Respuesta a la carta de Izquierda Socialista Por una discusión responsable Si hemos entendido bien, ustedes nos proponen que cedamos las dos candidaturas que tienen mayores posibilidades de ser electas en octubre. Nos preguntamos cómo es que se les ha ocurrido un despropósito semejante. ¿Pretenden que el PO, presente en 80 distritos de la provincia de Buenos Aires y en la casi totalidad de los barrios de la Ciudad, ceda los dos cargos expectables de esos distritos a quienes no tienen un cuarto de esa representación? Para peor, a diferencia de los planteos del PTS, que propone discutir una interna del frente en las Paso, ustedes no ofrecen alternativas. Nosotros ya hemos dicho que la interna abierta tiene limitaciones que perjudican al Frente y que no hay un recurso superior a la ratificación de los acuerdos ya establecidos, que socializan la participación legislativa eventual de todos los partidos a través de la rotación de cargos y la gestión colectiva de la representación parlamentaria. Pero preferimos mil veces discutir alternativas que chocar con ultimátums, como es el anticipo de que ustedes no participarían en una interna abierta. En la determinación del lugar de las candidaturas importa la representación electoral de cada partido (como lo reconocen los acuerdos que tenemos), por lo que no podría haber ninguna clase de interna que no sea la interna abierta simultánea. ¿Por qué califican nuestra posición de “excesiva”, “cerrada”, “intransigente”, cuando nos hemos limitado a ratificar los acuerdos que ya tenemos? A fuerza de calificativos no podrán distorsionar nuestra posición de seguir, simplemente, con lo ya acordado. Ustedes reclaman “un equilibrio”, con el que no podríamos sino estar de acuerdo, porque en 2011 hubo un desequilibrio manifiesto, ya que IS obtuvo la legisladora de Córdoba y el PTS dos en Neuquén, donde explotó la violencia de la justicia contra nuestra legalidad y además impuso dos candidatos con una triquiñuela que no engañó a nadie. Los que perdimos legislativamente fuimos nosotros, aunque harto compensado por un avance político inigualable, que ha permitido el desarrollo impresionante de la influencia política del Partido Obrero. Ratificar un acuerdo que tenemos, no tiene nada de sectario. Como lo hemos demostrado en una respuesta a los compañeros del PTS y como lo haremos más adelante en esta respuesta, el Partido Obrero ha sido el defensor más consecuente del Frente de Izquierda. Los compañeros de IS reclaman ‘equilibrio’, ¿pero no es claro que la influencia política‐electoral alcanzado por nuestro partido en el último tiempo, conduce a un ‘equilibrio’ bien diferente del que propone IS, que sin embargo nosotros evitamos plantear porque no consideramos al Frente de Izquierda como un terreno de disputa interna sino como un instrumento que potencie la lucha contra los partidos capitalistas y pequeño burgueses? Los compañeros de IS sostienen que al Frente lo ‘tracciona’ la unidad, pero es claro que en esa unidad algunos traccionan más que otros, y que es esto lo que se tiene en cuenta al discutir candidaturas. Los dirigentes de IS no pensaban como lo piensan ahora cuando torpedearon el frente PO‐MAS, en 1985, y el de IU‐PO, 1 en 2003. En esas ocasiones siempre cedimos en representatividad en función de la acción frentista, mientras que del otro lado abusaron de ella. La unidad en sí misma es un planteo oportunista, pues sirve para toda clase de enjuagues y hasta para la colaboración de clases. Nosotros no defendemos la unidad en esa condición sino la unidad para la acción revolucionaria. Defendemos la acción política revolucionaria de nuestros voceros políticos en el Frente de Izquierda en todo el país, y atribuimos a esa acción una parte considerable de los factores que han impulsado el desarrollo de nuestro partido y del frente al cual estamos asociados. La unidad en sí misma es casi siempre el disfraz de las alianzas democratizantes, como el Frente del Pueblo e Izquierda Unida. Hemos dicho antes que nos consideramos defensores consecuentes del Frente. Por eso hemos planteado, desde octubre pasado, una decidida iniciativa en el terreno electoral, que no fue acompañada. Los resultados para cada uno, son evidentes. Hemos tocado este punto en el intercambio de cartas con los compañeros del PTS. Ustedes también exhibieron una política vacilante respecto al FIT. Lo prueba la negativa de ustedes a que nuestro frente participe en las movilizaciones convocadas el año pasado por la dupla Moyano‐Michelli, argumentando que se trataban de marchas sindicales y no políticas, o que no compartían nuestra delimitación con las burocracias convocantes, que como ahora se prueba por completo, encararon esas acciones con una estrategia abiertamente patronal, o que había que marchar con ‘obreros peronistas’. Se manifestaron posiciones encontradas. Ustedes caracterizaron a las movilizaciones de Moyano como una ruptura de la clase obrera con el gobierno, haciendo abstracción de quien encabezaba esa “ruptura” y para quién trabajaba, cuando una ruptura real del proletariado con la burguesía sólo ocurre cuando está orientada por un partido revolucionario que se enraíza en la clase, nunca es un resultado espontáneo. Oponerse a marchar como FIT es renunciar a la lucha por la influencia política en la clase obrera, disputar su conciencia y pensamiento a las fuerzas ajenas al socialismo. Las “rupturas” de la clase obrera no son un hecho mecánico, inconsciente. Deben traducirse positivamente en el surgimiento de una nueva dirección política de la clase obrera, que signifique un avance en la expresión de sus intereses históricos en tanto clase. Ustedes dicen algo que nos parece grave: que el Frente de Izquierda es una suerte de cooperativa (se supone que electoral), y piden que se les reconozca derechos societarios. No es lo que dijeron los oradores el 1 de Mayo. Creemos que la ratificación de los acuerdos establecidos, con la rotación de cargos y la gestión común de las bancadas, los deja muy bien servidos. Lo que ustedes pretenden es, en cambio, un abuso: privarnos de las dos candidaturas con mayores posibilidades electorales. ¿A cuento de qué? Si creen tener derechos societarios superiores, pónganlos a prueba en una consulta. Insistimos: los acuerdos que ya tenemos contempla, en su método, una participación común en los resultados de nuestra lucha. Entendemos que una interna abierta en las PASO es una propuesta legítima, pero inferior a lo 2 que tenemos e incluso perjudicial. Esperamos que esta respuesta ayude a una reflexión más amplia entre nosotros. Posdata Creemos necesario dejar blanco sobre negro algunas afirmaciones de la carta de IS. Es cierto, como ustedes dicen, que en el acuerdo del 2011 nos pusimos de acuerdo en determinar qué distrito encabeza cada partido. Pero es falso, sin embargo, que el PO haya reconocido que en Neuquén es el PTS el partido que debe encabezar el FIT. Esto por un punto muy simple: en las elecciones previas, en que fuimos por separado, la lista del PO obtuvo una mayor votación que el frente integrado por el PTS‐IS‐Mas. Nos corresponde la primacía electoral. Es necesario volver a aclarar lo que ya aclaramos muchas veces: si en el 2011 aceptamos ir cuartos en Neuquén fue solo porque la medida proscriptiva adoptada por el juzgado de esa provincia nos dejaba sin posibilidades propias y obligados a aceptar la extorsión del PTS. Llamamos la atención acerca de la utilización de las tribunas comunes para defender la política de ustedes para Siria, con la cual discrepamos fuertemente nosotros y el PTS. ¿Acaso pretendían que les respondiéramos en forma pública? Ustedes proponen internas ‘sui géneris’, por ejemplo asambleas. Con este método nunca habrían obtenido el primer lugar del Frente en Córdoba, donde el ascendiente de la compañera Olivero es electoral, y la felicitamos. Comité Nacional del Partido Obrero, 7 de mayo de 2013 3