REVISTA CUBANA DE PSICOLOGÍA Vol. Ill, No. 3, 19SG La influencia del micromedio social en el cumplimiento de las medidas criminológicas individuales. Lie. Norma Vasallo Barrueta, Facultad de Psicología, Universidad de La Habana RESUMEN ___ ; El presente trabajo aborda la problemática del micromedio social y su influencia en el cumplimiento de las medidas criminológicas individuales, a partir de considerar su papel en la formación de la personalidad del menor y en especial su rol en el conjunto de las causas de la conducta delictiva, cuando aparecen en el mismo, factores crim.inógenos. Se exponen los resultados de un estudio realizado en Ciudad de La Habana, con el objetivo de comprobar la efectividad de las referidas medidas y el papel del micromedio en el cumplimiento de su misión preventiva. ABSTRACT : ; - , • This paper deals with the social micro-environment and its influence on the carrying out of individual criminological actions, taking into consideration its role in the formation of the minor's personality and, specially, its role in the series of causes leading to criminal behavior when criminological factors occur. Shown herewith are the results from a study done in Havana City in order to confirm the effectiveness of both the actions mentioned before and the role played by social microenvironment in the fulfilling of its preventive mission. 73 I N T R O D U C C I Ó N La prevención de las conductas delictivas está íntimamente relacionada con el estudio de sus causas, quiere'esto decir que el Sistema de Prevención de las conductas delictivas se elabora con el objetivo de eliminar las premisas objetivas y subjetivas que dan lugar a las mismas. Los estudios realizados en los países socialistas con el objetivo de determinar las causas de la conducta contraria a la Ley, coinciden en señalar que ellas se encuentran en primer lugar, a nivel de la sociedad y se expresan en contradicciones no antagónicas propias del socialismo; en segundo lugar, a nivel del micromedio, es decir, la familia, la escuela, el grupo de coetáneos, la barriada, etcétera, y por último a nivel de la personalidad del individuo como el resultado de la influencia de los dos niveles anteriores y que se expresan en la motivación del sujeto, sus normas sociales y en el contenido particular que adquieren sus valores morales. Dentro del Sistema de Prevención de las conductas delictivas en los países socialistas, podemos distinguir tres niveles; un nivel superior (el de la sociedad) donde encontramos las medidas encaminadas a contrarrestar los efectos de las contradicciones sociales que aún subsisten y las de formación y educación de los ciudadanos en sentido general, un nivel medio que contiene las medidas dirigidas a los grupos y colectivos sociales en los que el hombre vive y un nivel inferior o de la personalidad del sujeto, cuyo objetivo es lograr un cambio positivo de la tendencia orientadora de la personalidad del sujeto a partir de la influencia aue sobre la misma pueden ejercer diferentes métodos educativos. De esta forma se logra establecer una correspondencia entre las medidas preventivas y las causas y condiciones de las conductas delictivas. Los tipos de medidas profilácticas que forman parte del Sistema de Prevención, pueden ser generales e individuales; aunque algunos criminólogos como G. Avanesov, señalan también la profilaxis victimológica, la autoprofilaxis, etcétera. 1. LA PROFILAXIS INDIVIDUAL . . Quiero detenerme especialmente en la Profilaxis Individual, donde el psicólogo puede jugar un papel muy importante. La Profilaxis Individual se dirige al individuo particular (no importa su edad) a quien se considera por la conducta mantenida, próximo a la transgresión de la ley y se dirige también a las condiciones del micromedio en el que vive. La Profilaxis Individual no es más que un conjunto de medidas educativas de influencia sobre la personalidad con tendencia antisocial y cuvo objetivo es precisamente modificar esa tendencia. Para lograr este objetivo resulta importante estudiar la personalidad del sujeto, la influencia que sobre ella eierce su micromedio y a partir de este estudio, determinar las medidas profilácticas que permitan contrarrestar la influencia nociva eme recibe esa personalidad y las personas' encargadas de su cumplimiento. Otro aspecto no menos importante es el control sistemático del cumplimiento de estas medidas, lo cual constituye el objetivo del presente trabajo, es decir, la influencia del micromedio en el cumplimiento de las medidas criminológicas individuales. 2. LA INFLUENCIA DEL MICROMEDIO SOCIAI . . La influencia del micromedio social en la formación de la personalidad con orientación antisocial ha sido ampliamente estudiada desde diferentes puntos de vista: jurídico, pedagógico, psicológico y sociológico. Todos en mayor o menor medida coinciden en afirmar que los factores más importantes, que mayor peso tienen en este proceso son: la familia, la escuela, el grupo de coetáneos, la barriada, la organización del tiempo libre y otros. A este concensus generalizado se ha llegado a partir de los resultados de las investigaciones que desde hace años vienen realizando cada una de las disciplinas científicas antes mencionadas. En 1979 la revista "Salud Mundial", órgano oficial de información de la Organización Mundial de la Salud, publicó un artículo de Ihsan Dogramaci, en el que se expresaba..." ¿Cuáles son las familias más vulnerables y cuáles los niños expuestos a mayores peligros?... Las familias desfavorecidas en el orden social y económico son sin duda las que más sufren... Algunos niños desfavorecidos terminan por convertirse en delincuentes. Distintos estudios indican que, en determinadas situaciones socioculturales, los delincuentes proceden en general de familias numerosas con pocos ingresos y con poca instrucción, en las que faltan el padre o la madre, o en las que los padres mantienen malas relaciones, y los hijos tienen un rendimiento escolar muy bajo". "...En ocasiones la única manera de proteger al niño es hacerlo adoptar por una familia -sana-" En nuestro país como en toda sociedad socialista están creadas las premisas básicas para luchar por la eliminación de los elementos criminógenos del micromedio social, los cuales no son el producto de nuestro modo de vida; sino de la existencia de rezagos de la ideología burguesa en la conciencia de algunos individuos, o grupos de individuos, porque como sabemos, a los cambios radicales en la estructura económica no le siguen automáticamente los correspondientes cambios en la conciencia social, producto de la relativa independencia de esta con respecto a la primera. En 75 este sentido Lenin planteó: "La fuerza de la costumbre de millones y decenas de millones de hombres es la fuerza más terrible" (2). En correspondencia con las transformaciones económicas que se han llevado a cabo en nuestro país, se han tomado una serie de medidas en el marco de la lucha contra la delincuencia, dentro de las cuales, las relativas a la prevención del delito y en especial las encaminadas a la disminución y erradicación de sus causas, tienen un peso fundamental. Dentro de las referidas medidas es necesario hacer mención especial a la creación de los consejos de atención a menores, órganos cuya función principal es: disponer las medidas profilácticas individuales sobre los menores, vigilar su ejecución y decidir cualquier cambio sobre las mismas. Las medidas que se adoptan, son el resultado de una evaluación integral de cada caso, realizada por un equipo de especialistas, de los que forma parte el psicólogo. La variedad de medidas es amplia, va desde aquellas que son de cumplimiento externo, por ejemplo: vigilancia y atención por el Ministerio del Interior (prevención); vigilancia reforzada de los padres o tutores; atención xndividualizada por las propias escuelas del Sistema Nacional de Educación; atención por una trabajadora social de la FMC; etcétera, hasta aquellas que implican el internamiento en un Centro de Reeducación. Atendiendo justamente a la importancia que se le concede a la influencia del micromedio social en la formación de la personalidad, hemos querido estudiar un grupo de*jóvenes, con los cuales se tomaron medidas de carácter externo en un mismo período de tiempo. El objetivo de nuestro trabajo era dar respuestas a las interrogantes en relación con el cumplimiento de la misión preventiva del Consejo de Atención a Menores, al constatar el grado de cumplimiento de las medidas criminológicas individuales impuestas a ese grupo de jóvenes. Medidas que eran responsabilidad de los diferentes elementos que integran el micromedio social de cada joven. El trabajo realizado a solicitud del Consejo de Atención a Menores de Ciudad de La Habana, contó con la colaboración de un grupo de estudiantes de la Facultad de Psicología y se desarrolló en un municipio de la provincia a partir de entrevistas realizadas a los menores, maestros, padres, trabajadores sociales, cederistas, etcétera. Se estudiaron un grupo de sujetos cuya conducta había sido previamente clasificadas de acuerdo con el criterio de especialistas, en buena, regular y mala. En el primer y segundo grupo se encontraba el 41 % respectivamente del total y en el tercero el 18 %; lo cual apunta en favor del tipo de medida de cumplimiento colectivo en la profilaxis criminológica individual. Partimos de considerar que en el grupo de buena conducta se presentaría ?6 un mayor cumplimiento de las medidas profilácticas individuales y que por tanto los diferentes factores del micromedio social actuarían como elementos anticriminógenos siendo esta la causa fundamental de la diferencia de la conducta de los sujetos. En lo adelante y para facilitar la explicación, los datos percentuales aparecerán en el siguiente orden, primero; grupo de buena conducta; en segundo lugar el calificado de regular, y por último el evaluado de mal. Cuando hablamos de medio familiar sano, nos referimos a aquel en que apreciamos buenas relaciones entre sus miembros, buen nivel de comunicación padres-hijos, uso de métodos educativos adecuados, preocupación por los problemas del hijo, satisfaccción de sus necesidades fundamentales y en sentido general aquel que no constituye un modelo negativo para sus hijos. En la comparación entre los sujetos con diferentes conductas apreciamos diferencias significativas en relación con su medio familiar, al resultar sano en el 38 % de los sujetos con buena conducta, el 5 % en el de Regular y 11 % en el de mala. Se observó índice significativo de padres divorciados, así como la presencia de relaciones conflictivas entre ellos, tal como se indica en la tabla No. 1. Conducta Padres divorciados Relaciones conflictivas entre padres Regular Buena 62 % 9,5 % Mala 52 % 44 % 14 % 11 % En sentido general se aprecia insuficiente comunicación entre padres e hijos y entre los miembros de la familia en sentido general, lo cual los hace desconocedores de los problemas fundamentales de los hijos y no les permite brindarles la orientación necesaria en función de evitarles conductas inadecuadas. La presencia de escándalos familiares (5 %, 14 % y 11 %) , de antecedentes delictivos y conductas amorales en los padres (alcoholismo, prostitución, etcétera) apuntan hacia una influencia negativa de la familia , fundamentalmente de los padres, en su rol como modelo a imitar por lo hijos. Como apreciamos cada uno de los indicadores analizados dentro de la familia, se comportó de manera más favorable en el grupo de sujetos con buena, y sólo aquí se pudo constatar la medida: vigilancia reforzada de los padres. En las familias de sujetos con mala conducta, se evidenciaron métodos educativos inadecuados, lo aue se expresaba en permisividad o excesivos castigos corporales. 77 Para que se comprenda la gravedad del problema a que nos enfrentamos en este estudio, queremos destacar a la destacada psicóloga soviétiva Galnia Andreeva, quien apunta: "La sociedad influye sobre la persona, nrecisamente a través del grupo y es extraordinariamente importante comprender de qué manera las influencias intervienen como mediadoras entre la persona y la sociedad (3). Como sabemos el niño crece en un medio de costumbres y de moral determinado, que estimula o reprime los comportamientos desarrollados por él. Así s< Le inculca lo que esta permitido o prohibido. De esta forma se logra la selección de conductas deseables o indeseables. Sobre esta base se produce la apropiación de las normas sociales (4). En este proceso de apropiación de las normas sociales, el micromedio social en el que el individuo se desarrolla juega un papel importantísimo y dentro de él la familia tiene el mayor peso, por ser ella el primer núcleo social con el que entra en contacto el niño; en el que experimenta por primera vez las experiencias de la vida en colectivo y se inicia su educación. Las relaciones hogar-escuela estuvieron presentes en mayor medida en el grupo de buena conducta y ausente en el de mala. Este vínculo permite a la familia conocer las dificultades del hijo en la escuela y a tiempo tomar las medidas que contribuyan a su disminución y al logro de los objetivos de la educación. Por otra parte muchas familias requieren de orientación por parte de los maestros, sobre el tratamiento que deben ofrecer a sus hijos en determinadas circunstancias. El aspecto que expresó mayor diferencia en los tres grupos fue la vinculación a una actividad socialmente útil', ya sea docente o laboral, que alcanzó un 81 % y en los menores con buena conducta y 57 % y 55 % en los de regular. La influencia del colectivo docente o laboral en la formación de la personalidad de los jóvenes es suficientemente conocida. Ellos son responsables de la formación de intereses variados y de un contenido de mayor significación social en los sujetos que lo integran e influyen en la organización y disciplina de la. vida de los mismos. En este estudio encontramos centros de trabajo y estudios, donde las organizaciones políticas se habían trazado un plan de atención a estos jóvenes, objeto de nuestro análisis, y que desarrollaron de manera efectiva. Consideramos que esta experiencia, excepcional en nuestra investigación, debe ser la regla, si aspiramos a lograr una adecuada adaptación de estos jóvenes a la vida social. Otro indicador que expresó diferencias significativas entre Jos sujetos con buena conducta y los aue no la tenían, fue la relación con grupos o sujetos antisociales, lo que estuvo ausente en los primeros y presente en un 57 S y 33 có en los menores con un comportamiento evaluado de roen; l n r y malo respectivamente. En investigaciones realizadas en nuestro naís (5) se ha comprobado la participación de menores en hechos delictivos como consecuencia de la influencia de adultos de conducta inmoral, los eme se valen de la persuación, de las amenazas, del préstamo de dinero y otros métodos para inducirlos a la transgresión. Por otra parte, aunque la realización de actividades delictivas por parte de grupos socialmente negativos de jóvenes, no es significativa estadísticamente en Cuba, si resultó importante el control de su existencia desde el punto de vista preventivo por la influencia que sobre sus miembros ejercen estos grupos, sobre todo en la adolescencia, donde pueden adquirir para el sujeto, una fuerza mayor que la familia. Estos grupos le brindan apoyo a los jóvenes en sus conflictos con la familia, lo vinculan más a él, pudiéndolo conducir a la acción delictiva. En algunos países como en la URSS, se ha comprobado la importancia del grupo de coetáneos como una de las causas de los delitos cometidos por los menores, los cuales en muchos casos no son más que la expresión de una conducta conformista, sobre todo en sujetos que no presentan una personalidad con orientación antisocial. Importante resultó el análisis de la influencia de las organizaciones de masas sobre estos menores. Como conocemos esta responsabilidad recae fundamentalmente sobre la FMC, a través de sus trabajadoras sociales, sin embargo, como resultados de algunas insuficiencias en la coordinación de esfuerzos entre el oficial de prevención y la trabajadora social un qran número de los casos no se habían asignado a las mismas, por le r*--" el 52 % de los menores con conducta buena y regular respectivamente y 88 % de los evaluados de mal, no recibían atención de esta importante organización. No obstante el 66 S, 52 % y 22 % de cada uno de los grupos se encuentran integrados de forma más o menos activa a las tareas de los CDR, donde apreciamos que en muchos casos se realiza un eficiente trabajo con estos menores, lo que se expresa en el dominio de la problemática de los mismos, no sólo en su medio familiar y en la barriada, sino también en su escuela o centro de trabajo. Observamos incluso casos en que el ejecutivo dt- 1 a organización mantiene contactos sistemáticos con esos centros para conocer cómo es la conducta de los menores, sus avances o sus dificultades y en tal sentido, apoyar esa influencia en su lugar de residencia. CONCLUSIONES ___.. Al comparar los tres grupos de sujetos, observamos en sentido oenoral diferencias significativas en favor del grupo de buena conducta en elemen- 79 tos del micromedio social, tales como: medio familiar, que incluyo organización, métodos educativos, comunicación y su rol como modelo; en la vinculación a una actividad socialmente útil; en .la relación hogar-escuela y en el vínculo con grupos y sujetos de conducta delictivas. Esto corroooró nuestra hipótesis inicial de trabajo, es decir que en el grupo de buena conducta se da con mayor frecuencia condiciones favorables en cada uno de los elementos del micromedio social, los cuales en ese mismo grado cupinlen con las medidas criminológicas individuales impuestas a los jóvenes y que son de su responsabilidad, actuando en sentido general como factores antier iminógenos. Este trabajo nos permitió comprobar, además, dos cuestiones a nuestro juicio fundamentales: 1. La importancia del micromedio social en la reorientación de la personalidad del joven, a partir del cumplimiento de las medidas criminológicas individuales. 2. La necesidad de perfeccionar los mecanismos de influencia y control de los diferentes elementos del micromedio social sobre los sujetos en el cumplimiento de las medidas impuestas. BIBLIOGRAFÍA (1) Dogramaci, Ihsan La familia, piedra angular de la comunidad. Salud Mundial. feb.-marzo, 1979. pág. 20-23. (2) Lenin, V.I. La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo. Obras Completas. Tomo 41, pág. 27. (3) Andreeva, Galnia Psicología Social, pág. 158. (4) Freedrich, VJ. y A. Nossakowski Psicología de la edad juvenil. Editora Universitaria, 1965. pág. SO. (5) Navarrete, Caridad Causas de las Transgresiones de la ley entre los menores de edad. Publicación interna Minint. 80