FLASH HOMEOPATÍA ¿Debe la sanidad pública escocesa financiar la homeopatía? Los servicios públicos sanitarios de la región escocesa de Lothian están considerando la posibilidad de retirar la homeopatía de su catálogo de prestaciones. Quienes están en contra de este método, aducen que no tiene ningún respaldo científico y que los resultados positivos se deben al efecto placebo. Los defensores, en cambio, sostienen que, dado que la homeopatía procura mejoras en muchos pacientes, debe estar incluida en el NHS. Los detractores de la homeopatía suelen argüir que este método terapéutico contradice las leyes de la física y de la química porque los ingredientes están tan diluidos que lo único que queda de ellos es una ‘memoria’ acuosa. La British Medical Association, la asociación que representa a los médicos en el Reino Unido, considera que la NHS debe dejar de financiar la homeopatía, ya que, según esta entidad, “no hay ninguna base científica que apoye su uso”. La Facultad de Homeopatía, por su parte, arguye que acusar a la homeopatía de falta de evidencias científicas supone cuando menos una inexactitud. Para la Dra. Sara Eames, presidenta de la facultad, los escépticos únicamente tienen en cuenta las conclusiones que refrendan sus puntos de vista, y que la homeopatía es un método terapéutico seguro y rentable, que puede contribuir a la sostenibilidad económica del NHS. Ya en 2010, la NHS de Highland suprimió la homeopatía de su catálogo, y ahora es la NHS de Lothian quien se plantea la supresión. La directora de salud pública de NHS Highland, Dra. Margaret Somerville dijo en su momento que “no hay evidencia” de que los remedios terapéuticos funcionen. El documento de trabajo del NHS Lothian explica que se han llevado a cabo muchos ensayos clínicos para averiguar si estos remedios son eficaces, y, cita un estudio de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de los Comunes que concluía que no había pruebas, más allá del efecto placebo, de que el uso de la homeopatía entrañe mejoras, por lo que resultaba injustificable destinar dinero público a este método. A este respecto, la Dra. Eames manifiesta que el comité “no era un órgano científico, sino político, por lo que su dictamen carece de fundamento científico. Además, alega en defensa de la inclusión de la homeopatía en el NHS, el hecho de que los homeópatas tienden a tratar lo que, para la medicina convencional, resulta inexplicable, y que muchos pacientes son derivados a los servicios homeopáticos después de que la medicina convencional no haya logrado en ellos ninguna mejora. En su opinión, es precisamente la compleja naturaleza de las enfermedades que trata la homeopatía lo que convierte en difícil la investigación acerca de su eficacia. “Cuando se plantea es algo impreciso, el estudio se complica”, señala. Pero Earnes no está sola en su defensa. Margaret Watt, de la Asociación de Pacientes de Escocia, cree que el acceso a los tratamientos homeopáticos es un “derecho humano”, dado que “hay mucha gente que cree en ellos”. Sin embargo, el Sr. Liddle, presidente de la Asociación de Escépticos de Edimburgo, una sociedad que promueve “la ciencia, la razón y el pensamiento independiente”, asegura que “no puede ser que un servicio de salud público prescriba placebos, porque eso puede llevar a pensar que los médicos mienten, lo que sería ética y moralmente inaceptable”. “Should the NHS pay for homeopathy?”, por Steven Brocklehurst, en BBC News www.dfarmacia.com