RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS CORTAS Pregunta 1 “Hemos de incluir en nuestro esquema conceptual la idea de que en ecosistemas mediterráneos el fuego no sólo constituye una herramienta de manejo, sino que es un objeto de gestión en sí mismo que requiere unos conocimientos científicos y técnicos considerables”1. El investigador americano Minnich (1983) mostró la importancia de la gestión de incendios utilizando imágenes de satélite. ¿Recuerdas cuál fue su hipótesis de trabajo? ¿Cuál fue el principal resultado de su investigación? ¿Crees que hay otros factores que pueden afectar a la estructura de los paisajes mediterráneos? Respuesta Minnich (1983), utilizó imágenes de satélite para reconstruir la historia de los incendios en el sur de California y en el norte de Baja California desde 1971 a 1980 y observó que los paisajes de ambas áreas están formados por una serie de parches o manchas de nuevos y viejos incendios. Aunque las dos áreas tienen el mismo tipo de clima mediterráneo y tienen una vegetación parecida, sus historias respecto a los incendios fueron completamente diferentes a principios del siglo XX. Desde siempre había habido incendios naturales que después desaparecieron de forma espontánea. Además, los habitantes comenzaron a quemar el terreno para el pastoreo. A principios del siglo XX algunas agencias gubernamentales del sur de California suprimieron los incendios para proteger la propiedad de un paisaje cada vez más urbanizado. Minnich propuso que la diferente historia de incendios en las dos zonas pudo producir cambios en la estructura del paisaje. La hipótesis de Minnich fue que las áreas quemadas por los fuegos naturales serían mayores en el sur de California y sugirió que la supresión permitió la acumulación de más biomasa con la posibilidad de mayores incendios incontrolables. Mediante teledetección encontró que el área total quemada era similar en las dos regiones entre 1971 y 1980, pero el tamaño de las zonas quemadas variaba entre las dos zonas. Los fuegos pequeños eran más frecuentes en el norte de Baja California mientras que los grandes incendios eran más frecuentes en el sur de California. Sin embargo, no sólo la diferencia de manejo del fuego justifica estas diferencias. Hay otros factores como por ejemplo las diferencias climáticas, las diferencias en la edad de los estratos de vegetación, y diferencias topográficas que deben ser considerados en estos estudios. 1 Lloret, F. 2003. Gestión del fuego y conservación en ecosistemas mediterráneos. Ecosistemas 2003/2. Pregunta 2 Las poblaciones de sabinas (Juniperus thurifera) de Mirantes de Luna y de Riaño (León), se encuentran en el límite occidental de la distribución de esta especie en la Península Ibérica. Por su situación límite, se sospecha que estas poblaciones pueden estar en decadencia. La Junta de Castilla y León te contratan con el fin de que les digas si realmente estas poblaciones tienden a desaparecer. a) ¿Qué información tomarías para dar una respuesta a esta pregunta si dispones de tres meses para realizar el estudio? b) ¿Y si dispusieras de cuatro años? Razona tus respuestas. Nota: la sabina es una conífera de crecimiento muy lento y vida muy larga que vive en regiones con clima muy continental. Respuesta a) Tres meses es insuficiente para realizar estudios sobre el ciclo de vida de la sabina, pero suficiente para determinar la estructura de edad de las poblaciones. Seleccionaría una población saludable de referencia (por ejemplo en la provincia de Soria) y en ella realizaría un muestreo de parcelas en las que contaría todos los individuos de la especie y les asignaría a una clase de edad en función de su tamaño. Lo mismo se haría en Mirantes y Riaño, y se compararía la frecuencia de las distintas clases de edad. Si en las poblaciones de León encontramos mayor frecuencia de individuos viejos y menor de juveniles que en la población de referencia, puede indicar que no hay regeneración suficiente y que la población está en declive (ver artículo de García et al. Quercus 1999, entregado en el tema 16 y disponible desde entonces en la página web). b) Cuatro años es insuficiente para ver tendencias poblacionales en poblaciones donde los individuos viven cientos de años. En estos cuatro años se puede tratar de averiguar tasas de floración, fructificación, dispersión, germinación de semillas y supervivencia de plantones. Para ello habría que marcar individuos (o ramas de ellos), contar las flores, frutos y semillas viables que producen cada uno de los cuatro años. Asimismo se podría estudiar, tanto en condiciones de campo como de laboratorio, la tasa de germinación y de supervivencia de semillas. Con ello se podría saber si alguna de estas fases del ciclo de vida se encuentra bloqueada. (También es aceptable hacer un estudio comparativo de imágenes de satélite o fotos aéreas de las poblaciones a lo largo de una larga serie de tiempo para ver si se observan variaciones en la extensión de las poblaciones).