Solo Jesucristo Jesucristo Jesucristo Puede Afinar Nuestro Corazón
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Solo Jesucristo Puede Afinar Afinar Nuestro Corazón 3:20) 3:20) (Apocalipsis INTRODUCCIÓN En esta ocasión vamos a estar considerando la siguiente historia de un mensaje a la conciencia, por el Hno. Carlos Rey: El Afinador De Pianos Cuando los González se trasladaron a uno de los mejores barrios de la capital, comenzaron a vender algunas de las cosas que no encajaban con la nueva casa. Vendieron los muebles porque, además de anticuados, no iban a hacer juego con los nuevos que necesitaban comprar. Se deshicieron de la alfombra debido a que era demasiado pequeña y estaba muy desgastada. Y decidieron cambiar el automóvil a causa de que el nuevo vecindario era diferente y mucho más aristocrático. Hubieran vendido también el piano de no haber sido por Jaime, el menor de los hijos, que insistió en que lo dejaran quedarse con él. —Es mejor venderlo —dijo el padre—. Está tan viejo que da vergüenza. ¡Y suena mal! Pero Jaime, interesado en que el piano se quedara con la familia, repuso: —¿Por qué no llamamos al afinador para que nos dé su opinión? Esa misma tarde, llegó el afinador y examinó el piano. Por la noche, mientras la familia cenaba, se oyó una dulcísima melodía en la sala. El padre dejó de comer y le preguntó a su esposa: —Estamos estrenando piano, ¿no? —No, querido —respondió ella—; es el mismo piano. El afinador lo arregló esta tarde, y ahora nuestro viejo piano nos regala su música. Desde ese día en adelante, el piano ocupó un lugar de preferencia en la casa de la familia González . Así como era necesario que este piano fuera afinado y llegara a tocar bien, es necesario que el ser humano sea afinado su corazón, lo cual solamente lo puede lograr el Gran Afinador de corazones; Nuestro Señor Jesucristo. Es por ello que en esta ocasión vamos a estar considerando el tema: «Solo Jesucristo Puede Afinar Nuestro Corazón» I. DIOS DISEÑO AL HOMBRE PARA QUE FUERA EL FRUTO DE UNA PERFECTA ARMONÍA. A. Las Áreas Donde Debe Haber la Armonía del Ser Humano. 1. Físicamente. El ser humano físicamente esta desafinado, lo cual como consecuencia, son las enfermedades y dolencias. 2. Moralmente. Moralmente el hombre esta desafinado, viviendo una vida inmoral, esclavos del pecado, sin vergüenza, sin integridad y mucho menos sin santidad. 3. Espiritualmente. Espiritualmente el hombre esta desafinado, alejado, separado de Dios, perdido, muerto, y bajo la sentencia de un juicio eterno. B. Por Culta del Pecado se Perdió la Armonía. 1. El pecado desafinó esa armonía, y el hombre perdió la comunión con Dios y con sus semejantes, incluso con los miembros de su propia familia. 2. Por lo tanto el corazón del hombre esta desafinado, ya que el pecado mora en el, necesitar ser afinado, o sea limpiado. II. SOLO JESUCRISTO PUEDE AFINAR EL CORAZÓN. A. Solamente por el Sacrificio de Cristo, Se Podía Restaurar la Armonía. 1. Por eso envió Dios a su Hijo Jesucristo a este mundo para morir por los pecados de toda la humanidad. 2. No había otro modo de restaurar la armonía que se había perdido. 3. Era necesario pagar un precio para que el ser humano tuviera armonía; primeramente con Dios, y también con su semejante. B. Jesucristo Es el Afinar del Corazón Humano. 1. Todos los que permitimos que Él toque las teclas de nuestro corazón con sus manos benditas venimos a ser instrumentos de armonía constante. 2. En cambio, los que no le damos la oportunidad de afinar nuestro corazón llegamos a ser como pianos disonantes de los que sus dueños quieren deshacerse y quienes los escuchan quieren alejarse. 3. La buena noticia es que para tener el corazón afinado, sólo tenemos que invitar a Cristo a que venga para afinarlo. 4. A diferencia de los mejores afinadores de este mundo, que con buena razón cobran una suma considerable por sus servicios, Cristo, el Afinador por excelencia, está dispuesto a hacerlo gratuitamente. 5. No hay nadie que carezca de los medios para contratar sus servicios, aunque viva en el barrio más pobre del mundo. 6. Porque fue para eso que Cristo dio su vida por nosotros. Para afinar nuestro Corazón. CONCLUSIÓN Para concluir. Recordemos que solamente Jesucristo puede afinar el corazón. 1. No importa si has pecado mucho, el te puede trasformar, solamente dejémosle hacer la obra. 2. Y ahora está tocando a la puerta de nuestro corazón. ¡Más vale que lo dejemos entrar!
