El Ampurdaiiés. dinaria, y totlas sus ideas estaban reconcentradas en un objelo solo. Su habilidad para producir con un silvato tan comun, lodo lo que el instrumento mas perfocto puede producir, le hizo adquirir justa celebridad ante el publico, de manera que el director del teatro do la Escala de Milan, dcspurs de haberle oido, le escrituró para dicho teatro en enero del ano ISSo, donde este ciego Orfeó hizo su debut^ como concertista, delanle de un publico tan inleligonte, el cual, sorprendido al ver tanta uiaravilla, le aplaudió cou entusiasmo, de manera que Picco fué obligado à repetir sus piezas por tercera vez. De Milan viajó por las principales capitales de Itàlia, donde produjo gran sensacion por su talenlo musical, y por su fabulosa habilidad para manejar tan tosco y desconocido instrumento, l.legado à Roma en el mismo afio, y despurs de varios conciertos dados con éxilo completo, la Congregacion y Acadèmia de los profesorfs, convidaron à Picco para ser examinado teòrica y pràclieamente. Cada profesor tocaba una pieza sobre su propio instrumento, y l'icco inmediatamente después, no solamente tocaba la misma piéza que acababa de conocer en aquel momento, sinó que le daba ra^s importància con sus deííciles variaciones, improvisadas con tal precision que quodaban los profesores completamente asombrados. El resultado fué que estos senores le eligieron unànimemente miembro de la acadèmia romana de Santa Cecília, dàndole el grado de profesor de Tibia-pastoral (silvato) presentàndole el diploma con fecha 7 de Agosto dol ISoo. De Roma el profesor Picco pasó à Inglalerra, donde desperto igual entusiasmo, llasta el estremo de que todos los periódicos se ocuparon de él, llamàndole d milagro del siglo; el non-plm-ultra; el prodiyio y curiosidad fisiològica, afiadiendo que su instrumento era un abotío de iiivmdov. Viajó el ano 1856 hasta 1860'por todo cl reino unido de la gran Bretana, y se puede decir que su viagtí fué una ovacion continua. En el ano 4860 llego à Paris, donde produjo la misma admiracion y entusiasmo que produjera eu Itàlia é Inglaterra, logrando una condecoracion y gran medalla del colegio Imperial. Alií sufrió un iiue\o examen en la Acadèmia del conservatorio de Paris, delanto de todos los primeros profesores, presidida por el cèlebre ]\ítro. Aubert: éste, y todos los espectadores, mara\illados y cónmovidos, prodigaren à Picco los elogios mas distinguidos y lo mismo hizo la prensa parisiense. Espana, no queriendo ser la última en aplaudir las notabilidades del siglo, busco i Picco inmediatamente para escrilurarle en lo^ teatros de la córte. En ellos ha rocibido otra ovacion, y los encomios mas espontàneos y unànimes de todos los periódicos, à los cuales ha unido los suyos la prensa de Valladolid. DiCE EL SALDUBENSE del 8 de enoro. YA PAUECió AQUELLo. El püblico de psla capital, que, como el de Paris, Londres, Roma y otros lugarejos por el estilo, ha aplaudido, con lanto eniusiasmo al cèlebre artista Sr. Diputació de Girona — Servei de Biblioteques Picco, ha sido víctima de su ignorància. Todos creíamos que el Sr. Picco arrebataba con un tosco silvato de madera sacando de él tones admirables, ejecutando las mas difíciles piezas musicales. j Qué bobos hemos sido y qué bobas fuerou los cèlebres profesores que en aquellos países premiaron el supuesto mérito de este tan aplaudido hijo de la Cerdenaü! Ahora venimos à parar, segun aseguran profesores zaragozaiios, en que el senor Picco, aparentando tocar un «pitó,» oculta en las mangas de su frac nada ménos que una flauta, un cometin à pislon, un oboè, dos vioünes, un clarinete, dos cajas de música, un fagot y un figle monstruo: que lleva ademàs en el bolsillo Izquierdo tres ruisenores, seis alondras, doce jilgueros y una banda de tordos cam])aneros. Tirando con disimulo de la pluma mas larga del ala derecha de los volàtiles les hace cantar, piar y trinar à su antojo; y soplando en los instrumentos de viento arriba mencionados y ocultes en sus mangas produce los variades y dulces sonidos que nos admiran. Respecto de los violines, tros ratas ocultas entre los instrumentos, cuyas colas estan untadas con resina, pasàndolas sobre las cuerdas, dan los resultados que apetece el artista. Y creia el püblico otra cosa, j qué bonachon es el pül)lico! ;Qué listos y avisados son cicrios profesores!!! REVISTA DE BARCELONA. El siglo XIX es el siglo del materialismo, segun cierta clase de gente. Materialisme equivalé à dinero. La palabra dinero puede muy bien susliluirse por oro; nadie lo negaré. Luego el siglo XIX es el siglo de oro. ITe aquí una deduccion que estaba muy lèjos de preveer al escribir la primera linea de esta Revista. Me eneuentro cogido en mis propias redós, y tan onvuelto que no sé cómo escapar à no ser cortando por lo sano. Siempre que quiero echarla de tiiósofo me sucede lo mismo Verd ad es que otro tan to les pa sa à mis cólcgas; la deduccion es una cosa nuíy terrible; casi siempre de consecuencia en consocuencia lloga mos à afirmar lo contrario de lo qU'i nos habiamos propueslo. Queria hacer algunas consideracion'>s sobre el espirilu de este siglo, para elogiar la fundacion del Ateneo Gatalan de la eiase obrera, y del Círculo de dependientes de comercio, y me encuenlro con que estamos en el siglo de oro. En íin: si nnn é vero é bm trovnlo, y reclamo el privilegio de invencion. La inauguracion del Círculo de dependientes do comercio no es una cosa muy moderna, que digamos, auiique solo cuenta algunas semanas; però en estos tiempos de forro-carriles, lo de ayer caduca, lo de anteayer fastídia. Durante el Garnavalempezó à dar senales de vida; abrió sussalones ricosylujosos à las bellas mascaritas, que los convirtioron en un Edèn durante algunas horas. Tonemos ya lo agradable: la ulilidad la cnconlrarémos on las numorosas càtcdras pdbladas por los sócios que dedican à la iustruccion algunes instantes de descanso. Este es eb mejor método de ensefianza: se le da un aspecto agradable, y entonces en vez de huirla se la busca. Otro tanto podemos decir del Ateneo de la clase obrera. En otra ocasion aleníamos à los Casinos de Figueras, y principalmentc al Figuerense, para que siguieran este ejemplo. Tal vez se formaren algunes buenos propósilos, que duraren mientras permaneció el número de «El Ampurdanés» sobre la mesa del salon de lectura. Después..... fué después. Y una vez esta palabra denota posterioridad , demos un salto y veamos lo que vendrà pasada la Cuaresma. Aunque en Barcelona la Cuaresma solo da senales esteriores de existència los viernes, dia en que las empresas tealralcs anuncian que no hay funcion. Como so ve, el sistema de anuncies progresa; si esta costumbre se desarrolla, las partículas negativas representaran un pa-' pel muy principal en las cuartas planas de todos los periódicos. El silencio no envuelve la idea de una afirmacion, por mas que se díga: quieu calla otorga; sinó la de una ncgacion. Por lo mismo, à ser director de periódico rechazaria tales anuncies que à nada conducen, y son, cuando ménos, supèrflues, à la par que las reflexiones que estoy haciendo. Y puesto que de teatros habiamos, digamos algo de novedades teatrales. En el particular de «El Olimpo», se estreno un drama en cuatro actos y uu prologo, titulado: «El Gitano», original del Sr. Cornet y Mas, redactor de el «Diario de Barcelona». Como no me invitaren à la funcion, no puedo dar mi parecor, que me reservo para cuando la obra vea la luz pública, é se ponga en escena en algun teatro. La comision nombrada por la empresa del Circo ha ya adjudicado los premios ofrecidos à los mejores dramas presentades. Dicose que ninguno de los autores premiades es barcelonès, siendo" uno de ellos madrilefio. Las obras llegaron à cincuenta: íiguraos, amades lectores, como andaria aqueüo, cuando, apaiie de las premiadas, sole dos obtuvieron mencion honorífica. Los premios ascenderàn à algunes miles de reales, però on cambio la novedadatraorà una gran concurrència al afortunado teatro Histori. En la actualidad trabaja on él la compaíiía de òj)ora italiana; la Tiliens, Lesnairl, Ciuglini y Bossi, algunas veces, aunque no siempre, han sido eslropitosamoiite aplaudides. ., ,, . . El tenor Ciuglini, que cobra .3,000 duros por las diez y seis funciones, y que es el nino mimado del publico de Londres, se ha quedado estupefacte aloncontrar on Barcelona un publico tan inteligonte como severo. En el teatro del Licoo se han presentado catorce sinfonías para el premio de cuatro mil reales ofrecido por la eiupresa. El dia 20 serà la inauguracion; el cuadro de cai\lantes es completisimo; ; cuatro