www.eldonasistencia.com TALLER: Cómo abordar los problemas de Celos y Rivalidad entre hermanos OBJETIVO. Entender qué son los celos, el por qué se producen, cómo se manifiestan y qué estrategias llevar a cabo para minimizar sus consecuencias y la rivalidad. Los celos y la rivalidad entre hermanos la debemos entender como un hecho natural y normal, que no podemos evitar que suceda, independientemente de la edad. Forma parte de una etapa normal y necesaria en el desarrollo evolutivo y ayuda a los niñ@s a madurar emocionalmente. Cada individuo es único y quiere ser único para los demás, sobre todo para aquellas personas que son significativas en su vida y a las que ama. Cuando alguien tiene la percepción de que deja de ser amado, atendido, querido… por la persona “amada” porque existe otra persona que “rivaliza” por su atención y cariño, se producen los CELOS. Es un estado subjetivo. Citando a Mimí Plugiano “Todos somos celosos porque todos nacemos con dos miedos: a la pérdida y al ataque”. Cuando se desarrolla la capacidad de admitir la existencia de los otros estos miedos desaparecen, pero cuando hay intensos sentimientos de inseguridad, hostilidad, autocompasión e incluso depresión, porque queremos ejercer un control absoluto sobre la “otra persona”, estos celos son patológicos. En la infancia y en nuestros hij@s hay que observar que la celotipia no sea exagerada, produzca un gran malestar y se prolongue en el tiempo. Hay diversas variables que influyen para que se den los celos entre hermanos: 1.- La personalidad y el temperamento de los niñ@s. Es más probable que desarrollen celos los niños con un temperamento sensible, metódico y detallista, con poca tolerancia a los cambios y con esquemas de comportamiento rígidos. También son más habituales en los niños que presentan poca capacidad para expresar sus sentimientos. 2.- La percepción de la realidad, dado que no existe una realidad objetiva cuando hablamos de sentimientos y percepciones, puesto que cada niñ@ construye “su realidad” en base a su carácter, historia personal e interpretación de los hechos. Página 1 de 5 www.eldonasistencia.com Como padres podemos pensar que tratamos por igual a nuestros hij@s y que somos ecuánimes, pero alguno de ellos puede interpretarlo de forma diferente, pensando que su hermano tiene más privilegios o un trato de favor. 3.- La etapa evolutiva. La etapa más sensible es la de apego, de los 2 a los 4-5 años. Cuanta mayor capacidad de adaptación exista, mayor será también la capacidad de afrontar una nueva situación. 4.- El modelo familiar. Si en la familia existe un estilo educativo abierto, comunicativo, afectivos, donde se destaca lo mejor de cada uno, se minimizan los celos. Ante la llegada de un nuevo hermano, el estado anímico y emocional de la madre tras el parto, puede ser un factor de riesgo desencadenante de los celos. Cuando hablamos de modelo educativo, hay que prestar atención a los extremos, que como casi siempre tienen que cuidarse, dado que pueden producirse desajustes conductuales. Niñ@s con carencias afectivas Necesidad continúa de atención Poca tolerancia a compartir Niñ@s con afecto excesivo Demandantes Prepotentes Tod@s necesitamos tener un papel o “rol” en nuestra familia, y cada individuo intentará marcar “la diferencia” que le haga único, para conseguir la atención y el amor de sus seres queridos. Nuestros hij@s “rivalizarán” por conseguir que su “rol” capte nuestra atención y amor. Algunas de las conductas que manifiestan celos entre hermanos son: Comportamientos regresivos (en los primogénitos) Llamadas de atención, mediante conductas y comportamientos disruptivos. Problemas de sueño y/o alimentación Dificultades sociales y/o académicas Expresión de sentimientos hostiles Tristeza e infelicidad Negación sistemática de sus errores o conductas Culpabilización de los demás Generalmente estas conductas son transitorias y puntuales, pero si persisten es necesario reforzar la autoestima del niño, darle seguridad y afecto, establecer una eficaz comunicación de sentimientos y empatizar con ellos. Página 2 de 5 www.eldonasistencia.com Es un error “obligarle” con nuestros mensajes a que quiera a su hermano, dado que el querer a alguien es un sentimiento que surge espontáneamente, por lo que debemos darle tiempo. Hay ocasiones en las que una conducta se perpetúa para obtener la atención deseada, privilegios, o para mantener una posición de aparente fragilidad que usará en su beneficio. La rivalidad entre hermanos es NATURAL. Un herman@ es a la vez aliado y enemigo, rival y confidente, compañero y oponente. Es una de las relaciones más ricas y complejas, que conllevan múltiples ventajas, que debemos saber transmitir a nuestros hij@s: Enseñan a compartir cosas materiales y atención, y a querer y dejarse querer sin tendencia a la posesión. Ayudan a conocerse a sí mismo, las aptitudes, los talentos, los límites, las relaciones personales… Entrenan habilidades sociales Proporcionan mecanismos de control de impulsos Es normal que los hermanos rivalicen, discutan y se pelen, tienen para ello múltiples motivos: Divertirse Desahogarse Conseguir atención Defender sus derechos Herir Demostrar control …etc… La reacción de los padres ante estas manifestaciones es de suma importancia para canalizarlas, y nuestra actitud siempre debe estar basada en la educación, la conciliación y la mediación. Las pautas básicas de prevención ante las riñas de nuestros hij@s deben ser: 1. Establecer normas claras sobre los comportamientos permitidos y las consecuencias de estos. 2. Hacerles sentirse únicos y especiales, dedicándoles un tiempo exclusivo y evitando las comparaciones 3. No intervenir sistemáticamente, ni de inmediato, hay que intentar que ellos solucionen sus problemas o diferencias. Página 3 de 5 www.eldonasistencia.com No obstante, hay ocasiones en las que se hace imprescindible, por la situación, intervenir o mediar. Algunas estrategias para llevar a cabo con éxito esta mediación son: • • • • • Reconoce sus sentimientos (“parece que estáis…..”) Escucha el punto de vista de cada uno Devuélveles su punto de vista sin dar tu opinión (“Pablo dice que…..y tú Marta dices….”) Enuncia el problema (“por lo que me contáis, parece que….”) Invítales a que solucionen el problema Si no son capaces de llegar a una solución ofréceles tu ayuda sin juzgar, recordándoles las normas, invitándoles a negociar y llegando a un consenso y solución del conflicto. Cuando se dé un comportamiento incorrecto, inaceptable y/o disruptivo, que requiere intervención inmediata, la primera estrategia es “parar la situación”, separándoles si se están pegando o haciéndoles callar si se están insultando abusivamente, y establecer un “tiempo fuera”, para calmar la situación y ayudar a la reflexión. La relación entre los hermanos debemos hacer que sean fluidas y positivas. Algunas estrategias para mejorar la relación son: No forzar la interacción Aceptar sus sentimientos No “echar culpas” No juzgar No etiquetar No proteger ni pegar Utilizar el sentido del humor Programar actividades familiares Consultar con los hij@s y tener en cuenta sus intereses Invitarles a comunicar sentimientos Sacar siempre conclusiones positivas Algunas sugerencias de Adele Faber para responder de manera diferente ante los celos de un hermano: "Por qué vas a tener otro bebé? Yo no quiero a nadie más". En lugar de: "Verás cómo quieres al bebé. Vas a tener a alguien con quien jugar". Considera:"¿Eso es lo que sientes? Cuéntame más. Luego te diré que tú siempre serás mi único y queridísimo hijo mayor". Página 4 de 5 www.eldonasistencia.com Me gustaría que este bebé no hubiese nacido nunca". En lugar de: "¿Cómo puedes decir algo tan desagradable de tu hermanito?" Considera: "Algunas veces sí que te gusta el bebé, pero ahora no lo quieres aquí. Yo sé que los bebés pueden ser muy molestos a veces, pero cuando sea más mayor y puedas jugar con él te encantará" "¿A quién quieres más?" En lugar de: "Os quiero a los dos igual" Considera: "Esa es una pregunta muy difícil porque los dos sois especiales para mí. Os quiero a cada uno por ser como sois". "¡Ga, ga, gu gu … ua, ua … mamá!". En lugar de: "Deja de comportarte como un bebé. Ya eres un niño mayor". Considera: "¿Quieres jugar a los bebés? Ven, siéntate en mis rodillas para que te arrulle". "Siempre le prestas más atención a ella que a mí". En lugar de: "¡Eso no es verdad! Te presto atención constantemente". Considera: "¿Te gustaría pasar más tiempo conmigo? A mí también me gustaría pasar más tiempo contigo. ¿Quieres que juguemos los dos solos más tarde?" Por qué siempre te pones de su parte?" En lugar de: "Yo no me pongo siempre de su parte, pero a veces tú te comportas muy mal con tu hermanito". Considera: "¿Eso crees? ¿Por qué no me ayudas a entender mejor lo que sientes para que pueda ser justa con los dos?" "Odio a mi hermana" En lugar de: "No es verdad; quieres a tu hermana" Considera: "Algo de lo que ha dicho o hecho tu hermana te ha enfadado mucho". Bibliografía recomendada Adele Faber, Elaine Mazlish. Hermanos, no rivales. Ed. Medici 2010 Cuentos para trabajar los Celos y la Rivalidad David Montserrat. Un intruso en la habitación. Ed. La Galera. Colección dulces sueños Emily Menéndez-Aponte. Cuando nace un hermanito. Ed. San Pablo Nuria Figueras. El mediano. Ed. La Galera Roser Rius. Ana no quiere crecer. Ed. SM Trace Moroney. Cuando estoy celoso. Ed. SM Artículo “La mejor edad para tener un hermano” en www.guiadelniño.com Página 5 de 5