Valientes que confían en Dios

Valientes que confían en Dios
Campamento de la Escuela Dominical “Ríos de Vida” de Quilmes
febrero 2002
Valientes que confían en Dios.
Instrucciones para el maestro.
El objetivo de la presente lección es motivar al niño a confiar en Dios, de manera que no se desespere en
momentos de problemas sino que recurra al Padre.
Para lograr este objetivo es muy importante que el maestro haya experimentado la confianza en Cristo y
sus resultados, de manera que comunique una experiencia viva. Otro punto de vital importancia es “ganar
en oración” el tiempo de la lección, pidiendo que el Señor realice la obra espiritual en los corazones de
los alumnos.
Quedando en claro estos dos puntos, podemos pasar al tercero: el maestro debe manejar con soltura el
material, por lo que tiene que conocerlo y haberlo trabajado o “masticado” al máximo.
A ese efecto presentamos la estructura básica de la lección, que resume en forma esquemática el
contenido y secuencia de las actividades y enseñanzas.
Estructura básica de la lección.
1.
2.
3.
4.
5.
Actividad: identificar que cosas les atemorizan.
Actividad: identificar que es lo que produce el miedo en las personas.
Dios quiere que seamos valientes.
1 Co.16:13 “...sed valientes...”
Jos.1:9 “... te mando que... seas valiente...”
Dios nos ayuda a ser valientes pues:
Está siempre con nosotros.
Jos.1:9 “...no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo dondequiera que vayas”
Mt.28:20 “...he aquí yo estoy con vosotros hasta el fin del mundo”
Podemos confiar en su cuidado.
Sal.23:1 “Jehová es mi pastor, nada me faltará”
Mt.6:25-32
Podemos pedir y recibir.
Mt.7:7-11 “Pedid y se os dará...aquel que pide, recibe...”
Jn.14:13 “Todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre lo haré...”
Conclusión: un llamado a animarse a confiar.
Este esquema u “tronco” de la lección se adaptará según la edad de los alumnos.
Para los niños se basará la lección en el episodio que vivieron Sadrac, Mesac y Abed-Nego con el
horno de fuego. El desarrollo de la lección se adjunta a continuación. Las figuras ilustrativas están
en un archivo aparte (buscar como “Valientes que confían – Ilustraciones”).
En cambio los preadolescentes tendrán una lección temática, apoyándose en el desarrollo de alguna
actividad. Al final se adjunta una hoja de actividades para desarrollar con los preadolescentes.
Pablo Sparta
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Valientes que confían en Dios
Campamento de la Escuela Dominical “Ríos de Vida” de Quilmes
febrero 2002
Desarrollo de la lección “Valientes que confían en Dios”.
Versión niños.
“Una vez vi una película donde los personajes tenían un trabajo muy raro... tal vez ustedes también la
vieron...”
Se muestran las siguientes figuras de la película Monsters Inc..
Les puede realizar algunas preguntas de le película, pero luego se debe concluir centrando la atención en
el trabajo de los monstruos, que consistía en asustar a los niños (“¿A qué se dedicaban los monstruos?”).
“En la realidad los monstruos no existen... pero hay otras cosas mas comunes que nos dan miedo. ¿Qué
cosas les dan miedo a ustedes?”
Dar espacio para que respondan, incentivar. Tener precaución de que las respuestas no sean todas
‘fantasiosas’, sino estimular a develar aquellos miedos cotidianos que los niños tienen (a quedarse solo, a
que le falte un ser querido, a la oscuridad, a no tener comida...).
“Cuando tenemos miedo, no hacemos lo que queremos. Es como que el miedo nos domina. Cuando
tienen miedo algunos gritan, otros lloran, otros se escapan, unos se esconden, alguno puede ‘hacerse
encima’ (¡aún gente grande!), y muchos dicen cualquier cosa con tal de salvarse del peligro.
Vamos a ver ahora una historia verdadera de unos muchachos que vivieron una situación peligrosísima.
En la época que ellos vivían no había presidente, sino que había rey. Y los reyes podían hacer lo que
querían, aunque sea una locura, todos le obedecían. El rey que tenían ellos
(Nabucodonosor) hizo una gran locura: construyó una estatua gigante de 27 metros de
alto por 3 metros de ancho. ¡Era toda de oro! En total, pesaba 14000 kilos, es decir,
como 15 autos juntos. ¿Se imaginan cuánto saldría? Mas o menos, saldría ¡150
millones de dólares!
Pero la locura mas grande no fue hacer la estatua, sino lo que hizo después. Mandó a
llamar a todas las personas importantes del reino y dio una orden: que todos, cuando
suenen las trompetas, se arrodillen y adoren a la estatua... y el que no lo haga, sería
echado en un horno para matarlo.
Los muchachos de los que estamos contando la historia creían en Dios. Sus nombres eran Ananías,
Misael, Azarías; pero le gente de este reino se los cambió por Sadrac, Mesac y Abed-Nego. Ellos eran
gente importante para ese imperio, y también fueron llamados para la presentación de la gran obra del rey.
Así que llegó el día en que todos se reunieron. Estaban todos, los tres muchachos también. Los musicos
tomaron sus instrumentos (trompetas, flautas, tambores, arpas y mas) y se pusieron en posición. La gente
hizo un gran silencio. De repente, sonaron las trompetas y toda la gente se arrodilló frente a la estatua de
oro. El rey miraba satisfecho, orgulloso... pensaría ‘¡todos me obedecen, soy la
persona mas importante del mundo!’.
Sin embargo, no todos le habían obedecido. Había tres muchachos que
permanecieron firmes, parados, porque sólo se arrodillaban delante del verdadero
Dios.
El rey, desde donde estaba, no vio lo que pasó. Pero había unas personas envidiosas y malas que se
encargaron de llevarle la noticia al rey. ‘¡Rey, rey, hay tres que no te hicieron caso! ¡Sadrac, Mesac y
Abed-Nego no creen en tus dioses ni en tu estatua!’
El rey se enfureció y mandó que en ese mismo momento los traigan. En un instante ya estaban los tres
delante del rey. ‘¿Así que ustedes no adoran a mis dioses ni se arrodillan delante de
mi estatua?’ –dijo el rey, y siguió diciendo- ‘Me imagino que se habrán dado cuenta
del error que cometieron y que estarán recapacitando. ¿Ya están dispuestos a
arrodillarse apenas suenen nuevamente los instrumentos? Porque si no lo hacen,
ahora mismo los tiraré al horno de fuego... ¿y qué Dios los va a salvar de eso?’.
¡Que terrible! ¿Qué hubieran hecho ustedes en ese momento? A la mayoría nos
habría dado mucho miedo y seguro que trataríamos de salir de esa situación... ¡tal vez hasta nos
habríamos arrodillado frente a la estatua, total después le podíamos pedir perdón a Dios!.
Pero los tres muchachos respondieron calmadamente al rey: ‘No te mereces que te respondamos, pero
igual vamos a decirte que nuestro Dios puede salvarnos de tu horno de fuego, y nos va a salvar de tu
mano. Y aunque no nos salvara queremos dejarte algo bien en claro: no queremos a tus dioses, ni vamos a
adorar la estatua de oro que hiciste.’
Pablo Sparta
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Valientes que confían en Dios
Campamento de la Escuela Dominical “Ríos de Vida” de Quilmes
febrero 2002
¡Que valientes que eran estos tres! ¡Justo como a Dios le gusta!.
A Nuestro Padre le gustan los valientes. El quiere que seamos valientes, así lo dice en la Biblia en Josué
1:9 que seamos valientes: ‘Mira que te mando que te esfuerces y que seas valiente’. Nos dice que nos
esforcemos, porque muchas veces va a ser difícil ser valientes.
Para Sadrac, Mesac y Abed-Nego fue difícil, sobre todo por cómo se puso el rey... ¡Se enfureció! Tanta
furia tenía que hizo calentar el horno 7 veces mas de lo acostumbrado. El calor era
terrible. Mientras tanto agarraron a los tres muchachos y los ataron para que no se
escapen. Los soldados los llevaron cerca del horno de fuego. Cuando el rey dio la
orden, los soldados tiraron a los tres al fuego, pero el fuego era tan fuerte que hasta se
murieron los soldados que los tiraron.
‘¡Así terminan los que no me obedecen!’ habrá pensado el rey.
Pero, de repente, el rey se aterroriza: ‘¿Qué no eran tres los que tiramos al horno?
Ahora veo cuatro, que están vivos y caminan en medio del fuego... ¡y la cuarta persona
parece un dios!’.
Y por supuesto que parecía un dios, porque era el Hijo de Dios, Jesús.
Nuestro Padre Dios quiere que seamos valientes pero no nos deja que nos arreglemos como
podamos. No, el nos ayuda para que seamos muy valientes.
En primer lugar, el promete estar siempre con nosotros, especialmente en aquellas ocasiones en que nos
agarra miedo. El mismo versículo que leímos antes (Josué 1:9) dice ‘...no temas ni desmayes, porque
Jehová tu Dios estará contigo dondequiera que vayas’. Así fue con Sadrac, Mesac y Abed-Nego, el Señor
estuvo con ellos hasta adentro del horno. Eso es lo que nos promete Jesús, que el estará con nosotros hasta
el fin, siempre: Mateo 28:20 ‘... he aquí yo estoy con vosotros hasta el fin del mundo’.
En segundo lugar, el nos dice que creamos, que confiemos en que el nos va a cuidar... porque el siempre
nos va a cuidar. No nos va a faltar lo que necesitemos, casi ni tenemos que pedirlo porque El ya lo sabe.
Acordémonos siempre lo que dice el Salmo 23:1 ‘Jehová es mi pastor, nada me faltará’. Muchas veces
en la Biblia Dios nos dice que confiemos, que el no nos va dejar, sino que siempre nos va a cuidar.
Y en tercer lugar, podemos pedir a Dios porque el nos va a dar. ¡Es verdad! Les leo en la Biblia lo que
nos dice Jesús: Juan 14:13 ‘Todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre lo haré...’. El dice que el que
pide, recibe (Mateo 7:7-11). Así que cuando hay problemas, podemos pedirle a Dios con fe. El nos va a
responder.
Dios cuidó a los tres muchachos. Dice la Biblia que el rey se dio cuenta que ellos
tenían razón y los llamó para que salieran. Y que cuando salieron, lo único que se
había quemado eran las sogas con que los habían atado... ¡ni olor a quemado tenían!.
Fue así que el rey se convenció de que Dios era real y mandó que todos en el reino
adoren al Dios verdadero.
Dios quiere que venzamos el miedo confiando en el. El nos llama para ser valientes, y
pone en nuestro corazón la fuerza para hacerlo. El dice en la Biblia que no nos dio un
espíritu de cobardía.
Vamos a pensar en aquellas cosas que nos atemorizan. Y vamos a tomar una decisión: no voy a dejar que
me gane el miedo porque voy a confiar en Dios. Cada cual piense cuáles son esas cosas que no te gustan y
te hacen temer. Ahora se lo vamos a decir a Dios, cada cual su propia oración... ‘Señor, cuando me pase
... yo voy a confiar en ti, no voy a tener miedo’”
Dar espacio para que algunos chicos puedan orar en voz alta. Haga también una oración general y ore por
los chicos para que el Señor los bendiga y los ayude a ser valientes. Si se detecta que algún chico tiene
problemas particulares, es conveniente buscar un momento para hablar con el.
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Valientes que confían en Dios
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Valientes que confían en Dios – Hoja de Actividades – Preadolescentes
Indicar que cosas te atemorizan.
No tener dinero.
El futuro.
Quedarme sin seres queridos.
Lastimarme.
Hablar en público.
Evangelizar casa por casa.
Ser asaltado.
La oscuridad.
Quedarme solo.
No tener comida.
Otras cosas:
Describir 3 reacciones o efectos del miedo sobre la gente. Por ejemplo “les transpiran las manos” o “se
escapa”.
1.
2.
3.
Indicar cuáles de estas frases te parecen correctas.
A Dios no le interesan los valientes.
Dios nos ordena ser valientes.
Dios nos prefiere que seamos valientes, pero no nos lo ordena.
No todos tenemos que ser valientes, depende del carácter.
Dios no promete nada para que seamos valientes.
Dios nos promete cosas para ayudarnos a ser valientes.
Dios nos promete que nunca nos va a pasar nada malo ni feo.
El salmo 23:1 dice “Jehová es mi pastor, nada me pasará”.
Dios prefiere que no pidamos nada, que seamos valientes y tratemos de salir solos adelante.
Dios nos cuida siempre.
Identificar cuáles son las cosas que no estoy tomando con valentía, o que no estoy confiando en el Señor.
Por ejemplo, alguna respuesta puede ser “el estudio” o “mi enfermedad” o “la enfermedad de mi
pariente”.
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