Gabriela Macedo Ojeda Cuestionarios de frecuencia de consumo de alimentos (CFCA) Definición El CFCA es una encuesta dietética y se constituye como una herramienta que tiene como propósito estimar la ingesta habitual de alimentos y/o nutrimentos en el pasado a largo plazo (Willet, & Lenart, 1998). La evaluación de la dieta es una parte fundamental de la Evaluación del Estado de Nutrición de individuos y poblaciones. La parte principal de un CFCA está conformada por una lista de alimentos (o grupos de alimentos) que son seleccionados para obtener información sobre: las principales fuentes de energía y nutrimentos en la mayoría de los sujetos de una población, la variabilidad de los sujetos en la ingesta de alimentos y sobre objetivos específicos o hipótesis de investigación (Patterson & Pietinen, 2006). Por ejemplo, cuando el propósito es conocer la frecuencia con la que se consumen alimentos con alto valor energético, se podrá optar por incluir en la lista, sólo aquellos que, con sustento científico, cumplen esta característica, como podría ser las bebidas azucaradas. Se recomienda que los CFCA incluyan dos partes más (Patterson & Pietinen, 2006). En primer lugar, preguntas de ajuste que permiten un análisis más fino de la ingesta al preguntar sobre las formas de preparación de los alimentos (cocido, frito, al vapor, etc.) o su tipo, como podría ser el tipo de leche (descremada, entera, deslactosada, etc.). En segundo lugar, cuestiones recopilatorias que investigan sobre la ingestión diaria de los grupos de alimentos, ya que si sólo se consideran los alimentos de la lista, se presenta el riesgo de sobreestimar la ingesta. Fundamentación de la prueba El principio básico de los CFCA es evaluar la dieta promedio a largo plazo, por ejemplo, la ingesta de semanas, meses o años. Esto, es conceptualmente más importante que la de unos cuantos días específicos. Por lo tanto, puede tener más ventajas sacrificar la medición más precisa obtenida de la ingesta de uno o algunos días, por información más cruda acerca de un período extendido de tiempo. Además, es normalmente más sencillo describir la frecuencia usual de consumo de alimentos (lo que es conocido como memoria genérica) que describir qué alimentos fueron consumidos en una comida específica en el pasado (memoria episódica). Esta situación tiene sustento en la investigación cognitiva (Willet, & Lenart, 1998). Relevancia de la medición El CFCA es utilizado con frecuencia en estudios epidemiológicos para clasificar sujetos según la ingesta dietética y compararlos con resultados de salud individuales. Es especialmente útil en estudios de gran escala, debido a la baja responsabilidad del encuestado en relación a estimar con exactitud el consumo de alimentos. A pesar de que la evaluación dietética tiene que sortear importantes desafíos, es considerada como parte esencial de la Evaluación del Estado Nutricio (Lacey, 2003). Inicialmente, la estimación de la dieta en investigación, se enfocó en buscar la relación entre la deficiencia de algún alimento o nutrimento y enfermedades como desnutrición, 1 anemias, pelagra, bocio, escorbuto, trastornos innatos del metabolismo, etc. Sin embargo, en las últimas décadas, la investigación se ha centrado en la identificación de alimentos y componentes de los alimentos (como nutrimentos y otros elementos bioactivos) que causan o protegen de la aparición de enfermedades crónicas, tales como obesidad, hipertensión arterial, cáncer, diabetes mellitus o enfermedad cardiovascular. Por ejemplo, se han realizado diversos estudios con el objetivo de encontrar qué elementos de la alimentación podrían estar contribuyendo al desarrollo de factores de riesgo cardiovascular. Un estudio clásico, es el Estudio de los Siete Países (Menotti, et al., 1999) que encontró una buena correlación entre el porcentaje de calorías de la dieta a partir de grasa saturada y las tasas de mortalidad de los países incluidos en el estudio (r=0.84). Otros estudios (Tourlouki, Matalas, & Panagiotakos, 2009; Montes de Oca, Loría, & Chavarría, 2008; Mann, 2006; Knoops, et al., 2004), han encontrado asociaciones entre enfermedad cardiaca coronaria y el consumo de grasas saturadas y ácidos grasos trans (RR=1.17 y 1.93 respectivamente) y con el consumo elevado de hidratos de carbono (RR=1.98). También han hallado asociaciones inversas entre enfermedad cardiaca coronaria y el consumo de pescado (RR=0.48), de frutos secos (RR=0.65), de granos integrales (RR=0.75) y de fibra (RR=0.81). Objetividad, confiabilidad, validez y limitaciones de la medición Una limitación del CFCA, es que tiene un formato cerrado con una lista limitada de alimentos y, debido a que la lista de alimentos varía de un cuestionario a otro, cada cuestionario tendrá diferentes características de medida. De esta manera, un CFCA podrá ser útil para mujeres en la menopausia, pero no para niños en edad escolar. Por otra parte, si se llegan a presentar cambios en el suministro de alimentos, como el caso de alimentos industrializados que cambian su composición nutrimental, los CFCA previamente elaborados, quedarían obsoletos (Patterson & Pietinen, 2006). Además, en este cuestionario, al igual que en otras encuestas de evaluación de la dieta, existe el riesgo de una subestimación o sobreestimación del consumo. En el caso específico de su aplicación en niños, los CFCA deberán contar con listados de alimentos que sean lo más cortos posible, pues de lo contrario se corre el riesgo de que el encuestado se canse y responda de manera rápida y/o incorrecta. Además, el sesgo de memoria sigue siendo un problema latente (aunque sea a partir de memoria general y no episódica), así como la falta de interés en contestar, por lo que se sugiere buscar la manera de que los niños estén motivados para responder. Por último, se recomienda que en el caso de evaluación en niños, los CFCA no sean autoaplicados, sino aplicados por un encuestador, lo que elevaría su costo. Por lo tanto, es necesario que los CFCA sean validados en cada población en la que se utilizarán, a menos que se cuente con alguno que haya sido validado en una población muy similar a la que se pretende estudiar. Para realizar la validación de un CFCA, suelen evaluarse aspectos de confiabilidad y reproducibilidad. Para la evaluación de la confiabilidad, se buscan los valores de correlación con métodos de referencia como biomarcadores, registro de alimentos de varios días o la recolección del recordatorio de 24 horas de varios días. Los coeficientes de correlación de Spearman para este análisis suelen estar por debajo de 0.60 (Rodríguez, Fernández, Cucó, Biarnés & Arija, 2008; Aguirre, et al., 2008; Molag, et al., 2007). 2 Los coeficientes de correlación de Spearman para el análisis de reproducibilidad suelen estimarse en tres sentidos (aunque depende del objetivo del CFCA): para grupos de alimentos, para energía y para nutrimentos específicos. Por ejemplo, en la validación de un CFCA en España se encontró que los coeficientes de correlación para la reproducibilidad, fluctuaron entre 0.49 hasta 0.75 para grupos de alimentos, y de 0.44 hasta 0.78 para energía y nutrimentos. Esta es una buena correlación, considerando que el objetivo principal fue evaluar la ingestión habitual de alimentos en un período de tiempo largo, en este caso a lo largo de un año y, aunque los coeficientes de correlación entre los dos CFCA aplicados en diferentes épocas del año no son muy elevados, para este método resultan adecuados considerando que existen diferencias en la ingestión, inherentes a los cambios estacionales que afectan la disponibilidad de alimentos, o incluso a cambios en el patrón alimentario de los evaluados (Rodríguez, Fernández, Cucó, Biarnés & Arija, 2008). Bibliografía Aguirre-Jaime, A., Cabrera de León, A., Domínguez, S., Borges, C., Carrillo, L., del Cristo Rodríguez, M., et al. (2008). Validación de un cuestionario de frecuencia de consumo de alimentos adaptado para el estudio y seguimiento de la población adulta de las Islas Canarias. Revista Española de Salud Pública, 82, 509-518. Knoops, K., de Groot, L., Kromhout, D., Perrin, A., Moreiras-Varela, O., Menotti, A., et al. (2004). Mediterranean diet, lifestyle factors, and 10-year mortality in elderly European men and women: the HALE project. The Journal of the American Medical Association, 292(12), 1433-9. Lacey, P. (2003). Nutrition Care Process and Model: ADA adopts road map to quality care and outcomes management. Journal of American Dietetic Association, 103(8), 1061-1072. Mann, J. (2006). Elección de alimentos. En: Gibney, G., Margetts, B., Kearney, J., & Arab, L. (Eds.), Nutrición y salud pública. (pp. 363-373). Zaragoza: Editorial Acribia, S. A. Menotti, A., Kromhout, D., Blackburn, H., Fidanza, F., Buzina, R., & Nissinen, A. (1999). Food intake patterns and 25-year mortality from coronary heart disease: cross-cultural correlations in the Seven Countries Study. The Seven Countries Study Research Group. European Journal of Epidemiology, 15(6), 507-515. Molag, M., de Vries, J., Ocke´, M., Dagnelie, P., van den Brandt, P., Jansen, M., et al. (2007). Design Characteristics of Food Frequency Questionnaires in Relation to Their Validity. American Journal of Epidemiology, 166(12), 1468-1478. Montes de Oca, E., Loría, J., & Chavarría, R. (2008). Prevalencia y factores de riesgo para el desarrollo del síndrome metabólico en personal médico de un servicio de urgencias. Revista Cubana de Medicina Intensiva y Emergencias, 7(3), 12601272. Patterson, R. & Pietinen, P. (2006). Evaluación del estado nutricional en individuos y poblaciones. En: Gibney, G., Margetts, B., Kearney, J., & Arab, L. (Eds.), Nutrición y salud pública. (pp. 363-373). Zaragoza: Editorial Acribia, S. A. Rodríguez, T., Fernández, J., Cucó, G., Biarnés, E., & Arija, V. Validación de un cuestionario de frecuencia de consumo alimentario corto: reproducibilidad y validez. Nutrición Hospitalaria, 23(3), 242-252. 3 Tourlouki, E., Matalas, A., & Panagiotakos, D. (2009). Dietary habits and cardiovascular disease risk in middle-aged and elderly populations: a review of evidence. Clinical Interventions in Aging, 4, 319–330. Willet, W., & Lenart, E. (1998). In: Willet, W. (Ed.), Reproducibility and Validity of Food-Frequency Questionnaires. Nutritional Epidemiology. (pp. 101-147). New York: Oxford University Press. 4