Amín Abel Hasbum, Expediente Procuraduría General de la República en Archivo General de la Nación, Leg. 7565, Exp. 28, It 3107565. (Nota: hemos decidido respetar la ortografía y redacción del documento original). 1.- 35114 Santo Domingo de Guzmán, D.N. Septiembre 24, 1970. Señor Dr. Marino Ariza Hernández Procurador General de la República, Ciudad. Señor Procurador: Se le recomienda asumir personalmente la investigación del hecho en que resultó muerto en la mañana de hoy el dirigente comunista Amín Abel Hasbum. Las informaciones ofrecidas por la prensa sobre esta insólita ocurrencia ponen de manifiesto que en ella no sólo participaron las autoridades policiales sino también miembros del Departamento de Justicia, circunstancia que requiere una investigación a fondo que sea llevada a cabo con energía y con rectitud para que los responsables de cualquier exceso, sí en realidad lo ha habido, sean severamente sancionados en justo desagravio a la sociedad y a la ley. Le saluda atentamente, Joaquín Balaguer JB, rb 2.- No. 38404 Del : Secretario Administrativo de la Presidencia. Al : Procurador Fiscal del Distrito de Santo Domingo. Asunto : (Manuscrito) Amín Abel Hasbum Solicitud para poner en movimiento la acción pública. Anexo Memorándum de fecha 2 de octubre de 1970, suscrito por el Procurador General de la República. 1.- REFERIDO, por disposición del Excelentísimo Señor Presidente de la República, para que esa Procuraduría Fiscal disponga del apoderamiento del Juez de Instrucción correspondiente y tome las medidas que estime procedentes en relación con este caso. Muy atentamente, Dr. J. Ricardo Ricourt. JRR, RB/jp. 3.- PROCURADORÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA MEMORANDUM Para conocimiento del Excelentísimo Señor Presidente de la República. Conforme a las elevadas instrucciones contenidas en su comunicación No. 35114, de fecha 24 de septiembre próximo pasado, y en mi calidad de máximo funcionario del Ministerio Público en el país, procedí como medida provisional en el presente caso que nos ocupa, a solicitar la suspensión de los miembros de la Policía Nacional que intervinieron en la muerte a tiros del Ingeniero Amín Abel Hasbum, ocurrida el 24 de septiembre del 1970, en la casa No. 339 de la calle “Francisco Henríquez y Carvajal”. Ordené, igualmente, la suspensión en sus funciones del Dr. Tucídedes B. Martínez Howley, Ayudante del Procurador Fiscal del Distrito Nacional, por considerar que en su actuación actuó de manera negligente y torpe, lo que sirvió de base a la acción criminal cometida, sin que le asistiera justificación alguna. En los interrogatorios practicados a los señores: EDDIBERTO ESTRELLA FERNANDEZ, 1er. Teniente P.N., Cuartel General, Sección “B”; HERMOGENES LUIS LOPEZ ACOSTA, Raso 1era. Clase P.N., Cuartel General, Sección “B”; RAFAEL D. MEDINA TEJEDA, Cabo P.N., Cuartel General, Sección “B”; y RAFAEL ANTONIO PORTES GARCIA, Sargento Mayor P.N., Cuartel General, Sección “B”, en sus calidades de Miembros de la Policía Nacional, y quienes intervinieron directamente en el proceso de allanamiento, he advertido que éstos tratan de justificar su acción bajo la especie de que fueron objeto de una agresión injusta, de lo que no aportaron el menor indicio, y, además, de que se vieron compelidos a actuar en la forma en que lo hicieron, en defensa de sus vidas en peligro. Inclusive, el Raso Policial HERMOGENES LUIS LOPEZ ACOSTA ha admitido en el interrogatorio practicádole, que fueron sus manos las que accionaron el arma que privó de la vida al citado ingeniero fallecido. Por otra parte, la Viuda del conocido Ingeniero AMIN ABEL HASBUM, señora MIRNA SANTOS VIUDA ABEL, ha sostenido, al igual que la domestica, señorita PAULINA ENCARNACION, que la muerte de su esposo y patrón, respectivamente, fue el resultado de una acción conjunta de la Policía y de un miembro del Ministerio Público. Igualmente, las declaraciones de los miembros de la Policía Nacional y las del representante del Ministerio Público, se contradicen en los hechos fundamentales del caso. Como se puede advertir, los presuntos autores del hecho criminal realizado, así como la Viuda de Amín Abel Hasbum y la criada, apoyan opiniones distintas, con el objeto aparente de mantener sus puntos de vista en relación con el hecho ocurrido. Por lo anteriormente expuesto, se evidencia: a) Que los miembros de la Policía Nacional, acompañados del Ayudante del Fiscal del Distrito Nacional, DR. TUCIDEDES B. MARTINEZ HOWLEY, allanaron la morada del Ingeniero Amín Abel Hasbum el día 24 de septiembre del año que cursa, y le redujeron a prisión, tratando de conducirlo en calidad de detenido a la parte exterior de la casa donde vivía; b) Que dentro de la acción realizada, se disparó voluntariamente un arma de fuego, que atrevesó la cabeza del detenido Amín Abel Hasbum, causándole la muerte inmediatamente, acción que constituye un crimen, sea cual fuere la persona que lo haya cometido, independientemente de la filiación política de la victima o la investidura oficial de los victimarios; c) Que en esas condiciones, se ha establecido la ocurrencia de los hechos mencionados cometidos en detrimento de un ciudadano, y en el ejercicio excesivo de funciones, practicados en violación de principios constitucionales vigentes, que figuran entre las conquistas de la humanidad civilizada; d) Que en toda persona que en el ejercicio de sus deberes conozca la existencia de un crimen, debe realizar la denuncia correspondiente, más aún, cuando el hecho ha produci9do una conmoción social y una repulsa general, y ser el funcionario actuante miembro del Ministerio Público. Que, sin embargo, mi deber como superior del Ministerio Público, no me permite pronunciarme sobre cuestiones relacionadas con la prueba de los hechos investigados, ni mucho menos señalar con el índice acusador a los presultos culpables del mencionado crimen, ya que de hacerlo invadiría esferas llamadas a juzgar a los autores de hechos delictuosos investigados. Con esa aclaración previa, el Procurador General de la República ES DE OPINION: que existen indicios serios, precisos y concordantes, en el crimen perpetrado el día 24 de septiembre del año en curso, que ameritan que el presente caso, no obstante la confesión de culpabilidad de la muerte de AMIN ABEL HASBUM por parte del Raso P.N. HERMOGENES LOPEZ ACOSTA, y la torpeza y negligencia del Ayudante del Procurador Fiscal del Distrito Nacional, DR. TUCIDEDES BALDUINO MARTINEZ HOWLEY que lo hacen culpable de faltas graves en el ejercicio de su ministerio, los señores EDDIBERTO ESTRELLA FERNANDEZ, 1er. Teniente P.N., RAFAEL D. MEDINA TEJEDA, Cabo P.N. y RAFAEL ANTONIO PORTES GARCIA, Sargento Mayor P.N., quienes participaron directamente en el allanamiento, sean enviados por ante el Juez de Instrucción que sea de lugar, en virtud de lo que establece el Art. 29 de la Ley No. 285, que crea el Código de Justicia de la Policía Nacional, a fin de que, en esa jurisdicción, se determine y aclare si procede o no traducirlos por ante el tribunal competente, con el objeto de que se sustancie en forma pública, oral y contradictoria, un juicio en que las partes involucradas en el mismo caso, al igual que los demás miembros de la sociedad, estén contestes de que se ha actuado con recto espíritu de justicia. Saluda a su Excelencia con todo respeto, Dr. Marino R. Ariza Hernández, Procurador General de la República. Anexos: 7 interrogatorios. Santo Domingo, D.N. 2 de Octubre del 1970. MRAH/prc. 4.- En SANTO DOMINGO, D.N., siendo las 11:30 de la mañana del día 30 (TREINTA) del mes de SEPTIEMBRE del año 1970, por ante mí, DR. MARINO R. ARIZA HERNANDEZ, Procurador General de la República, asistido de nuestra Secretaria, y en presencia del Dr. BIENVENIDO FIGUEREO MENDEZ, Ayudante del Procurador General de la República; del LIC. RAFAEL RAVELO MIQUIS, Procurador General de la Corte de Apelación de Santo Domingo, y del DR. FERNANDO PEREZ APAONTE, Procurador Fiscal del Distrito Nacional, COMPARECIO: la nombrada PAULINA ENCARNACION, dominicana, mayor de edad, soltera, Cédula No. 15908, Serie 12, residente en esta ciudad, calle 10 No. 338, Bo. Las Cañitas, a quien procedimos a interrogar del modo siguiente: Proc. Grl. Rep. : Tenga la amabilidad de contestar esta pregunta. Tu eres empleada de la casa de la familia de Amín Abel? R. : Sí , señor. P. allí? : Cuando ocurrió el hecho que ocasionó la muerte de Amin, tu estabas R. : Sí, señor. P. : hechos. Ten la amabilidad de relatarnos todo lo que tu viste el día de los R. ; Cuando fueron a las 6 de la mañana yo estaba durmiendo y me despertó la señora para que acompañara a la gente que llegó a la casa. Yo los acompañaba en las habitaciones y después de revisar en la habitación de la señora no habían encontrado nada ahí y estando en la otra habitación le llevaron una pistola al que comandaba la patrulla y entonces él fue y se la presentó a Amín y llamó al Fiscal para que la viera, y después al poco rato salieron a la sala como para llevárselo preso. La doña abrazó a su esposo porque quería acompañarlo a bajar, y no la dejaron. Tenía ella el niño en los brazos cuando los desapartaron a los dos. Yo estaba detrás de ella cuando la empujaron para la sala y don Amín hacia la escalera y yo amparé el niño cuando sonaron los disparos. De ahí, cuando ella estaba en el balcón y yo con el niño, ella pedía a los vecinos que la ampararan y que le abrieran la puerta para ir a ver a su esposo. Como a los 20 minutos el que comandaba la patrulla le dijo que por favor saliera y ella le dijo que la puerta estaba cerrada y entonces él y el sargento que estaba uniformado abrieron la puerta y entraron a buscarnos a las dos y al niño y nos pasaron sobre el cadáver y los llevaron a la policía. P. : Cuántas personas, militares y civiles, habían, fuera de la familia? R. : Siete, cuatro vestidos de civil, dos uniformados y el Fiscal. P. : En la habitación donde tu estabas con ellos, cuántos habían? R. : Estaba el Sargento, el que comandaba la patrulla y dos más. P. : Y fuera, quiénes estaban? R. : Amín y la señora, que estaban en la sala. P. : En el registro que hizo la Policía, encontraron algún arma en la habitación?= R. : En la habitación que estábamos, no fue que la encontraron. Ellos la llevaron al que comandaba la patrulla y le dijeron: “Mire lo que encontramos”. Entonces el que comandaba llamó al Fiscal, éste la vió y no dijo nada. P. : Cuando ustedes oyeron los dispararon, la puerta de entrada estaba abierta o cerrada? R. : Estaba cerrada, que nosotros no la pudimos abrir. P. : Y en ese momento en que sonaron los disparos que no pudieron abrir la puerta, cuántas personas habían con ustedes? R. : Ninguna, porque todos se habían ido. P. : Esos policías habían salido antes de ustedes oír los disparos o salieron cuando oyeron las detonaciones? R. : Cuando estaban en la averiguación de que la Doña no podía bajar, se reunieron en la sala, como cuatro, y los otros habían bajado ya. P. : escaleras? Entonces, cuando cogieron a Amín bajaron todos con él por las R. Todos. : P. : Entonces, inmediatamente que salieron, tiraron la puerta y la cerraron. Esa puerta no se cierra y abre por dentro? R. : Sí, se puede abrir y cerrar por dentro pero por fuera tiene un porta candado y la cerraron pasándole un palo. P. : Dónde se encontraban ustedes cuando oyó los disparos que ocasionaron la muerte al señor Amín Abel, y que cuántos disparos oyó? R. : Yo estaba en la sala, junto con la señora, y sé que fueron más de dos disparos, pero no puedo precisar. P. : Es cierto que alguien empujó a la señora cuando se llevaban a Amín Abel Hasbum? R. : Sí, la empujaron a la sala. P. : No puede decir quién? R. : No, señor. P. : Usted vió el cadáver? R. : Sí, señor. P. : Puede decirnos cuántas heridas tenía? R. : Yo le vi solamente una herida casi en la parte trasera de la cabeza cuando pasamos por encima del cadáver. P. : En otra ocasión usted vió el cadáver? R. : No, señor, solamente en ese momento. P. : Puede informarnos cuántas personas salieron junto con el Ingeniero Amín, cuando lo sacaron de la sala para las escaleras? R. : Yo sé que vi cuatro, dos vestidos de policía y dos más de civil. P. : Pudo apreciar si algunos de ellos llevaban armas en las manos, cortas o largas? R. : Todos llevaban armas, el que comandaba llevaba en la mano la pistola que dizque encontraron y el Sargento llevaba arma larga. Los otros no llevaban armas en la mano. P. : Qué tiempo más o menos transcurrió desde el momento en que el Ayudante del Fiscal salió a hacer una llamada telefónica y el momento en que usted escuchó los disparos? R. : Como 15 minutos, más o menos. Cuando los disparos el Fiscal estaba fuera de la casa. P. : Usted acompañó a los policías en el registro de la casa. En cuál de las habitaciones fue donde los agentes dicen haber encontrado una pistola? R. : Ellos no dijeron dónde la encontraron, sino la llevaron: “Esto encontramos”., le dijeron al comandante de la patrulla. P. : Usted no vió en ningún momento que Amín llevara pistola en las manos y agrediera a algún agente? R. : No, señor, él no llevaba nada en las manos. P. : Poco más o menos, qué tiempo tiene usted trabajando con los esposos Abel Hasbum? R. : 22 días. P. : Amín pasó todo ese tiempo en la casa? R. : No, señor. P. : En esos 22 días, cuántas veces lo vió usted? R. : Hacía tres días que lo había conocido, que fue cuando él llegó. P. : En esos tres días, usted no le pudo advertir algún arma de fuego? R. : Yo no le vi nada. P. : Nos imaginamos que usted tenía acceso a todas las habitaciones de la casa. En algún momento usted advirtió si en algún sitio de esa casa habían armas de fuego? R. : No, señor. P. : Cuando llegaron los miembros de la patrulla que con el Ayudante del Fiscal realizaron el allanamiento en la residencia de Amín Abel, sostuvieron alguna conversación con usted? R. : Ellos me dijeron que dijera dónde estaban las armas y yo les dije que no sabía nada, que para mí ahí no había armas. P. : Usted podría identificar a los miembros de la Policía que realizaron el allanamiento en la casa donde usted trabajaba? R. : Si, señor, si me los presentan. P. : Después de los disparos, usted oyó algo? R. : al señor. No, porque estábamos desesperadas pensando que habían matado P. : Usted no vió más nunca al Ayudante del Fiscal desde que salió? R. : Después de los disparos lo vi irse desde el balcón. P. : Usted vió cuando el Ayudante del Fiscal se fue a hacer una llamada telefónica al Coronel Regalado? R. : Sí, señor. P. : llamada? Usted recuerda si advirtió el retorno del Fiscal después de hacer la R. No, él no volvió a subir las escaleras. : P. : Puede precisar si el Fiscal llegó antes o después de realizar el allanamiento? R. : Yo no lo ví llegar después que él se fue a hacer la llamada telefónica, pero después de los tiros, como, dije, desde el balcón lo vi que se retiraba, y sé que era él por el saco que llevaba. En fe de lo cual se levanta la presente acta que leída a la compareciente la encontró conforme, firmándola en señal de asentimiento junto con NOS y Secretaria que Certifica. (Al respaldo) (firmado) Paulina Encarnación, Declarante. 5.- En SANTO DOMINGO, D.N., siendo las 105 minutos de la mañana del dí9a 30 (TREINTA) del mes de SEPTIEMBRE DEL año 1970, por ante mí, DR. MARINO R. ARIZA HERNANDEZ, Procurador General de la República, asistido de nuestra Secretaria, y en presencia del Dr. Bienvenido Figuereo Méndez, Ayudante del Procurador General de la República; del Lic. Rafael Ravelo Miquís, Procurador General de la Corte de Apelación de Santo Domingo, y del Dr. Fernando Pérez Aponte, Procurador Fiscal del Distrito Nacional, COMPARECIO: la Señora MIRNA SANTOS VIUDA ABEL, dominicana, mayor de edad, Cédula No. 19800, Serie 37, domiciliada y residente en esta ciudad, calle “Elvira de Mendoza” No. 59, a quien procedimos a interrogar del modo siguiente: Proc. Gral. Rep. : Queremos que usted tenga la amabilidad de relatarnos los hechos, tales y como ocurrieron, que dieron por resultado desgraciadamente la muerte de su esposo Amín Abel Hasbum, cuando su casa fue allanada por la Policía Nacional. R. : Hace aproximadamente dos meses, después del asesinato de Otto Morales, yo envié una carta al Señor Presidente de la República, donde le planteaba la inseguridad en que se encontraba mi esposo, y le pedía garantías para su vida. Esta carta no fue contestada. A los dos meses de enviar yo esa carta, mi esposo fue ultimado a balazos en las escaleras de mi casa. Los incidentes fueron los siguientes: A las seis de la mañana me encontraba durmiendo junto a mi esposo en la casa No. 339 de la Fco. Henríquez y Carvajal. También estaba mi hijo Ernesto y la trabajadora Paulina. El niño tiene de edad dos años y cuatro meses. A eso de las 5:30, hora pasada, o sea las seis de ahora, oí insistentemente el timbre, corrí hacia el balcón y allí me asomé. Vi dos personas vestidas de civil, una de las cuales al yo decirle qué deseaba, me dijo que era el Ayudante del Fiscal y que venía a practicar un allanamiento. Inmediatamente yo subí hacia el cuarto donde se encontraba mi esposo durmiendo, y le avisé que se encontraba la Policía. La primera intención de Amín fue salir por detrás de la casa. Abrimos la puerta queda hacia el patio, pero cuando quiso volar hacia el techo vecino, un policía lo mandó a parar. Nos dimos cuentas de que estábamos rodeados. Inmediatamente Amín me dijo que abriera la puerta. El se queda en el cuarto nuestro y yo bajo la escalera a abrirle la puerta al Fiscal y a los policías. Cuando abro la puerta, el Ayudante del Fiscal me enseña la orden de allanamiento, me enseña su reloj y me dice que son las 6 de la mañana y que, por tanto, él me pide dejarlo pasar a allanar la casa. En las mismas escaleras y o le digo al Ayudante del Fiscal que él sería responsable de todo lo que sucediese dentro de la casa, que en la casas nos encontrábamos mi hijo de dos años y cuatro meses, mi esposo, una trabajadora y yo. Los policías que andaban con él insistían en que yo lo llevara prontamente donde se encontraba Amín. Llegamos al cuarto, en la cama nuestra se encontraba Amín ya cambiado dispuesto a irse con los policías. Yo le suplico al Ayudante del Fiscal que me dejara cambiar para yo acompañarlo a la policía. El me dice que no había ningún inconveniente y que yo podía acompañarlo. Yo le pido a los policías que se encuentran presentes que por favor se alejaran del cuarto para vestirme, ya que me encontraba en bata de casa. Ellos me dicen que no, que no podían dejar un minuto solo a Amín. Yo entonces opté por desvestirme delante de ellos y ponerme una bata de salir. Inmediatamente me abrazo de mi esposo y cogemos caminando el pasillo de la casa hacia la puerta de salida. Cuando llegamos a la sala, el encargado de la patrulla policial nos manda a parar y nos dice a mi esposo y a mí que nos sentemos un rato en la sala hasta que ellos efectúen el allanamiento. Me pide, además, que lo acompañe o busque una persona que los lleve a los diferentes cuartos que tiene la casa. Como sabía en las condiciones en que se encontraba mi esposo, de las cuales no gozaba de ningún tipo de garantía, yo insisto, despierto a la trabajadora y me quedo con Amín sentada en la sala. Inmediatamente ellos comienzan a hacer el allanamiento. No habían pasado 10 minutos cuando el Encargado de la patrulla sale del primer aposento con una pistola en la mano. Supongo que era 45, por las apariencias. Le dice estas palabras a Amín: “Abel, tu no decías que no tenias armas”? y Amín le responde: “Usted sí es cínico, usted sabe muy bien que estoy desarmado”. Después ellos continúan requisando la casa. El Ayudante del Fiscal sale al pasillo y Amen le dice: “Magistrado, fué delante de usted que consiguieron la pistola? El Ayudante del Fiscal, hace un gesto de impotencia y entra al cuarto donde encuentra el Encargado de la patrulla. Al poco rato se nos presenta muy nervioso y nos dice que él va a bajar a hacer una llamada por teléfono al Coronel Regalado. Amín le dice que no, que él no podía dejarnos en manos de la policía; que se recordara de que la vida de su hijo que ya se había levantado y estaba con nosotros, la mía y la de él, dependía de su actitud. Amín insistía y le decía: “Recuérdese que usted es el Jefe, que usted representa la justicia, usted no puede dejarnos a expensas de estos criminales”. El Ayudante del Fiscal, después de haberle Amín dicho esto, coge y entra al cuarto donde se encontraba el Encargado de la patrulla, dura unos minutos con él y vuelve y sale. Vuelve y nos dice: Que era por nuestro bien que tenía que ir a llamar por teléfono al Coronel Regalado; que él nos va a dejar en manos de su Ayudante. Nosotros, al él plantearnos que había un Ayudante con él, aunque le insistimos en que la vida de nosotros tres estaba en sus manos, lo dejamos partir. A eso de cinco o 10 minutos de haber partido el Ayudante del Fiscal, vienen las dos personas vestidas de civil, un indio alto con unos bozos, delgado, y otro blanco con los cabellos medio rubios vestido con una camisa crema y marrón. El blanco le3 dice a Amín: “Vamos a ver, párate, que ya está bueno”. Amín le dice: “Yo no me paro de aquí hasta que no venga el Ayudante del Fiscal”. Lo levantan de un empujón, yo tomo el niño en mis brazos, abrazo a Amín y me llevan hasta la puerta arrastrándonos. En la puerta, estando los tres abrazados, el vestido de civil, oscuro nos dice: “Yo no soy niñero, usted no puede ir ni su hijo”. Amín le contesta: “El Ayudante del Fiscal nos prometió que mi esposa y mi hijo podían llevarme a la policía”. El le contesta: “Pero Abel, tu crees que nosotros somos unos trogloditas?”.. Amín le dice: “Simplemente no confío en ustedes”. Amín vuelve y pregunta: “Dónde está el Ayudante del Fiscal?”, y el rubio, que está al lado de Amín agarrándolo le dice: “Aquí no hay ningún Ayudante, aquí nosotros somos los jefes”, y terminando esa frase yo sentí una persona que me agarró, me tiró para atrás, y el rubio, que agarraba a Amín, lo halaba para la escalera. Se cerró la puerta de un golpe e inmediatamente sonaron los disparos. P. : R. : alrededor. P. : En ese momento no había gente en los cuartos? Habían dos vestidos de civil, pero estaban también militares Y al cerrarse la puerta, usted quedó con alguien adentro? R. : No puedo darme cuenta, porque inmediatamente sonaron los disparos, una ráfaga y un disparo final- yo corrí al balcón por temor a que ya que sabía que habían matado a Amín, se lo llevasen. Cuando me asomé al balcón, vi cuando el Teniente encargado de la patrulla estaba en la esquina, pues él había bajado cinco minutos antes del incidente. Venía corriendo y le pregunta al vestido de civil de color oscuro, -rostros que nunca en mi vida se me olvidarán“Por qué hiciste esto?” y él le contesta: “No me vengas con vainas, porque tu sabes que esa era la orden”. Inmediatamente los que participaron directamente en la muerte de Amín, se montaron en un carro celular y se me marcharon. Solamente quedó el Teniente encargado de la patrulla y los otros policías que se encontraban fuera custodiando la casa. Cuando quise salir por la puerta, me encontré con que la habían condenado. Volví y salí al balcón, ya consciente de que mi esposo Amín estaba muerto en la escalera y le rogaba al Teniente de la patrulla que me abriese la puerta y me dejara salir. Le pedí a los moradores del sector que me ayudaran, que mi esposo estaba tirado en la escalera; que me lo habían asesinado y que me tenían presa en la casa. La muchacha que trabajaba conmigo quiso tirarse por el balcón para abrirme la puerta, pero yo le rogué que no lo hiciera; que sí la veían bajar así podían disparar. Después de estar más de 20 minutos en esa situación angustiosa, se apareció un periodista en un motor y yo le pedí que me dijera si Amín estaba en la escalera y sí todavía vivía. El me hizo señas de que estaba en la escalera, pero que estaba muerto. Inmediatamente yo le pedí que me llamara a los padres de Amín. El cogió hacia la bomba de gasolina que queda frente a la casa y comenzó a llamar por teléfono. Inmediatamente el periodista va a la bomba de gasolina, sube el Teniente encargado de la patrulla y me dice que tengo que acompañarlo al Palacio de la Policía. Yo me negué y él me dijo que eran órdenes superiores. Tomé el niño en los brazos y le dije que bajaran delante, que yo iba detrás. El me dijo que no, que él tenía que ir conmigo porque él temía que yo me desmayase cuando viera el cadáver de Amín. De todas maneras, bajamos el niño, la muchacha que trabajaba conmigo y yo la escalera, pasándole por encima al cadáver de mi esposo muerto. Le pedí a los periodistas que se encontraban abajo, que me ayudaran, que no dejaran que me llevaran a la Policía, pero ellos realmente no podían hacer nada. Me montaron en una guagua celular con el niño, y a la trabajadora detrás con policías. Cuando llegamos a la Policía me llevaron al Escuadrón contra Homicidio y allí me tuvieron casi más de una hora sin preguntarme nada. Después de ese lapso de tiempo llegó una persona vestida de civil, con una libreta en las manos, requiriéndome que le dijese qué yo hacía ahí, y yo le contesté que eso quería yo que me dijera él, qué hacía yo ahí. Entonces él me contestó que como habían diferentes versiones de lo sucedido, a la Policía le interesaba conocer mi versión de los hechos. Después que le narré la misma historia que le estoy contando ahora, la persona se fue y a eso de 15 ó 20 minutos me mandaron a buscar del Departamento de Relaciones Pública de la Policía. Cuando llegamos allá, me estaban esperando familiares y el encargado de la oficina me dijo que podía marcharme. Esto es en rasgos generales la versión sobre lo sucedido a mi esposo. Ahora, yo quería insistir ante usted en que ya que sucedió el hecho, mi afán ahora es que usted me presente la patrulla que participó en el hecho, porque yo sé que inmediatamente yo los vea voy a reconocer las personas que participaron directamente en la muerte de mi esposo. Aunque el caso de mi esposo no sea un hecho aislado, sino que es parte de toda la situación general que vive el país, y que yo sé a ciencia cierta que no solamente culpables son las personas que oprimieron el gatillo para segarle la vida a mi esposo, el Fiscal que irresponsablemente abandonó el lugar sabiendo que mi esposo sería asesinado, para mi también es responsable el Gobierno que permite que diariamente aquí se sesguen vidas de jóvenes luchadores, hombres honestos, hombres que su único delito es luchar por el bienestar del pueblo. Culpables también son ustedes, que engañan al pueblo haciéndole creer falsas investigaciones, sabiendo a ciencia cierta que ni el caso de Amín, ni el caso de Otto, ni el de Guido Gil ni el de ninguno d esos muchachos honestos que han muerto a mansalva van a ser esclarecidos. Simplemente porque todo este problema es parte del sistema de terror en que se desenvuelve todo el pueblo dominicano. Solamente. P. : Cuando llegaron las gentes a su casa, cuántas personas había? Cuántos fueron a la habitación? R. : Los dos vestidos de civil, el encargado de la patrulla y el Sargento Mayor, aparte del Ayudante del Fiscal, sin contar con que en cada puerta había un policía uniformado. P. : esposo? Puede informarnos sí se dio cuenta, cuántas heridas recibió su R. : Fueron seis balazos. Según el médico legista fue uno sólo; pero yo después de sucedido el hecho, ya en la funeraria, lo revisé conjuntamente con amigos de Amín que estaban allí, y tenía un balazo profundo en la nuca y cinco balazos alrededor de la cabeza. P. : Cuando la patrulla entró a su casa con el objeto de requisarla, recuerda usted si registraron a las personas que se encontraban ahí en ese momento? R. : Cuando mi esposo se levantó de la cama, que fue a salir conjuntamente conmigo, el Teniente que estaba al lado del Ayudante del Fiscal, revisó a Amín de arriba abajo. P. : Usted recuerda si el Ingeniero Abel Hasbum llevaba saco puesto, camisa por dentro o guayabera por fuera en el momento de que se le requisaba? R. : Llevaba una camisa verde claro por fuera del pantalón. P. : Cuando se encontraba en la puerta que da a la escalera para salir a la calle, usted recuerda si en ese lugar, es decir, en la puerta, ya se encontraban para salir todos los policías que habían intervenido en el allanamiento? R. : Se encontraban los civiles, el Sargento Mayor y algunos policías que supongo serían rasos. P. : Cuando se llevaban a Amín hacia la puerta, dónde se encontraba la trabajadora? R. : Se encontraba detrás de mi, un poco retirada. P. : Después del hecho, usted pudo ver al Ayudante del Fiscal? R. : No lo vi más nunca. P. : Puede decirnos qué cantidad de agentes salieron junto con su esposo a la escalera? R. : Pude apreciar, en medio de la agitación, las dos personas vestidas de civil y el Sargento. P. : Puede informarnos si en el curso del allanamiento el Ayudante del Fiscal sostuvo alguna conversación de tipo elevado con el Comandante de la Patrulla o alguno de sus miembros? R. : Ningún tipo de conversación de tipo elevado, en absoluto. Nunca oímos conversaciones elevadas. P. : Usted nos declaró, si mal no recordamos, que el oficial que comandaba la patrulla salió de una de las habitaciones que requisaban con una pistola en la mano que presume ser calibre 45, diciéndole a Amín éstas o parecidas palabras: -enseñándole la pistola-“Abel, y no disque tu no tenias armas?”…. Cuando esa arma supuestamente apareció en una de las habitaciones de su casa, cuál de los ocupantes de su residencia estaban allí? R. : Yo no estaba, puesto que me encontraba sentada con mí esposo en la sala. No sé si la trabajadora, que era quien se había encargado de acompañarlos a requisar la casa, puede informar mejor que yo sobre esto. P. : Tiene usted algo más que declarar? R. : Volver a insistir en que para que se hagan unas investigaciones que correspondan a la verdad de los hechos, primero: debe informarse a la opinión pública los nombres de las personas que participaron; segundo: que me sean presentadas las personas, tanto civiles como militares, que participaron en el asesinato de Amín, para ser reconocidas por mi; y tercero: he oído insistentes rumores de que el Ayudante del Fiscal piensa salir del país. Que se tome en cuenta esta situación y que hasta tanto no se esclarezca el hecho del asesinato de mi esposo, este señor no salga del país. En fe de lo cual se levanta la presente acta que, leída por la compareciente, la encontró conforme, firmándola junto con NOS y Secretaria que CERTIFICA. (firmado) Mirnas Santos Viuda Abel APROBADO: Dr. Marino R. Ariza Hernández Procurador General de la República. (firmado) Pura Rosa C., Taquígrafa. 6.- En SANTO DOMINGO, D.N. , siendo las 8:45 de la mañana del día 26 del mes de SEPTIEMBRE del año 1970, por ante mí, DR. MARINO R. ARIZA HERNANDEZ, Procurador General de la República, en presencia del Magistrado Procurador General de la Corte de Apelación de Santo Domingo y del Dr. Bienvenido Figuereo Méndez, Abogado Ayudante del Procurador General de la República, asistidos de su Secretaria, COMPARECIO: el Señor EDDIBERTO ESTRELLA FERNANDEZ, dominicano, mayor de edad, casado, Cédula No. 58301, Serie 1ª. , 1er. Teniente Compañía Cuartel General, Sección B, de la Policía Nacional, con residencia en el mismo Palacio de la Policía Nacional, a quien procedimos a interrogar del modo siguiente: Proc. Gral. Rep. : Tenemos instrucciones del Señor Presidente de la República de tomar personalmente en nuestras manos las investigaciones del hecho trágico que ocasionó la muerte al Ingeniero Amín Abel Hasbum, por lo que le requerimos hacernos un relato desde el momento en que usted y sus acompañantes llegaron a la casa de los hechos y salieron de ella. R. : El Departamento nos ordenó realizar un allanamiento en la casa No. 339, altos, de la calle “Francisco Henríquez y Carvajal” en las primeras horas de la mañana, o bien sea, después de las 6. Nosotros solicitamos al Departamento Independencia nos rodearan la casa para que no se fuera la persona que íbamos a detener. Me puse en contacto con el Ayudante del Fiscal, Dr. Martínez, para realizar dicho allanamiento, entonces procedimos a llegar allí unos minutos antes de las seis, y después de pasadas las seis tocamos el timbre de la casa, salió la señora y procedimos a realizar el allanamiento después de mandársenos a pasar. Ella quería seguridad para su esposo, pasamos y no los entregó. El se encontraba en una habitación de la casa. La señora se le pegó a Amín y se abrazaron ellos dos y el Fiscal, y luego nos fuimos a la sala. Ahí Amín se sentó, se quedó la señora, el Fiscal y un policía que había dejado yo en la puerta de nombre Hermógenes Luis López Acosta. Entonces el Fiscal nos ordenó que en compañía de la sirvienta de la casa procediéramos a hacer el registro. En lo que estábamos registrando, después de un rato oímos unos disparos, porque éramos tres los que estábamos revisando con la sirvienta, entonces corrimos para ver lo que pasaba. En la sala nos tiramos en el suelo, ya que fueron tres, cuatro o cinco disparos. Fuimos como dije a la sala y no vimos a nadie. Entonces salimos y vimos a Amín en el suelo y al raso Hermógenes Luis López Acosta revolver en mano. Yo le pregunté qué había pasado, y él me dijo que Amín había sacado una pistola de repente y que iba para encima de él y que como él tenía su revolver en la cintura, se agachó, Amín le hizo unos cuantos disparos y que él entonces le disparó a Amín un tiro. Viene entonces entrando el Fiscal, que no lo habíamos visto ahí: le dijimos que hubo un tiroteo, él le ordenó a un raso que cogiera la pistola y que la llevaran al cuartel. P. : Esos tiros fue dentro del recinto? R. : Yo por recinto entiendo la casa y las escaleras, pero el hecho sucedió en los escalones. P. : A dónde se encontraba el policía que usted hace un momento dijo? R. : En la puerta que está a la entrada de la casa. P. : Al decir usted que había un policía, nosotros lo que deseáramos es que usted nos ubicara dónde se encontraba ese policía en el momento en que estaba Amín sentado con el Fiscal y la señora. R. : La casa tiene los escalones, hay una puerta que da a la sala que por ahí se entra. En esa puerta de entrar era donde estaba el policía, no en la de abajo. P. : policía? El que iba a salir o a entrar a la casa, tenia que pasar por delante del R. Sí, señor. : P. : Cuando el Ingeniero Amín salió de la sala hacia los escalones, cuál fue la actitud de ese policía o de los otros? R. ; Nosotros nos encontrábamos con la sirvienta realizando el registro en las habitaciones. Yo no vi, porque no estaba en la sala. P. : De modo que ahí solamente estaba el raso? R. : Sí, señor, el Raso, el Fiscal, la esposa de Amín y Amín. P. : Usted entró a la sala cuando llegaron formando la patrulla? R. : Sí, señor. P. : Qué hicieron ustedes tan pronto llegaron a la casa? R. : Cogimos detrás del Fiscal para la habitación donde estaba Amín. P. : Y una vez ahí, qué hicieron? R. : La mujer se entró para dentro, abrazó a su esposo y los dos se abrazaron al Fiscal. P. : No revisaron a Amín? R. : No, señor. Como él se entregó al Fiscal y la señora, consideré que ya era un elemento sometido a la obediencia. P. : Abel? No observó usted ningún cuerpo extraño sobre el ingeniero Amín R. : No, señor. P. : Estaba con una camisa por fuera o por dentro? R. : Puedo precisar que tenía camisa, pantalones y zapatos puestos. P. : Pero estaba por fuera o por dentro la camisa? R. : Me parece que por fuera. P. : Era una pistola grande o pequeña? R. : Me parece que una 45. P. : visible? Usted considera que una pistola colocada en el pantalón es o no R. : no se nota. Usted puede ponerse una pistola adelante dentro de los pantalones y P. : En el supuesto de que el arma esté situada en dirección a la hebilla del cinturón, considera usted que resulta fácil halarla? R. : Se puede halar acostumbrada a usarla ahí. fácilmente, y más una persona que esté P. : Sabiendo ustedes que el Ayudante del Fiscal es el representante del Ministerio Público y el hombre llamado a acompañar a Amín Abel, cuál fue la razón de que no esperaran a que él llegara y salieron con él por la escalera para bajarlo? R. : dentro. Nosotros nunca hemos tratado de bajarlo a él, porque estábamos P. : usted? Usted no cree que el agente cometió una falta sin consultarle a R. No sé cuál fue la actitud de ninguno de los dos. : P. : Dice la señora que ella, cuando oyó el disparo, ustedes le habían tirado la puerta y la habían dejado encerrada. R. : Esa señora no fue encerrada. Ella estaba en el balcón dando gritos porque le habían matado a su esposo. P. : Dónde estaba usted cuando oyó los disparos? R. : En uno de los aposentos de la parte atrás de la casa. P. : Cómo se llama el policía que mató a Amín Abel Hasbum? R. : Hermógenes Luis López Acosta. P. : El es raso? R. : Raso de Primera Clase. P. : Cuál fue su actitud después de ese hecho? R. : Desarmé al policía, y al Fiscal decir que cogieran la pistola, la llevamos al cuartel. P. : Qué hacía usted en esa habitación? R. : Estábamos tomando unos libros de literatura comunista que habían. P. : Junto a Hermógenes Luis, habían otros rasos más? R. : A él fue que lo dejamos en la puerta, al Fiscal en la sala con la señora y con Amín. P. : Amín? De manera que Hermógenes era el único policía que estaba con R. : Prácticamente sí, pero estaba el Fiscal también. P. : A qué salió el Fiscal? R. : Yo no supe en ese momento, pero oí decir que iba a hacer una llamada al servicio secreto. P. : En total, cuántos policías eran? R. : El que estaba en la puerta, otro policía, otro y yo. P. : Y dónde estaban los otros? R. : Estaban conmigo requisando. P. : Usted le notó a Amín alguna actitud de violencia cuando llegaron? R. : No, señor, pero estaba bastante nervioso. P. : Qué dijo él cuando ustedes llegaron? R. : No pude precisar lo que dijo, porque él conjuntamente con la mujer se unieron al Fiscal y nosotros veníamos detrás hasta llegar a la sala. P. : Usted dejó al Raso Hermógenes Luis en la puerta, con qué fin? R. : Para la vigilancia, para que ninguna persona saliera de la casa. P. : Cuál fue el relato que le hizo Hermógenes Luis? R. : Yo no puedo tomar datos en ese momento, pero al yo preguntarle me dijo que él se encontraba en la puerta y que de momento Amín sacó una pistola y él tuvo que echarse para atrás, porque Amín tenía la suya en la mano y él todavía la tenía en la cintura. Yo pude comprobar que el raso solamente disparó un tiro. P. : Usted dice que estando el policía en la puerta queda a la sala, vigilante, Amín le fue encima y él tuvo que echarse para atrás. Cómo se explica estas situación?.... O sea, que el motivo, el hecho ocurrió al ingeniero tratar de agredir con su pistola al policía? R. : Eso dijo él. P. : Pero en qué lugar intentó iniciar la agresión; dónde se encontraban el policía y el ingeniero? R. : Yo lo dejé en la puerta y Amín estaba sentado en la sala. P. : Y cómo se explica, entonces, que la muerte ocurriera en el escaño? R. : El me dijo que cuando sacó la pistola lo agredió. P. : Dónde estaba Amín cuando sacó la pistola, en la sala o en el escaño? R. : Eso tendrá que declararlo el policía. P. : En el momento en que eso se realizaba, dónde estaba la mujer de Amín…. Porque ella dice que cuando sonó el disparo, la trancaron. R. : Esa señora nunca fue trancada. P. : Tiene algo más que declarar? R. : Nada más. En fe de lo cual se levanta la presente acta que, leída por el compareciente, la encontró conforme, firmando junto con NOS y Secretaria que CERTIFICA. (FIRMAS AL RESPALDO).- …….. (firmado) EDDIBERTO ESTRELLA FERNANDEZ 1er. Tte. P.N. , Cía. Cuartel General. APROBADO: Dr. Marino R Ariza Hernández, Procurador R e p ú b l i General de c a . (firmado) Pura Rosa C., la Secretaria. 7.- En SANTO DOMINGO, D.N., siendo las 10:30 de la mañana del día 26 del mes de SEPTIEMBRE del año 1970, por ante mí, DR. MARINO R. ARIZA HERNANDEZ, Procurador General de la República, en presencia del Magistrado Procurador General de la Corte de Apelación de Santo Domingo y del Dr. Bienvenido Figuereo Méndez, Abogado Ayudante del Procurador General de la República, asistidos de su Secretaria, COMPARECIO: RAFAEL ANTONIO PORTES GARCIA, dominicano, mayor de edad, soltero, Cédula No. 4007, Serie 51, residente en el Cuartel General, P.N., (Sargento Mayor, P.N.), a quien procedimos a interrogar del modo siguiente: Proc. Gral. Rep. : Tenemos instrucciones del Señor Presidente de la República de tomar personalmente en nuestras manos las investigaciones del hecho trágico que culminó con la muerte del Ingeniero Amín Abel Hasbum. Hágame un relato completo desde el momento en que ustedes llegaron a la casa y resultó muerto Amín Abel Hasbum. R. : Llegamos a la casa No. 339 de la calle Francisco Henríquez y Carvajal a las 6 de la mañana. Entramos a casa de Abel Hasbum a las seis y minutos. Ahí el Ayudante del Fiscal tocó el timbre, salió la señora, bajó por las escaleras y abrió. Entramos el Fiscal, el Teniente Estrella, Medina y yo. Cuando estábamos dentro el Teniente Estrella dijo al raso que se quedara en la puerta para que no saliera nadie. La esposa dijo que pasaran al interior y así lo hicimos. En la habitación estaba él, salió, se abrazó de la señora y del Fiscal y fuimos a la sala. Luego el Fiscal ordenó al Teniente Estrella que requisara la casa. Entonces comenzamos la búsqueda en las habitaciones con una domestica. Pocos momentos después escuchamos unos disparos delante de la casa. De ahí procedimos todos a salir fuera a ver lo que pasaba. Cuando llegamos vimos al raso Hermógenes Luis López en la escalera agachado y a Hasbum tendido en el suelo. Amín Abel Hasbum tenía al lado en el suelo una pistola 45. El Teniente Estrella le preguntó al Raso que qué había pasado y éste le contestó que Hasbum sorpresivamente se había parado de su asiento en una forma rabiosa y que éste tomó la pistola 45 y le hizo unos cuantos disparos. Luego el raso le contestó el fuego. Fue ahí cuando llegamos nosotros y el Fiscal que estaba del lado fuera. Ordenó que cogiéramos la pistola y que el Teniente le quitara el revolver al Raso para traerlas al Escuadrón contra Homicidios. P. : Usted no sabe sí habían registrado a Hasbum cuando llegaron? R. : Al él salir en camisa abrazado al Fiscal y a la señora, no se registró. P. : Los disparos se hicieron dónde? R. : Amin estaba en la sala sentado, el Raso en la puerta, él se paró de su asiento y vino donde estaba el raso, según él, le va encima con la 45, le disparó y el raso le contestó. Eso fue de la sala a la escalinata, dice él. P. : Como a qué distancia se encontraba el uno del otro cuando el ingeniero inició los tiros? R. : No puedo decirle porque yo estaba en el interior. P. : Usted recuerda si Amín Abel Hasbum era un hombre corpulento o no aparentaba esa constitución física? R. : libras. El, en un aspecto era fuerte. El físico era de un hombre de unas 150 P. : Cuando se iniciaron los disparos, adónde estaba situado el policía? R. : Yo estaba en el interior de la casa y él en la puerta. P. : No le dijo el policía cómo ocurrieron los hechos? R. : El Teniente le preguntó y dijo que Amín se levantó en forma violenta, le fue encima con la pistola y que él contestó el fuego. P. : Cree usted que es normal que sí el agresor viene de frente tirando, resulta alcanzado por disparo por detrás? R. : Puede resultar cuando uno va encima del otro y éste va ocultándose para disparar en sig-sag. P. : Por dónde resultó alcanzado por el disparo la victima? R. : No sé decirle. P. : Usted no vió el cuerpo sangrando? R. : Sí, señor. P. : De dónde manaba la sangre? R. : Por la frente y a los lados de la cara. P. : Estando el Ingeniero sentado dentro de las casa y el policía situado en la puerta que da a la escalera, cómo se explica que el policía permitiera que Abel saliera tirándole? R. : El podía pararse y caminar unos dos o tres pasos y de golpe tirar, y el policía escudarse en las escaleras. P. : Cuando usted oyó los disparos, no vió a la esposa de Amín Abel? R. : Ella estaba en uno de los aposentos. P. : Cuando ustedes salieron, lo hicieron por la puerta, encontraba cerrada. o ésta se R. : En ningún momento estuvo cerrada. P. : En qué parte de la casa estaba usted cuando los disparos? R. : En la parte atrás, con el Teniente Estrella y una domestica. P. : Dónde estaba la señora de Amín? R. : Ella estaba en el aposento. P. : Y cuando los disparos, dónde estaban? R. : No se decirle. P. : En los registros que hicieron, encontraron armas de fuego? R. : No, señor. P. : Amín Abel estaba en camisa o con saco? R. : En camisa. P. : Le notaron armas? R. : No vimos ninguna señal de que estaba armado. El venía abrazado con ellos dos. P. : Ustedes registraron a Amín Abel? R. : No, señor; al ver que se entregó y vino pacíficamente. P. : Usted suponía que estaba armado o desarmado? R. : Desarmado. P. : Qué les hizo pensar a ustedes no registrarlo? R. : Que este señor, al estar pacíficamente y entregarse al Fiscal…… P. : Que les hizo pensar a ustedes decidir no registrarlo, porque yo sé que es medida militar y policial cuando se va a hacer presa a una persona, registrarla. R. : Esa pregunta puede usted hacérsela al encargado de la patrulla. Yo entiendo que cuando hay una patrulla es el Jefe y no los de menor graduación quien debe realizar esas medida. Además, como ellos tres salieron abrazados, nosotros continuamos la requisa. P. : R. : nada. Qué dijo Amín cuando ustedes llegaron? El oficial le dijo que estaba detenido, pero yo no oí que él dijera P. : Entonces ustedes no fueron a hacer un allanamiento sino a hacer preso a Amín?... Qué motivó la salida del Fiscal? R. : No se decirle. P. : Usted es Sargento Mayor de la Policía? R. : Sí, señor. P. : No se encontró con facultad para registrar a Amín? R. : No, porque había un Teniente al mando que era mi superior. P. : Después que Amín se fue a la sala, el Ayudante del Fiscal se ausentó? R. : Nosotros estábamos en las habitaciones requisándolas y no sé decirle si se ausentó o no. P. : o no? El jefe de la patrulla no les di9jo si el Ayudante del Fiscal se ausentó R. En andaba también en la pesquisa, en el interior de la casa. : P. : Usted no sabe que cuando se va a hacer presa una persona y no se registra, se comete una falta grave? R. : P. : Hasbum? Cuando hay un superior, él es el responsable. En qué posición vió usted el cuerpo sangrante de Amín Abel R. : No pude darme cuenta. P. : Sin embargo, usted dijo que vió la cara sangrante. R. : La cara la tenía pegada del escalón. P. . Tiene usted algo más que declarar? R. : Nada más. En fe de lo cual se levanta la presente acta que, leída por el compareciente, la encontró conforme, firmando junto con NOS y Secretaria que CERTEFICA. RAFAEL ANTONIO PORTES GARCIA. Sargento Mayor P.N., Cuartel General. APROBADO: Dr. Marino R. Ariza Hernández Procurador General de la República. (firmado) Pura Rosa C., Secretaria. 8.- En SANTO DOMINGO, D.N., siendo las 9:30 de la mañana del día 25 (VEINTICINCO) del mes de SEPTIEMBRE del año 1970 (MIL NOVIENCIENTOS SETENTA), por ante mí, DR. MARINO R. ARIZA HERNANDEZ, Procurador General de la República, en presencia del Magistrado Procurador General de la Corte de Apelación de Santo Domingo y del Dr. Bienvenido Figuereo Méndez, Abogado Ayudante del Procurador General de la República, asistidos de nuestra Secretaria, COMPARECIO: el nombrado HERMOGENES LUIS LOPEZ ACOSTA, dominicano, mayor de edad, casado, Cédula No. 29138, serie 23, Raso Primera Clase Policía Nacional, Cuartel General, Sección “B”, a quien procedimos a interrogar del modo siguiente: Proc. Gral. Rep. : Tenemos instrucciones del Señor Presidente de la República de tomar personalmente en nuestras manos las investigaciones del hecho trágico que culminó con la muerte del Ingeniero Amín Abel Hasbum. Hágame un relato de los hechos tan pronto se presentó a la casa en que se originó estas muerte. R. : A eso de las seis y minutos llegamos, conjuntamente con el Ayudante del Fiscal, el Teniente Estrella y dos alistados más, a la casa No. 339 de la calle Francisco Henríquez y Carvajal, donde íbamos a hacer un allanamiento. El Ayudante del Fiscal tocó el timbre, se asomó una señora por el balcón, comprobó que andaba el Fiscal, y abrió la casa. Penetramos en ella y el Teniente me ordenó que me quedara en la puerta de salida. Ellos penetraron en la casa con el Fiscal. Al poco rato vi que llegaban el Fiscal, la señora, Amín y el Teniente a la sala, donde tomaron asiento. Allí el Fiscal ordenó que hicieran una requisa, para lo que se les pidió un familiar de la casa para que acompañara, y la señora llamó a la criada que estaba durmiendo. Se levantó la criada y acompañó a Estrella y a los dos alistados más, Pocos momentos después se paró el Fiscal y dijo que iba a hacer una llamada telefónica fuera, porque no había teléfono en la casa. Salió y dijo que volvía dentro de un rato. P. : El no le dijo a quién iba a llamar? R. : Dijo solamente que iba a hace3r una llamada. La señora de Amín quedó con su esposo calmándolo, porque estaba un poco frenético. Ella estaba llorando a la vera de su esposo. Hablaron en voz baja y la señora dijo que iba a cambiarse de ropa porque quería acompañar a su esposo. Se fue y se puso un vestido, porque estaba en traje de dormir. Volvió a la vera de él, estuvieron conversando nuevamente en voz baja, lo que no pude oír porque yo estaba atendiéndolo a él y mirando para las escaleras. Noté que él le secreteó a ella y ella segui9do se levantó y se fue para un pasillo. De ahí él se levantó ágilmente. No pude observar de dónde sacó la pistola; cuando él rastrilló fue cuando me di cuenta de que la tenía. Yo me tiré hacia los escalones donde avanzó él ágilmente sobre mí y cuando estaba en el cuarto escalón él me hizo dos disparos que no me alcanzaron porque estuve defendiéndome en zig-zag. Milagrosamente no fui yo la víctima pues pude defenderme haciéndole un disparo como a tres metros de distancia. Al caer la victima, con los tiros que se produjeron ahí vinieron la gente que estaban requisando la casa, el teniente con dos más, y pude oír la señora decir que le habían matado su esposo. Al poco rato de llegar el Teniente Estrella con los otros, llegó entonces el Fiscal, le dije que me había hecho dos disparos y que yo le hice uno. Entonces el Fiscal ordenó que cogieran la pistola. Cuando la victima cayó, salió otro disparo. p. : Cuando cayó el individuo, usted pudo ver a la mujer? R. : Ella llegó con el Teniente, porque ellos estaban dentro. P. : La esposa dice que a ella la encerraron…. R. : La puerta en ningún momento se cerró. Yo me imagino que a lo mejor él le secreteó a la esposa lo que iba a hacer. Supongo que él trató de eliminarme para fugarse. Yo en ningún momento tuve la intención de quitarle la vida. P. : Usted acaba de declarar que Amín Abel Hasbum estaba sentado secreteando con su mujer algo que usted no pudo oír. Dónde se encontraba usted mientras ellos estaban hablando? R. : En el mismo sitio que me dejó el Teniente Estrella, en la puerta que comunica la sala con los escalones. P. : la sala? R. A dónde manipuló el Ingeniero Amín Abel el arma, dentro o fuera de Dentro de la sala. P. : Cómo usted explica que el Ingeniero manipulara el arma y estando usted en la puerta ese señor saliera? R. : Yo retrocedí porque no tenía abrigo más que los escalones. P. : Por dónde salió él? R. : Por la puerta y cuando llegó a los escalones salió tirando, y entonces yo9 en un zig-zag de cabeza le disparé con mi arma de reglamento. P. : Usted no le tiró de frente al Ingeniero? R. : El bajaba. P. : Dónde lo hirió ´usted? R. : No sé decirle. P. : Cómo le tiraba a usted Amín Abel? R. : De perfil, mirándome a mi. P. : Qué le dijo la señora de Amín al Ayudante del Fiscal cuando éste iba a salir a hacer una llamada? R. : Que no fuera, que no la dejara sola, y él le dijo que volvería seguida. P. : No dijo por qué? R. : No, señor. P. : Quién dijo a usted que le cerrara la puerta a la señora de Amín? R. : agredirme. Eso no es cierto, porque la señora no estaba cuando la victima quiso P. dos? : Los que se encontraban en el momento de la muerte eran ustedes R. : Si, señor, nosotros dos solos. P. : De qué parte del cuerpo de Amín manaba sangre? R. : No pude ver. P. : A qué distancia quedaron uno del otro? R. : El quedó como a cuatro escalones de mí. P. : En que posición quedó él? R. : Boca abajo y yo me quedé donde estaba. P. : Cree usted que siguiendo la dirección del proyectil, cuando se produce el impacto de una bala con el cuerpo, la victima cae en la misma dirección donde ha recibido el impacto, o por el contrario cambia de posición? R. : No sé, porque no me he encontrado en otro problema como ese. P. : Si usted advirtió que el cuerpo cayó boca abajo, no se dio cuenta de dónde manaba sangre? R. : No me di cuenta. P. : Usted no se ha enterado de dónde recibió Amín el balazo? R. : Supe que fue en la cabeza. P. : En qué parte de la cabeza? R. : Dizque fue en parietal y salió por el occipital, según me dijeron en el Escuadrón contra Homicidio. P. : Usted no registró el Ingeniero? R. : Me ordenaron permanecer en la puerta y no me quité de ahí hasta que fui atacado. P. : Usted no vió a nadie registrándolo? R. No, señor, solamente vi cuando llegó la señora, Amín y el Fiscal abrazados. P. En presencia suya, cuál fue la actitud del Teniente? R. : Esperar órdenes del Fiscal. Yo consideré que el elemento estaba registrado ya en la casa. P. : Quiénes estaban en la habitación? R. : El oficial, dos alistados y el Fiscal. P. : Qué tiempo tiene usted en las filas de la institución? R. : 9 años y 4 meses. P. : Usted cree que es normal, cuando se va a hacer una actuación en una casa, no registrar a todos los de la casa? R. P. : : Es anormal, pero a veces existen negligencias. No tiene más nada que declarar? R. : Solamente que nunca tuve la intención de agredirle y que lo hice porque él me atacó. En fe de lo cual se levanta la presente nota que, leída por el compareciente, la encontró conforme, firmando junto con NOS y Secretaria que CERTIFICA. (firmado) HERMOGENES LUIS LOPEZ ACOSTA Raso 1ra. Clase P.N., Cuartel General. APROBADO: Dr. Marino R. Ariza Hernández Procurador General de la República. Pura Rosa C., Secretaria. (nota manuscrita del declarante): “Es insierto, donde dice en la pagina (2) (dos) en la línea No. 12 se lanzo dije avanzo”). 9.- En SANTO DOMINGO, D.N., siendo las 11:30 de la mañana del día 25 VENTICINCO) del mes de SEPTIEMBRE del año 1970 (MIL NOVECIENTOS SETENTA), por ante mí, DR. MARINO R. ARIZA HERNANDEZ, Procurador General de la República, en presencia del Magistrado Procurador General de la Corte de Apelación de Santo Domingo y del Dr. Bienvenido Figuereo Méndez, Abogado Ayudante del Procurador General de la República, asistido de nuestra Secretaria, COMPARECIO: el nombrado RAFAEL D. MEDINA TEJEDA, dominicano, mayor de edad, soltero, Cédula No. 14323, Serie 13, Cabo de la P.N., asignado al Cuartel General, Sección “B”, a quien procedimos a interrogar del modo siguiente: Proc. Gral. Rep. : Tenemos instrucciones del Señor Presidente de la República de tomar personalmente en nuestras manos las investigaciones del hecho trágico que culminó con la muerte del Ingeniero Amín Abel Hasbum. Hágame un relato completo desde el momento en que ustedes llegaron a la casa y resultó muerto Amín Abel Hasbum. R. : En fecha 24-9-70 procedíamos, en compañía del Ayudante del Fiscal, el 1er. Teniente Estrella, el Sargento Mayor Rafael Antonio Portes García y el Raso Hermógenes Luis López Acosta a realizar un allanamiento en la casa del señor Amín Abel Hasbum. A las seis y minutos entramos a la casa donde se pidió permiso para entrar. El Fiscal, el Teniente Estrella, el Sargento Mayor Porte y yo, dejando en la puerta al Raso de Primera Clase Hermógenes Luis López Acosta. Cuando estábamos haciendo el allanamiento por orden del Fiscal, dejamos en la sala al Fiscal, a los esposos y el policía en la puerta. Estando dentro, a los pocos momentos sentimos unos disparos. Tan pronto cesaron, bajamos y encontramos al señor Amín Hasbum en el suelo y al agente López Acosta con el revolver en la mano. p. : Con quién estaba usted en las habitaciones cuando oyó los disparos? R. : Con la sirvienta de la casa, el Teniente y no recuerdo bi9en en ese mismo momento de los disparos quiénes más estaban. P. : la casa? Cuando ustedes iban hacia las escaleras, dónde estaba la señora de R. : No recuerdo si se quedó en una habitación. P. : Habían registrado ya algo? R. : Estábamos registrando. P. : A Amín no lo habían registrado? R. : No, señor, porque la señora dijo que se lo entregaría al Fiscal. P. : Qué tiempo tiene usted en la organización policial? R. : Ingresé el 21 de febrero de 1964. P. : a allanar? Cuál es el primer paso que da un militar tan pronto llega a una casa R. El primer paso, esperar lo que haga el superior. : P. : Usted recuerda cuando llegaron, si procedieron a registrar a todas las personas que se encontraban en la casa? R. : Cuando entramos eran los esposos Hasbum quienes se encontraban. Tan pronto entró el Fiscal le dijo que él era responsable a él –Hasbum- y el Fiscal se quedó con ellos. P. : Usted advirtió si entre Abel Hasbujm, su señora y los miembros de la patrulla se produjo alguna discusión? R. : En ese momento no se produjo. Ahora, si sucedió estando nosotros en las habitaciones, no sé decirle. P. : Usted no vió registrando a Abel Hasbum y a la esposa? R. : No vi que los registraran. P. : Vió como estaba vestido? R. : Me parece que estaba vestido corrientemente, con una camisa. P. : A un policía no se la hace fácil advertir sí una persona tiene algún instrumento entre la camisa y el pantalón? R. : Según el caso. A veces se puede usar un arma y no se le nota. P. : Usted cree que es fácil tener una pistola 45 debajo de una camisa sin que se advierta? R. : Puede ser posible. P. : Cómo se explica que estando sentado Amín Abel Hasbum en la sala de la casa y el policía en la puerta que da a los escalones, permitiera el policía que el primero saliera a los escalones sin que resultara herido? R. : estaba ahí. Yo no puedo explicarle nada de eso, sino el mismo policía que P. : Usted dice que cuando bajó el Ayudante del Fiscal, se encontraba quién cuando encontraron el cuerpo inerte de Amín Abel Hasbum? R. : Me parece que el Fiscal estaba haciendo una llamada y nosotros llegamos casi juntos en el momento en que él llegaba a la mitad de los escalones y ordenó recoger las armas. P. : Con quién regresó el Ayudante del Fiscal? R. : Nosotros andábamos en un carro y él en otro. P. : En qué posición estaba el cuerpo del muerto? R. : Un poco boca abajo, con la cabeza de lado. P. : De dónde vió usted que sangraba el cadáver? R. : De los lados de la cara. P. : Tiene usted algo más que declarar? R. : Nada más. En fe de lo cual se levanta la presente acta que, leída por el compareciente, la encontró conforme, firmando junto con NOS y Secretaria que CERTIFICA. (firmado) Rafael D. Medina Tejeda, Cabo P. N., Cuartel General, Sección “B”. APROBADO: Dr. Marino R. Ariza Hernández Procurador General de la República. Pura Rosa C., Secretaria. 10.- En SANTO DOMNGO, D.N., siendo las 10 de la mañana del día 25 (VEINTICINCO) del mes de SEPTIEMBRE del año 1970 (MIL NOVIENTOS SETENTA), por ante mí, DR. MARINO R. ARIZA HERNANDEZ, procurador General de la República, en presencia del Magistrado Procurador General de la Corte de Apelación de Santo Domingo y del Dr. Bienvenido Figuereo Méndez, Abogado Ayudante del procurador General de la República, asistidos de nuestra Secretaria, COMPARECIO: el DR. TUCIDEDES BALDUINO MARTINEZ HOWLEY, dominicano, mayor de edad, soltero, Abogado Ayudante del Procurador Fiscal del Distrito Nacional, Cédula No. 10796, Serie 8, domiciliado y residente en esta ciudad, calle “Antonio Maceo” No. 32, a quien procedimos a interrogar del modo siguiente: Proc. Gral. Rep. Nacional? R. : : Usted es Ayudante del Procurador Fiscal del Distrito Sí, señor. P. : Fue además quien actuó en el allanamiento donde murió el señor Amín Abel Hasbum? R. : Sí, señor. P. : Tenemos instrucciones del Señor Presidente de la República de tomar personalmente en nuestras manos las investigaciones de ese hecho trágico, por lo que deseamos que usted nos diga, exactamente, con pelos y señales, su actuación desde cuando la Policía lo llamó hasta el momento en que ocurrió el hecho. R. : Yo estaba en mi casa. Aproximadamente fueron a buscarme como a las 5.30 de la mañana en un carro que no preciso el número de la placa, de la Policía, con un choffer vestido de civil, que conozco de vista pero que no sé el nombre. Le pregunté qué deseaba. Me dijo que me mandaban a buscar para hacer un allanamiento y que me esperaban donde se iba a efectuar dicho allanamiento y que la casa estaba rodeada. Al llegar a dicha residencia, situada en la calle “Francisco Henríquez y Carvajal” No. 339, altos, me entrevisté con el Teniente Estrella. Eran ya como las seis menos diez minutos aproximadamente, pero esperamos la hora reglamentaria, que es a las 6 de la mañana de acuerdo con la ley, y a esa hora y minutos nos disponíamos a iniciar las actuaciones, pero primero pregunté a quién iban a hacer el allanamiento, porque no tenía conocimiento, y me comunicaron que al Señor Amín Abel Hasbum. Siendo las seis y cinco minutos llamamos, bajó la señora de la casa, preguntó por el Ayudante del Fiscal e inmediatamente le expresé que era yo. Le mostré la hora y le puse en conocimiento que yo andaba con la autoridad y que tenía que hacer un allanamiento en esa casa. La señora me manifestó que podíamos entrar y allanar y a la vez que su esposo estaba dentro. Entramos, el esposo estaba en la habitación. P. : Y con quién entró usted? R. : policía. Con el Teniente Estrella, dos o tres vestidos de civil y uno vestido de P. No sabe usted los nombres de ellos? : R. : No preciso ahora mismo, pues solamente conocía al Teniente Estrella. Luego la señora nos dijo que como ella estaba en bata de dormir, que le permitiéramos vestirse y a su esposo dentro de la habitación, pero cerrada. No se le permitió} que se encerraran porque un allanamiento es un allanamiento, pero ella se fue a un lado del cuarto y se puso el vestido correspondiente. Después se le practicó a él un registro y tanto él como la señora se sentaron en la sala en unas sillas. P. : Cuando se le registró, no tenía arma encima? R. No, señor, no la tenía. Al notar que los esposos estaban muy nerviosos, requerí que la sirvienta de la casa también se quedara allí en presencia de mi persona y de los agentes policiales vestidos de civil y se comenzó a registrar uno de los aposentos de la casa. Mientras tanto, la señora de Amín Abel Hasbum me llamó para expresarme que yo era el Fiscal y que deseaba que los condujera a los dos a la Policía, lo que solicité en razón de que es costumbre solamente conducir al allanado en estos casos. Por ese motivo dejé en uno de los aposentos a la sirvienta y a los dos policías que estaban requisándolo para poder conversar con la señora que me había llamado, y quien estaba muy nerviosa. En vista de esa situación le expresé a los esposos que yo iba a bajar a hablar por teléfono con el Coronel Regalado para exponerle la situación. Inmediatamente fui a buscar al choffer y me trasladé a una bomba de gasolina que está situada aproximadamente a cuatro cuadras de la casa, porque cerca no había ningún comercio abierto por lo temprano de la hora. Hablé por teléfono con el Coronel. Le comuniqué que Amín Abel, el allanado, estaba en la casa donde se estaba efectuando el allanamiento y que la señora estaba sumamente inquieta y nerviosa y que deseaba acompañarlo a la Policía. El Dr. Arzeno Regalado me manifestó que estaba bien, que los condujera a los dos a su presencia. Luego me devolví para la casa del allanamiento y en el camino oí unos cuantos disparos. Al llegar a la San Martín, de donde se ve el balcón de la casa, vi a la señora de Amín Abel llorando y vociferando en el balcón, y al llegar al frente de la casa contemplé desde la calle al señor Amín Abel Hasbum en la escalera tirado y bañado en sangre, con un arma, pero no puedo precisar si en la mano o al lado. Ya en ese momento se estaban montando en un carro todos y yo les vocée que fueran conmigo al Escuadrón contra Homicidios para que allí se hiciera la investigación en relación a los sucesos ocurridos en mi ausencia. P. : Expresó la esposa de Amín Abel Hasbum que ella le dijo a usted que no la dejara sóla, porque si la dejaba sóla iba a ocurrir el hecho acontecido. Qué dice usted a eso? R. : Yo le manifesté a ella: “Señora, al usted manifestarme su deseo de acompañar a su esposo a la Policía y en vista de su estado de animo, voy a bajar a consultar con el Coronel Regalado el caso”. P. : Entonces, ella consintió en que usted fuera? R. : Yo entiendo que sí, porque se quedó callada. Ella lo que me expresó textualmente fue lo siguiente: “Yo deseo acompañar a mi esposo a la Policía y no quiero que usted se vaya sin complacerme”, y yo le contesté que para acceder a esa petición de ella, tenía que preguntarle al Coronel, porque la costumbre es llevar al allanado. P. : Usted no cree que siendo un Ayudante del Procurador Fiscal, su deber era entrar a la casa, comprobar el estado del muerto y haber hecho ahí mismo una investigación en relación con el caso, levantando el acta correspondiente, y no haberse ido inmediatamente en otro vehículo? R. : Usted comprenderá que esos hechos ocurridos en mi ausencia, yo no los presencié, e inmediatamente se aglomeraron muchas personas y yo no podía solo quedarme en ese lugar. Además, mi estado de salud no me lo permitía, ya que sufro de presión baja. P. : Cuando usted llegó ahí, cuántos policías había en la casa? R. civil. : El Comandante Estrella se quedó en el asa y dos o tres vestidos de P. : en el asa? Y cuando usted salió a hablar con el Coronel, quiénes se quedaron R. : El Comandante Estrella. P. : Y él estaba ahí cuando usted regresó de la bomba de gasolina? R. : Ellos estaban subiéndose a los carros, inclusive el Teniente Estrella. P. : Entonces, ellos no esperaron a que usted llegara para retirarse, siendo el representante de la justicia? R. : Estaban subiéndose ya a los carros. P. : Cuál fue la actitud asumida por los miembros que integraban la patrulla que actuaron en el allanamiento conjuntamente con usted cuando retornó que encontró examine el cuerpo de Amín Abel Hasbum? R. : carros. No llegué a conversar con ellos porque ya estaban subiéndose a los P. : Usted se fue con ellos en los primeros vehículos? R. : Yo me fui con el choffer que me fue a buscar a mi casa. P. : Quién lo acompañó en el retorno? R. : El choffer solamente y ellos iban adelante y yo atrás. P. : Ellos no dieron tiempo a que usted los interrogara? R. : No, porque se fueron seguida. P. : Usted no hizo ninguna investigación ni levantó acta de lo ocurrido? R. : No, señor, en el momento no lo hice tomando en consideración los hechos acontecidos y mi estado de animo frente a esos hechos y a la aglomeración que había. P. : Después lo hizo? R. : No, señor. P. : Mientras usted permaneció realizando el allanamiento, observó si entre los ocupantes de la vivienda y los miembros de la Policía actuante se produjo ya sea verbal o físicamente algún estado de violencia? R. : En mi presencia no pude observar nada. P. : Estrictamente en la casa se encontraban los esposos, la sirvienta, usted y los policías? R. : Tres policías vestidos de civil, uno o dos policías, la sirvienta, Amín y la esposa y la niña. P. : De dónde emanó una orden para hacer el allanamiento? R. : Del Departamento Secreto. P. : Ustedes retornaron al Departamento Secreto? R. : Sí, señor. P. : Una vez retornados ahí, qué actitud asumió usted, al igual que la policía? Qué se investigó? R. : En presencia de los miembros y del mayor Herasme, yo informé lo antes expuesto. P. : Y ellos, qué dijeron respecto del caso? R. : Las versiones que oí de ellos mismos fue que la señora le pasó un arma a su esposo y que éste tiró y que ellos habían encontrado el arma en la casa. P. : Usted no sabed si el tiro pegó el alguna puerta? R. : No sé decirle, porque yo no estaba ahí. P. : Cuando usted llegó a la sala de la casa de Amín con los agentes policiales, usted oyó decir algo a Amín? R. : A mi no me dijo nada. P. : Entonces, usted no oyó hablar a Amín? R. : No dijo nada. Después de los hechos yo llamé al Magistrado Pérez Aponte poniéndolo en conocimiento de los hechos acontecidos y para que conversáramos ambos sobre el particular. P. : Usted fue designado por el Fiscal para esas gestiones o estaba asignado para actuar en los allanamientos que realizara la Policía? R. : Estaba asignado a la Policía para los allanamientos. P. : No tiene algo más que declarar? R. : Nada más.. En fe de lo cual se levanta la presente acta que, leída por el compareciente, lo encontró conforme, firmado junto con NOS y Secretario que CERTIFICA. Dr. Tucídedes Martínez H., Declarante. APROBADO: Dr. Marino R. Ariza Hernández Procurador General de la República. (firmado) Pura Rosa C., Secretaria.