LA POÉTICA DE LA NATURALEZA UN POEMA NO ES MÁS QUE SUS IMÁGENES OCTAVIO PAZ Inés Posada Agudelo La poesía, la imaginación, las imágenes (metáforas, comparaciones, contrastes…unión de contrarios, ajenos, diferentes) Primeramente el hombre en quien imaginación y razón no se habían diferenciado todavía, pensó por símbolos, por imágenes, por metáforas. Fernando Pessoa Inés Posada Agudelo • La llamarada es traducible en ira, el manantial en fugacidad y la cisterna en clara aceptación J. L. Borges • “Hay palabras que tienen sombra de árbol. Otras tienen atmósfera de astros. Hay vocablos que tienen fuego de rayos y que incendian donde caen. Vicente Huidobro • Gotas de luz caen lentamente en la gran noche del alma Odiseo Elytis Inés Posada Agudelo Las cuatro poéticas Los astrólogos atribuyen los efectos sobre todas las cosas a la actuación de cuatro elementos: el fuego, el aire, el agua y la tierra. Con este entendimiento es que podemos comprender la actuación de las influencias. Hay quienes actúan sobre los hombres como la tierra, enterrándolos y aboliéndolos, y esos son los que mandan en el mundo. Hay quienes actúan sobre los hombres como el aire, envolviéndolos y ocultándolos unos a otros, y esos son los que mandan en el más allá. Hay quienes actúan sobre los hombres como el agua, que los empapa y convierte en su misma sustancia, y esos son los ideólogos y los filósofos, que diseminan entre los otros las energías del alma propia. Hay quienes actúan sobre los hombres como el fuego, que quema en ellos todo lo accidental y los deja desnudos y reales, propios y verídicos, y esos son los liberadores Fernando Pessoa Inés Posada Agudelo • Así los elementos: el fuego, el agua, el aire y la tierra, que por espacio de tanto tiempo han servido a los filósofos para pensar magníficamente el universo, siguen siendo principios de creación artística. Su acción sobre la imaginación puede parecer lejana, puede antojarse metafórica y sin embargo, en cuanto se ha encontrado la exacta pertenencia de la obra de arte a una fuerza cósmica elemental se tiene la impresión de que se descubre una razón de unidad… G.B. Inés Posada Agudelo “Cada gran escritor pertenece a uno de los cuatro elementos que, según los antiguos , componen el universo: unos a la tierra , otros al aire, al fuego o al agua . Lawrence es terrestre pero su elemento nativo es el fuego, que es la sangre de la tierra y el gemelo adversario del agua . En los seres animales el principio vital del fuego se transforma en líquido: savia, semen, sangre. Con el fénix el pájaro que renace de la llama, la sangre es uno de los emblemas de Lawrence... OCTAVIO PAZ Inés Posada Agudelo Vive el fuego de la muerte de la tierra Y vive el aire de la muerte del fuego Vive el agua de la muerte del aire Y de la muerte del agua vive la tierra Heráclito Inés Posada Agudelo • Los cuatro elementos, las materias que en todas las épocas el hombre ha imaginado para sostener la unidad del mundo… • No erramos a nuestro juicio caracterizando los cuatro elementos como hormonas de la imaginación. Ponen en acción grupos de imágenes. Ayudan a la asimilación íntima de lo real disperso en sus formas. A través de ellos se efectúan las grandes síntesis que dan caracteres un poco regulares a lo imaginario. • Las imágenes fundamentales, aquellas donde se compromete la imaginación de la vida deben adherirse a las materias elementales… G.B. Inés Posada Agudelo • Soñando ante el fuego, descubre la imaginación que el fuego es el motor del mundo. Soñando ante una fuente, la imaginación descubre que el agua es la sangre de la tierra, que la tierra tiene una profundidad viva. Y si tenemos bajo nuestros dedos una masa dulce y perfumada nos ponemos a amasar la sustancia del mundo. Inés Posada Agudelo LA LLAMA DE UNA VELA Inés Posada Agudelo La llama es un fuego húmedo Joubert Inés Posada Agudelo Inés Posada Agudelo Inés Posada Agudelo • La llama es, entre todos los objetos que convocan al sueño, uno de los más grandes productores de imágenes. La llama nos obliga a imaginar. Ante una llama, en tanto se sueña, lo que uno percibe al mirar no es nada en relación con lo que se imagina. La llama lleva a los más diversos dominios de la meditación su carga de metáforas e imágenes…. los fenómenos del fuego hablan al alma primitiva Inés Posada Agudelo La estación violenta. La mirada interior se despliega y un mundo de Vértigo y de llama nace bajo la frente del que sueña: Soles azules, verdes remolinos, picos de luz que abren astros como granadas, Tornasol solitario, ojo girando en el centro de una explanada calcinada, bosques de cristal de sonido, bosques de ecos y respuestas y ondas Octavio Paz • Diálogo de transparencias, viento, galope de agua entre los muros interminables de azabache, caballo, cometa, cohete que se clava justo en el corazón de la noche, pluma, surtidores, plumas, súbito florecer de las antorchas, velas, alas, invasión de lo blanco, pájaros en las islas cantando bajo la frente del que sueña… Inés Posada Agudelo De una llama contemplada hacer una riqueza íntima, de un hogar que calienta e ilumina, hacer un fuego poseído, íntimamente poseído, he aquí todo el ámbito del ser que debería estudiar una psicología del fuego vívido…una psicología de la intensidad, de la intensidad pura, de la intensidad del ser. El fuego no está jamás inmóvil. Vive cuando duerme… las imágenes del fuego son, para el hombre que sueña, para el hombre que piensa, una escuela de intensidad… de intensidad imaginada Inés Posada Agudelo Imaginar no es percibir, pero la imaginación se nutre de lo percibido, lo amplía, lo penetra, lo mezcla, la imagen reúne… La imaginación es una llama: la llama de la psique Inés Posada Agudelo La sustancia del fuego • Calor, acción, brillo, vivacidad, movilidad, rebeldía, combustión… • Arder, quemar, iluminar, abrasar, consumir, encender, apagar… palabras que el fuego pone en el lenguaje… • Fuego femenino…llama, fuego del hogar, brasa, chimenea… fuego dulce, pequeño, íntimo • Fuego masculino… antorcha, incendio, chispa, fuego ardiente, intenso, destructor… Inés Posada Agudelo • Entre todas las imágenes, las de la llama –tanto las ingenuas como las más alambicadas, las recatadas como las traviesas- llevan una señal de poesía. Todo soñador de llama es un poeta en potencia. Todo sueño ante la llama es un sueño de asombro. Todo soñador de llama está en estado de sueño originario… tenemos para la llama una natural admiración, diríamos: una admiración innata. La llama produce una acentuación del placer de ver más allá de lo siempre visto. Nos obliga a mirar… • La imagen no describe, descubre las formas vivientes de la naturaleza… Inés Posada Agudelo • La llama de una vela es un fuego femenino, es un fuego del ánima, tiene la dulzura, la lentitud y la apertura de lo femenino, representa los valores frágiles… • ¿En una llama no está acaso viviente el mundo? ¿no es una vida la llama? ¿no es ella el signo visible de un ser íntimo, el signo de un poder secreto? … Inés Posada Agudelo • Al escribir acerca de la vela queremos ganar dulzuras para el alma • Uno se duerme ante el fuego, pero no ante la llama de una vela • ¿Anhelan la serenidad?, respiren entonces suavemente ante la llama ligera que, sin apuro, realiza su tarea de iluminar. • La llama es un mundo para el solitario. Cuando un soñador habla a la llama, habla consigo mismo, estamos frente a un poeta • La llama esclarece la soledad del soñador, ilumina su frente pensativa. La vela es el astro de la página en blanco Inés Posada Agudelo • En la llama el espacio se mueve, el tiempo se agita; todo tiembla cuando tiembla la luz. • Si todo aquello que cambia lentamente se explica por la vida, lo que cambia velozmente se explica por el fuego Transformación de la voluntad, que sea inspirada con llamas Rilke La llama hace pensar en la vida y en la muerte. Una chispa la enciende, un soplo la apaga. G.B. Inés Posada Agudelo • Solo es preciso un atardecer de invierno, con el viento alrededor de la casa, y un fuego claro, para que un alma dolorosa hable a la vez de sus recuerdos y sus penas… • ¿En una llama no está, acaso viviente el mundo?¿no es una vida la llama? ¿no es ella el signo visible de un ser íntimo, el signo de un poder secreto? G.B. • ¿Cuál es el deber del poeta? Poner gotas de luz en la oscuridad. Odiseo Elytis Inés Posada Agudelo • “...El verbo apagarse puede hacer morir tanto un ruido como un corazón, un amor como un odio. Pero quien desee conocer el verdadero sentido, el sentido primero, debe acordarse de la muerte de una vela. Los mitólogos nos han enseñado a leer los dramas de la luz en los espectáculos del cielo. Pero en la pieza de un soñador, los objetos familiares llegan a ser mitos del universo. La vela que se apaga es un sol que se muere. La vela muere mas suavemente que el astro del cielo. El pabilo se curva y ennegrece. La llama ha tomado su opio de la sombra que la abraza. Y la Llama tiene una buena muerte : muere durmiéndose”. Inés Posada Agudelo La poética del fuego • Fuego y ensoñación (intensidad, excitación, intimidad) • Vínculo profundo con la soledad “llama sola, estoy solo” • Intimidad y extroversión (llama y fogata) • Profundidad de la meditación (la vida y la muerte, la pureza y • • • • • • el mal, la luz y la oscuridad). Verticalidad de la llama (voluntad del espíritu, transformación) La llama vegetal “las naranjas son las lámparas del jardín” Los sueños del pasado La infancia y el asombro (la contemplación) La sensualidad y el deseo (erotismo, amor… “la llama doble”) Los verbos de la vida y de la muerte Inés Posada Agudelo EDUARDO GALEANO EL MUNDO Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo. A la vuelta contó: dijo que había contemplado desde arriba, la vida humana, y dijo que somos un mar de fueguitos. El mundo es eso reveló , un montón de gente , un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás . No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas . Algunos fuegos, fuegos bobos no alumbran ni queman. Pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear y quien se acerca se enciende” Inés Posada Agudelo Propicias claridades de astros Trajeron el silencio. En lo hondo de mi alma Ancla una flota de estrellas… Así, a menudo cuando hablo sobre el sol, se enreda en mi lengua una gran rosa rojísima, pero no me es posible callar… Odiseo Elytis Mi amor se ha transformado en llama, y esta llama consume poco a poco todo lo que es terrestre en mí Novalis Inés Posada Agudelo Velas Konstantino Kavafis • Los días del futuro se alzan ante nosotros como una hilera de velas encendidasdoradas, vivaces, cálidas velas. Los días del pasado quedaron tan atrás, fúnebre hilera consumida donde las más cercanas aún humean, velas frías, torcidas y deshechas. No quiero verlas; su aspecto me aflige, me aflige recordar su luz primera. Miro ante mí las velas encendidas. No quiero volverme, y estremecerme al contemplar qué rápidamente se alarga la hilera sombría, qué rápidamente crece con sus velas ya consumidas. Inés Posada Agudelo SOMBRAS Kavafis Una vela es suficiente. Porque su tenue luz se adapta mejor, hace más fascinantes las Sombras voluptuosas que vienen del Amor. Una vela es suficiente. La habitación esta noche no debe estar iluminada. Para que sólo al sueño y a la imaginación, con poca luz – para que sólo al sueño me abandone en las sombras voluptuosas que me trae el Amor. Inés Posada Agudelo Futuro. Porfirio Barba Jacob • Decid cuando yo muera... (¡y el día esté lejano!) soberbio y desdeñoso, pródigo y turbulento, en el vital deliquio por siempre insaciado, era la llama al viento... Vagó, sensual y triste, por las islas de su América; en un pinar de Honduras vigorizó el aliento; la tierra mexicana le dio su rebeldía, su libertad, su fuerza... Y era una llama al viento. De simas no sondadas subía a las estrellas; un gran dolor incógnito vibraba por su acento; fue sabio en sus abismos, y humilde, humilde, humilde, porque no es nada una llamita al viento. Y supo cosas lúgubres, tan hondas y letales, que nunca humana lira jamás esclareció, y nadie ha comprendido su trágico lamento... Era una llama al viento y el viento la apagó. Inés Posada Agudelo Eugenio Montejo Dura menos un hombre que una vela pero la tierra prefiere su lumbre para seguir el paso de los astros. Dura menos que un árbol, que una piedra, se anochece ante el viento más leve, con un soplo se apaga. Dura menos un pájaro, que un pez fuera del agua, casi no tiene tiempo de nacer, da unas vueltas al sol y se borra entre las sombras de las horas hasta que sus huesos en el polvo se mezclan con el viento, y sin embargo, cuando parte siempre deja la tierra más clara. Inés Posada Agudelo Es de noche. La noche es muy oscura. En una casa distante brilla la luz de una ventana. La veo y me siento humano de los pies a la cabeza… Pessoa Ser amado quiere decir consumirse en la llama, amar es iluminar con una luz inagotable. Rilke LA FIESTA DE LAS LINTERNAS Con la noche, se abren millares de grandes flores luminosas que difunden una claridad propicia a los encuentros afortunados… cuando las parejas se alejan en la sombra, es porque quieren decirse palabras cuya gracia podría marchitarse bajo el brillo de todas esas linternas Poetas Chinos Inés Posada Agudelo Los verdaderos poemas son incendios. La poesía se propaga por todas partes, iluminando sus consumaciones con estremecimientos de placer o de agonía. Vicente Huidobro Escrituras de luz embisten la sombra más prodigiosas que meteoros. J. L. Borges Se cerró el sol. Se cerró el sentido del sol. Se iluminó el sentido de cerrarse. Alejandra Pizarnik Inés Posada Agudelo • …gracias por el fulgor del fuego que ningún hombre puede mirar sin un asombro antiguo… • … en algún lugar de su obra El origen de la locura en Asia, Frazer cuenta cómo una tribu que invadía a los Malayos entró en contacto con una desconocida flor roja. Se reunieron, dice Frazer, en circulo alrededor de ella y extendieron sus brazos para calentarse. Jorge Luís Borges, • Mi corazón está brotando flores en mitad de la noche poesía Azteca Inés Posada Agudelo • Unos dicen que el mundo acabará en fuego, otros dicen que en hielo. Por lo que he saboreado del deseo, me pongo a favor del fuego Robert Frost CANICULA El sol abrasa toda vida. No mueve el viento un árbol. Fuera del tiempo está el fasto del día. La canícula absorbe las horas, Los colores, el silencio. De repente oyése una gota de agua, Y otra, y otra más en la tarde. Es la música. Jorge Gaitán Duran Inés Posada Agudelo Todo el mundo está en llamas: lo visible arde y el ojo en llamas interroga. Arde el fuego del odio. Arde la usura. Arden el nacimiento y la caída. Arde el dolor. El llanto, el sufrimiento arden también. La pesadumbre es llama. y una hoguera es la angustia en la que arden todas las cosas: Llama, arden las llamas, arden las llamas, mundo y fuego, mira la hoja al viento, tan triste, tan hoguera. José Emilio Pacheco Inés Posada Agudelo Las cinco letras del deseo formarían una enorme cicatriz luminosa, una constelación más antigua, mas viva aún que las otras. Y esa constelación sería como un ardiente sexo en el profundo cuerpo de la noche. Luis Cernuda Inés Posada Agudelo El que mira desde fuera por una ventana abierta no ve nunca tantas cosas como el que mira una ventana cerrada. No hay objeto más profundo, más misterioso, más fecundo, más tenebroso, más deslumbrante, que una ventana iluminada por la luz de un candil. Lo que puede verse al sol es siempre menos interesante que lo que sucede tras un cristal. En ese agujero negro o luminoso la vida vive, la vida sueña, la vida sufre. Más allá de las oleadas de tejados veo a una mujer madura, arrugada ya, pobre, inclinada siempre sobre algo y sin salir nunca. Con su rostro, su vestido, su gesto, su casi nada, he rehecho la historia de esa mujer o, más bien, su leyenda, y algunas veces me la cuento a mí mismo llorando. Si hubiese sido un pobre viejo, habría reconstruido la suya con la misma facilidad. Y me acuesto, orgulloso de haber vivido y sufrido en otros distintos de mí. Puede que me digáis: "¿Estás seguro de que esa leyenda es la cierta?". ¿Que importa lo que pueda ser la realidad que se encuentra fuera de mí, si me ha ayudado a vivir, a sentir que soy y lo que soy? Inés Posada Agudelo