Maestros y talleres portugueses en el Hospital Real de Santiago de Compostela 71 La marcha de Nicolás de Chanterenne supone el fin de la primera etapa constructiva del Hospital. Los administradores del mismo se centraron en los años siguientes en completar la construcción de los patios25 y solucionar el problema del abastecimiento de agua que tenía el edificio26, para acometer en 1518 el comienzo de las obras de la portada. En las condiciones redactadas por los Reyes Católicos se recogía que la fachada principal “sea de canto picado et su sillería bien puesta con su cal et arena…” pero nada se especifica de la portada. Don Diego de Muros, el administrador del Hospital confió a los maestros de cantería Martín de Blas y Guillén de Colás27, “franceses”, la obra de la portada y el tejaroz de la fachada, para que lo ejecutaran en un plazo de 15 meses. Diego de Muros fue una de las personalidades más sobresalientes de principios del XVI, teólogo y humanista, formado en el Colegio de Santa Cruz de Valladolid, fue secretario de don Pedro de Mendoza, catedrático de la universidad de Sigüenza, deán de Santiago y obispo de Mondoñedo y Oviedo, pero por encima de todo esto, fue un hombre de confianza para los Reyes Católicos que le encomendaron la tarea de administrar el nuevo hospital. Según García Oro28, debe ser considerado el genio capaz de impulsar el proyecto, aunque sus compromisos con la Corona, le obligaron a viajar continuamente y a dejar en manos de sus colaboradores, los Prego, el seguimiento diario de los trabajos, pero aun así conservó la capacidad de decidir sobre el futuro de la obra. Cuando en 1518 Diego de Muros resolvió iniciar la construcción de la portada, a la cual pretendía dar un protagonismo que no se le confería en las disposiciones de los monarcas, recurrió a la contratación de Martín de Blas y Guillén de Colás, dos maestros a los que probablemente no conocía pero sabía que habían trabajado con anterioridad en el monasterio de los Jerónimos de Belén, a las órdenes de João del Castillo, donde posiblemente coincidirían con Nicolás de Chanterrenne29 y ese era un aval que los facultaba para intervenir en el Hospital. Si Chanterenne había dejado Santiago para instalarse en Lisboa. Martín de Blas y Guillén de Colás habían hecho el recorrido inverso, pero con el mismo éxito, porque desde finales de 1518 hasta principios de 1522, año en el que según Pérez Costanti30, falleció Martín de Blas, éste intervino en los principales proyectos constructivos que se estaban acometiendo en la ciudad. Martín de Blas y Guillén de Colás acordaron con don Diego de Muros, el diseño de una magnífica portada concebida all antica, como un gran arco triunfal dedicado a la exaltación de la Corona, de la caridad cristiana y del papel redentor de la Iglesia31, por la que cobraron 100 ducados de oro. La carga de propaganda política y religiosa es muy grande, por eso consideramos factible que fuera ideada por un 25 A.H.U.S. Hospital Real. Escrituras, n.º 94, f. 25; ff. 30-32v.; 85-86; 129-132. A.H.U.S. Hospital Real. Escrituras, n.º 93, f. 1 v.; 94, ff.28-29; f. 33 27 Archivo Catedral de Santiago, Varia, Tomo I, Segunda Serie: 230-231. 28 GARCÍA ORO, 1976: 45. 29 CORREIA, 1953, 172; DIAS, 1988: 125-127; DIAS, 1993. 30 PÉREZ COSTANTI, 1933: 359. 31 ROSENDE VALDÉS, 1982: 217-218; AGUAYO COBO, 1983: 19-61; VILA JATO, 1993a: 21-24; ROSENDE VALDÉS, 1999: 132-135; MONTERRO MONTERO, 2004: 437-450. 26