Cambios en el gobierno de la Nueva España: la creación del

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CIENCIAS SOCIALES
Jurídicción de las audiencias de Guadalajara, México y Guatemala.
Elegir a la persona idónea para recibir la investidura de virrey y acordar las
condiciones bajo las cuales se haría cargo del gobierno fueron tareas que se llevaron
todavía varios años; por lo que para resolver la situación de la colonia, se acordó
relevar de sus cargos a los miembros de la primera audiencia y nombrar, a otras
personas que se consideraron que serían leales al monarca y capaces de resistir a
la seducción del poder y el enriquecimiento personal.
La segunda audiencia estuvo integrada por el obispo de Santo Domingo,
Sebastián Ramírez de Fuenleal y entre sus oidores, al clérigo Vasco de Quiroga. En
poco tiempo, lograron imponer el orden en el país, así como el de crear las condiciones
favorables para la implantación de un virreinato.
Cambios en el gobierno de la Nueva España: la creación del
virreinato
Virrey significa etimológicamente “en lugar del rey”. El funcionario designado debía
hacer las veces de soberano, siempre en función de la voluntad de éste. La creación
del virreinato fue una medida consecuente en la política de afianzamiento del poder
real.
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LA CONSOLIDACIÓN DEL RÉGIMEN COLONIAL
En abril de 1535, el rey Carlos I, nombró a Antonio de Mendoza como titular del
primer virreinato instituido en la Nueva España. Éste era miembro de una familia
perteneciente a la más alta nobleza castellana. A finales de septiembre del mismo
año desembarcó en el puerto de Veracruz, donde pasó a la capital para dar inicio a
su gestión.
Se le encomendaba continuar con algunas tareas que ya se venían realizando:
• Completar un censo de población.
• Regular el tributo que pagaban los indios.
• Se le instruyó sobre la concesión de encomiendas, los trabajos de
evangelización y el trato que debía de darse a los nativos.
Las funciones que ejercieron los virreyes, se relacionaban prácticamente con
todos los aspectos de la administración colonial, además de que debían mantener
informado al rey de lo que pasaba en la Nueva España:
Puestos que debía ejercer el virrey
Funciones que debía ejercer el virrey
•
•
•
•
• Nombraba a las autoridades regionales.
• Otorgaba mercedes de tierras
como recompensa por servicios
prestados.
• Hacía construir obras públicas.
• Ejecutaba las acciones de la Real
Audiencia.
• Vigilaba la cobranza de las rentas
reales.
• Ordenaba la acuñación de moneda.
• Tenía el mando supremo del ejército.
Jefe supremo de la administración.
Capitán general.
Gobernador de la Nueva España.
Presidente de la Audiencia de
México.
• Vicepatronato de la Iglesia.
• Hacía construir obras públicas.
• Superintendente de la Real
Hacienda.
La Audiencia de México cumplía con una doble función:
• Se constituyó como la máxima instancia judicial de la Nueva España.
• Actuó como un cuerpo asesor del virrey en asuntos administrativos y militares.
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CIENCIAS SOCIALES
Estaba compuesta por el virrey (presidente), ocho oidores, cuatro alcaldes de
crimen, dos fiscales, un alguacil mayor, un teniente de canciller, un escribano de cámara y varios relatores. En cuanto a la administración de justicia, se trataban
separadamente los asuntos de orden civil y los de orden penal.
El gobierno de Antonio de Mendoza perduró durante quince años, lo que hace
de su periodo administrativo el más largo de toda la época colonial. Entre algunos
virreyes del siglo XVI, encontramos a Luis de Velasco, Gastón de Peralta, Martín
Enríquez de Almanza y Lorenzo Suárez de Mendoza, entre otros.
La expansión del núcleo colonial
A partir de 1519 hasta los años que siguieron a la caída de México-Tenochtitlan, los
españoles tuvieron oportunidad de recorrer una vasta región continental; por lo que una
vez vencido el pueblo azteca y asegurado el dominio español en varios sitios estratégicos como Veracruz y la región de los lagos centrales se intensificaron las campañas
de exploración.
Crónicas de la empresa conquistadora.
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LA CONSOLIDACIÓN DEL RÉGIMEN COLONIAL
Dichas expediciones se realizaron hacia rumbos distintos. Cristóbal de Olid visitó
Michoacán; otros llegaron a las provincias costeras de occidente y el sur, como Juan
Álvarez Chico y Alonso de Ávalos que penetraron en Colima; Francisco Cortés exploró
Nayarit; Pedro de Alvarado llegó hasta Tehuantepec, además de emprender la
conquista de Guatemala; Garay viajó al Pánuco y fundó la villa de Victoria Garayana.
Como ya se ha mencionado en temas anteriores, una de las expediciones fue la
que condujo Cortés rumbo a las Hibueras, cuyo propósito era buscar un estrecho
que uniera las aguas del Atlántico con las del Pacífico.
Para los recién llegados y para aquellos que no habían obtenido la ganancia
esperada con la colonización de México, participar en una nueva conquista tenía
como expectativa principal la de obtener encomiendas. Por tanto, estos nuevos conquistadores se lanzaron a explorar las regiones aún desconocidas, con la esperanza
de hallar pueblos igual o más ricos que los ya descubiertos.
Mapa de México y sus alrededores hecho por Baltasar de Medina.
Lo anterior favoreció el programa expansivo de la monarquía española, la cual
se procupaba por que sus súbditos ocuparan todos los territorios que, según las
bulas intercaeteras, se consideraban pertenencias de la corona.
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CIENCIAS SOCIALES
Fue durante la época de la primera audiencia cuando se inició realmente el
poblamiento español en los territorios que habitaban los purépechas o tarascos. El
dirigente de dicho movimiento expansivo fue Nuño de Guzmán. El objetivo inmediato
era saquear Michoacán, donde se suponía la existencia de ricos tesoros que
guardaban ocultos los señores locales. Posteriormente se pretendía conquistar las
tierras que habitaban los grupos genéricamente llamados chichimecas.
Ésta es considerada como una de las expediciones más cruentas de la época
de la conquista. En Tzintzuntzan, Nuño de Guzmán mandó dar tormento a Tangaxoán, el gobernante purépecha, para obligarlo a entregar el oro que supuestamente
escondía.
Los expedicionarios invadieron luego Jalisco, dejando a su paso una huella de
muerte y destrucción. Un grupo se internó hasta Zacatecas, de donde volvió
apresuradamente por no haber hallado poblados ni abastecimientos. Posteriormente,
la columna avanzó por territorios de Nayarit y, después de fundar allí la villa del
Espíritu Santo (más tarde Compostela), llegó finalmente a Sinaloa. En aquella
apartada región fundó otra villa; San Miguel de Culiacán. Un grupo de avanzada
atravesó la Sierra Madre y recorrió las llanuras de Durango, sin embargo la expedición
volvió a Culiacán.
Avance de los españoles hacia Jalisco, Juchipila y Chiametla (Lienzo de Tlaxcala)
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LA CONSOLIDACIÓN DEL RÉGIMEN COLONIAL
Un número indescifrable de indígenas perecieron a manos de los conquistadores.
Muchos cayeron en encuentros frontales; y otros más fueron muertos o mutilados aún
cuando permanecieron en actitud pacífica. Bajo pretexto de rebeldía, los vencidos fueron reducidos a esclavitud o, en el mejor de los casos, repartidos en encomienda.
Los territorios conquistados por Nuño, recibieron el nombre oficial de Nueva
Galicia; éste permaneció en dicho reino, hasta que fue llamado de la ciudad de
México para someterse a juicio de residencia. Años después de haber abandonado
el reino, en 1541, se rebelaron los indios cazcanes, que habitaban en Jalisco y Zacatecas.
Esta guerra, llamada del Mixton, mostró la capacidad combativa de los indios fronterizos
y fue un anuncio de lo que podía ocurrir en caso de nuevos avances hacia el norte.
En el año de 1536 arribaron a Culiacán, procedentes del norte, Alvar Núñez
Cabeza de Vaca y tres compañeros suyos. Éstos habían llegado ocho años antes a
Florida en una expedición, quedando como los únicos sobrevivientes de aquel grupo
español. Alvar manifestó la existencia de grandes ciudades en la región del norte.
En su búsqueda, salieron dos expediciones:
• En 1539, la de Fray Marcos de Niza, la cual llegó hasta Nuevo México.
• Y en 1540-1542, la de Francisco Vázquez Coronado, que se internó hasta la
región de Kansas.
Sin embargo, ninguna de éstas logró extender las fronteras de la colonia.
Otra de las expediciones que atrajo a los conquistadores fue la de por vía marítima.
Cortés fue el primero que envió gente suya a navegar en busca de nuevas tierras
insulares o continentales. Por tanto, salieron dos expediciones sucesivas: una de las
embarcaciones de la segunda expedición llegó a las costas de la península de California,
la que se tuvo entonces por una inmensa isla. El hallazgo en ese lugar, de placeres
perleros, incitó al propio Cortés a encabezar personalmente la siguiente expedición.
Hacia 1535, Cortés arribó a las costas de California con la intención de fundar
allí una colonia. Este proyecto fracasó, ya que el abastecer de provisiones a los
pobladores era de gran dificultad. Las condiciones geográficas de la región (la aridez
del suelo peninsular), así como el hecho de que la población nativa no tuviera
conocimiento de la agricultura, obligaba a transportar las provisiones desde los
puertos de tierra firme.
Nuevos viajes se hicieron a California con el propósito de poblarla, para así
proteger la ruta de los navíos de Filipinas, amenazados constantemente por los
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corsarios ingleses. Las expediciones de Juan Rodríguez Cabrillo (1542) y de
Sebastián Vizcaíno (1596 y 1602), demarcaron parte de los litorales de California
peninsular, que después se llamó Alta California.
A los españoles también se les dificultó el acceso y el establecimiento en la zona
peninsular de Yucatán. En esta región, ocuparon posiciones estratégicas y fundaron
varios centros de población, desde donde se ejerció gran poderío sobre las numerosas
comunidades indígenas. Pero no fue hasta finales de 1527, cuando el ejército español,
bajo la dirección de Francisco de Montejo, hizo una entrada con fines de conquista y
poblamiento de dicha península.
Veinticinco años después de la caída de México-Tenochtitlan, la ocupación
española no había podido extenderse más allá de las fronteras septentrionales del
mundo mesoamericano.
Lo anterior se explica de la siguiente manera: el español necesitaba de indios que
tuviesen una organización social y económica capaz de redituarles beneficios; el grado de desarrollo de las comunidades indígenas de Mesoamérica favoreció el
establecimiento de las nuevas relaciones sociales de producción que habrían de caracterizar al régimen colonial, lo que no lo permitieron otras zonas del continente.
Por ejemplo, los españoles al recibir una encomienda y, con ella, el beneficio del
trabajo comunal de los indios, aprovechaba la capacidad productiva que ya había
desarrollado la respectiva comunidad.
Fue difícil incorporar a los grupos nómadas del norte a tal sistema de explotación.
Sus características formas de vida y su capacidad para eludir el contacto dificultaba
de modo casi insuperable su sometimiento al régimen de encomienda.
Ningún establecimiento español logró perdurar en las regiones de California hasta
antes de 1697, a pesar de haberse hecho intentos de colonización. Fue cuando un
pequeño grupo de misioneros jesuítas consiguió el establecimiento de las primeras
misiones que subsistieron en tierras peninsulares.
Los jesuítas fueron también elemento decisivo para la ocupación española de
Sinaloa, Sonora y parte de Arizona. El movimiento fue lento pero ininterrumpido.
Avanzaron hacia el norte, dejando a su paso una larga cadena de establecimientos
misionales (tanto en la planicie costera como en la Sierra Madre Occidental).
Gradualmente, los movimientos de expansión siguieron un patrón fijo: los misioneros
penetraban en nuevos territorios, establecían contacto con los indios, organizaban a
éstos en centros misionales y, como resultado de esta labor, creaban condiciones
favorables para la ulterior colonización civil.
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LA CONSOLIDACIÓN DEL RÉGIMEN COLONIAL
La conquista de los indios Pueblos se inició en los últimos años del siglo XVI.
Los indios Pueblos, a diferencia de los demás grupos del norte, llevaban una vida
sedentaria, lo que simplificó el trabajo de los misioneros, ya que lo único que hicieron
fue introducirse en las comunidades existentes, buscando influir en ellas pero sin
tratar de alterar su organización socioeconómica tradicional.
A finales del siglo XVI, los colonos franceses se establecieron en la desembocadura del río Mississippi; posteriormente lograron adueñarse de esta zona, a la
que se le dio el nombre de Luisiana. Los españoles se conformaron con ocupar
Texas, más que nada para impedir una posible invasión francesa. Por primera vez en
la historia, la frontera de la Nueva España colindaba con posesiones coloniales de
una potencia europea.
El nuevo orden económico y social
Dos tipos de valores económicos fueron objeto de repartimiento entre los miembros
del grupo conquistador: la riqueza móvil (bienes muebles) y la riqueza inmóvil o
estable (inmuebles).
• La riqueza móvil. Estaba constituida por objetos de valor de los que se
apoderaban en calidad de botín en el curso de la acción de una guerra o al
finalizar ésta. Se encontraba constituida generalmente por piedras y metales
preciosos. Los beneficiarios eran exclusivamente el rey, los conquistadores y
los inversionistas que aportaban sus recursos. El criterio para distribuir la
riqueza se basaba principalmente en la cuantía de la inversión hecha y, en
segundo término, en el mérito de la participación militar. Los indios declarados
como esclavos, pasaban a ser propiedad de los conquistadores (éstos, primero
se concentraban en algún lugar, para luego rematarlos en una subasta pública
entre los colonizadores. Lo que se pagaba por los esclavos ingresaba a las
arcas reales.)
• La riqueza inmóvil o estable. Consistió en repartir a los particulares una porción
significativa de las fuentes básicas de la riqueza potencial de la recién edificada
colonia: tierras cultivables, minas y tributos de los indios. Esto era un estímulo
económico para asegurar la permanencia de los soldados en las tierras
ganadas y propiciar la inmigración de otros pobladores. También fueron los
cargos públicos. El reparto de estas fuentes de riqueza de carácter perdurable
se hizo en función de los servicios meritorios que cada individuo había hecho
en favor del rey. La corona hizo también partícipes del reparto a los nuevos
pobladores, reconociendo en ellos el mérito de haberse avecinado en la colonia
y estar dispuestos a procurar su defensa y desarrollo.
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