___________________________________________________CUADRANTEPHI 12 Enero 2006, Bogotá, Colombia Entrevista con Luis Antonio Cifuentes Por: Jennifer Salcedo Luis Antonio Cifuentes es profesor de la Facultad de Filosofía de la Pontificia Universidad Javeriana desde 1991, integrante del núcleo de Estética. Junto con Gustavo Chirolla publicó, en el 2002, un libro sobre Gilles Deleuze y J. F. Lyotard. Actualmente es profesor de Estética, Historia de filosofía contemporánea y dirige un seminario sobre La ciencia jovial. Desde el mes de octubre del presente año ocupa el cargo de Director de departamento. Sin embargo, al preguntarle sobre esta clase de datos biográficos para introducir la entrevista, manifestó su deseo de ser presentado simplemente como un ‘lector de filosofía’. Lo cual constituye el tema de esta entrevista. Cuadrante Phi: Es bien sabido que usted es un gran estudioso y conocedor de Nietzsche. ¿Cómo y/o por qué se da este interés?, ¿es producto de una elección? Luis Antonio: No sé si uno elige a los filósofos de su predilección deliberadamente o, más bien, algunas preocupaciones existenciales propias conducen a encontrar palabras en los filósofos que de alguna manera dicen algo sobre lo que nos preocupa. Después de leer con cierto cuidado unos textos de Nietzsche encontré que hay una resonancia entre los dos que se puede decir con una sola expresión: la vida. Yo nunca tomé una clase sobre Nietzsche, es un interés en el que he persistido desde mis lecturas de adolescencia; primero lo veía como un gran crítico de la existencia y de lo que yo había recibido como cultura; pero, después encontré ese otro interés que me ha hecho leerlo con pasión, que es la forma como insiste en el carácter afirmativo de la existencia. Me he dado cuenta que una parte de mi interés por la filosofía apunta a la consideración de la vida como un asunto que me da qué pensar. Cuadrante Phi: ¿En qué aspectos concretos usted experimenta esta resonancia con Nietzsche alrededor de la vida como asunto filosófico? Cuadrante Phi: Al respecto de las potencias históricas, el olvido y la memoria ¿se puede decir que hay una relación entre Benjamin y Bergson? Luis Antonio: Sí y no. Benjamin le critica a Bergson la carencia de una consideración social de la memoria; para Bergson el carácter constitutivo del ser es tiempo, es memoria, el espíritu es memoria. En cambio, Benjamín está interesado por la memoria histórica y colectiva; sin embargo, yo creo que lo que Benjamin encuentra como la condición para la construcción de una memoria eficaz para la acción del presente, puede tener que ver con lo que Bergson considera como virtual. La memoria pura, y si se quiere, la duración es pura virtualidad, potencia de actualización, es pasado que insiste en actualizarse. Podríamos pensar que de forma parecida Benjamin quiere considerar el pasado histórico como capaz de actualizarse en la acción del presente. Parafraseando a Benjamin, el pasado amenaza con perderse en cada presente que no se vea reconocido en él. El carácter virtual de la memoria y del pasado, tanto en Bergson como en Benjamin es potencia. En Bergson potencia de vida, en Benjamin potencia histórica. Cuadrante Phi: De acuerdo con lo que usted ha dicho se puede afirmar que la lectura de filosofía conduce a una actitud o situación determinada ante la vida. En el caso de Nietzsche sería una posición afirmativa de la existencia. En esta medida, ¿cuál es la actitud que provoca la lectura de Benjamín y Negri? Luis Antonio: Leer filosofía o leer en general, en cierta forma supone que uno busca algo en aquello que lee, por eso se puede encontrar cierta resonancia entre las propias inquietudes y lo que plantean los autores. A mí siempre me ha preocupado el tema del tiempo y por lo mismo el de la memoria. En este momento creo que se hace necesaria una reflexión profunda sobre ésta, porque estamos ante las puertas de un eventual proceso de paz que exige una proporción adecuada entre memoria y reparación de las víctimas, de tal manera que estas últimas no sigan siendo los perdedores de la historia. En este caso veo algunas ideas iluminadoras en Benjamín, su filosofía de la historia se basa en recuperar la memoria de los vencidos, y hacer que sus preocupaciones se conviertan en hechos del presente. En un sentido muy cercano, cuando Negri intenta establecer en qué consiste la potencia del pasado deja ver que es una potencia viva, que está presente en todas las objetivaciones o en todas las realizaciones del trabajo. El trabajo es una potencia histórica, de acuerdo con esto, y en esa medida creo que Benjamín y Negri tienen muchos puntos de contacto. Luis Antonio: La vida o lo que está vivo siempre me sorprende allá en los lugares donde sería imposible encontrarla; la percibo, por ejemplo, en los niños de los barrios deprimidos de nuestro país que cantan hip-hop y logran con su música mostrar que todavía es posible seguir existiendo en las condiciones más adversas. Veo en Nietzsche una insistencia en la multiplicidad de todo lo existente, y también en que el sufrimiento es un aspecto constitutivo de lo que está vivo. Lo que arraiga la vida son las dificultades con las que el hombre tiene que enfrentarse, en relación con el medio. Pero, uno de los aspectos que más me llaman la atención en Nietzsche es su afirmación de que el Pólemos heracliteano es Cuadrante Phi: Cuadrante Phi: Teniendo en cuenta que los constitutivo de la realidad. En el desierto más árido lo filósofos han sido antes que nada lectores, ¿cuál es el paso entre el ser lector de filosofía y el creador de filosofía? vivo se hace presente. Entrevista con Luis Antonio Cifuentes 2 Cuadrante Phi: Usted ya ha llamado la atención sobre el aspecto de la afirmación de la vida, sin embargo, ¿cuál es la relación explícita de éste con el sufrimiento, y cómo evitar pensar que Nietzsche es un pesimista? Luis Antonio: Pensar el carácter trágico de la existencia no es sólo considerar la fatalidad con la que alguien se encuentra a lo largo de su existencia. Lo trágico aquí consiste en considerar que la existencia no tiene un sentido único sino que los sentidos son múltiples y que en medio de ese sin-sentido la vida orgánica, la vida humana son capaces de producir sentidos cada vez nuevos, en los que aún el sufrimiento tiene cabida. Cuadrante Phi: La resonancia que usted experimenta con Nietzsche, ¿es aquello que también constituye su interés en autores como Bergson, Benjamin y Negri? Luis Antonio: Ante todo tengo que decir, que más que profesor de filosofía soy lector, y por ello puedo pasar indistintamente de un autor a otro sin necesidad de encontrar una conexión entre ellos; por lo mismo, he llegado a interesarme en autores tan disímiles como los que usted menciona. Yo siempre me he preguntado cómo es que pueden convivir en mí construcciones filosóficas como ésas, son distintas formas de escritura, las consecuencias de sus afirmaciones pueden parecer contradictorias entre sí. Quisiera encontrar un principio de conexión entre ellos para pensar los problemas que me preocupan. Pero, le puedo decir ahora, que sí hay de entrada un motivo de mi interés por Bergson que es tal vez el mismo que puedo tener por Nietzsche y es la forma como la vida aparece en aquel autor como una fuerza de creación permanente, las consecuencias que sacan uno y otro podrían ser distintas, pero lo que quieren decir sobre ella es muy cercano, el aspecto de producción constante de todo lo que está vivo. Ahora se me ocurre también que el trabajo considerado como una potencia vital en la existencia, de acuerdo con Negri, tiene más allá de Marx una raíz nietzscheana. Por lo mismo, la forma como Benjamín, gran lector de Nietzsche, quiere construir una filosofía de la historia que sea capaz de considerar las potencias históricas del pasado, especialmente del pasado de los vencidos. Luis Antonio: Creo que hay un punto que señala Nietzsche en el texto de «De las tres transformaciones del espíritu», en el Zaratustra. Ese punto se encuentra en el paso del león al niño, y se da en el momento en que uno abandona la actitud crítica respecto del texto leído y pasa a la creación. Es el instante en que el espíritu deja de ser león que se opone, es decir, deja de ser puro «yo quiero», pura voluntad de oposición que todavía depende de aquello a lo que se opone, y el espíritu pasa a ganar su propia voluntad. Esta última ya no es mero espíritu de oposición y de crítica frente a la tradición filosófica, el espíritu es capaz de abandonar la dependencia teórica y pasa a pensar por sí mismo. Es la propia historia de Nietzsche con su maestro Schopenhauer, previa crítica a éste nuestro filósofo se prepara para construir, ladrillo por ladrillo, su propia filosofía, con los problemas que lo preocupan. Es el momento en que el filósofo abandona los libros y se pone a escribir. Así, se puede decir que la creación en filosofía viene dada cuando uno le pierde el excesivo respeto a la tradición y comienza a pensar autónomamente. ¿Cuándo sucede esto? Cuando alguien, que se va a denominar filósofo con el tiempo, tiene algo que decir desde sí mismo y por sí mismo. Lo más importante es la honestidad. Es la que observa Nietzsche en Schopenhauer: escribe para sí mismo y no quiere engañar a nadie, mucho menos a sí mismo. Así se construye una perspectiva propia. La filosofía, en este sentido, no tiene que ver con decir la verdad, sino con la honestidad de la perspectiva propia. Este es el sentido pleno de lo que es crear en filosofía. Cuadrante Phi: ¿Cree que nuestra revista de estudiantes suscita tanto la lectura como la creación filosófica? Luis Antonio: Creo que sí. En el ámbito universitario las revistas siempre juegan un papel muy importante en la construcción del saber, en la medida en que el tipo de publicaciones que se realizan deben tener siempre un carácter polémico. De hecho el pensamiento filosófico se ha construido en un espacio de discusión donde no necesariamente se busca ponerse de acuerdo sino mantener ese aspecto de contienda que ha acompañado la filosofía desde sus inicios. De tal manera que en una revista podrían coincidir tanto la motivación a la lectura como la construcción misma del pensamiento. Este aspecto nunca es inofensivo, tiene un sentido eminentemente político que se puede rastrear en la modernidad, allá en ese texto de Kant llamado Respuesta a la pregunta ¿qué es la Ilustración? Kant valora la importancia del uso público de la razón como una especie de deber político en el que están comprometidos todos los individuos que ostentan un saber. Este sería el presupuesto con el cual se debería iniciar siempre una publicación sobre Filosofía: poner a consideración y discusión del público lector los resultados del saber.