La escucha activa, una habilidad necesaria para el éxito organizacional Por: Javier Saieh ¿Ha estado alguna vez en una reunión o discusión y preguntándose si la otra persona está realmente escuchando? Muchas personas toman la habilidad de escuchar por sentado. A menudo suponemos que estamos escuchando y que los demás saben que están siendo escuchados. Pero la realidad es que los ejecutivos tienen muchas complicaciones con lo que se requiere para escuchar realmente lo que se les dice. Especialmente en ciertas áreas como aceptar la crítica de buena forma, tratar con los sentimientos de la gente y tratar de entender lo que otros piensan, se requiere de muy buenas habilidades para escuchar. Lea las siguientes preguntas y vea si alguna de ellas lo identifica: ¿Tiene dificultad para concentrarse en lo que se está diciendo? ¿Piensa más en qué dirá a continuación que en lo que le están diciendo? ¿Le molesta cuando alguien cuestiona sus ideas? ¿Da consejos demasiado pronto y sugiere soluciones a los problemas antes de que la otra persona haya explicado su punto de vista? ¿Habla mucho más que la otra persona en sus conversaciones? Si usted contestó "sí" a cualquiera de estas preguntas, usted no está solo. Para mejorar su capacidad de escuchar, ponga en práctica los siguientes consejos: N º 1: Limite las distracciones. Ponga en silencio sus artículos tecnológicos y aleje las distracciones para que pueda prestar plena atención a la otra persona. Ponga atención al tono de voz y el lenguaje corporal de la otra parte. N º 2: Preste atención a lo que se dice, no a lo que usted quiere decir. Establezca como meta ser capaz de repetir la última frase de lo que la otra persona dice. Esto mantendrá su atención enfocada en lo que le están comunicando. N º 3: No se complique con el silencio. Usted no tiene siempre que tener una respuesta o comentario a cada cosa que se le dice. Una interrupción en el diálogo puede darle la posibilidad de aclarar sus ideas. N º 4: Fomente que la otra persona exprese sus ideas y soluciones antes de dar las suyas. Dedique el 80 por ciento del tiempo a escuchar y el 20 por ciento a hablar. N º 5: Ratifique los puntos clave que usted entendió y pregunte si son exactos. "veamos si le he entendido bien ...", parafrasear la idea expuesta por la otra parte es una manera fácil de aclarar cualquier confusión. Ser un buen oyente le ayudará a ser buen líder, mejor negociador y solucionador de conflictos. Sus compañeros de trabajo lo respetarán, y lo más probable es que verá cambios en sus relaciones con ellos como resultado.