a ser mayores que los que se encuentran en plasma. Calidad del Agua La calidad del agua suplementada a los caballos es importante, en muchos casos, los caballos pueden mostrar efectos tóxicos por contenidos altos de sales. Se recomienda un nivel seguro como límite de 6500 mg/litro en sales en el agua para caballos. Uso de forrajes Los forrajes más importantes utilizados para caballos son pasturas y henos, los cuales son fuente de diversos nutrimentos para los caballos entre ellos, carbohidratos estructurales o fibras, mencionadas en alimentos energéticos. El caballo es un no rumiante, a pesar de lo anterior, para evitar problemas digestivos debe recibir un mínimo de 20% de fibra en la ración total (Wolter, 1989 mencionado por Campadabal, 1998). Utilizando la nueva terminología del fraccionamiento de la fibra, cualquier dieta para equinos, deberá contener un mínimo de 25% de fibra neutro detergente (FND) (Pagan, 1997 mencionado por Campadabal, 1998). El N.R.C. mencionado por Campadabal (1998) recomienda suministrar como mínimo un kg de forraje/l00kg de peso vivo. Un factor importante de conocer es la cantidad de carbohidratos no estructurales (CNE). Las pasturas pueden ser zacates anuales o perenes de diferente temporada, aunque la mayor parte pueden ser fuentes o alternativas para alimento de caballos los zacates anuales de verano, sudan y sorgo – sudan, no son recomendados para los caballos, por la probable inflamación del conducto urinario (N.R.C., 1989). Las leguminosas como la alfalfa y los tréboles, son los más importantes, son más altos en proteína, vitaminas y algunos minerales que los zacates. Las mezclas de pasturas de zacates y leguminosas son excelentes (N.R.C., 1989), los caballos pastoreando pueden requerir algunas veces alimento adicional. Los henos más comúnmente usados para la alimentación de equinos son de avena y alfalfa, además de algunos otros que no son muy comunes en determinadas áreas, algunas yeguas y caballos castrados maduros con trabajo ligero pueden ser mantenidos solo con heno de alfalfa (N.R.C., 1989). Algunos residuos de industrias, mucho más altos en fibra y con menor digestibilidad de energía, proteína, calcio y fósforo que los henos, pueden ser usados en dietas para caballos para proveer fibra si se acompaña de un alimento suplementario adecuado, incluso llegando a la aplicación de tratamientos para aumentar su digestibilidad o bien la adición de aditivos como enzimas (N.R.C., 1989). Subproductos de forrajes.- Se pueden aplicar cuando los forrajes de alta calidad son adicionados a la dieta en adecuada cantidad, pueden ser usados para proveer de fibra adicional a las dietas de caballos (N.R.C., 1989). pastura Ensilaje heno Relación Forraje – Concentrado Desde los primeros 2 a 3 meses, los potrillos pueden empezar a disponer de pasturas además de la leche de la yegua (Anónimo 2, 1998), este puede ser a un rango del 1 % del peso vivo. En general las recomendaciones de las diferentes proporciones entre el forraje entre el alimento balanceado son susceptibles a modificaciones dependiendo de la calidad del forraje y del estado corporal del animal. Hintz (l982) mencionado por Campadabal (1998) recomienda para el final de la gestación una relación forraje vs concentrado de 70:30, mientras que para la etapa de lactación una relación 40:60. Durante los primeros 8 meses de gestación los requisitos de la yegua son esencialmente de mantenimiento, por lo que con un buen forraje, los nutrimentos pueden ser suministrados adecuadamente. Sin embargo. cuando el pasto es de regular a mala calidad, un porcentaje de su consumo deberá corresponder a un alimento balanceado (Campadabal, 1998). En caballos de alto rendimiento, se necesita de 20 a 30 % más energía digestible que la estimada por N.R.C. (Anónimo 4, 1998), por lo que la cantidad de concentrado en la dieta probablemente tienda a aumentarse, otras reglas manejadas para el manejo de esta situación es que por ejemplo si un caballo esta gordo, entonces se reduce la cantidad de grano y aumenta la de forraje y viceversa. Las dietas para caballos de alto rendimiento pueden contener hasta un 60 % de maíz sin problemas, sin embargo hay más propensión a tener cólicos y problemas metabólicos, el uso de grasas puede disminuir la necesidad del uso de gran cantidad de concentrado mediante un periodo de adaptación (Anónimo 4, 1998), las raciones ideales deben contener un mínimo de 50 % de forraje. Se mencionó anteriormente, el forraje es necesario para mantener un funcionamiento normal del conducto gastrointestinal de los caballos adultos (Anónimo 5, 1998), los forrajes suplen parte de la energía, en forma de fibra, sin embargo no pueden utilizar forrajes pobres como lo hace el ganado, los niveles de proteínas en el forraje pueden ser adecuados en forrajes de alta calidad. Pueden digerir cerca del 50 al 70 % de la proteína del forraje. Además son buenas fuentes de Vitaminas, particularmente de la vitamina A, C y complejo B además de suplir algunos minerales como el calcio. Los problemas de Toxicidad en forrajes se dan por la susceptibilidad de captar humedad, hongos y otras fuentes tóxicas, es recomendable ofrecer forrajes siempre frescos, limpios para la alimentación en caballos. Forrajes como el zacate sudán y la festuca pueden tener factores tóxicos para el caballo como glicosidos y hongos endofitos respectivamente (Anónimo 5, 1998). Tabla 1. Relación concentrado vs. heno en dietas para caballos Tipo de caballo Concentrado vs. Heno (%) Caballos adultos Mantenimiento 0:100 Sementales 30-70 Yeguas gestantes 9 meses 20:80 10 meses 20:80 11 meses 30:70 Yeguas lactantes Parto a 3 meses 50:50 3 meses al destete 35:65 Caballos de trabajo Ligero 35:65 Moderado 50:50 Intenso 65:35 Caballos en crecimiento Potrillos 4 meses 70:30 Potrillos 6 meses Crecimiento moderado 70:30 Crecimiento rápido 70:30 Potrillos 12 meses Crecimiento moderado 60:40 Crecimiento rápido 60:40 Potrillos 18 meses Sin entrenar 45:55 Entrenando 50:50 Potrillos 24 meses Sin entrenar 35:65 Entrenando 50:50 Adaptada de Campadabal, 1998 Formulación de raciones para Caballos (Anónimo 6, 1998) Los nutrimentos que más conciernen en la formulación de raciones de caballos son: energía, proteína, calcio, fósforo y vitamina A. Para formular una ración para un caballo debemos: - - Determinar la clase de caballo Listar las concentraciones de nutrimentos necesarios en la ración para esa clase de caballos Listar los alimentos que están disponibles, o cuales se desea utilizar en la ración De la energía digestible del forraje a ser usado, decidir los porcentajes de forraje y grano que serán usados Calcular las cantidades de nutrimentos que serán provistos por el forraje y sustraerlos del total de requerimientos, la diferencia, será provista por la mezcla de granos Calcular la cantidad de alimentos concentrados para proveer la diferencia de nutrimentos en el siguiente orden: o Energía disponible o Proteína cruda o Calcio o Fósforo o Vitamina A Manejo Recomendaciones generales de alimentación (Ensminger, 1971): - Dividir el concentrado en 3 porciones para el animal Dividir el forraje en 4 partes, servir 1 en la mañana, 1 en la tarde y 2 al final del día Habituar paulatinamente a la ingestión de leguminosas de alta calidad Respetar la frecuencia, regularidad y orden de las comidas Evitar cambios bruscos en la alimentación Adaptarse a los gustos y temperamento de cada caballo si es posible Dar los minerales en compartimentos separados o bien adicionados a la dieta Conocer el peso y la edad de cada animal No dar de comer nunca alimentos mohosos, rancios, polvorientos o congelados Inspeccionar comederos a intervalos frecuentes Mantener limpios los recipientes para alimentos y agua Asegurar la sanidad de la dentadura No dar concentrados a un caballo acalorado y aguardar el tiempo suficiente para que se cumpla el proceso digestivo, antes de trabajar Asegurar el ejercicio No alimentar con la mano para evitar mordidas Hacer rebajar de peso gradualmente a un animal preparado para exposición o venta “La alimentación del caballo no es una ciencia, sino un arte”. Bibliografía Anónimo, 2001. Crianza de Caballos. Grupo Editorial Iberoamérica. México. Pp. 75. Campadabal, C. 1998. Balance Nutricional en la Alimentación de Caballos. http://www.ag.uiuc.edu/¨asala/español/nutricionanimal/publicaciones/Balance% 20Nutricional%20en%20la%20alimentaci%F3n%20de%20caballos.pdf Ensminger, M. E. 1973. Producción Equina. “El Ateneo”, Pedro García S. A. Librería, Editorial e Inmobiliaria. Argentina. Grandell K.G., J. D. Pagan, P. A. Harris y S. E. Duren. 1998. A comparison of grain, vegetable oil and beet pulp as energy sources for the exercised horse. http://www.ker.com/research/ResearchSummaries/Energy_Sources.PDF. 19 de Octubre de 2002. Harris P. A., J. D. Pagan, K. G. Grandell. 1998. Effect of feeding Thoroughbreds a high unsaturated or saturated vegetable oil supplemented diet for 6 months following a 10 month fat acclimatization diet. http://www.ker.com/research/ResearchSummaries/Veg_oil.PDF. 19 de Octubre de 2002. Kennedy M. A. P., J. D. Pagan, K. E. 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