TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOS EN PACIENTES CON VIH/SIDA (RESUMEN) Mauricio Pardo, M.D. Psiquiatra, Hospital Simón Bolívar, Santafé de Bogotá Las personas infectadas por el VIH están expuestas a múltiples factores biopsicosociales durante todos los estadios de la enfermedad; son comunes los problemas relacionados con la salud física, la imagen corporal, la sexualidad, la identidad sexual, la intimidad, el afecto, la pareja, la familia, las relaciones interpersonales, la autonomía, la muerte, los conceptos éticos, morales y religiosos, el trabajo, el desarrollo intelectual, la economía y la recreación. Muchas veces estos factores pueden llegar a tornarse en complicaciones psiquiátricas, dependiendo en gran parte de la estructura de personalidad pre-infección, de la red de apoyo psicosocial y del estadio de la enfermedad. Las complicaciones psiquiátricas pueden no ser fáciles de diagnosticar debido a la superposición de los síntomas causados directamente por el VIH (alteraciones cognitivas, trastornos en la memoria y la concentración, fatiga, pérdida de peso, disminución de la libido, trastornos del sueño), y los ocasionados por la depresión. De igual modo las alteraciones orgánicas causadas por el VIH en el cerebro pueden ocasionar síntomas indistinguibles de una psicosis funcional. Otro problema es el relacionado con la nomenclatura y con el orden de los diagnósticos. En poco más de cinco años la clasificación de la infección por el VIH ha sido modificada varias veces; de otro lado, en nuestro país aún se maneja la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-A), la cual a nivel de salud mental es obsoleta, y aunque la mejor opción es el DSM-IV, aún esta clasificación puede ser confusa. Por ejemplo, muchos pacientes que tienen una encefalopatía por el VIH sufren a la vez de trastornos afectivos, pero así como algunos examinadores podrían diagnosticar una demencia por VIH, otros diagnosticarían una depresión con alteraciones cognitivas. Los cuadros sintomáticos neuropsiquiátricos más frecuentes en los individuos infectados por el VIH/Sida son la depresión, la ansiedad, la demencia y el delírium. Los trastornos específicos forman un grupo amplio: algunos son más frecuentes y se pueden presentar varios en un mismo paciente. La mayoría de estudios evidencian que el trastorno más frecuente, tanto en pacientes asintomáticos como en sintomáticos, es el trastorno adaptativo, con una proporción que va del 30% al 65%, seguido por los trastornos afectivos, la demencia, el delírium y otros trastornos cognitivos, y ocasionados por el uso de sustancias psicoactivas. Un estudio realizado en la ciudad de Santafé de Bogotá, en pacientes con Sida atendidos a nivel domiciliario, evidenció patología psiquiátrica en el 75% de ellos. Según los criterios del DSM-IV se encontraron: trastornos adaptativos, 40%; demencia, delírium y otros trastornos cognitivos, 22%; trastornos relacionales, 19%; trastornos de personalidad, 16%; trastornos afectivos, 13%; trastornos por el uso de sustancias, 9%; y trastornos del sueño, 9%. En ocasiones se presenta la dificultad de diferenciar algunos trastornos, o de fijar el límite entre ellos (por ejemplo, un trastorno adaptativo con ánimo depresivo, de una depresión mayor leve); también puede cambiar el grado de severidad de una alteración, con el consiguiente cambio en el diagnóstico; por esta razón, además del juicio subjetivo del profesional, es necesario revisar los criterios diagnósticos porque los manejos terapéuticos son diferentes. Debe tenerse en cuenta que en pacientes debilitados y/o con compromiso de su estado general, las dosis de las medicinas deben ser inferiores a las normalmente utilizadas. Debe recordarse también que muchos pacientes están recibiendo múltiples medicamentos y que algunos de estos pueden producir síndromes neuropsiquiátricos por sí mismos.