UN AFICIONADO DEL BARÇA A DANI ALVES “Mi mujer sueña todas las noches contigo” || Dani Alves continúa esbozando la mejor de sus sonrisas pese a estar con un pie fuera del equipo. Y las confesiones de | algunos aficionados aun le animan más Dani Alves y Adriano bromean en un momento del viaje del Barça a Manchester | JOAN MONFORT Dani Alves se ha convertido en el jugador más entrañable, simpático y solícito en los viajes. El brasileño no tiene un ‘no’ para nadie y es el primero en hacerse un ‘selfie’ con cualquier aficionado que se cruce en su camino. Tal vez consciente de que el Barcelona no está por la labor de renovarle, el defensa ha decidido tirar por el camino más recto y empezar a despedirse a su estilo: con una amplia sonrisa y bromeando en todo momento. Es un poco similar al famoso ‘dientes, dientes’ de la Pantoja, pero desde el corazón y no desde el hígado. Ayer un aficionado que viajaba con el equipo se le acercó cuando estaban haciendo cola en la puerta de embarque para pedirle de manera educada si podía hacerle una foto con su mujer. El jugador accedió sin problemas, saliendo de la fila para posar en la instantánea, cuando entonces el marido le soltó: “Sabes qué pasa, es que mi mujer es muy pesada, parece que sueñe todas las noches contigo”. Y al oír eso, Alves se quedó mirando a la señora, le dio dos besos en las mejillas, y le dijo mientras la abrazaba efusivamente: “Entonces una foto bien chula de recuerdo”. No hay duda de que Alves demuestra una personalidad a pruebas de bombas. Otro en su situación estaría hecho un manojo de nervios, viendo que el Barcelona no mueve un dedo en su renovación y arrastrando las secuelas tras el error que cometió en la cesión a Bravo que costó la derrota contra el Málaga. Dani afronta su situación con la mejor de las sonrisas y una amabilidad extrema. Y si Alves se pasó el viaje atendiendo a los aficionados y haciéndose fotos a diestro y siniestro, otros jugadores como Neymar estuvieron menos solícitos. El jugador, que viajó con algunos ‘Toiss’ y con su mano derecha, Álvaro Costa, hijo de Pepe Costa, tuvo un incidente a su llegada a Manchester. En el control de aduanas surgió un problema con su pasaporte. Tras unos minutos de incertidumbre, con el agente de aduanas abandonando su posición portando consigo el documento para consultar a un superior, el jugador pasó el control sin más dilación ante las bromas y chascarrillos de algunos compañeros. El vuelo duró poco más de dos horas y los temores que anunciaban nieve en Maschester se diluyeron al aterrizar. El equipo lucía para la ocasión una ropa más casual de lo habitual: camiseta azul descolorida tejana y una estridente sudadora granate con capucha. Y es que desde que no está Emili Sabadell al frente como ‘team manager’ las normas sobre la indumentaria se han relajado un ápice.