Congruencia e Incongruencia en las Provincias Bicamerales Argentinas Diego Reynoso Profesor Investigador CONICET - Universidad de San Andrés Departamento de Ciencias Sociales Vito Dumas 284, Victoria (1644) Provincia de Buenos Aires Argentina dreynoso@udesa.edu.ar Primer Borrador [Los comentarios son bienvenidos] Paper preparado para ser presentado en el seminario del Departamento de Ciencias Sociales, Universidad de San Andrés. Esta investigación cuenta con financiamiento del CONICET, Proyecto de Investigación Plurianual 2010 #1122009010006 Abstract: La congruencia (incongruencia), esto es la similitud (diferencia) de opiniones entre el senado y la cámara baja, es considerada una variable clave para estimar la “fuerza” del bicameralismo, manteniendo constante la simetría en las atribuciones. La política comparada ha explicado su existencia a partir de las instituciones de elección y selección de los miembros de las cámaras; mientras que la teoría de la elección social ha estudiado en qué medida la incongruencia aumenta la estabilidad del status quo y amplia el núcleo de decisiones estables. En este trabajo, examinamos el problema en las provincias bicamerales de argentina a partir de entrevistas a legisladores provinciales, utilizando escalas de 0-10 puntos de Izquierda-Derecha. Se ofrece una metodología para estimar la incongruencia entre las cámaras y evidencia respecto del grado en que varía en las diferentes provincias. 2 La existencia de dos cámaras se suele justificar en muchas provincias, por un lado, por la tradición o inercia histórica y, por el otro, por la necesidad de darle representación a los departamentos, territorios y poblaciones que de otro modo no tendrían como influir en la política que se elabora en la capital de la provincia. A causa de ello se espera que representen intereses diferentes de los que podrían predominar en las ciudades capitales más pobladas. Por lo tanto, allí donde los sistemas electorales para elegir diputados y senadores difieren, se espera que las cámaras tengan preferencias colectivas diferentes; allí donde los sistemas electorales sean similares, se espera que las cámaras no difieran en sus preferencias colectivas significativamente1. En el presente trabajo encaramos la cuestión directamente: ofrecemos evidencia de las preferencias colectivas de los senadores y diputados a partir de una ronda de entrevistas realizadas en las ocho provincias argentinas que poseen sistemas bicamerales2. Haciendo esto damos un paso adelante en la discusión estrictamente institucionalista sobre congruencia e incongruencia, que ha predominado en los estudios comparados, tanto nacional como subnacional. En segundo lugar, se discute la utilidad de los índices institucionales agregados de congruencia (y, por propiedad transitiva, de simetría) que se han ofrecido recientemente, en los cuales con el objeto de mejorar la medición del fenómeno se pierde de vista el problema central: si las cámaras tienen posiciones diferentes o similares según sus integrantes, y si ello se corresponde con la forma en que son elegidos. En la actualidad existen ocho provincias argentinas cuyo congreso es bicameral, esto es: el congreso provincial está compuesto por dos cámaras, una de diputados y otra de senadores. De las 14 provincias fundadoras de la confederación, 10 1 Sin embargo, en el ámbito político, la discusión ha sido predominantemente referida al costo político de tener dos y no una cámara, y los gastos administrativos asociados a ello. Al respecto el estudio de Nougues (2004), sugiere que cuando el proceso presupuestario no está dividido adecuadamente en dos etapas claramente diferenciadas, donde el ejecutivo tiene poder completo de agenda sobre el tamaño del presupuesto, y el legislativo sobre su composición, el resultado es un mayor nivel de gasto legislativo y de rentas capturadas por los políticos. Además, los límites a la reelección de los funcionarios también parecen generar un problema de “moral hazard”, favoreciendo el comportamiento oportunista en aquellos legisladores que tienen restricciones a su reelección, ya que no tienen ninguna reputación política que cuidar para el futuro. Y, fundamentalmente para nosotros, hay “evidencia que apoya la hipótesis de que los regímenes bicamerales gastan más que los unicamerales, y que legislaturas más numerosas implican menor gasto” (Nougues, 2004:16). A la fecha, sólo hemos realizado las entrevistas en 5 provincias: Corrientes, Entre Rios, Catamarca, San Luis y Salta. Faltan realizar el trabajo de campo en Buenos Aires, Santa Fe y Mendoza. 2 3 habían adoptado en algún momento del siglo XIX un congreso con formato bicameral (Buenos Aires, Catamarca, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Mendoza, Salta, San Juan, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán). De las tres restantes, mutó de un sistema unicameral a uno bicameral, recientemente, San Luis (1987). De las 11 primeras, abandonaron el formato bicameral: Santiago del Estero (1903) y San Juan (1927) y, lo hicieron en los últimos años Tucumán (1991) y Córdoba (2001)3. 1. Teoría y trabajos previos El estudio de la congruencia/incongruencia en los sistemas bicamerales puede ser descompuesto en dos tradiciones. Una que proviene de la política comparada, que hace hincapié en el estudio empírico de casos concretos con el objetivo y propósito de encontrar patrones y de allí derivar generalizaciones empíricas, estilizadas con tipologías que ordenan el universo de casos; y otra tradición que deriva de la escuela de elección social, la cual tiene menos interés en juntar casos concretos, sino en partir de algunos supuestos y derivar generalizaciones deductivamente que puedan servir para entender el comportamiento de los casos. A continuación, hago un breve recorrido por ambas tradiciones en el estudio de los sistemas bicamerales. Bicameralismo y política comparada En el campo de la política comparada existe un consenso positivo sobre dos grandes ventajas del bicameralismo respecto de los sistemas unicamerales: la doble representación y la redundancia o revisión (Patterson y Mughan, 1999:10-16). En primer lugar, se destaca la articulación de una doble representación que permite ampliar las bases de representación del gobierno y articular más que una simple mayoría en la toma de decisiones. En segundo lugar, la doble revisión de la legislación que permite una segunda lectura más cuidadosa introduciendo una pausa en el proceso decisorio y abriendo un plazo para una mayor deliberación. De este modo, qué representa cada cámara y cuánto poder posee cada una de ellas, son las dimensiones estándar del estudio comparativo de los sistemas bicamerales. En función de estos atributos, suele clasificarse a los sistemas bicamerales según su grado de congruencia y su grado de simetría (Lijphart, 1999). 3 Incluso en algunas de las que aún hoy mantienen ese formato se ha discutido la conveniencia o no de abandonarlo, como ha sucedido en Corrientes en 1993 y en 2007, en Entre Rios 2008 y en Santa Fé, 2009. 4 Congruencia. Por congruencia se entiende al grado en el cual ambas cámaras son elegidas con la misma base de representación y la misma forma de elección. Se deriva de esa congruencia institucional que las composiciones político partidarias de ambas cámaras tenderán a ser similares (congruentes), lo que implica en definitiva la congruencia de preferencias colectivas entre ambas cámaras, manteniendo constante el hecho, no menor, que los miembros de un partido tienen preferencias similares. Cuando la base de representación es diferente (por ejemplo, una cámara tiene como base a los territorios y la otra a la población) y los representantes son elegidos mediante sistemas electorales diferentes, los resultados, por lo general, dan lugar a composiciones diferentes (incongruentes) en cada una de las cámaras (Lijphart, 1997:207)4. En estos casos es esperable que las cámaras tengan preferencias colectivas diferentes. Simetría. Por simetría se entiende el grado en que las cámaras poseen iguales o similares poderes y atribuciones. Cuando los poderes son iguales, o las competencias de las cámaras no son lo suficientemente distintas como para considerar que una es más poderosa que la otra, estamos en presencia de cámaras con poderes simétricos. En contraposición, cuando una de las cámaras es dotada de menos poderes que la otra, estamos en presencia de un congreso asimétrico (Lijphart, 1997:206). De la combinación de las reglas de elección y composición (congruenciaincongruencia), y de los poderes de cada una de las cámaras (simetría- asimetría), surgen cuatro tipos básicos de sistemas bicamerales (Lijphart, 1984: 113-115 y 1997:211-213). Los bicameralismos fuertes o sólidos, son aquellos en donde las reglas de composición producen cámaras con preferencias políticas diferentes (incongruentes) y además las cámaras tienen poderes equivalentes en la toma de decisión (simetría). Los bicameralismos endebles o de media fuerza (mediumstrength), son aquellos en donde ambas cámaras tienen poderes equivalentes (simétricos), pero dadas las reglas de composición éstas representan preferencias similares (congruentes), de modo tal que, según el autor, la existencia de ambas cámaras se vuelve superflua. En tercer lugar, los bicameralismos débiles son aquellos en donde las cámaras si bien representan preferencias diferentes (incongruencia), una de ellas no tiene mayor peso en la elaboración de la política pública, producto de una extrema asimetría. Por último, los bicameralismos insignificantes son aquellos en donde existe asimetría de poder y congruencia de En la literatura sobre el los congresos subnacionales de estados unidos, se suele definir a esta situación como “congreso dividido” (véase Cox y Kernell, 1992). 4 5 preferencias en las cámaras. Los términos empleados para señalar los tipos de la tipología (sólido, endeble, débil e insignificante) propuesta por Lijphart (1984) fueron reemplazados por un continuo fuerte-medio-débil en la nueva versión de su trabajo de 1999. No obstante la tipología marcó un rumbo que ha predominado en los estudios de los sistemas bicamerales. De este modo, las características mencionadas permiten clasificar a los bicameralismos en un ranking que supone una diferencia en la fuerza que la estructura institucional ejerce en relación a las “dos ventajas”. De este modo, allí donde el sistema bicameral no contribuya a reforzar las ventajas, menos sentido tendrá su adopción o mantenimiento. Si la tipología tiene alguna función explicativa, entonces es esperable que los sistemas se comporten similarmente en la medida en que compartan posiciones cercanas en el ranking y sus diferencias sean significativas en la medida que estén ubicados en diferentes lugares del ranking; de lo contrario la tipología no tendría mayor relevancia analítica. Las recientes contribuciones comparativas han mantenido la fundamental bidimensionalidad de la lógica congruencia-incongruencia y simetría-asimetría. En un esfuerzo comparativo seminal Llanos (2002) y Llanos y Nolte (2003), describe los dispositivos institucionales del bicameralismo que favorecen tanto a la incongruencia como a la simetría de ambas cámaras (Lijphart, 1984 y 1999). Para ello se propone una medición que toma en cuenta una serie amplia de atributos que permiten estimar y comparar con una métrica continua en un rango de 0-24 para ambas dimensiones. En la misma línea que los anteriores, Malamud y Costanzo (2003) han abordado la comparación de las ocho provincias bicamerales de Argentina. Replicando el índice elaborado por Llanos (2002) para estimar el grado de congruencia y el grado de simetría de los bicameralismos provinciales.5 Dentro de esta línea de análisis, merece ser destacado el trabajo comparativo de Jorge Schiavon (2004). En un estudio de los sistemas políticos de las Américas, sostiene que la influencia de un congreso bicameral en la provisión de políticas públicas se reduce o aumenta dependiendo de otras tres variables: el tipo específico de sistema bicameral (simetría y congruencia), la configuración institucional específica (si se trata de un sistema federal y/o presidencial) y la 5 Estos Si bien para cada uno de los factores se postulan mecanismos de moderación o mediación de la estructura intraparlamentaria del bicameralismo, nuevamente los autores producen un índice aditivo de factores extraparlamentarios que recae en la necesidad de corroboración empírica. 6 configuración partidaria de las cámaras. Así, señala que “entre más fuerte sea el tipo de bicameralismo, entre mayor sea la división institucional de poderes, entre mayor sea el número de partidos efectivos y entre mayor sea la división de propósito entre poderes, cámaras, niveles de gobierno y partidos, mayor importancia tendrá el bicameralismo en el funcionamiento del sistema político y la generación de nueva legislación para la provisión de políticas públicas” (Schiavon, 2004:139-140). Otra investigación decisiva es el trabajo de Pedro Neiva (2006): su análisis confirma, de acuerdo a la amplia literatura en la disciplina que la estructura federal si posee una fuerte asociación con la adopción de una estructura bicameral (Neiva, 2006:282). No obstante, al analizar profundamente el poder relativo de las cámaras altas, se puede concluir que “adoptar una cámara alta, es algo diferente a dotarla de amplios poderes” (Neiva, 2006:282), puesto que “la principal variable explicativa de la fuerza de las cámaras altas es el sistema de gobierno” (i.e. Presidencialismo) y no la estructura federal del país. En concreto, “tienden a ser más fuertes a medida que aumenta la separación de poderes entre el ejecutivo y el legislativo, esto es, son más fuertes en los sistemas presidenciales y más débiles en los sistemas parlamentarios” (Neiva, 2006: 270), ya que en estos últimos están dotadas de menores poderes y atribuciones que en los primeros, en los cuales ocupan el papel de actores de contrapeso frente al poder del presidente. Más específicamente, lo que diferencia a las cámaras altas entre sí son los atributos vinculados a las cuestiones de estados, y menos a las prerrogativas asociadas a la producción de las leyes. En general, todas estas investigaciones asumen que las variables institucionales que inducen a la congruencia o a la incongruencia producen el efecto deseado, esto es: que las cámaras tengan diferentes o similares preferencias colectivas. Los pocos estudios que han tratado de confirmar o refutar este supuesto, han ofrecido evidencia a partir de la composición partidaria. Por ejemplo, Sanchez (2006) ofrece evidencia que los diferentes sistemas electorales de las cámaras no producen composiciones partidarias diferentes, mientras que Reynoso (2010) ofrece evidencia que efectivamente si se observan composiciones partidarias diferentes o similares, entre las cámaras de senadores y diputados de América Latina, de acuerdo al sistema electoral que utilizan. Bicameralismo y elección social A diferencia de la tradición en política comparada, el estudio de los sistemas bicamerales desde la perspectiva de la elección social ha planteado el problema en otros términos. Se trata de demostrar en qué medida un sistema bicameral contribuye a producir resultados más estables (o de equilibrio), reduciendo el 7 conjunto de alternativas que pueden derrotar al status quo (Riker, 1992). Siendo esa la principal característica del bicameralismo: su capacidad de preservar el sq, de acuerdo a Montesquieu y Madison. La existencia de dos cámaras obliga a que las preferencias de los legisladores medianos (Black, 1948) de cada una sean considerados para producir un nuevo resultado, a diferencia de un sistema unicameral en donde tan sólo la posición de un solo legislador mediano es distintiva. La capacidad del TVM para predecir resultados estables que no puedan ser derrotadas por mayoría ha sido enorme, pero sus propiedades se desvanecen cuando se abandona el supuesto de la unidimensionalidad de las alternativas o preferencias de un solo pico (Black, 1948). Así son improbables las ocasiones en las cuales, bajo condiciones muy estrictas (i.e. simetría radial), se pueden producir resultados estables (Plott, 1966). Por lo general, la regla es la producción de ordenamientos de preferencias colectivas intransitivas (Arrow, 1951) que pueden ser explotadas por quien domine la agenda (McKelvey, 1976). Sin embargo, se ha demostrado que en materia de elección colectiva pueden inducirse resultados de equilibrio mediante la adopción de arreglos institucionales, lo que es comúnmente conocido como “equilibrio inducido institucionalmente” (Shepsle, 1986). A teoría de la elección social en la actualidad permite entender tanto al sistema de comisiones (Miller & Hammond, 1990) como a la división de un congreso en dos cámaras (Hammond & Miller, 1987), entre otros arreglos institucionales como el poder de veto del presidente, como arreglos que contribuyen a inducir resultados estables en dos dimensiones. Esta agenda de investigación ha concluido que el bicameralismo respalda la existencia de un núcleo no-vacío (non-empty core) dado que las posiciones de las cámaras sean lo suficientemente diferente. En esa dirección, Tsebelis & Money sostienen que “a second major feature of bicameralism, in addition to preserving the stataus quo, is that reduces the conflict between the two chambers to one predominant dimensión” (Tsebelis & Money, 1997:76). Espacialmente, ello implica que, tanto cuando el espacio es unidimensional como cuando es bidimensional, el resultado del proceso bicameral (el mediano bicameral) se encontrará en una línea que une a los legisladores medianos de cada cámara. No obstante, Cox & McKelvey (1987) sostienen que la inducción a la estabilidad del bicameralismo depende de la dimensionalidad de la política, así en sistemas unidimensionales un sistema unicameral es suficiente para producir un resultado estable (el Votante Mediano), en cambio en sistemas bidimensionales dos cámaras serían suficientes para producirlo. Pero si la dimensionalidad de la política aumenta a n-dimensiones, entonces un sistema bicameral no inducirá a un 8 resultado estable: se requerirá de un sistema n-cameral para inducirlo. Por suerte, Brennan & Hamlin (1992) han demostrado que “bicameralism can support stable voting equilibria in an n-dimensional policy space on conditions that are natural generalization of those (…) in the two dimensional space” (Brennan & Hamlin, 1992:170). 2. El bicameralismo en las provincias Tanto los estudios de política comparada como los desarrollos teóricos en el campo de la elección social, presentan un punto en común: a mayor diferencia entre las cámaras más fuerte -o eficiente- es un sistema bicameral. El propósito de este artículo es evaluar en qué medida los sistemas bicamerales provinciales son fuertes o eficientes, qua bicameralismos. Para ello revisamos a continuación las características institucionales que regulan la integración de las cámaras: la base de representación y el método de elección, los ciclos de duración y renovación de los mandatos y los requisitos para ser elegido. Base de representación y método de elección En las ocho provincias bicamerales los diputados representan a la población ya sea mediante la implementación de distritos plurinominales departamentales o mediante un único distrito plurinominal provincial, en la que por lo general se aplica alguna modalidad de representación proporcional6 en cambio, los criterios para elegir los miembros de las cámaras altas varían: los hay con representación territorial (con igual representación por departamento) y los hay con distritos plurinominales según población (Ver Apéndice, Tabla A). En 3 provincias, ambas cámaras tienen la misma base de representación, mientras que en las otras 5 provincias las bases de representación de la cámara baja y de la cámara alta difieren. Buenos Aires y Mendoza eligen tanto a sus senadores como a sus diputados en los mismos distritos plurinominales (denominadas secciones electorales) mediante representación proporcional (cociente electoral en Buenos Aires y método d´Hont en Mendoza). Corrientes, en cambio, elige a los senadores y a los diputados en un distrito único plurinominal provincial con método de representación proporcional d´Hont en ambos casos. En los tres casos, la única diferencia entre las cámaras es Aunque en el caso de Santa Fé y Entre Rios se aplica la cláusulas de gobernabilidad que asigna la mayoría automática al partido más votado. No obstante, el resto de los escaños se reparte proporcionalmente entre los demás partidos políticos o listas. 6 9 el número de sus integrantes7. Estas tres provincias de acuerdo a la base y forma de elección, pueden ser consideradas como sistemas bicamerales que tienden a generar cámaras congruentes, según la tipología de Lijphart (1999). A diferencia de los anteriores, las provincias de Catamarca, Entre Ríos, Salta, San Luís y Santa Fe, eligen a los senadores provinciales con una base de representación territorial, utilizando distritos uninominales en los cuales resulta ganador el candidato que obtiene la simple pluralidad de los sufragios (es decir, el más votado). En estos casos, cada senador es elegido en un distrito electoral, cada uno de los cuales coincide con el trazado de los departamentos. En cambio, la elección de los diputados en estas provincias varía: Salta y San Luis, utilizan los mismos distritos electorales (departamentos) para elegir a los diputados, con la importante diferencia que en lugar de ser uninominales, como lo son para el senado, los diputados se elijen en distritos plurinominales variables de acuerdo a la población. En cambio, Catamarca, Entre Rios y Santa Fé eligen a sus diputados en un distrito único plurinomianl que abarca toda la provincia. En este sentido, se puede decir que si bien en las dos primeras el distrito es el mismo, la base de representación y la forma de elección no lo es. Es claro, por otra parte, que en las ultimas tres, tanto el distrito como la forma y la base no coinciden. De acuerdo, entonces, a la base de representación y la forma de elección, se esperaría que en estas cinco provincias se generen cámaras incongruentes. En las provincias bicamerales, el tamaño relativo promedio de las cámaras bajas respecto de las altas (bajas/altas) es de 2.10. Esto significa que en promedio, las cámaras bajas tiene el doble de tamaño que las cámaras altas, lo que por otra parte constituye un patrón a nivel mundial en los países federales que poseen representación territorial (Taagepera & Recchia, 2002). La diferencia en tamaño más pronunciada se presenta en la provincia de San Luís en la cual la cámara baja es casi 5 veces más grande que la cámara alta (43/9). Mientras que la diferencia mínima se registra en Mendoza, en donde la cámara baja cuenta con un máximo de 50 diputados y la cámara alta cuenta con un máximo de 40 senadores (50/40=1.25). Entre estos dos casos, se ubican las otras seis provincias, así la cámara baja de Santa Fe es 2.63 (50/19) veces más grande que el senado, la de Salta 2.6 (60/23), en Catamarca 2.56 (41/16) mientras que en Buenos Aires la cámara baja es exactamente el doble del senado (92/46), compartiendo esta (no tanta) peculiaridad con Corrientes (26/13). Las provincias Otra diferencia reside en la duración de los mandatos, siendo 4 años para ambas cámaras en Mendoza y Buenos Aires, y de 4 años para los diputados y 6 para los senadores en Corrientes. 7 10 en las cuales encontremos una menos diferencia entre el número de integrantes son Entre Ríos 1.64 (28/17) y Mendoza con 1.25 (50/40). (Ver Apéndice, Tabla 1). Renovación La otra variable a considerar en interacción con la duración del mandato es la existencia o no de una elección escalonadas para la renovación de las cámaras. La proporción que se renueva resulta de la razón entre los cargos a elegir y el total de miembros de la cámara. Cuando la proporción es menor a uno, la renovación no es completa, y la elección sólo afecta a la porción de cargos a renovar, dejando el resto de la cámara inmodificable (Ver Apéndice Tabla A). La existencia de un sistema de renovación parcial de las cámaras introduce dos efectos: uno directo y mecánico en la conformación del congreso, y otro de tipo comportamental en cuanto al impacto de la coyuntura en las consideraciones de corto, mediano, y largo plazo de los representantes. Allí donde la renovación no es completa, la elección de representantes tendrá sólo un efecto en la porción de cargos a renovar, dejando el resto de la cámara inmodificable. Cuanto menor sea la porción de escaños renovados, menor será el impacto de la coyuntura en la conformación de la cámara; y menor será el impacto de la coyuntura en la agenda política de la misma. En un sistema con renovación parcial, el congreso queda blindado a los cambios repentinos y coyunturales de las mayorías electorales. La renovación parcial resulta entonces en la presencia de legisladores con horizontes temporales distintos. Los legisladores que no ponen en juego su escaño en una próxima contienda electoral (por ejemplo, los recientemente electos) tendrán incentivos para hacer consideraciones más allá de la coyuntura (mediano plazo) y no sufrirán la presión electoral, mientras que los miembros restantes que defienden sus escaños o cargos estarán más atentos a las demandas y presiones coyunturales (corto plazo) ya que sus cargos estarán en disputa. Si en una determinada elección, la proporción de cargos a renovar es alta, es esperable entonces que predominen las consideraciones cortoplacistas al interior de la cámara. De este modo, la variación en la proporción de la renovación puede indicar la existencia de incentivos diferenciados en las consideraciones temporales de los actores. La mayoría de las provincias argentinas renuevan ambas cámaras por mitades cada dos años. Las únicas excepciones son Santa Fé y Entre Rios, en las cuales se realiza una renovación total de ambas cámaras cada cuatro años que es concurrente a su vez con la elección del gobernador. Parcialmente, también lo es 11 el senado de Corrientes, que es renovado por tercios cada dos años. En las restantes 5 provincias las renovaciones parciales tienen lógicas diferenciadas. Mendoza y Buenos Aires, renueven en forma alternada los diputados y senadores de las secciones electorales plurinominales. Mientras unas secciones en una elección eligen diputados, las otras eligen senadores, así en la elección siguiente se invierten las categorías, de modo que cada dos años hay elecciones de ambas cámaras pero no todos los electores eligen las mismas categorías de legisladores. Por su parte, en los casos de las provincias de Catamarca, San Luis y Salta, las elecciones de senadores se alternan por distrito. Mientras que hay elecciones cada dos años, la mitad de los distritos elijen a sus senadores en una elección, y la otra mitad en la elección siguiente. Considerando las observaciones del apartado previo, la duración y renovación producen un impacto interactivo sobre los representantes. Allí donde el tiempo de duración del mandato es corto y la renovación es completa, todos los representantes se ven sometidos a presiones electorales y deben dirigir su atención a cuestiones coyunturales. Si el tiempo es largo y no hay renovación parcial, a medida que se acerca la elección la presión de la coyuntura es mayor para todos los representantes. En cambio, la renovación parcial introduce un impacto fragmentario de la elección sobre las consideraciones coyunturales de la cámara como un todo. Si se combina con duración del mandato por períodos largos, permite blindar a la cámara como un todo de las presiones electorales coyunturales. Los representantes que enfrenten en el corto plazo elecciones serán los únicos que sufrirán inmediatamente los costos políticos asociados a sus decisiones, dejando a los demás con mayor libertad en la toma de decisión. Cuanto menor sea la fracción que se renueva, menor será de este modo el impacto de consideraciones exclusivamente coyunturales. Requisitos para ser diputado o senador En general, de los diferentes requisitos que existen en cada provincia para ser legislador, el mínimo común denominador está integrado por la ciudadanía, la edad y los requisitos de residencia. (Ver Apéndice, Tabla B). En el caso de las provincias argentinas no se exige el nacimiento como condición para ser representante de un departamento o municipio, en cambio introducen un requerimiento de tiempo de ciudadanía mínimo. El tiempo de ciudadanía requerido varia, por un lado de acuerdo al ejercicio de la ciudadanía en el país (si fuera extranjero) y por otro lado, al ejercicio de la ciudadanía en la provincia. Por ejemplo Mendoza exige para los diputados y senadores 5 años de ejercicio de 12 la ciudadanía en el país y 2 años de residencia en la provincia. Respecto a la edad, se observa que existe una diferencia significativa en la edad requerida para ser elegido como diputado o senador. Siguiendo las tradiciones históricas8, en todas las provincias para ser electo senador se exige un mínimo de edad mayor que para ser electo diputado. Esta tradición se sustenta en el origen histórico del Senado como consejo de ancianos, como cámara de expertos y fuente de sabiduría y experiencia (Llanos y Sanchez, 2006). Y, respectivamente, en su rol como instancia de freno y moderación de los impulsos de las mayorías representadas en la cámara de diputados (Hamilton, Madison y Hay, 19XX). La edad mínima para ser elegido diputado oscila en general entre los 21 años (Mendoza, Salta y San Luís) y los 25 años (Catamarca, Entre Ríos). En cambio, el mínimo de edad requerido para senador es mayor. Todas las provincias bicamerales, con la excepción de San Luís (que exige 25 años), exigen como requisito tener 30 años de edad para poder ser elegido senador (ver Apéndice Tabla B). Además de los criterios de ciudadanía y edad, en algunas provincias suele agregarse un requisito de residencia en el distrito que se pretende representar. Así, la exigencia menos restrictiva es estar domiciliado en la provincia por la cual se es electo para diputado o senador. Este es el caso de Buenos Aires, Corrientes y Mendoza. Otras restricciones incluyen ser natural del departamento o bien tener unos años de residencia, como en el caso de los senados de Catamarca (4 años) y Entre Ríos (2 años). En Santa Fe se exige 2 años de residencia en la provincia (diputados) y en el departamento (senadores), Salta exige para ser diputado o senador un mínimo de 4 años de residencia en el departamento, mientras que el más exigente es San Luís, en el cual se requieren 5 años de residencia. Este requisito de residencia se exige para asegurar un tipo de representación territorial que, a su vez, impacta en el comportamiento de los representantes y en el contenido de las políticas públicas. Es esperable que los representantes elegidos geográficamente, actúen estratégicamente para destinar la mayor cantidad de beneficios y recursos a su distrito ya que de éste depende gran parte de su carrera Un análisis empírico acerca de la diferencia en edad, formación y experiencia entre el senado y la cámara de diputados en los países del Cono Sur se encuentra en Llanos y Sanchez (2006). Allí se analiza si efectivamente el senado puede ser considerado un “consejo de ancianos”, en un sentido figurado. Se estudia si más allá de las estipulaciones constitucionales existe una diferencia significativa en los miembros que conforman cada cámara. 8 13 política futura. En consecuencia, el proceso de la elaboración de políticas así como el contenido de las mismas tendrá una impronta territorial que no estará presente en las cámaras que no se conforman con en base a criterios de origen o residencia de esta naturaleza. 3. Incongruencia institucional Las investigaciones comparativas sobre América Latina siguieron la tradición de Lijphart (1984 y 1999). Si bien se ha avanzado en la medición de las variables, agregando nuevos indicadores o mejorando la medición de algunos otros (Llanos, 2002; Nolte, 2002; Llanos y Nolte, 2003), los estudios han mantenido la lógica congruencia-incongruencia y simetría-asimetría. Llanos (2002) y Llanos y Nolte (2003), proponen una medición que toma en cuenta una serie amplia de atributos que permiten estimar y comparar con una métrica continua en un rango de 0-24 para ambas dimensiones. Replicando el índice elaborado por Llanos (2002) con algunas correcciones en la escala, Malamud & Costanzo (2003) comparan a las provincias en un rango de 0-26, para estimar el grado de congruencia, y un rango de 0-18 el grado de simetría9. En el Gráfico 1 se identifica a cada provincia según el valor de simetría e incongruencia que arrojan los índices (para un mayor detalle de los valores que cada provincia alcanza en cada uno de los índices, consúltese Malamud & Costanzo, 2003:11-14) < Insertar Gráfico 1 > El estudio arroja que los “bicameralismos en las provincias argentinas son altamente incongruentes y simétricos” (Malamud y Costanzo, 2003:14). El rango A continuación se listas las variables, y los indicadores operacionales, con los valores que la observación puede asumir dependiendo de su grado de congruencia y simetría (Malamud & Costanzo, 2003:5-7). Incongruencia: 1.Sistema electoral: a) Distritos y formula electoral (0, 1, 2); b) representación de minorías especiales (0, 1, 2); c) senadores no electos (0, 2, 4); d) elecciones indirectas (0, 2); 2. Tamaño de las cámaras (0, 2, 4); 3. Requisitos para ser electo senador: a) edad del senador (0, 1, 2); b) otros requisitos para ser senador (0, 2); 4. Duración del mandato (0, 2, 4); 5. Renovación de las cámaras: a) escalonamiento de la elección del Senado (0, 1, 2); b) elecciones simultaneas (0, 1, 2). Simetría: 1. Atribuciones legislativas de Senado (0, 2, 4); 2. Origen de los proyectos de ley (0, 2, 4); 3. Resolución desacuerdos s/ legislación (0, 4); 4. Instrumentos de control del Poder Ejecutivo: a) Investigación / interpelación (0, 1, 2); b) Nombramientos (0, 1, 2); c) Rol en el juicio político (0, 1, 2). 9 14 de simetría es de 14-17, para una escala 0-18, mientras que el rango de incongruencia es de 3-8, para una escala de 0-26. Según el estudio, si bien las diferencias entre las provincias no parecen ser significativas, Corrientes es la provincia con mayor grado de incongruencia: es decir, aquella de la cual se espera una mayor diferencia entre las preferencias colectivas de los senadores y los diputados. En contraposición, Mendoza es la provincia más congruente: es decir, aquella de la que se espera que los diputados y senadores no tengan preferencias colectivas diferentes. El resto de las provincias tiene grados intermedios de congruencia, del mismo modo que de simetría, destacando Santa Fe como la provincia con mayor simetría entre las cámaras; en otras palabras, la provincia donde ambas cámaras tienen una mayor similitud de poderes y atribuciones. El trabajo es la primera tentativa de medición de las provincias bicamerales, pero asume que la congruencia-incongruencia es un fenómeno que está en cierto modo determinado institucionalmente10: es decir, que la similitud o diferencia que las cámaras pueden tener depende de los arreglos institucionales que gobiernan la elección de los integrantes. La objeción sobre esta especulación es que se da por descontada la existencia de las preferencias de los integrantes de las cámaras. A continuación daremos un paso adelante en esa dirección, presentando evidencia de la distribución de las posiciones espaciales o ideológicas (preferencias políticas) que tienen los legisladores para determinar en qué grado son concurrentes o no las cámaras de diputados y senadores, y en qué medida ello está asociado con la forma de elegirlos. 4. Hipótesis Los congresos bicamerales se diferencian de los unicamerales, fundamentalmente en el número de actores con poder de veto que se requiere que concurran para tomar una decisión. Definimos como núcleo (core) al conjunto de puntos que no puede ser derrotado mediante la aplicación de la regla de decisión (estandarizadamente la regla de mayoría). En los congresos unicamerales, el único punto que no puede ser derrotado por mayoría es la posición del legislador mediano unicameral (Black, 1958), propiedad que se pierde si el espacio es 10 Hago énfasis en la expresión “en cierto modo” ya que, siguiendo a Nolte (2002), consideran adicionalmente factores extraparlamentarios que en interacción con el grado de simetría e incongruencia, refuerzan o debilitan el impacto del bicameralismo: estos son, a) los poderes del ejecutivo, b) el grado de centralización territorial, c) el grado de centralización partidaria, d) la distribución del poder derivado del resultado electoral (Malamud y Costanzo, 2003: 7 y 8). 15 bidimensional o n-dimensional (McKelvey, 1976), salvo muy raras situaciones como aquellas en donde el núcleo está ubicado en el punto ideal de al menos un miembro y los restantes miembros “are divided into pairs whose interest are diametrically opposed” (Plott, 1967:790). A diferencia de los unicamerales, los congresos bicamerales requieren que las decisiones sean aprobadas por ambas cámaras, de modo que el núcleo pasa a estar constituido por la intersección de los medianos de ambas cámaras, no tan sólo del mediano de una de ellas. De este modo, hay más puntos que no pueden ser derrotados por esta regla de decisión que conducen a una mayor estabilidad del sq, propiedad que todos reconocen como atributo del sistema bicameral. Sin embargo, la distancia espacial que separe a los legisladores tiene una función decisiva en el tamaño del núcleo. Como se puede apreciar en la figura 1 y la figura 2, el conjunto de puntos que integran el núcleo es mayor cuanto mayor es la incongruencia entre las cámaras, y se reduce a medida que más cercanas se encuentren las posiciones del diputado mediano y del senador mediano. Figura 1: Núcleo en un congreso bicameral incongruente en una dimensión D1 Dm D2 S1 Sm S2 Figura 2: Núcleo en un congreso bicameral congruente en una dimensión D1 S1 Dm Sm D2 S2 De lo anterior se puede derivar la siguiente hipótesis. H1: A mayor incongruencia institucional, se espera que mayor sea la diferencia entre las preferencias colectivas de los diputados y los senadores y, por lo tanto, mayor la distancia entre los legisladores medianos de cada cámara. H2: Cuanto mayor es la distancia entre los legisladores medianos de cada cámara, mayor es el tamaño del núcleo bicameral. H3: Cuanto mayor es el tamaño del núcleo bicameral, más estable tenderá a ser el 16 sq, caeteris paribus. [nota: esta hipótesis es condicional, necesita un mayor desarrollo y muchas aclaraciones] 5. Metodología Para someter a prueba, en qué medida los congresos bicamerales provinciales presentan uno u otra propiedad, hemos entrevistado a los legisladores de las provincias bicamerales (a la fecha 5 de ellas y proyectamos entrevistar a los de las 8 provincias). Los entrevistados fueron sometidos a un cuestionario estructurado con preguntas abiertas y cerradas que indagan sobre diferentes asuntos legislativos, económicos, sociales, partidarios e institucionales. Entre estas preguntas se les pidió que ubicaran a diferentes políticos nacionales, partidos políticos de la legislatura y a diferentes políticos provinciales en una escalas de 0 a 10, en donde 0 significa izquierda y 10 derecha. Adicionalmente se les pidió que se autoubicaran en la misma escala, para determinar su propia posición en relación a los diferentes líderes políticos y partidos o agrupaciones provinciales. Sin embargo, si bien el espacio en donde los ubican admite ser infinito y las posiciones de los partidos y candidatos continuas, éstos deben reportarlas en una escala que sólo admite posiciones finitas y discretas (0-10 puntos). Adicionalmente, cada legislador puede entender de manera diferente cada ítem de la escala, dependiendo de sus percepciones de cuán a la izquierda o a la derecha observa a cada ítem a clasificar (King, Murray & Salomon, 2003), introduciendo un problema de comparabilidad de las respuestas, conocido como differential item functioning o DIF. Para corregir estos problemas, utilizamos el procedimiento de escala de Aldrich &McKelvey (1977), los cuales asumen que los candidatos y partidos tienen posiciones reales (Zj) en un espacio continuo () y que cada legislador i percibe esas posiciones (Yij), de la siguiente forma: Yij= Zj + eij . Donde, eij es una variable aleatoria con distribución normal y media cero, con varianza positiva (homocedasticidad) y covarianza cero. Aldrich y Mckelvey introducen dos parámetros de distorsión: wi y ci que transforman las posiciones percibidas de los candidatos (Yij) en las posiciones reportadas de los candidatos (Zij). Zij = 1/wi (Yij - ci) 17 De este modo, conociendo la respuesta del legislador i respecto de los candidatos j ( Zij ) y conociendo la estimación factorial de la posición espacial de cada candidato (Yij) podemos estimar el valor del coeficiente wi y la constante ci con que cada legislador i transforma linealmente su percepción: Yij = ci + wi Zij Habiendo estimado, wi y ci, mediante mínimos cuadrados ordinarios, podemos obtener en un espacio común la “posición ideal” del legislador i (Li) transformando linealmente su autoubicación reportada (Xi) al espacio común. De modo que, Li = ci + wi Xi De allí que podemos resumir las posiciones espaciales de todos los legisladores entrevistados, conjuntamente con las posiciones espaciales de los bloques o partidos políticos más importantes de la legislatura, así como de los líderes políticos nacionales y provinciales más relevantes: en especial, el gobernador11. La metodología utilizada permite eludir los problemas de DIF (differential ítem functioning) a los cuales son muy susceptibles otros estudios de escalas que utilizan los valores crudos obtenidos por las respuestas de los entrevistados (Colomer & Escatel, 2005; Alcantara & Rivas, 2007). Por otra parte, y en lo que respecta a nuestra investigación, permite verificar en qué medida hay congruencia o incongruencia entre las cámaras del congreso provincial, identificar a los legisladores medianos de cada una de ellas e identificar la posición del gobernador. Además, podemos asumir un espacio unidimensional izquierda-derecha, si consideramos sólo la primer componente del análisis de factor de la escala; o asumir un espacio bidimensional, al incorporar la segunda componente del análisis de factor de la escala. 6. Resultados Aldrich & McKelvey asumen que los entrevistados están igual de imperfectamente informados acerca de las posiciones de los candidatos y partidos, no obstante Palfrey & Poole (1987:514) sostienen que ese supuesto es implausible, probando que los “votantes” más informados tienden a tener posiciones más polarizadas que los menos informados. Aquí por el momento, asumimos que los legisladores están más y mejor informados que los votantes. 11 18 En las Tablas 2 se resumen las características del universo a entrevistar y el tamaño de la muestra recolectada, así como la fecha de realización del campo en cada una de las provincias. En todos los casos se logró entrevistas a más de las 2/3 partes de los legisladores, con la mayor cobertura realizada en Salta (95%). Del total de los entrevistados, el número de legisladores que pudo o supo responder a todos los estímulos finales también superó las 2/3 partes de los entrevistados. En general, se puede apreciar una alta tasa de respuestas por parte de los legisladores provinciales. < Insertar Tabla 2 > La Tabla 3 resume en especial los componentes que fueron utilizados para estimar las posiciones de los legisladores. La primer columna indica el número de estímulos que fueron probados. En todos los caso se trató de los principales partidos con representación legislativa, del gobernador, del vicegobernador o, en su defecto, del presidente provisional del senado, así como del presidente de la cámara de diputados y una batería de políticos nacionales: Cristina Fernandez de Kirchner, Hermes Binner, Ricardo Alfonsín, Eduardo Duhalde, Alberto Rodriguez Saá, Elisa Carrió y Mauricio Macri. En algunos casos la variación fue de uno o dos estímulos, dependiendo del contexto y la circunstancia. Algunos de estos estímulos presentaron problemas para ser identificados, complicando la ubicación de los mismos en la escala. Ese fue el caso de Elisa Carrió en varias provincias. De este modo, la Tabla 3 presenta el número de estímulos completos o “sin problemas” en cada provincia. Adicionalmente, presenta el total de missing o datos perdidos producto de la negativa o la imposibilidad de autoubicarse en la escala, como en el caso de 3 legisladores de San Luis y 2 de Salta. En la quinta columna se presentan los casos en los cuales los coeficientes estimados (-wi) fueron negativos. Se trata de los legisladores cuyas percepciones respecto de los candidatos son inversas a las posiciones reales (Zj). En otras palabras, se trata de legisladores que colocaban a la derecha a los “estímulos” ubicados a la izquierda y viceversa. De este modo, su autoubicación en el espacio también es alterada por los coeficientes estimados de transformación lineal de las posiciones12. Se destaca la situación de la provincia de Salta en donde 12 legisladores presentan “percepciones inversas” (el 15% de los entrevistados). Aldrich y McKelvey (1977:116) los identifican como individuos con “percepciones en espejo”. Palfrey & Poole (1987) los consideran individuos con bajos niveles de información política. Puede resultar extraño la presencia de estos individuos, dado que las entrevistas se hicieron a legisladores y no a electores. De todos modos, esto puede ser un indicador de la dificultad de ubicar a algunos partidos en la escala izquierda-derecha o de las diferentes interpretaciones que los legisladores provinciales pueden hacer de esa escala. Incluso en algunos casos, los legisladores se negaron a responder aduciendo no estar de acuerdo con el significado de la escala. 19 12 < Insertar Tabla 3 > Adicionalmente la Tabla 3 ofrece la varianza explicada por la primer componente o dimensión del análisis de factor, así como la segunda componente o dimensión. El valor de la varianza explicada permite detectar las dimensiones subyacentes o las variables latentes que pueden estar ocultas detrás de la escala. Así, si la escala izquierda-derecha es un indicador sin sesgo de una percepción uniformemente compartida teóricamente esperaríamos que la primer componente explique en el 100% la varianza de las imputaciones. En este sentido, cuanto mayor es el valor de la primer componente más es la significatividad de asumir la escala izquierdaderecha como un indicador robusto de esas posiciones13. Se puede apreciar que en las provincias en general la primer componente explica más de un 40% de la variación, llegando al 61% en el caso de Corrientes y al 55% en Salta. También se identifica que hay una segunda componente o dimensión subyacente o latente, que dada la construcción de la escala es siempre mayor al 10%, llegando en el caso de Catamarca al 28%. Con toda esta información podemos estimar la posición del diputado y senador mediano, respectivamente en la primer dimensión o componente de la escala izquierda-derecha. La siguiente tabla presenta las posiciones de ambos, así como del legislador mediano global (Lm) y la posición del gobernador. < Insertar Tabla 4 > La primer observación, que se desprende de la Tabla 4, es la distancia existente entre los medianos en la provincia de Entre Ríos. Entre Rios (2011) es la provincia con un núcleo de mayor tamaño, significativamente mayor a las demás legislaturas. Le sigue por distancia, la legislatura de Salta (2012), seguidas de Catamarca y San Luis. Todas ellas legislaturas cuyos diseños institucionales son más “incongruentes”, ya que sus senados se eligen en distritos uninominales departamentales por simple pluralidad de sufragios y sus cámara de diputados se eligen mediante lista proporcional, en distrito único provincial (Entre Rios y Catamarca) o en distrito plurinominal departamental (Salta y San Luis). Corrientes posee la legislatura bicameral más concurrente, de acuerdo a su Saiegh (2009), con base en los datos obtenidos por el Proyecto de Elites Parlamentarias de América Latina (PELA) de la Universidad de Salamanca, encuentra que la primer dimensión tiene un peso de 75% para el caso Argentino, lo cual contrasta con nuestros resultados a nivel provincial. 13 20 sistema de elección de diputados y senadores, que en ambos casos se eligen en distrito único provincial mediante listas de reparto proporcional. Contrariamente a lo que sugiere el índice agregado de Malamud & Constanzo (2003), Corrientes es la legislatura más “congruente” cuando comparamos las preferencias de los legisladores. La segunda observación es la identificación de 3 de las 5 cámaras de diputados levemente inclinadas a la izquierda, respecto de las cámaras de senadores, lo que parecería confirmar esa presunción de moderación que introduce la cámara alta. Corrientes, presenta una configuración similar o de congruencia, mientras que en el caso de Entre Rios, el senado se encontraba más a la izquierda que la cámara de senadores14. La tercer observación es la posición de los respectivos gobernadores. En ninguno de los casos, la posición del gobernador es mediana entre las cámaras. En Entre Rios y Salta, el gobernador está ubicado ligeramente a la izquierda del núcleo: en el caso del gobernador de Entre Rios, Sergio Urribarri, a la izquierda del senado; mientras que en el caso del gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, ligeramente a la izquierda del diputado mediano. En San Luis, el gobernador Claudio Poggi, se encuentra levemente ubicado a la derecha del senador mediano. Catamarca presenta una configuración interesante, por el momento en que fue levantada la muestra15: el gobernador en funciones, Eduardo Brizuela del Moral era identificado bastante a la derecha del núcleo, mientras la gobernadora electa, Lucía Corpacci, era identificada en el extremo opuesto. El panorama es relativamente similar si consideramos la legislatura como un espacio bidimensional. Para ello agregamos los valores estimados en la segunda componente del análisis de factor y procedemos de la mima forma que en una dimensión16. El aporte de la segunda dimensión es mayor en Catamarca (27%) y en Entre Rios (21%), que en las otras provincias (ver Tabla 3). Se puede advertir que la primer dimensión ubica de izquierda a derecha el arco ideológico de los políticos nacionales y provinciales de acuerdo a las intuiciones básicas: Cristina Fernández de Kirchner a la Izquierda y Mauricio Macri a la 14 En parte, la especificidad de la situación, explica este fenómeno. (ampliar). Al momento de las entrevistas, ya había sido electa la Lucía Corpachi (del FPV) mientras seguía en sus funciones el gobernador Eduardo Brizuela del Moral (FCyS). 15 16 Una generalización del método de Aldrich McKelvey a dos dimensiones. 21 Derecha de la escala, con posicionamientos intermedios de los demás líderes políticos nacionales y provinciales. Las pequeñas diferencias observadas entre las provincias en los valores estimados del posicionamiento de los estímulos pueden deberse a diferencias específicas provinciales (transversales) y a diferencias temporales (diacrónicas) respecto del momento en que fueron realizadas las entrevistas. La segunda dimensión, en cambio, recupera otro corte del arco político argentino: separa a los líderes y partidos respecto de su ubicación en el eje peronismo- antiperonismo. En todas las provincias, con excepción de San Luis, la segunda dimensión ubica a los estímulos de acuerdo a esto, independientemente de la ubicación de la escala derecha-izquierda. La excepción es San Luis, en donde la segunda dimensión ubica a los estímulos de acuerdo a un posible eje provincialnacional. Los Gráficos 2 a 6, ilustran ambas dimensiones. < Insertar Gráficos 2 a 6> En el mismo espacio se ubican las posiciones de los legisladores, tanto diputados como senadores, y se identifican las posiciones de los legisladores medianos de ambas cámaras en el espacio bidimensional. Al mismo tiempo se puede comparar con la posición del gobernador, el otro actor clave en el proceso de toma de decisión institucional bicameral. En general, el gobernador se encuentra más lejano, respecto del mediano bicameral, en la segunda dimensión que en la primer dimensión. La interpretación de esto puede ser controvertida, pero podría conjeturarse que la posición de los gobernadores es percibida anidando otros elementos no imputables a su posición en la escala izquierda-derecha. Los gobernadores “peronistas” suelen ubicarse en ese eje de manera excéntrica, mientras que los no peronistas (Catamarca y Corrientes) están ubicados en el otro extremo de la escala. En esta dimensión CFK es ubicada en una posición mediana, comparada con otros políticos peronistas que no integran el FPV como Eduardo Duhalde y Alberto Rodriguez Saá, e incluso Mauricio Macri. Los líderes nacionales no peronistas, como Hermes Binner, Ricardo Alfonsin o Elisa Carrió (en el caso donde fue posible ubicarla) se despliegan de izquierda-derecha pero del mismo lado de la segunda dimensión. De todas formas, este punto requiere más y mejor investigación. 7. Conclusiones La investigación conducida hasta la fecha ofrece varios hallazgos preliminares. En primer lugar, la provincia de Corrientes cuyos sistemas electorales son concurrentes presenta a los medianos de ambas cámaras en una posición más 22 próxima. En el mismo sentido, la provincia de Entre Rios que elige a los senadores en 17 distritos departamentales y a los diputados en distrito único provincial, es la que presenta una mayor distancia entre la posición del legislador mediano de cada una de estas. Ambos hallazgos coinciden con la expectativa que vincula a la forma de elección de los legisladores y sus posiciones políticas. Sin embargo, si bien esto se da por supuesto, anteriores investigaciones no ofrecían evidencia empírica de que esto fuera o sea así. En segundo lugar, los resultados alcanzados nos permiten cuestionar la utilidad de los índices institucionales de congruencia que agregan una cantidad de variables. Por ello, sostengo que la categorización bidimensional propuesta por Lijphart, y mejorada para el caso de las provincias por Malamud y Costanzo (2003)17, permite clasificar a los sistemas bicamerales, pero no entender sus dinámicas. La concepción aditiva de estos estudios asume que todas las variables trabajan en la misma dirección. Esta presunción de unidireccionalidad no es necesaria, ya que son reglas que introducen diferentes incentivos a diferentes niveles y por ello tampoco parece aconsejable la condensación de las variables en un índice. En el índice de congruencia incongruencia, por ejemplo, el cambio en la forma de elección puede producir el mismo cambio numérico que el cambio en la duración del mandato, a pesar de que estas dos características introducen incentivos que tienen efectos diferentes. En segundo lugar, el índice de incongruencia institucional sugiere que Corrientes es la provincia más incongruente, mientras que la evidencia sugiere todo lo contrario: al entrevistar a los legisladores éstos presentaron preferencias que distaban muy poco entre ambas cámaras. En tercer lugar, abre posibles rutas de investigación vinculadas con el espacio ideológico de competencia provincial y las variaciones de percepción entre las provincias. Dentro de estas rutas posibles, las diferencias entre los medianos partidarios de cada legislatura contrastándolos así con los medianos bicamerales. En ese sentido, se podría estimar el grado de homogeneidad o heterogeneidad al interior de un mismo partido. Queda abierta una agenda de investigación que hasta ahora no ha sido explotada. Hay que reconocer que el trabajo de Malamud y Costanzo se basa fuertemente en Llanos y Nolte (2003), y que ambos trabajos son formidables ejercicios de análisis comparado. 17 23 Gráfico 1: Asimetría e Incongruencia en las Provincias Bicamerales Asimetría-Simetría Corrientes Entre Rios San Luis Catamarca Salta Santa Fe Buenos Aires 0 Mendoza 0 4.5 9 Asimetría-Simetría 13.5 Fuente: Elaboración propia a partir de Malamud y Costanzo (2003) 24 345678 Congurencia-Incongruencia Congruencia-Incongruencia 6.5 13 19.5 26 14 15 16 17 18 Tabla 2 Tamaño de la Muestra y Tazas de Respuestas Tamaño de Legislatura Total Muestreado Proporción Legislatura (%) Rtas. Completas Tasa de Rtas. (%) Fecha Corrientes 26/13 15+11= 26 66.6 25 96.1 Diciembre, 2010 Entre Rios 28/17 20+12= 32 71.1 22 68.7 Abril, 2011 Catamarca 41/16 29+12= 41 71.9 32 78.0 Septiembre, 2011 San Luis 43/9 30+6= 36 69.2 31 86.1 11-15, Junio 2012 Salta 60/23 57+22=79 95.2 68 86.1 Noviembre, 2012 Santa Fe 50/19 Mendoza 50/40 Buenos Aires 92/46 Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas a legisladores provinciales. Nota: Tamaño de la legislatura: integrantes de cámara baja/cámara alta; Total Muestreado: número de entrevistados en cámara baja/cámara alta; Proporción Legislatura: total muestreados/tamaño de legislatura; Respuestas completas: número de entrevistados que respondieron a todos los estímulos; Tasa de respuesta: número de respuestas/número de entrevistados. 25 Tabla 3 Ajustes Estadísticos de Escalas Izquierda-Derecha Estímulos Estímulos Completos Missing Total Negativos (-wi) Componente Componente 1 2 Corrientes 14 12 0 0 .6094 .1686 Entre Rios 16 13 0 5 .4060 .2126 Catamarca 14 14 0 5 .4438 .2776 San Luis 15 13 3 2 .4822 .1789 Salta 17 15 2 12 .5586 .1047 Santa Fe Mendoza Buenos Aires Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas a legisladores provinciales. Nota: Estímulos: número de objetos a clasificar; Estímulos completos: número de objetos que todos los entrevistados clasificaron; Missing: Números de legisladores que no se autoubicaron; Negativos: Número de legisladores con mirada espejo; Componente 1: varianza explicada por el primer componente; Componente 2: varianza explicada por el segundo componente 26 Tabla 4: Legislador mediano bicameral unidimensional Diputados Senadores Distancia Gobernador (Dm) (Sm) (Dm-Sm) Lm Corrientes -.967 -1.078 .111 -1.022 -.261 Entre Rios -.058 -.707 .649 -.415 -1.090 Catamarca -.404 -.259 .145 -.378 1.032 (-1.028) San Luis -.170 -.035 .135 -.140 .075 Salta -.615 -.325 .290 -.513 -.711 Fuente: Elaboración propia a partir de entrevistas a legisladores provinciales 27 Gráfico 2 Espacio Político Bicameral 1.5 Legisladores Provinciales, Corrientes 2010 CFK 1 PJ 2°componente:16% -.5 0 .5 Autonomista Duhalde PANU D S Macri Liberal Pte Diputados -1 ViceGOB -1.5 RA -2 -1 UCR GOB 0 1° componente: 62% 1 2 Fuente: elebaoración propia, entrevistas realizadas en Diciembre 2010 Gráfico 3: Espacio Político Bicameral 2 Legisladores Provinciales, Entre Rios 2011 MM 2°componente:21% -1 0 1 LAU GOB CFK FPV ED S PF BUS D JC UCR ES EC -2 ALF -2 -1 0 1° componente: 40% Fuente: elebaoración propia, entrevistas realizadas en Abril 2011 28 1 2 Gráfico 4: Espacio Político Bicameral 2 Legisladores Provinciales, Catamarca 2011 DUAH RSaa Macri 2°componente:28% -1 0 1 PF Pte. Dip GOBelec DS FPV CFK Pte. Sen GOB Alf FCyS Carrió -2 Binner -2 -1 0 1° componente: 45% 1 2 Fuente: elebaoración propia, entrevistas realizadas en Septiembre 2011 Grafico 5: Espacio Político Bicameral 1.5 Legisladores Provinciales, San Luis 2012 Rodriguez Saa 1 Pte Diputados Gobernador Vicegob 2°componente:18% -1 -.5 0 .5 PJF S MID D CFK Duhalde FPV -1.5 Binner Macri UCR Alfonsin -3 -2 -1 0 1 1° componente: 48% Fuente: elebaoración propia, entrevistas realizadas en Junio 2012 29 2 3 Gráfico 6: Espacio Político Bicameral 1.5 Legisladores Provinciales, Salta 2012 Gobernador Vice Gob 2°componente:10% -1.5 -1 -.5 0 .5 1 PJ JC Romero CFK Pte Diputados d FpV D S Duhalde R Saa FRS Olmedo FS Macri Alfonsin Binner -2 -1 0 1° componente: 56% Fuente: elebaoración propia, entrevistas realizadas en Noviembre 2012 Nota: dos legisladores excluidos del gráfico para mejorar visualización 30 1 2 Referencias Bibliográficas: Aldrich, John & Richard McKelvey (1977): “A Method of Scaling with Applications to the 1968 and 1972 Presidential Elections”, The American Political Science Review, Vol. 71/1, pp. 111-130 Buchanan, James & Gordon Tullock (1962) [1993]: El cálculo del consenso, Planeta Agostini, Barcelona. 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Provincia Total de Número de distritos en los cuales Miembros se elijen a los miembros de la cámara baja Baja 92 8 Distritos Plurinominales (Secciones Electorales) Buenos Aires (1934 y 1994) Catamarca (1988) Alta 46 8 Distritos Plurinominales (Secciones Electorales) Baja 41 Alta 16 Baja 26 Alta 13 Distrito único Baja 28 (34) Alta 16 (17) Distrito Único (reforma Constitucional 2008, pasó de 28 a 34) 17 Distritos uninominales (departamentos) (reforma 1999, pasó de 16 a 17) Distrito único 16 Distritos uninominales (departamentos) Modo de selección de los miembros de la cámara baja (especificidades) Duración Representación Proporcional Cociente Electoral (reforma 1987, de d´Hont con 3% a Cociente) Representación Proporcional Cociente Electoral (reforma 1987, de d´Hont con 3% a Cociente) 4 años (renovación cada 2 años por mitades) Representación Proporcional Método D´Hondt (piso del 3%) 4 años (renovación cada 2 años por mitades) (reelegibles) 4 años (renovación alternada cada 2 años por mitades) (reelegibles) 4 años (renovación cada 2 años por mitades) (Reelegibles) Simple Pluralidad Distrito único Representación Proporcional Método D´Hondt (piso del 3%) Corrientes (1993 y 2007) Entre Ríos (1933 y 2008) Representación Proporcional . Método D´Hondt (piso del 3%) Hare o Lista incompleta: 15 partido más votado 13 Reparto por cociente Hare a otros. Simple Pluralidad 35 4 años (renovación cada 2 años por mitades) 6 años (renovación cada 2 años 1/3) (reelegibles) 4 años (total) 4 años (total) Mendoza (1916) Salta (1986, 1998 y 2003) San Luis (1987) Santa Fe (1962) Baja Máximo 50 4 Distritos Plurinominales (Secciones electorales) Representación Proporcional Método D´Hondt (piso del 3%) 4 años (renovación cada 2 años por mitades) (reelegibles) Alta Máximo 40 4 Distritos Plurinominales (secciones electorales) Representación Proporcional Método D´Hondt (piso del 3%) 4 años (renovación cada 2 años por mitades) (reelegibles) Baja 60 23 Distritos Plurinominales ( 23 Departamentos) Representación Proporcional Método D´Hondt (piso del 5%) 4 años (renovación cada 2 años por mitades) (reelegibles) Alta 23 23 Distritos uninominales (Departamentos) Simple Pluralidad 4 años (renovación cada 2 años por mitades) (reelegibles) Baja Máximo 43 Distrito Plurinominales (Departamentos) a Representación Proporcional Método D´Hondt (piso del 3%) 4 años (renovación cada 2 años por mitades) (reelegibles) Alta 1 senador por Departamento 9 Distritos uninominales (Departamentos) Baja 50 Distrito único Simple Pluralidad 28 Partido más votado 22 Reparto Proporcional Método D´hondt (piso del 3%) 36 4 años (renovación cada 2 años por mitades) (reelegibles) 4 años (total) (reelegibles) Córdoba (1912) Alta 19 19 Distritos uninominales (Departamentos) Baja 36 Distrito Unico Simple Pluralidad Lista Incompleta 2/3 Partido más Votado 1/3 Partido segundo 26 Distritos Plurinominales Lista Incompleta (Magnitud 1 a 3) Fuente: Elaboración propia con base en Constituciones Provinciales de cada una de las provincias. Alta 40 37 4 años (total) (reelegibles) 4 años (renovación total) 4 años (renovación total) Tabla B: Requisitos para ser elegido Diputado y Senador en las Provincias Bicamerales Provincia Requisitos para ser elegido Diputado Buenos 1. Ciudadanía natural en ejercicio y residencia inmediata de un año para Aires los que no sean Hijos de la Provincia. 2.22 años de edad Catamarca 1. Ciudadanía argentina en ejercicio y residencia inmediata de cuatro años para los que no sean nativos de la Provincia. 2. 25 años. 3. Ejercer profesión, arte, comercio, industria o cualquier clase de actividad laboral en la Provincia. Corrientes 1. Ciudadanía natural en ejercicio o legal después de cuatro (4) años de obtenida. 2. 22 años de edad. 3. Dos años de residencia inmediata en la Provincia, para los que no son naturales de ella. Entre Ríos 1. Ciudadanía natural en ejercicio o legal después de cuatro años de obtenida. 2. 25 años de edad. 3. Ser nativo de la Provincia o tener en ella domicilio inmediato de dos años. 1.Ciudadanía natural en ejercicio, o legal después de cinco años de obtenida 2. ser mayor de edad 3. tener dos años de residencia en la Provincia, los que no hubiesen nacido en ella. Mendoza 38 Argentinas Requisitos para ser elegido Senador 1. Ciudadanía natural en ejercicio, o legal después de 5 años de obtenida y residencia inmediata de un año para los que no sean hijos de la Provincia. 2. 30 años de edad 1. Ciudadanía argentina en ejercicio y residencia inmediata en el Departamento por lo menos de cuatro años. 2. 30 años de edad. 3. Ejercer profesión, arte, comercio, industria o cualquier clase de actividad laboral en el Departamento. 1. Ciudadanía natural en ejercicio o legal después de cinco (5) años de obtenida. 2. 30 años de edad. 3. Cuatro años de domicilio inmediato en la Provincia, para los que no son naturales de ella. 1. Ciudadanía natural en ejercicio o legal después de seis años de obtenida. 2. Tener por lo menos treinta años de edad. 3. Haber nacido en el departamento por el que sea elegido o tener dos años de domicilio inmediato en él. 1.ciudadanía natural en ejercicio, o legal después de cinco años de obtenida 2..30 años de edad 3. tener dos años de residencia en la Provincia, los que no hubiesen nacido en ella. Salta San Luis 1. ser ciudadano y tener una residencia efectiva de cuatro años inmediatamente anteriores a su elección en el Departamento pertinente. 2.21 años de edad 3.el ejercicio de la nacionalidad adquirida legalmente durante cinco años. 1. Ser ciudadano argentino, o naturalizado con cinco años de ejercicio de la ciudadanía. 2. 21 años de edad 3. Tener tres años de residencia inmediata, real y continua en el departamento que represente, no causando interrupción la ausencia motivada por ejercicio de cargos públicos nacionales o provinciales. Santa Fe 1. ser ciudadano y tener una residencia efectiva de cuatro años inmediatamente anteriores a su elección en el Departamento pertinente. 2. 30 años de edad 3.el ejercicio de la nacionalidad adquirida legalmente durante cinco años. 1. Ser ciudadano argentino, o naturalizado con cinco años de ejercicio de la ciudadanía. 2. 25 años de edad 3. Tener tres años de residencia inmediata, real y continua en el departamento que represente, no causando interrupción la ausencia motivada por ejercicio de cargos públicos nacionales o provinciales. 1. 22 años de edad 1.30 años de edad 2. si no hubieren nacido en la Provincia, dos años de residencia 2. dos años de residencia inmediata en el departamento. inmediata en ésta, y, en su caso, dos años de residencia inmediata en el departamento. Fuente: Elaboración propia con base en Constituciones Provinciales de cada uno de los países 39