la acción reivindicatoria del adquirente por usuca

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CONCEPTUALIZACIÓN DE LOS “ACTOS POSESORIOS”
Nota al fallo recaído en Autos: “Mazzarello de Freiytes, Norma Haydée
y Otros – Usucapión” (21/6/1988) de la Cámara de Apelaciones Civil y
Comercial de 4ta. Nominación de Córdoba.
(Trabajo publicado originariamente en “Revista Notarial del Colegio de Escribanos de
Córdoba, Nº 61, pág. 94 a 100)
Por Gabriel B. Ventura
Sumario: I- Introducción. II- Actos Posesorios. IIIConcepto de Acto Posesorio. Presupuestos. 1- Hecho
voluntario. 2) Modificación física. 3) Contacto. 4) Ánimo de dueño. IV- El Título de apoyo a la posesión.
Conclusiones.
I- INTRODUCCIÓN
Pocas instituciones jurídicas plantean en la práctica las dificultades y escollos probatorios que surgen siempre en materia posesoria.
En efecto, la circunstancia de ser la posesión una situación dependiente del ánimo del sujeto, así como la no comprensión a veces de su
auténtica naturaleza fáctica, impide, en algunos casos, la correcta interpretación de sus efectos y los mecanismos de su defensa.
Por ello, siempre hemos pregonado la necesidad de resaltar la
importancia de la norma contenida en el art. 2384 del C.C. que, aunque
perdida entre otros dispositivo de diversa temática, soluciona un pro
Académico de Número de la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales. Profesor
Titular de Derechos Reales y de Derecho Notarial de la Universidad Nacional de Córdoba.
Profesor Titular de Derecho Notarial de la Universidad Católica de Córdoba.
1
blema probatorio fundamental referido al hecho de la posesión, y su
tiempo de iniciación, presumiendo, en definitiva, el “animus domini” del
sujeto que la ejerce.
Este es uno de los aspectos que más se menciona en la sentencia que analizamos y que ha sido allí valorado en su justa dimensión.
Procuraremos sentar algunos principios básicos para determinar
el valor probatorio de los actos posesorios, como prueba del hecho y
tiempo de posesión; así como lo atinente al título presentado en apoyo
del hecho posesorio, aspecto que también toca el fallo comentado.
II- ACTOS POSESORIOS
El art. 2384 del C.C. establece que “son actos posesorios de
cosas inmuebles: Su cultura, percepción de frutos, su deslinde, la construcción o reparación que en ellas se haga, y en general, su ocupación,
de cualquier modo que se tenga, bastando hacerla en algunas de sus
partes”. Como puede advertirse la norma acude a la enumeración no
taxativa1, de hechos que producirán, en definitiva, la prueba de la posesión. Sin embargo, el criterio de la enumeración no resulta a veces el
más apropiado para garantizar la interpretación de su esencia conceptual.
En efecto, hemos visto como, a veces, por la falta de un concepto general de “acto posesorio” se le atribuye dicho carácter a supuestos
que distan mucho de la voluntad legal2.
1
SALVAT, Raymundo M. “Tratado de Derecho Civil Argentino – Derechos Reales”, Ed.
TEA, 5ta. Edición Bs.As. 1961, Tomo I, pág. 113. HIGHTON, Elena I. “Derechos Reales –
Posesión”, Ed. Ariel, Bs.As. 1979, Nº 95, pág. 70.
2
El Decreto Ley 5756/58 establece que se admitirá toda clase de antecedentes… introduciendo, a la vez la exigencia de la demostración del cumplimiento de las cargas fiscales, pero como
uno de los medios tendientes a la comprobación de la existencia y continuidad de los actos
posesorios”. Cám. Civil 2º de Córdoba, “Segovia, Ramón – Usucapión” en La Ley, Córdoba,
1988, pág. 888. LEVITÁN, José, en “Prescripción Adquisitiva de Dominio”, Ed. Astrea,
Bs.As. 1979, pág. 214 , destaca que la importancia especial que la ley asigna al pago de im-
2
Hay una serie de actos posesorios que no presentan ninguna
dificultad en cuanto a adjudicarles dicho carácter, dado su encuadre
perfecto dentro de la normativa del art. 2384 del C.C. Así, por ejemplo,
nadie duda en atribuirlo a una ocupación, alambrado o cercado, edificación en general o mejora de la existente, a la siembra o plantación,
etc.
Pero hay algunos supuestos que no aparecen con claridad, sea
por no figurar en la enumeración del art. 2384 citado, sea por no participar exactamente su sustancia. Así lo vemos por ejemplo, en el caso
de la mensura que, configurará sin duda alguna un acto posesorio 3.
III- CONCEPTO DE ACTO POSESORIO – PRESUPUESTOS
Creemos pues, en definitiva, que es importante partir de un concepto genérico de acto posesorio para facilitar el análisis de supuestos
no contemplados expresamente.
Ello nos mueve, procurando completar la noción de acto posesorio, a la luz del art. 2384 y todas las normas complementarias del Código Civil, a decir que: Acto posesorio es un hecho voluntario que produce una modificación física sobre la cosa supuestamente poseída y que
permite llegar al convencimiento de haber estado en contacto con ella
con ánimo de dueño.
Destacaremos del concepto apuntado, los siguientes elementos:
1) Hecho voluntario; 2) Modificación física; 3) Contacto y 4) Ánimo de
dueño.
Veamos cada uno de ellos por separado:
1) HECHO VOLUNTARIO:
puesto hace que equivocadamente se esgrima, en algún fallo, la falta de pago como presunción
en contra del prescribiente.
3
Partimos de la base de una mensura efectuada correctamente; es decir concurriendo al lugar y
produciendo in situ todas las actividades pertinentes. En contra Raymundo M. SALVAT,
Ob.cit. Tomo I, pág. 112,
3
La posesión exige, por ley, la participación de la voluntad, puesto
que se necesita el “animus domini” característico de nuestro sistema
subjetivista savignyano. Este elemento del concepto propuesto, procura distinguir los actos posesorios de las meras coincidencias o casualidades producidas por modificaciones físicas accidentales, como la tala
accidental de un árbol por un accidente automovilístico o la ruptura del
cerco perimetral por el mismo hecho. Se necesita pues un obrar voluntario procurando especialmente, en pleno uso de facultades, realizar
esa conducta.
2) MODIFICACIÓN FÍSICA:
Al ser la posesión un hecho4 resulta obvio que se haga manifiesta por situaciones también fácticas. Se necesitará que la cosa que se
pretende poseída sufra, aunque sea temporariamente, un cambio ostensible en el mundo de los fenómenos. Su ocupación, construcción,
demolición, etc. configurarán la modificación exigida. Ello elimina la
posibilidad de considerar actos posesorios a todas aquellas modificaciones puramente jurídicas, como ventas sin tradición o constitución de
gravámenes5. Lo mismo ocurrirá respecto del pago de los impuestos o
tasas que, a pesar de ser considerados especialmente como pruebas
importantes en la ley 14.159, artículo 24, inc. c), no producirán la modificación física que aquí exigimos. El pago de los impuestos o tasas
pues, sólo exteriorizará, y en algunos casos, el ánimo de poseer, al que
nos referiremos más adelante6.
4
No quedan casi autores, en la doctrina nacional que pregonen la posesión como derecho. Sí lo
hacen Guillermo A. Borda “Derechos Reales”, Ed. Perrot, Bs.As. 1976, pág. 34 “(...) desde
luego es un derecho real”) y Emilio Díaz Reyna, en sus clases.
5
VENTURA, Gabriel B. En “La usucapión opuesta al acreedor hipotecario” en LL. Córdoba,
1988, decíamos: “Al poseedor usucapiente no le es oponible la modificación jurídica que el
titular registral, abusando de su situación cartular y registral, haya intentado producir sobre la
cosa. La situación fáctica de su posesión le permite abstraerse de todo hecho o acto jurídico
que no afecte su relación real” pág. 616.
6
VENTURA, Gabriel B.; “Aspectos probatorios del juicio de usucapión”. En LL Córdoba,
1988, pág. 889. Dice Raymundo M. SALVAT, Ob.cit., pág. 114. Nº 135: “(...) esos impuestos
pueden ser abonados por cualquiera y en consecuencia, ocurrirá algunas veces que ellos serán
inaceptables, como actos posesorios”. En igual sentido ver Néstor LAPALMA BOUVIER; “El
4
3) CONTACTO:
Además de la voluntad aplicada a modificar físicamente la cosa,
será menester que haya un contacto con ella, puesto que resultará recién así configurado el elemento “corpus” de la posesión, exigido en la
definición contenida en el art. 2351 del Código Civil. Por cierto que no
será necesario efectuar este contacto en forma personal ni en su sentido literal. Lo primero, porque bien puede valerse el supuesto poseedor,
de personas que lo representen, como lo sería cualquier empleado que
realizara refacciones, mensuras o cualquier otro acto con características posesorias; y lo segundo porque no habremos de necesitar que el
contacto sea sobre la totalidad de la cosa. Como bien explica el propio
art. 2384 del C.C., basta con que recaiga sobre alguna de sus partes.
Por otra parte, siempre esta expresión “tomar contacto”, debe interpretarse en su sentido más amplio como posibilidad física de tomar la cosa
o disponer de ella y, esta posibilidad (lo explica Vélez en nota al art.
2374 del C.C. citando a Savigny) puede existir aun sin el contacto.
Desde este punto de vista, la autorización de la poseedora para
dejar entrar animales a pastar, supuesto que se acreditó testimonialmente en el caso analizado, configura sin duda un acto posesorio como
se resolvió.
4) ANIMO DE DUEÑO:
Si se consideran los actos posesorios como elementos probatorios de su existencia y del inicio de la posesión, es lógico que éstos
deban participar de los elementos de aquella. En definitiva, los actos
posesorios no son más que consecuencia del ejercicio de la posesión.
Por ello se necesitará en el supuesto poseedor el ánimo expreso de
dueño en el momento de producir un acto posesorio. Así, por ejemplo,
la modificación que realice el locatario, aun sin autorización del locador,
Proceso de Usucapión”, Ed. Rubinzal Culzoni, Santa Fe 1979, pág. 165 y Beatriz AREÁN DE
DÍAZ DE VIVAR; “Juicio de Usucapión”, Ed. Hammurabi, Bs.As. 1984, pág. 282.
5
sobre el inmueble alquilado, no configurará un acto posesorio; al igual
que su misma ocupación; ya que tales actitudes sólo se efectúan en
representación de la posesión del dueño (art. 2352 C.C.).
IV- EL TÍTULO DE APOYO A LA POSESIÓN
La norma del art. 4003 del C.C. prevé que: “se presume que el
poseedor actual, que presente en apoyo de su posesión un título traslativo de la propiedad, ha poseído desde la fecha del título, si no se probare lo contrario.
Como es de imaginar este dispositivo encuentra su aplicación
específica en los supuestos de prescripción decenal 7; aquella que exige la existencia de título y buena fe. Creemos, sin embargo, que la amplitud de la norma permite su aplicación analógica para el caso de la
usucapión veinteañal.
Cabe aclarar que, en su iter probatorio, el usucapiente tiene amplitud de géneros a los que puede acudir, sin restricción alguna. El juzgador sí tiene prohibido basar su fallo favorable al usucapiente sólo en
la prueba testimonial; pero el poseedor puede, en definitiva acudir a los
elementos que crea convenientes. Por ello no es raro y resulta recomendable, a las pretensiones del poseedor, presentar títulos que “apoyen” su posesión. Títulos que sólo podrán referirse a derechos reales
sobre la cosa poseída, puesto que la posesión, como hecho, no precisa
título alguno que la genere.
Ahora bien, si consideramos conveniente y posible la valoración
de los títulos presentados a los fines del art. 4003 del C.C., es decir
sólo para procurar una prueba más de la fecha de la posesión, debemos precisar qué debe entenderse por título dentro de esta normativa.
7
MUSTO, Néstor J.; “Derechos Reales”, Ed. Rubinzal Culzoni, Santa Fe 1983, pág. 255.
6
El entorno de la norma del art. 4003 del C.C. está referido a la
usucapión decenal que, como dijimos exige justo título, entre otros requisitos. Si justo título es aquel que hubiera transmitido realmente la
propiedad de la cosa, si el que lo otorgó hubiera sido señor de ella, debemos concluir que el artículo 4003 se refiere al título con todas las
condiciones que la ley exige (art. 4010 del C.C.) en cuanto a forma e
idoneidad de la causa traslativa (venta, permuta, donación, etc.). Exigiremos entonces: Escritura pública (art. 1184 inc. 1) y causa generadora
idónea para transferir el derecho real que se pretende usucapir.
Sin embargo, a la luz de la “ratio legis”, los motivos del legislador
han sido procurar una prueba eficaz del inicio de la posesión ad usucapionem”; y tal situación se puede perfectamente dar en los casos en
que falte la escritura pública o cuando ella no sea traslativa de la propiedad. En nuestra opinión, la presentación de un boleto privado con
fecha cierta, aun no siendo justo título podría funcionar a los fines del
art. 4003 y hacer presumir a favor del usucapiente, en determinadas
circunstancias, que posee desde la fecha del mismo si ello surgiera de
dicha documental. Igual situación se presentaría en el supuesto de presentarse, por ejemplo, una cesión de derechos posesorios o hereditarios, si en ellas se menciona el traspaso de la posesión.
En el caso de autos los actores presentan títulos traslativos que
implican antecedentes dominiales de su posesión y en sus agravios los
apelantes reprochan que dichos títulos no corresponden exactamente a
lo que poseen sino a parte de ello. La Cámara aplicando correctamente
los principios que sustentamos entiende que tal mención y presentación de títulos lo es a los fines del art. 4003 y permite presumir, salvo
prueba en contrario, la fecha de la posesión.
7
CONCLUSIONES
1.
La enumeración a la que recurre el art. 2384 de algunos actos posesorios, no es la forma más apropiada
para garantizar la correcta interpretación de la sustancia de los mismos.
2.
La falta de un concepto genérico legal de acto posesorio, posibilita la atribución de dicho carácter a supuestos
que distan mucho de su esencia conceptual.
3.
Acto posesorio es un hecho voluntario que produce una
modificación física sobre la cosa supuestamente poseída y que permite llegar al convencimiento de haber estado en contacto con ella con el ánimo de dueño.
4.
La norma del art. 4003 del C.C. aunque referida estrictamente a supuestos de prescripción decenal, no impide su aplicación analógica a la usucapión veinteañal
para facilitar la prueba del tiempo de iniciación de la
posesión.
5.
La expresión “título traslativo de propiedad” que utiliza
la norma del art. 4003 del C.C., cuando se aplica a supuestos de usucapión veinteañal, debe interpretarse en
sentido amplio.
6.
En consecuencia es admisible como aporte probatorio
de la fecha de iniciación de la posesión, cualquier documento con pretensión traslativa aunque no revista las
formalidades legales, como un boleto de compraventa
con fecha cierta o aunque no fuere traslativa de la propiedad, como una cesión de derechos posesorios o
hereditarios, si en los respectivos instrumentos se hace
mención a la entrega de la posesión.
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