EL FUNCIONAMIENTO DE LAS ESCOPETAS YUXTAPUESTAS Las escopetas yuxtapuestas o paralelas, denominadas así por disponer de dos cañones uno al lado del otro, son el modelo más tradicional de escopeta y, a la vez, el más selecto, donde los maestros armeros a lo largo de los años han ido añadiendo sofisticaciones que las hicieran más precisas, fiables y cómodas de disparar. Sus partes son: Los cañones: de anima lisa, de acero, probados a 900Kg/cm 2 e incluso, en los modelos más caros, a 1.200 kg/cm2, unidos entre si de un modo muy especial que ahora veremos y coronados por una banda longitudinal llamada “lista” que sirve como elemento central de puntería y mantiene soldados los cañones. Hay otra banda por debajo de estos, que se llama “solista” Los cañones no son paralelos. Se montan de forma que su disparo converja a 35 metros. Por ello se hace necesario utilizar las bandas de refuerzo: lista y solista. Además pueden montar dos “chokes” o estrangulamientos diferentes lo que condicionará el uso de los gatillos como se verá en su apartado. Se dice que las paralelas, a causa de sus cañones divergentes, acaban produciendo holguras entre los cañones y el plano de la báscula. El uso de materiales modernos y el cuidado diseño (cuatro enganches en lugar de dos) permite que se fabriquen escopetas de precio medio que soportan miles de disparos, como en el caso de ojeos de perdiz, sin alteración apreciable de las armas. La báscula: así se denomina al equivalente en los fusiles al “cajón de los mecanismos”. Aloja los mecanismos de cierre y apertura, los expulsores, los disparadores, muelles y martillos y los mecanismos de seguridad. Merece mención aparte el mecanismo de disparo que, dado que hay dos cañones, necesita de dos palancas de disparo. Lo más común es el disparador en tándem: el primero acciona el cañón derecho y el segundo el cañón izquierdo. Existe también el Manuel Moraga Montejo Perito Judicial en Balística Forense Página 1 de 3 mono disparador que pude ser de secuencia fija: la primera acción dispara el derecho y el retroceso, por medio de una masa móvil, monta de nuevo el disparador para que accione el cañón izquierdo o bien con selector: mediante una palanca que suele ser la de seguro con tres posiciones: seguro, cañón izquierdo o cañón derecho, se decide cual será el primer cañón que se dispare. Es de destacar que los disparadores no tienen primer tiempo, tan pronto se accionan se produce el disparo. Los martillos son extraordinariamente rápidos y suaves, de peso reducido (ver imágenes superiores). Todo esto porque el disparo se hace con la escopeta en movimiento, siguiendo al blanco. En la báscula es donde se aprecia la histórica sofisticación de las escopetas paralelas. Existen dos modelos básicos, Anson & Deeley y Holland & Holland. Es en la báscula donde los fabricantes dotan al arma de bellos grabados que aumentan su valor estético y económico. En la trasera de los cañones van montadas las denominadas “llaves” que pueden ser de pletina larga o de pletina corta. En la imagen a la izquierda, una báscula Anson & Deeley de pletina corta. Dentro de los mecanismos de disparo nos encontramos armas con martillo exterior (técnica tradicional similar a las de avancarga, ver imágenes inferiores) y con martillos interiores, “hammerles”, no a la vista. Los modelos con martillo exterior llevan dispositivos de seguridad basados en el rebote de este pero, siendo más robustas, no disponen de expulsores automáticos. Se siguen fabricando en bajo volumen para clientes que prefieren este tipo de escopetas. Los modelos “hammerles” (sin martillo a la vista) son más usados hoy en día. Manuel Moraga Montejo Perito Judicial en Balística Forense Página 2 de 3 La culata: para poder sacar todo el rendimiento a una escopeta la culata debe estar acoplada al tirador. Estas culatas no son rectas sino que gozan de una ligera curvatura, llamada “ventaja”, que facilita el seguimiento de la pieza a abatir. Otro parámetro ajustable es el “pitch” la inclinación de la culata respecto al eje de los cañones. Los modelos más sencillos llevan una serie de piezas “añadibles” para formar ventaja y pitch, mientras que las más sofisticadas (y caras) son personalizadas para su propietario por el maestro armero. Existen dos formas básicas: la inglesa, con el cuello en continuación de la chimaza que facilita más el movimiento de la mano y con “pistolet” a semejanza de la culata de los rifles para una postura más estática de la mano que dispara. Manuel Moraga Montejo Perito Judicial en Balística Forense Página 3 de 3