III. RESTAURACIÓN, REVOLUCIONES LIBERALES Y NACIONALISMO. (1815-1871). La Europa de la Restauración. El nuevo orden europeo. La Santa Alianza. Los moviientos revolucionarios de 1820 Las revoluciones de 1830 La Independencia de América Latina. Los factores del movimiento independista Las primeras revoluciones: 1808-1814 Los libertadores y la independencia. La revolución de 1848. La Primavera de los pueblos. La revolución en Francia. La revolución en otros países europeos. Las consecuencias de las revoluciones de 1848. Naciones y Nacionalismo. Fundamentos ideológicos del nacionalismo. La unificación alemana. La unificación italiana. Los Balcanes y la cuestión de Oriente. 1. LA EUROPA DE LA RESTAURACIÓN. La derrota de Napoleón en Waterloo pone punto y final al período revolucionario. Los vencedores de Napoleón intentarán crear un nuevo orden basado en el legitimismo y el absolutismo, en el equilibrio de varias potencias dominantes en el continente, en un sistema de seguridad basado en conferencias internacionales y no en la fuerza. A esto es a lo que llamamos Restauración, al regreso, con matices, del Antiguo Régimen. Los vencedores de Napoleón pretenden lograr este objetivo manteniendo la igualdad jurídica de todos los ciudadanos, la supresión de las cargas feudales y de la servidumbre, allí donde la etapa napoleónica había logrado estas metas, pero evitando que estos principios liberales se extendiesen a los países donde todavía no había triunfado. A pesar de ello, muchos grupos sociales se van a sentir amenazados por la restauración del antiguo orden: el campesinado mira con recelo el regreso de los señores, los burgueses no ven con buenos ojos la exención fiscal de nobles y clérigos, los grupos más liberales mantienen sus anhelos democráticos, y el nacionalismo surgido con Napoleón pretende continuar su labor de construcción de naciones contra los intereses de los viejos imperios. El enfrentamiento Absolutismo contra Liberalismo asistirá a una nueva etapa en la que se podrán de manifiesto las diferencias económicas, políticas y sociales entre los dos sistemas. La Restauración intenta restablecer el viejo orden absolutista, recuperando, en algunos países, las rancias nociones de sociedad estamental y hasta anacronismos como la Santa Inquisición española. Tal y como dice Guido de Ruggiero, los absolutistas europeos intenta convertir la religión en el nexo de unión de la europa de la Restauración, oponiendo a la Declaración de los Derechos del Hombre, texto clave de la revolución, los derechos de Dios y de los Reyes, que eran los mismos, ya que la tradición medievalista de la mayoría de las monarquías europeas había logrado su legitimidad en base a APUNTES CIENCIAS SOCIALES. Albino Feijóo Gómez. argumentos religiosos desde San Agustín. El Orden Internacional de la Restauración se basará en la recuperación de las fronteras anteriores a la revolución francesas, aunque con muchas excepciones, siempre favorables a los vencedores en Waterloo, y obviando las reivindicaciones nacionalistas y las de terceras potencias como España o castigando a los tradicionales aliados bonapartistas. 2. EL CONGRESO DE VIENA. El Congreso de Viena formará parte de un conjunto de reuniones y tratados que iniciaron su andadura en 1814, después de la primera abdicación de Napoleón. Entre 18141815 las grandes las potencias se reunen cuatro veces para negociar la paz postnapoleónica: Primera paz de París, Tratado de la Santa Alianza,Segunda Paz de Paría y Congreso de Viena. La primera paz de París del 30 de mayo de 1814 acordaba el regreso de los borbones al trono francés (Luis XVIII), la creación del reino de la isla de Elba para el exiliado Napoleón, establecía como fronteras de Francia las existentes en 1792 con la incorporación de Saboya y Niza, el engrandecimiento de Holanda, la anexión del norte de Italia por Austria, la independencia de Suiza, y la libre navegación por el Rhin. El 26 Congreso de Viena de septiembre de 1815 el Zar de Rusia, el Reunido desde septiembre de 1814 hasta junio del año siguiente, el Congreso de emperador de Austria y el rey de Prusia, Viena fue una de las convenciones de mayor trascendencia en la historia de las relaciones internacionales. En la imagen podemos apreciar, entre otros, al firman la Santa Alianza, comprometiéndose a canciller austriaco Metternich-Winneburg (el séptimo por la izquierda, de pie) y al defender la religión cristiana, actuar representante francés Talleyrand-Périgord (a la derecha de aquél, sentado, con el brazo apoyado sobre la mesa). conjuntamente contra los intentos por atentar Consulta Microsoft ® Encarta ® 2004. © 1993-2003 Microsoft Corporation. contra el legitimismo, reunirse en Conferencias para tratar los asuntos internacionales, etc. La segunda paz de París (20-XI-1815) recoge las neuvas condiciones después de la derrota napoleónica en Waterloo, imponiendo a Francia perdidas territoriales (El Sarre), una indemnización de 700 millones de francos, y el establecimiento de un ejército de 150.000 hombres en territorio francés, y se firma de la Cuádruple Alianza (Rusia, Gran Bretaña, Prusia y Austria) que se comprometía a mantener esta alianza contra Francia durante 20 años y a sostener en el trono francés a Luis XVIII. En septiembre de 1814 se reúnen en Viena las potencias europeas. Alejandro I de Rusia, el francés Talleyrand, y el canciller austriaco Metternich, protagonizaron el Congreso desde los primeros instantes. Aljandro I intervinó personalmente en casí todas las discusiones, relegando a su ministro de Asuntos Exteriores, Nesselrode, pero la mayoría de las decisiones estuvieron influenciadas por la labor de Metternich, aunque también destacarán, por su notoriedad, Talleyrand representando a Francia, el británico Castelreagh, y Hardenberg en representación de los intereses prusianos. Se formó un comité inicial de cuatro potencias (Rusia, Austria, Prusia y Gran Bretaña) que se convirtió en el comité de los cinco al entrar Francia, y de los ocho al admitir a España, Portugal y Suecia. El regreso de Napoleón obligó al Congreso a posponer sus trabajos hasta la definitiva derrota napoleónica en Waterloo. La reanudación del Congreso contará con la apresencia, otra vez, de los representantes de los países europeos para certificar el nacimiento de la Restauración y un Orden europeo que sustituyese al “desorden” napoleónico. Las grandes decisiones las tomarán las grandes potencias (Gran Bretaña, Austria, Rusia, Prusia y, sorprendentemente, la Francia de Talleyrand). Habrá naciones de primera –Cinco grandes potencias-, de segunda y hasta de tercera categoría. Metternich El Congreso establecerá unos principios en los que se fundamentarán el orden europeo de la Restauración: Pág. 2 Total Páginas: 27 La Restauración, las revoluciones liberales y los nacionalismos, 1814-1871. • Legitimidad real contra soberanía nacional, lo que implicaba, en la mayoría de los casos, la defensa del sistema absolutista. Se intentaba evitar un nuevo caso como el de Napoleón, capaz de ocupar el trono borbónico apelando a la soberania nacional, o cualquier intento revolucionario que cuestionase la legitimidad de las familias reinantes, consideradas como las únicas que legitimamente podían ocupar los diferentes tronos europeos. La legitimidad se refería al derecho a gobernar de una familia real, pero también al derecho a la soberanía divina y a gobernar sin las cortapisas impuestas por una constitución. • Responsabilidad internacional de las grandes potencias. Las grandes potencias se responsabilizaban de mantener el orden impuesto, garantizando las fronteras y el régimen ideológico surgido del Congreso de Viena. Un sistema de Congresos se encargaría de “vigilar” el cumplimiento de lo acordado, y el el futuro se reunirían en Aquisgrán (1818), Troppau (1820), Laibach (1821), y Verona (1822), las 4 grandes potencias vencedoras de Napoleón y la nueva Francia borbónica. • Equilibrio internacional entre las 5 potencias. Gran Bretaña consiguió imponer su idea del equilibrio continental, con 4 grandes potencias (Francia, Austria, Rusia y Prusia) lo suficientemente poderosas como para imponer sus criterios conjuntamente, pero insuficientes por separado para imponerse sobre el resto. Gran Bretaña practicaría una política de no intervención en Europa, centrándose en el dominio de los mares. • Política intervencionista y solidaridad contra las revoluciones. A través de la Santa Alianza, la Cuadruple Alianza y la Quintuple Alianza, las grandes potencias absolutistas de Europa se comprometen a solidarizarse con aquellos soberanos que viesen peligrar su trono por culpa de una revolución liberal, interviniendo militarmente si fuese necesario para mantener el orden de la Restauración contra los revolucionarios liberales. EL NUEVO ORDEN FRONTERIZO EUROPEO. La revolución francesa y las guerras napoléonicas habían alterado el orden político y fronterizo de la Europa surgida del Tratado de Westfalia (1649). El Congreso de Viena intentó restablecer, en lo posible, las fronteras prenapoleónicas, aunque en realidad se procede a diseñar un nuevo mapa europeo en el que no se respetarán los derechos de los pueblos ni los de algunos soberanos y aliados napoleónicos, por lo que se acordarán numerosos cambios fronterizos. En el Congreso se acordará un nuevo orden y un nuevo mapa europeo, pero también se hallará solución a las rivalidades postnapoleónicas, para intentar reconducirlas y evitar un conflicto importante entre los grandes en el futuro próximo: Inglaterra luchará por la supremacía maritima y para ello propondrá el equilibrio en el continente europeo; Rusia, por el contrario, deseaba la hegemonía territorial y por eso propondrá un equilibrio entre las potencias maritimas. Austria y Rusia compiten por el dominio balcánico y el reparto de Polonia, la gran perjudicada; y Austria y Prusia se disputan el control de Alemania, con una Prusia ascendente y deseosa de ampliar su hegemonía germánica sobre las bases de una futura unificación, mientras que Austria defenderá la división alemana como instrumento para mantener su hegemonía histórica. Pág. 3 Total Páginas: 27 APUNTES CIENCIAS SOCIALES. Albino Feijóo Gómez. Gran Bretaña mantiene Gibraltar y ocupa las islas Heligoland en el Mar del Norte, Malta y las Islas Jónicas en el Mediterráneo, El Cabo en Sudáfrica y Celilán en el Indico, acrecentando así su indiscutible liderazgo marítimo y colonial. Los británicos pronen la unión de Bélgica, Luxemburgo y Holanda (Reino Unido de los Países Bajos) para debilitar a Dinamarca, y obligarán a Dinamarca a ceder Noruega a Suecia, aunque se intenta compensar a los daneses cediéndoles los ducados alemanes de Holstein, Slesvig y Launburgo Rusia logrará la incorporación de Finlandia, la Besarabia turca y la mitad de Polonia, mientras Prusia, apoyada por Gran Bretaña para equilibrar el poder de Rusia y Austria, obtendrá la Pomeramia sueca, el Sarre, parte de Sajonia y Renania (Brandenburgo y Wesfalia), y una parte de Polonia. Austria debe renunciar a los viejos territorios de Flandes (Bélgica), pero compensa esta perdida con la incorporación de varios principados en Alemania, el reino italiano de Lombardía-Venecia, “colocará” principes austriacos en los ducados italianos de Modena, Parma y Toscana, se anexionará el Tirol, Iliria y Dalmacia y la Galitizia polaca, garantizándose de esta forma una notable ampliación territorial y, sobre todo, una salida al mar Mediterráneo. Francia debía ser el país castigado, pero territorialmente no será así, limitándose a ceder las tierras conquistadas por Napoleón . El gran sacrificado será Polonia, que desaparece como estado y sus tierras serán repartidas entre prusia, Austria y, sobre todo, Rusia, que ocupará 2/3 del antiguo terriotiro polaco. Para evitar el peligro de una nueva Francia conquistadora de Europa será rodeada de los llamados estados tapones: Reino Unido de los Países Bajos, El reino de Piamonte ahora engrandecido con Saboya, Hannover. Los congresistas deciden mantener la neutralidad y las fronteras de Suiza, dividida en 22 cantones, y crear la Confederación Germánica, formada por 39 estados distintos, en contra de las reivindicaciones de Prusia, que preferían iniciar la anhelada unidad germánica, y en beneficio de Austria que pretendía mantener su liderazgo sobre Alemania gracias a la división interna aprocedente del medievo. Por su parte, Italia quedará dividida en varios reinos (Piamonte-Saboya, Parma, Modena, Toscana, Estados Pontificios, Reino de las Dos Sicilias, y los terrenos de Lobardía y Venecia ocupados por los austriacos). EL NUEVO ORDEN POLÍTICO E IDEOLÓGICO: EL SISTEMA METTERNICH. La Restauración intenta preservar las tradiciones del Antiguo Régimen, el absolutismo, las fronteras monárquicas, la sociedad estamental. En buena medida lo conseguirá, aunque en muchos casos tendrá que soportar la existencia de monarquías sometidas a Cartas Otorgadas (Remedos de Cosntituciones graciosamente concedidas por el Rey al pueblo), el mantenimiento de la administración napoleónica en muchos territorios como única forma de garantizar el orden, y en muchos casos tendrá que mantener también los impuestos universales sin exenciones a nobles y Pág. 4 Total Páginas: 27 La Restauración, las revoluciones liberales y los nacionalismos, 1814-1871. clérigos, y la igualdad jurídica de todos los “subditos”. A pesar de estas concesiones, mcuchos autores de la època dejan patente su pensamiento reaccionario y su defensa de un orden alterado por las revolucionados. Bonald, por ejemplo, decía: “Reconozco en política una autoridad indiscutible, que es la de la Historia, y en materia religiosa una autoridad infalible, que es la de la Iglesia”. De Maiestre considera a la Iglesia y la monarquía como los baluartes de la sociedad, y dice que la obediencia al rey es un deber religioso. El orden, el respeto a las jeraquías, la subordinación de la mayoría de la población a los estamentos privilegiados y a la Iglesia, serán las bases ideológicas del nuevo orden restaurador, en contra del orden revolucionario liberal. Metternich, el Canciller austriaco, dará nombre al Sistema de la Restauración, hsta el punto que la etapa que vive Europa entre 1815 y 1848 también se la conoce como la era de Metternich o Sistema Metternich, ya que se considerá que fue él quien impuso la mayoría de los principios en los se basa la Restauración. La piedra angular de este sistema Metternich será la Santa Alianza, formada por Alejandro I de Rusia, Francisco I de Austria y Federico Guillermo III de Prusia, y que establecía la defensa de la religión y la legitimidad de los Reyes como principio fundamental del régimen político de la Restauración. Se buscaba la uninidad política interior y exterior, y el Zar Alejandro incluso pretendía la unificación religiosa de toda Europa. La Santa Alianza intervendría militarmente contra cualquier intento revolucionario liberal que atentase contra los reyes legitimos, contra la religión, contra los principios sociales, políticos, económicos o fronterizos establecidos en el Congreso de Viena, que no eran otros, en su mayuoría, que los principios del Antiguo Régimen. La Santa Alianza vió ampliados sus miembros con la Quintuple Alianza, impulsada por Castelreagh (Primer Ministro Inglés) y formada por Rusia, Austria, Prusia, Francia y GB. Esta alianza de las cinco grandes potencias asumirá los principios básicos del Congreso de Viena: Mantener las fronteras del Congreso de Viena, reprimir las revoluciones liberales, celebrar periódicamente Congresos, e intervenir en países en los que estallen procesos revolucionarios. La Quintuple, finalmente, se queda en Cuadruple cuando Gran Bretaña la abandona, debido a sus simpatías hacia los liberales del Trienio Liberal español, rechazando la intervención de tropas extranjeras para acabar con el gobierno liberal del Trienio. Al final la Alianza decide enviar un ejército de 100.000 hombres a España (Los Cien Mil Hijos de San Luis) y Gran Bretaña abandona la Alianza, ya que a los británicos les interesaba más el debilitamiento de España para controlar los mercados de Hispanoamérica una vez que España perdiese el control de la región. Contra es orden surgirán pronto movimientos sociales y políticos en diferente spartes de Europa. En Francia el régimen borbónico basado en una constitución otorgada y un sistema bicameral (Cámara de los Pares nombrada por el monarca y Cámara de los Diputados elegida por sufragio censitario) sólo permitía el voto a los mayores de 30 años para elegir a los diputados de la Camara de Diputados de entre los mayores de 40 años que pagasen más de 1 000 francos de impuestos cada año. Se pretendía así evitar el dominio de los más liberales, pero las crisis continuas, el asesinato del sucesor al trono, y la llegada al poder del hermano de Luis XVII, Carlos X, mucho más reaccionario impidieron cierta tranquilidad. Gran Bretaña, con Jorge IV (1820-1830) y Guillermo IV, y un sistema político parlamentario y turnistas entre los tories y los wigh (conservador y liberal, respectivamente), logró una mayor estabilidad. Austria, Prusia y Rusia, los más absolutistas, basarán su supervivencia en la represión de cualquier intento revolucionario interno o externo, y utilizarán la Santa Alianza para evitar la expansión del liberalismo, incluido el liberalismo parlamentario británico. No obstante, también se vieron obligados a algunas reformas, como la abolición de la servidumbre hereditaria, los gremios y los monopolios en Prusia. Mientras tanto, Austria y, sobre todo, Rusia mantendrá todos los extremos del absolutismo, y otros, como España o Napoles, intentarán hacer lo mismo, pero serán incapaces de solventar sus crisis internas y su decadencia, perdiendo la mayor parte de su imperio colonial (España) y sufriendo intentos de golpes de estado y revoluciones liberales en los años 20. Estas revolucines liberales en diversas etapas (años 20, 30 y 48) acabarán finalmente con el régimen ideológico de la Restauración, certificando el triunfo del liberalismo. Así mismo, durante estos años, el nacionalismo se encargará de corregir el mapa fronterizo surgido del Congreso de Viena, con la independencia de Grecia y Bélgica (1829 y 1830). Pág. 5 Total Páginas: 27 APUNTES CIENCIAS SOCIALES. Albino Feijóo Gómez. 4. REVOLUCIONES LIBERALES CONTRA EL LEGITIMISMO Y ABSOLUTISMO DE LA RESTAURACIÓN. 4.1. REVOLUCIONES LIBERALES DE LOS AÑOS 20. El régimen de la Restauración tendrán en contra a los partidarios de regímenes liberales y de la soberanía nacional. La Restauración intento barrer las ideas de la revolución francesa, pero el liberalismo permaneció en la mente de muchos individuos que no soportaban la opresión absolutista. En los discursos de muchos políticos, en los artículos de la prensa de la época se hablará de libertad del individuo, de soberanía nacional, de constituciones que garanticen los derechos y deberes de los ciudadanos, de división d poderes, de parlamentos democráticos. El asesinato del duque de Berry en Francia y los pronunciamientos militares e intentonas revolucionarias de 191620 en España (Lacy, Porlier, Mina), dejan claro que el liberalismo y la oposición al absolutismo no ha desparecido. En torno a 1820 tiene lugar la primera oleada revolucionaria, con el epicentro liberal en España, donde el ejército acantonado en Cádiz, en espera de su embarque para las guerras de América, se levanta al mando del General Riego. Su triunfo obliga a Fernando VII a reconocer la constitución de 1812 y convertirse en rey constitucional (1820-23), después de la etapa absolutista (1814-20). La corriente revolucionaria hispana contagia a Portugal, donde se produce el pronunciamiento del ejército en Oporto (1820) y la proclamación de un constitucional (Estatuto liberal de 1822). Movimientos revolucionarios similares se producirán en Nápoles (1820), Piamonte (1821), con los carbonarios naoliticanos reivindicando una constitución o la mafia siciliana a favor de la independencia. En Piamonte y los Estados Pontificios los liberales reclaman la expulsión de los austriacos de territorios italianos. Las potencias del Antiguo Régimen se sienten amenazadas y se reúnen en Troppau en 1820 para recurrir al principio intervencionista del Congreso de Viena, arrogándose el derecho a intervenir militarmente para el orden absolutista internacional. Los austriacos intervienen en Italia después del Congreso de Laibach (1821), acabando con los estallidos revolucionarios y los inicios del nacionalismo unificador italiano. En España, el Trienio Liberal (1820-23) sufre una profunda crisis por las divisiones internas y la intervención de los Cien mil hijos de San Luis (ejército realista francés enviado después de los acuerdos del Congreso de Verona de1822). A pesar de estas intervenciones “exitosas” el movimiento liberal y nacionalista mantuvo su vigencia durante toda la década de los veinte, pagando su osadía muchas veces con fusilamientos, prisión y exilio, pero obteniendo también algunos éxitos. Incluso en la reaccionaria Rusia surgirán movimientos liberales cuando muere el Zar Alejandro en 1825 y se plantea la posibilidad de que le suceda Constantino, candidato de los Jóvenes oficiales. El ascenso al trono del legitimista Nicolás no impedirá la aparición de la intelligentsia rusa como forma de protesta liberal. Pág. 6 Total Páginas: 27 La Restauración, las revoluciones liberales y los nacionalismos, 1814-1871. El nacionalismo balcánico no se conformó con algunos regímenes autonómicos concedidos después del Congreso de Viena a territorios como Serbia, Bulgaria, etc., y siguió reclamando su independencia total respecto al Imperio Otomano. Grecia encabezará estas revueltas desde principios de los años veinte, cuando la alta burguesía, enriquecida por el bloqueo napoleónico, decide apoyar las revueltas nacionalistas a favor de la independencia ya en 1822 (Congreso de Epidauro). La fundación de la organización Philike Hetaíria y la ayuda británica será transcendental. Después de una larga y cruel guerra, que provocará una campaña de prensa contra el ejército turco y sus crueles intervenciones contra la población civil, y la participación de algunos intelectuales y románticos europeos como Lord Byron, Grecia logrará la victoria y la independencia en 1829, convirtiéndose en una monarquía constitucional aliada de Gran Bretaña. Los fracasos iniciales en Ambarino, Missolonghi y Atenas, se compensarán con la victoria de Adrianápolis en 1829, y el reconocimiento definitivo de su independencia en el Congreso de Londres de 1830. A pesar de ello el orden internacional impuesto por la Santa Alianza ya no volverá a ser el mismo, ya que Gran Bretaña mantendrá su oposición al intervencionismo y los propiso paises integrantes de la Santa Alianza tendrán que hacer frente a problemas internos. Por ello cuando Fernando VII de España, recien respuesto en su trono absoluto por la Santa Alianza, solicite una nueva intevención de la misma para restablecer el orden en la América Hispana, la Santa Alianza no responde, debido a la oposición de Estados Unidos (Doctrina Monroe de diciembre 1823) y Gran Bretaña, que también prefería la independencia de las colonia hispanas. A pesar que en el Congreso de San Petersbugo de1824 se renueva una pequeña Santa Alianza entre Rusia, Prusia yAustria, su momento ha pasado. (escanear apartado independencia América Latina del libro de texto). 4..2. REVOLUCIONES LIBERALES DE 1830. Las causas de esta nueva oleada revolucionaria dependen de la región a la que nos refiramos, pero en general habría que destacar las ideas liberales, tanto desde el punto de vista económico, social como político, como el motor ideológico de estas revoluciones, junto con el nacionalismo, cada vez más presente en la vida política europea. Durante los años veinte el liberalismo doctrinario /partidario del sufragio censitario y los parlamentos bicamerales, con una cama alta seudodemocrática) y el liberalismo democrático (partidario del sufragio universal marculino), ya se habían configurado como la alternativa política a los regímenes absolutistas de la Restauración. Se impone el concepto de ciudadano con derechos y soberanía y no súbditos de los reyes, la noción de país como nación y no como posesión de un rey, y el derecho a participar del gobierno y no ser sometidos al absolutismo. A todo esto se une la s ituación económica y social, con una profunda crisis agrícola e industrial. La crisis agrícola provoca revueltas en el campo ya en 1929, y en 1930 se une a la crisis industrial que dispara el paro y la miseria en las regiones industriales y en las ciudades. Liberalismo, nacionalismo y crisis económica, explican la extensión geográfica de las revoluciones de 1830. En 1830 los regímenes políticos imperantes en Europa se dividían en tres modelos diferentes: el parlamentarismo inglés basado en el sufragio censitario para elegir a los parlamentarios y en una monarquía con los poderes limitados por el parlamento; el absolutismo monárquico contrario al liberalismo; y el régimen de Carta otorgada en el que el Rey había concedido una constitución no democrática (Carta) mediante la que autolimitaba su poder voluntariamente, pero sin renunciar a la soberanía divida ni reconocer los principios de soberanía nacional o de representación política democrática, por lo que es una variante del despotismo ilustrado que incorpora algunas características del parlamentarismo inglés y mantiene otras del viejo absolutismo. Contra el absolutismo y el régimen francés de Luis XVIII de Carta Otorgada ya surgieron los movimientos revolucionarios de los años veinte y ahora los de los años treinta, Pág. 7 Total Páginas: 27 APUNTES CIENCIAS SOCIALES. Albino Feijóo Gómez. inspirados, sobre todo, el liberalismo. Esta ideología defendía la libertad individual, la soberanía nacional, la división de poderes, una constitución votada por el pueblo, un parlamento elegido por sugragio, la garantía de unos derechos y deberes recogidos en la constitución, y la exclusividad del poder legislativo para los Parlamentos. Desde la Ilustración se desarrollo esta filosofía política liberal, y la revolución francés contribuyó a extender su influencia a nivel mundial, y durante la Restauración los textos de Thiers, Benjamín Constant, Lamartine, se encargaron de mantener viva la llama liberal, aunque con pronto aparecerán diferencias entre los más conservadores y los más democráticos. Francia. La revolución empieza en Francia, poniendo fin a la monarquía absoluta de Carlos X. La crisis cerealícola y de la patata, la crisis de la industria textil por falta de demanda rural, provoca el colapso económico de Francia, un enorme incremento de paro y el Las “tres jornadas gloriosas”, París de 1830 consiguiente descontento con el régimen político que sólo favorecía a las clases privilegiadas del A. Régimen (cargos públicos, indemnizaciones por fin feudalismo). Carlos X y su ministro Polignag habían iniciado unas reformas conservadoras que culminaron en 1830 con el Decreto Villelle y las llamadas ordenanzas de 1830.La oposición política a Carlos X estaba formada por los rleanistas y los republicanos, que reaccionan conjuntamente contra el llamado Decreto Villele del 25 de Julio de 1830 que reconocía las indemnizaciones a los nobles por la abolición del feudalismo, resevaba determinados cargos públicos a nobleza, y limitaba determinados derechos y libertados de la vieja Carta Otorgada de Luis XVIII. El Decreto provocó la rebelión de París el 27 de Julio y la dimisión de Carlos X, después de las llamadas “tres jornadas Gloriosas” o la rebelión del pueblo de París en las barricadas. El 29 la rebelión ya se había convertido en revolución y la monarquía de Carlos X tocaba a su fin, pero el 30 los liberales más conservadores, asustados por el cariz rádical de la reveulta y la posibilidad de que triunfase una república jacobina, decidieron apoyar la opción moderada de una monarquía orleanista apoyada por la Alta burguesía, por Lafayette y por los liberales doctrinarios, y después de la proclama de Thiers ensalzando las virtudes liberades de Luis Felipe de Orleans, se le nombra Lugarteniente del Reino el día 30 y el 7 de Agosto la Asamblea le corona nuevo Rey de Francia. Luis Felipe se proclamó Rey de Francia con una ideología liberal doctrinaria, apoyada por la burguesia y utilizando a las masas como fuerza de choque en las barricadas de 1830, siguiendo el esquema de la revolución francesa de finales del XVIII. El régimen orleanista se basara en un sitema político monárquico constitucional que gobernará Francia hasta 1848. Durante esta etapa triunfará la economía liberal y financiera, la alta burguesía, y la llamada Política oficial (Parlamento) se verá superada por la Política real ejercida por la “Camarilla de Palacio”, lo que provocará diversos levantamientos de las masas populares en la década de los treinta: obreros de Lyon, los borbones en La Vendee, la rebelión popular de 1832 contra el hambre y el cólera. A pesar de ello, la bonanza económica permite a los orleanistas mantenerse en el poder hasta 1848. Bélgica. Reino Unido de los Países Bajos era artificial por sus diferencias étnicas, históricas, religiosas, lingüísticas, Económicas (Industriales belgas contra comerciantes holandeses). políticas (Holandeses se reservaban 4/5 partes de los cargos públicos cuando sólo eran el 50% de la población). -Derrota holandesa: -Creación Monarquía constitucional con Leopoldo I de SajoniaCoburgo en Bélgica. -Independencia belga favorecida por qué Rusia, ocupada en Polonia no puede intervenir, en contra revolucionarios. -Austria no interviene por temor a Francia,. que apoyaba a belgas. -GB. apoya belgas para debilitar comercio holandés. -Polonia: -Desde 1815 dependía de Rusia, aunque tenía una pequeña autonomía y una Carta Constitucional propia. -Intelectuales y nobleza querían Independencia total y unificar todos los territorios polacos en manos potencias extranjeras. -Campesinado y burguesía eran pro-rusos. -Potencias conservadoras aplastan revolución en Ostrolenko (1831). -Kocyusko fue el líder de esta rebelión. -Represión rusa impone la rusificación (Expropiación nobles, prohibición lengua polaca, fin Carta Constitucional). -Alemania: -Metternich derrota a nacionalistas italianos de Piamonte, pero nace Risorgimento y Joven Italia, -Austria Interviene en estados alemanes para reprimir liberalismo. mientras Prusia sienta bases Zollverein. -Suiza: -Guerra Sunderbund entre Cantones protestantes unitarios contra Cantones católicos federalistas. -Vencen católicos e imponen una Constitución Federal ~ democrática. Pág. 8 Total Páginas: 27 La Restauración, las revoluciones liberales y los nacionalismos, 1814-1871. 2.3.2. La independencia de Bélgica. Si el movimiento francés de julio ofrece un claro tono liberal, la revolución belga es la muestra más clara de nacionalismo en las convulsiones de 1830. Bélgica poseía un mayor desarrollo industrial y tenía más población que Holanda. Todo las separaba: la economía, la religión, la lengua. Aunque en el parlamento el número de diputados belgas era igual al holandés sólo uno de los ministros era belga; los nacionalistas argumentaban que Bélgica más que unida estaba sometida. El 25 de agosto estalla la revolución en Bruselas. Los insurgentes, estimulados por las «tres jornadas gloriosas» de París, piden la autonomía; la burguesía belga restablece el orden, pero la agitación continúa y algunos diputados belgas hablan de separación. El rey Guillermo 1 envía seis mil hombres a Bruselas, para reprimir la rebelión; este hecho precipita el levantamiento nacional. Las tropas holandesas se retiran de las grandes ciudades, Lieja, Amberes. Un gobierno provisional belga declara la independencia (4 de octubre) y pide el apoyo francés. El conflicto se internacionaliza; las dos Europas políticas toman postura ante la revolución. Francia se convierte en el apoyo de los belgas; Rusia, con su régimen autocrático, garante del status de 1815, en esperanza para los holandeses. Los ingleses habían participado en la formación del Reino de los Países Bajos, pero por rivalidad comercial con los holandeses, y conscientes de la importancia del puerto de Amberes para el tráfico de sus mercancías, miran con simpatía el movimiento belga. Talleyrand, embajador francés en Londres, consigue la reunión de una conferencia internacional en la capital inglesa, que reconoce la independencia, con la condición de que sea un estado neutral perpetuamente, acepte la exclusión de su territorio de Luxemburgo y Limburgo y se comprometa a pagar los 16/31 de la deuda de los Países Bajos. Un Congreso en Bruselas, dotado de poderes constituyentes, elige a Leopoldo de Sajonia-Coburgo como primer soberano. Es el segundo caso en que un monarca en 1830 recibe sus poderes de un parlamento que representa a la nación. La situación internacional favorece a los belgas. El zar ruso Nicolás 1 es retenido por el levantamiento polaco, mientras la ayuda del ejército francés y la marina británica son eficaces en el rechazo de los holandeses. La Constitución belga de 1831 ha sido considerada como la expresión más acabada del liberalismo: soberanía del pueblo, dos cámaras elegidas, clero pagado por el Estado pero separado del poder temporal, sistema judicial independiente, declaración de derechos. 2.3.3. Los fracasos revolucionarios. A otras naciones se extiende la efervescencia; Polonia, Italia, Alemania contemplan movimientos liberales y nacionales. Pero tras una primera etapa de incertidumbre fracasan y la contrarrevolución triunfa. Los polacos aprovechan la movilización del ejército ruso en dirección a Bélgica para iniciar su levantamiento. En noviembre de 1830 se produce la insurrección popular de los patriotas polacos y la instalación de un gobierno provisional en Varsovia, presidido por Chlopicki, antiguo general napoleónico. El zar ruso Nicolás I rehuye discutir cualquier estatuto, la Dieta proclama la independencia. En septiembre de 1831 Varsovia cae en manos rusas. La ayuda francesa no llega. La represión es severa; se disuelve la Dieta, se cierra la universidad, se suprimen las moderadas concesiones de autonomía. Muchos polacos emigran, 4.800 familias entran en Francia. En Italia el movimiento liberal, empujado en parte por la sociedad secreta de los carbonarios, se dirige contra el poder temporal de los papas y contra la presencia de los austriacos en territorio italiano. Son expulsados los soberanos de Parma y Módena; el ejército austriaco los repone; los regímenes absolutistas se fortalecen y actúan con mayor rigor. Pero permanece vivo un sentimiento nacionalista, que se refleja en las ediciones del Dante, en las obras de Manzoni y Leopardi, en el movimiento de la «Joven Italia», en el ambiente romántico en el que se exaltan las Pág. 9 Total Páginas: 27 APUNTES CIENCIAS SOCIALES. Albino Feijóo Gómez. glorias del pueblo italiano. En Alemania se acoge calurosamente a los refugiados polacos. En varios estados alemanes se producen revueltas contra los soberanos: en Brunswick se obliga a huir a Carlos II, en Hannover se proclama la Constitución, en Sajonia se acusa de mal gobierno a los Wettin y se redacta una Constitución, en Hesse-Kassel se establece una cámara única -con la que se elimina todo papel político de la nobleza- y se aprueba el derecho de impugnación del Gobierno. En Prusia la solidaridad con los polacos galvaniza a los descontentos con la situación de 1815. Metternich consigue la unión sagrada de los tres soberanos absolutos, los de Austria, Prusia y Rusia. Por presión austriaca Prusia resiste la marea revolucionaria y disuelve la Dieta. La constitución del Zollverein, unión aduanera de los estados del Norte de Alemania, parece ser el único paso en la formación de un estado unitario. De momento, en los años 30, en Alemania se frustran las aspiraciones liberales de establecer constituciones que se apoyen en la soberanía del pueblo y las nacionales de unificar el mosaico de estados de 1815 en un gran estado nacional. 4.3. REVOLUCIONES 1848. 1848 rompe equilibrio 1815: ♦ Aparece definitivamente la oposición Europa Este y Oeste. ♦ Es la última gran rebelión popular liberal y la primera vez que aparece la ideología socialista en las barricadas. ♦ Se conoce a 1848 como la Primavera de los Pueblos. Causas: • Demográficas: Europa crece un 50% entre 1800-1850, provocando migraciones transoceánicas, éxodo a ciudades, pero faltan industrias y aumenta paro. • Crisis económica: Agrícola 1845-46 (Patata y cereales) provoca han1bre y precios muy altos. Financiera en 1847: Industrial: Falta demanda productos industriales. Desinversiones. Fin negocio ferroviario. Salarios bajan un 30% y precios suben un 100%. Especulación provoca falta capital circulante y bajada cotización acciones. • Crisis económica general en 1848. Financiera al hundirse bolsas, no hay suficiente numerario ni demanda comercial. Campesinado arruinado y burguesía media también por especulación. • Situación social: Este Europa reivindican fin feudalismo e independencias. Oeste Europa: -Mediana y pequeña burguesía reclama liberalismo. Obreros reivindican sufragio universal y mejoras sociales y laborales. Burguesía acabo uniéndose contra proletarios. Proletariado: Con Marx y Engels se inicia revolución proletariado. Causas ideológicas: •Liberalismo: Muchas tendencias dentro del liberalismo: Catolicismo de Lamenais, individualistas de Constant, republicanos jacobinos, -Utilitarismo de Bentham, liberalismo social de J.S. Mill, -Nacionalismo liberal. Liberalismo democrático contra liberalismo doctrinario, reclamando sufragio universal, todo tipo de libertades, reducción desigualdades sociales, régimen republicano. Masas populares apoyan este liberalismo democrático. • Nacionalismo: Reivindica fronteras naturales. Varios tipos: -Revolucionario democrático en Francia. En Alemania conciben la Nación como ente orgánico por encima individualidades, suma voluntades individuos es igual a voluntad nacional, defienden expansión territorial. Italiano: Ecléctico, combina liberalismo democrático y nacionalismo alemán. Nacionalismo se apoya en grupos sociales culturalmente fuertes y en intelectuales. • Socialismo Científico: -Nace con la revolución de 1848. ♦ Socialismo utópico era milenarista y moralizante. ♦ Socialismo científico es revolucionario y pragmático. Causas políticas: • Crisis sistema Mettemich: Potencias como Francia reclaman más poder. • Revolución. 1830 puso fin al legitimismo al triunfar los Orleans en Francia. • En 1840: Se rompe pacto británico-francés por diferencias económicas. Austria ocupa Cracovia contra voluntad Rusia. Prusia desea extenderse por Alemania a costa de Dinamarca y Austria. Esto rompe alianzas de 1814, provocando que en 1848 no exista ninguna alianza antirrevolucionaria. Cada potencia sólo buscaba debilitar al contrario. Pág. 10 Total Páginas: 27 La Restauración, las revoluciones liberales y los nacionalismos, 1814-1871. DESARROLLO REVOLUCJONARIO. -Dos focos iniciales: Francia y Austria. Francia: Guizot no accedió reivindicaciones de la izquierda democrática. • Republicanos celebraron banquetes subversivos. • Revolución de Febrero: Guardia Nacional se negó a disparar. Ejército reprimió revolución inicialmente, Luis Felipe abdicó ante agravamiento problemas. • Proclamación II República: -Socialistas de Blanc y republicanos de Lamartine. Sufragio Universal y triunfo electoral de los demócratas. Burguesía democrática incumple promesas hechas a las masas obreras (Talleres Nacionales, Mutualidades, Obras Públicas) 1-5-1848 socialistas intentan revolución proletaria. • Nueva revolución proletaria en Julio es aplastada por ejército de Cavaignac el 23-6-1848. • Constitución de Noviembre: -Sufragio Universal, Presidencialista, Libertades burguesas., División de poderes, Enseñanza primaría gratuita, ausencia de medidas sociales. • 10-XI-1848 elecciones presidenciales: Napoleón III derrota a Cavaignac, Lamartine y Ledru-Rollin. • 1849= Golpe de Estado de Napoleón y Creación de Republica Presidencialista y después el II Imperio. Italia: -Desde 1846 revueltas antiaustriacas explotadas por Carlos Alberto de Saboya. •En 1848 se producen revueltas antiaustriacas en Milán y Venecia y el Papa, Pío IX apoyó inicialmente al nacionalismo moderado • -Revoluciones liberales en Roma, Nápoles y Toscana, • -En 1849 Pío IX y el Rey de Nápoles derrotan las revoluciones liberales dentro de sus propios estados, los austriacos vencen a independistas liberales de Carlos Alberto de Piamonte en Novara • -Victor Manuel sustituye a Carlos Alberto corno Rey de Piamonte y mantiene liberalismo en Saboya. Austria-Hungría -Revolución estudiantil en Viena provoca destitución de Metternich. Fernando 1 cede trono a Fco. José. Redacción Carta Otorgada que contempla abolición feudalismo e igualdad entre los diferentes pueblos del Imperio. ♦ Hungría y Checoslovaquia: Pertenecían al imperio austriaco. Lucharán por independizarse de Austria. -Revolucionarios divididos en conservadores liberales y reformistas Kociusko (liberal) lidera revolución independentista Nacionalismo expansivo: Ocupan Cracovia y Transilvania. Checoslovaquia se independizó de Austria y se negó a unirse a Hungría. Octubre 1848. -Revuelta vienesa contra envío soldados a Hungria=Windisgraetz reprime revolución e impone monarquía Austriacos derrotan a húngaros en Temmesvar y después a los checos, terminando así con la revolución nacionalista de estos pueblos. ♦ Alemania: En Occidente alemán habrá revueltas liberales y en favor unificación de toda Alemania. En Prusia revueltas sangrientas antifeudales: Federico Guillermo IV concede una Constitución y un Parlamento • En Octubre, Wrangler reprime a liberales prusianos y crea monarquía conservadora con una constitución carente de libertades pero con sufragio censitario. En Frankfurt se crea Parlamento Nacional Alemnán: • Intentan unificar Alemania. • Se enfrenta partidarios de Pequeña o Gran Alemania • Constitución alemana de 1848 rechazada por Prusia. • Parlamento Frankfurt fracasa, y se vuelve a la Confederación Germánica nacida de Congreso Viena en 1814. 5.. EL NACIONALISMO: UNIFICACIÓN ITALIANA Y ALEMANA. -E Moderna: Nación como origen de una comunidad, autoafirmación de una colectividad contra Imperios Universales. Identifican Nación con Monarquía Absoluta. -E Contemporánea: Nacíón=Grupo de individuos con afinidades culturales, geográficas, étnicas, lingüísticas y políticas. ♦ -Roussean= Nación es la suma de voluntades individuales. ♦ Principios XIX: Nación como territorio, raza, cultura y lengua comunes, unido todo ello por una voluntad suprema para constituir un Estado. ♦ -Barruel en Francia y Herder en Alemania son los principales teóricos. ♦ -Napoleón extiende el nacionalismo liberal por toda Europa. ♦ Cada ideología política destaca una característica particular del nacionalismo: Socialistas=Pueblo. Demócratas = soberanía Nacional. Pág. 11 Total Páginas: 27 APUNTES CIENCIAS SOCIALES. Albino Feijóo Gómez. Doctrinarios=Independencia y sufragio censitario. Reaccionarios=Espíritu de raza, Estado Orgánico superior a individuos, expansivo territorialmente. • Nacionalismo: Surge en Edad Media contra feudalismo y a favor Monarquías centrales. Siglo XVIII:-Nacionalismo contra absolutismo. Revolución francesa activa nacionalismo liberal. Desde 1848 el nacionalismo es más conservador. Manzini en Italia, Michelet en Francia y Fitche en Alemania, impulsan nacionalismo. ♦ Historiadores crearon historias nacionales y extendieron ha idea nacionalista: Gibbon, Vico, Herder, Ratzel. ♦ Nacionalismo mesiánico: -Herder (Volkgeist) y Alfieri ven nacionalismo como solución a todo. Independencia-del opresor. Unidad popular por la libertad y la igualdad. Confusionismo entre: Volkgeist o Nación pueblo, Statsnation o Nación Estado. Kulturnation o Nación Cultura. Causas expansión nacionalismo: ♦ ♦ Literatos y pensadores autoafirman culturas particulares. Románticos rescatan folklore y tradiciones, ♦ Revolución, francesa y Napoleón. ♦ Revolución. Industrial reclama increados únicos y amplios. ♦ Ferrocarril. ♦ Desarticulación Antiguo Régimen. ♦ Burguesía y liberalismo contra estados dinásticos. 5.1.. UNIFICACIÓN ITALIANA. -Orígenes: -Carbonarios, masones y Napoleón. -Alfieri como teórico y Mazoni como creador lengua. -Tres variantes nacionalistas en Italia: Neoguelfismo de Gioberti, Republicanismo de Mazini y Rísorgimento piamontés. -Causas triunfo final: ♦ Piamonte: ♦ Cavour (Primer Ministro reino Piamonte) ♦ Risorgimento (Movimiento Cultural nacionalista italiano). ♦ Fortalecimiento ejército Piamonte. ♦ Éxitos diplomáticos de Cavour. ♦ Crecimiento económico Piamonte ♦ Apoyo burguesía e intelectuales. ♦ Apoyo urbano y terratenientes agrícolas. Etapas: ♦ 1ª Fase en 1848: Ya vista en Revoluciones 1848. ♦ 2ª F‘ase: Tratado de Plombiers de 1858 entre Italia-Francia creará 4 Estados y entregaba Parma, Modena y Lombardía a Piamonte. En 1859 Austria invade Piamonte y Francia-Gran Bretaña envían apoyo a Piamonte. Los austriacos son derrotados en Solferino y Magenta. Se firma Acuerdo de Villafranca: -Impuesto por Napoleón para evitar apoyo prusiano a Austria. Se crea Confederación italiana presidida por el Papa. El Piamonte logra incorporar Lombardía a su territorio nacional. Austria conserva Venetto. Cavour se considera traicionado por Francia. La Paz de Zurich del 10-9-1859 ratifica los acuerdos de Villafranca. Tratado de Turín de 1860: Parma. Modena y Romaña deciden unirse a Piamonte Napoleón acepta a cambio de Niza y Saboya para Francia. Cavour dimite como primer ministro de Piamonte, pero pronto regresa al crearse el Estado de la Alta Italia, presidido por el Rey de Piamonte. ♦ 3ª Fase: Alianza Cavour con Garibaldi para luchar por independencia italiana. 11-5-1860, los Casacas Rojas de Garibaldi conquistan Sicilia, financiados por Cavour. Francisco II de Nápoles pide ayuda a Napoleón y Cavour abandona a Garibaldi. Garibaldi se une a Manzini y conquista Nápoles. Piamonte ocupa el Norte de Italia aprovechando las circunstancias. 21-10-1860: Garibaldi entrega Nápoles a Piamonte y se crea el Parlamento Italiano. Víctor Manuel de Piamonte es elegido Rey de Italia. Problemas: -Venecia todavía es Austriaca. El Papa se niega a formar parte nueva Italia. Diferencias económicos norte-sur. ♦ 4ª Fase: Pág. 12 Total Páginas: 27 La Restauración, las revoluciones liberales y los nacionalismos, 1814-1871. Alianza italo-prusiana desde 1865 contra Austria. Derrotas italianas en Custozza y Lissa. Derrota austriaca ante Prusia en 1866. Paz de Viena: Venecia para Italia y Trieste-Trentino para Austria. 1871: -Prusia derrota a Francia. Italia ocupa estados pontificios y Roma. Nueva nación: • Régimen restrictivo (sufragio censitario, Senado designado por Rey). • Caciquismo, diferencias norte-sur, Papa excomulga a nacionalistas. 5.2.. UNIFICACION ALEMANA.Antecedentes Unificación: ♦ Confederación Germánica. Existía desde 1814. 39 estados y 4 ciudades libres (35 eran monarquías). Holanda y Dinamarca tenían territorios dentro Confederación. Prusia y Austria lideraban Confederación. ♦ Historiadores (Ranke, Herder), filósofos y románticos, sientan las bases históricas de la nación alemana a principio siglo. ♦ La unión económica representada por el Zollverein de 1834 favorece apoyos hacia unidad. lª Fase: 1848 (Ya vista en las revoluciones de 1848). 2ª Fase (1850-60): ♦ Prusia y Austria se disputan liderazgo por la unificación de Alemania. ♦ Intervención austro-prusiana en Hesse contra liberales revolucionarios. ♦ Conferencia de Oltmüz=Austría vencedora diplomática al mantener Confederación y obligar a Prusia a renunciar a la unificación. ♦ Fortalecimiento económico prusiano en torno a Zollverein. ♦ Crecimiento ideología nacionalista en Alemania con Fitche, Grimm. Schiller, etc. 3ª Fase (1860-66): ♦ Conflicto Rey~Parlamento-Ejército-Landwehr-burguesía en Prusia. ♦ Dimisión Von Roon y nombramiento Bismarck en 1862 como Canciller de Prusia. ♦ Partido Progresista prusiano (burguesía) favorable a unificación. ♦ Bismarck gobierna por decreto y fortalece Ejército con Von Moltke. ♦ Bismarck decide lograr unidad alemana a sangre y fuego y sin Austria. ♦ Conflicto Holstein-Schleswigh: Eran ducados alemanes que pertenecían a Dinamarca, dentro de la Confederación de Alemania. Austria-Prusia impiden incorporación definitiva de los ducados a Dinamarca. Después guerra se decide conceder la administración de Schleswigh a Prusia y la de Holstein para Austria. ♦ 1866: Prusia acusa a Austria de mala administración en Holstein. Austria logra apoyo Dieta Confederación para declarar guerra a Prusia. Prusia invade Hannover, Sajonia y Hessel-Kasell Prusia vence a Austria en Sadowa y Koenitsggratz. Tratado de Praga: Aliados de Austria firman tratados con Prusia y le ceden jefatura Ejército nueva Alemania, y Hannover, Schleswihg. Hessel-Kassel y Holstein pasan a formar parte de Prusia. Austria renuncia a su idea de una Gran Alemania. 4~ fase: -l867. ♦ Constitución de la Confederación de Alemania del Norte: Parlamento consultivo bicameral compuesto de Reichtag (Congreso) y Bundesrat (Senado). Emperador Jefe del Ejército, decreta los presupuestos, etc.. ♦ Católicos se oponen a unidad. ♦ Liberales la aceptan pero reclaman más democracia. ♦ Bismarck decide vencer reticencias con otra guerra patriótica. Sucesión corona española: Varias candidaturas al trono español:. Hohenzoller candidato prusiano, contra candidato francés. Telegrama de Ems adulterado por Bismarck se convierte en causa guerra Prusia contra Francia. Derrota francesa en Sedan (1871). Paz de Frankfurt de 1871: -Alsacia y Lorena para Alemania. ♦ Incorporación estados del sur a la Unión del Norte. ♦ Creación II Reich con Guillermo I como Emperador de toda Alemania. ♦ Oposición a Bismarck: Católicos (Zentrum) contra Kulturkampf Socialdemócratas. BIBLIOGRAFÍA. -A. Diez del Corral. El liberalismo doctrinario. Madrid. Instituto de estudios Políticos. 1972. Pág. 13 Total Páginas: 27 APUNTES CIENCIAS SOCIALES. Albino Feijóo Gómez. -II. Khon, El nacionalismo. Su significación y su historia. Buenos Aires, Ed. Paidos, 1966, -G. Rude. Europa desde las guerras napoleónicas ala Revolución de 1848. Madrid, Cátedra, 1982. -1. Sigmann. 1818: Las revoluciones románticas y democráticas de Europa. Madrid. Siglo XXI. 1977. -A. Soboult. Problemas campesinos de la Revolución: 1789-1848. Madrid, Siglo XXI, 1980, -E. J. Hobsbawn. La era del capitalismo. Madrid. Guadarrama-Punto Omega, 1979. -J. Droz. La formación de Alemania: 1789-1871. Barcelona. Vicens Vives. 1973. -Guy de Palmade. La época de la burguesía. Madrid, Siglo XXI. 1982. -LAS. Grenville. La Europa remodelada. 1848-1878. Madrid, 5. XXI. 1979. -1-1. Hearder. Europa en el siglo XIX desde 1830 a 1880. Madrid, Aguilar. 1976. -L. Bergeron. La época de las revoluciones europeas, 1780-1848. Madrid, 5. XXT. 1976. -M. Kossok. Las revoluciones burguesas: problemas teóricos. Barcelona. Crítica. 1983. -A. J. Mayer. La persistencia del Antiguo Régimen. Europa hasta 1&Gran Guerra. Madrid, Alianza. 1984. -G. Weill. La Europa del siglo XIX ~ la idea de nacionalidad. México. UTE1-IA. 1961. -E. Kedourie. Nacionalismo. Madrid, Centro de Estudios Constitucionales. 1985. -G. de Ruggiero. Historia del liberalismo europeo. Madrid, Pegaso, 1944. -P. Renouvin. Historia de las relaciones internacionales. Madrid, Aguilar. 1964. -J. Droz. Europa: Restauración y revolución. 1815-1848. Madrid, 5. XXI. 1977. -J. B. Duroselle. Europa desde 1830 hasta nuestros días. Barcelona. Labor. 1967. -J. Lhomme. La gran burguesía en el poder (1830-1880). Barcelona, Lorenzana. 1965. -G. Rude. La multitud en la historia: los disturbios populares en Francia e Inglaterra, 17301848. Madrid. 5. XXI, 1978. -Harold Nicolson. El Congreso de Viena. Madrid. Sarpe, 1985. LA RESTAURACIÓN. 1.1. EUROPA EN 1814 1.2. LAS POTENCIAS DE LA RESTAURACIÓN. 1.3. LOS TRATADOS DE PAZ. 1.4 EL NUEVO MAPA DE EUROPA. 1.5. PRINCIPIOS TEÓRICOS DE LA RESTAURACIÓN Y LOS CONGRESOS. Pág. 14 Total Páginas: 27 La Restauración, las revoluciones liberales y los nacionalismos, 1814-1871. 1.7. EL RÉGIMEN DE CARTA OTORGADA. 2.1.2. El nacionalismo. La Restauración había sofocado en 1815 las ansias nacionales de los pueblos; hacia 1830 los anhelos de independencia nacional rebrotan y constituyen otra base de los procesos revolucionarios, en los que estallan la rebeldía de los patriotas italianos contra el despotismo austriaco, la de los polacos contra el rigor autocrático del zar ruso Nicolás I, la actividad de los revolucionarios de la «Joven Alemania», y la de los patriotas belgas, que reclaman la separación de Holanda. Varias obras de los años 30 hablan de nacionalidad y nacionalismo. El concepto es confuso, parece tratarse de un sentimiento, más que de una doctrina racionalmente elaborada. En todos los pueblos europeos, y con mayor fuerza en los oprimidos, se suscita la conciencia de pertenecer a una comunidad ligada por una herencia común de lenguaje y cultura, unida por vínculos de sangre y en una especial relación con el suelo de la patria; cultura, raza o grupo étnico, ámbito territorial, confluyen en la idea de nación. El nacionalismo se apoyó a veces en rasgos raciales, es el caso de los escritos del conde de Gobineau; otros pensadores prefirieron basarse en rasgos culturales, así Mazzini y Gioberti en Italia, o Mieckiewicz en Polonia; otros en la lengua, que se considera, durante el romanticismo, como creación y expresión del genio popular. Lo más frecuente, en las figuras destacadas del nacionalismo, -es la apelación, recurriendo a la historia, a todo tipo de referencias étnicas, culturales y lingüísticas. Los historiadores no están ajenos al movimiento; Michelet cuando habla de nación piensa en Francia y hace un canto a la independencia de las naciones: «Matar a un hombre es un crimen. Pero ¿qué es matar a una nación? ¿Cómo calificar este enorme crimen?» Lammenais en Palabras de un creyente efectúa una denuncia de los «opresores de las naciones». La Historia de los girondinos de Lamartine se lee en Dublín, Atenas, Budapest. Uno de los centros del nacionalismo es París, que se convierte en la capital de los exiliados; allí acuden el italiano Mazzini y el ruso Herzen. Pero las formulaciones teóricas más completas surgen en las universidades alemanas. Herder es el iniciador de la idea de «Volkstum», naciónpueblo, grupo histórico, frente al Estado, que puede ser una creación artificial. Los filósofos románticos e idealistas alemanes contribuyen a generar en el ánimo de sus compatriotas un sentimiento de patria unitaria. En Berlín había redactado Fichte, en el invierno de 1807-1808, sus Discursos a la nación alemana, para incitar a la lucha contra Napoleón. Esta actitud de rebeldía permanece viva en las sociedades secretas de los años 20; la Joven Alemania, y la Joven Italia levantan la bandera del nacionalismo frente a las decisiones conservadoras de la Santa Alianza. 2.1.3. Problemas sociales. 2.2. LAS REVOLUCIONES DE 1820. 2. La oposición nacionalista. 2.3. LAS REVOLUCIONES DE 1830. 2.3.1. La Revolución en Francia. Pág. 15 Total Páginas: 27 APUNTES CIENCIAS SOCIALES. Albino Feijóo Gómez. 2.4. LAS REVOLUCIONES DE 1848. 2.4.1. Carácter peculiar de los movimientos de 1848. De las revoluciones de 1830 sólo queda un testigo, Bélgica, independiente y con una constitución liberal. En Francia el viraje conservador de la monarquía orleanista a partir de 1832 supone una traición para la revolución que ha llevado al trono a Luis Felipe; en Italia los austriacos mantienen su presencia; en Alemania se posponen los sueños unitarios y en muchos estados los soberanos gobiernan con un régimen prácticamente absolutista: En Polonia los rusos han suprimido todas las libertades. En 1848 la revolución intenta su segundo asalto. Las similitudes con 1830 son muchas, aspiraciones liberales y nacionales, problemas económicos y sociales como detonante. Pero las diferencias son también importantes y es necesario precisarlas. En síntesis podemos señalar como raíces del 48 unas ideas políticas ticas, unos problemas económicos y unas convulsiones sociales. a) Los ideales democráticos. La democracia decimonónica se define en oposición al Antiguo Régimen; también como una superación de las limitaciones del liberalismo, al que l prolonga y completa. La relación liberalismo-democracia es indiscutible, pero los movimientos liberales de 1830 no deben ser confundidos con los democráticos de 1848. René Remond, que ha precisado con claridad las diferencias, escribe: «Estamos tentados hoy frecuentemente a no ver en la democracia nada más que el desarrollo de la idea liberal, mientras que en el siglo XIX aparece sobre todo como una ruptura con el orden y la sociedad del liberalismo.» A diferencia del liberalismo el movimiento democrático de 1848 reivindica la abolición del sufragio censitario y el establecimiento del derecho de voto para todos los ciudadanos; no existe democracia sin sufragio universal. En el mismo sentido prefiere hablarse de soberanía popular en vez de soberanía nacional, ya que la palabra nación parece referirse a una entidad colectiva, y la soberanía no es ejercida, en la práctica, nada más que por una minoría, mientras la palabra pueblo subraya la totalidad de los individuos; el pueblo, del que habla Michelet y al que invocan los revolucionarios de 1848, son los ciudadanos, no una abstracción jurídica. El régimen de libertades es más rigurosamente expresado en los textos democráticos; la libertad de prensa no supone sólo la exención de la censura sino también la independización del control financiero del periódico. En el orden social se lucha por la reducción de las desigualdades y se acusa al liberalismo de predicar una igualdad estrictamente jurídica, ante la ley, mientras permanece impasible ante los contrastes sociales de riqueza-pobreza, cultura-analfabetismo. Si el liberalismo se ha inclinado por la monarquía como forma de gobierno la democracia considera a la República como forma política más idónea para el ejercicio del sufragio universal, la soberanía’ popular y la garantía de las libertades. b) La crisis económica. La angustia económica del año 47 tomó dimensiones europeas; se pueden distinguir en ella tres vertientes: agrícola, industrial y bursátil. 1) Agrícola. Son malas las cosechas de los años 1845 y 1846; en este año se produce una enfermedad de la patata. Lo mismo que en la crisis que precede a las revoluciones de 1830, la de los cereales de 1847, por la sequía y el calor, agrava el problema de las subsistencias. El hambre favorece la difusión de enfermedades y epidemias (cólera, tifus) y provoca desórdenes. Los precios agrícolas suben, de 1845 a 1847, en un 50%. 2) Industrial. Tras varios años de prosperidad, y probablemente de sperproducción, algunas fábricas, en primer lugar las textiles, quiebran, debido a la insuficiencia de sus ventas. Dejan de construirse los ferrocarriles, lo cual, sólo en Francia, provoca, al arrastrar a otros sectores, 750.000 parados. Los obreros culpan a las máquinas de su Pág. 16 Total Páginas: 27 La Restauración, las revoluciones liberales y los nacionalismos, 1814-1871. situación y se producen destrucciones de maquinaria textil. 3) Bursátil. Las dificultades de venta provocan el hundimiento de las acciones de las sociedades; los bancos no pueden hacer frente a las de mandas de crédito; los fondos de los tesoros estatales se han destinado a comprar en el exterior masivamente productos agrícolas y se ven impotentes para sostener a las sociedades de crédito. Algunos historiadores han considerado que la raíz de la crisis económica es agrícola; la subida de precios de los alimentos provoca el descenso de venta de los productos industriales, la ruina y el paro. Otros conceden mayor importancia a los aspectos financieros; la inversión ruinosa en ferrocarriles y la falta de liquidez bancaria arrastran a la agricultura. En general, se inclinan por otorgar a la crisis económica un papel relativo en el mecanismo de la revolución; las revoluciones de 1848 son revoluciones de élites, no revoluciones de masas; esto explicaría la posibilidad de contraofensiva de las fuerzas del Antiguo Régimen. Labrousse dice que otros años hubo crisis económica, pero no revolución; la crisis económica agrava, acompaña, pero no provoca la revolución. Jacques Droz ha precisado, sutilmente, que si la causa de la revolución fuese económica hubiera estallado en 1847 y no en 1848. c) Convulsiones sociales. Los problemas de pauperismo y paro creados por las máquinas han provocado inquietud en las masas obreras y reflexiones en los intelectuales. Desde 1830 aparecen en Francia grupos organizados de obreros, embrión de futuros sindicatos, con periódicos como el «Journal des Ouvriers» y «Le PeupIe», y, episódicamente, estallidos de violencia, como los de Lyon en 1834. En los suburbios de las ciudades, aparecen médicos de humildes, primer sector intelectual que toma conciencia del problema; es el caso del prestigioso Raspail. Los primeros pensadores socialistas escriben sus obras en torno al 48: Cabet su utopía del Viaje en Icaria, - Pierre Leroux habla del socialismo como la religión de la humanidad; otros socialistas, Louis Blanc y Blanqui, intervienen directamente en los acontecimientos. En algunos momentos, por su actividad periodística, Proudhon es la voz que más se escucha. El socialismo premarxista presta a la revolución del 48 un aparato intelectual del que careció la del 30. En 1848 aparece el Manifiesto de Marx y Engels. Durante algún tiempo se pensó que Marx había estado al margen de los acontecimientos del año 48 —aunque no a los de los años posteriores—; sin embargo no fue así. Marx llega a París en marzo pocos días después del estallido revolucionario; Engels escribe artículos sobre los acontecimientos de febrero. Posteriormente dedicará Marx tres de sus libros a los procesos del 48: El 18 Brumario de Luis Bonaparte, Las luchas de clases en Francia y Revolución y contrarrevolución en Alemania. Antes ha escrito una serie de artículos en la «Nueva Gaceta Renana» Al socaire de la frustración revolucionaria Marx radicaliza sus posturas; la derrota sufrida por el proletariado le inclina a pensar en la dictadura del proletariado; el destino de las revoluciones nacionales —escribe— queda supeditado a las revoluciones proletarias. En Londres, convencido de que el 48 ha fracasado, prevé una nueva y más avanzada etapa de La revolución. Marx desde una perspectiva revolucionaria y Tocqueville desde una perspectiva conservadora interpretan el 48 como un enfrentamiento de clases. Los historiadores actuales no lo ven tan claro. Rudé señala una situación social complicada, con obreros en las fuerzas conservadoras y propietarios en las revolucionarias. Remi Gossez demuestra que no existe en el 48 división de clases; en la Guardia Nacional se integraban obreros al lado de propietarios e inquilinos en contra de tenderos, comerciantes y terratenientes, más bien que en contra de dueños de fábricas. Podríamos concluir que en el año 1848 se produce una intensa convulsión social, pero en la que no es fácil trazar un esquema sencillo, de enfrentamiento de clases, y en la que los historiadores discrepan incluso a la hora de señalar a los protagonistas de la revolución: Namier habla de una revolución de intelectuales, Cuvillier del despertar de la conciencia obrera, Jean Baby reduce la dimensión social para subrayar los movimientos nacionalistas. Pág. 17 Total Páginas: 27 APUNTES CIENCIAS SOCIALES. Albino Feijóo Gómez. 2.4.2. La revolución de febrero en Francia. Los contemporáneos tuvieron la impresión de una revolución inesperada, súbita. Un mes antes de los acontecimientos, el 27 de enero, el historiador Tocqueville pronuncia un discurso en el que dice que las masas están tranquilas. Los periódicos dan la misma versión de sorpresa; «nunca hubo una revolución tan rápida, tan imprevista” («Le National»). Sin embargo, no es fácil aceptar hoy esta versión; las raíces ideológicas y económicas no son fenómenos de vísperas y el partido republicano tenía en Francia una larga tradición política, con tres centros de actividad: los «radicales” en la Cámara de diputados (Ledru-Rollin, Arago, Hipólito Carnot), periódicos y revistas, escuelas en el barrio latino. Para el 22 de febrero habían convocado los republicanos un banquete en un restaurante de los Campos Elíseos, que sería seguido de. una manifestación. Guizot lo prohibió. No obstante ese día se produce la manifestación, que continúa al día siguiente; los guardias nacionales se niegan a disparar, el rey acepta la dimisión de Guizot. Pero el 23 por la tarde se dispara sobre los manifestantes del bulevard de los Capuchinos. En muchos barrios surgen barricadas y se combate. El día 24 se produce el asalto a las Tullerías y Luis Felipe abdica. Un gobierno provisional con tres tendencias, liberales o republicanos moderados (Lamartine, Arago), demócratas o republicanos radicales (Ledru-Rollin) y socialistas (Louis Blanc y Albert), elabora un programa político-social: proclamación de la República, sufragio universal, abolición de la esclavitud en las colonias, libertad de prensa y reunión, supresión de la pena de muerte. Las disposiciones sociales reflejan las ideas de los socialistas, apoyados por los demócratas: derecho al trabajo, libertad de huelga, limitación de la jornada laboral a 10 horas, creación de talleres nacionales, en los que se dé trabajo a los parados. Se crea una Comisión de gobierno para los trabajadores. Michelet ocupa otra vez su silla en el Colegio de Francia, abren de nuevo los clubs políticos (descripción de Flaubert). La atmósfera es de entusiasmo. Pero en las semanas siguientes la presión social se hace más fuerte: 145 clubs políticos exigen medidas más revolucionarias, 171 periódicos revolucionarios apoyan las manifestaciones en la calle, los talleres sociales son simplemente centros de propaganda política. Las elecciones de abril, con sufragio universal, llevan a la Asamblea una mayoría de liberales, con fracasos significativos en la derecha (Thiers) y en la izquierda (Raspail, Blanqui); Francia ha votado la República liberal, sin revolución social ni reacción monárquica, es la línea del periódico «Le National». a) De la República social al orden bonapartista. La República había nacido con una fuerte preocupación social y con la presencia en el gobierno provisional de dos socialistas; las elecciones de abril constituyen un resultado adverso para la República social, especialmente en el campo, yen consecuencia la política gubernamental experimenta, dirigida por Lamartine, una evolución hacia posiciones más conservadoras. Lamartine elabora un proyecto de construcciones de ferrocarriles, para solucionar el paro y para alejar de París a los obreros ferroviarios, que se habían significado en las jornadas de febrero, y en segundo lugar prepara la disolución de los talleres nacionales, ruinosos y centros de propaganda revolucionaria. Estas dos medidas provocan la insurrección obrera de junio. En París se pueden distinguir dos sectores en lucha, el Este, obrero, contra el Oeste, burgués. El ministro de la guerra, Cavaignac, se convierte en el dirigente de la represión, tras cuatro jornadas de lucha: 4.000 deportados, 11.000 detenidos, varios miles de muertos y heridos. Tras las jornadas de junio se inicia la reacción: disolución de los talleres nacionales, suspensión del programa de ferrocarriles, control de los clubs y la prensa, comisión de encuesta contra los autores de revueltas. Cavaignac gobierna dictatorialmente hasta el mes de diciembre, en que se aprueba una Constitución autoritaria, que otorga fuertes poderes al presidente de la República y de cuyo preámbulo ha desaparecido el derecho al trabajo. Los dos siguientes pasos de la vida política francesa señalan de forma clara la evolución hacia posiciones conservadoras. En primer lugar en las elecciones para la Asamblea legislativa Pág. 18 Total Páginas: 27 La Restauración, las revoluciones liberales y los nacionalismos, 1814-1871. triunfa el partido del Orden, en cuyo programa se defienden la propiedad, el orden, la religión, se niega el derecho de asociación y se propugna el restablecimiento de la guillotina para perseguir la violencia. Seignobos ha señalado dos zonas políticas en Francia: el Centro y los Alpes son los bastiones de los revolucionarios, el Norte y el Oeste los de los conservadores; hay dos concepciones de la República y dos Francias políticas. El segundo paso es la elección de presidente. Luis Bonaparte, sobrino de Napoleón, triunfa sobre los otros candidatos, en parte por el apoyo de los monárquicos. Se camina hacia una República conservadora. En mayo de 1850 se suprime el sufragio universal. Las leyes sobre los clubs, la prensa y la universidad acentúan el control por las autoridades. En 1852 se planteaba el problema de la reelección, que la Constitución impedía. Bonaparte intenta la revisión de la Constitución por la Asamblea; al no conseguirlo decide atraerse al pueblo, con la promesa del restablecimiento del sufragio universal, y al ejército. Su discurso de Dijon es inquietante: a la Asamblea que pone obstáculos se contrapone el pueblo. Se presagia el golpe de Estado. El 2 de diciembre de 1861, aniversario de la batalla de Austerlitz, Bonaparte firma dos decretos, disolución de la Asamblea y restablecimiento del sufragio universal. La resistencia de los asambleístas se vence con detenciones, la resistencia popular con cuatrocientos muertos en los bulevares. El desenlace de la revolución del 48 en Francia no puede ser más paradójico. De una república social se ha pasado a una monarquía autoritaria, de una revolución a una reacción conservadora, de un movimiento que se había iniciado contra el escaso respeto de la monarquía de Luis Felipe por la Constitución a un régimen que se inicia suspendiendo la Asamblea, depositaria de la soberanía nacional. El miedo a la revolución social arrojó a la burguesía francesa en brazos de la reacción. 2.4.3. Los movimientos de 1848 en Italia y Austria Se ha llamado al movimiento de 1848 «la primavera de los pueblos”; en pocas semanas una oleada revolucionaria sacude a Europa. En todas partes se combinan los ideales liberales y democráticos con los nacionales. En Italia, comienza en el sur como un movimiento liberal; las insurrecciones de Nápoles y Palermo obligan a Fernando II a conceder una Constitución; en los Estados Pontificios se reclama también una forma de gobierno más democrática. No obstante la fuerza decisiva es el nacionalismo, el sentimiento antiaustríaco. En el Norte el ejército del Piamonte acude en ayuda de los habitantes de Milán, que se han levantado contra el yugo austriaco; son los «cinco días heroicos de Milán». Los austriacos son expulsados, pero la preparación del ejército piamontés es mala y la guerra cambia pronto de signo. En Roma Pío IX abandona Roma, donde Mazzini proclama la República. En Viena se producen tres pulsaciones revolucionarias. Las noticias de París desencadenan la primera revuelta, en marzo, que provoca la caída de Metternich, símbolo de la Europa de la Santa Alianza, y la promesa de una Constitución por el emperador Fernando. En mayo se reúne la Asamblea Constituyente. Mientras, los húngaros reclaman una Asamblea propia y los checos la resurrección del antiguo reino de Bohemia. En octubre el emperador envía soldados a Hungría) para dominar la rebeldía húngara; los liberales y los obreros vieneses se oponen, el ministro de la guerra Latour es asesinado, la Corte imperial se retira a Olmütz, dependencia en ese momento de Viena. Si se consumara la revolución austriaca podría triunfar en Austria, Hungría, Checoslovaquia y, posiblemente, Alemania. Windischgraetz bombardea y ocupa Viena; se inician las victorias de la reacción. En Austria abdica Fernando 1 en Francisco-José y se disuelve la Asamblea Constituyente; el movimiento checo se reprime tras el bombardeo de Praga; en Italia los austriacos obligan a retroceder al ejército piamontés y un ejército francés repone al papa en Roma, donde según M. Corboli-Bussi comienza «una restauración reaccionaria y desdichada». Pág. 19 Total Páginas: 27 APUNTES CIENCIAS SOCIALES. Albino Feijóo Gómez. 2.4.4. El 48 alemán. El movimiento alemán es más complicado; se combinan en él dos procesos distintos: la revolución liberal en el marco de los estados y el alzamiento nacional, de signo democráticounitario. Lo mismo que en Francia, la crisis de la patata en 1846 y la bancarrota de los ferrocarriles perfilan una situación difícil; en 1847 se producen en Berlín las típicas sublevaciones del hambre. En Prusia y en Baden se pide una Constitución -a lo que el emperador prusiano Francisco Guillermo replica que no permitirá «una hoja de papel»- y un Parlamento, que acometa la unificación política de los estados alemanes. Las jornadas de marzo señalan el inicio del 48 en Alemania- Se producen primero revueltas campesinas, provocadas por la crisis económica; casi al mismo tiempo, revueltas en las capitales del sur, en las que se pide libertad de prensa, formación de guardias nacionales y asambleas formadas tras elecciones; unos días después, la revolución berlinesa consigue que el emperador convoque por sufragio universal una Asamblea constituyente. La victoria de la revolución en Berlín provoca nuevas revueltas y nuevas concesiones de los soberanos en Sajonia, Baviera y Hannover. Con el compromiso de no tomar decisiones contra los monarcas se acuerda la celebración de una Asamblea en Francfort, en la que se reúnen representantes de los distintos estados alemanes. En el Parlamento de Francfort se aprecian claramente las diferencias entre los liberales, dirigidos por Gagern, partidarios de monarquías reformadas y de asambleas que no se reunirán de forma periódica, y los demócratas, partidarios de una República federal; en los demócratas se inserta un ala izquierda de programa socialista. Más que por reformas interiores, en las que no se llega a un acuerdo entre liberales y demócratas, el Parlamento de Francfort se significa por su nacionalismo exacerbado, en el que se solicita que se integren en una gran Alemania no sólo comarcas como el Tirol y la Bohemia sino lo que llaman bastiones avanzados, Alsacia, Suiza y Holanda. Más revolucionaria resulta la Asamblea nacional prusiana, que reclama una sola cámara, soberanía popular y proyectos de ley para liberar a los campesinos; estos últimos provocan la oposición de los terratenientes y la constitución de un «Junker Parlament» o parlamento de propietarios. El programa social de la asamblea prusiana y sus intentos de ayuda a la Viena sublevada contra su emperador deciden a Francisco Guillermo a reprimir la revolución en Prusia. El ministro del Interior Von Manteuffel proclama el estado de excepción y se disuelve la Asamblea, aunque el emperador otorga una Constitución relativamente abierta, cuya vigencia fue breve. El Parlamento de Francfort no ha conseguido la unificación, el prusiano ha fracasado en su intento de establecer un modelo político constitucional; los soberanos absolutistas se apoyan mutuamente para frustrar la revolución —Sajonia pide ayuda a Prusia, los movimientos republicanos de Renania y Alemania central y meridional son disueltos por el ejército prusiano. La reacción se generaliza en todos los estados alemanes: disolución de las Cámaras, arrestos. Alemania vuelve a su situación de principios del año 1848. 2.4.5. Factores del Fracaso. Aparentemente los movimientos del 48 se han frustrado en todas partes. Han afectado especialmente a países con un problema nacional, Italia, Alemania, Hungría, Bohemia, o gobernados de manera autocrática, Austria, o con una intensa tradición revolucionaria que choca con monarquía titubeantes, Francia. A otros países les ha afectado menos pero las ondas de la gran convulsión llegan a todas partes. En España Narváez supo prevenirla, pero, a pesar de todo, se producen en mano y mayo movimientos en varias ciudades, sobre los que testifican Salmes, Donoso Cortés, Alcalá Galiano, Pastor Díaz, Andrés Borrego. - La convulsión del 48 fracasa por diversos motivos: - La situación económica mejora en el año 1848 con buenas cosechas y descenso del paro. Los campesinos, satisfechos por la abolición de la servidumbre y el feudalismo, temen que Pág. 20 Total Páginas: 27 La Restauración, las revoluciones liberales y los nacionalismos, 1814-1871. una revolución de mayor alcance les prive de la propiedad. - La burguesía teme a la marea proletaria; el caso francés es el más expresivo. - Entre los monarcas absolutistas se produce la solidaridad en momentos decisivos: los rusos intervienen en Hungría, el ejército prusiano en varios estados alemanes. El viraje francés hacia una república conservadora tiene el mismo efecto; los soldados franceses reponen al papa en Roma. - Generales aristocráticos, Radetzky, Windichgraetz, unidos a la monarquía absoluta y a los sectores privilegiados, controlan el ejército. - La insolidaridad entre los revolucionarios de los distintos países contrasta con la actitud que toman los monarcas absolutistas. Por ejemplo, los húngaros no apoyan a los checos. Más grave parecen las contradicciones en el alcance de los principios revolucionarios, como las disensiones de liberales y demócratas en Alemania, o las tendencias encontradas entre los húngaros, Kossuth, que pide la independencia, y Deak, que se conforma con autonomía y reformas. Estas contradicciones se señalan en algunos programas nacionalistas; los húngaros piden para ellos la autonomía mientras rehúsan concederla a croatas y rumanos. Sin embargo, el balance no es de fracaso total. En Francia Luis Napoleón restablece el sufragio universal, reivindicación básica de los demócratas; en Italia el Piamonte se configura como un reino constitucional y liberal, en torno al cual se efectuará la unificación; en Alemania se comprende que es Prusia, y no Austria, el único estado que puede conseguir la unidad. Las lecciones son muchas, y la repercusión del 48 se detecta en movimientos y acontecimientos de la segunda mitad del siglo. 3. LAS UNIFICACIONES NACIONALISTAS DE ITALIA Y ALEMANIA. 3.1. UNIFICACIÓN DE ITALIA 3.1.1. Situación de Italia antes de la Unificación. El Congreso de Viena deja a Italia dividida en siete Estados; en el Norte el reino de Piamonte, engrandecido como estado-tapón frente a Francia, y el reino lombardo-véneto, bajo dominio austríaco; en el centro los ducados de Parma, Módena y Toscana, regidos por príncipes austríacos, y los Estados Pontificios con las Marcas; al Sur el reino de las Dos Sicilias, en cuyo trono se ha repuesto a los borbones. Son siete zonas diferentes no sólo políticamente. El Piamonte se encuentra, en vísperas de la unificación, más industrializado; exporta tejidos de seda y lino. Lombardía-Veneto constituye otra zona industrial, con seda en Cremona, lana en Milán y cristal en Venecia, y agrícola, con vinos en su cresta apenínica y en el Véneto y Padua. Los Estadps Pontificios separan eQonómica, geográfica y políticamente la Italia del Norte de la del Sur, más pobre, menos poblada y desarrollada. El obstáculo más importante para la unificación de este mosaico era la presencia austríaca, directa en el Norte y con una cuña de influencia en la península, por medio de la administración de los ducados. En otro sentido constituía un segundo obstáculo la presencia de los Estados Pontificios, donde el papa Pío IX identificaba nacionalismo y liberalismo, uno de los errores modernos condenados en los documentos pontificios. El motor de la unificación lo constituye el reino del Piamonte, engrandecido territorialmente con una fachada marítima desde 1815; posee la única dinastía de estirpe italiana, los Saboya; un ejército, no muy organizado en el reinado de Carlos Alberto, pero con posibilidades de modernización; una infraestructura de transportes y una Constitución liberal. Política-mente pueden distinguirse en el Piamonte cuatro partes: Saboya, la Pág. 21 Total Páginas: 27 APUNTES CIENCIAS SOCIALES. Albino Feijóo Gómez. zona más orientada hacia Francia, es el reducto conservador de la monarquía; Piamonte, con la capital Turín, el centro, en el que predominan los partidarios de la monarquía constitucional; Génova, capital de comerciantes, la avanzada republicana, la izquierda; Cerdeña, isla poco poblada y aislada, constituye un lastre, una zona apolítica, Las .disparidades políticas dentro de un estado pueden orientarnos sobre las grandes diferencias que existían en la concepción política de los diversos estados italianos. Alfredo Oriani (1892) puso de relieve esta diversidad; «La idea piamontesa no podía ser la idea italiana.., debía convertirse en nacional y popular con Garibaldi, unitaria con Mazzini, monárquica con Cavour, más prudente con Víctor Manuel y más aventurera en Napoleón III.» Anzilotti, un discípulo del gran historiador Gaetano Salmevini, propuso, frente a su maestro, que hace de la burguesía piamontesa el eje de la unificación, el estudio de cada estado italiano porque cree que el movimiento nacionalista «Risorgimento» es una abstracción. Gramsci, lo mismo que Lefevbre para la Revolución Francesa, se esforzó en distinguir el papel de cada grüpo social: aristócratas, burgueses, campesinos. En los cursos que dedican las universidades de Turín y Roma al tema de la unificación, los grandes maestros, Franco Valsecehi y Ghisalberti, han vuelto a otorgar relieve a los aspectos intelectuales y diplomáticos; las ideas y el apoyo internacional juegan un papel clave en el proceso unificador. 3.1.2. La conciencia unificadora. En la génesis de la conciencia nacionalista italiana confluyen un movimiento intelectual, unas necesidades económicas y la actividad política de algunas figuras relevantes. Corno en todos los movimientos nacionalistas, los escritores románticos italianos ensalzan la idea de una patria italiana, en los versos de Leopardi o en las noyelas de Mqyizoni se recoge líricamente este sueño unitario. En 1843, Gioberti, en Del primado moral y civil de ‘los italianos, sostiene la existencia de una raza italiana, unida por la sangre, la religión y el idioma, y propugna, en razón de los destinatarios de su obra, la aproximación de todos los italianos en torno al papa, mientras ocultaba sus más íntimos pensamientos, en los que recelaba de la política pontificia, como expone en obras posteriores. Al año siguiente de aparecer en Bruselas el apasionado llamamiento del abate Gioberti, Balbo dedica a éste su obra De la esperanza de Italia, en la que postula un estado federal, teniendo en cuenta la diversidad de las entidades políticas italianas. La obra de Silvio Pellico, Mis prisiones, contribuye a difundir un sentimiento antiaustríaco. Esta publicística de los años 40 perfila una situación muy diferente a la de los años 30, cuando pequeñas insurrecciones no encontraron eco popular por ausencia de una conciencia nacional. Al lado de las ideas los intereses. Los comerciantes y fabricantes de los estados del norte son conscientes de la necesidad de la unidad, sin ella no puede articularse un mercado de dimensiones nacionales ni construirse una infraestructura viana. Incluso el protagonista de la unificación, Cavour, forja su concepción de una Italia unida tras un estudio sobre los ferrocarriles en Piamonte, en el que concluye su imposible rentabilidad de no articularse en una red más extensa. Algunos sectores sueñan con un «ZolIverein italiano>,. Para un desarrollo de la economía la división política se ha convertido en un obstáculo más difícil de salvar que la triturada orografía de la península. Las concepciones de los políticos van desde la realización nacional en torno al papa (la idea de Gioberti y los neogüelfos), o en torno a la casa de Saboya (Máximo d’Azzeglio), hasta la constitución de una República (Mazzini). En Cavour se une su sentimiento monárquico, de apego a la monarquía piamontesa, con su conocimiento de la estructura económica de Italia; es, sin duda, la figura máxima del «Risorgimento» desde el punto de vista político. Ya durante su vida aparecieron varias biografías; disponemos de sus discursos parlamentarios, escritos personales y periódicos; han estudiado su personalidad italianos, como Bianchi, y extranjeros, como Treitscke; entre ellos se pueden Pág. 22 Total Páginas: 27 La Restauración, las revoluciones liberales y los nacionalismos, 1814-1871. encontrar apologistas, como Adolfo Omodeo, que le apellida «el más humano de los espíritus», e historiadores hostiles, como Mack Smith, que le considera carente de ideas políticas y presenta a Garibaldi como el héroe del «Risorgimento». Garibaldi es la contrafigura, el revolucionario de barricada, capaz, de arrastrar a las masas con su oratoria apasionada, el defensor del carácter republicano del futuro estado italiano. Mozzini, el exiliado, el fundador de la República romana en la revolución de 1 868, constituye la extrema izquierda de los políticos del «Risorgimento»; todavía en 1870 soñaba en encender la revolución en Sicilia, zona descontenta por su marginación y sus graves problemas económicos. Aparte de esta constelación de políticos de tendencia dispar, ¿qué papel juega la monarquía saboyana? La figura de Carlos Alberto ha sido muy discutida, ha tratado de aclararse si fue un instrumento o un obstáculo para la unificación. Sabemos que deseaba realizar la unidad sin ayudas exteriores, «Italia fará da se». Conservamos su Diario, en cuyas páginas se puede comprobar su miedo a la revolución, su deseo de prohibir palabras como liberal o constitución, sus simpatías por los gobiernos conservadores, incluso por el austríaco. Es un hombre que desea realizar la revolución nacional sin una revolución liberal. Para la marcha del proceso unificador fue una fortuna su abdicación en su hijo Victor Manuel, que sintonizaba mejor con el movimiento patriótico. Sin duda el gran mérito de Cavour fue el de saber atraerse a fuerzas políticas tan dispares: el centro derecha de D’Azzeglio, el centro izquierda de Ratazzi; y posteriormente a los republicanos, el veneciano Manin, el lombardo Pallavicino, el siciliano La Farina. 3.1.3. Fases de la Unificación. En la revolución de 1830 se puede comprobar la falta de un verdadero espíritu nacional entre los italianos, las pequeñas insurrecciones contra los soberanos no encuentran eco popular. Al año siguiente Mazzini funda la «Joven Italia». En 1847 Metternich ordena la ocupación de Ferrara por las tropas austríacas; Carlos Alberto puede argüir la defensa del papa, los austríacos se han convertido en enemigos. La guerra de 1848. En marzo de 1848 el levantamiento de los milaneses contra los austríacos permite la intervención del ejército piamontés, dirigido por Carlos Alberto, en ayuda de sus compatriotas. En breves semanas se produce la unión del Piamonte, Lombardía y Venecia. Pero el ejército piamontús no posee preparación; una comisión investigadora posterior comprueba que los mandos superiores carecían de mapas de Lombardía, no habían estudiado las fortificaciones austríacas, se disponía de escasos víveres y equipo médico, y de pocos caballos para el arrastre de la artillería. Y, por otra parte, el general austríaco Radetzky, conocedor de la doctrina napoleónica de la concentración de fuerzas y la rapidez, demuestra ser un gran militar. Primero en Custozza, más tarde en Novara, el ejército piamontés es destrozado. Mientras, se ha producido una revolución en Roma, que obliga a huir al papa Pío IX, y Mazzini proclama la República. Tropas francesas ocupan la capital y en 1850 puede regresar el pontífice, quien inicia una política conservadora, asustadiza frente al movimiento italiano, como ha puesto de relieve el estudio clásico de Aubert sobre el pontificado de Pío IX. Al pedirle Víctor Manuel II, que ha sustituido a su padre en el trono piamontés, que le conceda el gobierno efectivo de Las Marcas, permaneciendo el papa como soberano nominal, y que otorgue a los ciudadanos de Roma los mismos derechos que disfrutan los del Piamonte, el papa se opone. Más tarde, en la encíclica Nullus cerü (1860) denunciará «los atentados sacrílegos cometidos contra la soberanía de la iglesia romana». El 48 se cierra con un fracaso para las aspiraciones de los nacionalistas. Cavour, consciente de la necesidad de apoyo de una potencia extranjera, determina la intervención del Piamonte en la guerra de Crimea. Guerra de la Lombardía (1859). Pág. 23 Total Páginas: 27 APUNTES CIENCIAS SOCIALES. Albino Feijóo Gómez. En la entrevista secreta de Plombiéres entre Napoleón III y Cavour se acuerda el apoyo francés a la unificación de Italia. Desde el punto de vista militar, ha señalado Liddell I-Iart una extraordinaria movilidad de las tropas piamontesas en la guerra que estalla en 1859, lo cual demuestra una modernización de la red de transportes y una conciencia más progresiva de la ciencia militar en los italianos. En Magenta y Solterino son vencidas las tropas austríacas, que pierden Lombardía. Pero antes de ser ocupado el .Véneto Napoleón III firma el armisticio de Vilatranca con Austria, sin conocimiento de los italianos. Esta extraña reacción del emperador francés ha intentado ser explicada de diversas maneras; por sentimientos humanitarios, ante el alto número de víctimas de las batallas; por presión de los católicos franceses, que ven peligrar el poder temporal del papa; por un avance de las tropas prusianas hacia el Rin. En cualquier caso es una más de las imprevisibles reacciones de un monarca titubeante, que provoca, en esta ocasión, la desesperación de Cavour y el odio de los italianos hacia un aliado que les ha abandonado en el momento crítico. Las incorporaciones de 1860. Cavour promueve en La Romaña y la parte Norte de los Estados Pontificios (Las Marcas y La Umbría), movimientos populares, que solicitan la incorporación al nuevo reino del PiamonteLombardía. Para orillar la oposición francesa Cavour entrega a Francia Saboya y Niza, prometidas en Plombiéres. Varios plebiscitos en los ducados de Parma, Módena y Toscana suponen la eliminación de la influencia austríaca en la península y el incremento territorial del nuevo reino. Garibaldi es el protagonista de la unificación del Sur. Con un ejército de filibusteros, los <(mil camisas rojas», sale de Génova, desembarca en Sicilia, ocupa Palermo, y poco más tarde Nápoles, de donde expulsa a los borbones. En 1861 se convoca en Turmn un parlamento de toda Italia. En ese año muere’Cavour. Todavía faltaba para la Italia unida expulsar a los austríacos de Venecia y completar la incorporación de los Estados Pontificios con Roma. Las últimas anexiones. Cuando estalla en 1866 la guerra entre Prusia y Austria los italianos aprovechan para abrir un frente en el Sur. En el conflicto interviene no ya el ejército piamontés sino el ejército italiano, que posee escuadra y unas dimensiones mayores. Sin embargo es derrotado por los austríacos en Custozza y en la batalla naval de Lissa. No tienen estos tropiezos reflejo en la guerra; el triunfo prusiano provoca la entrega de Venecia al reino de Italia. Sólo Roma, en donde había una guarnición francesa para apoyar al papa, no estaba integrada en el reino de Italia. Al estallar la guerra entre Francia y Prusia, en 1870, las puertas de Roma se abren para los italianos. La unificación provoca inmediatos efectos positivos: unidad del sistema arancelario, del código penal, de la moneda. Pero también tiene una vertiente negativa. El Sur está más atrasado y la política se dirige desde el Norte. Al ponerse en contacto dos zonas de diferente grado de desarrollo la más atrasada se deprime todavía más y se convierte en simple proveedora de mano de obra; es el problema eterno del Sur italiano. La unificación política no supo soldar económicamente a las dos Italias. 3.2. UNIFICACIÓN DE ALEMANIA. 3.2.1. Raíces de la unificación. En 1815 la confederación germánica queda formada por 39 estados, de los cuales dos, Austria y Prusia, aparecen como los más poderosos. Les siguen en importancia cuatro reinos: Baviera, Wurtemberg, Hannover y Sajonia. Una dieta federal, presidida por el emperador de Austria, es el único órgano comunitario. Austria se esfuerza por mantener el «status», que la beneficia y le permite mantener un imperio multinacional con Hungría, Bohemia y territorios en Pág. 24 Total Páginas: 27 La Restauración, las revoluciones liberales y los nacionalismos, 1814-1871. Italia. El sentimiento unitario se apoya en raíces económicas e intelectuales. Raíces económicas En 1834 se constituye el «Zollverein», unión aduanera de los Estados del Norte de Alemania, con territorios en los que viven 26 millones de habitantes, aunque faltan los estados del Noroeste y las ciudades comerciales de La Hansa. Esta unión aduanera es considerada como el primer páso unificador; Prusia se hace con la hegemonía, la población de la zona aumenta rápidamente, se industrializa el Ruhr, los fabricantes comprueban las ventajas de la unificación. Austria mira con recelo el ascenso del papel prusiano y suscita un organo rival, la Unión Tributaria) que no consigue convertirse en competencia peligrosa para los mercados del «Zollverein». En 1835 se inaugura la línea férrea Nühremberg-Fürth; en pocos años una red ferroviaria eplaza los territorios del norte alemán; al no reparar en los obstaculos politicos de las fronteras estatales, el ferrocarril contribuye a la unificación con tanta fuerza como las arengas de los filósofos. La historiografía sobre la unificación de Alemania ha ido concediendo creciente importancia a estos factores económicos; desde la obra de Benaerts sobre los orígenes de la industria alemana, publicada en 1833, has;a la de Boehme, publicada en 1966, se ha ido clarificando el papel que han jugado los medios de la industria y el comercio con su librecambismo, barredor de todo impedimento para el libre tráfico. Esta óptica ha desplazado a la tradicional, representada por Treitschke, que consideraba la unidad alemana como un capítulo de la vida de Bismarck. Raíces intelectuales A partir de los Discursos a la nación alemana de Fichte, los filósofos no dejan de reflexionar sobre el concepto. Los jóvenes hegelianos en 1848 echan mano de las ideas de Hegel y de los filósofos románticos para enarbolar la bandera de Alemania. El historiador Ranke y Droysen buscan en el pasado recuerdos que fundamenten un futuro unitario. El poeta Heme pone su producción al servicio de la exaltación de su patria; Flerwegt, en una explosión de nacionalismo, exclama: «Tú eres el pueblo en quien confía el mundo... tú sabes conquistar la tierra.» En las universidades, estudiantes y profesores hablan de Alemania y de los modelos políticos que eventualmente puede adoptar: los conservadores prefieren una confederación que respete los derechos de los soberanos; los liberales un estado federal con un emperador a su cabeza y dinastías en cada estado, con süs poderes recortados; los demócratas desean barrer los vestigios de la vieja Alemania. Un periódico de Mannheim, el «Deutsche Zeitung», se dirige a toda la nación alemana. Hemos estudiado ya las repercusiones de las revoluciones de 1830 y 1848 en Alemania. El 48 deja, a pesar de su fracaso, una huella intensa en la vida alemana: •Recelos de los soberanos. En Prusia el viraje conservador tras la disolución de la Asamblea hace perder al rey el favor popular. Los reyes temen la aparición de constituciones, los pueblos las desean. •Fricciones entre Austria y Prusia) más violentas que tras la constitución del Zollvereiñ. La rivalidad se hace más enconada cuando los soberanos de Hesse piden ayuda contra la presión de sus súbditos. Por Hesse pasaban las vías de comunicación de Prusia con sus terri torios del Rhin, por lo que ésta apoya las peticiones de reforma populares mientras Austria apoya a los soberanos. Prusia ha de dar marcha atrás, es la humillación de Olmütz, que deja en los prusianos un, deseo de revancha. •Divisiones internas entre conservadores y liberales. Esta polarización desplaza a los liberales hacia posiciones cada vez más exigentes. •Un movimiento, la «Nationalverein» (Asociación Nacional) fomenta el caudillaje de Prusia en una Alemania unida. Pág. 25 Total Páginas: 27 APUNTES CIENCIAS SOCIALES. Albino Feijóo Gómez. 3.2.2. La figura de Bismarck. Bismarck llena por sí solo un período de la historia de su país y de Europa; se ha hablado, se habla, de la era de Bismarck. Sus biógrafos nos recuerdan su corpulencia de gigante y su inmensa resistencia física. Se ha dicho que con él comienza una etapa caracterizada por la «primacía de la fuerza», pero Benedetto Croce ha subrayado que más bien es una mezcla de la política antigua fuerza y autoridad, con las conquistas liberales en economía y técnica. El más conocido de sus biógrafos, Eyck, ha llegado a concluir que en Bismarck no hay pensamiento político sino objetivos inmediatos, aserción que ha sido criticada por otros historiadores. Se ha intentado demostrar que siempre pensó más en Prusia que en Alemania (Schnabel); se ha hablado de su bonapartismo (Gollwitzer) pero otros autores han señalado sus profundas diferencias con Napoleón III, ya que poseyó autoridad pero no pensó nunca en reforzarla con el apoyo popular, con un sistema plebiscitario (Allan Mitchel). Windelband le ha presentado como un «gran arquitecto de la paz», pero Lange ha subrayado que se trata de una paz armada. Divinizado por los, historiadores alemanes, falta todavía sobre su figura la obra definitiva, que explique las contradicciones, que permita encontrar una base a las discusiones que ha suscitado. Lo indudable es su genio político, puesto primero al servicio de la primacía de Prusia, más tarde a la consecución de la unificación de Alemania, luego al servicio de una Alemania entera, para implantar un nuevo sistema de equilibrio europeo, que, a diferencia del directorio del Congreso de Viena, supone la existencia de bloques que se contrapesan. La primera aportación de Bismarck a la unificación es su éxito en el aislamiento de Austria. Utilizando su pasado diplomático de embajador en San Petersburgo, consigue atraerse al zar ruso, separando de esta manera a las dos potencias sobre cuyo entendimiento se había mantenido vivo el espíritu de la Santa Alianza. 3.2.3. El inicio de la Unificación. Guerra de los ducados. Los ducados del sur de Dinamarca, Schleswig, Holstein y Lauenbi excepto en su zona limítrofe con el estado danés, eran de población mana, pero estaban gobernados por los príncipes daneses. En 1815 se había confiado al rey de Dinamarca la administración de los tres ducados. Pronto se planteó el problema sucesorio. El rey Federico VII no tenía hijos; su heredero, Cristián de Gluksburgo, era primo suyo por línea femenina; en Dinamarca se aceptaba esta línea pero no en los ducados, donde existía la ley sálica, y, en consecuencia, los derechos pasaban al príncipe alemán Frederick de Augustemburgo. Era la ocasión propicia para que los partidarios de la unión de los ducados a Alemania planteasen la cuestión. Bismarck movió las piezas con una maestría insuperable. Afrontaba un peligro internacional, pues la incorporación de los ducados a Alemania suponía una alteración del estatuto territorial del Congreso de Viena. Para la empresa necesitaba el apoyo austríaco y vencer la resistencia interior en Prusia, donde se negaron los fondos para las operaciones. En noviembre de 1863 muere el monarca danés; un ejército prusiano-austríaco invade los ducados. Schleswig y el puerto de Kiel quedan bajo administración pmsiana y el Holstein bajo alministración austríaca. La rivalidad entre las dos grandes potencias se hace pronto evidente. Guerra austro-prusiana (1866). Prusia procura colocar en mala posición diplomática a Austria dentro de Alemania. Su propaganda nacional no puede ser suscrita por Austria, que todavía sueña con impedir la unificación. El «Zollverein» ha creado unos intereses materiales comunes: ferrocarril, equipo mecanizado; Bismarck, para presionar a algunos estados, llegó a amenazar con la supresión del «zollverein». La propuesta prusiana de instalar un Parlamento alemán al que se acceda por sufragio universal es otro paso que Austria no puede compartir, con su régimen imperial y aristocrático. Pág. 26 Total Páginas: 27 La Restauración, las revoluciones liberales y los nacionalismos, 1814-1871. En el orden internacional la diplomacia bismarckiana supo moverse con la misma precisión. Rusia prefiere, en caso de guerra, el triunfo prusiano, porque tiene planteado el conflicto en el espacio balcánico con Austria; la Francia de Napoleón IJI también desea la derrota austríaca, para que culmine la unificación de Italia. Finalmente el apoyo italiano permitió abrir un segundo frente, por el sur, que distrae tropas austríacas y cierta solidaridad internacional hacia los prusianos. La guerra es muy corta. Los prusianos se despliegan en la ru a Praga. El superior desarrollo de la red de comunicaciones concede una mayor velocidad de desplazamiento hacia el frente. El fusil de retrocarga frente al fusil de carga delantera es otra ventaja para las tropas tradas por Moltke. En la batalla de Sadowa, con gran sorpresa las potencias europeas, se derrumba el ejército austríaco. Guerra franco-prusiana de 1870. Una nueva guerra, ahora con Francia) permite la consumación de la unificación. En el conflicto Prusia tiene ventajas diplomáticas, porque Napoleón III carece de aliados, superioridad militar, y mayor cohesión interior, ya que en el régimen del segundo imperio ha ido creciendo la oposición. La candidatura Hohenzollern al trono español es el pretexto. Ante la protesta francesa, que está dispuesta a impedir que un alemán ocupe el trono de España, el monarca prusiano retira la candidatura Hohenzollern, pero los franceses cometen el error diplomático de insistir en que se comprometan en lo sucesivo a no tolerar otro candidato alemán. Es una torpeza del ministro de Asuntos Exteriores francés, Gramont. El rey prusiano estaba en el balneario de Ems; con un telegrama se notifica a Bismarck la presión francesa. Bismarck resume el telegrama para entregarlo a la prensa; esta versión, hábilmente deformada por el canciller, convierte el intercambio de notas en un enredo de ultimátums. El famoso telegrama de Ems provoca la guerra del 70. París declara la guerra a Berlín el 19 de julio. La superioridad prusiana es total, mayor rapidez, más ferrocarriles, más hombres en el frente (en pocos días 440,000 soldados prusianos frente a 300.000 franceses), más artillería. En Sedán y Metz quedan destrozados los dos ejércitos franceses de Mac Mahon y Bazaine. Con la derrota se hunde el segundo imperio francés; con la victoria Prusia convierte a la constelación dé estados alemanes en una unidad política. Pág. 27 Total Páginas: 27