Para vivir nuestro organismo necesita unas cantidades determinadas de las sustancias nutritivas que se encuentran en los alimentos. El estudio de estas sustancias nos proporcionará datos acerca de las propiedades y características de estos alimentos. Para conseguir una dieta adecuada, hemos de saber dar respuesta a cuestiones como estas: Para que los responsables de la política alimentaría consigan determinar cuáles son las motivaciones del público a la hora de elegir los productos, el IEFS (Institute of European Food Studies) encuestó aproximadamente a 14.500 personas pertenecientes a estados miembros de la Unión Europea acerca de sus actitudes, creencias y prácticas en cuanto a alimentación y salud. Este artículo, el primero de una serie que examina los resultados de este sondeo realizado por el IEFS, se centra en los factores que la población considera determinantes en relación con los hábitos alimentarios y en la postura del público frente a la "alimentación sana". la alimentación es la ingestión de alimentos con la finalidad de obtener de ellos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita para conservar la salud. Forma parte de la nutrición. La salud a través de la alimentación es uno de los retos de la sociedad en general y de cada persona en particular. Es un proceso automático y a la vez un acto voluntario que está condicionado por diversos tipos de factores que determinan una buena o mala nutrición. La alimentación ha de ser personalizada en cuanto a la edad, trabajo y zona donde se habita, entre otros determinantes. Nuestro cuerpo es un fiel reflejo de nuestras costumbres alimentarías. En Chile y en otros países, estamos viviendo una verdadera epidemia de la obesidad. La población adulta está aumentando de peso y nuestros niños también. Una medición efectuada el año 2000 en escolares de primero básico, reveló un 15% de niños obesos, lo que contrasta con el 5% encontrado en 1987 en un estudio similar. La primera causa de mortalidad en nuestro país es el conjunto de enfermedades cardiovasculares que se desarrollan en estrecha relación con la obesidad, con malos hábitos en el diario vivir, y en especial con el tipo de comida que se elige. Alimentación Saludable para Niños Como padre o persona encargada del cuidado del niño, debes saber que para los niños es fundamental comer alimentos saludables pero, los padres y los niños no siempre se ponen de acuerdo acerca de lo que deben comer. ¿Cómo puedes asegurar que los niños están comiendo los alimentos correctos? Comienza con buenos hábitos alimenticios Los niños de corta edad necesitan tres comidas regulares más uno o dos bocadillos. Planifica el horario de los bocadillos de tal forma que no queden demasiado cerca de los horarios de las comidas principales. Escoge bocadillos de los cinco grupos alimenticios señalados en la Pirámide Guía de los Alimentos. Enseña buenos hábitos alimenticios con el ejemplo. Disfruta las comidas con tus hijos. Ellos aprenderán de ti cómo y qué comer. ¡Tus hábitos alimenticios saludables harán que tú también seas más saludable! Sirve porciones pequeñas a los niños de corta edad, si se quedan con hambre ellos pedirán más comida. Ofréceles nuevos alimentos en porciones aún más pequeñas, como una o dos cucharadas. Con frecuencia los niños quieren comer el mismo alimento comida tras comida, este comportamiento se conoce como "manía por un alimento". Por lo general, esta manía por un alimento no dura lo suficiente para perjudicar la salud del niño; si se trata de un alimento saludable, los padres pueden permitir que el niño lo siga comiendo hasta que se le pase la manía. Es posible que los niños de corta edad coman menos un día y más al día siguiente, el apetito de los niños depende de su crecimiento y nivel de actividad. Si consideras que el niño está comiendo muy poco o demasiado, consulta a tu médico o dietista. Utiliza la Pirámide Guía de los Alimentos para Niños de Corta Edad Está pirámide especial te ayudará a enseñar a tus hijos qué deben comer para crecer y mantenerse saludables. En esta pirámide se muestran los alimentos que los niños conocen y disfrutan. Ofrece a los niños de corta edad una variedad de alimentos de los cinco grupos alimenticios. Cada grupo proporciona algunas de las sustancias nutritivas y la energía que los niños necesitan. Ningún grupo alimenticio es más importante que otro. Para crecer y ser saludables, los niños necesitan comer diferentes alimentos cada día. Los alimentos Uno de los factores que han permitido a los egiptólogos poder reconstruir con cierta exactitud las costumbres alimenticias de los habitantes del Valle del Nilo, ha sido, una vez más, la minuciosidad con la que los antiguos egipcios decoraban sus tumbas. Un buen ejemplo lo tenemos en la tumba de Najt en Tebas, XVIII dinastía. Sobre sus paredes se encuentran representadas detalladas y expresivas escenas, relacionadas con la agricultura, viticultura, ganadería, caza, pesca y elaboración de alimentos. El estudio de iconografías de este tipo, constituye para los egiptólogos una valiosa fuente de datos. Las informaciones que proporcionan los restos de alimentos que han llegado conservados hasta nuestros días, permiten completar el cuadro y ponen a nuestra disposición una reconstrucción bastante completa de los hábitos de alimentación en el Antiguo Egipto. Detalle del sarcófago de Ashait, XI dinastía Como es de suponer, existió una gran diferencia entre los alimentos consumidos por las clases altas y aquellos con los que se alimentaba el resto del pueblo. Aunque puede decirse que, sin diferencia de clases sociales, los alimentos más comunes en la dieta de los antiguos egipcios, fueron el pan y una especie de cerveza de consistencia espesa, seguidos de verduras, especialmente la cebolla. El pan El pan, del cual existían multitud de formas y variaciones, jugó un papel fundamental en la alimentación de los antiguos egipcios. La importancia de este alimento se refleja en su repetida presencia en el sistema jeroglífico. Así, por ejemplo, el objeto representado por el signo “t” es un pan. También el signo “Htp” (ofrenda, estar satisfecho) es la representación del tablero de una mesa de ofrendas, sobre la que reposa un pan. Era rara la mesa de ofrendas en la que faltaba el pan. Mientras por el contrario, es frecuente ver, tanto en relieves como en pinturas, la representación de los típicos panes alargados, dispuestos de forma ordenada, sobre la mesa de ofrendas. Sobre el proceso de elaboración del pan, se sabe que el grano era primeramente triturado y luego molido sobre losas de piedra. Desgraciadamente, en la harina quedaba una cantidad considerable de residuos, entre ellos arena. Con el paso del tiempo, estas partículas llegaban a causar un efecto de desgaste importante en la dentadura, acarreando dolorosos problemas dentales a los antiguos egipcios. Después de haber sido molida, la harina -bien fuese de centeno, trigo o cebada- se mezclaba con diversos ingredientes. Según el producto a elaborar éstos podían ser: Agua, leche, huevos, algarrobas, miel, dátiles, pasas, higos, harina de chufas, manteca, etc... Con la masa obtenida se llenaban moldes, en los que se cocía el pan. También se podía trabajar la masa, moldeándola con las manos, hasta darle la forma que se desease. Los antiguos egipcios obtenían de esta manera, desde las sencillas tortas planas, hasta las formas más sofisticadas, como el pan cónico, sin olvidar hogazas, galletas y pasteles. Hortalizas y frutas Tanto las verduras, como las legumbres y la fruta, fueron muy populares en el Antiguo Egipto. Para las clases más sencillas constituían un plato principal, mucho más frecuente en su dieta diaria que la carne. Entre las verduras consumidas por los antiguos egipcios ocupaban un lugar preferente las cebollas, los ajos, las lechugas y las calabazas. Las legumbres se cocían y se tomaban en guisos o en forma de puré que se sazonaba con otros condimentos. Principalmente se consumían de esta manera lentejas, garbanzos, habas y guisantes. El dátil fué consumido en el Antiguo Egipto durante todas las épocas. Entre las clases de fruta más apreciadas y populares se encontraban los dátiles, los higos y las uvas. La granada, que hizo su aparición a partir del Reino Nuevo, fué igualmente muy consumida, siendo además utilizada, lo mismo que otras muchas frutas y hortalizas, para usos medicinales. Determinadas clases de fruta, por ejemplo los higos, podían tomarse tambien en forma de papilla. Carne y pescado Joven princesa comiendo ave Amarna La carne de ave, sobre todo la de pato y de ganso, era muy popular y aparece mencionada repetidamente en las estelas funerarias. También otras aves, como la paloma, la codorniz y hasta algunas especies tan exóticas como la grulla, parecen haber sido consumidas con frecuencia. Tanto los bueyes como los toros, eran animales que se sacrificaban preferentemente a los dioses. Su carne era la más apreciada y también la menos asequible para la mayoría de los egipcios, por lo que no era un manjar cotidiano. La ofrenda ritual de la pata delantera de un buey (o de un toro) jugó un papel importante durante las ceremonias funerarias. Heródoto narra: ...”Los animales ofrecidos en sacrificio son destripados y despellejados de diversos modos. Cuando en las grandes fiestas ofrecen sacrificios a la divinidad, vacían la cavidad abdominal de un toro y la llenan con panes, miel, pasas, higos, incienso y otros sahumerios. Después queman todo esto y vierten en la cavidad aceites en abundancia. Primero ayunan y gimen, a continuación se comen el toro.” Quién podía permitírselo, no sería precisamente la mayoría de la población, incluía este tipo de carne en su ajuar funerario. En la tumba de Tut-Ankh-Amón se encontraron alimentos de diversas clases, incluida la carne de buey. Carter enumera alguna de las ofrendas: “...pedazos de buey, patos momificados, ramos de flores... cestos de fruta...” El Nilo, con su variada flora y fauna, ofrecía a los habitantes del Antiguo Egipto una variada fuente de alimentos, entre los que se encontraban numerosas clases de peces. Parece obvio por ello, que el antiguo egipcio consumiese una cantidad considerable de pescado. Hallazgos en diversas tumbas parecen corroborar esta suposición. Por otra parte, parece probable que el consumo de pescado se viese limitado por ciertas prohibiciones que afectarían a ciertos grupos de la población, por ejemplo sacerdotes, o a ciertas zonas de Egipto. Aunque se supone que estas prohibiciones sólo lograrían tener una aceptación a nivel general a partir de la Época Tardía. Bebidas La cerveza era la bebida más popular. Prueba de ello es el hecho de que, como ocurría con el pan, su signo jeroglífico aparezca unido al término “prt-xrw” (invocación de ofrendas), elemento primordial de las estelas funerarias. La cerveza egipcia era más nutritiva y menos fluida que la que conocemos hoy en día y, a pesar de que después de su elaboración se filtraba, solía conservar posos, por lo que los egipcios al servirla, empleaban a menudo un saquito de tela que ejercía las funciones de filtro. El vino era la bebida más distinguida. Y parece ser que, exceptuando las festividades importantes, su consumo estaba limitado a las clases más pudientes. Una vez producido, el vino era conservado en ánforas que eran provistas de un sello, en el que figuraba, entre otros datos, la fecha de producción. En la tumba de Tut-Ankh-Amón se encontraron 40 de estas ánforas, aunque lamentablemente, sin restos de su contenido. Tanto el vino, como la cerveza, podían ser aromatizados con ingredientes como dátiles o higos, dando así lugar a diferentes clases de bebidas. También los zumos de frutas y, naturalmente, la leche, tenían su lugar en la dieta de los antiguos egipcios. Varios La sal, que se utilizaba tanto para condimentar, como para conservar alimentos, provenia de Wadi en-Natrum, un valle situado en la zona occidental del delta del Nilo. Aunque no se tienen pruebas, se supone que en la cocina fueron empleadas diversas clases de especias. Por el contrario, existen pruebas de su utilización para usos medicinales. La miel fué muy utilizada en la cocina. Se conocen dos clases diferentes de miel consumida en el Antiguo Egipto: “stf” (la clara) y “dSrt” (la roja). El aceite se obtenía de diversas plantas. Entre los aceites más empleados estaban los de sésamo, ricino, linaza, oliva y almendra. Además, se utilizaban también grasas de origen animal. El uso del aceite no se limitaba únicamente al ámbito doméstico. Su empleo para usos cosméticos y medicinales era imprescindible, ya que en el Antiguo Egipto se desconocía el proceso de destilación del alcohol, por lo que en la elaboración de perfumes y ungüentos, las grasas y aceites constituían la base en la cual se conservaban las valiosas esencias aromáticas.