13-Especial IESE PWC 15/10/03 16:48 Página 13 ebusiness Costes de cambio, un arma para retener a los clientes Por Guillermo Armelini, asistente de investigación del e-business Center PwC&IESE Tras un periodo de captación de usuarios, las empresas de tecnología se han dado cuenta de que resulta más rentable fidelizar a sus clientes que conseguir otros nuevos. Pero, ¿qué estrategias puede emprender una compañía para retener a los consumidores? H asta no hace mucho, la mayoría de usuarios de telefonía móvil se resistía a cambiar de proveedor de telefonía móvil porque ello le obligaba a abandonar el número de teléfono del que ya disponían todos sus contactos. Este obstáculo, conocido con el nombre de coste de cambio, es para la empresa una técnica de retención de sus clientes. Aunque este coste puede parecer muy bajo, sumado a otros -como la gestión burocrática del cambio, el tiempo de búsqueda o los puntos acumulados- puede constituir un verdadero freno a la elección de un nuevo proveedor o tecnología. ¿Qué son los costes de cambio? Son los obstáculos con los que el usuario topa cuando quiere cambiar de proveedor. Estos costes pueden ser Para saber más ➤ ➤ ➤ ➤ LIBROS Hax, A. Wilde, D. The Delta Project: Discovering new sources of profitability in a networked economy, Cap. 5. Palgrave, 2001. Shapiro, C. Varian, H. Information Rules, Cap. 5 y 6. Harvard Business School Press, 1999. Ghemawat, P. Strategy and the business landscape: Core concepts. Prentice Hall, 2001. Liebowitz, S. Margolis, S. Winners, Losers & Microsoft. Independent Inst, 2001 ➤ ARTÍCULOS Ricart, J.E. Hess, M. Managing customer switching costs: a framework for competing in the networked environment. e-business Center PwC&IESE, 2002. (http://www.iese.edu/research/pdfs/DI-0472-E.pdf) ➤ SEDES WEB www.inforules.com poco significativos, como en el caso de pasar de utilizar el navegador Netscape al Internet Explorer. Sin embargo, lograr que toda una organización aprenda a utilizar un nuevo paquete de aplicaciones ofimáticas implica una gran inversión en términos de tiempo de aprendizaje y soporte a los usuarios. En este caso, el coste de cambio para la empresa es tan poderoso que se produce una situación de lockin (encerrona). ¿A quién afecta el lock-in? Tanto al cliente como al proveedor. Los primeros deben saber valorar los costes de cambio para evitar caer en una posición vulnerable frente al proveedor. De hecho, mientras la mayoría de las organizaciones analizan en profundidad criterios técnicos y económicos -como la fiabilidad, el rendimiento, la escalabilidad, el coste de implementación y mantenimiento- para decidirse por una arquitectura informática, no suelen tener en cuenta un concepto como el lock-in. Sin embargo, una situación de ‘encerrona’ podría llegar a impedir a la empresa cambiar de proveedor, incluso cuando éste ya no resulta rentable y se convierte en un obstáculo para su desarrollo. Por su parte, los proveedores tienen en el lock-in una ventaja competitiva. ¿Cómo funciona una estrategia de lock-in? Para ‘encerrar’ a sus clientes, las empresas llevan a cabo tres acciones. En primer lugar, invertir en generar una gran base de clientes a través de acciones como descuentos iniciales, planes especiales para clientes importantes o promociones. El segundo paso es la exigencia de requisitos que aumenten el coste de cambio para el cliente, ya sea forzándole a invertir en la tecnología de la empresa o con programas de fidelización. Por último, la compañía debe rentabilizar su base de clientes. Para ello puede utilizar, por ejemplo, la venta de productos complementarios. ¿Cómo evitar el lock-in? Existen varias estrategias que permiten al cliente evitar, o al menos minimizar, una situación de lockin. Por una parte, los usuarios deben negociar los términos del contrato a largo plazo, para asegurarse una ‘puerta de salida’. Por ejemplo, en la compra de una aplicación de bases de datos debe contemplarse la migración de la información a los programas de otro proveedor. Además, es necesario disponer de una segunda alternativa cuando se está negociando el contrato. Siguiendo con el ejemplo anterior, el comprador puede argumentar que está dispuesto a instalar sistemas de bases de datos de código libre, sin coste de licencia, como elemento para mejorar la negociación. Por último, el cliente puede simular que los costes de cambio que percibe para cambiar de proveedor no son significativos, mientras que el coste del producto le parece excesivo. ¿Existe relación entre lock-in y cuota de mercado? Aunque sorprenda, la relación entre ambas no es directa. Empresas como Lotus y Netscape, que gozaron en su momento de cuotas de mercado por encima del 80 por ciento, contaban con unos costes de cambio relativamente bajos. Otras empresas, como Computer Associates, que han conseguido un alto nivel de <I>lock-in,<P> ostentan una pequeña parte del mercado. Estos ejemplos confirman que el <I>lock-in<P> es más una forma de retención que de captación de los usuarios. Windows: la encerrona perfecta Uno de los casos paradigmáticos sobre empresas que crean una situación de lock in es el de Microsoft, que logró situar Windows en el podio del mercado de sistemas operativos de ordenadores personales. Con la aparición de Windows, la empresa de Gates inició una serie de estrategias para mantener e incrementar este porcentaje. Primero lanzó productos complementarios, como paquetes ofimáticos, juegos y otras aplicaciones específicas. En segundo lugar, alentó el crecimiento de la industria de programadores y desarrolladores para que diseñaran aplicaciones informáticas compatibles con Windows (actualmente, casi siete millones de profesionales realizan desarrollos para Windows). Finalmente, desarrolló un sistema de ventas de licencias con los principales fabricantes de PCs para que éstos preinstalaran Windows. Esta estrategia ha permitido a Microsoft dominar la industria del software y controlar el crecimiento de sus rivales mediante el manejo de la compatibilidad de las aplicaciones con Windows. El resultado es que el 55% de los ingresos operativos de Microsoft en el último año fiscal provienen de ventas de Windows. 23 julio 2003 Computing 13