XXXI SIMPOSIO NACIONAL DE PROFESORES DE PRÁCTICA PROFESIONAL “Por la ejecución de las teorías en la Práctica Profesional” FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS­UNIVERSIDAD ARGENTINA DE LA EMPRESA – UADE – BUENOS AIRES 24 y 25 DE SETIEMBRE DEL 2009. ALGUNAS IDEAS ACERCA DE LA INCIDENCIA DE LA MATERIA PRÁCTICA PROFESIONAL EN LA FORMACIÓN DE CONTADORES COMPETENTES. FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS UNIVERSIDAD NACIONAL DE CUYO AUTORES: C.P.N. MAGDALENA E. GONZALEZ DE NOCERA C.P.N. MARIA LIDIA RIOS CORTEZ C.P.N. ROBERTO A. PERSICO XXXI SIMPOSIO NACIONAL DE PROFESORES DE PRÁCTICA PROFESIONAL “Por la ejecución de las teorías en la Práctica Profesional” FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS­UNIVERSIDAD ARGENTINA DE LA EMPRESA – UADE – BUENOS AIRES 24 y 25 DE SETIEMBRE DEL 2009. ALGUNAS IDEAS ACERCA DE LA INCIDENCIA DE LA MATERIA PRÁCTICA PROFESIONAL EN LA FORMACIÓN DE CONTADORES COMPETENTES. FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS UNIVERSIDAD NACIONAL DE CUYO AUTORES: C.P.N. MAGDALENA E. GONZALEZ DE NOCERA C.P.N. MARIA LIDIA RIOS CORTEZ C.P.N. ROBERTO A. PERSICO RESUMEN Al realizar el trabajo nos propusimos analizar los aportes de la materia práctica profesional en la formación de egresados competentes, quienes además de los correspondientes conocimientos teóricos y prácticos desarrollados en los claustros, deben experimentar la realización de prácticas laborales que contribuyan a dicha formación favoreciendo su inserción a corto plazo y eficazmente en el ámbito laboral y satisfaciendo los requerimientos de las empresas. Para definir qué se entiende por “competencias” y qué estrategia seguir para lograrlas, hemos analizado normas nacionales como la Ley Federal de Educación, la Ley de Educación Superior, el Plan Estratégico de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Cuyo y el documento del CODECE como así también las normas internacionales de educación emitidos por la IFAC, las que hemos intentado adaptar a la realidad socio-económica de nuestro país. Sabido es que las distintas metodologías de enseñanza adoptadas a través de los años, por las cátedras de Práctica Profesional han contribuido a lograr mejores resultados en el proceso de enseñanza-aprendizaje.- No obstante lo anterior, las pasantías o prácticas laborales, están requiriendo de nuestro análisis dada la importancia de las mismas, al ser el nexo entre la educación y el campo laboral. Lo cierto es que encontramos distintos escollos al intentar implementarlas. El rol de las Universidades o Facultades es primordial para establecer programas que permitan el desarrollo de las experiencias laborales. Del mismo modo los empresarios, instituciones públicas o privadas que en el futuro requerirán de los servicios de los nuevos profesionales, deben aceptar formar parte de la cadena enseñanza-aprendizaje. Por último, la supervisión de las prácticas laborales, deberá ser realizada por los docentes responsables transmitiendo las dimensiones éticas del rol profesional en el lugar de trabajo. Como conclusión y con el objetivo de que el estudiante próximo a graduarse, adquiera la destreza necesaria para poder discernir el problema, clasificarlo, buscar las distintas alternativas y llegar a una solución integral con sólidos conocimientos, proponemos que la materia práctica profesional tenga un dictado anual, llevando en forma progresiva el avance de las prácticas laborales. Además entendemos que debieran realizarse pequeñas prácticas laborales con anterioridad, al cursar otras asignaturas, con la finalidad de reforzar y fijar competencias. Una formación con mayor cantidad de materias humanísticas y la instalación de consultorios abiertos a la comunidad podrían contribuir también al afianzamiento del desempeño práctico de nuestros futuros graduados. 1. Introducción. Objetivo. Las Facultades de Ciencias Económicas y los docentes que en ellas nos desempeñamos tenemos una gran responsabilidad social materializada en los egresados que pasan a cumplir un rol en la sociedad con un alto interés público involucrado, ya que generan información o examinan y opinan sobre manifestaciones económico-financieras patrimoniales que sirven de base para la toma de decisiones tanto en el sector privado como en el sector público. Además, tenemos una responsabilidad “moral” con dichos egresados por cuanto ellos, por el ejercicio profesional, pueden quedar comprendidos en severas responsabilidades personales (ética, civil, penal, penal-tributaria, etc.). Esto implica que la preparación a impartir a los alumnos debe abarcar una multiplicidad de disciplinas que los capacite para la futura prestación de servicios profesionales de alta calidad, minimizando los riesgos de mala praxis y las responsabilidades personales y sociales asociadas. Hace casi medio siglo el Contador Carlos Cid, en aquel momento profesor de Práctica Profesional en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Cuyo, presentó una ponencia en la VII Conferencia Interamericana de Contabilidad referida al entrenamiento de los futuros contadores, dadas las dificultades que se observaban en algunos egresados para actuar en la práctica. El recordado profesor concluía acerca de la conveniencia de la intensificación de la enseñanza teóricopráctica, de la realización de prácticas reales en empresas o estudios profesionales durante la enseñanza y de imponer un período de seis meses a un año de prácticas obligatorias en empresas como requisito previo a la entrega del título 1. Más recientemente, la Federación Internacional de Contadores (IFAC) ha emitido distintos pronunciamientos referidos a la formación profesional. Dado el tiempo transcurrido desde aquella conferencia interamericana, los nuevos paradigmas en materia educativa, las normas emitidas por la IFAC y nuestra propia experiencia docente y profesional, es nuestro propósito: a) Reexaminar aquellas ideas porque consideramos que tienen plena actualidad, pero enfatizando en los aportes concretos que podemos efectuar desde la materia Práctica Profesional en la formación de egresados competentes. b) Poner a consideración de nuestros distinguidos colegas profesores algunas de las sugerencias contenidas en las normas internacionales de educación y demás pronunciamientos emitidos por la IFAC, especialmente en relación con los requerimientos de experiencia práctica. 1 CID, Carlos C., El entrenamiento de los futuros contadores, Revista de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Cuyo, Año XVII, N° 49/51, Enero-Diciembre 1965. 2. La influencia de la tecnología, de la globalización y de algunas nuevas (y no tan nuevas) realidades del mercado de trabajo. No constituye una novedad la influencia que ha tenido en los últimos treinta años el desarrollo tecnológico sobre la producción y el comercio de bienes y servicios en general y sobre muchos aspectos del ejercicio de nuestra profesión en particular. Sólo por citar algunos ejemplos podemos mencionar: la creación de las computadoras personales, el desarrollo de softwares de gestión (programas de contabilidad, de liquidación de sueldos y jornales, CRM, ERP, etc.), Internet y todas las posibilidades que se derivan de ella (teletrabajo en sus distintas formas: e-banking, portales de gestión on-line a través de los cuales se pueden efectuar trámites públicos, data-centers, etc.). Al mismo tiempo, la difusión del outsourcing o tercerización a nivel global, motivado por la búsqueda de las grandes empresas con el fin de reducción de costos administrativos, produjo efectos en ciertos países que se transformaron en proveedores de servicios al presentar una ventaja competitiva: profesionales capacitados que perciben bajas remuneraciones en términos de dólares. Entre otros, son los casos de India y de Argentina. Concretamente en nuestro país se han instalado grandes empresas de outsourcing contable (tenemos información que una de ellas 2 emplea a más de 4.500 profesionales de distintas ramas) que proveen servicios a firmas locales y a corporaciones de Estados Unidos y Europa. También ha influido en los mercados laborales, especialmente en algunas regiones del interior del país, el proceso de adquisición de empresas tradicionales locales por parte de empresas nacionales o internacionales y la consecuente tendencia a centralizar las administraciones de las subsidiarias en las respectivas casas matrices controlantes, produciendo una disminución en la demanda de contadores públicos, fundamentalmente a nivel de jefaturas y gerencias. Por otra parte, y relacionado con la capacitación, advertimos que comenzaron a aparecer carreras terciarias o “tecnicaturas” que en 12 o 24 meses capacitan a los alumnos en saberes eminentemente prácticos y con amplia salida laboral atendiendo específicamente a la demanda del mercado de la región o zona de influencia. Observamos que los egresados de algunas de esas tecnicaturas han pasado a competir en la oferta laboral con los contadores públicos, especialmente en posiciones iniciales de analistas. Esto no constituye una problemática exclusiva de nuestra profesión. Por ejemplo, los técnicos en redes de computación y telecomunicaciones compiten, en algunos servicios, con los Ingenieros en Sistemas. Tampoco debemos olvidar algunas características actitudinales frente al trabajo que presenta la denominada “Generación Y” (personas nacidas entre 1980 y 2000). La Dra. Moreau dice que “ha bajado en general la adhesión personal hacia la empresa como se la veía años atrás…así la planificación de la carrera personal está pasando crecientemente a manos del propio profesional que se pregunta más firmemente sobre 2 Accenture Argentina, información contenida en su página WEB oficial. sus opciones, su estrategia de desarrollo y especialmente sobre sus competencias, que constituyen nada menos que su propio capital”.3 El Profesor Lavena 4 cita en su trabajo varias encuestas que resultan críticas hacia las universidades por no preparar profesionales para manejarse en un mundo real con las consecuentes dificultades de inserción laboral de los mismos. El mercado laboral actual, respondiendo a su principal característica de integrar un sistema económico globalizado, demanda profesionales con competencias necesarias para desarrollarse en empresas pequeñas, medianas y multinacionales que les permitan adaptarse a ellas. Pero cuando un graduado en ciencias económicas acude a un llamado para algún puesto de trabajo, se encuentra que además de requerirle ciertamente la probanza de su graduación en alguna universidad, también se le requieren habilidades y competencias múltiples, tales como: • • • • • • Conocimientos especializados en técnicas tributarias. Conocimientos de finanzas de empresas, fuentes de financiamientos, de comercialización, de administración, de los mercados cambiarios, de capitales y opciones de inversión, etc. Conocimientos en problemáticas de recursos humanos y con ello también el conocimiento paralelo de las fases de producción. Conocimientos de control de gestión, que les permitan llevar adelante empresas pequeñas o medianas como si fuera su propia empresa. Capacidad de liderar, de conformar grupos de trabajo, de mediar o negociar en situaciones conflictivas o difíciles, de reflexionar ante situaciones nuevas que se le presentaran, de deducir la problemática y de encontrar la salida dirigiendo el accionar de los subordinados. Todo ello realizado por un contador que ha sido educado integralmente, es decir en lo profesional y en lo cultural como honesto, culto y sobre todo respondiendo a normas sociales que lo constituyan en contador ético y probo. Luego es fácil deducir que el “SUPER CONTADOR”, que acabamos de describir y que pueda dar solución a tan amplio abanico de problemáticas que se suceden en las empresas del complejo mundo de negocios actual, no es muy fácil de encontrar. Esto puede producir cierto desconcierto y desasosiego en los alumnos (y muchas veces también en los docentes), que dudan acerca de si las herramientas que les está proveyendo la formación universitaria serán aptas para insertar al futuro graduado eficazmente en el mundo del trabajo. En síntesis, venimos observando modificaciones cualitativas y cuantitativas en la oferta y demanda de servicios relacionados con la profesión de Contador Público, siendo de especial interés para nosotros las referidas a aspectos cualitativos, es decir a las 3 MOREAU, Nora, “Límite de los profesionales para ser dueños de su carrera”, Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad de Buenos Aires, diciembre 2001. 4 LAVENA, Sebastián Luis, “La responsabilidad de formar profesionales con criterio”, XXX Simposio Nacional de Profesores de Práctica Profesional, Rosario, 2008. competencias o capacidades de los profesionales requeridas por las empresas y por los propios estudiantes en relación a su proceso de formación. Ante estas circunstancias, nos planteamos las siguientes preguntas: - ¿Cuáles son las competencias que debe tener un contador público? - ¿La educación profesional se debe referir solamente a una formación profesional integral o bien deben existir formaciones de postgrado de tantas especializaciones como nos vaya requiriendo la demanda? - ¿Cuál sería la estrategia más conveniente a implementar respecto de la formación de dichas competencias? i. ¿Debemos fortalecer los aspectos prácticos a costa de la formación teórica?; o ii. ¿Debemos buscar un delicado equilibrio entre lo teórico y lo práctico que permita que no se cierren oportunidades laborales masivas para el joven graduado, pero que al mismo tiempo, habilite al egresado a poder aprovechar oportunidades laborales especiales que pueden presentarse en el mediano y largo plazo? iii. ¿Es decir y casi como síntesis ¿Nosotros como docentes debemos darnos a la formación del super profesional que sabe un poco de todo, pero no mucho de nada y que en estas condiciones encontrará rápidamente un empleo, aunque más no sea como empleado calificado, ó debemos abocarnos a la tarea de formar profesionales con mayúscula, con una firme formación teóricopráctica complementada con la formación humana obligatoria y necesaria para desarrollarse como ser humano profesional? 3. La Ley Federal de Educación, la Ley de Educación Superior, el Plan Estratégico de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Cuyo y el documento base del CODECE Para tratar de encontrar una respuesta a las preguntas planteadas, en primer lugar debemos repasar cuáles son las funciones de las universidades y las finalidades y objetivos de la Educación Superior en general. Luego, particularizando en las incumbencias del Contador Público establecidas en la Ley de Ejercicio Profesional, esbozar algunas ideas vinculadas a las características que definen al egresado (perfil) que conforman el Plan Estratégico 2009-2012 5, y el documento base para la acreditación de la carrera de Contador Público 6, las que nos servirán de marco dentro 5 Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Nacional de Cuyo, Plan Estratégico 2009-2012 Consejo de Decanos de Facultades de Ciencias Económicas de Universidades Nacionales, Documento base para la acreditación de la carrera de Contador Público, agosto 2006 6 del cual encuadraremos nuestra propuesta basada en las normas internacionales de educación de la IFAC y adaptada a la realidad socio-económica de la Argentina. 3.1. Funciones de las universidades. El artículo 22 de la Ley Federal de Educación7 menciona, entre otras: “formar y capacitar técnicos y profesionales, conforme a los requerimientos nacionales y regionales, atendiendo las vocaciones personales y recurriendo a los adelantos mundiales de las ciencias, las artes y las técnicas que resulten de interés para el país”. “Desarrollar el conocimiento científico-tecnológico en el más alto nivel con sentido crítico, creativo e interdisciplinario, estimulando la permanente búsqueda de la verdad.” 3.2. Fines y objetivos de la Educación Superior. Los artículos 3° y 4° de la Ley de Educación Superior 8 establecen que ésta “tiene por finalidad proporcionar formación científica, profesional, humanística y técnica en el más alto nivel, contribuir a la preservación de la cultura nacional, promover la generación y desarrollo del conocimiento en todas sus formas y desarrollar las actitudes y valores que requiere la formación de personas responsables, con conciencia ética y solidaria….”. Dicha ley menciona como objetivos, entre otros, “formar científicos, profesionales y técnicos, que se caractericen por la solidez de su formación y por su compromiso con la sociedad de la que forman parte”; “garantizar crecientes niveles de calidad y excelencia…”. Una herramienta para lograr esos niveles de calidad es la acreditación de aquellas carreras de grado que forman profesionales, en cuyo ejercicio puede llegar a afectarse de manera directa el interés y la seguridad pública. 3.3. El plan estratégico de la FCE UNCUYO. El primer objetivo planteado en la misión de la FCE UNCUYO es “formar profesionales integrales con competencias básicas y específicas, adecuado conocimiento del contexto, capacidad innovadora y espíritu crítico”. Asimismo, se enuncian otros objetivos generales, entre los cuales destacamos: a) “Formar profesionales íntegros, con capacidad científica y conciencia social.” b) “Orientar las actividades de formación al vincular al estudiante con el ambiente laboral y productivo.” c) “Impulsar la vinculación de los estudiantes y graduados con el sistema laboral, con actividades que completen su formación y faciliten el acceso al empleo.” d) “Fomentar en los alumnos el juicio crítico y la inquietud emprendedora, incentivándolos a generar sus propios proyectos.” 3.4. Documento base del CODECE. Por su parte, el documento del CODECE para la acreditación de la carrera de Contador Público expresa que “…las carreras de grado deben garantizar ámbitos y modalidades 7 8 Ley 24.195 (B.O. 29/4/93) Ley 24.521 (B.O. 7/8/95) de formación teórico-práctica que colaboren en el desarrollo de competencias profesionales acordes con la intencionalidad formativa…atendiendo al contexto socioeconómico y al tipo de inserción laboral de los graduados”. Agrega que…”la teoría y la práctica se muestran como ámbitos mutuamente constitutivos que definen una dinámica específica del proceso de enseñanza y de aprendizaje”. 4. El modelo de formación profesional de la Federación Internacional de Contadores (IFAC). Es evidente que nuestras dudas y cuestionamientos acerca de la formación profesional son compartidos a nivel global. La IFAC ha emitido una serie de pronunciamientos mediante los cuales “establece los requerimientos sobre la formación del contador público, la evaluación de sus capacidades y competencias, así como los requisitos de práctica previa para obtener la matriculación”9. De ellos, los más importantes o significativos son las denominadas “Internacional Education Standards” – IES, es decir, normas internacionales de educación, que a la fecha son las siguientes: IES 1 – Requisitos de ingreso a un programa de educación contable profesional. IES 2 – Contenido de los programas de educación profesional contable. IES 3 – Habilidades profesionales y educación general. IES 4 – Valores profesionales, ética y actitudes. IES 5 – Requisitos de experiencia práctica. IES 6 – Evaluación de las capacidades y de las competencias profesionales. IES 7 – Desarrollo profesional continuo. IES 8 – Competencias requeridas para auditores profesionales. También ha emitido las “Declaraciones de prácticas internacionales de educación” (IEPS), de las cuales vamos a comentar la N° 3: Requerimientos de experiencia práctica. Inicio del desarrollo profesional de los contadores10, cuyo objetivo es proveer una guía de implementación de la IES 5. Asimismo consideramos de interés entre los “Documentos internacionales de educación” (IEP), el N° 2: Hacia contadores profesionales competentes11. 4.1. ¿Qué se entiende por “contadores competentes”? El IEP 2 define competencia como la habilidad de desempeñar un trabajo de acuerdo a normas o estándares definidos o esperados de un contador profesional con referencia a ambientes reales de trabajo y presupone un nivel apropiado de capacidades (conocimientos técnicos, habilidades y valores profesionales y actitudinales). 9 SELTZER, Juan Carlos, “IFAC Y LA FORMACION DE CONTADORES PROFESIONALES”, Revista Imagen Profesional N° 69, Federación Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas, mayo 2009. 10 International Education Practice Statement, IEPS 3, Practical Experience Requirements ― Initial Professional Development for Professional Accountants, International Accounting Education Standards Board, International Federation of Accountants, noviembre 2007, traducción propia. 11 International Education Paper, IEP 2, Towards Competent Professional Accountants, International Federation of Accountants, abril 2003, traducción propia. Conocimientos técnicos es una categoría de capacidades que cubre los tópicos encontrados en todas las currículas contables: informes financieros, auditoría, impuestos, organización y negocios, economía, gerenciamiento, métodos cuantitativos, etc. Las habilidades comprenden a las analíticas, por ejemplo, acceso al conocimiento, entendimiento, aplicación, análisis, síntesis y evaluación, pensamiento crítico, lógica y toma de decisiones. Las técnicas incluyen escritura, aritmética, tecnología y contabilidad. Las personales por ejemplo, iniciativa, influencia y autoaprendizaje. Las interpersonales por ejemplo, comunicación oral y escrita, negociación, liderazgo, trabajo en equipo y sagacidad política. Las organizacionales por ejemplo, planeamiento estratégico, gerenciamiento de proyectos, gerenciamiento de recursos humanos y materiales. Los valores profesionales y actitudinales comprenden el comportamiento ético, por ejemplo, independencia, objetividad, confidencialidad e integridad; la conducta profesional, por ejemplo, respeto, confiabilidad, responsabilidad; la búsqueda de excelencia, por ejemplo, compromiso de mejoramiento continuo y de aprendizaje a largo plazo; la responsabilidad social. 4.2. Criterios de evaluación de esa competencia. Por su parte la IES 512, prescribe la experiencia práctica que los miembros de IFAC debieran requerir a sus miembros para obtener la calificación como contadores profesionales. Si bien el enfoque corresponde a un esquema en que la habilitación profesional requiere de un examen a cargo de los consejos profesionales, que no es el esquema vigente en nuestro país, consideramos que sus recomendaciones son valiosas para ser aplicadas a las prácticas laborales que forman parte de nuestra asignatura. Dichos requerimientos de experiencia práctica tienen por objetivo general producir profesionales competentes a través de una apropiada mezcla de educación general, educación profesional y experiencia práctica. La exacta combinación entre experiencia practica y conocimientos teóricos variará de acuerdo a las reglas establecidas por los organismos profesionales y acorde con las leyes nacionales y locales, los requerimientos de las autoridades de regulación y las expectativas públicas. Complementariamente, la IES 6 13 prescribe los requerimientos para un examen final de capacidades y competencias previas al egreso. Así los postulantes necesitan poder demostrar que: a) Tienen un conocimiento técnico de las materias específicas de la currícula. b) Pueden aplicar el conocimiento técnico de un modo analítico y práctico. c) Pueden extraer de varias materias el conocimiento requerido para resolver problemas complejos. d) Pueden resolver un problema particular distinguiendo la información relevante de la irrelevante dentro de un cuerpo de información dado. e) Aprecian que puede haber soluciones alternativas y entienden el rol del juicio. f) Pueden integrar diversas áreas de conocimientos y habilidades. 12 International Education Standard, IES 5, Practical Experience Requirements, International Federation of Accountants (IFAC), August 2008, traducción propia. 13 International Education Standard, IES 6, Assessment Of Professional Capabilities And Competence International Federation of Accountants (IFAC), August 2008, traducción propia. g) Pueden comunicar efectivamente a los usuarios formulando recomendaciones realistas de un modo conciso y lógico. h) Pueden identificar dilemas éticos. 5. El perfil general del contador público. En correspondencia con las ideas expuestas en los parágrafos 3 y 4 el contador debe ser competente. Drucker dice que “El saber es hoy el único recurso significativo. Los tradicionales factores de producción, suelo (recursos naturales), mano de obra y capital, no han desparecido, pero se han convertido en secundarios; pueden obtenerse, y con facilidad, siempre que haya saber; y el saber en su nuevo significado es saber en tanto que servicio…” 14. Por ello interpretamos que la carrera de Contador Público de ninguna manera puede agotarse en la formación de profesionales con una visión de ejercicio profesional de corto plazo, circunscripto al desempeño en relación de dependencia en posiciones de analistas contables y compitiendo con los egresados de las tecnicaturas. Es cierto que el recién egresado va a comenzar a transitar un camino cuyas primeras etapas seguramente van a estar íntimamente relacionadas con ese tipo de tareas. También es cierto que esas experiencias le van a resultar de gran importancia en su proceso formativo. Sin embargo, limitar la formación a aspectos prácticos atentaría contra las legítimas aspiraciones de superación y progreso profesional. Por el contrario los egresados deben estar capacitados para iniciar una carrera laboral que no presente un techo a priori, abarcando tanto al ejercicio en forma independiente como a las posibilidades de desarrollo de una carrera gerencial en grandes empresas o en el sector público. Esa competencia abarca una serie de capacidades que en nuestro ámbito de actuación configuran lo que denominamos un adecuado criterio profesional. Estamos abarcando lo que en la terminología del IEP 2 son los conocimientos, las habilidades y los valores profesionales, éticos y actitudinales. Un aspecto que creemos no debe ser obviado es que la formación del criterio profesional es un proceso que consta de varias etapas que se desarrollan a lo largo de muchos años y que la capacitación a nivel de grado es sólo la primera etapa. Luego se va a ir nutriendo de las especializaciones de postgrado, la capacitación e información continua y la experiencia laboral propia y ajena. Por ello no debemos pretender que el recién egresado sea ya un producto terminado en materia de criterio profesional, sino que sea un buen producto en proceso con potencialidad ilimitada. 6. El aporte de Práctica Profesional a la formación de ese perfil. El proceso de formación del contador competente comienza desde el primer año de la Facultad. Es cierto que muchos de esos aspectos mencionados en el IEP 2 son enseñados a los alumnos en otras materias de la carrera, quizás de un modo estanco. Por ello nuestro aporte tendiente al delineamiento del criterio profesional debiera consistir en: 14 DRUCKER, Peter F., La sociedad postcapitalista, Sudamericana, 1993. a) refrescar y actualizar conocimientos teóricos; b) actualizar las disposiciones vigentes y, fundamentalmente, c) plantear problemas concretos para que los alumnos, por medio de un análisis integral, simulen la adopción de decisiones concretas que los resuelvan; y d) Guiar y asesorar a los alumnos en su inserción en el mundo del trabajo por medio de la supervisión en el ejercicio de sus pasantías o prácticas laborales. Los puntos a) y b) no ofrecen mayores comentarios dado que tanto la dinámica de la evolución de los conocimientos, como las permanentes modificaciones legales y reglamentarias nacionales y provinciales en la mayor parte de nuestro ámbito de actuación, producen cierta desactualización del alumno al llegar al último año de la carrera. En cambio respecto de los puntos c) y d), hemos advertido en nuestro ejercicio profesional que muchos egresados presentan dificultades severas en lo relacionado con la adopción de decisiones y en aspectos actitudinales para el afrontamiento de problemas. Terminan prefiriendo circunscribir su tarea a realizar trabajos meramente operativos cumpliendo órdenes que les son impartidas por sus superiores jerárquicos, los que en muchos casos no son contadores públicos. Por ello consideramos que uno de nuestros roles como profesores de Práctica Profesional debe ser el de enseñar a los alumnos el proceso de adopción de decisiones con rigurosidad técnica, profesional y ética para resolver problemas concretos, abarcando aspectos actitudinales en el trabajo, como ser la relación con sus clientes o con sus superiores, interpares y subordinados, según el caso. No queremos olvidar un tema que probablemente siempre ha sido dejado en segundo plano, pero que entendemos reviste mucha importancia para la inserción laboral del graduado: el marketing de los servicios profesionales. A este respecto consideramos que en Práctica Profesional debemos proveer al alumno de ciertas herramientas de marketing personal, pero encuadradas en el Código de Ética. 7. Adecuación de las técnicas de enseñanza y distribución de la carga horaria. Este enfoque acerca del aporte de Práctica Profesional nos conduce a la necesidad de producir adecuaciones y ajustes en las técnicas de enseñanza aplicadas tanto en relación con la densidad de los conocimientos a transmitir, como con la distribución de la carga horaria de las distintas herramientas utilizadas. El documento del CODECE propone criterios sobre la intensidad de la formación práctica que colaboren en el desarrollo de competencias profesionales. Estos criterios son: a) Gradualidad y complejidad. b) Integración de teoría y práctica. c) Resolución de problemas. En este punto vale reflexionar sobre la oportunidad de integrar la teoría con la práctica. Sabido es que la carrera de contador como cualquier otra carrera de grado cuenta con un contenido de carácter teórico, el cual se va desarrollando en distintas clases (generalmente magistrales) durante el dictado de las materias y de una parte práctica que se desarrolla a través de casos o ejercitaciones de distinta metodología. Este camino es recorrido desde el primer año con todas las asignaturas especialmente las contables, tributarias nacionales y/o provinciales, de control de gestión, matemáticas, etc. Al llegar a quinto año, en el segundo semestre, el alumno se encuentra con la materia Práctica Profesional. Esta materia, síntesis de una carrera, se le muestra como una materia “difícil”. Esto es así pues de pronto: • Adquiere real dimensión de lo que debiera saber, pero que no lo sabe o no lo recuerda. • No sabe por “dónde empezar” • Le cuesta discernir la problemática, clasificarla y buscar las alternativas. • Pierde tiempo en la búsqueda de información, porque no sabe dónde o no está seguro de qué buscar. • Le cuesta situarse en las distintas situaciones y actuar con flexibilidad y con solvencia ante cambios de escenarios. • Y por supuesto les resulta atemorizante discernir con sentido crítico la postura final, la opinión o los caminos alternativos. Es decir que el alumno debiera mostrar en su desempeño los conocimientos adquiridos durante el cursado de la carrera. Sin embargo, observamos falencias o dificultades en la aplicación práctica de los mismos. En el dictado de nuestra materia, que tiene la duración de un cuatrimestre, poco es lo que se puede lograr para remediar aquellas insuficiencias. Mucho menos podemos pretender formar en tan poco tiempo el criterio profesional y su capacidad en la toma de decisiones, siendo un proceso que lleva tiempo como antes lo hemos expresado. En otras palabras, quizás las metodologías a la altura del desarrollo actual de los procesos pedagógicos se encuentran claras y lo que aún falta ajustar es la oportunidad de la relación teoría-práctica a fin de que el alumno internalice el conocimiento y no lo olvide al llegar al fin de su carrera. En nuestra cátedra de Práctica Profesional del Contador se aplican distintas metodologías de enseñanza, las cuales fueron adoptadas con el transcurso de los años y ante la necesidad de lograr mejores resultados en el proceso de enseñanza- aprendizaje. Las metodologías usadas entre otras, son: 1) 2) 3) 4) Método de Casos Talleres Conferencias de expositores externos o internos de la Facultad Pasantías o Prácticas laborales Las pasantías o prácticas laborales tienen por objetivo guiar a los alumnos en sus primeros pasos en el mundo del trabajo por medio de la articulación entre el campo laboral y la educación. Esta articulación está referida a la redefinición del concepto de formación profesional: siguiendo a Weinberg 15, “las concepciones clásicas de formación la conciben como la transmisión ordenada y sistemática de un conjunto de conocimientos, habilidades y destrezas que le permiten al trabajador una elevación de sus calificaciones personales, pero descontextualizada del entorno y el tiempo en que se lleva a cabo y no necesariamente articulada con los procesos de trabajo para los que está contemplada”. El nuevo enfoque de formación para las competencias se basa en que “las competencias modernas no se enseñan en un curso, sino que son el reflejo de un ambiente productivo, empapado en la atmósfera de las empresas, en los códigos de conducta y funcionamiento que operan en la realidad”. Para la realización de dichas prácticas es primordial el rol institucional de las Facultades y/o Universidades, que deben firmar convenios con los empleadores que permitan el desarrollo de las experiencias laborales de los alumnos aplicando metodologías pactadas en base a criterios homogéneos permitiendo asimismo la supervisión docente. Estos programas deben ser eficientes y económicos para el empleador tanto sea éste público o privado. Tomando como base las sugerencias contenidas en la IES 5 opinamos que, por lo menos, los programas tendrían que ser implementados del siguiente modo: • En primer lugar trabajar para que los empresarios, colegas contadores, y demás instituciones públicas y privadas que en un futuro utilizarán los servicios de contadores, acepten formar parte responsablemente de la cadena enseñanzaaprendizaje, con el fin de que los egresados se acerquen más ciertamente a sus expectativas, reconociendo que la universidad no debe dar todo sino que es una misión conjunta de los implicados (universidad, alumno, usuarios y la comunidad en general). • Fijar la cantidad mínima de horas que se entienda necesarias para desempeñar una práctica laboral. • La experiencia práctica debe ser liderada por los profesores de la Cátedra (tutores o mentores). • Solicitar del empleador no sólo la firma del formulario en el cual se detallan horas y tareas desempeñadas por el pasante, sino también que exprese su opinión respecto de las debilidades y fortalezas del alumno, además de que manifieste en concreto qué capacidades espera encontrar en un egresado. Somos conscientes de las dificultades que existen en nuestro país para la suscripción de este tipo de convenios, principalmente por aspectos de cultura empresaria muy difíciles de modificar. La supervisión de las pasantías o prácticas laborales debe estar enfocada a que el alumno se familiarice con los aspectos específicos del ejercicio profesional que conforman la realidad laboral que va a afrontar al graduarse, ya sea trabajando en relación de dependencia en el sector privado o en el sector público, como haciéndolo en forma independiente. Por ejemplo: documentación comercial, registros contables, normas de procedimiento, trámites usuales, etc. La IES 5 nos dice que la experiencia 15 WEINBERG, Pedro Daniel, “La construcción de una nueva institucionalidad para la formación”, documento presentado en el Seminario Educación, Tecnología y Empleo, Mendoza, 1996. práctica provee al profesional un desarrollo en habilidades o competencias como las siguientes: • Mejorar su compresión de las organizaciones, de cómo las empresas actúan y de las relaciones de trabajo. • Poder relacionar el trabajo de contador con otras funciones de las empresas y actividades. • Ser cada vez más conscientes del entorno en el que se prestan los servicios. • Tratar de buscar las oportunidades de trabajar en niveles y con responsabilidades superiores. • Reafirmar principios éticos y aspectos actitudinales en el trabajo (valores, hábitos y comportamientos). Los responsables por la supervisión de la experiencia práctica tienen que transmitir las dimensiones éticas del rol profesional en el lugar de trabajo. 8. Conclusiones. La profesión de contador público tiene, en nuestro país, un prestigio ganado a partir del desempeño competente de miles de colegas a lo largo de los años. Ese reconocimiento social debe nutrirse ininterrumpidamente para lograr proyectarse hacia el futuro. Esto implica que los nuevos graduados alcancen altos estándares de desempeño. Es responsabilidad de las Facultades de Ciencias Económicas dotarlos de las capacidades o competencias necesarias para su incorporación inicial a la matrícula. La materia Práctica Profesional constituye la última estación en la que el alumno adquiere competencias e integra conocimientos. Por ello, creemos que deben producirse adecuaciones en la intensidad de la formación práctica tales como: • • • • • La Materia Práctica Profesional debiera tener un dictado anual y debiera estar estructurada de manera de sólo actualizar los conocimientos y ratificar la práctica anteriormente aprendida. Debieran existir una o varias materias o módulos de Práctica Profesional, que incentiven la obligatoria conexión de la teoría con el desarrollo real de situaciones y a medida que las asignaturas se van cursando, hasta lograr que el alumno adquiera materialmente esa habilidad. Ej: en derecho laboral, impuestos, constitución de sociedades, etc. Esto implica que la práctica profesional de cada materia se lleve a cabo en el año del cursado. Estas prácticas debieran ser dirigidas por profesores que ejerza la profesión en los distintos ámbitos ya nombrados y con la suficiente formación empírica, lo cual facilitará la transmisión de las enseñanzas. La necesidad de exámenes globales de las principales materias de la carrera, al término del tercer año, con el fin de la permanencia del conocimiento y si se quiere para reafirmar su aprehensión. La conveniencia de la instalación de consultorios externos (abiertos a la comunidad) o talleres bajo la supervisión de los docentes de la materia práctica profesional, en donde los alumnos puedan resolver casos reales favoreciendo seguramente la integración de las universidades con el medio. La incorporación a la currícula de nuestra carrera de contador de materias que ayuden a la formación humana del futuro profesional. Una preparación del alumno que lo ayude en su seguro desenvolvimiento dentro de una sociedad compleja y globalizada que lo obligará a estar bien posicionado desde el punto de vista filosófico, ideológico, político utilizando herramientas como la negociación y/o mediación. BIBLIOGRAFIA CID, Carlos C., El entrenamiento de los futuros contadores, Revista de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Cuyo, Año XVII, N° 49/51, Enero-Diciembre 1965. MOREAU, Nora, “Límite de los profesionales para ser dueños de su carrera”, Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad de Buenos Aires, diciembre 2001. LAVENA, Sebastián Luis, “La responsabilidad de formar profesionales con criterio”, XXX Simposio Nacional de Profesores de Práctica Profesional, Rosario, 2008. Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Nacional de Cuyo, Plan Estratégico 2009-2012 Consejo de Decanos de Facultades de Ciencias Económicas de Universidades Nacionales, Documento base para la acreditación de la carrera de Contador Público, agosto 2006 SELTZER, Juan Carlos, “IFAC Y LA FORMACION DE CONTADORES PROFESIONALES”, Revista Imagen Profesional N° 69, Federación Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas, mayo 2009. 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