La necesidad de avanzar hacia una Historia Ecológica para Chile CIENCIA Y AMBIENTE El carácter exclusivamente descriptivo con que se ha utilizado el material documental sobre el pasado ambiental de Chile, ha impedido que se expliquen las relaciones de largo plazo entre la sociedad chilena y su entorno. Y ha impedido, también, que los errores ambientales del pasado informen la toma de decisiones en el presente, minimizando así el riesgo de volver a repetirlos. E Fernando Ramírez Morales* n los textos sobre historia de Chile el tema de las transformaciones ambientales y sus efectos económicos no aparece siquiera mencionado. A lo sumo, respecto del paisaje, se incorporan las primeras descripciones hispanas, como las cartas de Pedro de Valdivia al rey Carlos V en las que describe con indisimulada intención características climáticas, fertilidad de los suelos y un conjunto de posibilidades * Académico Departamento de Ciencias Históricas. U. de Chile. Director Bosque-Antiguo Chile. VOL XII- N 2, pp 61 - 68 (ISSN 0716 -1476) e «La nuestra, la tierra chilena, es el triste bien de unos hombres tristes...¿Ante quién habrá que rendir cuenta de tanto cerro arañado por la erosión con todos sus panes y pájaros menos, de tantas tierras enrojecidas sin árboles ni cantos, de tanta quebrada seca, de los alerces quemados, de las araucarias abatidas para siempre sin que nada las reemplace? Sólo clama justicia tanta tierra descuidada, perdida, estrujada; tanto bien de todos que se fue derecho al mar. Quién sabe un día presidirá este tribunal supremo un juez que se hará eco de la parábola de los talentos: Te di un pedazo de tierra bien plantado de árboles y amenizado de aguas, y ahora me lo devuelves yermo. Ahora sabes. Te lo di para probarte, para ver quién eras. Te lo di cargado de flores, liviano de cantos. Mira lo que me entregas... La tierra es tu retrato. Mírate en estos cerros secos, agrietados, satánicos. Aquí no brotan semillas. Ni siquiera maleza. ¿No es éste tu propio rostro? Luis Oyarzún, «Defensa de la Tierra», 1971. para una ocupación del nuevo territorio. Otro de los citados es Gerónimo de Bibar y su Crónica de 1558, el primer documento que nos entrega abundantes datos sobre la flora, la fauna y las formas de explotación de los recursos naturales por parte de los indígenas. Para los períodos posteriores a la Conquista a veces se incluyen párrafos de viajeros y científicos como el abate Molina, Haenke, Gay, Domeyko o, por último, se extraen citas de los diarios de extranjeros de paso como María Graham o Eduardo Poeppig, los que con distintos grados de adjetivación se refieren a la naturaleza del país. El carácter exclusivamente descriptivo con el que se ha utilizado este material documental, ha impedido Ambiente y Desarrollo - Junio 19% CIENCIA Y AMBIENTE que se expliquen las relaciones de largo plazo entre la sociedad chilena y su entorno. Se ha configurado, entonces, una historia de hombres, sociedades y períodos, sin explicaciones sobre las profundas conexiones que toda actividad colectiva tiene con el entorno. Pareciera que el fenómeno histórico ocurriera en un estado de ¡evitación a un metro del suelo, sin mención a las condiciones bióticas. climáticas o hidrológicas en las que éste se desenvuelve. Lo que ha estado ausente en la investigación histórica Se han excluido de la investigación histórica, entonces, el estudio de hechos silenciosos, casi imperceptibles, los más profundos, aquellos que nadie notó ni anotó en el documento oficial, lo que no captó el interés político. Fenómenos que. de acuerdo con Ferdinand Braudel1, pertenecen a una «larga duración», tales como la lenta desertificación del Norte Chico como resultado de sus ciclos económicos, el desecamiento de las quebradas de la Zona Central, o la virtual extinción de la fauna por efecto de la caza y expansión del área destinada a la ganadería, entre otros. Todos estos procesos, durante mucho tiempo, no han formado parte del estudio histórico. Resumen En un momento en que el país enfrenta un proceso de toma de decisiones en cuanto a su desarrollo futuro, la ciencia histórica tiene algo que aportar en el tema de las modificaciones ambientales y la discusión sobre modernización económica. Para ello se debe avanzar hacía una interpretación histórica de lo que han sido las transformaciones del medio ambiente en Chile en el largo plazo. Esto implica renovaciones temáticas y analíticas que, a su vez, conducen a cambios metodológicos que permitan incorporare! carácter interdisciplinario que tiene el enfoque histórico-ecológico, rescatando, por ejemplo, la oralidad retenida en el inconsciente colectivo rural, o reintroducir la actividad del historiador en terreno. Estos enfoques permiten un contacto visual con el paisaje, lo que alimenta las necesidades explicativas del investigador de la historia. Desde esta perspectiva, el nuevo desafío es elaborar una Historia Ecológica de Chile que abra paso a visiones más integrales para la comprensión de nuestro pasado. Abstract In the moment in which the country faces the process of decision making concerning its future development. an historical scientific perspective has something to offer in relation to the theme of environmental changes and discussions regarding economic modernization. For this purpose. we should seek to advance toward an historical interpretation of what have been the principal long-term environmental transformations in Chile. The interdisciplinary character of an historical-ecological focus implies the need for new thematic and analytical approaches that are conducive to the necessary methodological changes. For example, the activity of the field-based historian and oral renditions of the rural collective unconscious should be re-instituted. These approaches permit a visual contact with the landscape, stimulating the explanatory powers of the researcher of history. From this perspective, the new challenge is to elaborate an Historical Ecology of Chile that opens a more integral vision for the understanding of our past. 62 Ambiente y Desarrollo - Junio 1996 Estamos en un momento en que el discurso público y privado se colma de propuestas y anhelos preparatorios para la inserción global, para los nuevos requerimientos de la educación, para las innovaciones tecnológicas y para los desafíos que deberemos enfrentar en el próximo siglo, y en el que se puede advertir una confianza casi mística en el progreso y esplendor que parece esperarnos en el futuro cercano. Yin este momento de toma de decisiones en cuanto al desarrollo futuro del país, cabe preguntarse si la ciencia histórica tiene algo que aportar en el tema de las modificaciones ambientales o en la contemporánea discusión sobre modernización económica. La respuesta para nosotros es que se debe avanzar hacia una interpretación histórica de las transformaciones del medio ambiente en Chile. Lo relevante es que esta interpretación histórica sirva no sólo para incorporarla transversalmente en la enseñanza de la historia, sino que además se utilice como instrumento de análisis en las actuales propuestas sobre desarrollo y se incluya en los diagnósticos sobre el impacto ambiental de actividades económicas que ya fueron realizadas con anterioridad en una determinada localidad. La interacción sociedad -naturaleza y la conformación de una Historia Ecológica Existen amplias vinculaciones entre la historia y la ecología. Estas se encuentran principalmente en la forma que adquieren los diferentes modos de producción económica de una sociedad a lo largo del tiempo. «Cada uno de los diferentes 'medio ambientes' que existen en el país son el resultado de las relaciones entre una explicable dinámica histórica allí verificada»2, así como del condicionamiento relativo que generan las condiciones de disponibilidad ecológica presentes en cada etapa. El Cuadro 1 permite observar la forma en que se establecen las interacciones históricas entre una comunidad y su entorno. Entre los aspectos relevantes que se infieren del Cuadro 1 están las relaciones que existen entre los tiempos histórico y ecológico, así como entre los sistemas sociales y los ecológicos. El tiempo histórico y el ecológico En el fenómeno histórico, el tiempo constituye una de las bases sobre las cuales se construye el acontecer. Las escalas del tiempo difieren significativamente si nos referimos a una de tipo humano o a una de carácter CIENCIA Y AMBIENTE biológico o natural. En la interpretación históricoecológica, esta variable ha de estar presente en cada etapa del análisis para incorporarla como elemento explicativo de las capacidades de sustentabilidad que tenía el medio sobre el cual operaba una sociedad. En el «largo» tiempo histórico de dos siglos, el XVII y el XVIII, la sociedad chilota explotó en forma intensiva los bosques de alerce de la Isla de Chiloé y la zona costera del continente. Esta actividad se desarrolló impulsada por una demanda de exportación hacia el mercado del virreynato peruano y la ampliación del ecúmene en la zona central del país, con lo cual la casi totalidad del intercambio económico del área quedó vinculada a esta actividad. Sin embargo, en la perspectiva del tiempo ecológico que estos bosques necesitarían para regenerarse (si es que pudieran regenerarse), las centenas de años humanos son muy «breves» de manera que las posibilidades de un desarrollo sostenido basado en la madera de Chiloé quedaron hipotecadas para las generaciones siguientes. La interacción de estos diferentes órdenes de magnitud temporales debemos considerarlas como el marco que establece un primer límite a determinados modos de extracción de recursos y, por ende, que configuran condicionantes para determinadas formas de crecimiento económico en el país. Existen amplias vinculaciones entre la historia y la ecología. Estas se encuentran principalmente en la forma que adquieren los diferentes modos de producción económica de una sociedad a lo largo del tiempo. Ambiente y Desarrollo - Junio 1996 63 CIENCIA Y AMBIENTE Recuadro 1 Historia Ecológica: Tres puertas que se abren En el Departamento de Historia, de pendiente de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Uni versidad de Chile, nos encontramos desarrollan do un conjunto de investigaciones de carácter monográfico, realizadas como parte de las actividades de un Seminario permanente denominado «Procesos Históricos y Transforma ciones Ambientales en Chile». En él se han abordado inicialmente tres lí neas temáticas para la redacción de una «Historia Ecológica de Chile» que abarque desde el período del primer contacto con el mundo hispano, hasta las modificaciones que la imple mentación del actual modelo econó mico ha generado en el paisaje. Estas líneas son: • Procesos históricos asociados a la deforestación de ecosistemas templa do cálido y templado lluvioso en Chile (entre los 30° Lat.S al 48° Lat.S). • Estudios de casos históricos sobre procesos de modernización local es económicamente vinculados a la ex plotación de recursos naturales (se han identificado aproximadamente 50 casos de poblados, desde el período colonial hasta la década de 1980), que vivieron procesos de auge y caída económica producto del agotamiento de los recursos. • Reconstrucciones en terreno de ex pediciones científicas, misioneras o militares en las que se hicieron des cripciones detalladas del paisaje y que permiten comparar el estado actual y ¡a magnitud de las transformaciones ambientales. En el primer tema se han desarrolla do los casos de Contao, X Región (Recuadro 2) en el que se puede apre ciar cómo en el lapso de cien años esta localidad cruzó desde una marginalidad en el devenir histórico hasta un amplio proceso de moderni zación que lo vinculó al mercado in ternacional por medio de la explota ción del alerce. Se puede mencionar también el trabajo de M. Folchi sobre la localidad minera de el Volcán* y otros realizados bajo el alero del Se minario mencionado por alumnos y egresados de Histor ia de esta Universidad. Deben rescatarse en este sen tido los trabajos pioneros del profesor Pedro Cunill**, que dio en la década de los 70 el primer paso hacia esta modalidad histórica. En relación a las reconstrucciones de antiguas expediciones se han v erificado la referida a la «Expedición a la costa de Chiloé del Capitán Roberto Maldonado 1895: cien años después», realizada con alumnos de historia el verano de 1993 y que arrojó como Sistemas sociales y sistemas ecológicos Los sistemas sociales son el producto de una dinámica histórica en que las relaciones de dominación y participación han resultado en determinadas estructuras económicas, de propiedad, formas políticas y organización social, y es desde ellas de donde se genera la vinculación con el medio. Las formas en que las diferentes «sociedades» chilenas se han apropiado de la naturaleza arrancan de los estilos de organización interna y la cultura productiva asociadas a ellas. A fines del siglo XIX la explotación salitrera en Iquique —en forma de enclave bajo «virtual control» de las compañías inglesas— fue concordante con las formas oligárquicas de dominación y exclusión imperantes en el resto del país. Por tanto, la 64 Ambiente y Desarrollo – Junio 1996 resultado una recopilación de datos y materiales que han permitido i niciar la confección de mapas temáticos sobre el modo de asentamiento y explota ción del temprano Chiloé. En el mis mo sentido, se llevó a cabo en el ve rano de 1996 otra expedición llamada «Vodudahue: el valle de los mitos. En busca de sus saltos y del 'g ran alerzal'». Basándose en copias de mapas obtenidas del Archivo Nacio nal y el diario de viaje correspondien te, se repitió por igual ruta el largo y difícil viaje del Padre Fray Francisco Menéndez en 1783 en busca de la mítica Ciudad de los Césares a tr avés del estrecho valle del caudaloso río Vodudahue (42°26')***. Por último, en relación a la transfor mación espacial, económica y social generada por los procesos de deforestación, se encuentra termina do en forma de tesis de grado lo que dice relación a l avance de la frontera ganadera en la Región de la Araucanía. AD Notas: * Folchi D., Mauricio. 1995. El Volcán: Un caso de Eco-historia minera». Facultad de Filosofía y Humanidades, U. de Chile. ** Cunill G., Pedro. 1970. Factores en la destrucción del paisaje Chileno». Informaciones Geográficas. Cunill G., Pedro. 1974. La Temprana sementera urbana chilena y los comienzos del deterioro ambiental». Facultad de Ciencias Humanas, Universidad de Chile. *** Los resultados de esta investigación están en proceso de publicación. noción de un Estado capturado por una clase social no dejó espacio para entrever las consecuencias nacionales que tendría este modo de desarrollo. En nuestro análisis, al frente de los sistemas sociales, en una relación de interacciones recíprocas, se encuentran los sistemas ecológicos sobre los cuales se instaló una sociedad. Cada uno de ellos presentó peculiares condiciones de relieve, clima y suelos que resultaron de las dinámicas ocurridas en un milenario tiempo ecológico y de las cuales se deriva una limitada base de recursos tanto en variabilidad, como en calidad y cantidad. Los sistemas ecológicos, aunque no determinan el conjunto de las actividades humanas, constituyen formas de condicionalidad para el desarrollo de modelos económicos de carácter expansivo y. por tanto, han de CIENCIA Y AMBIENTE ser las innovaciones tecnológicas, las pautas culturales, o las formas políticas las que posibilitarán, en un medio con específicas limitaciones, la permanencia histórica de una comunidad, que tendrá en cada nuevo ciclo, que replantearse su forma de relación con la base de recursos de que dispone. Es el caso, de localidades mineras del Norte Chico, como Petorca y Llay-Llay, que naciendo vinculadas a la minería, en el lapso de cien años han tenido que reorientar sus actividades económicas por efecto del agotamiento de los recursos que directamente o como insumo servían para el trabajo minero. Sin embargo, en ninguno de estos cambios de giro obtuvieron como resultado un significativo cambio en los niveles de calidad de vida. En estos enlaces generados entre el sistema social y el ecológico se articulan los fenómenos de transformación espacial que dan contenido a la posibilidad de reinterpretar la historia desde un ángulo que integralmente incorpore a la ecología como concepto y factor del desenvolvimiento social. Una historia que avance en la explicación, y que supere la simple descripción de situaciones paisajísticas, permitirá reconocer cómo han sido en el pasado reciente o lejano las formas específicas de la relación ambiental y de qué modo ellas inciden en las decisiones sobre el estilo de desarrollo que persigue la sociedad en su conjunto. Una historia que fundamentalmente explique sobre los modos del uso de recursos, sobre los diferentes resultados espaciales y sus conexiones con las características de la calidad de vida que presentaron los distintos grupos sociales. De las explicaciones que surjan de estos estudios pendientes se podrá recrear la historia de los diferentes modos del uso del espacio y de los recursos naturales. Por ejemplo, es necesario revisar e incorporar a nuestro saber colectivo las cosmovisiones espaciales de los colonos alemanes que con obsesivo afán despejaron para siempre los bosques que hasta mediados del siglo XIX cubrían la Región de los Lagos y compararlas con la «desordenada» ocupación casi simultánea de la Cordillera de la Costa en la zona central. Entender cómo el fuego fue utilizado como arma «de la civilización y el progreso» y fue la corona humeante que podían enarbolar los «colonos» de las áreas que se incorporaron como parte de la llamada «expansión nacional» durante los últimos decenios del siglo pasado. ¿Será útil esta revisión en momentos en que, cien años después, se proclama una conquista de otra zona a través de la Carretera Austral? ¿Deben necesariamente ser estos procesos de expansión verdaderas epopeyas de la destrucción natural? Las respuestas a estas interrogantes son el desafío que intentamos sortear en la investigación histórico-ecológica y que permitirán abrir los espacios cognitivos sobre las transformaciones históricas del entorno físico, avanzando en nuevas formas de periodificación que superen las conocidas etapas políticas de la Colonia, Independencia o República, y se establezcan tiempos históricos en que se inserten las variaciones espaciales como estadios de desenvolvimiento social. De igual modo, la revisión del conocimiento histórico que se postula permitiría reconocer las etapas de desarrollo de una comunidad en relación a las condiciones de la calidad de vida de los diferentes segmentos sociales, en tanto éstas son una expresión comprobable, por ejemplo, de las características de la redistribución del ingreso, y del control y propiedad de los recursos, entre otros aspectos. De la revisión histórico-ambiental que se propone en el Cuadro 1 surge como corolario el que, a nuestro Ambiente y Desarrollo - Junio 1996 65 CIENCIA Y AMBIENTE Contao, un caso de modernización fugaz* Recuadro 2 En la localidad de Contao —ubicada hoy en la comuna de Hualaihué, pro vincia de Palena, en la X Región confluyen de manera excepcional los elementos que permi ten probar en una especie de «laboratorio histórico», al gunos de los supuestos teóricos y metodológicos de la ecohistoria. Se conjugan, en primer lugar, la exis tencia de un gran bosque de alerce, especie valiosa por la calidad de su madera, ubicado en un ecosistema complejo y frágil. Se agrega un am plio proceso de explotación que se desarrolló desde la forma artesanal a una gran tala rasa y que, en el trans curso de aproximadamente veinte años terminó con gran parte de las disponibilidades económicas del recurso. Esta actividad industrial dio origen al asentamiento poblacional de Contao cuya comunidad experimentó, junto a la empresa forestal, su propia historia de auge y caída: igual que las de sus alerces. Contao se constituye en un caso de mostrativo de la interdependencia en tre los recursos naturales y las posibi lidades históricas de una comunidad. El inicio de la explotación industrial del llamado Complejo Forestal Contao puede fecharse aproximadamente en la década de 1920, en el sector de Uagüepé y Chaparano, por parte de la Sociedad Explotadora de Alerces Reloncaví, la que planificó un amplio complejo de explotación con estudios técnicos, apertura de caminos, insta lación de bodegas y campamentos, muelles y casas para el personal. El entusiasmo generado por el proyecto se reflejaba en las palabras del presi dente de la compañía: «los alerzales permiten mantener esa producción por más o menos 75 años». Las faenas llevadas a cabo por esta empresa terminaron con la mayor par te de los alerzales costeros en la zona sur del Estuario de Reloncaví. Los relatos y descripciones de viajeros nos informan que hacia los años 30 ya no quedaban alerces en la zona de Puer to Varas, Calbuco, y muy pocos en Maullín. Por tanto eran los distritos de Lenca, Chamiza, Hualaihué, Homopirén y Contao los que aporta ban con este tipo de madera, aproxi - juicio, el actual debate sobre modernización económica carece de una perspectiva histórica. Esto inhibe el establecimiento de nexos con un pasado en el que, bajo otras circunstancias y hombres, pero en el mismo limitado espacio, otras sociedades chilenas vivieron el embrujo de sostener el crecimiento en una relación depredativa del medio y frente a la cual las normas legales de protección no fueron más que intentos fallidos de visionarios, superados por la incredulidad de sus contemporáneos. 66 Ambiente v Desarrollo - Jumo IW6 madamente, 60 mil pulgadas al año. La presencia de cordones de cerros que se anteponen a los bosques inte riores, la incapacidad técnica para el desarrollo de caminos de montaña y la rudimentaria maquinaria dejaron a salvo por casi tres décadas al más grande y probablemante más antiguo alerzal de la Provincia de Llanquihue. Durante el verano del año 1992 y el otoño del 1995 concurrimos a Contao, intentamos entremezclamos y estable cer entrevistas en que la comunidad «contara» la historia del poblado. La historia resultante es una suerte de mosaico de auge y caída, de entrar a un lugar en donde se respira en el ambiente la sensación de espera de que vuelva una vida mejor. En los finales del año 1958 los prime ros movimientos de ingenier os, traba- La Historia Ecológica: nuevos temas, nuevos problemas, nuevos modelos de análisis Nuestra proposición es que la historia ecológica puede ser un instrumento de explicación para un conjunto de fenómenos no estudiados y que hoy adquieren una latente contemporaneidad al gatillarse conflictos ambientales entre comunidades y actividades económicas en los que surge como elemento argumentativo un trasfondo histórico que las partes manejan con des- CIENCIA Y AMBIENTE jadores y camiones advierten a los habitantes de Contao el inicio de una etapa de cambios. La empresa cons tructora Belfi comenzaba la construc ción de un camino costero de pene tración. El proceso de modernización se acercaba. Una sociedad formada por la e mpresa norteamericana Simpson Timber Co. y la nacional Bosques e Indus trias Madereras S.A. (BIMA) se aso ciaron tanto en la compra de los pre dios como en el capital para iniciar la explotación. En el verano de 1960 comienzan los trabajos de habilitación del puerto de embarque, el camino hacia el Volcán Apagado y el diseño del futuro «Company Town». Dirigi dos por ingenieros forestales del país del Norte, Contao empezó a vivir su completa transformación. Los norte americanos venían a quedarse por un largo tiempo. Los estudios aerofo togramétricos habían mostrado la exis tencia de más de 10 mil hectáreas de alerce entre los primeros cordones de cerros frente a Contao hasta el Lago Cabrera. La política de incentivo a las inversiones extranjeras y apertura de las exportaciones impulsadas por el gobierno de Jorge Alessandri, uni da a la aparente estabilidad política, eran, entre otros factores económicos, atractivos innegables para una mode rada inversión y alta rentabilidad. En poco tiempo, estuvo listo el cam ino, la pista de aterrizaje, el alcantari llado, la planta generadora de luz y el captador y filtro de agua para el con sumo directo. Así también, nació el pueblo de Contao. Con ordenada visión urbana, surgieron construidas en alerce cerca de cien casas perfectamente alinea das, con dos piezas, baño, cocina, un patio trasero y un diseño típicamente extranjero. Lo hispano no estuvo pre - sente en ese funcional estilo. No hubo plaza, ni iglesia. El «boliche» fue reem plazado por una abastecida pulpería, ya que se impuso la «ley seca» para este incipiente enclave del sur de Chile. El incremento y descenso poblacional de Contao es un testimonio claro de su proceso de auge y caída. En 1960 la población total llegaba a 427 perso nas, en 1970 se había incrementado a 1.126 personas, en 1982 quedaban 978, y en 1992 sólo 365 conformaban los habitantes del pueblo". Tanto para los antiguos pobladores como para los recién llegados, con los norteameri canos se inicia el período de auge y progreso en su vida laboral. Los s ueldos eran buenos, y era costumbre te ner como referencia a los mineros del cobre, en esa escala estaban casi a la par. El trato con los chilenos era exigente, pero respetuoso y deferen te. Eran «norteamericanos». Ni «gringos», ni «yanquies» fueron ex presiones utilizadas por nuestros en trevistados. Aún hoy, transcurridos más de veinte años, los nombres de «Míster Griffin», «Míster Meyer» y otros son recordados con afecto y nostalgia. Un tráfico diario de aviones se encar gaba de los enfermos más graves o, incluso, como había buena paga, pi lotos civiles del aeródromo de Puerto Montt realizaban «charter» para que los trabajadores, con hijos y señora, fueran los fines de semana largos a distraerse a la ciudad. A los pocos años de actividad, llegó la escuel a, dos postas de primeros auxilios, y una enorme sede social que se convirtió en una «plaza de armas» con techo, en que se conversaba, se discutía en asamblea la organización de las fies tas o cualquier otro motivo para re unirse. igual información y que constituye, a veces, el factor que define el resultado final. Nuevos temas pueden ser la historia de los procesos que redujeron al extremo los bosques nativos desde el Maule hasta Reloncaví, y que ha derivado probablemente en modificaciones del clima regional o de las disponibilidades hídricas de las cuencas. De igual modo se requeriría una historia de las relaciones de poder y subordinación en el control de los cursos de ¿Hubo modernización en C ontao? Para gran parte de sus actuales habi tantes, de ello no cabe duda. En lo material: trabajo, buenos sueldos, vi vienda, luz, agua potable y alcantari llado gratis, escuela y actividades de portivas. En lo afectivo: los padres veían la oportunidad par a sus hijos que ellos habían sacrificado para sí; al jubilar ellos, sus hijos varones ocu parían las plazas de empleo, no ten drían que emigrar, las generaciones de reemplazo se irían casando y for mando los nuevos núcleos familiares. Sin embargo, esta cas i paradisíaca visión terminó prácticamente con la misma velocidad con la que se formó. Al cabo de diez años, la empresa en tró en crisis. Tras varios procesos de privatización de no muy clara procedencia ni obje tivos, el Complejo Forestal Contao, como centro de explotación forestal, murió. Ahora, no hay empleos en Contao, los jóvenes deben emigrar en busca de alternativas laborales, en la sede social ya no hay ánimo para or ganizar fiestas, además ya no funcio na la planta generadora de electrici dad, de m odo que sólo cuentan con un par de horas diarias de luz artificial obtenida con un motor facilitado por la autoridad. En un pueblo que nació y vivió vinculado al bosque, la obten ción de leña se ha convertido hoy en una faena sacrificada y en la que no siempre se vuelve a casa con lo que se necesita. Notas: * Extracto de Ramírez M., Fernando. 1995. «Contao: Un caso de modernización fugaz» Ponencia presentada al 5to Encuentro Científico sobre el Medio Ambiente. Cipma, Temuco, 1 al 4 de agosto. ** Fuente: Entidades de población, INE. agua y que fueron condicionando las posibilidades de pequeñas economías campesinas alternativas en valles de la costa. Se abre también la posibilidad de entender históricamente otras cosas, comprender de otra manera el pasado. Esto, a su vez, exige trabajar con preguntas renovadas: ¿cómo y bajo qué circunstancias socio-económicas fueron cayendo los alerces de Chiloé?, ¿qué impactos generó en los ecosistemas estepáricos y la Ambiente y Desarrollo– Junio 1996 67 CIENCIA Y AMBIENTE En este momento de toma de decisiones en cuanto al desarrollo futuro del país, cabe preguntarse si la ciencia histórica tiene algo que aportar en el tema de las modificaciones ambientales o en la contemporánea discusión sobre modernización económica. economía artesanal del Norte Chico la caza de más de tres millones de chinchillas durante los primeros decenios de este siglo? ¿cuánta contaminación acumulada se heredó del modelo de industrialización impulsado por el Estado desde la década de los 40? Se requiere ahora trabajar con otro tipo de materiales para la reconstrucción histórica. Aquellos registra- 68 Ambiente y Desarrollo - Junio 1996 dos en la memoria colectiva y rescatados por la recopilación oral, o lo entremezclado en datos estadísticos sobre exportación de pieles, o en el cuento y canto popular, o en los considerandos de un fallo judicial sobre deslindes de propiedad, u otras fuentes similares. Estamos iniciando el rescate de estos hechos hasta ahora imperceptibles e insignificantes, protagonizados por cualquier persona y por todas las personas. La forma de mirar el paisaje, de botar la basura, de sacar leña del bosque, pueden ser hechos de la historia si para la sociedad ellos pueden conformar el mosaico de un problema histórico. Cada respuesta obtenida nos permitirá comprender las limitaciones históricas que se han establecido en el país como resultado de los efectos de transformaciones ambientales en gran escala. No se trata de reflotar el antiguo deterninismo geográfico, sino de reinsertar el entorno natural como marco explicativo de las modalidades de crecimiento económico. Estas renovaciones temáticas y analíticas derivan en cambios metodológicos que permiten incorporar el carácter interdisciplinario que tiene el enfoque histórico-ecológico, rescatando, por ejemplo, la oralidad retenida en el inconsciente colectivo rural, o reintroducir la actividad del historiador en terreno, lo que permite un contacto visual con el paisaje y que alimenta las necesidades explicativas del investigador de la historia. El desafío asumido es elaborar, entonces, una Historia Ecológica de Chile que arranque del marco teórico señalado anteriormente, y que abra paso a visiones más integrales para la comprensión de nuestro pasado. AD Referencias bibliográficas (1) Braudel, Ferdinand. 1990. La Historia y las Ciencias Sociales. Alianza Editorial, pp. 60 -106. (2) Ramírez M., Fernando. 1995. Folchi D., Mauricio: La Renovación de la Historiografía Nacional y la Propuesta de la Historia Ecológica. Facultad de Filosofía y Humanidades. Documento N º 2. Seminario Historia y Medio Ambiente, 1995. Bibliografía complementaria ------------------------------------------------Brailovsky, Antonio E. y Foguelman, Dina. 1993. Memoria Verde. Editorial Sudamericana. Gligo, Nicolo y Morello, Jorge. 1980. Notas sobre la Historia Ecológica de la América Latina. F.C.E. Vitale, Luis. 1984. Introducción a una teoría de la Historia para América Latina. Donoso, Claudio. 1983. Modificaciones del paisaje chileno a lo largo de la Historia. Simposium Desarrollo y Perspectivas de las disciplinas Forestales de la Universidad Austral de Chile.