Tema 4º. EL IMPERIALISMO Manuel Iradier Nace Manuel Iradier Bulfi en Vitoria el 6 de julio de 1854. Su interés por las ciencias naturales y la geografía se manifestó tempranamente. Con 14 años ya era un experto en temas africanos, obsesionado con realizar exploraciones en el continente negro. A diferencia de la nación que tanto amaba y de la que tan poca ayuda y comprensión recibió en su afán descubridor, Iradier se encaminó desde su juventud, hacia el objetivo inamovible de traspasar las fronteras del continente misterioso. Esa África implacable que se empeñaron en domeñar gigantes como Burton, Livingstone y Park, entre otros, cuyos ejemplos se convirtieron en una meta a alcanzar por el vitoriano. Iradier deseaba cruzar el continente africano de sur a norte, pero la conferencia que el explorador británico Henry Morton Stanley da en Vitoria en 1873 le convence de centrarse en los territorios españoles del golfo de Guinea, dada su carencia de medios y apoyos. Acorde con la mentalidad europea de finales del XIX, Iradier deseaba adelantarse a franceses y alemanes y reclamar para España la región por él explorada y otros territorios cedidos a esta nación por los portugueses hacía más de un siglo. Por este motivo ideó – esta vez con una doble intención científica y colonizadora- un nuevo viaje a la región del Muni para la que buscó el apoyo de la recién creada -se constituyó en Madrid en 1876- Sociedad Geográfica. La institución no le proporcionó ni un céntimo Exploraría de modo sistemático y persistente las islas del Golfo de Guinea y de Cabo San Juan, a través de los ríos Ayé, Muni, Utongo y Bañe. 1.500 km. En 834 días. El coste personal de su pasión fue alto: su mujer dio a luz una niña en Elobey, enferma de fiebres y teniendo también que cuidar a su marido, enfermo de malaria y disentería. La niña falleció meses después, en 1876, en Santa Isabel, hecho que el explorador no superó nunca. Su mujer tampoco, deteriorándose la relación entre ambos. Tras estos sucesos volvieron a España, tardando 8 años en regresar, esta vez acompañado del médico asturiano Amado Eugenio Osorio y Zabala, ambos de la Sociedad de Africanistas, creada un año antes, fruto del tardío africanismo moderno español. De esta asociación sólo logró Iradier una cantidad de financiación 40 veces inferior a la solicitada, con lo que tuvieron que limitarse a reforzar la presencia española en Guinea. Llegaron a Fernando Poo el 28 de septiembre de 1884, zarpando hacia el estuario del río Muni y adentrándose el Noya, Utamboni, Utongo, Bañe y Congoa. Con ellos viajaban las actas de anexión, planos y notas científicas, logrando la sumisión de 101 jefes indígenas e integrar en la soberanía española el territorio de 14.000 km2. Pero en noviembre las fiebres obligan a Iradier a regresar a España, quedándose Osorio hasta 1886, fecha en la que ya habían explorado 50.000 km2, con la ayuda del gobernador de Fernando Poo, Montes de Oca. Como ejemplo de la entrega y sacrificio de los exploradores españoles, cabe citar que el coste de cada km2 fue de 50 céntimos frente a las 10 pesetas de los alemanes y las 5 de los británicos. Fruto de su experiencia escribe el libro-diario “África. Viajes y trabajos”. Su inquietud le impide parar, y se dedica a la invención de diversos artilugios. Un contador automático de agua, un fototaquímetro, una tipográfica… Fallecería el 19 de julio de 1911 de una enfermedad faríngea en Valsaín (Segovia), donde se encontraba trabajando para una empresa maderera. El rey Alfonso XIII donaría posteriormente a la familia una finca de 1.000 hectáreas en Guinea que el hijo del explorador explotaría junto con su mujer de 1942 a 1948. Iradier es sin duda el mejor exponente del modelo de explorador español de todos los tiempos, y también del carácter de esa exploración, centrada en el siglo XIX-XX en África. Y es, por supuesto, espejo de su desinterés y sacrificio. La Conferencia de Berlin (1885) La Conferencia de Berlín, celebrada entre el 15 de noviembre de 1884 y 26 de enero de 1885 en la ciudad de Berlín fue convocada por Portugal y organizada por el Canciller de Alemania, Otto von Bismarck, con el fin de resolver los problemas que planteaban la expansión colonial en África y resolver su repartición. Catorce Estados fueron representados: El Imperio Alemán, el Imperio Austrohúngaro, Bélgica, Dinamarca, el Imperio Otomano, España, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Italia, Países Bajos, Portugal, Rusia y Suecia. En ella se proclamó la libre navegación marítima y fluvial, la libertad de comercio en el centro del continente africano, el derecho a colonizar un territorio si se ocupaba la costa de éste, entre otras cosas. El proceso de colonización se realizó siguiendo las grandes vías fluviales, como los territorios del Níger, que fueron explorados entre los años 1788 y 1830; la cuenca del Nilo y la región de los Grandes Lagos Africanos, entre 1854 y 1859; el Zambeze, entre 1841 y 1873. Así, la costa mediterránea africana quedó en manos de Francia y el Reino Unido; la costa oriental se dividió entre los alemanes al sur y los británicos al norte. La costa occidental quedó en poder de los belgas, franceses y británicos. Los italianos consiguieron Somalia y los portugueses, Angola y Mozambique. Sin embargo, pronto estallaron conflictos por la posesión de las zonas más estratégicas o más ricas, como en el caso de Túnez, Egipto y Marruecos. 1898: El año de los conflictos El año de 1898 es un año que sin duda alguna a todos los españoles nos viene rápidamente a la memoria por su trascendencia y su celebridad histórica. Ese año, se produjo la famosa guerra ... Sin embargo, este año, conocido en historia y literatura como el de la "crisis del 98" también tiene infaustos recuerdos para los habitantes del vecino país de Francia. Ese año de 1898 se producía uno de los más claros ejemplos del enfrentamiento político entre potencias imperialistas mundiales por obtener más prestigio, poder, y territorio. a) El incidente de Fashoda b) El “desastre del 98” español: Cuba, Puerto Rico,Guam y Filipinas El incidente de Fashoda El incidente de Fashoda o "Fashoda Crisis" fue el punto culminante de las disputas territoriales imperiales entre Gran Bretaña y Francia en África del Este. Se terminó en una victoria diplomática para los británicos. Durante el siglo XIX, África había sido rápidamente ocupada por las potencias coloniales europeas. Este período de la historia de África por lo general se llama el reparto de África. Las dos potencias principales involucrados en este lucha eran Gran Bretaña y Francia, junto con Alemania, Bélgica, Italia, Portugal y España. El empuje francés en el interior de África fue principalmente de la costa atlántica del continente hacia el este, a través del Sahel en la frontera sur del Sahara, un territorio que cubre moderna Senegal, Malí, Níger y Chad. Su objetivo final era tener un vínculo ininterrumpido entre el río Níger y el Nilo, por lo tanto, el control de todo el comercio desde y hacia la región del Sahel, en virtud de su control existente sobre las rutas de las caravanas a través del Sahara. Francia también tuvo un puesto de avanzada cerca de la desembocadura del Mar Rojo, en Djibouti, que podría servir como un ancla del este a un cinturón este-oeste del territorio francés en el continente. Los británicos, por su parte, habían querido unir sus posesiones en el sur de África, con sus territorios en el este de África, y estas dos zonas de la cuenca del Nilo. Sudán es la clave para el cumplimiento de estos objetivos, sobre todo porque Egipto ya estaba bajo control británico. Cuando uno dibuja una línea desde Ciudad del Cabo hasta El Cairo y otra línea desde Dakar a Somalia Francesa por el Mar Rojo en el Cuerno, estas dos líneas se cruzan en el este de Sudán del Sur, cerca de la ciudad de Fashoda, explicando su importancia estratégica. El eje este-oeste francés y el eje norte-sur británicos no podrían coexistir, la nación que podría ocupar y mantener el cruce de los dos ejes sería el único capaz de seguir adelante con su plan. ACTIVIDAD: 1ª. Lea lo siguientes textos y extraiga, en forma de guiones, las ideas más importantes. 2ª. Explique en 10 líneas en qué consiste el “ desastre” del 98