“La importancia del cuidado de la oveja para incrementarla

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“La importancia del cuidado de la oveja para incrementarla
producción de corderos”
MPA Antonio Ortiz Hernández
Centro de Enseñanza, Investigación y
Extensión en Producción Ovina
ortizh@unam.mx
En la producción ovina, se ha demostrado que cada etapa del proceso tiene sus
problemas, por eso es importante detectarlos y poder tomar las medidas
necesarias para minimizarlos, Partiendo de que todas son importantes, en este
caso, nos enfocaremos a la etapa en que las ovejas se encuentran en el último
tercio de la gestación.
Por desgracia, no se le da la importancia necesaria a este momento del proceso
productivo, ya que no se considera que las ovejas, durante el último tercio de la
gestación, es cuando necesitan mayor aporte de energía y proteína en la dieta,
para mantenerse y para producir, que en este caso es el desarrollo de la glándula
mamaria, enviar energía al o los fetos para que se mantengan y crezcan. Se ha
comprobado que el feto crece el 70 al 80% de su peso final y la glándula mamaria
se desarrolla en un 80%, de ahí la importancia de cuidar la cantidad y calidad del
alimento que reciben en este periodo.
En las explotaciones ovinas con manejo tradicional, es común encontrar que un
15% de las hembras no tienen corderos durante cada época de pariciones. Un
diagnóstico temprano de la gestación permite reempadrar a las ovejas no
gestantes de 4 a 8 semanas más tarde, encontrándose todavía en la época de
empadre normal.
Además de la importancia de un diagnóstico temprano de gestación, es de mucha
utilidad saber si ésta es simple o múltiple, para poder determinar los
requerimientos nutricionales de cada hembra o grupo de hembras. La mortalidad
de las ovejas durante el final de la gestación debido a una toxemia de la preñez y
la muerte de corderos, son generalmente mayores en las ovejas con gestaciones
múltiples. Estas bajas pueden disminuir con una alimentación adecuada y con
mayor atención en las últimas 6 semanas de gestación y durante el parto, al
separar a las hembras gestantes en dos grupos; gestación única o múltiple,
proporcionándoles a cada lote la cantidad y calidad adecuada de alimento.
En México una práctica común para el diagnóstico de gestación se basa
principalmente en la observación de los cambios ocurridos en las hembras, como
son la ausencia de estros y un aumento de volumen del abdomen y la ubre. Otro
método de diagnóstico de gestación es el realizado por medio de la técnica del
“rebote” del feto sobre el lado derecho del abdomen, se puede efectuar desde el
tercer o cuarto mes de gestación.
Debido a lo tardío que se pueden practicar estas pruebas, pierde su validez desde
el punto de vista económico.
Cuidados de la oveja al parto
Al evento que marca el final de la gestación se le denomina parto. La labor del
parto es regulada por el sistema nervioso, las hormonas y factores mecánicos en
los que participan tanto la madre como el feto y culminan con la expulsión de este
y sus membranas a través del canal pélvico de la oveja.
Es muy importante tener en cuenta que en este lapso las pérdidas económicas
antes, durante y después del parto son considerables, debido a la gran cantidad
de muertes tanto de ovejas como de corderos, a consecuencia de los pocos o
nulos cuidados que se les proporcionan en la mayoría de los casos.
Factores que afectan el parto
El proceso del parto, puede verse afectado por diversas causas, de las cuales el
mayor o menor grado dependen que sobrevivan el o los corderos y muchas veces
incluso la madre.
A las alteraciones en la secuencia del parto se les conoce con el nombre genérico
de distocia y se manifiesta de tres formas:
a) Labor prematura
b) Labor prolongada
c) Ausencia de labor
Factores que favorecen las distocias:
La raza
Las razas de cabezas grandes como la hampshire, texel, dorper, etc pueden
predisponer a las distocias, así mismo cuando las razas con pelvis estrechas,
como la pelibuey, black belly, entre otras son utilizadas en el cruzamiento con
razas grandes, pueden predisponer a las distocias.
La nutrición de la oveja
La baja nutrición de la oveja durante el último tercio de la gestación, aumenta la
incidencia de partos distócicos provocando labor prematura, acompañada de una
disminución en intensidad y la frecuencia y en algunos casos, ausencia total de
contracciones uterinas y abdominales durante las fases de expulsión fetal.
De forma parecida, en ovejas sobrealimentadas, durante el mismo período
también se aumentan la incidencia de distocias, debido al crecimiento excesivo del
cordero. Junto con este desarrollo del cordero, se tiene el efecto del tamaño de la
pelvis.
La presentación y posición de los fetos
La presentación más frecuente del feto es la anterior, con la cabeza y los
miembros anteriores dirigidos y extendidos hacia delante de él en el canal pélvico.
Esto ocurre en un 70% de los partos normales, cuando ambos miembros
posteriores, están extendidos dentro del canal pélvico, en la presentación
posterior, el feto también puede ser expulsado si ayuda, ocurriendo esto en el 30%
de las pariciones normales. En las gestaciones dobles frecuentemente, hay un
intervalo de 30 minutos entre cada nacimiento.
Las distocias por presentaciones anormales del feto, casi nunca van más allá del
10% de los nacimientos en un rebaño. Los problemas más frecuentes en estos
casos pueden ser desde una simple flexión de cualquiera de los miembros, la
cabeza o ambas, posiciones transversales de difícil solución. En estas condiciones
es necesario proporcionarle ayuda a la oveja, la mayoría de las veces la
introducción de la mano protegida con un guante por la vulva a través del canal
pélvico para corregir la postura es más que suficiente, sin embargo; puede llegar a
requerirse algo de material obstétrico, como un cordón que ayude a la tracción.
La cesárea es poco practicada en esta especie, aunque esta posibilidad no debe
ser descartada y debe ser realizada por el Médico Veterinario.
Comportamiento al parto de la oveja y del cordero
En las primeras horas después de nacido el cordero es necesario que se
establezca un reconocimiento mutuo entre la madre y la cría. Este reconocimiento
recíproco, está regulado principalmente por aromas del cordero, que son captados
por el olfato materno. Los sentidos auditivo y visual, ayudan a este
reconocimiento, pero no son esenciales. Otros mecanismos menos conocidos,
también están involucrados en este fenómeno tales como: estímulos físicos sobre
el canal del parto por parte del feto, que pueden desencadenar el instinto materno.
Cuando no se establece esta relación entre madre y cría, generalmente los
corderos mueren de inanición.
Entre los principales factores que afectan el interés materno durante el parto
están:
a) La edad de la madre, las ovejas adultas abandonan menos a los corderos.
b) La duración de la fase de exposición fetal, las ovejas que tardan más en parir
suelen agotarse y pierden el interés por los corderos.
c) El número de corderos, en ocasiones los partos múltiples hacen que las
hembras abandonen a los corderos a los corderos más débiles.
d) La hora del parto, ésta parece puede ser determinante para afectar la
mortalidad de los corderos cuando éstos ocurren en la noche y no se tiene
cuidado en atenderlos.
e) Algunas condiciones meteorológicas, el clima puede afectar la conducta madrecría, la presencia de lluvias durante el parto favorece el abandono de corderos.
SISTEMAS DE PARICIÓN
Las ovejas en condiciones naturales se separan del rebaño, cuando van a parir y
se reintegran al grupo algunos días después del parto. Este tiempo de aislamiento
relativo, permite el reconocimiento madre-cordero, sin embargo; el manejo
intensivo de los rebaños reflejados en la alta concentración de ovejas en el área
de parto, las frecuentes interrupciones por parte de los humanos para pesar,
determinar el sexo, marcar a los corderos, etc, se contrapone a las tendencias
naturales de las ovejas de parir en sitios tranquilos.
Cuando un grupo de ovejas recién paridas con sus corderos es cambiado del sitio
de parición, puede producirse tal confusión que las madres pierden sus crías
llegando a morir estas últimas.
El sitio de parición es un lugar muy importante para que se establezcan los lazos
oveja-cordero, especialmente cuando han sido derramados los líquidos de las
membranas fetales, por lo que se debe tener cuidado en que éste sea un sitio
apacible y no mover a las crías en el primer día posparto.
Parición en grupo
Este sistema requiere de un corral en el que puedan ser agrupadas las ovejas que
llegan al parto en aproximadamente una semana. Esto puede saberse con cierta
seguridad si al momento del empadre, los carneros marcan a las ovejas conforme
las van sirviendo. Las ovejas de estos grupos son revisadas cuidadosamente por
lo menos tres veces al día y permanecen en el corral del parto durante cuatro o
cinco días, puede facilitarse el manejo si se cuenta con cinco locales parideros
para rotar las ovejas que no paren y evitar molestias a las que van a parir.
Parideros individuales
Cada oveja que se aproxima al parto, es colocada en una corraleta individual
cuyas medidas aproximadas son de 1.50 por 1.50 y deberá permanecer ahí por lo
menos 1 día, esto favorece el reconocimiento materno de la cría, la posibilidad de
mamar de los corderos, especialmente en partos múltiples y permite la
identificación inmediata para los productos. Pero este sistema puede resultar
contraproducente si la oveja inicia la labor de parto en otro sitio y después de que
los líquidos se han derramado, se trasladan a la madre con su cría al paridero.
Se pueden combinar los sistemas colocando en corraletas individuales a las
madres y sus crías, solamente cuando los corderos no se ha improntado o cuando
esto es problema como en los casos de distocia.
CUIDADOS DE LA OVEJA Y DEL RECIÉN NACIDO
1. El paridero debe ser un sitio limpio, protegido del clima y depredadores, con
abundante agua y alimento para la oveja.
2. Es necesario observar a la madre para saber si el parto está ocurriendo en
forma normal o se trata de una distocia. Solamente debe ayudarse a la
oveja en caso de distocia.
3. Observar durante 20 a 30 minutos después del nacimiento a la madre para
saber si parirá otro cordero y ayudarle en caso necesario.
4. Limpiar la ubre de oveja en caso de que sea necesario.
5. Es muy importante asegurarse de que el cordero mame calostro antes de
que pase una hora de su nacimiento, ya que el calostro además de ser una
fuente concentrada de nutrientes, suministra anticuerpos de la madre al
cordero.
6. Las medidas higiénicas durante esta etapa comprenden la trasquila de la
región perianal, así como la cara posterior de los muslos de las ovejas para
evitar infecciones, tanto del aparato genital de la madre como del cordón
umbilical del cordero. Como regla general debe hacerse la desinfección del
ombligo inmediatamente después del parto.
Una de las pérdidas más importantes en las producciones ovinas, es la muerte
perinatal de los corderos. En nuestro país se tiene poca información de la
magnitud del problema, la mortalidad perinatal oscila entre el 15 al 30 por ciento y
no está muy lejos de nuestra realidad y asociado a la baja fertilidad (50 al 69%), la
eficiencia productiva del rebaño nacional es muy pobre.
Las causas que provocan la muerte de los corderos son muy variadas y en
términos generales se pueden dividir en:
1. Antes del parto.
2. Durante el parto.
3. Después del parto.
La primera es la menos importante en la actualidad, pero en las dos últimas es
donde se presentan las mayores pérdidas de corderos.
Durante el parto
Distocias, esta puede deberse a condiciones de la madre como estrechez pélvica
o que no tenga movimientos en el útero o bien deberse al feto, como mal posición
o tamaño excesivo.
Al existir un impedimento para que el cordero salga, se prolonga el parto y el
cordero puede morir por asfixia. La magnitud de este problema es muy variable y
puede ser grave si no se toman en cuenta los factores que lo pueden provocar,
como mala elección de los progenitores, una sobrealimentación de las hembras o
una pobre alimentación de estas.
Como consecuencia de la distocia, la madre adolorida sufre un cambio de
comportamiento y tiende abandonar a los corderos.
Después del parto
La mortalidad ocurre dentro de los primeros siete días de edad, ya que los
corderos son más susceptibles. Una de las causas más importantes de mortalidad
durante esta etapa es el síndrome de exposición-inanición.
Síndrome exposición- inanición
Este problema puede provocar más del 40 por ciento de las muertes y éstas
ocurren dentro de los tres primeros días de vida del cordero. En términos
generales éstos mueren por falla en la adaptación al medio ambiente (exposición)
o bien por falta de leche (inanición).
Exposición - Hipotermia
Estos animales tienden a morir en las primeras 12 horas de vida y el cuadro
puede combinarse con el de inanición y confundir los signos.
Este cuadro se presenta como una combinación de falta de atención de la madre,
factores climáticos y las condiciones del cordero.
Al momento del parto el cordero abandona el ambiente cálido del útero, para
entrar en contacto con las condiciones climáticas externas, inmediatamente con el
animal incrementa la producción de calor (muscular, metabólico), para mantener
su temperatura entre 39 y 40° C. Si las condiciones climáticas y del cordero lo
hacen perder más calor que el que puede generar, la hipotermia se presenta y el
animal se deprime disminuyendo su capacidad para generar calor y alimentarse; el
reflejo de mamar se reduce por debajo de los 37° C. Por el contrario la ingestión
de leche estimula al animal y su digestión genera calor metabólico.
La evaporación de los líquidos fetales que mojan al cordero al nacer, la
temperatura ambiente, pero más aún la existencia de corrientes de aire actuando
sobre el animal mojado, son los principales factores de la pérdida de calor.
La pérdida de calor es más grave en los corderos livianos, por tener una mayor
superficie corporal y normalmente una cubierta de lana o pelo más delgada.
Trabajos australianos demostraron que corderos de 5 kg lograron sobrevivir a
temperaturas de -25° C si están secos y no hay viento, mientras que corderos de
2 kg, húmedos y con vientos de 22 km/h morían de exposición con temperatura de
23° C. Lo que evidencia el valor relativo de la temperatura ambiente en sí misma.
En México, las condiciones climáticas son benignas al momento de los partos,
pero es un hecho que la mayoría de los corderos distan mucho de pesar más de 4
kg al nacer. La no atención de la madre secando al cordero y protegiéndolo es un
factor decisivo en este cuadro.
Los corderos con hipotermia pierden actividad, se observan adormilados,
postrados, no presentan atención a las situaciones del medio, no se paran y no
intentan huir en cuanto alguien se les acerca.
Es importante medir la temperatura rectal y valores por debajo de 39° C nos
indican hipotermia y por debajo de 37° C el animal ya se encuentra gravemente
deprimido.
Para reducir las pérdidas de corderos por este concepto, es necesario
proporcionar lugares de parto en los que las ovejas pueden refugiarse de
corrientes de aire (cortinas, pacas, láminas, árboles), que no sean excesivamente
sombreados o húmedos.
Los locales deben facilitar la vigilancia de los partos, de tal manera de poder
detectar a los corderos que presenten el problema.
Los animales se deben secar, abrigar y poner bajo una lámpara o un calefactor y
suministrársele con sonda leche. El uso de mamilas conlleva el primer riesgo de
que el líquido administrado pase a los pulmones y provocar la muerte del cordero
por asfixia. Siempre se debe elevar la temperatura corporal del cordero antes de
alimentarlo con biberón.
Los animales muertos por exposición al frío e hipotermias, prácticamente no
presentan alteraciones. Se observan hidratados, conservan su reserva de grasas
y eventualmente pueden aparecer edemas en el subcutáneo de las extremidades
(cola, patas y orejas), las masas musculares aparecen de color rojo oscuro y las
asas intestinales dilatadas con contenido mucoso, el examen de las vísceras
evidencia que el animal no comió y eventualmente ni siquiera se paró.
Inanición
Ocurre como consecuencia del abandono del cordero, a la incapacidad de la oveja
para alimentar a la cría ya sea por falta de leche, dificultad del cordero para quitar
el tapón del pezón o por muerte de la madre.
Esta causa de mortalidad puede asociarse a trastornos en la madre o en la
relación madre-cordero de diversa índole. Las borregas primerizas o las que han
pasado un por parto laborioso muestran una mayor tendencia a no atender o
alimentar a los corderos. Las hembras que han recibido una baja alimentación en
el último tercio de la gestación además de parir animales de bajo peso, tienen una
baja o nula producción de leche.
Cuando
los
partos
ocurren
en
condiciones
de
nacimiento
aumenta
considerablemente las tendencias de las hembras a no atender a las crías.
La baja alimentación en el final de la gestación (partos enero – marzo), y las
pariciones en condiciones de nacimiento, son dos factores prácticamente
constantes en la mayor parte de las explotaciones ovinas del país, con la probable
excepción de los rebaños del norte de México, que empadran en febrero.
Las situaciones de muerte por inanición también pueden asociarse a ovejas que
quedan postradas después del parto, a la presentación de mastitis o la falta de
pezones, que fueron mutilados en la trasquila.
En las razas laneras la lana puede ocultar la ubre, por lo que es recomendable
trasquilar la región del periné y la ubre, antes de que se inicien las pariciones.
Los corderos que nacen de bajo peso, demoran en pararse e iniciar el
amamantamiento, si este factor se une a la hipotermia, los animales mueren con
un cuadro de inanición.
Finalmente debe recordarse que la ingestión de calostro materno no sólo es factor
de extraordinaria importancia en términos alimenticios, sino también por los
factores inmunológicos que de él dependen, por lo que los cuadros de inanición
pueden fácilmente asociarse a situaciones infecciosas. Las muertes por inanición
ocurren generalmente al 2do o 3er día de edad, dependiendo del peso del
cordero, sus reservas y las condiciones de temperatura ambiente.
El consumo de las reservas energéticas de los corderos para compensar la falta
de alimento, resulta en la observación de cambios degenerativos en las reservas
de grasa, particularmente la grasa renal que en lugar de observarse de color
blanco amarillento firme, se presenta de color rojo o rojo morado y de consistencia
gelatinosa.
El otro elemento que define este tipo de muertes es la falta de coágulos de leche
en el estómago y la presencia de tierra o pasto en su lugar. Estos animales se
observan deshidratados y es evidente en sus dedos, que han caminado en busca
de alimento.
Los animales débiles o ya muertos pueden ser atacados por depredadores y
confundir el diagnóstico.
Depredadores
Esta causa de muerte de los corderos ocurre por ataque de perros, coyotes,
pumas u otro carnívoro.
Nutrición
Las deficiencias nutricionales pueden afectar de dos maneras, las que afectan al
peso del cordero al parto y el peso de la oveja al parto. Este problema se puede
provocar por deficiencias nutricionales o por de exceso de alimento, que provoca
crecimiento excesivo del cordero y por esta causa distocia, mientras que por
deficiencias conduce a nacimiento de corderos débiles al parto, aparte de que la
oveja produce poca leche y mal nutrición del cordero y poca viabilidad de este.
Defectos congénitos
Se considera en términos generales como un problema de poca importancia ya
que sólo se presenta el uno por ciento
Problemas infecciosos
Esta causa de mortalidad no debe considerarse de poca importancia como causa
de pérdida de los corderos recién nacidos. Los agentes infecciosos pueden
provocar la muerte de los corderos antes o después del parto. Entre los agentes
infecciosos que pueden ocasionar mortalidad a los corderos antes del parto están
Campylobacter foetus, Listeria monocytogenes, Brucella spp, Salmonella spp y
Toxoplasma gondii. Mientras que entre los agentes infecciosos que pueden matar
a los corderos después del destete están Clostridium spp, Staphylococcus aureus,
Escherichia coli, etc. Esta causa de muerte de corderos no debe de sobrepasar el
uno por ciento.
Los factores a corregir para reducir la mortalidad, se pueden dividir en dos, las que
se refieren a la hembra como son, buena nutrición en el último tercio de la
gestación, lo que repercutiría en un buen peso de los corderos y
lo más
importante un buen desarrollo de la glándula mamaria y por lo tanto una buena
producción de leche. Escoger la raza adecuada del semental de acuerdo al
tamaño de la hembra y evitar las distocias por corderos muy grandes.
Los relacionados con el medio ambiente, que las borregas paran en lugares
cubiertos y que no tengan corrientes de aire, los partos deben coincidir con la
época de mayor calidad y cantidad de forraje si los borregos se encuentran en
pastoreo, o tener almacenado forraje para esta etapa.
Todo se debe complementar con una vigilancia constante de las borregas durante
la estación de partos, con lo que se disminuirían las muertes al detectar los
problemas conforme se van presentando y no todos de una sola vez.
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