XIII Los plazeres e dulçores desta vida trabajada que tenemos, XIV Esos reyes poderosos que vemos por escripturas ya passadas non son sino corredores, con casos tristes, llorosos, e la muerte, la çelada fueron sus buenas venturas en que caemos. Non mirando a nuestro daño, corremos a rienda suelta trastornadas; assí, que no hay cosa fuerte, que a papas y emperadores e perlados, sin parar; desque vemos el engaño assí los trata la muerte y queremos dar la vuelta como a los pobres pastores de ganados. no hay lugar. XVI XV Dexemos a los troyanos, que sus males non los vimos, ni sus glorias; ¿Qué se hizo el rey don Joan? Los infantes d'Aragón ¿qué se hizieron? dexemos a los romanos, ¿Qué fue de tanto galán, aunque oímos e leímos qué de tanta invinción sus hestorias; non curemos de saber lo d'aquel siglo passado qué fue d'ello; como truxeron? ¿Fueron sino devaneos, qué fueron sino verduras de las eras, vengamos a lo d'ayer, las justas e los torneos, que también es olvidado paramentos, bordaduras como aquello. e çimeras? XVII ¿Qué se hizieron las damas, sus tocados e vestidos, sus olores? XVIII Pues el otro, su heredero don Anrique, ¡qué poderes alcançaba! ¿Qué se hizieron las llamas ¡Cuánd blando, cuánd halaguero de los fuegos encendidos el mundo con sus plazeres d'amadores? ¿Qué se hizo aquel trovar, las músicas acordadas que tañían? se le daba! Mas verás cuánd enemigo, cuánd contrario, cuánd cruel se le mostró; ¿Qué se hizo aquel dançar, habiéndole sido amigo, aquellas ropas chapadas ¡cuánd poco duró con él que traían? lo que le dio! ANTOLOGÍA LITERARIA / LA EDAD MEDIA 38