Sobre la Asamblea Nacional de Frankfurt de 1848 La revolución -de 1848-pretendía lograr un régimen constitucional en los Estados particulares y, sobre todo, la unidad alemana. En Frankfurt se reunieron cincuenta representantes del movimiento revolucionario unificador, procedentes de todos los Estados alemanes, con el fin de preparar una Asamblea Nacional de carácter constitucional, elegida libremente. El reconocimiento de sus acuerdos por la Dieta Federal y los gobiernos particulares, proporcionó la base jurídica al «Parlamento de Frankfurt», elegido por sufragio libre, y cuya apertura se celebró el 18 de mayo de 1848 en la «Paulkirche». Esta Asamblea contaba entre sus miembros con la elite espiritual de Alemania; ocupaban sus escaños profesores de Universidad, escritores, juristas y destacados hombres de negocios. Unidad y constitución eran el objetivo de todos los diputados. Se eligió un Regente provisional del Imperio, que debía gobernar hasta que quedara resuelta definitivamente la cuestión del poder ejecutivo. La elección recayó sobre el archiduque Juan de Austria, príncipe de tendencias liberales, que formó un Ministerio del Imperio. Pronto se advirtió, sin embargo, que la revolución perdía impulso en los Estados particulares. Para el futuro del Parlamento de Frankfurt la cuestión decisiva estaba en si los grandes y pequeños soberanos se hallaban dispuestos a renunciar, en parte o del todo, a su soberanía a favor de un Imperio alemán unificado. Mientras los príncipes consideraban intangible su independencia, el Ministerio del Imperio y el parlamento carecían de los instrumentos típicos del poder del Estado, ejército y policía. Sin haber puesto en claro este problema esencial, los hombres de Frankfurt se pusieron a elaborar la Constitución. Hubo acuerdo en lo que se refiere a los derechos fundamentales. Los problemas de la extensión del Imperio, las relaciones con los Estados particulares y la distribución de los poderes, ocasionaron dificultades. El mayor obstáculo para la resolución de estas cuestiones era Austria. El sucesor de Metternich, el príncipe Schwarzenberg, se negaba radicalmente a comprometer la existencia de la Monarquía Danubiana. Exigía por esta causa la incorporación integral de la Monarquía al Imperio que se pretendía fundar y el reconocimiento de la supremacía austríaca. Los parlamentarios comprendieron claramente que con ello se ponía en grave peligro la unidad alemana. Por una decisión de 267 votos contra 263, se acordó renunciar a la llamada solución de la Gran Alemania y unificar Alemania bajo la dirección de Prusia, elevando al Rey de Prusia al rango de Emperador hereditario. El Imperio de la pequeña Alemania quedaría unido a Austria por una alianza. Los poderes del futuro Emperador quedarían limita-dos por la Constitución aprobada y un parlamento elegido libremente. La Asamblea Nacional de Frankfurt eligió al Rey de Prusia Emperador de Alemania el 28 de marzo de 1849. Un diputado de la Asamblea ofreció, en nombre del pueblo alemán, la Corona Imperial a Federico Guillermo IV. El Rey de Prusia condicionó la aceptación a la aprobación del resto de los príncipes alemanes, lo que equivalía a una negativa. Federico Guillermo IV se negaba a ser Emperador por la gracia del pueblo. Veía en la corona que se le ofrecía «un collar de perro con el que se intenta encadenarme ala revolución de 1848». Inmediatamente después de la elección imperial, se ordenó regresar a su patria a los diputados austríacos. El Parlamento de Frankfurt se disolvió. La parte principal del Parlamento continuó celebrando sus sesiones en Stuttgart, pero se le obligó a salir de la ciudad por la fuerza.FUENTE: TENBROCK, R.H.: Historia de Alemania, Hueber-Schonningh, München-Paderborn. 1968. pp. 193-196. Fuente: http://www.historiacontemporanea.com/pages/bloque1/el-avance-del-liberalismo-en-europa-de-1820-y-1848/documentos_historicos/sobre-la-asamblea-nacional-de-frankfurt-de-1848 Última versión: 2016-11-19 09:33 - 1 dee 1 -