1 2030: LA ARGENTINA SOÑADA EL IMPULSO INICIAL PARA UN PROCESO DE DESARROLLO Centro de Estudios Sociales, Económicos, Políticos y Jurídicos Director: Dr. Enrique Gussoni 2 Iº.- EL MISTERIO DE LA EXCLUSIÓN.- En los tiempos contemporáneos, una vez superadas las etapas críticas de la revolución industrial, habiendo llegado el sector privilegiado de la humanidad casi al extremo de la revolución tecnológica y en pleno proceso de desarrollo la biogenética y las técnicas del conocimiento virtual, creemos que es un verdadero anacronismo que la llamada “cuestión social” se siga circunscribiendo al desempeño de la relación laboral, esto es a la mayor o menor ejemplaridad que muestra el vínculo que liga a trabajadores con las empresas, sean estas privadas o públicas. Más grave aún es que en este concepto se haya arribado a un estado en el que se hizo necesario incluir y atender la hambruna de más o menos la mitad de la población del mundo, fenómeno que a la par de indicar la aplicación de modelos económicos de frustración y fracaso se introdujo en el campo abierto de una inmoralidad que ni siquiera existía en tiempos de la esclavitud, cuando al esclavo, en su condición de herramienta de trabajo, convenía alimentarlo y cuidarlo en su salud. Los conceptos que anteceden se justifican atendiendo a que el tejido social argentino se encuentra tan herido que creemos que la cuestión social se ha transformado en un auténtico universo que a más de los aspectos puramente laborales, se integra con segmentos muy valiosos para la convivencia social de la magnitud de la sanidad, la educación, la vivienda, la seguridad personal, la seguridad social y la seguridad jurídica. Sin menospreciar el doble hecho que significa, en primer término, que se trata del terreno en el que mayor justificativo tiene la intervención estatal en su condición de instrumento conciliador entre las clases y los sectores sociales y en segundo lugar que objetivamente debe reconocerse, lo que muchos desconocen omiten u ocultan, que las soluciones a la problemática planteada solo pueden provenir de un proceso de desarrollo sostenido y equilibrado de la economía. En este universo conflictivo el Estado y consecuentemente las políticas a proyectar y aplicar se hallan compelidas a crear condiciones objetivas para que la creatividad privada, el afán de lucro que se halla inserto en la naturaleza de esa creatividad encuentren el camino asegurado hacia la prosperidad y la justicia social. Camino en el que el ejercicio del monopolio de la fuerza que le ha sido asignado por vía del contrato social aplique la mayor rigidez y prudencia aceptables en resguardo del equilibrio y la reparación de los desajustes que por prestación ineficiente o parcial de los cometidos concurra a generar miseria, pobreza, desocupación, inseguridad, enfermedad, incultura, analfabetismo, en fin atraso, inestabilidad, subdesarrollo. Justamente la falta de eficiencia en las políticas aplicadas en los últimos años y si hiláramos más fino o con mayor certeza histórica aún, diríamos en las últimas décadas, es el factor que debe ser calificado de causal directa y trascendente de la crisis que hoy abruma a gran parte de nuestra población. 3 IIº.- LAS CAUSALES DE LA EXCLUSIÓN.Afirmábamos en la 2ª Parte de nuestro “Proyecto de Regionalización” que premeditadamente intitulamos “Estrategia para el Desarrollo Sustentable” ( y con mayor intencionalidad aún, lo subtitulamos “Así será la Argentina en el año 2.030” ) , que el desequilibrio territorial y poblacional arquetípico que acusaba la Argentina, más la rigidez de su oferta de bienes y servicios, más la declinación en la calidad de vida de por lo menos la mitad de la población, eran datos que marcaban la presencia de un cuadro deplorable pero que todavía era factible de eliminación en tanto pudieran hilvanarse esfuerzos para consensuar puntos mínimos de acuerdo entre los sectores y clases sociales las que con ese objeto debían comenzar declinando agravios y enfrentamientos estériles, ideológicos, abstractos, aceptando la necesidad de cumplir un plan estratégico de desarrollo, razonable tanto en el tiempo como en las realizaciones, dotado de energías suficientes para alcanzar el acierto de encontrar un punto impulsor, el “take off· necesario para iniciar el camino. Resumimos: La crisis argentina es estructural. Sus rasgos tipificantes son los siguientes: 1.El desequilibrio territorial amenaza con la desintegración del país pues en el 25% de su superficie residen dos tercios de la población total y se acumula el 70% del PBI. Ha habido voces que provinieron no solo de ciertos ideológos de la ortodoxia monetarista, sino inclusive desde los estrados oficiales que alguna vez se levantaron frente a este desequilibrio para sostener que la presencia de provincias financieramente inviables justificaba abandonarlas a su suerte descargando así de obligaciones las arcas del tesoro nacional. Voces que sin duda carecían del sentido de nación y de grandeza que desplegaron en su momento Belgrano cuando transitó en 1811 la Mesopotamia para despertar en sus pueblos la conciencia de pertenencia a algo común como igualmente lo fueron la inigualada gesta sanmartiniana, la de Güemes defendiendo la frontera norte del país, Roca ocupando la Patagonia para los argentinos y para todos los habitantes del mundo que quisieran habitar su suelo, el Perito Moreno defendiendo a rajatabla la frontera andina, Mosconi inaugurando la explotación petrolífera y luego Frondizi alcanzando el autoabastecimiento nacional de ese bien tan preciado, Perón inaugurando la gesta de la energía nuclear en el país, en fin, el General Savio prendiendo una lucecita de esperanza argentina en el lejano norte jujeño al crear la acería de Altos Hornos Zapla. 2.Un profundo desequilibrio social y vertical que pone en serio riesgo la convivencia y el tejido social porque la mitad de la población argentina se encuentra bajo la línea de pobreza o bajo la línea de indigencia. Si nos remitimos a las dos regiones más depreciadas del país, el norte completo, nueve provincias, 759.883 4 Km2 de superficie, 33% del territorio nacional y 6.629.470 habitantes, el 18% del país, nos encontramos con datos escalofriantes señalados en el 2004 por la Cruz Roja Internacional, según los cuales: En la Región Noroeste Andino: 71,3% de la población padece hambre. En total 2.379.783 personas. En la Región Noreste Chaco Paranaense: 67,8% de la población padece hambre. En total 2.279.077 personas. Total: 4.658.860 personas 69,55% de la población del total de la población. En resumen: no hay Nación ni Economía ni Desarrollo posibles, cuando el mercado está reducido a la mitad. La ganancias son efímeras en ese caso y siempre pende la amenaza del conflicto, la ingobernabilidad, la violencia, la delincuencia, inclusive el enfrentamiento civil. 3.Aparece en este esquema el factor objetivo de la economía, causal histórica del deterioro del modelo que elevó a la Argentina a la consideración mundial. Factor que reside en la rigidez de nuestra oferta de bienes y servicios. Oferta que se halla obligada a enfrentar demandas elásticas variables como consecuencia de hechos que suelen ser ingobernables y hasta imprevisibles para el productor y el gobierno argentino, caso de las sequías o las lluvias excesivas en los Estados Unidos, las nevadas, el frío, eventuales inundaciones en Europa, la aparición de pestes en vegetales o animales, cambios en las modas o en los gustos del consumidor, los acuerdos entre multinacionales manipuladoras del comercio de hidrocarburos y las organizaciones de los países productores, todos los cuales son hechos que determinan oscilaciones en los precios, en las exigencias de calidad, la planificación y en la rentabilidad de nuestras principales ofertas de bienes exportables. -0La oferta así configurada, que fue exitosa mientras se mantuvo una relación fructífera de intercambio con los países europeos y en especial con Gran Bretaña, su principal gestora, comenzó a declinar no bien el crisis mundial de los años 1929 y 1930 determinó, entre otras consecuencias, la declinación económica de ese país que perdió el lugar de predominio mundial a manos de los Estados Unidos y se vio obligada a fijar prioridades en favor de sus colonias. Argentina se encontró desplazada y que al mermar sus exportaciones de productos primarios o disminuir categóricamente los precios fijados en el mercado mundial, disminuyeron las oportunidades para la importación de bienes de consumo, de máquinas y herramientas y en especial de los combustibles que requería para el funcionamiento de su economía. Descubrió que había abandonado toda programación destinada a desarrollar su potencial industrial y que la bonanza de los tiempos floridos era reemplazada por un proceso de decaimiento incesante en el que sucesivamente comenzaron los estragos de la inestabilidad política, los 5 golpes de estado, la inflación, el déficit, el superendeudamiento, la dictadura, el populismo, el neoliberalismo, en fin, la exclusión. 70 años de menoscabo de la política y de la conciencia de nación, del arraigo a una tierra dotada de potencialidades, de desplazamiento y vilipendio a las escasas propuestas de reconstrucción (encarnadas apenas por Perón en su primer mandato y por el programa de desarrollo impulsado por Frondizi en 1958). Al comenzar el Siglo XXI se presenta una nueva oportunidad, que quizá no sea la última pero sí mucho más dificultosa que las anteriores y que como todas requerirá como cuestión de previo y especial pronunciamiento que se efectúe una elección acertada de las medidas que asuman el carácter de factores de arranque e impulso hacia el proceso desarrollo. El “take off” según el idioma economicista . -0Las posibilidades que tiene nuestro país para encarar este desafío, que tiene la intensidad, gravedad e importancia similares a las epopeyas de la independencia nacional, la organización institucional, la incorporación de la economía al modelo agroexportador y la legitimación de la vida política interna. Como nos explayamos en un párrafo anterior el punto de partida es alcanzar un esbozo de acuerdo entre los sectores más preponderantes de la vida económica: gobierno, empresarios, trabajadores. Acuerdo que no debe ser minucioso y perdido en la letra chica, sino amplio genérico, abierto, elástico, breve pero decidido, insalvable, consciente. Debe disponer la ejecución de medidas concretas a planificar pero previamente debe consagrar el principio rector consistente en movilizar las riquezas potenciales en un marco de acercamiento a los avances de la técnica, la ciencia, la investigación. Dispuesto a ampliar la oferta de bienes y servicios incorporándole bienes con alto valor agregado. Apto para atraer inversiones de capital de riesgo y planificar las obras de infraestructura que satisfagan el plan energético, comunicacional y de transporte de todo el territorio. Consenso que debe contener directivas dirigidas a la mejora de las instituciones, de los partidos políticos y de la representación pública. IIIº.- EL “TAKE OFF” DE SALIDA.El proceso social, económico, institucional y ético que conduce a la posición que permite calificar a una comunidad de desarrollada se desenvuelve en etapas sucesivas. Hay una situación previa de diagnóstico. Una decisión inmediata que es el “take off” y otra serie de situaciones que se suceden y que 6 advierten sobre la necesidad de adecuar el esquema a los cambios acaecidos en el proceso histórico universal. La situación de diagnóstico surge de nuestro estudio principal. La elección del “take off” es nuestra preocupación en el estado actual del estudio. Si aplicáramos principios académicos y dogmáticos propios de la ciencia económica, deberíamos sostener que el impulso necesario para iniciar un sendero consistente hacia el desarrollo nacional sería la aplicación de políticas coherentes y duraderas de atracción de inversiones de capital dirigidas a modernizar tecnológicamente el aparato productivo y a promover los renglones seleccionados como prioritarios para la mejora de la oferta de bienes y servicios. Sin embargo, en la situación real que hoy vive el país, esa etapa se halla sometida a la satisfacción de un parámetro previo que opera como cuello de botella, impediente de su cumplimiento. Cuello de botella que requiere inmediata respuesta de las fuerzas activas en su conjunto, en especial del Estado y se define en un solo concepto: la exclusión, que ya hemos examinado en los puntos que anteceden. Definir la forma de hacer posible ese combate nos lleva a concluir que la etapa inicial del proyecto de desarrollo se integre con un trípode compuesto de educación, vivienda y alimentación. No son compartimentos estancos pues lejos de ello son fases operativas que se complementan entre si, correspondiéndose a través de interrelaciones económicas, sociales y jurídicas. Un plan de alimentación debidamente programado significa el compromiso del aporte de los sectores productivos, sea a través de cargas impositivas o de actos voluntarios, el aumento del consumo y la creación de mejores condiciones de comercialización de la producción. Un agresivo plan de viviendas más su complemento de provisión de agua potable y cloacas constituye el remedio inmediato para superar los peores niveles de pobreza, disminuir a porcentajes razonables los de desempleo y subempleo y movilizar aceleradamente la economía. La educación por último, es la inversión más importante de esta etapa, tanto que permitió afirmar a Celso Furtado que “se debe dar prioridad a la vivienda y la educación antes que a la inversión reproductiva: la educación actúa en el tiempo y al mejorarse la calidad del factor humano, se modifica por completo el panorama del país y se abren muchas más posibilidades de desarrollo. No existe país que haya conseguido desarrollarse sin haber invertido de manera considerable en la formación de la gente”. 7 Reiteramos que no se trata de fases o etapas sucesivas. El cuello de botella debe erradicarse de conjunto e inmediatamente. Mitigar el hambre, construir viviendas y educar son compromisos a afrontar en forma simultánea. Cada uno se correlaciona con el otro para crear las condiciones propicias para afrontar el desafío. La construcción de viviendas y la provisión de agua potable más cloacas son actividades de bajo costo. Primero porque no requieren insumos importados: el cemento, la arena, la piedra, el ladrillo, las maderas, el hierro y demás componentes se producen en cantidad suficiente en Argentina y más aún, el conocimiento anticipado de la ejecución de un programa integral en la materia impulsará a los productores a invertir en la ampliación de sus plantas, su equipamiento o en la apertura de otras nuevas. La mano de obra utilizable se distribuye entre calificada, semicalificada y sin calificación. Esta última en el caso de la apertura de zanjas para la instalación de agua potable u cloacas que en las zonas urbanizadas deberá ser realizada a pico y pala o con escaso equipamiento para no lesionar las estructuras de otros servicios públicos. Resultado positivo si los hay porque provoca el descenso del índice de desempleo, produce salario, descomprime el gasto público en subsidios, incorpora individuos al mercado interno y moviliza gran cantidad de rubros de la economía. Sirve además como medio eficiente de aculturación y acompaña al proceso educativo en la marcha hacia mejores niveles de capacitación. ---ooo--- 8 9 Iº.- A MODO DE RECUENTO.Decíamos en la 2ª Parte de nuestro “Proyecto de Regionalización” que con toda intención titulamos “Estrategia Para el Desarrollo Sustentable” y más deliberadamente aún, lo subtitulamos “Así Será la Argentina en el Año 2030”, que el desequilibrio territorial y poblacional arquetípico del país, más la rigidez de la oferta de bienes y servicios, más la declinación en la calidad de vida de la mitad de la población, eran datos que marcaban la existencia de un 10 cuadro lamentable que solo sería factible de desplazamiento aunando esfuerzos de todos los sectores, declinando viejos agravios y enfrentamientos y apelando al cumplimiento de un plan estratégico de desarrollo que tuviera el acierto de encontrar el punto impulsor, el “take off” necesario para iniciar el camino. No nos limitamos a señalar el objetivo, actitud sencilla desligado de compromisos, muy común en la conducta generalizada en el ámbito político argentino. Preferimos, por el contrario, avanzar hacia niveles de mayor empeño, circunstancia que puso frente a nuestra visión un panorama agravado por la presencia de un cuello de botella, un parámetro previo, cuya solución debía encararse como cuestión insalvable si la pretensión consistiera en modernizar tecnológicamente el aparato productivo y promover los renglones seleccionados como prioritarios para mejorar la oferta de bienes y servicios, incrementar notoriamente las exportaciones y fortalecer el mercado interno. La meta: Producto bruto interno: u$s 500 mil millones. Exportaciones: u$s 100 mil millones. Parámetro previo que se deine en un solo vocablo: exclusión. Exclusión cuyo punto de inflexión de derrota es poner en ejecución un tipo de acciones y políticas simultáneas e interrelacionadas entre si, compuesto de alimentación, vivienda y cloacas y educación. 11 En los tiempos contemporáneos, una vez superadas las etapas críticas de la revolución industrial, habiendo llegado el sector privilegiado de la humanidad casi al extremo de la revolución tecnológica y en pleno proceso de desarrollo la biogenética y las técnicas del conocimiento virtual, creemos que es un verdadero anacronismo que la llamada “cuestión social” se siga circunscribiendo al desempeño de la relación laboral, esto es a la mayor o menor ejemplaridad que muestre el vínculo que liga a trabajadores con las empresas, sean estas privadas o públicas. Más grave aún es que en este concepto se haya arribado a un estado en el que se hace necesario incluir y atender la hambruna de más o menos la mitad de la población del mundo, fenómeno que a la par de indicar la aplicación de modelos económicos de frustración y fracaso se introduce en el campo abierto de una inmoralidad que ni siquiera se igualaba en tiempos de la esclavitud, cuando el esclavo, en su condición de herramienta de trabajo, convenía tenerlos alimentado y cuidado en su salud. Los conceptos que anteceden se justifican atendiendo a que el tejido social argentino se encuentra tan herido que creemos que la cuestión social se ha transformado en un verdadero universo que a más de los aspectos puramente laborales, se integra con segmentos muy valiosos para la convivencia social de la magnitud de la salud, la educación, la vivienda, el saneamiento sanitario, la seguridad personal, la seguridad social y la seguridad jurídica. Sin menospreciar el doble hecho que significa en primer término que se trata del terreno en el que mayor justificativo tiene la 12 intervención estatal en su condición de instrumento conciliador entre las clases y los sectores sociales y en segundo lugar que objetivamente debe reconocerse, lo que muchos desconocen omiten u ocultan, que las soluciones a la problemática planteada solo pueden provenir de un proceso de desarrollo sostenido y equilibrado de la economía. En este universo conflictual el Estado y consecuentemente las políticas a proyectar y aplicar se hallan compelidos a crear condiciones objetivas para que la creatividad privada, el afán de lucro que se halla inserto en la naturaleza de esa creatividad encuentren el camino asegurado hacia la prosperidad y la justicia social. Camino en el que el ejercicio del monopolio de la fuerza que le ha sido asignado por vías del contrato social aplique la mayor rigidez en resguardo del equilibrio y la reparación de los desajustes que por prestación ineficiente o parcial de los cometidos concurra a generar miseria, pobreza, desocupación, inseguridad, enfermedad, incultura, analfabetismo, en fin atraso, inestabilidad, subdesarrollo. 13 14