Cultura de Japón El arte japonés, a lo largo de su historia, ha sufrido numerosas influencias extranjeras, entre las que destacan el arte chino y persa. Sin embargo, con la introducción del budismo, en el año 538 d.C., el arte de la India se constituye como uno de los pilares del arte japonés. Arquitectura Si algo puede definir la arquitectura de Japón, es la perfecta coexistencia de los estilos tradicionales con las más modernas técnicas de ingeniería. Gracias a la abundancia de bosques, la madera ha sido uno de los materiales más utilizados en la construcción. Entre los diferentes estilos arquitectónicos, ocupa un privilegiado lugar la arquitectura de los santuarios sintoístas. Uno de los santuarios más antiguos que se conocen es el de Ise Jingu, que se reconstruye cada 20 años siguiendo las técnicas más tradicionales. Por otro lado, la influencia del budismo en la arquitectura ha sido muy importante. Prueba de ello es el gran Buda de Bronce de Nara, o Daibutsu, del templo Todaiji, la obra de madera más grande del mundo. En cuanto a los estilos arquitectónicos autóctonos, éstos han sufrido diversas influencias a lo largo de los diferentes períodos de la historia de Japón. En el período Heian (del 794 al 1185), destaca el estilo Shinden Zukuri, que se distingue por sus techos de paja, obtenidos de las cortezas del ciprés, apoyados sobre vigas de madera. En el interior resaltan los suelos de madera, los biombos y tatamis para delimitar los espacios. El palacio imperial de Kioto es el mejor ejemplo de este estilo. En el período Kamakura, momento en el que los samuráis alcanzan la supremacía desplazando a la nobleza y, con la llegada del budismo desde China, se desarrolla el estilo Tang, que se puede apreciar en numerosos templos de las ciudades de Kioto y Kamakura. Con el tiempo, esta tendencia evolucionaría hasta la construcción de templos en varios pisos, como es el caso del Kinkakuji (Pabellón de Oro) o el Ginkakuji (Pabellón de Plata). Además, en este período, ganan popularidad los jardines creados a base de arena, piedra y pequeños arbustos. En el período Muromachi, gracias a la popularización del té, las casas se construían de acuerdo a este rito-ceremonia, dando lugar al estilo Sukiya Zukuri. El mejor ejemplo es el Katsura Rikyu en Kioto, en donde numerosas casas miran a uno de los jardines más bellos del país para la ceremonia del té. En el siglo XVI se levantaron los castillos, concebidos no sólo con fines militares, sino también con ciertos criterios estéticos, ya que en época de paz servían para demostrar el prestigio de los señores feudales. Entre los numerosos castillos, hay que destacar el Castillo de Himeji, construido en el siglo XVII. En cuanto a la arquitectura contemporánea y, a raíz de la apertura de Japón en el año de 1868, el país entra en un período de modernización y occidentalización, introduciendo en las diferentes edificaciones la piedra y el ladrillo. Entre las obras más destacables, hay que nombrar el Estado Nacional Yoyogi, sede de los juegos Olímpicos de 1964, la Nueva Ciudad Senri en Osaka o el Distrito de Shinjuku, en Tokio. El Tatami es una plancha de paja de arroz trenzada, que cubre los suelos japoneses provocando un olor natural y dulzón. Bellas Artes Los inicios de las artes japonesas se remontan a unos mil quinientos años atrás, según los descubrimientos de diversos objetos, especialmente figuras de barro cocidas a baja temperatura y utensilios de piedra sin pulir. En esta época destacan las figuras Dogü, pequeñas estatuillas con forma antropomórfica de carácter religioso. Del periodo Yayoi se conservan cerámicas con formas más refinadas y superficies suaves y vasijas funerarias. En el periodo Kofun se construyeron grandes tumbas con forma de herradura y rodeadas de un foso de varios metros de longitud. En el exterior de estas tumbas, se colocaban figurillas de arcilla, que representaban sacerdotisas, guerreros animales u objetos. La influencia del budismo se percibe de diferente manera, en las expresiones artísticas que se han dado en los períodos que conforman la historia del archipiélago. En el período Asuka (592-645) se construyeron numerosos templos (como el Templo Horyuji, el edificio de madera más antiguo del mundo), siendo la característica principal el realce de lo solemne y de lo sublime, aunado a la simplicidad de las formas y a la idealización de los rasgos (sobre todo en la escultura). La época Nara (710-794) suele dividirse en el período conocido como Hakuho (710-729), donde se manifiesta claramente la fuerte influencia china e hindú; y el período Tempyo (729-749), conocida como la Edad de Oro del budismo y de la escultura budista. Sus características más distintivas son el realismo y la serenidad. En el período Konin Heian (810-824) se diferencia de otras épocas en sus formas voluminosas y expresiones idealizadas, debido a la influencia ejercida por las enseñanzas místicas de la secta budista esotérica Shingon. En el período Heian Tardío (794-1185), destaca la belleza, la elegancia, la delicadeza y la exquisitez en las formas. Durante este tiempo, la pintura asume, por primera vez, una posición importante que se aprecia, sobre todo, en el Yamato-e o pintura de estilo japonés y en el Emakimono (rollos ilustrados). El período Kamakura (1185-1333) se caracteriza por su austeridad. En la escultura prevalece el realismo y las expresiones vigorosas, mientras que la arquitectura se distingue por su pureza y simplicidad de formas. En el período Muromachi se desarrolla los sumie, pintura a pincel con tinta negra; y en el período Azuchi-Momoyama se produce un refinamiento artístico que se expresa en la imposición de colores vivos y diseños elaborados. Es, además, la época en la que se realizan biombos, tallas de madera muy elaboradas y máscaras para las obras del teatro Noh. En el período Edo, la modalidad artística más importante fue el Ukiyo-e, grabado en madera en el que se empleó, por primera vez, técnicas industriales en su producción. El artesano contaba con diversas planchas en madera, que aplicadas una detrás de otra sobre un mismo papel, iban configurando la imagen final del ukiyo-e, relacionado con la concepción budista de la ilusión. Entre los grabadores más importantes en la historia de Japón encontramos a Hokusai, Hiroshige y Utamaro. Finalmente, en la segunda mitad del siglo XIX, comienza a percibirse la influencia de Occidente, que se va mezclando con las manifestaciones más tradicionales. La Ceremonia del Té El chanoyu (Ceremonia del Té) es un pasatiempo exclusivo de Japón, que constituye una forma ritual de preparar y beber té. Esta costumbre social se introdujo en Japón desde China en el siglo VIII, pero el matcha (té verde en polvo) no aparece hasta finales del siglo XII. La ceremonia del té se extendió en el siglo XIV en los shoin (estudios), y fueron los samuráis, clase dominante en la sociedad japonesa, quienes desarrollaron reglas y procedimientos para los asistentes. La modalidad del chanoyu, rito que se practica en la actualidad, fue creada en la segunda mitad del siglo XVI por el maestro Sen No Rikyu. Bajo la influencia del Budismo Zen, la ceremonia era algo más que el disfrute de una taza de té, pues su finalidad era purificar el alma mediante la identificación con la naturaleza. Tras la muerte del maestro, en 1591, se instituyeron diferentes escuelas que han continuado su labor hasta nuestros días. Los estrictos cánones del chanoyu, que a primera vista pueden parecer pesados y meticulosos, están calculados para conseguir el mayor ahorro posible de movimientos. Sin duda, estos formalismos han influido de forma fundamental en el comportamiento de los japoneses. La ceremonia del té en los santuarios es presidida por un monje, que sirve el té acompañado de dulces y un ritual, en el que cada gesto tiene un significado. Es una obra artística en la que se concentran elementos estéticos y filosóficos del budismo Zen, el confucionismo y el taoísmo. En el sado, que significa literalmente “camino del té”, participan todas las artes japonesas: la arquitectura de la casa de té, la pintura que cuelga de la pared principal, la poesía del texto que reproduce, la porcelana de los utensilios y el ikebana, arte floral con una base filosófica Zen, donde la belleza natural se refleja a la vez que se estimula el goce de lo efímero. La composición debe respetar una estructura triangular, donde están representados el cielo, la tierra y el hombre. Actualmente lo preparan las mujeres, pero antes que ellas fueron los hombres y mucho antes monjes budistas. Idioma El idioma japonés pertenece a la familia altaica y tiene muchas palabras en común con el coreano y el chino. Aún así, la sintaxis japonesa es muy diferente, ya que por ejemplo en japonés los verbos siempre van al final de la oración. La escritura japonesa combina los caracteres de origen chino, llamados kanji, con dos silabarios propiamente japoneses denominados hiragana y katakana; estos dos últimos representan sonidos, mientras los kanji representan un concepto o idea. Todos ellos se combinan entre sí para formar palabras. Los kanji son ideogramas que representan objetos o ideas, y están formados por una serie de trazos. Algunos provienen de la representación de objetos de la realidad cotidiana. El origen de otros kanji es el de la representación de conceptos. Vida cotidiana. Algunos signos y señales útiles Como es lógico, la mayoría de las señales en Japón están escritas en japonés. Sin embargo existen variaciones, ya que bajo los ideogramas japoneses se puede encontrar la escritura en alfabeto occidental, como observamos en el ejemplo 1. Otras veces, además, se añade la traducción al inglés (ejemplo 2). Esta variación abunda sobre todo en las zonas turísticas o centros de visita obligada. Así, lugares de Tokio como Shibuya, Shinjuku, Akihabara o Asakusa, e incluso los transportes públicos, cuentan con señales en inglés y japonés. Kyoto por ejemplo, está totalmente diseñada para facilitar la vida a los turistas, y existen pocas posibilidades de perderse. Otra variación muy común es encontrar los textos en ideogramas japoneses junto con un dibujo o signo convencional fácilmente entendible. Guía conversación Los hispanohablantes cuentan con una ventaja a la hora de estudiar japonés, ya que cuenta con los mismos sonidos. El japonés se lee igual que como se escribe, tan sólo existen algunas diferencias:La “h” se lee como “j”. La “j” como “y”. La “ge” como “gue”.Estas son las principales, aunque existen algunas otras pronunciaciones características. Hola = Konnichiwa // Adiós = Sayōnara // Bienvenido = Irasshaimase // Buenos días = Ohayō gozaimasu // Buenas tardes = Konnichiwa // Buenas noches = Konbanwa // ¿Cómo está? = O genki desuka // Bien, gracias = Genki desuAyer = Kinō // Hoy = Kyō // Mañana = Ashita // ¿Qué hora es? = Ima nan ji desuka // Una hora = Ichi ji kanSí = Hai // No = IieLunes = Getsuyōbi // Martes = Kayōbi // Miércoles = Suiyōbi // Jueves = Mokuyōbi // Viernes = Kinyōbi // Sábado = Doyōbi // Domingo = Nichiyōbi1 = Ichi // 2 = Ni // 3 = San // 4 = Shi, yon // 5 = Go // 6 = Roku // 7 = Shichi, nana // 8 = Hachi // 9 = Kyuu // 10 = Juu100 = Hyaku // 200 = Ni hyaku // 1000 = Sen // 2000 = Ni sen // 10.000 = Man // 100.000 = Juu man // 1.000.000 = Hyaku man // 100.000.000 = Oku // ¿Cuánto cuesta? = Kore ikuradesuka // Es muy caro = Chotto takai desu // Oro = Kin // Plata = Gin // Aeropuerto = Kūkō // Puerto = Minato // Centro ciudad = Machinaka, dauntaun // ¿Dónde? = Dochira desuka // Oficina de turismo = Kankōannaiji // Hotel = Hoteru // Restaurante = Resutoran, Ryōriya // Restaurante de soba = Sobaya // Restaurante de sushi = Kaitensushi // Desayuno = Asagohan // Comida = Chūshoku, Hirugohan // Cena = Bangohan // Café = Koohii // Té verde = Ocha // Té = Kōcha // Leche = Gyūnyū, miruku // Azúcar = Satō // Sal = Shio // Agua = Mizu // Vino = Wain // Cerveza = Biiru // Zumo = Juusu; // de naranja = Orenjijuusu // Arroz cocido = Gohan // Perdone/disculpe = Sumimasen // Por favor = Onegaishimasu // Lo siento = Gomen nasai. // Gracias = Arigatō // Muchas gracias = Doumo arigatō // Adiós = Sayōnara // Buenas noches (antes de irse a dormir) = Oyasuminasai // Mucho gusto (al presentarse o conocer a alguien) = Hajimemashite // Es un placer conocerle = Douzo yoroshiku onegaishimasu // ¿Cómo está usted? = Ogenkidesuka // Por favor, adelante = Douzo // Por favor = Kudasai // Lo entiende = wakarimasuka // Si, lo entiendo = Hai, wakarimasu // No, no lo entiendo = iie, wakarimasen // Si, así es = Hai, sou desu // ¿Dónde están los aseos? = Toire wa doko desuka // Espere un momento = Chotto matte kudasai // ¿Qué es? = Kore wa nan desuka // Cogeré esto = Kore wo kudasai // Es barato = Yasui desu. // Cuidado = Chuui // Al brindar = Kanpai // Formalidad al entrar en un cuarto, estancia donde hay otras personas = Shitsureishimasu // Formalidad al salir de un cuarto, estancia donde hay otras personas = Shitsureishimashita // En una casa // El que se va para despedirse dice = Ittekimasu // El que está en la casa para despedir al que se va responde = Itterasshai // Al llegar el que entra dice = Tadaima (algo así como “ya estoy aquí”) // El que le recibe = Okaerinasai (algo así como “bienvenido”) // Al comer // Al empezar a comer = Itadakimasu// Al terminar = Gochisōsamadeshita// Una vez más por favor = Moïchido onegaishimasu // Vengo de España = Supein kara kimashita // Espera un momento por favor = Chotto matte kudasai// Qué bien = Iidesune // ¿Cómo voy a la estación? = Eki dewa doyatte ikimasuka Literatura Hasta principios del siglo VIII no se plasmó en textos la literatura japonesa, la cual tiene sus orígenes en la tradición oral. Son tres las obras más antiguas que han sobrevivido al tiempo, y que aun ejercen una profunda influencia en la literatura actual: “Kojiki” (Anales de Temas Antiguos, prosa del año 712 d.C.), antología de mitos y leyendas japonesas, “Nihonshoki” o “Nihongi” (Crónica de la Historia de Japón del año 720), ambos escritos están en caracteres chinos y el Man-yo-shu, la primera antología japonesa lírica, reúne cerca de 4.500 poemas en 20 volúmenes del año 770 d.C. En el siglo IX aparece la primera novela japonesa titulada “Taketori Monogatari” (El Cuento del Cortador de Bambú) del año 811 d.C. Destaca, además, la obra “Genji Monogatari” (El Cuento de Genji), escrita por Murasaki Shikibu, que recoge una visión de la sociedad aristocrática del Japón del siglo XI. En este siglo hay que resaltar el libro “Makura No Soshi” (Libro de la Almohada), un drama cortesano que describe la vida cotidiana de la nobleza de aquella época. Durante este período adquirió gran popularidad el Tanka, poemas de 31 sílabas, según el esquema 5-7-5-7-7. En el siglo XII, con el ascenso de los samuráis y de la clase guerrera al poder, se abre un período en el que se hacen populares los relatos de guerra. En el siglo XIV aparece el libro “Tsurezuregusa” (Ensayos en la Ociosidad), obra escrita por un monje solitario y que, a partir del concepto budista de la fugacidad de las cosas, revoluciona el pensamiento de la sociedad japonesa. En el siglo XVI se produce una decadencia en la literatura, que se prolonga hasta el siglo XVII, cuando surgen los escritores Ihara o Chikamatsu, que escriben para el gran público, en base a historias cotidianas. Es en este siglo cuando aparece el Haiku, poema de 3 líneas, teniendo como máximo exponente al poeta Matsuo Basho. Con una métrica más corta de 5-7-5 versos, el poeta expresa profundas emociones, mediante la descripción de la naturaleza de una forma simple y bella. La interpretación de los Haiku es difícil, pero uno de los placeres que encierra su estudio es intuir y descifrar su significado. En el siglo XIX la literatura occidental invade Japón y se introducen, rápidamente, las corrientes como el liberalismo, idealismo o romanticismo. Sin embargo, y a pesar de esta influencia, los poetas japoneses continúan cultivando el Tanka y el Haiku. Finalmente, en el siglo XX, no pueden obviarse los populares cuadernos de historietas japonesas que recrean las costumbres y la vida política y social bajo los más variados géneros literarios. Destacan los premios Nobel Kawabata Yasunari y Oe Kenzaburo. Otros autores japoneses de fama mundial son Mishima Yukio y Tanizaki Junichiro. Maestros Artesanos La artesanía es el tesoro vivo de la historia de Japón. Los forjadores de espadas vienen de las montañas de Gassan en la región Yamagata, donde se estableció la primera fundición hace 800 años. La dinastía Gastan, que nació del empeño en doblegar el acero, se conocía como los Maestros de la Montaña de la Luna. La espada ha sido siempre considerada la encarnación del espíritu del emperador, hoy es un objeto artístico muy codiciado, debido a su singular belleza. La cerámica, que adopta diferentes técnicas, es otra de las artes más destacadas en el país. La tierra cobra vida en las manos de los artesanos que llevan la esencia de su trabajo hasta un estado místico. El arte del tintado del kimono conlleva una destreza extraordinaria y un dominio de la técnica más fina en la coloración de las telas, la mano del artista se convierte en un duende minimalista que diseña al detalle, aligerando con el dibujo y el color, los grandes espacios de las telas. El bambú ha sido moldeado en Japón desde tiempos prehistóricos para su uso cotidiano, pero a lo largo de la historia fue convirtiéndose en un arte protegido por los gobernantes, que lo utilizaron en algunas ceremonias como la del té. Los laboriosos y lentos trabajos lacados son creados por el artesano mediante la superposición de cientos de finas capas de la preciosa resina, tintada y fundida previamente con pigmentos minerales. El secado puede durar años. Música A la corte imperial japonesa le gustaba escuchar una elegante música, conocida como “Gagaku”, de influencias chinas. El repertorio de las orquestas incluía piezas instrumentales y de baile. Actualmente se conserva la tradición con algunas variaciones. Entre los instrumentos japoneses tradicionales se encuentra el “shamisen”, parecido al banyo, pero más largo. Actualmente se usa para acompañar piezas teatrales del kabuki y bunraku. Otros instrumentos son el “koto”, el “biwa”. Entre los músicos actuales destacan Kitaro y Sakamoto Ryuichi, miembro de la Mágica Orquesta Amarilla, aunque ninguno alcanza la popularidad de Sakamoto Kyu, que en los años 60 fue un éxito en Estados Unidos. Existen numerosas bandas japonesas que imitan el estilo occidental, e incluso en los ámbitos salseros latinos ha destacado la “Orquesta de la Luz”, cosechando grandes éxitos. Cine En 1896 se importaron las primeras películas a Japón y tres años después comenzó la producción propia. En la época del cine mudo, la trama era explicada por el “benshi”, que pronto empezó a formar parte de las propias películas. Los primeros argumentos fueron sacados del teatro tradicional, pero tras el terremoto de 1923, siguieron temas más modernos. A partir de los años veinte se producen películas encuadradas en dos géneros, las llamadas Jidaigeki, o películas de época con samurai, y las Gendaigeki, que trataban temas contemporáneos. Hasta finales de la II Guerra Mundial es cuando se desarrolla al mismo tiempo el cine propagandístico y de exaltación nacionalista japonesa. Una vez firmada la rendición y durante la ocupación americana, se prohíbe este tipo de cine, incluidas películas de Samuari y feudales por orden de los americanos para de esta forma evitar la exaltación de la guerra o sentimientos nacionalistas. Pronto surgieron otros géneros, como los dibujos animados, películas de terror o comedias. En los años 50 el cine japonés atraviesa una época dorada, Akira Kurosawa introduce el cine japonés en el ámbito internacional, con su película Rashomon (1950), que obtuvo el primer premio del Festival de Venecia en 1951. El director japonés continuó cosechando éxitos como “Los Siete Samuráis”, “Yojimbo” (1961) o “Ran” (1985). Yasujiro Ozu retrató durante años la vida cotidiana de Japón, Kenji Mizoguchi (maestro del cine japonés) cultivó temas clásicos. Otros directores destacados son Itami Juzo y Nagisa Oshima. Actualmente el cine independiente japonés obtiene muy buenas críticas por parte del público occidental. Obras Teatrales El origen de Kabuki, una de las formas teatrales tradicionales japonesas, se remonta al siglo XVII. El Kabuki se caracteriza por la espectacularidad del vestuario y la puesta en escena. En este género teatral todos los papeles son representados por hombres, ya que las mujeres tienen prohibida su participación. Con el nombre de oyama se denomina en japonés a los hombres que en estas obras interpretan papeles de mujeres. El Kabuki tiene sus propios movimientos y formas de representación. El género teatral más famoso se llama Aragoto, que se caracteriza por la expresividad de sus formas y el llamativo maquillaje del actor. En sus orígenes, el Kabuki incluía una serie de bailes eróticos y pequeñas obras teatrales. Con el tiempo, gracias al escritor Chikamatsu Monzaemon y al actor Ichikawa Danjüro, esta técnica alcanzó el estatus de arte teatral. El Noh, que data del siglo XIV, es la forma teatral más antigua de Japón. En estas obras los actores principales o shite llevan máscaras distintas, y las actuaciones se representan en el exterior. El Noh se apoya en el simbolismo, la música, la escultura corporal y la danza. Además predomina un tempo muy lento, que junto al apartado sonoro cadencioso y constante, configuran un arte misterioso y sobrecogedor. En el periodo Edo surgió el arte tradicional de marionetas o Bunraku. En esta obra participan tres titiriteros, aunque el maestro, el único con la cabeza descubierta y con más de 30 años de experiencia, es el encargado de manejar los aspectos más delicados de la marioneta, como son la expresión y el brazo derecho. La representación se acompaña de un narrador y música de shamisen. “Los amantes suicidas de Sonezaki” es, quizás, la obra maestra de bunraku. Escrita por Chikamatsu Monzaemon a principios del siglo XVIII, la historia narra el desdichado amor de Hirano y una prostituta llamada Ohatsu. Un pasaje legendario lo encontramos en el comienzo del acto tercero con el famoso “Farewell to the world, and to the night farewell”. Jardines Los jardines, que durante siglos han sido una forma de arte característica de Japón, se pueden dividir en tres tipos: los jardines Tsukiyama, que reproducen a menor escala un escenario natural y cuentan con colinas, estanques, riachuelos y multitud de plantas y caminos; los jardines Karensansui, de influencia Zen, son utilizados para la meditación; y, finalmente, los jardines Chaniwa, destinados a celebrar ceremonias de té, por lo que siempre contarán con un camino de piedras que terminará en una casa de té. El ikebana, que se desarrolló en Japón durante el siglo XVI, consiste en la representación de los elementos de cielo, tierra y hombre con armonía, utilizando adornos florales. Bonsáis Es el arte de cultivar árboles en miniatura. El pino es el árbol más utilizado, aunque no hay restricción en cuanto a plantas. Para alcanzar la miniaturización, el árbol debe ser transplantado en varias ocasiones. La técnica de los bonsáis reside en tener la intuición de cuándo y cómo cortar las raíces o de qué manera podar sus ramas y darles forma. Shodo El shodo es el arte de escribir de forma bella, utilizando pinceles especiales, denominados fude, tinta sólida, papel para caligrafía o hanshi y un pequeño depósito donde se disuelva la tinta. El estilo de la caligrafía puede ser kaisho, que tiene un aspecto robusto y cuadrado, y gyosho, que constituye un estilo semi cursivo o sosho, estilo donde predominan las curvas.