CONCEPTO Y EXTENSIÓN DEL LENGUAJE HUMANÍSTICO Si el término humanístico se asocia al humanismo renacentista, en donde el hombre se convierte en el centro de la vida y de la cultura, con la denominación disciplinas humanísticas se hace referencia a las diversísimas materias que tienen por objeto estudiar al hombre de forma integral: su historia, su bagaje cultural, su pensamiento, sus comportamientos, sus actividades, etc. La delimitación del objeto de cada una de las parcelas humanísticas y la utilización de un método apropiado de trabajo e investigación han supuesto la consideración de muchas de ellas como «ciencias». Así, se habla de ciencias humanísticas o humanas (término más moderno) frente a ciencias físicas o de la naturaleza. De todos modos, no deben establecerse diferencias radicales por cuanto los límites, a veces, son difusos. El número de materias que integran el grupo de «ciencias humanísticas» es diverso y heterogéneo: Antropología: Estudia al hombre como ser natural y social. Derecho: Establece las normas que regulan las relaciones. Economía: Crea bienes. Tiende a la formalización lingüística. Está de plena actualidad. Estética: Se preocupa del arte y de lo bello. Ética: Estudia los principios básicos del comportamiento. Filosofía: Se dedica al conocimiento profundo del mundo y del hombre. Geografía: Estudia el hábitat y el entorno físico. Historia: Recoge la tradición y la cultura del pasado humano. Lingüística: Estudia el lenguaje, vehículo cultural. Literatura y crítica literaria: Abarca el ámbito de la creación literaria y el comentario de las obras. Pedagogía: Se centra en los temas y métodos educativos. Periodismo: Trata de los medios de comunicación. Semiología: Estudia los sistemas de signos comunicativos. Sociología: Estudia la vida del hombre en convivencia. El listado podría continuar: psicología, demografía, biología del comportamiento, ecología, sexología, etc. CARACTERÍSTICAS DEL LENGUAJE HUMANÍSTICO Rasgos generales (no propiamente lingüísticos) Una primera consideración es la amplitud del campo referido a lo humanístico. Muchas son las materias, aunque algunas —como derecho, periodismo y creación literaria— se abordan de manera específica en otros temas. Otro rasgo que define estas disciplinas es el predominio acentuado del planteamiento teórico, sin negar el valor experimental de carácter científico de la mayoría: economía, sociología, psicología, lingüística, pedagogía, etc. Todas encierran un interés informativo, de donde se deduce el carácter educativo y didáctico. La mayor parte de estas disciplinas son asignaturas de Bachillerato o de Universidad. La forma más común de presentación es la lengua escrita mediante tratados, estudios, artículos, ensayos, etc., aunque los temas también se divulgan a través de la vía oral en simposios, conferencias, exposiciones didácticas, documentales y vídeo-cassettes. El pensamiento filosófico ha ejercido una influencia determinante sobre todas las especialidades de las ciencias humanas. Rasgos propiamente lingüísticos El lenguaje de estas materias es, en general, doctrinal porque va destinado a la instrucción o enseñanza de conocimientos, ideas, experiencias, etc., y especulativo por su carácter reflexivo. Pero, de manera más concreta, puede hablarse de: A. Rasgos léxicos El léxico procede en su conjunto de la lengua común. Cada disciplina lo adapta y lo ensancha según la temática que trate; de ahí que todas posean una cierta terminología propia. Como en otros lenguajes, puede hablarse de: Vocabulario común no especializado: angustia, progreso, etc. Tecnicismos que, sin llegar a ser peculiarmente científicos, responden a contenidos claramente específicos: endogrupo, enajenación, interacción... (sociología); entronización, cosmogonía, esquimal... (antropología); dividendo, financiación, fluctuación... (economía); inconsciente, esquizofrenia, emoción... (psicología); gnosticismo, esencia, noético («inteligible»)... (filosofía), etc. Cultismos: postrero, idolatría, egocentrismo, monopolio, déficit, status, entropía, idiosincrasia, hipergamia, etc. Neologismos: El número de palabras nuevas, surgidas mediante los procedimientos de composición y derivación, es extenso: interdisciplinaridad, curricular, conflictividad, ecosistema, multinacional, fenomenología, dialogicidad, matricentrica, etc. Préstamos: tótem, input («entrada»), output («salida»), behaviorismo («conducta»)... del inglés; vaudeville («comedia ligera»), pastiches («plagios»), belvedere («mirador»)... del francés; tabú, del polinesio, etc. Arcaísmos: Se emplean por un afán de precisión, por el sentido íntegro que mantienen y por su alto valor expresivo: fastos («festivos»), concejo («ayuntamiento»), de suso («de arriba»), garrido («gallardo»), descaecimiento («flaqueza»), etc. Acrónimos: Estas palabras formadas por siglas están en constante desarrollo en la actualidad. Baste recordar: IPC (Indice de Precios al Consumo), PIB (Producto Interior Bruto), IVA, etc. Palabras abreviadas. Son palabras acortadas por necesidades de espacio o por clara deducción contextual: c/c («cuenta corriente»), art. («artículo»), cap. («capítulo»), d/f («día-fecha»), etc. Términos especulativos: Constituyen este grupo palabras que han penetrado en todas las materias humanísticas por influencia de la filosofía: pensamiento, razonamiento, ente, esencia, experiencia, entelequia, utopía, idealismo, abstracción, etc. B. Rasgos y exigencias gramaticales La construcción oracional en los textos humanísticos es ordenada, puesto que va dirigida a reforzar la claridad expositiva. Este rasgo va acompañado de otros más concretos: Proliferación de nombres abstractos: subvención, pulcritud, inducción, modelación, liberación, iniciación... La mayor parte se ha formado mediante derivación, sobre todo con sufijos: —De adjetivos: modernidad, oportunidad, sensibilidad... —De verbos: aceleración, transmigración, crecimiento... —De sustantivos: reforzamiento, simbolismo, motivación... Frecuente uso de aposiciones, explicaciones e incisos: testimonio, pieza esencial...; «Esta misma oposición, tan usada hoy por los que no quieren trabajar, entre la razón y la vida, es ya sospechosa » (ORTEGA Y GASSET, Meditaciones del Quijote). Utilización de sustantivo + adjetivo: capas poblacionales, situación social, deuda pública, alíeración mental, duda metódica... También aparece el adjetivo antepuesto al sustantivo, aunque es menos frecuente: grandes cifras, ciertos rumores... Uso de sustantivo + S. Prep (CN): superación de la contradicción, curso natural de las cosas, balanza de pagos... Hay un predominio de los tiempos verbales de indicativo, principalmente el presente con valor histórico y atemporal y los pasados: Hay en la forma lo mismo que había en e/fondo. Pero también pueden encontrarse tiempos de subjuntivo: A vancemos en el tema; Si fuere como dices, no valdría el análisis ideal... Frecuentemente se encuentran perífrasis verbales: Se fue haciendo a la idea; Comienza a preocuparse de la técnica novelesca; La materialidad queda suplantada y vivimos alucinados... Empleo de formas no personales del verbo sin formar parte de perífrasis: «La reminiscencia, al alejar los objetos, los purifica e idealiza, quitándoles sobre todo esa nota de aspereza que aun lo más dulce y blando posee... » (ORTEGA Y GASSET, Meditaciones del Quijote). La tercera persona es la más usada: La línea trágica es inevitable, tiene que formar parte de la novela... Pero para dar más viveza y expresividad se usa la primera en singular: Pretendo decirlo claramente.., o en plural con valor asociativo: Cada concepto es literalmente un órgano con que captamos las cosas... Dominan obviamente las oraciones enunciativas. Hay una inclinación por la oración compuesta por este tipo de textos, quizá debido a la elaboración reflexiva. Son abundantes las citas y referencias para avalar un comentario o sostener una opinión: Reflriéndose a la Cena de Leonardo da Vinci en el refectorio de Sta. María, Ortega dice en La deshumanización del arte, pág. 107: «Pasó la estancia a ser hospedaje de soldados que se entretuvieron en apedrear a los apóstoles. Aún más: en 1720 Bellotti se encarga de repintar/a y en 1770 Mazza vuelve a restaurar/a». C. Rasgos estilísticos y semánticos La función del lenguaje que domina en los textos humanísticos es la referencial o representativa por la búsqueda de la objetividad. A su vez, son textos marcados por la presencia de un cierto tono personal, por lo que puede hallarse función expresiva. Cabría decir que estos textos están dotados de una cierta subjetividad objetiva. Como notas de estilo se prefieren la claridad expositiva y la sencillez expresiva. El carácter expresivo se ve reforzado en algunos textos, sobre todo ensayísticos, con artificios o recursos literarios —muestra clara de la función poética—, como acumulación de adjetivos, enumeraciones, metáforas, atenuaciones, antítesis, recurrencias, etc. El vocabulario preferido en líneas generales es el abstracto, que permite la generalización, la reflexión teórica y la idealización. Pero, además, son textos de léxico rico, por cuanto se recurre a la sinonimia, y de matices significativos variados, al incluirse en ocasiones el fenómeno de la polisemia. De este último rasgo deriva la ambigüedad textual, problema que influye en la interpretación de los conceptos vertidos. A pesar de todo, el objeto de los textos humanísticos es lograr una expresión denotativa, ordenada, clara y objetiva. Presentan una variedad de formas que van desde el texto de economía de frase aséptica y desnuda de expresividad hasta el texto ensayístico rayano en lo literario. Puede añadirse que en estos textos hay influencias conceptuales y terminológicas —con cierta resonancia ideológica y doctrinal— entre las distintas materias: autenticidad, justicia, imposición, intención, regresión, dominio, prestigio, etc. Ordenación del contenido de los textos humanísticos Método de trabajo En líneas generales no difiere excesivamente del de los textos científicos, aunque cada texto presenta una disposición peculiar en razón del tema, el objetivo y el autor. Lo que les une es la preocupación por el desarrollo ordenado; de ahí que pueda hablarse también de método deductivo e inductivo. Tanto para su elaboración como para el análisis, los textos humanísticos pueden presentar las ideas de la siguiente forma: 1. Analizante (o deductiva): Idea esencial al principio y sucesivas explicaciones 2. Sintetizante (o inductiva): Explicaciones particulares al principio e idea esencial al final. 3. Paralela: Ideas sucesivas de igual valor. 4. Encuadrada: Una idea esencial al inicio y otra importante, a modo de conclusión, al final. 5. Concéntrica: Si la idea principal se halla en el centro y en torno a ella gira la explicación. Idea ( i) Idea ( i´´) Idea ( f) 1 Idea ( f) 2 3 Encuadrada o Circular DeductivaInductiva Idea Concéntrica Idea ( i´) Paralela Analizante o Deductiva Idea ( i) Idea ( i) Sintetizante O Inductiva Idea ( f) 4 5 Formas de expresión lingüística El medio de divulgación de los textos humanísticos es principalmente la lengua escrita. Entre las formas de expresión (o elocutivas) utilizadas, señalamos las siguientes: * Exposición: Presentación ordenada y objetiva de ideas. *Argumentación: Es un procedimiento dialéctico válido para la polémica. Se emplean pruebas argumentativas para mantener las afirmaciones (tesis) y convencer, y objeciones para refutar. Hay muchos procedimientos de argumentar, entre ellos: —Deductivo. La forma típica es el silogismo aristotélico. —Inductivo: Argumento de lo particular a lo general. —Analógico: Se basa en la semejanza de objetos. —Testimonial (o de autoridad): Se recurre a las opiniones de pensadores, investigadores del tema, etc. La argumentación suele aparecer en medio de la exposición. En una y en otra predomina la comunicación de ideas y opiniones. Ahora bien, frente a los argumentos correctos existen los incorrectos —llamados sofismas— por ignorancia, por equívoco, por falsa causa, por falsa analogía y por mala observación. * Dialéctica: Conjunto de procedimientos que se utilizan para defender tesis sostenidas y refutar las del contrario. Se utiliza en los debates al contraponerse ideas opuestas. La argumentación es una forma dialéctica. Escritos humanísticos Estructura o esquema para la exposición de temas humanísticos * Artículo humanístico: Se trata de un género de corta extensión publicado en revistas o periódicos en tono sereno, dotado de claridad y de rigor analítico sobre temática humanística. * Tratados monográficos (tesinas y tesis): Versan sobre temas muy definidos. Exigen rigurosidad en la planificación, en la investigación y en la elaboración final. Son de extensión muy amplia, aunque variable. Tienen un carácter científico. * Estudios críticos y comentarios sobre temas tratados en otras obras o creaciones anteriores. Pueden constituir libros independientes o integrarse al principio de la obra comentada. * Ensayo: Es un género del que se ha hablado en el tema del lenguaje científico. Conviene recordar algunas características: —Extensión variable. —Visión objetiva-subjetiva. —Uso de recursos expresivos y poéticos en ocasiones. —Temática variada y sin demostración necesariamente científica. Essais (1597), de Montaigne, es la primera obra de este carácter, y el desarrollo del ensayo ha sido vertiginoso. En España hay autores importantes: Larra, Clarín, Unamuno, Ortega y Gasset, E. D’Ors, G. Marañón, J. Maragall, J. Bergamín, Laín Entralgo, J. Marías, J. L. Aranguren, J. Goytisolo, R. Gullón... GUÍA PARA EL COMENTARIO DE UN TEXTO HUMANÍSTICO. Cualquier texto es el resultado de la conjunción de las tres operaciones conocidas: invención de ideas, disposición y redacción final (o aplicación de la elocución o formas de expresión). Todo comentario sobre un texto dado debe incluir las ideas expuestas, el orden que siguen y las formas lingüísticas usadas. Por ello se propone la siguiente guía o modelo de análisis. 1. Estructura del contenido, una vez leído atentamente: —Se segmentan las partes y se subraya la idea esencial. —Se esquematizan las ideas con numeración clara. —Se explica su disposición: analizante, sintetizante... 2. Síntesis o resumen. Se fusionan las ideas de forma coherente y abreviada mediante una exposición clara y sencilla. 3. Determinación del tema, condensado en una frase. 4. Características del lenguaje: —Rasgos léxicos: Términos dominantes sobre todo. —Rasgos morfosintúcticos: Oraciones, relaciones, etc. —Rasgos estilísticos y semánticos: Funciones del lenguaje, tono general, connotación-denotación, polisemia... —Formas de expresión: Exposición, descripción, argumentación, dialéctica, narración, etc. 5. Conclusión: Tipo de texto y clase de escrito. TEXTO HUMANÍSTICO (Algunas claves, en forma de guión, para empezar el análisis) Los textos humanísticos tienen un propósito, una organización, una forma de expresión, situación comunicativa, nivel de comunicación, función del lenguaje predominantes y expresión lingüística relativamente comunes y que responden, siguiendo este esquema: Propósito: Investigar un tema, darlo a conocer (comunicarlo) o/y enseñarlo (propósito didáctico) Organización: Expositiva/ Lógica/ Ordenada (Estructura deductiva/inductiva) Forma de expresión: Exposición/ Argmentación/ Dialéctica Situación comunicativa: Artículos, Ensayo, Textos didácticos, Discurso Nivel de comunicación: Exposición clara y uso terminológico teórico, claro y adecuado. Función del lenguaje: Representativa(pocas veces Metalingüística), Expresiva.... Expresión lingüística: Oraciones enunciativas, explicaciones, defensa de tesis, relaciones con la realidad, análisis, aclaraciones, condiciones, causas, consecuencias, citas presen tes, perífrasis, asociaciones, referencias temporales-espaciales (t. históricos)/ Rasgos lingüísticos: a) rasgos léxicos b) rasgos y exigencias gramaticales c) rasgos estilísticos y semánticos ( Ejemplo) UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA PRUEBAS DE APTITUD PARA EL ACCESO A LA UNIVERSIDAD ALUMNOS DE BACHILLERATO L.O.G.S.E EJERCICIO DE: LENGUA ESPAÑOLA TIEMPO DISPONIBLE: 1 h. 30 m. Se valorará el uso de vocabulario y la notación científica. Los errores ortográficos, el desorden, la falta de limpieza en la presentación y la mala redacción, podrán suponer una disminución hasta de un punto en la calificación, salvo casos extremos. Otra vía universalizadora de la educación consiste en ayudar a cada persona a volver a sus raíces. Es un propósito muy publicitado en la actualidad, pero notoriamente malentendido o incluso emprendido en sentido inverso al que resultaría lógico. Desde luego hablar de "raíces" en este caso es puro lenguaje figurado, porque los humanos no tenemos raíces que nos claven a la tierra y nos nutran de la sustancia fermentada de los muertos, sino pies para trasladamos, para viajar o huir, para buscar el alimento físico o intelectual que nos convenga en cualquier parte. Admitamos sin embargo la metáfora, que tanto agrada a los nacionalistas ("recuperemos nuestras raíces"), a los entusiastas de la etnicidad ("conservemos la pureza de nuestras raíces"), a los integristas religiosos ("la raíz de nuestra cultura es cristiana, o musulmana, o judía") y a los integristas políticos ("la raíz de la democracia está en la libertad de mercado"), etc. En la mayoría de estos casos, la apelación a las raíces significa que debemos escardar de nuestro jardín nativo cuantas malezas y hierbas advenedizas turben la enraizada armonía de lo que supuestamente fue plantado en primer lugar: también que cada cual, dentro de sí mismo, debe buscar aquella raíz propia e intransferible que le identifica y le emparienta con sus hermanos de terruño. Según esta visión, la educación consistiría en dedicarse a reforzar nuestras raíces, haciéndonos más nacionales, más étnicos, más ideológicamente puros... más idénticos a nosotros mismos y por tanto inconfundiblemente heterogéneos de los demás. La única universalidad que admite este planteamiento es la universalidad de las raíces: es decir, que todos y cada uno tenemos las nuestras, universalmente encargadas de sujetamos a lo propio y de evitar que nos enredemos confusamente con frondosidades ajenas. Pero esta utilización metafórica de las raíces puede ser invertida y eso es precisamente lo que ha de intentar la educación universalista. Porque si nos dejamos llevar por la intuición, y no tanto por la erudición botánica, aquello en lo que más se parecen entre sí todas las plantas es precisamente en sus raíces, mientras que difieren vistosamente por la estructura de sus ramas, por su tipo de follaje, por sus flores y sus frutos. El caso de los humanos es muy semejante: nuestras raíces más propias, las que nos distinguen de los otros animales, son el uso del lenguaje y de los símbolos, la disposición racional, el recuerdo del pasado y la previsión del futuro, la conciencia de la muerte, el sentido del humor, etcétera, en una palabra, aquello que nos hace semejantes y que nunca falta donde hay hombres. Lo que ningún grupo, cultura o individuo puede reclamar como exclusiva ni excluyentemente propio, lo que tenemos en común. En cambio, todo el resto -las variadísimas fórmulas y formulillas culturales, los mitos y leyendas, los logros científicos o artísticos, las conquistas políticas, la diversidad de las lenguas, de las creencias y de las leyes, etc.- son el variopinto follaje y la colorista multiplicidad de flores o frutos. Es el universalista el que vuelve sobre las profundas raíces que nos hacen comúnmente humanos, mientras que los nacionalistas, etnicistas y particularistas varios siempre van de rama en rama, haciendo monerías y buscando distingos. TEXTO HUMANÍSTICO -Aproximación al desarrollo de la pregunta “Tipo de texto1”(“Otra vía universalizadora de la educación consiste en ayudar a cada persona a volver a sus raíces...”) Este texto puede incluirse en el tipo de discurso expositivo-argumentativo de modalidad divulgativa, propio de los artículos humanísticos (es probable, además, que este escrito haya aparecido en la prensa, por lo que, de ser así, estaríamos ante un texto periodístico de opinión). El hecho de que el contenido global se centre en aspectos propios del hombre, como el “volver a las raíces”, educación universalista y nacionalista, actitudes sociales, religiosas, políticas o las referencias concretas al lenguaje humano, a su raciocinio, a su pensamiento, a su actitud ante la vida, etc. hace que consideremos este fragmento como parte de un texto propiamente humanístico. Y, como tal, este texto humanístico2, más artículo que fragmento de un ensayo, utiliza el lenguaje propio de este tipo de textos (ver más abajo los rasgos lingüísticos y exigencias gramaticales), se estructura dentro de un método de trabajo que ordena y distribuye el contenido de acuerdo a una determinada organización (estructura3 deductiva-inductiva), responde a un propósito didáctico con una clara intención persuasiva en defensa de una tesis, basándose en argumentos de semejanza y consecuencia, y todo ello sin dejar de lado la preocupación estética en el uso del lenguaje –función poética-, aunque en todo el texto predominen las funciones expresiva y referencial. El autor toma como punto de partida (tesis inicial4) la valoración que debe darse a la “vía universalizadora de la educación para conducir al hombre a sus verdaderas raíces”. A partir de aquí, y tras afirmar que el concepto “volver a las raíces” puede ser malinterpretado, expone argumentos a favor y en contra de la educación nacionalista frente a la universalista, valiéndose para ello en la comparación metafórica “raíces de las plantas” y “raíces del hombre”. Llega al final a la conclusión (tesis final) de que la educación universalista protege al hombre de esas otras educaciones particularistas, localistas y/o nacionalistas. Al tratar un tema humanístico como la educación, aunque lo haga más bien desde un punto de vista plural, sociológico-filosófico-político, las consideraciones y opiniones no pueden ser verificables; por ello, busca el autor ejemplos de la vida común a través de la comparación entre raíces y plantas, lo que les distingue y lo que les iguala (visión metafórica y lógico-intuitiva). Para que el lector, nosotros, participemos de sus reflexiones, busca el autor del texto nuestra complicidad mediante la primera persona del plural: los humanos no tenemos raíces, admitamos, debemos escardar, haciéndonos, todos y cada uno tenemos las nuestras, si nos dejamos llevar, etc. 1 Criterios de corrección para el “Tipo de Texto” > Pregunta 4. Se espera que el alumno ofrezca una caracterización global del tipo de texto, fundamentada en la distribución del contenido y en los recursos lingüísticos empleados. Lo importante es que el alumno justifique lo que postule. También se espera que sea capaz de valorar los niveles y registros en los que se mueve el autor del texto. El texto del examen posee muchos rasgos característicamente argumentativos. Debería destacarse también la presencia de tecnicismos, si los hubiere, así como los rasgos coloquiales del último párrafo o el juego de palabras, etc. etc. 2 Texto humanístico (Algunas claves, en forma de guión, para comenzar el análisis).Ver “Ordenación del contenido de los textos humanísticos”. 4 En este párrafo hablamos de la distribución del contenido (expositivo-argumentativo); distribución que se basa en 3 Este uso de primera persona del plural nos acompaña a lo largo del texto, y es a través de este hilo conductor que se marca el enfoque personal y subjetivo desde la línea cuatro. Enfoque personal5 que observamos, sobre todo, en las afirmaciones contundentes (consiste en ayudar...; notoriamente malentendido......; hablar de esto es puro lenguaje figurado...; debemos escardar...; no tenemos raíces.....; es el unversalista el que vuelve sobre las profundas raíces....; los particularistas siempre van de rama en rama...), en el uso de perífrasis modales (debemos escardar, debe buscar, puede ser invertida, ha de intentar, puede reclamar, etc.), en las modalidades oracionales propias de la argumentación: proposiciones causales para responder a una reflexión anterior ( porque los humanos ......; porque si nos dejamos llevar...; ), coordinadas adversativas como propuestas de contraste (es un propósito......, pero notoriamente ..../ no tenemos....., sino pies...../ admitamos sin embargo ..../ Pero esta utilización ....../ En cambio., todo el resto.../ etc.), coordinadas explicativas que se suman al uso de incisos entre guiones, utilización de dos puntos, paréntesis, puntos suspensivos, reafirmándose el objetivo de presentar con claridad las distintas argumentaciones (“la única universalidad es ...: es decir...../ el caso de los humanos es muy semejante: nuestras raíces...; fue plantado en primer lugar : también que cada cual ..../ -las variadísimas fórmulas..... - / (“conservemos..)./ (recuperemos), etc./ más ideológicamente puros ...../ , etc.). Las proposiciones condicionales6, que invitan al receptor a imaginarse una situación como hipótesis probable, también están presentes en el texto (“Si nos dejamos llevar...”). Los artículos humanísticos, críticos, ensayos, se desarrollan atendiendo a tres objetivos básicos: coherencia, claridad e influencia afectiva. Precisamente la cohesión se manifiesta aquí por esos tres procedimientos lingüísticos que revelan el orden interno del texto: repetición (se repiten varias veces las palabras“raíz/raíces”,“educación”, “universalista / universalizadora / universalidad”,“nacionalistas”, “integristas”, “humanos”, “plantas”, “más” –como elemento intensificador de adjetivos-, ); la sustitución (“sentido inverso/ utilización invertida”; “malezas, hierbas”; “fórmulas, formulillas”,;“etnicidad/etnicistas”, “exclusiva, excluyentemente”; y, en algún caso enumerativa, como “trasladarnos, viajar, huir”; “follaje, flores, frutos” ); y finalmente en este apartado hablaremos de los marcadores textuales, tales como aclaraciones “es decir”, o conectores de causa (“porque”), de consecuencia “desde luego...”, de finalidad “para buscar..” o con valor contrastivo (“en cambio...”), o de manifestación de certeza (“ La única universalidad.... es la universalidad de las raíces”). Hay otros conectores con valores tan diversos como los de generalización (“En la mayoría de los casos”), de relación temporal y puntualización (“en la actualidad”, “eso es precisamente”), enumeración (a los nacionalistas, a los entusiastas.., a los integristas ..., a los...), de relación temática (“según esto...”), etc.7 El texto, aunque sintácticamente complejo, pues abundan las proposiciones coordinadas y, sobre todo, las subordinadas, que establecen las distintas relaciones lógicas, persigue también como objetivo la claridad, no sólo por su estructuración circular (tesis inicial +exposición/argumentación+ tesis final/conclusión), sino también por los rasgos lingüísticos utilizados –algunos ya enumerados- como el uso de incisos entre comas, rayas y paréntesis, dos puntos, aposiciones, uso de la conjunción “O” con el valor de identificación o equivalencia, definiciones, aclaraciones, enlaces explicativos, repetición de palabras, elementos ordenadores del pensamiento (conectores). La influencia afectiva8 la marca el acercamiento constante y la complicidad conseguida entre el autor y el lector, acercamiento que consigue por la utilización de recursos lingüísticos propios de la función expresiva (actitud subjetiva del autor a lo largo de todo el fragmento, su valoración personal, el uso de la 1ª la estructura circular o de encuadre 5 Me he servido del modelo que os entregué sobre el texto periodístico (aquel que hablaba de“Operación Triunfo”) 6 Ver apuntes de “Lengua Española”> Proposiciones subordinadas adverbiales condicionales ( “prótasis / apódosis”) 7 Apuntes sobre “Textos” 8 Apuntes sobre “Textos” persona plural –ya hemos hablado de ello-, y la postura valiente, emotiva, casi pasional, que asume en la crítica y en el rechazo a los valores relacionados con lo particularista, lo nacionalista, lo individualista). Este carácter expresivo se ve reforzado con artificios o recursos literarios –muestra clara de la función poética- que no vamos a detallar ahora (enumeraciones, acumulaciones de adjetivos, metáforas, antítesis, recurrencias), pero como botón de muestra sirve la lectura detenida de las líneas 3-4-5-6. En cuanto a los rasgos léxicos y exigencias gramaticales9, quiero destacar el uso delimitador del adjetivo para concretar el significado de sustantivos y para precisar con más exactitud/rigor el campo conceptual en que el autor se mueve, especialmente en el caso de los sustantivos abstractos –que forman parte del universo mental del hombre- (“vía universalizadora”, “propósito muy publicitado, malentendido, emprendido...”, “educación universalista/ nacionalista”, “integristas políticos/religiosos”/, “lenguaje figurado”, “fórmulas culturales”, “raíz propia e intransferible”, “utilización metafórica”, “erudición botánica”, “logros científicos y artísticos”, etc.). En estos ejemplos observamos un léxico específico –nivel culto- que gira en torno al mundo de la educación, de la sociología, de la política, del lenguaje, y hasta de la propia filosofía; léxico que forma parte de un vocabulario, en líneas generales abstracto, que permite la generalización, la reflexión teórica y la idealización. Además el texto se nutre de un léxico muy rico y muy variado, apoyándose el autor en elementos claramente recurrentes (por repetición léxica, sustitución léxica sinonímica, uso de palabras pertenecientes a un mismo campo conceptual –campos semánticos diversos-). EL “TIPO DE TEXTO” (Selectividad LOGSE-Anaya,2000) Asociado con esta hoja, se propone la lectura de varios de los modelos entregados para subrayar, en rojo y en la línea correspondiente, el número que se relaciona con cada uno de estos aspectos: 1.- Tipo de discurso (expositivo-argumentativo, modalidad divulgativa.....) 2.- Relación autor-receptor ( y finalidad del acto comunicativo) 3.- Medio de difusión en el que ha podido aparecer el texto. 4.- Estructuración del texto por el autor. 5.- Tema y encuadre del mismo en alguna disciplina (humanístico, científico,...) 6.- Aparición o no de citas de autor o de “nombres propios”. 7.- Acercamiento, implicación, complicidad ..... buscada por el autor ? 8.- Enfoque: subjetivo/ objetivo (argumentos morfosintácticos y/o de puntuación) 9.- Complejidad/Sencillez sintáctica (registro lingüístico utilizado) 10.- Uso de Conectores e intencionalidad (Causales, concesivos, adversativos, etc.). 11.- Función que cumple el texto (ver intención) 12.- Estilo utilizado en el mensaje. 13.- Finalidad que pretendemos al emplear el lenguaje (funciones lingüísticas relevantes) 14.- Presencia o no de adjetivos valorativos. 15.- Predominio o no de sustantivos abstractos. 16.- Sobre léxico ( creación, composición, derivación, sinonimia, antonimia, metáfora, ...) 17.- Tono10 e intención (convencer, persuadir, informar, implicar, hacer cómplice, ...) 9 Otros rasgos y exigencias gramaticales que podrían analizarse son: cultismos, términos especulativos, uso del sustantivo+S.prep., predominio del modo Indicativo y del tiempo presente(con valor atemporal), oraciones enunciativas. 10 tono. * Cada manera especial de modular la *voz con la cual se refleja un estado de ánimo, una actitud o una intención del que habla: afectado, agresivo, agrio, altilocuente, altisonante, amable, campanudo, comedido, declamatorio, destemplado, dulce, duro, enfático, engolado, grosero, hinchado, incisivo, insolente, irónico, irritado, mimoso, humorístico, pomposo, de reproche, reticente, retumbante, rimbombante, sarcástico, de súplica... ANEXOS. I.- Aproximación teórica sobre los textos explicativos Cuando reducimos el contenido de un texto a una serie de ideas, observamos que algunas de ellas pueden ser tratadas «en bloque», ya que están relacionadas entre sí y responden a alguna intención comunicativa. Así, un bloque de ideas de un texto puede ser reconocido como un ejemplo, el desenlace de una historia, las causas de un fenómeno o la respuesta a una pregunta. Cada bloque se relaciona con los demás bloques formando esquemas de contenidos: un texto puede organizarse según los esquemas definición-ejemplo, pregunta-respuesta, causa-efecto, etc. Dependiendo del propósito que le guíe, el emisor puede organizar las ideas del texto de acuerdo con esquemas convencionales de contenidos, que reciben el nombre de tipos de textos. Los textos que pertenecen a un mismo tipo se caracterizan, pues, por un esquema de contenidos determinado. Así, por ejemplo, el contenido de uno de estos tipos de textos proporciona al destinatario informaciones que le permiten explicarse problemas como los siguientes: ¿Por qué fa Tierra es redonda?; ¿Por qué se produjo la II Guerra Mundial?; ¿Cómo vivía el hombre en el Pleistoceno? El contenido de estos textos — característicos, aunque no exclusivos, del ámbito de la ciencia— se organiza en un esquema con dos componentes: el constituido por las ideas que plantean un problema, y el de las que ofrecen la explicación propiamente dicha del mismo, que se denomina solución. De esta forma, un texto explicativo mínimo contiene al menos un enunciado con dos ideas relacionadas mediante un conector lógico: La moneda se ha depreciado [problema] porque las exportaciones se han reducido drásticamente [solución]. El propósito de la explicación no es simplemente proporcionar información sobre algo (La Tierra es redonda; A lo largo de millones de años, los continentes han cambiado de forma), sino hacer comprender al destinatario del texto un fenómeno (¿Cómo se reproducen los helechos?; ¿Por qué cambian de forma los continentes?) o un acontecimiento (¿Por qué se produjo la huelga general de 1917?). II.- Aproximación teórica acerca de la argumentación y de los textos argumentativos. La argumentación es un acto de habla caracterizado por el propósito, por parte del emisor, de hacer admitir al destinatario una conclusión que se deriva del contenido de uno o varios enunciados lingüísticos. El efecto perseguido por la argumentación puede ser: obtener del destinatario un cambio en sus convicciones (ideas, opiniones, creencias, valores); conseguir su adhesión o repulsa; lograr que actúe de una forma determinada. Se argumenta, pues, para persuadir a un interlocutor de algo utilizando para ello el lenguaje. Se usa para desarrollar, sobre todo, temas que están sujetos a controversia, es decir, que admiten opiniones diferentes —e incluso opuestas—, cada una de las cuales puede encontrar «razones» que la hagan aceptable. Lo que intenta el emisor del discurso argumentativo es convencer a su receptor de que debe adherirse a su propia opinión. Hay, sin embargo, determinados textos, también argumentativos, en los que la controversia parece menos posible: las demostraciones científicas, por ejemplo, presuponen que la conclusión a la que se llega tiene carácter indiscutible. Esto nos permite distinguir entre dos ámbitos: la ARGUMENTACION SOBRE HECHOS y la ARGUMENTACION SOBRE OPINIONES. En la primera, los hechos funcionan como «conclusi6n», puesto que se trata de demostrar que determinado hecho se produce o se ha producido (demostraciones científicas, sumarios judiciales, etc.); en el segundo, ad-quieren una importancia fundamental las convicciones personales y las creencias colectivas (entendidas ambas como «opiniones muy arraigadas», no como verdades), los prejuicios (u «opiniones desfavorables sin fundamento»), las «escalas de valores», etc., elementos todos ellos que el emisor tiene en cuenta para hacer prevalecer su opinión sobre la contraria. Se apoya también en hechos, pero estos aquí funcionan, en cambio, no como conclusión, sino como argumento o prueba para defender la propia opinión. Pero, en último termino, el emisor de todo texto argumentativo, incluso el que versa sobre opiniones y no sobre hechos verificables, pretende un nivel de adhesión similar, para lo cual despliega ante el receptor cuantos mecanismos argumentativos considera necesarios. Estos mecanismos, que estudiaremos en los siguientes epígrafes, son muy variados (razonamientos, pruebas, ejemplos, recursos de carácter afectivo, etc.) y tienen que ver con diferentes disciplinas relacionadas con la actividad argumentativa: la LÓGICA (leyes o normas del razonamiento humano), la DIALÉCTICA (conjunto de procedimientos que se ponen en juego para probar o refutar algo) y la RETÓRICA (uso de recursos lingüísticos con el fin de persuadir movilizando resortes no racionales, como son los afectos, las emociones, las sugestiones...). * ASPECTOS PRAGMÁTICOS ( en la argumentación) EMISOR DESTINATARIO SITUACIÓN INTENCION: convencer y persuadir ACTITUD: subjetiva (manifiesta o encubierta). CARACTER: individual / colectivo; cualificado / no cualificado personalizado / genérico PRESENCIA /AUSENCIA DEL RECEPTOR: arg. bilateral / arg. unilateral ÁMBITOS: formalizados / informales Como acto comunicativo, un texto argumentativo no es, en su forma básica, mas que un enunciado en el que un emisor dirige a un receptor un «argumento» o razón para hacerle admitir una conclusión: Si quieres llegar a viejo, mas vale que dejes de fumar. En este caso, la conclusión que el hablante pretende transmitir al oyente es la conveniencia de abandonar el tabaco (mas vale que dejes de fumar), y para ello utiliza un sólido argumento: el tabaco es perjudicial y puede ocasionar una muerte prematura. A pesar de ser el anterior un ejemplo tan básico, encontramos ya en el que aparecen dos funciones comunicativas diferentes: una función REFERENCIAL (en la medida en que se transmite una determinada información: implícitamente, que el tabaco es perjudicial) y una función CONATIVA o APELATIVA, que es la predominante (en la medida en la que se pretende persuadir al receptor de que deje de fumar). Se intenta, por un lado, CONVENCER al receptor del propio punto de vista, y para ello se dan argumentos, y, por otro lado, se intenta PERSUADIRLO de que haga algo, confiando en la fuerza de los argumentos aportados. Ello explica que apenas podamos encontrar textos argumentativos puros: lo normal es que se combinen exposición y argumentación, puesto que, usualmente, se exponen ideas para después defenderlas. Además, también es habitual que, para que la fuerza de persuasión sea mayor, se utilicen elementos con función EXPRESIVA, mediante los cuales el hablante manifiesta su subjetividad. En una argumentación, el EMISOR es el constructor del discurso con el que pretende persuadir al receptor, influir en el para que modifique su pensamiento o para que actúe de un modo determinado. Su actitud es SUBJETIVA, puesto que trata de demostrar una opinión personal. Sin embargo, como intenta convencer a los receptores de que su opinión es la acertada, lo usual es que pretenda que su actitud tenga una APARENTE OBJETIVIDAD: cuanto más objetivo parezca el discurso, cuanto más oculte que se trata de una mera opinión, más aceptable parecerá al receptor lo que se argumente. Puede haber tanto un emisor INDIVIDUAL (cuando el productor del discurso argumenta una opinión propia) como COLECTIVO (un grupo, una institución u organismo, una empresa...). En cualquiera de los casos, el carácter del emisor puede ser fundamental para la fuerza argumentativa del discurso: si el receptor supone que es alguien que posee un especial conocimiento sobre el tema, es decir, si es un EMISOR CUALIFICADO, considerara sus argumentos FIABLES. El RECEPTOR o DESTINATARIO será asimismo tanto INDIVIDUAL como COLECTIVO, dependiendo de la situación y del propósito del texto. En Si quieres llegar a viejo, Luis, más vale que dejes de fumar el destinatario es individual; sin embargo, son muchas las ocasiones en que el receptor es colectivo (mesas redondas, debates,..) El papel del destinatario en las argumentaciones es fundamental (hay que saber muy bien a quien va dirigida – pensemos, por ejemplo, en los anuncios y en la publicidad-). * ASPECTOS ESTRUCTURALES. La Retórica clásica distinguía cuatro partes en el texto argumentativo bien construido: 1. INTRODUCCION: Según la intención del autor, debía servir para ENMARCAR EL PROBLEMA que se debate (presentando una serie de ideas generales, formulando la tesis, enumerando los temas que se van a tratar o el orden en que se va a hacer), CAPTAR LA ATENCION DEL DESTINATARIO (señalando la importancia o novedad del asunto, presentando hechos sorprendentes y curiosos, narrando un caso particular...) o PONER A ÉSTE DE SU PARTE mediante distintos recursos retóricos. 2. EXPOSICION: Tiene como función INFORMAR AL DESTINATARIO de los hechos significativos relacionados con la idea o tesis que se pretende defender. Los clásicos aconsejan que esta parte del discurso ha de caracterizarse, sobre todo, por la claridad y la brevedad. La presencia de fragmentos expositivos (y también a menudo descriptivos o narrativos) en los discursos argumentativos, bien sea formando una parte estructuralmente definida, bien en secuencias de ideas que alternan con la argumentación propiamente dicha, resulta muy normal y frecuente: para utilizar un hecho o una idea como argumento a favor de una tesis es necesario «exponer-los» al destinatario. Por eso, en los temas anteriores, se insistía en que no es frecuente encontrar textos expositivos o argumentativos puros. Lo habitual es la mezcla de variedades de discurso diferentes en un mismo texto. 3. ARGUMENTACION: Es la parte donde se presentan las pruebas o argumentos pertinentes para la comprobación de la tesis, tanto aquellos que están dirigidos a confirmarla como los que se utilizan para refutar la tesis opuesta. Tendrá asimismo una organización interna determinada; con todo, pueden distinguirse dos formas básicas en la disposición de los argumentos: ARGUMENTACION EN CADENA (las ideas utilizadas como argumento se van derivando lógicamente unas de otras, hasta llegar a la conclusión final) y ARGUMENTACION POR ADICION (las ideas no se subordinan unas a otras por su contenido, sino que se llega a la demostración de la tesis por la suma de los diferentes argumentos expuestos). 4. CONCLUSION: Como la introducción, puede cumplir varias funciones: recordar la tesis defendida presentándola como ya confirmada, resumir las ideas fundamenta-les que se han desarrollado, o incluso cerrar el texto con un detalle de ingenio. No se deben entender en ningún caso estos tipos de estructuración como un modelo que haya que seguir necesariamente. Recuérdese siempre que el autor es libre de organizar y estructurar el texto como crea mas adecuado para conseguir su propósito comunicativo. El esquema de un texto argumentativo dispone los elementos para conseguir una mayor convicción en el lector o en el oyente: - análisis deductivo. Presentación de una opinión general al principio de la exposición y defensa con argumentos que conducen a una conclusión. - síntesis inductiva. Desde la constatación de hechos particulares y muy concretos inferir una conclusión general que dé razón al conjunto. - doble encuadramiento . La tesis se expone en el arranque del texto, se argumenta favorablemente y se confirma de nuevo en el remate final. Es muy frecuente en las intervenciones académicas. - reiteración paralelística. La tesis fundamental no se formula nunca de modo directo, sino que se diluye en una reiteración de ideas de las que se desprende la postura defendida. A cada uno de estos esquemas se le aplica el tipo de argumento que mejor cuadra en las distintas fases del razonamiento: - de autoridad : cita de un autor o de un texto de prestigio en apoyo de nuestras afirmaciones. Si la argumentación se pretende rigurosa habrá de hacerse la cita con todos los detalles precisos para su comprobación. - del sentir general: aplicación al caso del parecer más aceptado por la comunidad. Suele ser de gran rendimiento tanto en la argumentación oral como la escrita pues involucra al oyente y al lector. - de sentido común: uso del buen juicio a la hora de tomar postura. - de persona: concluir algo a partir de argumentos utilizados por el contrario Recordamos de nuevo los esquemas: 1. Analizante (o deductiva): Idea esencial al principio y sucesivas explicaciones 2. Sintetizante (o inductiva): Explicaciones particulares al principio e idea esencial al final. 3. Paralela: Ideas sucesivas de igual valor. 4. Encuadrada: Una idea esencial al inicio y otra importante, a modo de conclusión, al final. 5. Concéntrica: Si la idea principal se halla en el centro y en torno a ella gira la explicación. * ASPECTOS LINGÜÍSTICOS Para poder influir de modo eficaz sobre el destinatario y conseguir así el propósito primero de toda argumentación, la persuasión, es fundamental que el autor utilice de modo adecuado los recursos que la lengua pone a su disposición. Varios son los objetivos a los que se debe atender: la COHERENCIA, la CLARIDAD y la capacidad de INFLUENCIA AFECTIVA son quizás los mas importantes. La coherencia, que es una propiedad esencial en todo tipo de textos, lo es mas todavía en los argumentativos porque de ella depende en buena medida la fuerza persuasiva de los argumentos que se utilicen: por muchos que sean los que se aporten, carecerán de capacidad para Existen marcadores argumentativos que permiten reconocer el uso de un enunciado como elemento de una argumentación: • Los operadores argumentativos, que afectan a un solo enunciado orientándolo hacia una conclusión, como el elemento subrayado en el ejemplo: Sólo son las ocho y veinte (⇒ Me voy a quedar otro rato). • Los conectores argumentativos, que indican la relación argumentativa que existe entre dos o más enunciados, introduciendo un argumento (Como sólo son las ocho y veinte, ⇒ me puedo quedar otro rato), o una conclusión (Son las ocho y veinte, ⇒ así que me voy a quedar otro rato). Los conectores pueden, además, establecer relaciones entre los argumentos o entre las conclusiones de una argumentación (Son las ocho y veinte, me estoy aburriendo, y, además no he trabajado nada; Son las ocho y veinte: ⇒ debería marcharme, pero me voy a quedar otro rato). Esquema de contenidos de los textos argumentativos Una argumentación puede constituir un texto completo o una secuencia de un texto. Llamamos texto argumentativo (o secuencia argumentativa) al tipo de texto (o de secuencia) que organiza sus contenidos en un esquema que presenta dos componentes: argumentos y conclusión (tesis). En cuanto al componente conclusión, debe distinguirse la que se deriva de todo el texto (conclusión final o tesis) de las que se van deduciendo de los distintos argumentos que presenta (conclusiones parciales). La nueva tesis, o conclusión final que se deriva de la cadena de argumentos, modifica una tesis anterior (o tesis contraria), explícita o no en el texto. De la nueva tesis es responsable el que argumenta; de la tesis anterior puede ser responsable el interlocutor real, un interlocutor genérico e indeterminado o la opinión común. En muchos casos es difícil distinguir entre un texto cuyo propósito es simplemente informar al receptor y un texto de carácter argumentativo. Consideraremos argumentativo el texto cuya conclusión sustituye o modifica una tesis anterior. Así, La Tierra gira alrededor del Sol puede constituir la conclusión de un texto argumentativo cuando se enuncia para sustituir este conocimiento por el representado por la tesis anterior El Sol gira alrededor de la Tierra. Para reconocer el valor argumentativo o explicativo de un enunciado como éste podemos pensar si el texto que desarrolla esta afirmación responde a una pregunta como ¿Por qué el Sol gira alrededor de la Tierra? (explicativo) o ¿Por qué afirmas que el Sol gira alrededor de la Tierra? (argumentativo). Para que un texto, sea expositivo o argumentativo, tenga unidad, no basta con que se refiera a un solo asunto, sino que los párrafos que lo constituyen tienen que guardar entre sí una relación coherente. Ësta aparece plasmada formalmente a través de unos elementos de conexión que, al relacionar los párrafos entre sí, les dan un sentido unitario. En principio se emplean los mismos que sirven para unir las proposiciones, o las oraciones, unas con otras dentro de un párrafo. las conjunciones y locuciones conjuntivas, los pronombres, los adverbios y las frases adverbiales. Cada nexo aporta un determinado matiz significativo, y según esto se pueden distinguir varios tipos : * Matiz presentativo. Es propio de la introducción o comienzo del desarrollo : ante todo, en primer término ... * Matiz copulativo. Es imprescindible paa el avance del tema : y, además, también, incluso, asimismo, etc. * Matiz causal o consecutivo. Aporta razones, motivos o efectos: por ello, por tanto, por consiguiente, así que, en efecto, etc. ... * Matiz adversativo o de oposición. Introduce dificultades, escollos, argumentaciones: sin embargo, pero, en cambio, por el contrario, no obstante, etc. * Matiz comparativo. Establece comparación por contraste, atendiendo a las diferencias; o bien por analogía, observando las semejanzas entre los elementos comparados: de igual manera, como, de otro modo, de modo semejante, por otra parte, etc. * Matiz anafórico o repetitivo. Se produce cuando varios párrafos empiezan del mismo modo, con las mismas palabras o con estructura semejante. * Matiz deíctico o referencial. Comienza el párrafo señalando algunos elementos anteriores: dicho esto, de ahí que, todo lo cual nos lleva ... * Matiz explicativo. Lo da el párrafo que intenta aclarar lo anterior : es decir, en otros términos, tal como, lo que es lo mismo, etc. .. * Matiz conclusivo. Introduce una síntesis de lo ya expuesto : en resumen, por último, resumiendo, en conclusión ..... Las aclaraciones, o elementos explicativos del contenido de una parte del texto presentan indicadores formales especiales como éstos: Tipo de ACLARACIÓN Ejemplificaciones Reformulaciones Incisos Explicativos Oraciones explicativas ÍNDICES FORMALES Por ejemplo, así, pongo por caso, v.g. (verbi gratia), etc. Es decir, o sea, en realidad, en otros términos, etc. Puntuación: doble raya o paréntesis Puntuación: comas Tampoco olvidaremos los conectores más frecuentes: TIPO DE RELACIÓN Temporal: Expresan sucesión o simultaneidad en el tiempo De inclusión: Expresan relaciones entre las partes o aspectos de un todo o entre el todo y sus partes o aspectos. De adición: Añaden nuevas informaciones De contraste: Expresan oposición o contraste. CONECTORES Antes, después, más tarde, a continuación, más adelante, al mismo tiempo, mientras, entonces, en el mismo momento. Dentro, fuera, arriba, abajo, cerca, lejos, delante, detrás, en medio, en el centro, en el interior, en el exterior Y también, además, incluso, aparte, asimismo, después. No obstante, aunque, a pesar de que, en cambio, sin embargo, por el contrario, pero, con todo, ahora bien, de todas maneras. De causa-efecto: Expresan la causa o la Porque, por esta causa, pues, teniendo en cuenta, en consecuencia. consecuencia, por esto, por consiguiente, así pues, de ahí, por ello, así que, de modo que, de suerte que, en definitiva, entonces. MECANISMOS DE COHESIÓN DEL TEXTO Por «mecanismos de cohesión» debemos entender «todos aquellos procedimientos que facilitan la progresión lógica del texto y actúan como entramado sobre el que se sustenta el discurso, favoreciendo su coherencia». Así serán factores de cohesión tanto los elementos pragmáticos de la situación espacio-temporal de un acto comunicativo concreto (cartel informativo ubicado en el lugar apropiado o no, por ejemplo), como la adecuación del contenido del texto a la experiencia que corresponde al conocimiento del mundo que posee el destinatario. Además, el lenguaje no se produce aislado, sino que todo texto se da en una sociedad determinada, en una situación comunicativa concreta. definida entre un emisor y un destinatario concretos, con una intención de comunicación precisa, etc., factores todos ellos que pueden variar el significado global y determinar, incluso, su validez o no como texto. Sin embargo, ciñéndonos exclusivamente a factores de cohesión estrictamente relacionados con el uso del lenguaje, debemos destacar fundamentalmente dos tipos de mecanismos: mecanismos lógicos y mecanismos lingüísticos. 1. MECANISMOS LÓGICOS 1.1. TEMA Condición indispensable para que un discurso pueda denominarse texto es poseer un núcleo informativo, que es el tema del que trata. A él se subordinan los diversos enunciados que constituyen el texto. [La idea principal es el contenido fundamental que, en relación al tema, se pretende comunicar. Así el tema puede ser « Ventajas e inconvenientes del uso de la energía nuclear», y la idea principal, «Ante los graves riesgos que comporta el uso de la energía nuclear se hace necesaria la búsqueda de otras energías alternativas». Normalmente, en las Pruebas de Acceso a la Universidad, se exige la enunciación de la idea principal. Sin embargo, suele darse también como válida la respuesta al tema siempre que se enuncie de forma muy precisa.] 1.2. ORDENACIÓN La secuencia textual debe someterse a ciertas normas intrínsecas al propio texto que marcan el orden de la presentación de los enunciados. Un texto en el que se violasen tales normas, es decir, que estuviera «desordenado», sería incomprensible. 1.3. EL MARCO DEL DISCURSO Los marcos del discurso son muy variados: la literatura de ficción, la conversación, la exposición didáctica, los géneros periodísticos, el tratado científico, los telegramas, etc. Para que un texto tenga coherencia, el destinatario ha de percibir el marco que corresponde a este texto en concreto y considerar las leyes de coherencia que ese marco posee. De no ser así el texto resultaría incomprensible o inaceptable. Así el texto de «Babe, el cerdito valiente» no podría ser aceptado en un marco de la realidad. Pero sí, en el marco de un relato de ficción literaria. II. MECANISMOS LINGÜÍSTICOS II.1. RECURRENCIA La recurrencia es un mecanismo consistente en la repetición de contenidos a fin de incorporar nuevas informaciones. Puede llevarse a cabo mediante los siguientes procedimientos: — Repetición léxica: La palabra o unidad léxica clave reaparece en el texto: El lector voraz de prensa tiene al alcance de su mano todo lo que el hombre debe saber... Este lector moderno lo sabe todo sobre.... — Sustitución léxica sinonímica (conceptual, referencial, eufemística): Aparece un término léxico diferente a otro anterior que tiene idéntico significado que él en el contexto (Al preparar el viaie no conta mos con aquel posible impedimento. Fue un escollo difícil de salvar) o remite a la misma realidad o referente (El viajero después de saludar cortésmente, se sentó a la mesa. Aquel nuevo comensal....). En ocasiones la sustitución se realiza por medio de un término eufemístico (A causa de aquel accidente se quedó ciego. Cuando llegó a aquel centro especializado en la enseñanza a invidentes...). — Sustitución léxica por medio de hiperónimos (El mosquito le picó. Aquel insecto estaba hambriento), hipónimos-cohipónimos (Recuperaron todas las ¡ovas. El anillo y la pulsera... ) antónimos (Los niños lograron el éxito... Los mayores fracasaron). — Uso de palabras pertenecientes a un mismo campo conceptual~ es decir, uso de palabras que se refieran a conceptos implicados entre sí. Ejemplo: Hoy día se editan multitud de libros nuevos. Cantidad ingente de escritores noveles nos reclaman a diario desde los escaparates. Eso es estupendo, pero ¿cuándo los leemos? Nada. No tenemos tiempo material para afrontar siquiera la décima parte de la literatura (...) que sale al mercado... (Carbonell, Joaquín, Doctores en nada, sabios analfabetos, El Periódico, 1995). II.2. SUSTITUCIÓN La sustitución consiste en que determinadas palabras se reemplazan por otros elementos lingüísticos, a fin de evitar repeticiones inelegantes. Se puede llevar a cabo por medio de dos mecanismos: — Anáfora: un término del discurso reemplaza a otro que ha aparecido con anterioridad. Ejemplo: Nunca en la historia de la humanidad el hombre ha sabido tanto de tantas cosas. Eso se lo debemos a los medios de comunicación. (Carbonell, J. Doctores...). — Catáfora: un término del discurso reemplaza a otro que aparecerá posteriormente. Ejemplo: La cultura es y será esto en el futuro. Un conocimiento asombroso de noticias. (Carbonell, J. Doctores...). II.3. ELIPSIS Hablamos de elipsis cuando se omiten elementos para evitar su repetición, pero se comprenden por su presencia en alguna parte del texto. II.4. LOS CONECTORES O CONECTIVOS Conectores o conectivos son nexos de distinta naturaleza que señalan las relaciones lógicas que se establecen entre las distintas partes del texto y facilitan su progresión. Actúan como enlaces del discurso y también reciben el nombre de nexos supraoracionales. Se trata de conjunciones, preposiciones, locuciones, incluso elementos léxicos (y, o, pero, aunque> porque, pues, para que, dado que, visto que, debido a, a pesar de, como consecuencia de...) que enlazan los diferentes enunciados1. Las relaciones lógicas explicitadas por estos conectores pueden ser muy variadas. Entre otras hay que señalar las siguientes: — Aclaración o reforinulación: Es decir, O sea, Esto es... — Adición: Y.., Además..., Asimismo... — Admisión de lo formulado: Efectivamente..., Naturalmente...> Sin duda..., Por supuesto que... — Presentación de alternativas: De un lado..., Por otra parte... — Causa / Consecuencia: Puesto que..., Con motivo de..., Porque... / En consecuencia..., por lo tanto..., Y de ahí que..., Así pues..., Por esto..., De ahí que..., Como resultado..., Por todo lo dicho puede deducirse que... — Comparación: Al igual que..., En menor medida que De igual forma..., Asimismo..., Del mismo modo.... — Conclusiones o resumen: En vista de ello..., En conclusión..., Resumiendo... — Condiciones: Siempre que, Si, A condición de... — Demostración y/o Ejemplificación: En efecto..., veámoslo..., así ocurre en..., por ejemplo... — Finalidad: A fin de que...> Con el objeto de que..., Para ello... — Objeciones o contrastes: Sin embargo..., Por el contrario...> A pesar de ello..., Ahora bien... — Opciones: O, O bien..., Otra posibilidad... — Ordenación (cronológica, prioridades...): En primer lugat..,En último término...> Finalmente...., Dos horas más tarde...,Apenas había llegado... — Paralelismo: Igualmente..., Asimismo..., De la misma manera... — Restricciones/ matizaciones: Sin embargo..., No obstante...,Pero..., sino..., sino que... Excepto..., Con todo..., Mas...,A pesar de eso...> Por el contrario..., Por otra parte..., Aun asi... — Suplementación: Es más..., Abundando en ello..., Igualmente... (1).- Estos elementos conectores no sólo aparecen como nexos de oraciones, sino que se dan también en el interior de una oración. Sin embargo, para establecer la progresión y posteriormente la estructura del un texto, interesa sobre todo observar y determinar aquellos nexos que marcan la conexión entre las oraciones y los diferentes párrafos. USO AJUSTADO DE LOS CONECTORES DE TEXTO Para que puedas elaborar un texto con un sentido unitario has de recurrir a los procedimientos de enlace (conexión o elementos de relación: léxicos, gramaticales y semánticos) que vinculen las ideas de los párrafos. Y, aunque en otros apuntes hayamos podido hablar del papel de las anáforas, las repeticiones, los sinónimos, las palabras-enganche, las palabras clave y los deícticos, te conviene conocer lo que expresan otros conectores de uso frecuente : INTRODUCCIÓN DE TEMAS • Presentación: ante todo, en primer término, lo primero que, el objeto de, en relación a, antes de nada. • Apoyos de inicio de texto o discurso: bueno, bien, vaya por delante, alguien se preguntará, me pregunto. EXPLICACIONES SUCESIVAS • Adición (unión, agregación de ideas o progresión del texto): y más aún, incluso, asimismo, además, también, cabe añadir, después de, por otra parte, aún más, todavía más, incluso. • Advertencia: mira, fíjate, observa, cuidado con, te pongo en antelación, piensa detenidamente, ah. • • • • • • Anáfora (repetición): Sabia que..., también sabia que...; a veces habla y habla sin parar Aprobación (afirmación): si, claro, bien, así es, por supuesto, en efecto, por descontado, desde luego. Atenuación: en cierto modo, hasta cierto punto, si acaso, en todo caso, siquiera. Autocorreccíón: mejor dicho, dicho de otro modo, quiero decir o sea, más bien deseo decir esto es. Causa: así que, así pues, puesto que, pues, porque, la razón del hecho, esto tiene una explicación. Comparación (semejanza): de igual modo, como, de modo semejante, similarmente, así mismo, parecido a. • • • • • Concesión: a pesar de todo, con todo (y con eso), aunque, por mucho que, pese a, si bien, por otro lado. Consecuencia: por tanto, por consiguiente, por eso, por lo cual, de ahí, deforma que, con que, total que. Continuación: a continuación, posteriormente, después, ahora bien, entonces, volviendo a lo anterior Contraste: al contrario, pelo, en cambio, no obstante, sin embargo, por el contrarío, antes bien. Corrección: mejor dicho, quiero decir más bien digo, en otros términos u otras palabras, dicho de otro modo. Correlación: ahora-luego, no sólo-sino también, aquí-allí, cerca-lejos, por un lado-por otro, antesdespués. Deixis (referencia deíctica o señaladora): dicho esto, de ahí que, a ello vamos; habla mucho, lo sabemos ya. Digresión: a propósito de lo dicho, al respecto, así también, aunque no venga a cuento, me viene a la mente. Duda: acaso, quizá(s), tal vez, ya veremos, no tengo claro, seria cuestión de, no tengo criterios pa ro. Ejemplificación: por ejemplo, pongo por caso, así sucede en, es decir pongamos por ejemplo, como. Enumeración: en primer lugar en segundo, primero, segundo, luego, después, antes-ahora-después. Evidencia: claro, es evidente, ciertamente, está claro que, por supuesto, desde luego, no hay duda, sin duda. • • • • • • • • • • • • • • • Excepción (restricción): si acaso, salvo, excepto, al menos, un caso excepcional, caso aparte, al margen. Explicación: es decir en otros términos, a saber mejor dicho, o sea, esto es, o lo que es igual, en todo caso. Expresión negativa: ni mucho menos, ni aun así, en absoluto, no, tampoco, ni hablar, nunca, jamás. Generalización: de cualquier modo, generalmente, en sentido amplio, en líneas generales, de todos modos. Matización intensificadora: sobre todo, principalmente, más aún, es más, aún más, de sumo interés. Precisión: en rigor más exactamente, es más, esencialmente, en realidad, exactamente, claramente. Puntualización: estrictamente, ahora, aquí, en este instante o lugar precisamente ahora, ahora pues. Relación espacial: aquí, allí, abajo, al lado, encima, arriba, en medio, a la derecha, al fondo, a la izquierda. • Relación temporal: ahora, antes, luego, más tarde, finalmente, en cuanto, después, a continuación. • Relación temática: en cuanto a, con respecto a, en relación a, por lo que se refiere a, a propósito de. • Relación de transición: por otro lado, en otro orden de cosas, pasando a otro asunto, además, siguiendo. CONCLUSIONES • Formas de conclusión: en consecuencia, a fin de cuentas, en última instancia, resumiendo. •Cierre de discurso o texto: en definitiva, por fin, en suma, en fin, en resumen, finalmente, terminando, en breve.