Documento perteneciente al Tema EL RÉGIMEN DE LA RESTAURACIÓN. CARACTERÍSTICAS Y FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA CANOVISTA Es un documento gráfico, una viñeta que personaliza una caricatura del caciquismo. Si bien podemos decir que se trata de un texto historiográfico con una finalidad social e informativa. El caciquismo fue el instrumento utilizado para falsear el resultado de las elecciones, y las elecciones mismas, durante el período de la Restauración. El Sistema de la Restauración o Sistema Canovista, comprende desde el reinado de Alfonso XII 1874 a la proclamación de la II República en 1931, el marco legal, de esta etapa, lo encuadra la Constitución de 1876. El diálogo entre dos personajes, el cacique, con sombrero de copa y traje, se sitúa junto una vasija donde se puede leer claramente “PUCHERO” (no olvidemos que al fraude electoral también se le conoce como pucherazo) y un miembro de una mesa electoral, ataviado con ropas mas rústicas, gira entorno a los resultados electorales, ya que hay más votos que votantes en las actas, la respuesta del cacique es que hasta los difuntos votan en España. Esta respuesta muestra la manipulación que se hacía con votos y votantes. El cacique, persona de influencia social o económica en un lugar determinado, recibía desde la Diputación Provincial (Institución creada durante la Década Moderada de Isabel II) la orden de quien era el candidato a votar en su circunscripción electoral, y éste se encargaba de manipular a los votantes. Las prácticas más comunes eran comprar votos, promesas de empleos, soluciones de pleitos, evasión del servicio militar, incluso falsear, robar o destruir, las actas electorales, como en la viñeta donde se satiriza sobre la grandeza de España en la aparición del voto de difuntos. Las elecciones se organizaban desde arriba, se procedía al cambio político cuando las condiciones lo requiriesen. Así el Rey aceptaba la dimisión de unos y encargaba gobierno a los otros. Una vez operado el cambio de gabinete en altura, restaba legitimar la operación en las urnas. Muchos podían ser los candidatos que aspiraban a la plaza, pero sólo uno sería el “candidato oficial”: el determinado por los “Sumos Caciques” (el “encasillado). Este método permitió el mantenimiento de un sistema del turno organizado de partidos, cuyo artífice Cánovas del Castillo, para ello necesitó de la combinación de dos partidos políticos sólidos: Partido Conservador del que era líder y Partido Liberal encabezado por Práxedes Mateo Sagasta, (nacidos como Alfonsino y Fusionísta respectivamente), estableciendo el turnismo a imitación del sistema político inglés. Estos partidos dinásticos, son las dos únicas fuerzas políticas, las restantes son apartadas del juego electoral. El caciquismo durante la Restauración, se convirtió en una práctica habitual para dirigir la vida política desde arriba, aunque se inicia con la llegada al poder de Alfonso XII, se consolidó a su muerte mediante el Pacto de El Pardo, entre Conservadores y Liberales, este Pacto abre la Regencia de María Cristina de Habsburgo Lorena, en él se comprometen ambos líderes al cambio en el poder, cuando cualquiera de los partidos cayera en desgracia, para ello necesitaron del caciquismo, que continuará en el reinado de Alfonso XIII (1902-1931). El Sistema Canovista, acentuó esa división entre la “España Real” y la “España Oficial”, que comenzará su declive tras la crisis de 1898 y el asesinato del propio Cánovas. Surgirán corrientes como el Regeneracionismo de Joaquín Costa, que reclamen una regeneración política y acusen al caciquismo como uno de los graves problemas a solucionar, aunque algunos han visto en el caciquismo la única práctica natural capaz de articular políticamente el Estado decimonónico.