San Mateo 2014 Carbayones, forasteros, este es el segundo pregón

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San Mateo 2014
Carbayones, forasteros, este es el segundo pregón
que doy en mi vida, el anterior lo hice cantando, así
que este será el primero en un formato convencional.
Como no soy pregonero profesional, que haberlos
haylos, voy a tratar de huir de lugares comunes, aunque no
creo que lo consiga.
La primera vez que yo pisé Oviedo, tenía cinco años,
entonces se viajaba poco, vine de la mano de mi padre, el
ferroviario, veníamos a dejar unas flores en la fosa común
del cementerio donde está enterrado mi abuelo Angel y
desde entonces todos los años repetíamos por Todos los
Santos la visita. Mi padre dejaba las flores en un lugar
donde el tenía la corazonada que podía estar, siempre en el
mismo sitio. Durante años, de vuelta a casa, siempre
le preguntaba que porqué habían matado al abuelo y
siempre me respondía que por robar una cesta de
huevos.
Antes de llegar a la estación de Renfe para volver a
Mieres entrábamos en el Campo San Francisco a ver la
jaula de los osos y me compraba un cucurucho de castañes
asaes en la calle Uría.
Desde muy pequeño también, la otra visita obligada
era el Dia de América en Asturias, fiesta creada por
Alfonso Iglesias, inventor del madreñogiro, que los
mayores recordarán porque era el autor de aquella
historieta llamada Pinin y añadía, que de Pinón ye sobrín y
cuyos cromos coleccionábamos porque venían dentro de
las tabletas de chocolate La Cibeles; aquella era una fiesta
magnífica, llena de color, en una España en blanco y
negro, con carrozas imponentes llenas de neñes guapes y
unos haigas que nunca supe de donde salían porque no te
los cruzabas por la calle. Volvía para Mieres cargado de
serpentinas y feliz, soñando con el próximo desfile y con
aquella nenina roxia que sentada en aquel trono, nos tiraba
confeti a nosotros, que la mirábamos con fame, no de
comida exactamente.
Un día empecé a cantar y escribir canciones y desde
entonces he cantado en Oviedo en muchos lugares.
Cuando empezaba y era un pipiolo, en Kopa Club que ya
no existe y cuando comenzaba a ser conocido con “La
romería” y ”El abuelo Vitor” me contrató la SOF para
cantar dentro del Museo Arquelógico, yo solo con la
guitarra. Luego he cantado en el Campoamor, en el
Principado, en la Plaza de Toros, en el Palacio de los
Deportes, en el Campo de San Francisco, en la
inauguración de La Losa junto a Hevia, en San
Lázaro…Una lista interminable. Siempre me he sentido
muy bien recibido, muy querido.
Es Oviedo una ciudad literaria y musical por excelencia.
A través de Clarín y su Regenta podemos adentrarnos en
el pasado, en esta fisonomía de ciudad, de la que Leopoldo
Alas reconocería la almendra, el casco histórico, si
volviera a la vida, eso si, seguro que apreciaría que está
mucho mas limpia y pulida.
No ha sido solamente conocida como Oviedo en los
libros, también ha sido Vetusta, Lancia, Fontán, Carbayo o
Pilares como en la novela “Tigre Juan” de Perez de Ayala
donde nos cuenta penas y alegrías de El Fontán. Todas
estas calles que tenemos alrededor vieron crecer a un
poeta extraordinario y por encima de todo, buena persona,
un ser de otra galaxia, mi querido amigo Angel González,
uno de los grandes poetas de la generación del 50; el
escribió a propósito de Oviedo:
Ciudad de sucias tejas soleadas:
casi eres realidad, apenas nido
sólo un rumor, un humo desprendido,
de las praderas verdes y asombradas.
Luego hay hombres de vidas apretadas
a tu destino semiderruido
y muchachas que crecen entre el ruido
cual si estuvieran entre amor sembradas.
A casi todas miro tiernamente,
y los viejos alegran tus afueras
con sus traviesas cabelleras blancas.
Yo estoy contento y, cariñosamente,
caballo gris me gustaría que fueras
para darte palmadas en las ancas.
Musicalmente, de todos son conocidas, aquí y mundo
adelante, las temporadas de Opera y los Ciclos de
Conciertos Musicales. Pero me gustaría mencionar la
extraordinaria, impagable labor de un ovetense ilustre,
musicólogo, compositor, concertista, Eduardo Martínez
Torner que investigó, recopiló y publicó sobre la música
popular asturiana trabajos dignos de admiración y a cuyas
partituras nos hemos asomado alguna vez todos los que
nos dedicamos a la música. Yo, concretamente, para
rastrear, conocer y descubrir joyas de la música popular
asturiana y recrearlas en mi disco “Verde” allá por 1973.
Oviedo siempre fue muy guapa, no ye de ahora, ahora
está mas limpia pero guapa fue siempre; la armonía y
conservación del casco histórico admira a los forasteros.
Los que vivís en Oviedo no se si sabéis muy bien lo que
tenéis.
Bueno, cuando Miguel prenda el volaor vamos a dejaros
porque tenemos unes cosines que hacer dentro de un rato
en La Ería. Os deseo que paséis unas inmejorables fiestas
de San Mateo, que bebáis con mesura y si tenéis que
conducir, no bebáis nada, que hay muchas maneras de
divertirse sin perder la cabeza. Que tengáis un año
extraordinario, que se cumplan vuestros deseos y que seáis
razonablemente felices. Salud y trabajo para todos. Viva
San Mateo, Viva Oviedo y Puxa Asturies.
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