La Audiencia Nacional declara nulos los 821 despidos de Coca-Cola

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09 julio, 2014 | Fundación Ideas para la Paz
La Audiencia Nacional
declara nulos los 821
despidos de Coca-Cola
Marcos de Quinto: “Las fábricas seguirán cerradas”
Marcos de Quinto, presidente de Coca-Cola España, ha salido a
defender à la embotelladora a través de Twitter. El ejecutivo, que
ha utilizado esta red social en multitud de ocasiones para criticar
a los sindicatos que han negociado el ERE en Coca-Cola Iberian
Partners, ha asegurado que los despidos seguirán adelante. “Las
fabricas que cerraron seguirán cerradas, la sentencia se
recurrirá y el ERE seguirá”, ha dicho en su cuenta de Twitter.
Jun 13, 2014 12:00AM
Tras conocerse la sentencia que anula los despidos de Coca-Cola
esta mañana, en la red social muchos usuarios han comenzado a
interpelar a De Quinto, muy activo habitualmente en Twitter. La
respuesta del presidente de Coca-Cola se ha hecho esperar, pero
ha llegado a media tarde. Además de comunicar que el ERE
seguirá adelante, ha vuelto a criticar a los sindicatos: “El
aparente triunfo sindical no lo es para los trabajadores: mientras
los primeros brindan, los segundos rezan”, ha dicho.
“Vamos a exigir la reincorporación de los trabajadores”, ha
señalado José Vicente Canet, Secretario de Acción Sindical de la
federación agroalimentaria de CC OO, que ha explicado que el
sindicato está estudiando el fallo, que acaba de conocer. CSIF,
por su parte, exige à la empresa su ejecución “eliminando así
sufrimiento e incertidumbre de los trabajadores afectados” y le
pide que abra una negociación para dar una solución “razonable”
al conflicto. UGT, en un comunicado, también ha pedido que la
compañía proceda a solucionar “sus problemas empresariales
abriendo una negociación con las centrales sindicales en la que
el empleo no se vea afectado”.
Trabajadores de Coca-Cola se concentran ante la Audiencia
Nacional /EFE
La Sala de lo Social de la Audiencia Nacional ha declarado nulo
el proceso de despido colectivo de 1.190 trabajadores puesto en
marcha por Coca-Cola[1] Iberian Partners (CCIP), de los que
finalmente ejecutó 821, y que supuso el cierre de las fábricas de
Fuenlabrada (Madrid), Mallorca, Alicante y Asturias[2]. Además,
obliga à la readmisión de los despedidos, con abono de los
salarios dejados de percibir. La sentencia considera que la
compañía, que llevó a cabo los despidos el pasado mes de abril,
no realizó adecuadamente el proceso de fusión por el que ocho
embotelladoras se unieron en una, y no comunicaron el cambio
de empresa a los representantes de los trabajadores. También
destaca que no se informó como correspondía a los sindicatos de
los planes de reestructuración y que se produjeron prácticas de
esquirolaje (que también reconoció Inspección de Trabajo)[3], al
trasladar la distribución de producto de las plantas en huelga a
otras en activo.
Pero la empresa, de momento, no tiene intención de acatar la
sentencia. Ha confirmado que recurrirá la decisión ante el
Supremo, aunque los sindicatos tienen la posibilidad de solicitar
en la Audiencia Nacional la ejecución de la misma si no negocian
un acuerdo con la empresa. El fallo afecta única y
exclusivamente a los trabajadores que hayan sido despedidos en
virtud del despido colectivo impugnado y no a los que hayan
cesado su relación laboral por otras causas.
Tras la decisión de la Audiencia Nacional, la filial española de la
multinacional Coca-Cola (no la embotelladora) ha sido quien ha
emitido un comunicado, en el que señala que la nulidad de los
despidos es “incomprensible” y asegura que la sentencia “no
afecta à la situación de las cuatro plantas que se han cerrado”.
Tampoco supone “la reincorporación automática de los
trabajadores afectados, que tendrán que aguardar a una
sentencia firme tras el recurso”, advierte la multinacional. Dice
que la sentencia genera “incertidumbre” sobre los trabajadores
que se acogieron al plan voluntario de salidas o traslados y
considera si no “hay que plantearse si esta sentencia no acabará
perjudicando finalmente a los intereses de los trabajadores”.
La empresa considera “incomprensible” la nulidad y dice que “no
afecta à la situación de las cuatro plantas que se han cerrado”
La sentencia de la Audiencia Nacional abre un panorama
complicado à la embotelladora de Coca-Cola, ya que las cuatro
fábricas que cerró y donde se produjeron los despidos (las cartas
de despido se enviaron en abril), llevan ya tiempo sin
funcionamiento. La solución a este conflicto no será fácil, porque
buena parte de los trabajadores, especialmente los de la planta
de Fuenlabrada, ya advirtieron de que no aceptarían pactar
despidos, aunque sobre la mesa hubiera indemnizaciones muy
cuantiosas. El comité de empresa defendió en enero que solo
negociarán si la empresa acepta un plan industrial que pase por
mantener los puestos de trabajo en Madrid. Y la compañía se
niega a mantener esa fábrica abierta. Durante el periodo de
negociación del ERE ofreció traslados a otra ciudad e
indemnizaciones de 45 días por año trabajado con un tope de 42
mensualidades. No hubo acuerdo, porque suponía destruir los
puestos de trabajo.
Las cuatro fábricas que cerró Coca-Cola y donde deberán
reincorporarse los despedidos llevan tiempo sin producción
La empresa considera contradictorio que “la sentencia valide que
el embotellador sí es un grupo de empresas y que la mesa de
negociación estaba bien constituida”, y que no cuestione la
justificación del ERE (realizado por causas organizativas), pero
que aun así tome la decisión de anular los despidos. “La razón
por la que la sentencia declara nulo el proceso es que no se dio à
la representación sindical un plan industrial claro que hubiera
1
Falta de información sobre la reestructuración
ayudado a entender la complejidad de todo el proceso, lo que no
había sido cuestionado por los sindicatos ni es un requisito
exigido por la ley. Además, el embotellador entregó a los
representantes de los trabajadores toda la documentación
precisa para explicar dicho plan”, defiende.
En relación con la falta de información facilitada por la empresa,
la sentencia también explica que Coca-Cola Iberian Partners
debió haber entregado à la comisión negociadora un plan
detallando los planes de reestructuración respecto de la
producción. “No se ha proporcionado la información reclamada
por los representantes de los trabajadores durante la negociación
(…) sobre cuál era la forma de distribuir la producción entre
plantas y líneas antes de la reestructuración y cómo se prevé
hacerlo después. Y esa información sí era relevante para valorar
las causas y negociar sobre la posibilidad de evitar o reducir los
despidos y sus efectos, por lo que esa omisión informativa sí se
anuda à la consecuencia de la nulidad del despido”, recalcan los
magistrados.
Los sindicatos piden la readmisión inmediata
La sentencia de la Sala de lo Social estima las demandas de los
sindicatos UGT, CC OO y CSIF contra la decisión extintiva de la
empresa, que argumentó causas organizativas y productivas para
poner en marcha esa medida. La resolución de la Sala explica
que el origen del conflicto viene de la fusión de las ocho
embotelladoras que la marca tenía[4] en la península ibérica en
una sola, en un proceso de integración del que resultó Coca-Cola
Iberian Partners como compañía autorizada para preparar y
envasar las bebidas en España y Portugal.
La Sala acepta otro de los argumentos de los demandantes
respecto à la irregularidad de las prácticas de “esquirolaje”
puestas en práctica por la compañía de bebidas durante la
huelga masiva de los trabajadores de la planta de Fuenlabrada.
El fallo considera que la empresa “desactivó” de forma “ilícita el
ejercicio de la huelga por parte de los trabajadores”.
Fruto de esa fusión, la compañía puso en marcha una serie de
ajustes que le permitieran un ahorro de costes, entre los que
estaba reducir la plantilla a través de diferentes medidas como
las prejubilaciones, las bajas incentivadas o las recolocaciones,
así como los despidos forzosos en caso de que no se llegara al
objetivo de la reestructuración. Los sindicatos se negaron a
aceptar el acuerdo si ello suponía el cierre de fábricas, como
efectivamente ocurrió con las de Fuenlabrada, Palma de
Mallorca, Alicante y Asturias.
La conducta, describe la sentencia, consistió en modificar las
rutas de distribución del producto de otras factorías para
suministrar producto a Madrid, algo que también da un
argumento para dictar la nulidad, dado que de esa forma se
desactivó la eficacia de la huelga, que es un instrumento lícito de
los trabajadores en el marco de la negociación del despido
colectivo. En este punto, la resolución, que puede ser recurrida
ante el Tribunal Supremo, recuerda que la Inspección de Trabajo
y Seguridad Social investigó esos hechos[5] y los consideró
contrarios al derecho fundamental de huelga.
Ahora, la Sala de lo Social declara nulo el despido colectivo por
cuanto el nuevo empleador es un grupo de empresas laboral que
nunca se ha constituido formalmente como empresario, no
habiendo informado ni negociado el cambio de empresario con
los representantes de los trabajadores, que se encontraron
sorpresivamente dicho cambio al ser convocados para negociar
el despido colectivo, a pesar de mantenerse de alta cada uno
para su empresa respectiva. “Se ha producido, por tanto, un
completo y manifiesto incumplimiento de las obligaciones de
información, consulta y negociación en el supuesto de cambio de
titularidad de la empresa. Y no se trata de un incumplimiento
situado en el pasado (…) es un incumplimiento que se mantiene
en el presente y se proyecta sobre el periodo de consultas del
despido colectivo, porque en ese momento la información y
documentación sobre la constitución del grupo era todavía
incompleta”, dicen los jueces.
Referencias
1.^
Coca-Cola (elpais.com)
2.^
que supuso el cierre de las fábricas de Fuenlabrada
(Madrid), Mallorca, Alicante y Asturias
(economia.elpais.com)
3.^
(que también reconoció Inspección de Trabajo)
(economia.elpais.com)
4.^
viene de la fusión de las ocho embotelladoras que la marca
tenía (economia.elpais.com)
Añaden que la forma de proceder “al constituir el ámbito del
despido sin ni siquiera haber informado a los trabajadores del
cambio de empresario no puede en modo alguno considerase
conforme con una mínima exigencia de buena fe negocial.
Concurre por ello causa de nulidad del despido colectivo”,
subrayan.
5.^
recuerda que la Inspección de Trabajo y Seguridad Social
investigó esos hechos (economia.elpais.com)
2
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